lunes, 9 de noviembre de 2015

Hotel SHINee (Jongkey) - 14

Capítulo 14





- ¡¿Prometido?!
Gritó Joon.
- Ya sabía que tenía uno, lo había escuchado de la boca de sus padres – miré el suelo – Pero lo había olvidado…
- Jong… - Joon se me acercó - ¿Cómo estás?
- ¿Te refieres a cómo me siento? – pregunté y él asintió - ¿Cómo crees que me siento? – respiré hondo y me dejé caer en la cama – La única vez que escuché a Key hablar de ese tipo… ella sonreía ampliamente y hablaba de lo mucho que lo extrañaba
- ¿Crees que ella sienta algo por él?
- No sé – contesté – Ella justo acababa de decirme que yo le gustaba cuando…
- Pero ellos están comprometidos por obligación – me recordó Joon – Es obvio que ella no siente nada por él, tal vez son solo amigos
- Ya no importa… - miré el techo, maldiciendo a todo el mundo – Ella se casará algún día con él… y él es del agrado de los Kim – cerré los ojos – De seguro es un millonario como ello…
- Jong… lo lamento
- No me digas “Te lo dije” – mis ojos se llenaron de lágrimas – Por favor…
- No… - Joon me abrazó y yo derramé las lágrimas que con tanto esmero intentaba contener – Suéltalo todo… te sentirás mejor así…




Los días siguientes fueron agónicos. La veía desde lejos, con él, sonriéndose, riendo, recuperando el tiempo perdido. Me ocultaba en las sombras, viéndola desde lejos, deseando estar en el lugar de ese chico, deseando ser él, deseando no ser yo, deseando ser otra persona, deseando no conocerla.
De vez en cuando ella también me miraba, pero yo no me atrevía a acercarme, y ella entonces bajaba la mirada ¿Por qué? ¿Por qué no seguir como siempre? No quería alejarme de ella, pero no era suficiente, y yo jamás sería para ella, nunca lo fui.
El verano ya estaba a la mitad y tenía miedo, mucho miedo. Tal vez después de esto nunca la volvería a ver, pero no podía dejarla ir así de simple. Quería luchar por ella, pero sabía que perdería, incluso si ella no sintiera nada por ese chico, sabía que jamás podría ganar, porque él tenía algo que yo no, y eso era dinero.
- ¿Por qué me estás evitando?
Preguntó una voz atrás de mí, era Key.
- ¿En serio estás preguntándolo?
Intenté seguir con mi camino pero ella me tomó de la muñeca.
- Oppa…
- Déjalo así
Quité con brusquedad su mano.
- ¡Espera! – ella me volvió a detener – Realmente me gustas, no quiero…
- Primero me dices que te gusto y ahora estás comprometida
La miré frunciendo el entrecejo, realmente me sentía enfadado.
- Pero yo no me quiero casar – sus ojos se llenaron de lágrimas – ¡Aún soy muy joven para pensar en eso!
- ¡Da igual! – alcé la voz y ella se sobresaltó – Ahora, mañana, dentro de diez años… - la miré y respiré hondo – Tú y yo… de todas formas sabía que no podría ser
- Oppa…
- Lo siento…
No dije nada más y caminé hacia los ascensores. Caminé lentamente por el pasillo del sexto piso y entré en mi habitación, mi refugio. Me dejé caer en la cama, mirando el techo, sintiendo que mi corazón dolía ¿Así se sentía la desilusión? Pues dolía mucho. La puerta fue golpeada, bufé, esperaba que fuera Joon. Me levanté y abrí la puerta, efectivamente era él.
- No debes abrir la puerta sin preguntar antes – me regañó - ¿Qué tal si era un supervisor? – preguntó – No son horas de limpieza
- Lo siento…
Dije con cansancio, volviendo a recostarme en la cama.
- Deberías intentar hablar con ella
Me dijo Joon, recostándose junto a mí.
- ¿Por qué repentinamente quieres que me vuelva a acerca a ella? – pregunté, sin despegar mis ojos del techo – Antes tú lo único que querías era que me alejara
- Es que ahora luces como un muerto en vida – miré a mi hyung – Sabía que algo así pasaría, pero no estaba preparado para verte en este estado y no me gusta – me miró – Arregla las cosas con ella y vuelve a ser mi dongsaeng
- Hyung…
- Y si tú no lo haces, lo haré yo – me advirtió – Le diré unas cuantas cosas a esa niña mimada, comenzando por el hecho de ilusionarte para después pisotearte
- Hyung… te lo agradezco – mi voz sonaba rara, tanto llanto había afectado mi garganta – Pero… las cosas son así, y nada podemos hacer
- Sí… sí puedes – Joon se levantó y me tomó de los hombros - ¡Despabila! – me zarandeó – ¡Ella no quiere casarse! ¡Apuesto que ni siquiera le gusta ese tipo! ¡Debe de estar muy enojada porque sus malditos padres la están obligando a hacer otra cosa que no quiere! ¿Vas a permitirlo?
- Nada puedo hacer… - contesté, quitando las manos de Joon – Ella… ella es de otro mundo, uno al que yo aspiro pero que aún no entro – Joon me miró fijamente, con tristeza, con lástima – Las cosas simplemente tienen que ser así…
Salí de la habitación y me encontré con quien menos quería encontrarme, con el prometido de Key. Este me sonrió, yo simplemente lo miré y continué mi camino. No quería verlo, no quería verlos, aún si no había nada entre ellos, sus familias habían acordado casarlos y nada podría hacer yo.
- ¡Jonghyun-shi! – me giré, era el chico – Espera…



- ¿Qué desea?
Pregunté mordazmente.
- Quiero hablar…
- No tenemos nada de qué hablar
Intenté continuar con mi camino, pero él me tomó de la muñeca.
-Yo creo que sí…
- No, no tenemos nada de qué hablar
Continué con mi camino.
- ¡Es sobre Key! – me detuve y me giré a verlo - ¿Eres consciente de que Key y yo estamos comprometidos?
- ¿Me lo quieres restregar en la cara? – pregunté, apretando los puños y caminando hacia él – Anda, atrévete – le desafié – Presúmeme que estás comprometido con Kibum ¡Anda! ¡Hazlo!
- No lo voy a hacer…
- ¿Entonces de qué demonios quieres hablar?
Pregunté, sintiendo el escozor de las manos por la fuerza con la que apretaba los puños.
- Key me habla mucho de ti…
- ¿Esperas que me aleje? – pregunté – Somos amigos, no lo haré, la quiero mucho, y no voy a permitir que me alejes de ella ¡No lo permitiré! ¡He cuidado de ella todo el tiempo que estuvo aquí! – comencé a gritar - ¡Sequé sus lágrimas, la consolé, le di mi apoyo! ¡Prometí jamás dejarla sola! ¡La defendí de sus padres! ¡He hecho muchas cosas por ella como para que vengas a decirme que me aleje de ella!
- No he hecho eso – dijo con total calma – Ella habla mucho de ti y puedo darme cuenta, ahora más que nunca, que este compromiso no va a poder realizarse…
- ¿Qué?
Me sorprendí por las palabras del chico.
- Vengo de una familia muy prestigiosa – empezó a decir – Los Kim y mi familia siempre han estado juntas – siguió diciendo – He crecido junto a Jinki y Key…
- ¿A qué quieres llegar?
- Es por nuestras familias que nosotros nos casaremos – dijo – Eso debes de entenderlo, pero no sentimos nada el uno por el otro más que una amistad
- ¿Qué dices…?
- ¿Crees que los Kim dejarán que te le acerques a su hija? – preguntó - ¿Qué hace tu familia?
- Tenemos un hotel…
Contesté, mirando fijamente al chico, aún sin entender qué quería.
- ¿Solo uno o es una cadena?
- Solo… - miré el suelo – Solo uno…
- Debe de facturar mucho dinero como para que te hospedes aquí
- ¿Te estás burlando de mí? – pregunté con enojo - ¡Di ya lo que tienes que decir!
- Me casaré con Key cuando ella sea mayor de edad
- ¡Si para eso me hiciste perder mi tiempo, entonces apártate antes de que te desfigure el rostro!
Grité, apretando todavía más mis manos.
- ¡No me quiero casar con ella!
Soltó y yo me quedé quieto.
- ¿Qué?
- Al igual que ella, mi corazón pertenece a otra persona – confesó – Pero a diferencia suya, el estatus social no es mi muro…
- ¿Qué?
- Ayúdame, Jonghyun-shi… por favor – me miró fijamente – Ayúdanos
- ¿Cómo puedo hacer eso?
- Debe haber una manera para que el señor Kim quiera romper este trato
- ¿Cuál? – pregunté – Tengo mucho que perder si algo sale mal con ese hombre, no quiero arriesgarme
- ¿Entonces así acabará todo? – preguntó - ¿Huirás cual cobarde?
- No soy un cobarde – le miré – Pero a diferencia tuya, yo no puedo darme el lujo de tenerlo como enemigo
- Créeme, nadie quiere tener a Kim Seunghyun como enemigo – la mirada en el rostro de Woohyun era seria, eso me asustaba un poco – Y sé que te pido mucho al pedirte esto, sobre todo porque no somos amigos ni nada parecido, pero por favor… - me miró suplicante – Eres el único que se ha atrevido a enfrentar al señor Kim
- ¿Yo?
- Desobedecerle y aún más, hacer que Key desobedezca, es el mayor de los desafíos para él
- No… no lo sabía…
- No permitas que Key se case conmigo, será infeliz toda la vida
- Hyung… - miré al chico, ver infeliz a Key era lo que menos quería – No sé cómo hacerlo
- Puedes hacerlo este viernes
- ¿Qué?
- El señor Kim está haciendo una fiesta – me informó – Dicen que en la fiesta van a anunciar que su hija está en una relación…
- ¿Qué quieres que haga?
- Confiesa tus sentimientos hacia Key delante de todos – contestó y yo lo miré sorprendido – Antes de que el señor Kim anuncie el compromiso
- Pero…
- Es la única forma que lo lograrás
- ¿Por qué estás tan seguro?
- Porque crearás alboroto y los pondrás nerviosos – comenzó a decir – Intentarán desmentirlo y entonces…
- ¿Entonces…?
- Key explotará
- ¿Qué te hace decir eso?
Pregunté y el sonrió.
- Conozco a Kibum como la palma de mi mano, no por nada soy su oppa favorito – ese comentario me enojó – No soportará más, está a su límite, tú la has llevado más cerca de la llave para quitarse las cadenas… te lo debo
- Pero…
- Por favor… - volvió a pedir – De lo contrario ella será infeliz
Miré a Woohyun, él tenía razón, pero… yo tenía miedo. Él tenía dinero, era del agrado de los Kim, yo no tenía nada, solo mi nombre, y temía perder lo poco que tenía. El “Hotel SHINee” era todo lo que tenía mi familia y no podría seguir viviendo con el peso de saber que por mi culpa lo perdimos. Miré de nuevo a Woohyun, se veía miserable, esa chica a la que le entregó su corazón debía de ser igual de especial como lo era Key para mí ¿Ella realmente sería infeliz si se casaba con él? Key me quería a mí, así que era muy posible…
- Lo haré
Contesté y él sonrió.
  - Gracias… muchas gracias – Woohyun se arrodilló ante mí, yo lo miré sorprendido – Y una cosa más… - se levantó del suelo y volvió a mirarme con seriedad – Estate preparado porque… - el miedo volvió a mí – Estarás firmando tu sentencia de muerte…
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HASTA AQUÍ ESTE CAPÍTULO, ESPERO QUE LES GUSTE...





