Capítulo 36
En el camino a casa de Sun iba respirando y sudando. Cada
semáforo rojo me miraba en el espejo, no quería que notasen que había llorado.
Por fin llegué al edificio, este también se veía espeluznante. Subí por el
ascensor y abrí la puerta. Todos me quedaron viendo, y mis ojos chocaron con un
par de ojos cafés.
-
¡Ratona! - gritó él, corriendo hacia mí y abrazándome
– Te extrañé – se inclinó para
poder darme un beso, pero yo me aparté - ¿Qué sucede?
- ¿Podemos hablar?
Pregunté, sintiendo la mirada de todos en mí.
- Claro, hablen
Dijo Sun, abriendo una lata de salsa de tomate.
- En privado
Miré a Donghae y este asintió.
- Vamos a tu habitación
- Preferiría que fuera… en otro
lugar
- ¿A dónde quieres ir?
- Vamos a… - pensé un lugar
apartado donde no mucha gente, sobre todo paparazis, pudieran vernos – Vamos a
tu auto
- ¿Mi auto?
- Sí
Contesté.
- De acuerdo – Hae tomó su
chaqueta – Luego podemos pensar a dónde ir
- Vamos
Él me tomó de la mano y juntos salimos del departamento.
Entramos en el ascensor y Donghae me volvió a abrazar. Sentí los ojos escocer,
no tenía el valor suficiente como para luchar, era una cobarde de primera y
estaba a punto de renunciar a lo que más quería en este planeta.
Llegamos al sótano y entramos en su Audi con lunas
polarizadas. Él puso el motor en marcha y me miró sonriente. Yo lo miré,
intentando de demostrar ninguna sensación. Hae buscó algo en su chaqueta y
luego me lo dio.
- Esto lo mandé hacer cuando nos
fuimos a Aspen – me entregó la gran caja de terciopelo – Cada nueva princesa,
hereda las tiaras de su antecesora – abrí la caja y me encontré con una tiara
hermosa, con diseños de copos de nieves y lleno de diamantes y algunos zafiros,
haciéndolo parecer hecho de nieve – Y añaden una nueva a la colección – miré a
Donghae, él tomó la tiara y me la colocó en la cabeza – Es mi regalo
pre-nupcial
- Hae…
Tomé la tiara y la dejé de nuevo en su caja.
- ¿No te gustó? – me preguntó,
mirando con confusión la caja - ¿Debí de escoger algo más sencillo? – se veía
triste, eso me destrozó por dentro – Lo diseñé yo
- No es eso… - sentí que un nudo
se me formaba en la garganta y los ojos me empezaron a escocer – No puedo
aceptarlo
- ¿Por qué no? – me miró con el
entrecejo fruncido – Soy tu novio, te puedo regalar estas cosas, no te
preocupes por el dinero
- No es eso…
- Quiero que la uses en la boda,
se verá hermoso con el tema de “Paraíso
invernal” que escogiste
- Hae…
- Te verás hermosa – Hae sonrió –
Espero que ya hayas elegido tu vestido
- Escúchame…
Pedí.
- Yo ya tengo mi traje, lo compré
en “Dolce & Gabbana” – siguió
diciendo él – Mi corbata será azul, aunque el novio no debe de llevar nada azul
- ¡Hae, escuchame!
- Kyuhyun y Eunhyuk ya tienen sus
trajes también, y Yoora…
- ¡No me casaré contigo!
Grité tan
alto como pude. Donghae borró su sonrisa de pronto y me miró
. Yo derramé las lágrimas que tenía contenidas y me tapé el
rostro. Miré mi mano y me quité el anillo.
- No…
Dijo Donghae con ojos humedecidos.
- Tómalo, por favor
Le pedí, extendiéndoselo.
- ¡No!
Gritó él,
derramando las lágrimas.
No podía mirarlo, así que cerré los ojos y dejé el anillo en
el tablero del auto. Me atreví a mirar a Donghae, se veía desconcertado,
enojado, confundido y sobre todo, herido.
- Lo siento…
Dije, y él tomó el anillo.
- ¿Por qué?
Me preguntó con voz ahogada.
- Lo siento… - volví a decir –
Pero no puedo
- ¿Fue tu tía? – me preguntó y yo
me puse nerviosa - ¿Te hizo algo? – no podía decirle la verdad - ¡Responde!
- ¡No!
Grité.
- ¡¿Entonces qué?! – gritó aún
más alto, golpeando el timón – Min Jee… - me miró, sus ojos derramaban lágrimas
y su rostro se había tornado rojo – Te amo…
- Lo siento…
Volví a decir, restregándome las lágrimas.
- Prometiste estar siempre a mi
lado – me recordó - ¡Prometiste que no me dejarías solo nunca y que me amarías
siempre!
- ¡No puedo hacerlo!
Grité.
- ¡¿Por qué?! – preguntó a gritos
- ¡Tiene que haber una explicación!
- ¡Ya no te amo!
