jueves, 24 de septiembre de 2015

Hotel SHINee (Jongkey) - 10

Capítulo 10






- Y entonces la fulana se atrevió a decirme que era fea – seguía contando Key - ¡¿Puedes creerlo?! ¡Está loca esa fulana!



- Me da risa como usas la palabra “Fulana”
Reí.



- Es que es una envidiosa, porque no tiene la piel tan bonita como la mía
- Tú tienes una muy bonita piel, Key-shi
Dijo Jinki, haciendo sonreír a su amiga.



- Por eso digo – Key seguía despotricando en contra de la pobre chica – Pero todo es tu culpa
- ¿Mía?
Me señalé sin comprender.
- Sí – contestó ella, cruzándose de brazos – Si no fueras tan guapo, las demás unnies no se fijarían en ti y no dirían que soy fea como para ser tu amiga
- Entonces me disculpo… - reí - ¿Qué haremos esta noche?
- No lo sé… - dijo Jinki – Ya fuimos a la feria, a pasear por la playa, a cabalgar… - empezó a enumerar - ¿Qué más podemos hacer?
- Repetirlo – contestó Key sonriente – Esta isla es lo máximo, no quiero irme pero… - bajó la mirada – Solo nos queda este mes
- Descuida… - dije y ambas me miraron – Seguiré haciendo de este su mejor estadía
- Ya lo estás logrando
Dijo Key, sonriendo. No pude evitar sonreír, su sonrisa siempre me hacia sonreír, era como si verla feliz me hiciera feliz a mí también ¿Pero por qué? ¿Qué me estaba pasando?
- Jinki-shi…
Dijo una voz detrás de nosotros.
- ¡Omma!



Exclamó Key, sonriendo y levantándose.
- Te necesito un momento, para unas diligencias
Habló la señora Kim con seriedad, ignorando a Key.
- Sí…
Jinki se levantó y se despidió de nosotros. Miré a Key y ella me devolvió la mirada, ahora estábamos solos. Miré a Jinki yéndose con la señora Kim y volví a mirar a Key, sintiéndome nervioso. Nunca en estas semanas me había quedado solo con ella, excepto aquella vez que le di un abrazo, ese día se veía tan lejano. La miré de nuevo, como dibujaba, tan concentrada, tan… ¡Jonghyun mira para otra parte!
- Me estás poniendo nerviosa
Soltó ella de pronto.
- ¿Qué…?
- Deja de mirarme – pidió – Solo estoy dibujando
- Eh… sí… - me rasqué la nuca con nerviosismo - ¿Qué dibujas?
- Aish… - Key me fulminó con la mirada – Estoy dibujando – protestó – Deja de mirarme
- De acuerdo… - miré a otro lado – Key te apetece…
- ¡Que estoy dibujando! – exclamó, sobresaltándome - ¡No me distraigas!
- Lo siento… - fruncí el entrecejo, ella volvió a su dibujo – Eres una Diva
- Y tú un Perro – Key cerró su cuaderno - ¿No entiendes que quiero paz?
- ¿Y acaso yo te estoy perturbando?
- ¡Sí! – contestó - ¡Es justo lo que estás haciendo!
- ¡Pues lo siento! – también alcé mi voz