domingo, 18 de octubre de 2015

Hotel SHINee (Jongkey) - 13

Capítulo 13





Amigo, eso era para Key, un amigo ¿Me bastaba? No, para nada. No quería ser solo un “Amigo” pero tampoco podía aspirar a ser algo más, iba a estar estancado siempre en esa palabra ¿Por qué no me rendía? Ni yo mismo sabía la respuesta. Podía rendirme, aceptar la amistad que ciegamente me ofrecían, pero no me bastaba. Al igual que con mis mentiras, intentar alcanzar a Key era algo que no podía dejar de hacer.
- Debes de dejar de intentar acercarte
Me decía Joon, guardando su ropa en el closet.
- No lo haré
- ¿Qué esperas? – me lanzó un par de calzoncillos – Ella jamás podrá estar contigo, recuérdalo
- Lo sé… - bajé la mirada – Pero… es que no puedo evitarlo – lo miré – Estoy hecho un lio – me llevé las manos a la cabeza – Quisiera no sentir esto por ella, pero lo siento – me toqué el pecho, justo en el corazón – Por ella me gustaría ser otra persona
- Pero no lo eres – miré a Joon – Eres solo Kim Jonghyun, un mesero en este hotel
- Sí… - bajé la mirada – Desearía no serlo…

La mañana siguiente amaneció soleada, típico de verano. La noche anterior estaba con Key, consolándola y ahora estaba yendo a su habitación ¿Por qué seguía con esto? No debía, no estaba bien ¡Era un locura! Pero no podía evitarlo ¡No podía! Necesitaba verla, al menos un segundo, saber que estaba bien, incluso si nunca me llega a ver como algo más que un amigo ¡Lo necesitaba! ¿Qué me había hecho esa chica? Ahora no podía sacarla de mi mente, de mi corazón, no podía apartar de mí a Key. Toqué la puerta y esperé…
- ¡Oppa!
Key me sonrió al verme.
- Hola… - saludé con timidez, ella miró al suelo y de nuevo a mí – Yo…
- Lo siento… - dijo de pronto – No puedes pasar
- ¿Por qué?
- Jinki noona no lo permitirá
- ¿Le hice algo a Jinki para que de pronto me odie?
Pregunté, sintiendo un nudo en el estómago, supongo que no manejaba bien el ser despreciado.
- Ella no te odia… - miré a Key, esperando a que dijera algo más – Es solo que…
- ¿Es solo que qué? – pregunté, sintiéndome enojado – Key… ¿Qué demonios está pasando?
- Es algo que no te puedo decir, y en cualquier caso, no es tu asunto – contestó, mirándome a los ojos, yo sentí un nudo en el estómago – Al igual que con tu chica Gato… hay cosas que yo no puedo evitar, y esta es una de ellas
- ¿Es sobre tus padres? – ella asintió y yo apreté la mandíbula – Key… no puedes dejar que te controlen de esta forma, si tú quieres…
- Yo lo que quiero es que no te hagan nada – confesó y yo la miré sorprendido – No sabes de lo que es capaz mi padre – la mirada en su rostro era de miedo – “Big Bang” controla todo… ¿Crees que el hotel de tu padre podrá contra las empresas de mi padre?
- Key…
Sentí miedo. El “Hotel SHINee” era lo único que tenía mi familia, era nuestro único sustento. Aunque no fuese grande, aunque no ganase mucho, era el orgullo de mi padre y no podría soportar verlo perderlo, menos si era por mi culpa. Miré a Key, ella tenía el entrecejo fruncido y los labios apretados, sus ojos estaban cristalinos, era el rostro de alguien que estaba llena de preocupación y dolor.
No podía creer nada de lo que estaba pasando ¿Cómo me llegué a meter en esto? Antes yo solo era un mesero, alguien que trabajaba por propinas, alguien que soñaba con convertir un pequeño negocio en algo grande ¿Cómo terminé envuelto en toda esta telenovela? Miré a Key, ella seguía con la misma expresión, no era su culpa nada de lo que estaba pasando, en cuyo caso era mía. La jalé del brazo y la atraje hacia mí, envolviéndola en mis brazos, apretándola contra mi cuerpo. Ella me correspondió el abrazo y apoyó su cabeza en mi hombro, yo comencé a acariciar su cabello, amarrado como siempre en sus dos coletas.
- Oppa…
- Descuida… nada me va a pasar – la separé de mí y la miré, secando sus lagrimas con mi dedo pulgar – Quiero verte feliz, no preocupada
- Es que por mi culpa…
- No… tú no estás haciendo nada – sonreí, ella sin embargo continuó derramando lágrimas – No va a pasar nada, solo no te preocupes tanto y sé feliz
- Es fácil decirlo, no hacerlo – Key se separó de mí y se limpió las lágrimas – Eres un buen amigo, eres el mejor oppa que he conocido – me mordí un labio al oír eso – No mereces que te hagan nada malo
- Key…
- Quisiera no tener que obedecer, y me detesto por hacerlo a pesar de que está mal – el rostro de Key cambió, pasó de ser tristeza a ser ira - ¡Ya no quiero seguir obedeciendo sus estúpidas reglas! ¡No voy a permitir que controlen todo! ¡No los voy a dejar!
- Key… - nos giramos y vimos al señor Kim ahí parado – Jonghyun-shi…
- ¡Ahjussi!
Al instante hice una venia, sintiendo miedo.
- Kibum… debemos irnos
- No quiero
Contestó Key y yo sentí que las entrañas se me retorcían.
- Ven – repitió el señor Kim con voz seria – Ahora
- He dicho que no quiero, appa… - Key lo miró con el entrecejo fruncido, fulminándolo con la mirada, asesinándolo con esos ojos felinos – No quiero pasar mi mañana en compañía de tus accionistas y sus tontos hijos
- ¡Kibum!
- Me quedaré en mi habitación, dibujando…
- ¡Basta! – gritó el señor Kim, mirándome – Vendrás, y es mi última palabra
- ¿Y qué harás para obligarme? – preguntó Kibum, esbozando una sonrisa sínica - ¿Golpearme?
- Key… estás acabando con mi paciencia – la mirada en el rostro del seño Kim era de ira, eso solo me hacía temerle más – Vámonos…
- ¡No!
Volvió a repetir Key, esta vez con más firmeza.
- ¿Es por este muchacho que me estás desafiando?
Me señaló y Key me miró.
- Appa…
- ¿No le dije que se alejara de mi hija?
- ¡Appa!
- ¿Qué hace usted aquí? – me preguntó el señor Kim, con su mirada de ira, como si buscara mi punto débil - ¡¿Qué cree que está haciendo con mi hija?!
- ¡Appa! – Key se puso delante de mí – Jonghyun oppa es solo un amigo
- ¿Amigo…?
El señor Kim me miró fijamente.
- Es solo un amigo…
Key bajó la mirada.
- Kibum, tú sabes que…
- ¡Lo sé! – Key miró con furia a su padre – Y si quieres que cumpla con mi parte déjame entonces ser amiga de Jonghyun oppa
- Key… ¿Me estás sobornando?
- ¿No es lo que tú siempre haces?
- ¿Cómo me dijiste? – él señor Kim miró a su hija de arriba abajo y apretó los puños – De acuerdo… - me miró – Seguirás frecuentándola
- Ahjussi…
- Pero Kibum… - miró a su hija – Espero que de verdad cumplas con tu parte del trato
- Sí… appa…
El señor Kim asintió y entonces se fue. yo me quedé ahí parado sin saber exactamente qué demonios había pasado. Miré a Key, ella estaba cruzada de brazos, con el entrecejo fruncido y los ojos fijos en su padre. Quería acercármele, pero tenía miedo, pues enojada, había aprendido que ella era explosiva.
- Key…
Me aventuré a posar mi mano en su hombro, ella, como lo esperaba, apartó mi mano con brusquedad.
- ¡No me toques! – gritó – Estoy enojada – respiró hondo – Lo siento…
- No te preocupes… - la miré, ella miraba a todos lados y movía el pie, parecía desesperada, como si estuviera ahogándose en un invisible - ¿Qué es lo que…?
