¡¡¡¡¡MARATÓN!!!!!
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Capítulo 48
Desperté con un fuerte dolor de cabeza y nauseas. Abrí
lentamente y vi un techo de concreto con un foco colgando. Las paredes eran de
concreto al igual que el suelo, no había ventanas, una regadera con un desagüe
y un inodoro que se veía más sucio que el baño en donde estaba antes…
- ¡¿Dónde estoy?!
Pregunté, irguiéndome.
- No lo sé
Contestó
una voz. Me giré y vi a una chica delgada con ropas rasgadas
, ella estaba sentada en un colchón y se abrazaba las
rodillas, escondiendo el rostro. Miré de nuevo todo lo que me rodeaba ¿Qué
demonios sucedía?
- ¿Cómo que no sabes dónde
estamos?
Le pregunté a la chica y esta alzó su rostro, tenía un labio
partido.
- ¿No lo ves? – me pregunté,
mirándome con un par de ojos apagados – Estamos encerradas
- Estamos…
- Secuestradas
La noticia era obvia, pero de igual forma me cayó como
piedra ¿Secuestradas? ¡¿Cómo?! ¡¿Estaba a punto de casarme y me secuestra?!
- ¿Sabes quiénes fueron?
Pregunté y ella se encogió de hombros.
- Son tratadistas – contestó ella
– Antes de que llegarás, habían dos más – su voz se fue apagando – Las
vendieron
- No puede ser… - intenté
levantarme pero fue inútil, sentía el cuerpo totalmente dormido - ¿Hace cuanto
estás aquí?
- Seis meses – contestó y yo me
quedé sorprendía, era mucho tiempo – Era mesera en un bar – agregó – Tú estás
dormida desde hace tres días
- ¡¿Tres días?!
Pregunté con sorpresa ¿Había estado en ese calabozo por tres
días? ¿Me estaban buscando? Era obvio que mis amigos debieron notar mi ausencia
cuando la borrachera se les pasó ¿Qué tan cerca estaban de encontrarme?
- Es mejor que los seis meses que
yo he estado
Dijo la chica, volviendo a esconder el rostro.
- ¿Cómo te llamas?
Pregunté y ella me volvió a mirar, era bonita a pesar de
verse demacrada.
- Jang Young Soo
Contestó.
- Yo me llamó Kim Min Jee –
contesté - ¿Tu familia no te están buscando?
- Mi familia le debe de importar
un comino donde me encuentro – contestó ella – Me fui de casa a los dieciséis
años y desde entonces estuve intentando sobrevivir sola, hasta hace seis meses
- ¿Por qué huiste?Pregunté. La chica me miró, se veía feliz de poder conversa
con alguien en vez de dejarse morir.
- Quería ir a Seúl para ser cantante
y actriz – contestó – Pero mis padres pensaron que era un sueño estúpido
- Los padres suelen decir eso
Dije, intentando acomodarme en la litera.
- ¿Y cuál es tu historia? – me
preguntó – He oído desde prostitutas, chicas que las engañaron con el sueño de
fama y secuestros como el mío
- Yo no era así, no hui ni era prostituta
– contesté – Mis padres murieron y me fui a vivir con mis tíos, ellos son
millonarios
- ¿Y que hacia una millonaria en
un lugar de mala muerte?
- No era un lugar de mala muerte…
- contesté – Era un club, había ido con mi novio y algunos amigos, me separé de
ellos y…
- Terminaste en hoyo
Sonreí.
- Sí
Me abracé las piernas y cubrí con la manta, hacía mucho frio
y me sorprendía ver a la chica sin nada de abrigo más que las ropas desgarradas
que llevaba.
- Yo estaba saliendo de noche del
trabajo, acaba de recibir mi sueldo y con eso pagaría la renta que debía. Pasé
por un callejón y…
- ¡La cena!
Gritó una voz y Young Soo me empujó, haciendo que me echara
en la litera. Un hombre entró y empujó a Young Soo, ella cayó al suelo y me
miró, haciéndome señas para que cerrara los ojos. Obedecí y escuché cómo
depositaban con fuerza algo en una destartalada mesa.
- ¿Ya despertó?
Preguntó el hombre.
- No
Contestó Young Soo, sonaba nerviosa.
- ¡Pues haz que despierte! – le
gritó – Y ten cuidado con lo que hagas, o seguiré divirtiéndome contigo hasta
que nos deshagamos de ti
- Aún no despierta
Volvió a decir Young Soo, luego escuché la puerta cerrarse.