- ¿A caso solo eres agradable cuando está Jinki? – pregunté sin pensar, ella solo me miró con el entrecejo fruncido – Pensé que ya habíamos progresado con ese mal trato
- Mira… como me comporte no es asunto tuyo – Key comenzó a guardar sus cosas, aún con el entrecejo fruncido – Si soy una Diva, tampoco es asunto tuyo – me miró, había ira en sus ojos – Y yo solo te estoy tratando como lo que eres ¿O no fuiste tú el que dijo que era mi Perro?
- Sé lo que dije y no me refería a que podías tratarme como un animal – la miré fijamente, ella solo seguía guardando sus lápices y colores – Key… - tomé su muñeca y ella me miró de nuevo, fulminándome con la mirada - ¿Qué pasó? – pregunté - ¿Por qué de pronto eres así?
- Ese tampoco es asunto tuyo…
Susurró, soltándose de mi agarre e intentando caminar, pero yo lo evité.
- Key…
- Déjame Jonghyun… - me pidió – Solo quiero estar sola en mi habitación, solo quiero esperar a que llegue Jinki…
- Key… - volví a tomarla de la muñeca – No te voy a dejar sola…
- ¡Ya! – gritó, empujándome - ¡¿Quién te crees para darte tantos derechos?! – me miró con una ceja alzada – Te dije que no necesito un súper héroe, solo eres un oppa – asentí, sin apartar la mirada de sus ojos – No quieras arreglar cada cosa que me pase, no lo puedes hacer…
- Key…
- Nos vemos más tarde Jonghyun oppa…
Key hizo una venia y entonces se fue. Me quedé ahí viéndola ¿Qué había sido eso? ¿Por qué de pronto su cambio de humor? ¿Tenía algo que ver con la presencia de su madre? Quizá; tal vez no le gustó ser ignorada ¿Cómo una madre podía ignorar a su hija? ¿Qué clase de persona hace eso con su hija? ¡Ni los animales ignoran a sus hijos! Miré a Key, cada vez más lejos y confundiéndose en el gentío. Sentí una presión en el pecho ¿Por qué me sentía así? Avancé un paso y alguien me tomó del brazo; me di media la vuelta y vi a Joon.
- Déjala ir
- Hyung…
Tirando de mi brazo y volviendo a ver a Key.
- ¡He dicho que la dejes ir!

 }

– gritó y yo asentí – Ven conmigo…
Volví a asentir y entonces comenzamos a caminar. Llegamos a una zona lejana del hotel, cubierto por el bosque que tenía, lejos de todos los huéspedes y empleados. Joon se veía serio, yo me sentía nervioso ¿Qué le pasaba ahora?
- Hyung…
- ¡Cállate!
Gritó, lanzándome contra un árbol.
- ¡Hyung!
Lo miré con miedo.
- ¡¿Qué demonios estás haciendo Jonghyun?! – gritó, mostrándome un caro reloj que había tomado hace dos días



- ¡Están buscándolo por todos lados! – gritó - ¡¿Sabes cuánto vale?!
- Yo…
- ¡Vale nuestras vidas! – gritó - ¡Más de un millón de wons!
- ¿Qué…?
Miré el reloj, no sabía que lo que estaba robando costaba tan caro, normalmente tomaba pequeñeces que pensaba no costaba mucho, pero… ¡Teníamos un millón de wons en las manos!
- ¡Tienes que deshacerte de esto! – gritó, dejando con fuerza el reloj en la palma de mi mano - ¡Y debes de dejar de mentir!
- ¡No puedo!
- ¡¿Por qué demonios no puedes?!
- No lo entenderías, tú no has vivido lo que yo, ellos…
- ¡Ellos nada! – gritó Joon - ¡Estás engañando, robando, y lo peor…! – me miró y me soltó – Estás engañándote a ti mismo
- Hyung…
- Tú no eres lo que dices ser, pero parece que tantas mentiras dichas… hasta tú te las has creído
- Hyung…