- ¡No te lo puedo decir! – gritó Key, recostándose en la pared y mirando el techo - ¿Alguna vez te has sentido desesperado? – me preguntó - ¿Alguna vez has sentido que no tienes escapatoria?
- No…
Contesté y ella me miró.
- Yo me encuentro en un callejón sin salida – miró de nuevo al suelo y luego soltó un suspiro – Por fin lo lograron, mis padres por fin lograron meterme en un callejón sin salida
- Key…
- Ahora usted es el pilar en el que me estoy sosteniendo – confesó y yo la miré sorprendido – Oppa… no se aleje de mí o caeré
- No lo haré…
Volví a abrazar a Key, ella me correspondió al instante. Podía estar seguro de algo y eso era que los señores Kim estaban obligando a Key a hacer algo que ella definitivamente no quería y que la hacía sentir desesperada. Por otro lado, también podía estar seguro de que Jinki jugaba un papel en ese drama, pero no como una de las personas que intentaban obligar a Key, sino, tal vez, como un apoyo, no queriéndonos ver a ella y a mí dañados. Eso me llevaba a una última conclusión: Yo también era parte de ese drama.
- Chicos…
Volteamos, era Jinki.
- Onew…
Key me soltó al instante, mirando con miedo a su amiga. Jinki nos miró con los ojos llorosos, de hito a hito. Su labio tembló y entonces corrió hacia nosotros, abrazándonos.
- No quiero verlos sufrir… - dijo, apretándonos cada vez más – Ustedes… ustedes…
- Jinki… calma…
Le pidió Key y Jinki asintió.
- Es que… ustedes dos… - Jinki respiró hondo – Y no los dejaran estar juntos…
- ¿Qué…?
Pregunté confundido, sintiendo que estaba en una novela.
- Nada… - contestó Key – Dejemos esos temas de lado, ahora lo que más quiero es aire puro
- Podemos salir a dar un paseo
Sugerí.
- Eso me gustaría, una mañana tan perfecta no la puedo desperdiciar en el hotel
Aceptó Key y miró a Jinki.
- Yo también tengo que ir
Dijo ella y Key asintió. Me sorprendió un poco la elección de palabras de Jinki, pues no había dicho que “También quería ir” sino que había dicho que “Tenía qué” ¿Nos iba a vigilar? ¿Tenía que proteger a Key de mí? ¿Evitar que los dos estemos juntos para… cambiar nuestra amistad por algo más?
Las chicas comenzaron a caminar hacia el ascensor y yo las seguí. Salimos del hotel y el sol nos roció de su cálida luz, se sentía tan bien caminar bajo el cálido sol con un paisaje tan hermoso como el de la isla Jeju. No teníamos un rumbo fijo, solo nos dejábamos llevar por nuestros pies. Jinki y Key hablaban de lo bonito que era el lugar por el día y de cómo nunca me atreví a llevarlas a pasear en el día y solo lo hice en la noche, yo solo reía de sus comentarios.
- ¡Mira!
Señaló Key, una tienda de ropa.
- Son sombreros
Dije, mirando a la ahjumma que los estaba tejiendo.
- ¡Son bonitos! – dijo ella, tomando uno color rosado - ¡Y son rosa!
- Le gusta mucho el rosa
Le comenté a la ahjumma, ella solo sonrió.
- ¿Cuánto está?
Preguntó Key.
- Veinte mil wons cada uno
Contestó la ahjumma y yo abrí los ojos, era mucho dinero.
- ¿Acepta tarjeta?
Preguntó Key, tomando cuatro de esos gorros.
- No señorita, esa tecnología aún no llega a la isla
- Aigo… es increíble que aún no se use tarjeta en Corea… - se quejó Key – No he cargado dinero conmigo
Se lamentó, haciendo un puchero.
- Ven Key, por aquí venden ropa
Jinki tomó a Key del brazo y se la llevó, yo miré a la ahjumma.
- ¿Me puede hacer un descuento? – pregunté, sosteniendo los cuatro gorros rosas que Key quería – Es que en verdad… no cargamos mucho dinero y…
- No, lo siento… no hago descuentos…
- Aigo… - metí mi mano en mi bolsillo y saqué los billetes – Ochenta mil wons – dije, dejándolo en el mostrador, la ahjumma me miró con una ceja alzada – El dinero no vale tanto en comparación a una sonrisa
- Tenga… - dijo, dándome una bolsa con los gorros – Y esto también…
- ¡Ahjumma!
Exclamé sorprendido al ver que depositaba un billete en mi mano.
- Por ser buen novio
Me dijo y yo me sonrojé.
- Gracias – hice una venia – Muchas gracias ahjumma…
- Ve… antes de que me arrepienta…
Asentí y corrí hacia las chicas, ellas se me quedaron viendo.
- Toma…
Le dije a Key, entregándole la bolsa.
- ¿Qué es…? – Key miró el interior y abrió mucho los ojos - ¡Omo! – gritó - ¡Gracias oppa!
- De nada…
Entonces me abrazó fuertemente. Miré a Jinki, ella se mordía un labio ¿Qué es lo que ocurría? ¿Por qué estaba mal que ella y yo estuviéramos juntos? Ellas no sabían quién era yo realmente, así que… ¿Cuál era el problema? ¿Por qué no era digno de Key?
- ¡Miren un karaoke!
Señaló Jinki. Ahí en la feria de la plaza, habían instalado un pequeño escenario donde las personas subían a cantar. Nos acercamos a paso veloz; algunas personas le dedicaban las canciones a sus parejas, yo no podía evitar mirar a Key, también deseaba hacerlo. Tal vez nunca podría estar con ella, tal vez al final del verano tendríamos que separarnos, pero al menos, quería demostrarle mis sentimientos, o explotaría, al menos, quería consumar este amor de verano.
- Quisiera subir…
Dijo Key, haciendo un puchero.
- ¿Por qué no lo haces?
Pregunté y ella negó con la cabeza.
- No me siento con mucha confianza – dijo, colocándose uno de los gorros, el que tenía un gatito – Sé que canto bien y que superaré a todas las fulanas que están aquí paradas pero… - no pude evitar reír por sus palabras – Pero no quiero hacerlo
- Aja… - la miré divertido, ella me fulminó con la mirada – Yo subiré…
- ¿En serio?
Preguntó Jinki.
- También me considero un buen cantante – admití – Y yo sí tengo confianza este día
- Aish… solo ve
Me ordenó Key y yo sonreí. corrí hacia las escaleras y subí al escenario. Miré a todo el público, no era mucho, y Jinki con Key intentaban abrirse paso al frente. Respiré hondo y me acerqué al micrófono.
- Esta canción se la dedico a la chica de ojos felinos – el público gritó – Espero que le guste…
La música comenzó a sonar y yo comencé a cantar, la verdad es que además de guapo, tengo una excelente voz (https://www.youtube.com/watch?v=yNQCpg_0kaw) Las personas movían sus manos en el aire, gritaban, aplaudían, el escenario era uno de los lugares en donde yo me sentía cómodo. Miré a Key, ella estaba cruzada de brazos, con un puchero en los labios. Me causó gracia, ella no sabía que era para ella esta canción. Terminé de cantar y bajé del escenario, las personas seguían gritando y me jaloneaban la ropa, yo solo intentaba llegar de nuevo hacia Key y Jinki. Ellas me miraron y Jinki empezó a dar saltitos mientras aplaudía.
- Eso fue increíble – decía, dando más saltitos – Cantas muy bien
- Gracias…
- A tu chica Gato le hubiese gustado oírte
Dijo Key, aún cruzada de brazos, mirando al escenario.
- ¿Quién es la “Chica Gato”?
Preguntó Jinki, mirando a Key.
- La novia de Jonghyun oppa
- ¿Tienes novia?
Jinki me miró con los ojos bien abiertos, Key seguía sin mirarme.
- No… - miré a Key – Pero me gustaría que lo fuera…
- No dudo que lo lograrás
Habló Key, mirándome.
- Dios te escuche…
- ¿Y por qué le dices “Chica Gato”?
- Así le puso Key
Contesté.
- ¿Por qué?
- Porque oppa dijo que lo que más le gustaba de esa chica eran sus ojos, que tenía una mirada felina
- Ah ya…
Fue lo único que dijo Jinki, mirando fijamente a Key.