Grité y él abrió mucho los ojos. Se alejó un poco de mí y me
miró horrorizado. Yo me sentía muy mal, sentía asco y nauseas. Quería decirle
que no era verdad, que lo amaba con toda el alma, pero la imagen dantesca de mi
tía volvió a aparecer. Hae miró al frente, el labio le tembló y negó con la
cabeza.
- Eso no es verdad… - dijo
quedamente - ¡Dime que eso no es verdad!
- Lo siento… - volví a repetir –
Cuando regresé… sucedieron cosas que… me hicieron ver que no puedo hacer esto,
no me gusta nada de esto
- ¿Qué cosas? – me preguntó – Las
cambiaré, y así podremos estar juntos
- No puedes – negué con la cabeza
– No me quiero casar a los diecinueve, pero tú lo necesitas; no quiero ser una
princesa o una reina, quiero hacer otra cosa con mi vida; no quiero hacer nada
de las cosas que me piden por ser tu novia, quiero ser libre – le miré, se veía
aún más herido – Eres un príncipe, y ya me harté de esa parte tuya
- Renunciaré a mi título
- ¡No!
Le rogué, no quería eso.
- ¡De nada me sirve sin ti! –
gritó él, soltando más lágrimas - ¡Tendré que ceder la corona a mi tía Jae Hwa!
- ¡Pues consigue a otra persona!
- ¡¿Cómo puedes pedirme eso?! –
gritó y yo lloré más - ¡Te amo solo a ti, entiéndelo!
- ¡Pero yo ya no! – le grité y el
rostro se le desencajó aún más – Tienes toda una boda lista para diciembre,
solo necesitas una novia – quité el seguro de la puerta – Lo siento…
Salí del auto y caminé al mío. Entré y marqué el número de Siwon.
Al tercer timbre contestó, me sentí aliviada.
- ¿Qué sucede Min? – me preguntó -
¿Estás bien?
- No – contesté entre sollozos,
poniendo en marcha el auto y saliendo del edificio - ¿Dónde estás?
- En mi departamento
- ¿Estás ocupado?
Pregunté, intentando calmarme.
- No… - contestó él – Puedes
venir, pero tranquilízate, respira hondo y recuerda que Dios te ama
- Gracias Siwon
- Nací para ayudar – me dijo él –
Min, te mandaré la dirección a tu teléfono
- Gracias
Él colgó y al rato me llegó la dirección del edificio.
Llegué al edificio, era muy bonito, en Gangman también, incluso era más bonito
que el de Sun. Aparqué y me bajé, noté que había muchos paparazis, así que me
coloqué lentes de sol. Entré al ascensor y toqué con desesperación la puerta,
Siwon me abrió.
- ¡Dios bendito! – exclamó -
¿Estás bien?
Negué.
- Duele
Fue lo único que le dije.
- Dios castigará a los que te
hacen llorar
Dijo y yo lo abracé empezando a llorar de nuevo. Siwon me
entregó una taza de té y yo lo bebí. Continué llorando hasta que los ojos me
dolieron. Me recosté en el sofá él me dio una caja de pañuelos, yo le sonreí,
era muy agradable también.
- Lamento haber aparecido de
improviso
- No hay problema – dijo – Dios te
puso en mi camino porque quiere que te ayude
- No creo que nadie pueda ayudarme
Lloriqueé.
- ¿Qué sucedió Min?
Me preguntó.
- Terminé con Donghae
Contesté. Entonces comencé a relatar cómo mi tía me amenazó
esta mañana y cómo me vi obligada a terminar con él. Reviví las escenas y las
palabras llenas de tristeza, las mentiras que tuve que decir, y como sus
lágrimas dolían tanto como el puñal de mi tía.
- Yo creo que deberías decir la
verdad
- No puedo…
- Es tu decisión, pero sigo
creyendo que el diablo se metió en tu tía, ella ya no es tu tía
- Lo sé – me limpié las lágrimas
con un pañuelo – Pero no le puedo hacer esto a mi tío, son su única familia
- En la biblia dice que debemos de
pensar en el prójimo antes que en uno mismo – miré a Siwon y asentí – Pero en
tu caso, tú eres una mártir
- ¿Eso es malo?
- Estás sufriendo por pensar en
todos los demás – dijo Siwon – Ya llegó la hora de que dejes de ser una mártir
y pensar un poco más en ti
- No sé cómo hacerlo
Admití.
- Por tu corazón noble y bondadoso
es que lograrás entrar a los Cielos
- Gracias Siwon
- Hazme caso, ve y dile la verdad
al príncipe – me pidió él – Si lo amas, si se aman, ni la muerte podrá
romperlo, han sido tocados por Dios
Sonreí ante las palabras de Siwon. Me despedí y conduje a
casa, aunque no quería alejarme de él, pero tenía que hacerlo. Por más que
quería hacerle caso a Siwon, incluso a Sun en su momento, no podía, pues más
pesaba mi miedo a morir a manos de mi tía.