- ¿Por qué lo sigues haciendo?
Volvió a preguntar.
- Ya te lo dije…
- ¿Son los hombres de negocios tu único motivo para estar mintiendo? – preguntó, tomándome de los hombros y mirándome con enojo - ¿No hay nada más?
- ¿A qué te refieres?
- Te estás involucrando con un huésped…
- ¿Qué…?
- Te puedes engañar a ti mismo, Jonghyun… - miré a Joon, sorprendido, temeroso, nervioso – Pero no me puedes engañar a mí, que te conozco bien
- Hyung…
- “Ten cuidado” fue lo único que te pedí, y no lo cumpliste – miré el pasto, no podía verle a los ojos – La chica de las coletas… - lo miré, se refería a Key - ¿Te gusta, cierto?
- Yo… no…
- Te dije que no me podías engañar – Joon me volvió a soltar – Te he visto de lejos, todos tus teatros, sé que estás sintiendo algo por ella
- Hyung yo…
- ¿Te haces una idea de quién es Kim Seunghyun? – volví a mirar el suelo – Debes de saberlo, siempre sabes acerca de negocios – soltó una risita – “Big Bang” mueve la economía del país, es una de las más grandes empresas de Corea… - miré mis zapatos, eran más interesantes que el pasto - ¿Crees que él dejaría que su única hija este contigo?
- Ella solo me gusta – confesé – No pretendo invitarla a salir o pedirle que sea mi novia – miré fijamente a Joon, apretando los puños – Sé que no podrá ser posible… - sentí un nudo en la garganta – Pero sí… me gusta Key – volví a confesar – Y mucho…
- Jonghyun… - Joon soltó un suspiro – Debiste tener cuidado…
- ¿De qué me sirve que me digas eso ahora? – pregunté con enojo - ¡Hay una chica inalcanzable ahí! – señalé el hotel – Y jamás podré llegar a ella
- Ya no puedes seguir viéndola…
Ordenó y yo abrí mis ojos.
- No puedo…
- Jonghyun… si te gusta y sigues pasando tiempo con ella, terminarás…
- Lo sé…
Lo miré fijamente.
- ¡Entonces hazme caso!
- No puedo…
- ¿Por qué no?
- Porque prometí no dejarla nunca – contesté – Prometí que serían las mejores vacaciones de su vida y que no la dejaría nunca
- Jonghyun…
- No puedo simplemente desaparecer
- Pues entonces invéntate algo para desaparecer – sugirió – Eres un mentiroso profesional, se te hará sencillo
- No puedo…
- ¿Por qué?
- Porque… - miré a Joon y de nuevo al suelo – Queda solo un mes, y no quiero perder el único tiempo que tengo para estar con ella, aunque solo me considere su oppa
- Jong…
- Lo siento hyung – sonreí – Lamento darte estos dolores de cabeza, pero… aunque es una locura, seguiré arriesgándome para ver feliz a esa chica
- Jong…
- Tengo un lugar al que ir…
- ¡Jonghyun!
Gritó Joon, pero yo comencé a correr hacia el hotel. Entré en el ascensor y presioné el botón. Las puertas se abrieron y entonces caminé por el sexto piso hacia la habitación 620. Me paré delante de la puerta, respiré hondo y esbocé la mejor de mis sonrisas. Su sonrisa… sí… ese era el motivo por el cual hacia todo esto, por el cual me arriesgaba tanto, porque su sonrisa lo valía, la sonrisa… la sonrisa de la chica que me gustaba.
- ¿Oppa?
Preguntó ella, asomando su rostro con ojos rojos. La miré fijamente y mi corazón se estrujó. Aquella mirada, no podía ver esa mirada en su bello rostro, no mientras yo estuviera a su lado. No dije nada, solo la atraje hacia mí y la envolví en mis brazos, apretándola contra mi cuerpo.