- ¿Qué tanto me ves?
Preguntó esta con fastidio.
- Tus ojos - contestó Jinki, mirándome de reojo - ¿No cree usted que Kibum tiene un par de ojos hermosos?
- Eh… - tragué saliva, Jinki era más inteligente de lo que aparentaba – Sí… los tiene
- ¡Ay, ya déjenme en paz! – Key se dio media vuelta y siguió su camino por la feria - ¡Vengan!
- Creo que la hicimos enojar
Rió Jinki.
- Sí…
Alcanzamos a Key, ella estaba parada en un puesto de premios, lanzando pelotas a una pirámide de latas. Su mirada era de enojo ¿Estaba enojada por mi culpa? Eso despertó algo de esperanza en mi interior ¿Debía de atreverme? ¿Debía de hacerlo? ¿Y si todo terminaba mal?
- Oh… más suerte para la próxima, preciosa
Le dijo el hombre del puesto, Key solo se cruzó de brazos y lo miró ceñuda.
- Quiero un peluche
Protestó y yo sonreí.
- Yo lo haré
Dije, entregándole un billete al hombre y recibiendo una pelota. Miré la pirámide, solo tenía una oportunidad, además de que no me quedaba más dinero. Fijé mi vista en un punto en la pirámide y respiré hondo. Tomé impulso y lancé la pelota, derribando todas las latas. Key comenzó a dar saltitos de alegría y a aplaudir, yo sonreí.
- Escoja uno
Pidió el ahjussi, mostrándome toda la pared llena de peluches.
- Deme ese gato - pedí y el ahjussi me entregó el peluche de gato – Toma
- Gracias…
Key sonrió, abrazando el peluche.
- Se parece a ti
- ¿Qué?
- Te pareces al gato
- ¿Por qué?
- Ambas tienen mirada felina
Contesté, sonriendo y yendo donde Jinki, quien estaba…
- ¡Sí! – gritó - ¡Páguenme!
- Aigo… niña estafadora
Dijo un viejo.
- No estafé, yo aposté a que podía romper una nuez con mi dedo y lo hice, ahora paguen
Pidió Jinki y los hombres sacaron su dinero, entregándoselo.
- ¿Apostate?
Pregunté sorprendido, tomando uno de los billetes.
- Sí… - contestó Jinki, sonriendo – Esos hombres no me creían que podía romper nueces con mi dedo y apostamos dinero
- Wow…
- ¿Y Kibum?
- Aquí…
Contestó Key, mirando al gato fijamente.
- Lindo gato
- Gracias…
- Vamos a comer, tengo hambre – pidió Jinki – Yo invito
- De acuerdo – acepté - ¿Key…?
- Eh…
- ¿Estás en este mundo?
Preguntó Jinki, soltando una risita.
- ¿Eh…?
- Olvídalo, estás ida
- ¿Qué sucede Key? – pregunté, acercándomele - ¿Por qué de pronto luces como en otro mundo?
- No me pasa nada – contestó con rapidez – Vamos a almorzar, tengo hambre
Caminamos por la isla en busca de un lugar para comer que llenara los estándares de Key, es decir, que se vea bien. Entramos en un pequeño restaurante que tenía buena pinta; nos sentamos alrededor de una mesa circular y pedimos lo único que había en el menú: Fideos. Me dio gusto ver a Jinki y Key comiendo con tanta emoción un platillo tan común, pero  ellas decían que nunca habían probado algo tan rico como eso, yo difería porque la sazón de mi madre era mejor.
Después del suculento almuerzo decidimos seguir explorando la isla. De esta forma encontramos paisajes muy bellos, lugares en donde nos tomamos fotos con la cámara de Key. Las chicas se estaban divirtiendo, o eso parecía. Veía a Jinki muy contenta, con sus compras en una mano y su sonrisa de extremo a extremo, pero Key… ella se veía distraída, como en otro mundo ¿Es que acaso estaba por fin entendiendo mis palabras?
La noche se nos vino encima y nosotros comenzamos a caminar hacia el hotel. Había sido uno de los mejores días en la isla, de eso no había duda. Había podido hacer feliz a Key de nuevo, la había logrado hacer sonreír de nuevo y eso me gustaba, era como una necesidad tener que verla sonreír. Llegamos al hotel y comenzamos a subir las escalinatas de la entrada; las miles de bolsas de Key me dificultaban el paso, pero ella no las quería llevar así que yo lo hacía, pero no había problema si eso la hacía feliz. Jinki atravesó la puerta y yo intenté seguirla, pero entonces sentí un tirón, me volteé y vi a Key sosteniendo una de las bolsas.
- ¿Quieres llevar? – pregunté – Puedo con todo, está bien, te dije que soy fuerte…
- ¿Soy yo la “Chica Gato”?
Preguntó y yo la miré con los ojos abiertos y el corazón a mil.
- Key…
- ¿Yo soy la chica de la que hablabas?
Key se fue acercando a mí, lentamente, con una interrogante en el rostro.
- Sí…
Contesté al fin, sintiendo que una tonelada era quitada de mi espalda, a pesar de estar sosteniendo muchas cosas.
- Jonghyun oppa…
- No digas nada – le pedí – Si tú no sientes lo mismo, está bien – intenté sonreír, pero se me hacía difícil – No pude evitar quererte – Key abrió los ojos por la sorpresa – Pero está bien, espero que podamos seguir siendo amigos… porque es la única forma que tengo para seguir haciéndote feliz y verte feliz
- Oppa…
- No me digas que ya no quieres verme… - respiré hondo – Porque no lo haré, aunque no sientas lo mismo… lo siento por sentir… - las palabras no salían de acuerdo a mis pensamientos y de pronto las manos me temblaron, tenía miedo de perderla – Key… yo…
Y entonces me besó. Las innumerables bolsas se cayeron al suelo y yo me quedé ahí, estático, siendo besado por esa chica con dos coletas y mirada felina. Mi corazón volvió a latir y lentamente llevé mis manos a su cintura, cerrando mis ojos, disfrutando del momento ¿Esto era verdad? ¿Ella sentía lo mismo? ¿Eso significaba? Nos separamos y sonreímos ¡Ella estaba sonriendo ampliamente! Mi corazón comenzó a latir con tanta fuerza que creí que me daría un infarto. Quería volver a besarla, abrazarla, decirle mil y un cosas, pero solo atinaba a seguir sonriendo, y ella también, con las mejillas sonrojadas.
- Oppa… - dijo – Me gustas…
- Key… tú… - sonreí emocionado – También me gustas
- Oppa…
- ¿Key?
Preguntó una voz y Key abrió mucho los ojos.
- Woohyun…
Susurró, mirando algo detrás de mí. Me di media vuelta, ahí había un chico parado, mirándonos con confusión, luego sonrió. Corrió hacia nosotros y tomó a Key, elevándola y haciéndola girar en el aire, ella sonreía de nuevo.
- ¡Key!
El chico sonrió, dejando a Key de nuevo en el suelo y abrazándola. Yo me quedé ahí parado, viéndolos, sintiendo como si de pronto hubiera desaparecido ¿Quién era ese chico? ¿Por qué Key lucía… aún más feliz? Sentí una presión en el pecho y las manos de nuevo me empezaron a temblar.
- ¡Woohyun! – exclamó Key sonriente - ¿Qué haces aquí?
- Tú padre le dijo al mío que sería bueno que estemos un tiempo juntos – contestó el chico y yo maldije al señor Kim mentalmente – Dijo que últimamente te veía deprimida
- ¿Qué?
Preguntó Key, confundida, pero sin borrar su sonrisa.
- ¿Cómo estás? ¿Dónde está Jinki? ¿Está comiendo pollo?
- Sí… supongo – Key rió - ¡Ay, me alegra que estés aquí! – entonces lo abrazó - ¡Estas han sido las peores vacaciones de mi vida!
- Owww… - el chico acarició la mejilla de Key - ¿Cómo es que has sobrevivido?
- ¡Ah…! – Key sonrió – Eso es porque conocí… - y entonces se puso seria; giró su cabeza y me miró – Jonghyun-shi
- ¡Oh! – exclamó el chico – Soy Nam Woohyun
- Kim Jonghyun…
Ambos hicimos una venia.
- Oppa… - el chico miró a Key, pero se dirigía a mí – Él es mi…
- Yo soy su…
                                                   