- ¿Quién es él?
Pregunté.
- L – contestó Young Soo,
volviéndose a sentar en el suelo y abrazándose las rodillas – Es uno de los
traficantes que nos mantiene cautivas
- ¿A qué se refería con…?
- Haz estado dormida desde hace
tres días – contestó – Él no le iba a importar que estuvieras inconsciente como
para…
- ¿Hiciste eso por mí?
Pregunté sorprendida. No podía ni imaginarme las cosas
horribles que ese hombre le pudo haber hecho a Young Soo mientras yo estaba
inconsciente. Ella miró a otro lado y se empezó a balancear hacia adelante y
hacia atrás.
- ¿Por qué lo hiciste?
Le pregunté y ella me miró.
- Te veías inocente – contestó –
He pasado en este sótano por medio año, ya me han hecho de todo – volvió a
esconder su rostro – He visto chicas morir y ser llevadas a otras partes,
siendo mucho menores que tú o yo, quería proteger a alguna por primera vez
- Gracias… - le dije, levantándome
de la cama y dándole la manta – Te prometo que te sacaré de aquí
- No te encariñes mucho conmigo –
me pidió – Probablemente mañana una muera o sea vendida
- No digas eso – le pedí,
cubriéndola con la manta – Te sacaré de aquí
Volví a decir.
- He deseado salir de este hoyo
desde hace mucho – los ojos se le empezaron a llenar de lágrimas – Ya perdí la
fe y la esperanza
- Tengo un amigo, que si te oyera
decir eso, te arrojaría agua bendita y rezaría por ti
Ambas reímos.
- ¿Crees que tus tíos te estén
buscando?
Preguntó y yo la miré.
- Mi tío… - dije – Y mi novio – la
miré – Él moverá todo el país hasta encontrarme
- ¿Tu novio es un súper héroe o
agente de la “Policía Real”?
Preguntó, soltando una risita incrédula.
- No – contesté – Pero es el
príncipe heredero
Young Soo abrió mucho los ojos y parpadeó muchas veces. Yo
asentí con la cabeza, ella solo parpadeaba boquiabierta. Sabía que mi novio me
debía de estar buscando, lo sabía. Lo único que esperaba es que fuera pronto.
- Espera… - ella me miró - ¿No te
ibas a casar con él?
- Me voy a casar con él – contesté
– Dentro de seis días, dos días antes de Noche Buena
- Wow… - ella me miró impresionada
– Jamás creí que estaría tan cerca de…
- ¿De…?
- Alguien de la realeza
Sonreí.
- No lo soy
- Deberíamos… comer
Me alcanzó la fuente con comida, había un puré espeso color
blanco, parecía avena. Le di una pequeña probada; si era avena, era la avena
que consumieron el día que me secuestraron. Intenté no vomitar y dejé la
cuchara a un lado. Miré el vaso, el agua se veía turbia. Miré a Young Soo, por
ello era su aspecto tan demacrado, la comida era incomible e inhumana.
- Bueno… no podía esperar una cena
del nivel del palacio
Young Soo rió.
- Una vez que te acostumbras, y
tienes mucha hambre… - miró el cuenco, parecía tener vida – No, ni aún así es
comible
Dos días pasaron. Young Soo intentaba protegerme cada vez
que L intentaba acercárseme. Contaba las horas, preguntándome qué estarían
haciendo en casa ¿Buscándome? ¿Por dónde? Pero la pregunta que rondaba con mayor
frecuencia por mi cabeza era: ¿Qué harán conmigo?
- ¡La cena! - gritó el bárbaro de
L, entrando en la habitación con su máscara - ¡Está vez comerás pendeja! – me
gritó – No te nos vayas a enfermar
Me acerqué tambaleante a la mesa. Me sentía débil, no había
comido en dos días y moría de sed. Me estiré un poco, pero las fuerzas me
flaquearon y caí al suelo, derramando la pasta que siempre nos daban. L pegó un
grito y me agarró de los cabellos, jalando con fuerza hasta hacerme derramar
lágrimas.
- ¡No!
Gritó Young Soo, abalanzándose sobre él. Vi como L la
empujaba y ella caía. Quería levantarme y golpearlo, defenderla, hacer algo,
pero no podía. Me quedé ahí tendida, viendo como él la golpeaba hasta hacerla
escupir sangre. Lloré, no podía hacer nada por ella.