- No me apartes, porque de una u otra forma yo volveré a ti…
- Oppa…
Sentí como ella correspondía mi abrazo.
- No me apartaré de tu lado Key, entiéndelo
- Oppa…
Se separó un poco de mí y me miró a los ojos.
- Ven…
Tomé su muñeca y la arrastré fuera de la habitación.
- ¿A dónde me llevas?
Preguntó, cerrando su puerta y dejándose arrastrar.
- A ver el atardecer – contesté – En las orillas del mar
- Pero… - comenzó a acelerar el paso – Mis zapatos…
Me detuve y me paré delante de ella, luego le di la espalda, agachándome un poco.
- Sube
- ¿Qué?
- Sube… - me giré de nuevo, sonriendo – Soy muy fuerte…
- Sí…
Key se impulsó y se subió a mi espalda, abrazando mi cuello.
- Vamos…
- Esto es… raro
Dijo ella y yo reí. Entramos en el ascensor, por suerte no había gente. Salimos del hotel, ella aún en mi espalda, y comencé a caminar hacia la playa. El viento soplaba moviendo las coletas de Key, sus coletas me gustaban, la hacía ver muy bonita. Llegamos a la playa y comencé a caminar por la arena, lo cual era difícil con ella en mi espalda, pero igual continuaba. Llegué a la orilla, el agua apenas y me mojaba la punta de los zapatos y el sol estaba en el horizonte, ocultándose.
- Llegamos…
- Wow… - dijo ella, bajando de mi espalda – Se ve aún más bonito que la anterior vez
- Sí
- Quisiera tener una cámara – dijo – Solo así podría capturar para siempre semejante belleza – sonrió – No puede haber nada más bello que esto
- No lo creo…
- ¿Qué?
- Conozco algo que es aún más bello que este atardecer
- ¿A sí? – Key me miró con curiosidad, se veía como una niña curiosa - ¿Qué es?
- Ah… - sonreí – Pues… es más bella que un atardecer, que un arcoíris o que un valle lleno de flores
- ¿Bella? – preguntó - ¿Es una persona?
- Sí…
- ¿Tu novia?
Preguntó, frunciendo el entrecejo, yo solo sonreí.
- No…
- ¿Entonces?
Preguntó.
- Pues… es una chica
- ¿Y no es tu novia?
- No… - sonreí – No me interrumpas…
- Lo siento…
- Lo que más me gusta de ella son sus ojos – confesé – Tiene ojos felinos – Key miró hacia el atardecer – Y una de las sonrisas más bonitas del mundo… no… ella tiene la sonrisa más bonita del mundo
- Pero… - Key me miró, sus ojos brillaban – Si te gusta tanto… ¿Por qué no son novio?
- Porque hay cosas en este mundo que no pueden ser – miré la arena – Ella es una de esas
- Lo lamento…
- ¿Qué lamentas? – pregunté sonriente – Solo mantente aquí, observa el ocaso que yo observaré también la belleza
- ¿Eh?
Me miró confundida y yo sonreí.
- Mira… ya casi no hay luz
- Es hermoso…
Dijo, volviendo a sonreír mientras el último rayo de sol desaparecía entre las olas del mar.
- Vamos…
Le ofrecí mi brazo pero ella solo comenzó a caminar.
- ¿Volverás a ver a tu chica Gato cuando termine el verano?
Preguntó y yo intenté no reír por el nombre que le acababa de poner.
- Eso me gustaría, pero no creo que se pueda
- ¿Por qué?
- Ya te dije…
Ella me miró, yo hice lo mismo mientras seguíamos caminando de vuelta al hotel.
- Es una lástima… - soltó un suspiro – Oppa…
- Ummm…
- Gracias…
Dijo sonriente.
- ¿Por qué?
- Porque… estaba triste y tú has hecho que vuelva a sonreír
- Me tuteaste
- Sí… - Key rió – Gracias oppa… - entonces me abrazó y yo me quedé estático – Gracias por no dejar que me ponga triste
- De nada – le correspondí el abrazo – Para eso estoy aquí
- Sí…
Key me soltó y se engarfió a mi brazo.
- ¿Y por qué llorabas?
- ¿Te diste cuenta? – continuamos caminando – Es que… a veces siento que todos quieren más a Jinki que a mí, y eso te incluye
- ¿A mí?
Pregunté sorprendido.
- Sí… - contestó – A veces creo que ella te agrada más que yo – bajó la mirada – Pero Jinki es mi mejor amiga, no la cambiaría por nada y me siento enojada por sentir celos de ella
- Las personas te quieren, Key – le dije y ella me miró – Jinki te quiere y mucho
- Lo sé, por eso intentaba calmarme
- Yo también te quiero mucho…
Admití y Key sonrió.
- Y yo a usted oppa – me detuve, sorprendido de sus palabras – Me alegra haberlo conocido, es un buen oppa
- Key…
- Llegamos… - señaló la entrada del hotel – Iré a buscar a Jinki, debe de estar con mi omma
- Sí…
- Nos vemos oppa… - hizo una venia – Gracias por este paseo…
- Sí…
- Adiós oppa… - sonrió, subiendo por las escalinatas de la entrada – La pasé muy bien, eres el mejor oppa…
- Oppa…
Fue lo único que dije, subiendo por las mismas escalinatas.
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DEJARON A JONGHYUN EN LA OPPAZONE HAHAHAH