Fin de la temporada


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BUENO LECTORES, ESTE ES FINAL DEL MARATÓN Y DE LA PRIMERA TEMPORADA (YA SABRÁN QUE TODAS MIS NOVELAS TIENEN TEMPORADAS) LES DEBO LA MAYOR DE LAS DISCULPAS POR MI AUSENCIA, LA UNIVERSIDAD HA ABSORBIDO TODO MI TIEMPO ¡NO HE PODIDO ESCRIBIR! POR SUERTE COMO SABEN, TENGO TODAS MIS NOVELAS COMPLETAS ¡ES MÁS! TENGO TRES NOVELAS COMPLETAS QUE SUBIRÉ ALGÚN DÍA A ESTE BLOG Y ADEMÁS ESTOY ESCRIBIENDO OTRA MÁS (ESTÁ EN STAND BY POR CULPA DE LA UNIVERSIDAD TTwTT) QUERÍA AGRADECERLES EL APOYO QUE LE DAN A MI PASATIEMPO Y PASIÓN, ME ALEGRA VER QUE LAS LECTURAS DE MIS NOVELAS, SOBRE TODO DE LA MÁS ANTIGUA QUE ES "WTF! SOY UNA PRINCESA!" SIGUEN EN AUMENTO. POR OTRA PARTE, DE NUEVO ME DISCULPO POR MI INCAPACIDAD DE ESCRIBIR YAOI PERO ME ALEGRO QUE LES GUSTE ESTE FRANKENSTEIN QUE HICE EN ESTA SEGUNDA ENTREGA DE LA TRILOGÍA.
LES QUIERO INFORMAR, SOBRE TODO A LAS EXO-L, QUE LAS TRES NUEVAS NOVELAS QUE ESCRIBÍ (ME FALTA ESTA Y LA QUE SIGUE 2MIN PARA ACABAR DE SUBIR LA TRILOGÍA DE "NO QUIERO QUE ME OLVIDES") SON, COMO ES OBVIO, SOBRE EXO. INTENTÉ HACER YAOI PORQUE ES UN GÉNERO QUE A MUCHAS LES GUSTA ¡UNNIES SOMOS RARAS! ¡A MÍ TAMBIÉN ME ENCANTAN! PERO NO PUDE, PERO HARÉ CON ESAS LO QUE NO HE HECHO CON ESTA TRILOGÍA: CADA VEZ QUE VAYA A SUBIR UN CAPÍTULO ME TOMARÉ EL TIEMPO DE CAMBIAR EL GÉNERO A LOS PERSONAJES ¿POR QUÉ NO HAGO ESTO CON LA TRILOGÍA? PUES LA VERDAD.... ¡LO HARÉ! A MENOS QUE A ALGUIEN NO LE AGRADE LA IDEA Y QUIERA CONTINUAR LEYENDO MI FRANKENSTEIN n.n POR OTRA PARTE, ME ENCANTARÍA SABER QUÉ TAL LES ESTÁ PARECIENDO LA NOVELA!!!! EN "WTF SOY UNA PRINCESA!" VEÍA COMENTARIOS EN CADA CAPÍTULO Y NO VER COMENTARIOS ME HACE DUDAR DE SI LES GUSTA MI NOVELA; VEO QUE LAS LECTURAS AUMENTAN PERO NO SÉ SI LES GUSTA Y ME ENCANTARÍA SABERLO, PORQUE ME GUSTA RESPONDER COMENTARIOS Y SABER QUÉ DEBO DE MEJORAR, QUIERO VER CRÍTICAS!!!!
BUENO ESOS ES TODO UNNIES Y DONGSAENG!!! SARANGHAE!!!!! <3

Hotel SHINee (Jongkey) - 12

Capítulo 12





- ¿Qué pasó?
Preguntó Joon.
- Hyung… - respiré hondo, intentando contener las lágrimas – Hyung…
- ¿Qué ha pasado?
Volvió a preguntar Joon, tomándome de los hombros.
- Creo… creo que… - me llevé ambas manos al rostro – Creo que me he enamorado…
- ¡¿Qué?!
- Es que… no puedo evitarlo, ella… - respiré hondo - ¿Qué voy a hacer? – me llevé ambas manos a la cabeza – No puedo sacarla de mi cabeza y… ¡Jamás va a poder ser!
- Jong…
- Pero al mismo tiempo… no quiero dejarla ir
- Jonghyun… - miré a Joon – Debes de dejarla ir, debes de dejar de verla – las palabras de Joon eran las correctas pero no quería que lo fueran – Antes de que esto termine peor, antes de que ambos se hagan daño
- ¿Cómo lo hago?
- Simplemente evítala… - asentí – Ahora se te hará más fácil, pues ya no frecuentas a los ricachones desde la fiesta
- Hace tres días que fue la fiesta… - me lamenté – Y no he podido sacar a Kibum de mi mente…
- Calma… - Joon me dio unas palmaditas en el hombro – No quiero decir “Te lo dije” pero…
- Lo acabas de hacer – me restregué las lágrimas – Es… increíble cómo es que encuentras a tu alma gemela y… simplemente no puedes estar con ella
- Debe de ser un infierno – dijo Joon y yo asentí – Bueno… respira hondo que debemos de seguir trabajando
- Sí…
- Cuando seamos adultos les contaré a mis hijos todo lo que su tío Jonghyun hizo – sonreí – Las locuras que hizo y los problemas en los que me metió
- Mejor no o Minho me odiará
Ambos reímos.
- Mi hijo imaginario te odiará pero por otras cosas, como no darle dinero
- ¿Qué te hace pensar que tendré dinero en el futuro?
- Todo este teatro – contestó y yo lo miré sin entender – Este teatro me hace ver que, si te lo propones, puedes lograr mucho…
- Gracias hyung…
- Ahora bien… sigamos trabajando
Asentí, saliendo de la habitación con Joon. Hace tres días había sido la fiesta de los Kim, hace tres días que los Kim me prohibieron acercarme a su hija, y hace tres días que Kibum rompía las reglas. No hacíamos nada malo, solo vernos por “Casualidad” en los pasillos y conversar un poco; a mí eso se me hacía algo difícil, pues teniendo que lucir mi uniforme de mesero, tenía que siempre estar alerta.
No extrañaba la vida de millonario, pero el haber sido expulsado no quería decir que me tuviera que alejar de Key. Sin embargo ahora… a pesar de las advertencias de Joon, no pude evitar enamorarme de ella. La noche de la fiesta, ella me dijo que quería conocer el “Hotel SHINee”, tarde o temprano mis mentiras se caerían, eso lo sabía muy bien, pero pensé que podría continuar con ellas hasta que el verano se acabara; ahora… eso se veía tan imposible como que Corea se vuelva a unir. Mis mentiras me estaban atormentando, pues eran justo esas las que me acercaron a Key, pero también las que me alejaban de ella, pues como dijo Joon, no era realmente mi vida, pero ella lo creía. Key conocía a Jonghyun compuesto de mentiras y realidad; aunque yo no le gustara, sería imposible consolidar algo, pues ella jamás se hubiera interesado en hablarme si yo no hubiera mentido. Malditas mentiras, si no hubiera mentido tanto, jamás me hubiera hecho amigo de Jinki y por ende jamás hubiera conocido a Key y ahora no estaría enamorado de ella…
- ¡Oppa!
Gritó Key, apareciendo de la nada, agradecí a los Santos que ni Joon ni yo llevásemos el uniforme puesto.
- Key…
- ¡Key, debemos irnos!
Dijo Jinki, apareciendo de la nada y tomando a Key de la muñeca.
- ¡Ay!
Exclamó Key, mirando a su amiga con expresión de dolor.
- ¡Ey, suéltela!
Intervino Joon, mirando a Jinki, ella obedeció.
- Oppa…
Key me miró y yo miré a otro lado.
- Estoy ocupado
- ¿Eh…?
- Tengo que irme…
Comencé a caminar con Joon.
- ¡Espera! – me detuvo ella, yo apreté los puños - ¿Podemos dar una vuelta por la plaza?
- Lo siento… no puedo
- Pero…
- Kibum… - la miré fijamente, ella solo me miraba con confusión – Tengo una vida más allá de ti y Jinki, déjame vivirla y tú vive la tuya
- Oppa… ¿Por qué me estás diciendo esto?
- Lo siento Key… pero no puedo estar pegado a ti todo el día, todos los días – sentí como si mi boca se llenara de ácido, no podía creer que estuviera diciéndole eso – Me tengo que ir
- Bien… entiendo… - la voz de Key hizo que mi pecho se contrajera, la había lastimado – Nos veremos entonces en otro momento…
- No creo que pueda… - ella me miró con los ojos bien abiertos – Me tengo que ir
- Oppa…
- Adiós…
Fue lo único que dije, comenzando de nuevo mi andar con Joon a mi lado. Sentí una presión en el pecho y los ojos comenzaron a escocerme ¿Cómo fue capaz de hacer eso? Sentí la mano de Joon en mi hombro, me giré a verlo.
- Es lo mejor… no puedes continuar así
- Sí…
Dije, aunque más hablaba para mí que para él. De esta forma entramos en las cocinas y comenzamos con nuestro trabajo. Tenía que dejar de pensar en Key, no estaba bien lo que hacía, debía de parar, aunque doliera, aunque nos doliera.
Todo el día estuve haciendo mi trabajo, ya hasta se me había olvidado cómo era estar todo el santo día trabajando por propinas. Joon no mencionaba a Key, eso estaba bien, no quería hablar de ella ni de nada. Sabía que a él le alegraba mi decisión de dejar mis teatros, y agradecía que tampoco hablara de ello, pero era realmente difícil hacerse a la idea de que ya no volvería a estar cerca de ese mundo y sobre todo… ya no estar cerca de Key.
Terminar el día sin haber visto a Key se sentía como un día vacío. No había podido verla y, por lo que me contaron algunos empleados: Vieron a un huésped tocar repetidas veces la puerta del 615. Me sentía mal, yo había prometido no dejarla sola y ahora… ¿Pero por qué estaba siendo tan dramático? Era solo un amor de verano, tan pronto como acabase el verano y todos nos fuéramos, todo sería como antes ¿Verdad?