Entré en casa y mi tía me miró, sonrió de oreja a oreja y
dejó su revista a un lado. Jin bajó las escaleras y me miró, luego miró a su
madre y ella sonrió. Jin se me acercó grácilmente y me mostró su teléfono.
- Adivina con quien saldré
- Que te diviertas – le dije,
mirando la foto de Jin y Hae en un columpio, luciendo ropas iguales – Espero
que logres lo que quieres, porque sino estarías causando sufrimiento
innecesario
- ¡Cállate! – me ordenó mi tía y
yo obedecí al instante - ¡Ve a tu habitación!
- Mis cosas aún no las saco de
casa de Sun
- Usarás
lo que
que Jin no use
Me dijo mi tía y yo asentí. Subí las escaleras con ella
pisándome los talones. Mi habitación seguía igual que cuando me escapé, parecía
que había despertado de un mágico sueño y aparecido en una realidad de
pesadilla. Mi tía cerró la puerta tras de mí y escuché el sonido de la llave.
- ¡Déjame salir! – grité - ¡Por
favor! – lloré - ¡Ya basta! – empecé a golpear la puerta - ¡¿Qué más quieres de
mí?!
Golpeé la puerta hasta que las manos me dolieron. Me aovillé
en el suelo y continué llorando. Era prisionera, era prisionera de mi cobardía,
no solo de mi tía ¿Cómo es que habíamos llegado a este punto? ¡Lo único que
había hecho había sido enamorarme! Ese había sido mi gran pecado. Recordé a Siwon
y su forma de hablar de Dios ¿Qué era lo que Él tenía preparado para mí?
Ir a la universidad sabiendo que Hae estaría ahí no iba a
ser nada fácil, de eso no podía tener duda ¿Cómo se lo habrían tomado mis
amigos? ¿Ya se los habrás contado? ¿Me odiarán? Esperaba que no, pues eran mis
pilares para no derrumbarme.
Salí de mi habitación, tenían ojeras y el cabello
despeinado, no estaba de humor para arreglarme. Jin estaba tomando un té, me
miró y sonrió. Caminé hacia la refrigeradora y tomé una manzana, me serví un
café y con pesar me senté en la mesa junto a ella.
- Desconozco a mi prima – dijo
ella en tono de burla – Romperle el corazón así al príncipe
- Si lo viste sufrir, te puedes
hacer una idea de lo mucho que le duele que lo haya dejado
La miré con suficiencia, ella solo frunció el entrecejo.
- Lograré que te olvide y lo
lamentarás
Me amenazó.
- A mí déjame en paz – solté – Ya
te di todo lo que querías, solo hazlo feliz y logra de verdad que me olvide
- Pero…
Ella se veía sorprendida.
- La persona que amas está
sufriendo por tu culpa, por tu maldad – la miré con asco, esa chica no era mi
prima – Eso no es amor
- Lograré que me ame y será por
mí por quien él llore
Dijo, levantándose de la mesa y yéndose. Miré la mesa, sentí
deseos de romper algo, ahora sabía cómo debía de sentirse Hae cuando algo lo enojaba
demasiado. Miré el reloj, tenía que irme ya, el estómago se me revolvió de
nuevo.
Dejé todo en el fregadero y salí del departamento. Ya dentro
de mi auto, me quedé pensando qué haría. Obvio tenía que ir a la universidad,
pero no quería hacerlo, temía verlo ¿Qué haría al verlo? No podría hablarle, no
podría mirarlo ¿Y los demás? ¿Seguiría todo como antes? Todos éramos amigos
antes de que él y yo estuviéramos juntos ¿Lo seguiríamos aunque yo haya
terminado con él de una forma muy chocante?
El camino a la universidad se me hizo demasiado corto. Mis
manos sudaban y mi corazón latía con demasiada fuerza. Cuando me bajé del auto
noté la mirada de todo el mundo sobre mí ¿Ya lo sabían? ¿O es que me miraban
porque creían que aún era la prometida del príncipe?
Avancé a mi primera clase y me senté lejos del mundo,
aislada en una esquina muy alejada del aula. Las personas empezaron a entrar,
todas dedicándome una mirada y murmurando cosas, sentí un deja-bu. Entonces
entraron, conversando entre murmullos, Sun y Kyu.
Kyuhyun, con su cabello castaño y alto como siempre, se veía
serio, lo cual era extraño en él, pues siempre sonreía. Sun, su cabello rubio
brillaba y sus ojos azules estaban opacos, se veía enojada. De nuevo sentí
nauseas ¿Se sentarían a mi lado? ¿Me odiaban ahora? Sun me miró, sentí el pecho
caliente y abrí la boca, pero la cerré al ver cómo me fulminaba con la mirada. Kyu
también me miró y negó con la cabeza; sentí los ojos escocer, definitivamente
me odiaban. El profesor entró y la clase dio inicio, Hae no llegó
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Disculpen la demora!!!! Comprendan que la universidad me tiene muy ocupada!! :/ Quisiera estar todo el día escribiendo pero no puedo TT_____TT bueno, espero que les guste el capítulo