La brutalidad empleada en cada golpe era peor a la anterior.
Young Soo estaba más pálida de lo habitual, mirando a la nada mientras él la
golpeaba. Tuve un flashback, recordé a mi tía y sentí algo arder en mi
interior. Me levanté y tomé un pedazo del tazón roto. Me abalancé sobre L y se
lo introduje en el ojo, retorciéndolo, esperando que sintiera todo el dolor que
Young Soo sentía.
- ¡Pendeja! – gritó el hombre,
lanzándome lejos - ¡Vas a morir! – gritó - ¡Vendrá por ti y te matará! – gritó,
sosteniendo su ojo ensangrentado - ¡Ella te matará!
Me quedé helada… ¿Ella? ¿Se refería a mi tía? ¿Ella estaba
detrás de todo? L se fue y yo dejé caer el pedazo de porcelana ensangrentado.
Corrí hacia Young Soo que yacía como un papel sobre el frio concreto.
- ¡Young Soo! – grité, dándole
palmaditas en el rostro, ella seguía viendo hacía la nada - ¡Young Soo!
Pegué la oreja a su pecho. Ella seguía respirando, eso me
alivió. Corrí hacia la regadera y la abrí, el agua que salía por ahí era menos
turbia que la que nos daban para tomar. Desgarré un pedazo de tela de mi
vestido y lo mojé. Regresé donde Young Soo y le limpié la sangre, ella seguía
con la mirada perdida. Enjuagué el trapo y lo volví a mojar, esta vez la
exprimí sobre sus labios, esperando a que bebiera unas cuantas gotas, debía de
estar más deshidratada que yo.
Cuando terminé de limpiar su rostro y verter un poco de agua
de la regadera, intenté levantarla. No me quedaba muchas fuerzas, pero lo
intenté. La arrastré hacia el colchón y la cubrí con la única manta que
teníamos. Me senté a su lado, no me sentía con fuerza para hacer nada, solo
sentarme.
- Gracias…
Susurró Young Soo, abrazándome y cubriéndome con la manta.
Cerré mis ojos, intentando no derramar lágrimas ¿Cuán lejos estaba que no me
habían encontrado aún?
Si de algo podía estar segura, era que mi tía estaba metida
en todo esto. Tal vez no el secuestro de Young Soo, pero sí en mi captura ¿Qué
esperaba? ¿Qué quería esa maldita?
Me puse a pensar en la boda ¿Es que ella quería evitarla?
¿Qué ganaba? Sin Jin, sus planes ya no tenían sentido ¿O era su sed de
venganza? Posé mi mano sobre mi cabeza, era demasiado difícil hacer hipótesis
cuando no se ha comido nada. Solo esperaba que me encontraran pronto.
- El desayuno – escuché como algo
golpeaba la destartalada mesa - ¡Perras, despierten!
Gritó la voz, este no era L. Miré al hombre, era un poco más
bajo y delgado. No sabía que ya había amanecido, tampoco sabía a qué hora había
dormido, por lo tanto no sabía cuántas horas había dormido, pero sentía como si
no hubiera sido más de diez minutos. Me levante y vi un cuenco con cereales y
una taza con café. El cereal estaba suave y blando, con sabor a polvo, y el
café no tenía ni pizca de azúcar, pero era bebible.
- Young Soo…
Moví a mi amiga y ella se removió, abrigándose más con la
sabana. Posé mi mano sobre su frente, estaba ardiendo en fiebre. Comí algunas
hojuelas y tomé dos sorbos del café, el resto se lo di, ella debía de comer y
beber más que yo.
- Tú tienes a alguien que te
busca, tú deberías de cuidarte
Me dijo, deteniendo las hojuelas que intentaba hacerla
comer.
- Tú estás enferma – le dije – Tú
comerás
Ella asintió y abrió la boca. Terminamos el desayuno y nos
volvimos a recostar en el colchón, abrazadas. Hacía demasiado frio y la
habitación de concreto no era de ayuda. Sabía que llevaba seis días perdida y
que faltaban tres días para mi boda. Intentaba no perder las esperanzas y la
fe, aunque ya sabía que esto sucedería, que algo malo iba a ocurrir.