La semana pasó desapercibido, o más bien dicho, yo pasé desapercibido por una semana. Tenía que mantenerme oculto para que los ricachones no me descubran y sobre todo… para no toparme con Key. Así que mi trabajo se había reducido a lavar platos nada más y limpiar los salones; era en esos momentos, cuando no recibía mis exuberantes propinas, que me lamentaba el haber gastado tanto con Jinki y Key.
En toda la semana no había visto a Key, ni siquiera me había atrevido a caminar por el sexto piso ¿Era un cobarde? Debía de afrontar mis miedos y verla ¿Qué podía pasar? Ya estaba enamorado de ella y eso no cambiaría por dejar de verla, solo que evitando verla evitaba enamorarme todavía más… eso me decía Joon. Sin embargo no lo hacía, no quería verla por miedo a no poder contenerme; tenía miedo de que tan pronto como la viera, me lanzara de rodillas hacia ella, rogando perdón y confesándole mis sentimientos. No podía hacer eso, no debía, pues ya no podría seguir mintiendo, no con todos los riesgos que ahora había.
Caminé por el pasillo del primer piso, tenía que limpiar uno de los salones. Iba arrastrando mi carrito y escuché ruido, parecía dos personas forcejeando. Me asomé a la esquina y me volví a esconder, quitándome la camisa del uniforme y quedándome solo en mi camiseta. Volví a mirar, la señora Kim intentaba quitarle algo a su hija y esta intentaba conservarlo.
- ¡Dámelo!
La mirada en la señora Kim era feroz, cien veces peor que la de Key cuando se enojaba.
- ¡¿Qué te cuesta entender?! – Key empezó a llorar - ¡¿Qué hay de malo en que quiera dibujar?!
- No permitiré que mi hija sea una burla en la sociedad por querer seguir un sueño loco
- ¡Pero soy tu hija! – ese había sido un grito de súplica - ¡Deberías de apoyarme! ¡Deberías de respetar mis decisiones! ¡Deberías de quererme como soy!
- ¡No me levantes la voz, niña insolente!
- ¡A ti solo te importa lo que las personas digan! – continuó gritando Key - ¡Solo te importa el maldito respeto y la admiración que te tienen!
- Kibum… estás acabando con mi paciencia
- ¡Pero nadie sabe que en realidad eres una arpía! – gritó aún más alto - ¡Que eres mala! ¡Que no eres capaz de querer a tu hija! ¡Que no eres capaz de ser una buena madre!
- ¡Cállate!
Gritó la señora Kim, dándole una bofetada a Key, ella se llevó una mano a la mejilla ahora roja.
- ¿Por qué no me quieres? – preguntó, derramando lágrimas – Un abrazo, una palabra de afecto… ¿Qué te cuesta? – la mirada de la señora Kim seguía siendo de ira - ¿Es que no me puedes demostrar algo de afecto?
- ¿Cómo quieres que le muestre afecto a una patética niña que no hace bien las cosas?
Me quedé boquiabierto ¿Cómo una madre podía decir eso? La señora Kim tiró el cuaderno de Key al suelo y luego lo pisoteó, haciéndole un hoyo en la portada con el tacón. La señora Kim sonrió, le dio una palmadita en la mejilla a Key, ella se quedó inexpresiva de nuevo, y entonces la señora Kim se fue. Key se agachó, llorando, sosteniendo su cuaderno roto, uno más que le destrozaban de forma brusca.
- Key…
Salí de mi escondite y la miré, ella me miró sorprendida, con los ojos llenos de dolor. Me agaché, poniéndome a su altura, y entonces la abracé. Ella, como la anterior vez, estalló en lágrimas, derramando su dolor en mi hombro, apretándome cada vez más fuerte, teniendo espasmos a causa del llanto. Acaricié su espalda, ella seguía llorando, me partía el alma verla así y no saber qué hacer para calmarla.
- Eres igual a ella… - sollozó – Eres igual a ella
- ¿Qué?
- Tú también me apartas sin motivo alguno… - se separó de mí y me miró a los ojos - ¿Por  qué me apartas?
- Key…
- Prometiste… - respiró hondo – Prometiste que estarías a mi lado…
- Es que…
- ¿Tú también te irás? – preguntó – No me dejes sola… - se abrazó de nuevo a mí – Solo necesito… - las lágrimas no la dejaban hablar – Solo necesito que alguien…
- No me alejaré… - la abracé más fuerte – Lo siento… no debí alejarme
- Solo necesito que alguien esté a mi lado…
Completó y yo la miré.
- Lo lamento Key… - la abracé más fuerte – Lo siento…
- Oppa… - miré a Key, sus ojos estaban rojos – Abrázame más fuerte…
Así lo hice, ella volvió entonces a derramar lágrimas. Cuando estuvo más calmada la ayudé a levantarse y caminar hacia el ascensor. Presioné el botón y las puertas se abrieron. Key se abrazó a mi brazo y yo la aparté para poder rodear su cuerpo con mi brazo. Ella no dijo nada, no protestó ni se removió, solo se quedó ahí parada, jugueteando con una de sus coletas, mientras yo la abrazaba. Caminamos a su habitación y nos detuvimos en su puerta, ella de nuevo se me quedó viendo.
- Llegamos…
- Oppa… - miré a Key, y entonces ella depositó un beso en mi mejilla, yo me toqué la mejilla sorprendido – Gracias…
- De… de nada…
- Siempre llegas en los momentos precisos – dijo – Tal vez sí eres un súper héroe
- Voy a estar ahí cuando me necesites
- Me cuesta creerlo…
Dijo, abriendo su puerta, yo la tomé de la muñeca, evitando que se vaya.
- Ya no me importa nada… - admití, aunque ella no podía saber a qué me refería – No importa nada… solo no quiero verte triste
- Oppa…
- Si sonríes sonreiré también, así que mantente sonriente para que veas mi linda sonrisa – ella sonrió y yo hice lo mismo – Te ves más bonita cuando sonríes…
- Gracias Jonghyun oppa…
- De nada…
- Eres un gran amigo…


Hotel SHINee (Jongkey) - 11

Capítulo 11





Una denuncia, esa era la advertencia que el gerente le estaba haciendo a todo el personal. Ellos no sabían quién era el ladrón, aún, pero sabían que debía de ser del personal como para que se pierdan las cosas en las habitaciones ¿Qué podía hacer? No podía dejar de mentir aunque Joon me insistiera, necesitaba que esta mentira durara, lo necesitaba.
- Jong… se razonable – me pidió - ¿Qué lograrás? – preguntó – Ya conseguiste dinero, ya conseguiste hacerte conocido, sigues ganando dinero mintiendo ¡¿Qué más quieres?!
- No lo entenderías
- ¿Es por la chica esa? – me giró con brusquedad - ¿Es por ella? – volvió a preguntar – Jonghyun… jamás podrás tener con ella ¡Entiéndelo!
- Lo entiendo sin que me lo tengas que restregar en la cara
- No lo hago, solo intento tratar de entender por qué demonios sigues haciendo algo que no tiene futuro – miré al suelo, él tenía razón - ¿Es que esperas enamorarla para romperle el corazón?
- ¡No! – lo miré fijamente – Jamás le haría eso
- ¿Entonces? – Joon se veía desesperado – Estás haciendo todo esto por nada, porque jamás será tuya
- Lo sé…
Miré el suelo y sentí una presión en el pecho ¿Por qué no la pude conocer en otras circunstancias? ¿Por qué no la pude conocer cuando ya fuese mayor? ¿Por qué no la conocí cuando tuviera dinero y éxito? La vida me estaba mostrando a la chica más maravillosa del planeta, y no me dejaba tocarla.
- Solo espero que esto no salga mal… - miré a Joon – Eres lo único que ahjussi y ahjumma tienen
- Creo… - miré a Joon – Creo que voy a ir a dar un respiro
- Jong…
Fue lo único que dijo Joon, pero no me detuve. Salí de las cocinas y continué mi camino hacia el cuarto de limpieza para cambiarme la ropa. Necesitaba verla, solo eso me calmaba, necesitaba verla.
Salí del cuartucho y caminé hacia el hotel, subiendo en el ascensor. Sabía que jamás iba a poder tener nada serio con Key, pero al igual que las mentiras, no me podía detener con ella. Llegué a su piso y escuché gritos, caminé con paso veloz hacia la habitación de Key, de ahí venían los gritos.
- ¡Te odio! – gritaba Key - ¡Te odio!
- ¡Harás lo que yo ordene! – gritaba una voz masculina, era el señor Kim - ¡Ya me tienes harto con tus fantasías sobre diseñar!
- ¡¿Por qué te cuesta tanto entender?! – el grito de Key se quebró, estaba llorando - ¡No quiero nada de esto! ¡No quiero nada de esto!
- ¡¿Y qué esperas hacer?! – preguntaba a gritos el señor Kim - ¿Pintar? ¿Dibujar? ¿Vivirás de eso? – soltó una risita – No dejaré que mi hija haga tonterías con su vida
- ¡Pues entonces no quiero ser tu hija! – gritó Key, todavía más alto - ¡Eres el peor padre del mundo! ¡¿Por qué no aceptas lo que quiero?! ¡¿Por qué no me aceptas como soy?!
- ¡Cállate!
- ¡¿Qué clase de padre eres?! ¡Incapaz de amar a su única hija solo porque…!
Un ruido seco se escuchó, luego el chillido de Key. Me quedé ahí congelado ¿Qué había pasado? ¿La había golpeado? ¿Eso fue? Miré la puerta, con miedo, con enojo ¿Cómo podía tratar a su hija de esa forma?
- Nos vemos en la fiesta – dijo – Más te vale ir
Escuché pasos y yo me apresuré hacia la 615, abriendo la puerta y entrando. Respiré hondo, no podía creer lo que acaba de oír ¿Había sido el señor Kim, capaz de aquello? Hace una semana vi a Key sonreír mientras veíamos el ocaso ¿Cómo estaría ahora? Alguien golpeó mi puerta y yo me sobresalté.
- Ahjussi…
Dije, haciendo una venia y sintiéndome sorprendido.
- Jonghyun… vengo a invitarte a una fiesta que estoy organizando en el gran salón
- Eh…
- Tienes que ir, tal vez encuentres algún prospecto… - miró la puerta de Key – Y tal vez puedas ser el motivo para que ella salga de su habitación
- Ahjussi…
- Tal vez si usted va, mi hija quiera ir
- ¿Por qué ella haría eso?
- Porque al parecer le tiene un gran aprecio, o eso ha dicho – las palabras del señor Kim sobre su hija carecían de afecto, como si fueran palabras dichas por un robot, por una estatua, alguien que no podía sentir – Sin embargo…
- Ahjussi…
Volví a decir con nerviosismo, viendo la mano del señor Kim posada en mi hombro.
- Usted debe de entender, aunque le he dejado unirse a mi tan exclusivo círculo… - la mirada en los ojos del señor Kim era aterradora, me helaba la sangre – No crea usted que puede intentar algo con mi hija
- Ahjussi… - apreté los puños – Key es una gran persona, no he conocido a chica más agradable y hermosa que ella
- ¿Qué está usted diciendo?
- Que si Kibum decide algo, con respecto a cualquier aspecto de su vida – miré fijamente al señor Kim – Si yo fuera su padre, lo respetaría, porque Kibum es una persona especial, con un talento especial y sueños especiales
- Mocoso insolente – el señor Kim me miró con enojo - ¡¿Cómo te atreves a hablarme así?!
- Porque a su hija la quiero mucho – el señor Kim se quedó boquiabierto – Es… es una gran amiga – agregué con nerviosismo, el señor Kim relajó su expresión – Y por ello quiero verla feliz, siguiendo sus sueños… - miré al ahjussi - ¿No deberían los padres hacer que sus hijos sigan su propio camino? – pregunté – Después de todo, cada ser humano es un mundo, y usted tiene un gran mundo como hija, con cualidades, defectos y sueños…
- Usted… - el señor Kim me miró con enojo – Usted no es nadie para decirme cómo ser un buen padre
- Ahjussi…
- Lo espero en la fiesta – dijo – Y… - me miró fijamente – Será la última vez que quiero verte – sentí una punzada en el pecho – Y te quiero lejos de mi hija
- Ahjussi…
- No… no eres buena influencia para ella
- Ahjussi, no voy a dejar a Key
- ¿Cómo?
- No pienso dejarla – contesté, apretando los puños – Soy su amigo y juré que no la dejaría sola, no importa qué, no importa quién – el señor Kim me miró con enojo – Jamás voy a dejarla sola
- Mocoso insolente – volvió a decir - ¿Con quién crees que hablas?
- Con un ahjussi que no sabe escuchar – contesté y el hombre me miró con indignación – Ahora váyase o llamaré a seguridad, esta es mi habitación y quiero descansar
- Ten cuidado Kim Jonghyun – dijo el hombre – Eres muy joven como para tenerme como enemigo
El señor Kim dio media vuelta y se fue ¿Qué acaba de suceder? ¿Acaba de ser amenazado por el señor Kim? ¿En qué lio me estaba metiendo esta vez? Salí de mi habitación y toqué la puerta, no obtuve respuesta alguna. Volví a tocar la puerta y escuché murmullos, entonces Jinki me abrió.
- ¿Dónde está Key?
Pregunté, entrando en la habitación.
- Jonghyun, espera…
- Key…
Ahí, aovillada en el suelo, se encontraba Key, rodeada de muchas hojas de papel rotos. Miré mi pie, mi rostro estaba siendo aplastado por mi zapato. Levanté el dibujo, el que antes era mi rostro, ahora era un pedazo de papel arrugado ¿Qué había pasado? Miré a Key, ella sollozaba.
- Jong…
Jinki me tomó del brazo, deteniéndome.
- ¿Qué pasó?
Pregunté, viendo a Key, sollozando en el suelo.
- Su padre… - contestó Jinki, mirando a Key – Ella simplemente le preguntó si podía quedarse a ver televisión y… pasó todo esto
- ¿Solo por eso?
Pregunté sorprendido.
- Porque fue un desafío para él – habló Key, aún aovillada – Porque fue una desobediencia de mi parte
- Key…
- Porque…
- Tú no has hecho nada malo… - me acerqué a ella, arrodillándome a su lado y colocando su cabeza en mi regazo – No digas esas cosas
- Jonghyun oppa… - miré a Key, ella lloraba – No me dejes sola…
- Jamás…
Dije, abrazándola.
- Chicos… - miré a Jinki, ella nos miraba de forma extraña – Yo… creo que… Key…
- Lo único que quiero es quedarme aquí, así, abrazándote
Fue lo único que dijo Key, restregándose las lágrimas.
- Key… tú… - miré de nuevo a Jinki, era como si quisiera decir algo, pero no lo hacía – ¿Puedes irte?
- ¿Qué?
Miré sorprendido a Jinki.
- Vete – dijo, mirándome fijamente – Por favor
- Pero yo…
- Por favor – esta vez habló con más firmeza – Vete…
- Key… - miré a la llorosa chica – Yo…
- Está bien… - dijo, jugueteando con su coleta – Vuelves
- Sí…
Acepté.
- No – Jinki nos miró a los dos, había algo raro en su mirada – Nos veremos en la fiesta, hasta entonces… por favor no entres en esta habitación
- Jinki…
Miré a mi noona ¿Qué pasaba? ¿Por qué ese cambio? ¿Es que acaso ella tampoco me creía digno para estar con Key? Key se levantó y caminó hacia el tocador, comenzando a limpiarse el rostro. Me quedé viendo a ambas chicas, Key hacía caso omiso a su amiga y Jinki, quien pensé que yo era de su agrado, me estaba echando de la habitación ¿Qué pasaba aquí?
Salí de la habitación y regresé a la 615. Me quedé mirando el techo desde mi cama ¿Qué había pasado? Era definitivamente la mañana más movida de mi vida. Primero la denuncia del gerente, luego el señor Kim y ahora esto ¿Qué estaba pasando? Quizá… quizá era una señal… una señal de que no podría seguir fingiendo por más tiempo. Cerré mis ojos y me acomodé en mi cama, al menos quería disfrutar mi última vez en esta habitación.