Mientras mi tía estuviera con vida o libre, yo no podría ser
feliz. Era como si yo fuera “Harry Potter[1]”
y ella “Voldemort[2]”
También teníamos nuestra “profecía”: ninguna de la dos podría vivir si la
otra seguía con vida. Ella no se iba a detener hasta verme bajo tierra, aunque
técnicamente ya lo estaba.
- Cuando salga de aquí… - empezó
a decir Young Soo – Iré a una audición a la SM, no me importa si no me aceptan
– ella sonrió – Solo quiero hacerlo
- Mi amigo Siwon… su padre es
dueño de la “SM Entertainment”
Le informé.
- ¿En serio? – ella sonrió – Debe
ser genial estar rodeado de muchas cantantes y actrices
- Mi amigo es sencillo
Le aseguré.
- ¿Entonces vives en un mundo de
ricos y famosos?
Me preguntó y yo negué.
- Hasta antes de que mis padres
murieran, yo viví en una granja, y era feliz – recordé – Todas las mañanas me
levantaba con el canto de Claudio, el gallo de mi papá – Young Soo rió – Mamá
ordeñaba a Gloria… - los ojos se me llenaron de lágrimas – Yo hacía deliciosos
pasteles y postres con la leche de Gloria – solté un suspiro – Amaba mi vida
pero siempre quise algo más – miré a Young Soo – Quería ir a la Royal
- Creo que es el sueño de toda
persona de nuestra clase
- Sí… - solté un suspiro – Mis
tíos me adoptaron y mi carta llegó, pude ir a la universidad más elitista,
importante y prestigiosa de Corea – sonreí – Y conocí a grandes amigos, que la
verdad, a pesar de sus estatus, son personas normales, y me aman
- Cuéntame de ellos – me pidió –
Y de sus billeteras
Ambas reímos.
- Bueno… Kyuhyun es hijo del dueño
de la empresa que diseña videojuegos más grande del mercado, y su madre es dueña de las joyerías “V&R”
- Wow…
Fue lo único que dijo ella.
- Yang… - recordé su rostro – Su
familia es dueña de las empresas de condimentos y salsas “McGourmet”
- ¡Oh, sí, son deliciosas! –
exclamó Young Soo – No conozco a ningún coreano que no la consuma, y sus sopas
instantáneas son una delicia
- Sí, a mi me encantan – me
relamí los labios – En la universidad, todas las sopas eran de esa marca y cada
vez que cogíamos una de más, ella nos decía que le estábamos robando
- Que chistoso
Rió Young Soo, intentando mantenerse despierta.
- Hyuk, su padre es el dueño de
los laboratorios “BioGen”
- Wow… dicen que están a punto de encontrar la cura del cáncer
- Sí… - recordé la risa contagiosa
de Hyuk, extrañaba a ese chico – Sun y Donghae… - reí – Ellos eran los
príncipes, literalmente hablando
- ¿También eres amiga de la
princesa Sun Hee?
- Sí, ella es mi mejor amiga –
contesté – Ella debe de estar gritándole a los de la “Policía Real” por no encontrarme aún
Ambas reímos.
- Me encantaría tener a tus
amigos – dijo, luciendo un poco mejor – Pero no por el dinero, sino porque, al
ver tu rostro, puedo notar cuan importantes son para ti y cuán importante eres
tú para ellos
- ¿Cómo puedes saber eso?
- Porque estabas recordando
buenos momentos…
Young Soo no dijo nada más, cerró los ojos y se dejó
arrastrar por Morfeo.
- Son muchos los
buenos recuerdos – sonreí – Quiero tener más
0000000000000000000000000000000000
NO
SE OLVIDEN DE PASAR POR MI NOVELA “NO QUIERO QUE ME OLVIDES (KYUMIN)”
[1]
Protagonista de la saga homónima escrita por JK. Rowling.
[2]
Personaje antagonista de la saga de libros “Harry
Potter”
hola, se que merezco un zape por floja y no comentar, me he leido justo apenas salen las dos novelas, estan buenisimas, ojala todo le salga bien a min ji, y que sungmin despierte pronto, no pierda al bebe, y que no le quiten a kyuhyu a su hija.
ResponderEliminarbueno prometo ahora comentar mas seguido, antes no me daba el tiempo mas que para leer porque estaba tapada en pruebas, pero hoy es mi primer dia de vacaciones (salta feliz) asi que reviso a cada rato el blog a ver si has subido cap hahahah soy una adicta a tus novelas :D, siguelas subiendo asi de seguido, me encanta leer!!!!