Abrí los ojos, los rayos de sol estaban entrando por la ventana y mi estómago rugía. Miré el reloj, era más del medio día. Me tallé los ojos y me desperecé, tenía que ir a encontrarme con Joon. Salí de la habitación y me quedé viendo la puerta de la habitación de Key, aún no entendía qué había pasado. Continué mi camino y hacia las habitaciones de los empleados y entré en la mía, ahí estaba Joon, sentado en la cama, con las manos en la cabeza.
- ¿Qué sucede?
Pregunté.
- Nada, solo estoy cansado
Contestó, dejándose caer en la cama.
- ¿Es mi culpa?
- Sí – contestó – Hacer tu trabajo cansa
- Lo lamento
- ¿Hoy tienes una fiesta de millonarios? – me preguntó y yo asentí – Es obvio que irás
- Sí… - contesté – Pero será la última
- ¿Qué…?
- El señor Kim… el señor Kim ya no quiere que recuente su círculo, y no quiere que me acerque a Key
- Entonces… - miré a Joon - ¿Ya vas a dejar todo este teatro?
- No… - contesté – De alguna u otra forma tengo que seguir
- Aish Jong… haz lo que tengas que hacer – miré a Joon sin dar crédito a mis oídos – Solo espero que no te pase nada malo…
- Gracias hyung…


La noche llegó y de nuevo me enfundé en ese traje, aquel que había comenzado todo, aquel sin el cual no hubiera conocido a Key. Me miré en el espejo y me arreglé la corbata, decir que me veía apuesto era quedarse corto. Sonreí y salí de la habitación 615, hacia la habitación de Key. Toqué la puerta pero nadie me abrió, volví a tocar la puerta y esta vez escuché pasos, Key me abrió.
- ¿Por qué no me sorprende que estés aquí?
Preguntó, luego sonrió y me cedió el paso.
- ¿No irás a la fiesta?
Pregunté, viendo que solo Jinki estaba arreglada.
- No – contestó, cruzándose de brazos – No quiero ir a ninguna otra maldita fiesta, quiero quedarme a ver televisión y comerme todos esos chocolates
- Veo que usted sí irá – habló Jinki, mirándome desde el espejo del tocador – Se ve muy bien en ese traje
- Gracias Jinki noona – miré a Key, ella miraba ceñuda la televisión – Me gustaría que usted fuese
- ¿Mi padre te pidió que me lo dijeras?
Key me miró con seriedad.
- ¿Qué?
- Sé que mi padre te tiene bajo su brazo – contestó – Pero no iré, no haré algo que no quiero y ya no seguiré haciendo de mi vida lo que mis padres quieren, ya me harté
- Key…
- Puede ir, no me importa – Key se cruzó de brazos – Diviértase en la fiesta
- ¿Por qué no quieres ir?
- Porque habrá gente observándome, esperando un error de mi parte, esperando que diga algo que puedan sacar de contexto – contestó, mirándome fijamente; había enojo en su mirada, pero no contra mí, era contra todos los que la criticaban – Y los primeros en humillarme públicamente serán mis padres – volvió a mirar a la televisión – Así que no iré y afrontaré el castigo que me caiga
- Entonces tampoco iré
Me senté a su lado.
- ¿Qué?
- Tampoco iré
- ¿Por qué?
Preguntó Jinki y yo la miré.
- Porque puede que esta sea mi última noche en el hotel – Key me miró con los ojos bien abiertos y la boca ligeramente abierta – Y quería pasarla con ustedes, pues además de mi hyung, no tengo a nadie más aquí
- ¿Te irás?
Preguntó Key y yo me encogí de hombros.
- Muy probablemente
- No te puedes ir… no aún
Replicó.
- Lo siento… - sonreí – Por eso quería pasar esta última noche contigo – Key me miró con sorpresa – Lastimosamente no irás así que yo tampoco
- Entonces quedémonos viendo televisión
Sonrió Key y Jinki se paró delante de nosotros.
- Lo siento pero yo sí quiero ir a la fiesta – dijo, mirando fijamente a Key – Y usted está diciendo que quiere pasar su última noche no NOSOTRAS DOS, así que no podrá ser
- Jinki…
Key miró con enojo a su amiga ¿Por qué de pronto no era del agrado de Jinki? Creí que ella y yo éramos amigos, pero al parecer no era así, o tal vez había algo que yo desconocía.
- No Key… - habló Jinki con seriedad – Si no estamos las dos aquí, él no se queda – miré sorprendido a Jinki ¿Qué me estaba perdiendo? – Tú decides: O todos vamos a la fiesta, o Jonghyun se va, pero no te quedarás aquí sola con él
- ¿Qué está sucediendo?
Me atreví a preguntar.
- Está bien – contestó Key con voz amarga - ¡Es increíble que me estés haciendo esto! – gritó, caminando hacia la habitación - ¡Esto es tan estúpido! – seguía gritando desde adentro de la habitación - ¡No puedo creer que tú también estés de su lado!
- ¿Qué sucede?
Volví a preguntar y Jinki me miró.
- Jonghyun-shi… - ella me miró con el entrecejo fruncido – Será mejor que ya no estés tan cerca de Key
- ¿Por qué?
- Porque sí… - contestó, mirándome fijamente – Porque eres mi amigo y te quiero es que te hago esta advertencia…
- ¿Qué?
No entendía a qué iba eso ¿Qué sucedía? ¿Por qué tanto misterio? ¿Por qué no me decían las cosas directamente? ¿Por qué?
- ¡Ya! – gritó Key, tirando la puerta – ¡Vámonos!
Me quedé viéndola; aún incluso con la expresión de enojo en el rostro, ella se veía hermosa en su vestido. Jinki asintió y engarfiando su brazo al de Key, salieron de la habitación. Me quedé ahí viéndolas ¿Qué demonios pasaba?
Llegamos al Gran Salón y entramos en la fiesta. Como siempre, había meseros de los que debía ocultarme y otros meseros que me acosaban con bocadillos y bebidas. Al instante ya me encontraba bailando con una noona que me había arrastrado hacia la pista de baile. Cada tanto volteaba a ver a Key, ella como siempre estaba ahí sentada, viendo a los demás bailar; Jinki también bailaba, se le veía muy feliz, ahora veía a lo que Key se refería con respecto a su amiga. Key me miró desde la mesa y me sonrió, yo hice lo mismo; deseaba tanto sacarla a bailar, pero el señor Kim estaba ahí y temía que eso lo molestase.
- Oppa… - dijo la chica con la que bailaba - ¿Qué tanto miras? - preguntó, girándose, Key al instante miró a otro lado - ¿Estabas mirando a Kim Kibum?
- Eh…
- Oppa… ¿Cómo te puede agradar una chica tan antipática como ella?
- Usted no la conoce
Fue lo único que contesté, separándome de la chica al término de la canción. Caminé hacia la mesa de Key y me senté, ella al instante me sonrió. Ella miró hacia otro lado, yo solo la miraba a ella, no me importaba si eso la incomodaba, mirarla era mi deleite. La música comenzó a sonar de nuevo y ella entonces me miró, yo solo sonreí. Me levanté y le extendí mi mano; ella me miró y luego a mi mano, luego miró hacia otro lado y de nuevo a mí.
- Yo… - dijo ella, mirando mi mano – No sé si deba de…
- Vamos, acepta – insistí - ¿Cuántas veces un chico tan sexy como yo te va a sacar a bailar? – ella comenzó a reír – Bailemos
- Es que… - miró hacia otro lado, me di cuenta de que eran sus padres a los que ella miraba – No sé si deba
- Key… no dejes que te controlen – le dije, mirando a los señores Kim – Es tu vida, solo tienes esta para poder disfrutarla – ella me miró - ¿Qué es lo que quieres hacer?
- Oppa…
- Solo concédeme este baile… - le pedí – Te juro que no pasará nada malo
- ¿En serio?
- ¿Te he defraudado antes? – ella negó y yo sonreí – Entonces bailemos
Ella me miró fijamente y asintió. Tomó mi mano, se sentía cálida y mi corazón comenzó a latir con fuerza. La guié a la pista de baile y ella rodeó mi cuello con sus brazos, era una perfecta canción lenta. Posé mis manos en su cintura y comenzamos a movernos lentamente al son de la música. La miré a los ojos, ella me miraba fijamente, sus ojos brillaban y yo me vi reflejado. Sonreí, acariciándole una mejilla, ella al instante se sonrojó, eso me causó una risita. No sabía qué se traían entre manos ella y Jinki, o incluso los Kim, pero ahora, debajo de las tenues luces, yo no la iba a dejar, pues aunque lo intenté evitar, mi corazón estaba siendo otorgado a esa antipática, mimada, arrogante y caprichosa chica.
- Oppa… - Key se detuvo, igual que la música – Ya no quiero obedecer – dijo y yo la miré confundido – Quiero hacer lo que yo quiero
- ¿Y qué es lo que quieres?
- ¿Justo ahora…? – asentí – Que sigas bailando conmigo hasta que la noche llegue a su fin
- Lo haré…
Contesté, sonriendo.
- Me alegra haberte conocido Jonghyun-shi… - Key apoyo su cabeza en mi hombro – Eres como un ángel guardián…
- Soy un “Perro Bling-bling Ángel Guardián”
Key comenzó a reír y yo la imité.
- Algún día me tienes que invitar al hotel de tu padre – dijo y yo me tensé – Imagino que debe de ser más bonito que este
- Eh…
- Quisiera que este verano no acaba nunca…
- Key…