jueves, 10 de septiembre de 2015

Hotel SHINee (Jongkey) - 9

Capítulo 9





- No puedo creer que a Jonghyun oppa le agrade la antipática de Kibum
Escuché a una chica murmurar. Negué con la cabeza y seguí mi camino hacia la mesa donde Key y Jinki estaban sentadas, platicando. Desde aquella vez que salimos los tres, hacia una semana, seguíamos haciendo diversas actividades. Ahora veía a Key alegre, con una sonrisa genuina en el rostro y un brillo singular en los ojos, eso me gustaba, así se veía más hermosa de lo que ya era. Por otra parte estaba el hecho de que aún seguía mintiendo, ellas dos no sabían la verdad sobre mí y lo que era aún peor, la alerta de “Ladrón” pasó a ser un “Código Rojo” ¡Es que no me podía detener! Necesitaba seguir fingiendo, se había vuelto mi placer el ser parte de ese mundo, simplemente… una vez que eres VIP ya no puedes querer nada inferior. Esto me llevaba finalmente a Joon, que como buen amigo me cubría, pero luego me sermoneaba por horas y horas en la noche sobre mis actos de vandalismo ¿Pero realmente era por una insignificancia? Ya no sabía qué responder, pues sentía que el sentimiento de ser importante ya no era lo único que me ataba a seguir mintiendo.
- Jonghyun oppa, demoró mucho
Dijo Key, riendo mientras seguía dibujando.
- ¿De qué tanto ríen?
Pregunté curioso.
- De una anécdota que pasamos cuando fuimos de tour a Italia
Contestó Jinki.
- ¡Fue muy chistoso! – volvió a decir Key, sonriendo ampliamente alzando su lápiz – Recuerdo que tú lo único que querías era comer pollo, pero…
- ¡Solo había pastas! – exclamó Jinki, riendo igual - ¡Con carne!
- Y tanta fue tu locura del pollo, que mandaste a Woohyun a matar un pollo del gallinero de la casona
- Y lo hizo – rió Jinki – Aigo… extraño a Woohyun
- Yo más…
Dijo Key, sonriendo de forma pícara.
- Eso lo sé muy bien
Ambas se miraron de forma cómplice ¿Qué sucedía? ¿Qué me estaba perdiendo? ¿Por qué el nombre me sonaba? ¿Dónde lo había escuchado? ¿Quién era ese tal Woohyun y por qué Key lo extrañaba más que Jinki noona?
- Ya quiero volver a Seúl para estar con oppa, hay tantas cosas que quiero contarle
Key sonrió, abrazando su cuaderno, Jinki sonrió.
- ¿Quién es Woohyun?

Pregunté, mirándolas a ambas.



- Un amigo
Contestaron ambas al unísono.
- Ah…
Fue lo único que dije.
- Oppa… - Key acercó su rostro al mío, yo solo alcancé a tragar saliva – Hay que hacer algo divertido esta noche
- ¿Cómo qué?
Pregunté.
- Volvamos a la feria
Sugirió Jinki y Key asintió con emoción. Tal como había prometido, a ambas chicas no les ocurrió nada. Los señores Kim ni se inmutaron cuando oyeron de su hija, que había salido del hotel en la noche conmigo y Jinki, solo le dijeron lo sorprendidos que estaban de que estuviera haciendo amistad conmigo “Un chico sumamente carismático y agradable”, no dejé que a Key le ofendiera ese comentario, solo le prometí volver a hacer algo divertido cuando se le antojase, eso al instante, como toda niña mimada, le encantó.
- De acuerdo
Acepté, pensando en mi dinero. Hasta ese momento, al ser menor, los cheques del señor Kim eran inexistentes para mí, era tener mucho dinero y no poder usarlos; así que cada vez que estaba con las chicas, usaba mi dinero de mesero, las propinas de los huéspedes. Sin embargo, dado que eran muy seguidas las veces que me encontraba con ellas y siempre le tenía que meter mano a ese dinero que se suponía era destinado al “Hotel SHINee”, ahora mi fondo monetario estaba considerablemente reducido.
- Bien, entonces nos vemos a las seis en mi habitación
Dijo Key, levantándose de la mesa y tomando del brazo a Jinki.
- ¿A dónde irán?
Pregunté, viendo como ambas se acomodaban la ropa y tomaban sus cosas.
- Almuerzo de señoritas
Contestó Jinki con cara de aburrimiento.
- Ten – Key me extendió su cuaderno – Cuídalo por mí
- Sí…
Dije, aferrándolo con mi mano.
- Annyeong oppa – Key hizo una venia, sonriéndome – Nos vemos más tarde
- Sí…
Asentí sonriente, ella me devolvió el gesto. Ambas chicas comenzaron su camino, yo comencé a caminar lentamente hacia los dormitorios de los empleados. Miré el cuaderno en mis manos; era rosa, con mucho brillo y el nombre de Key escrito en caracteres bien grandes.
Llegué a mi habitación y me dejé caer en mi cama, con el cuaderno rosa sobre mi rostro, incluso tenía un olor peculiar, el perfume de Key. Tenía curiosidad por el cuaderno ¿Qué era? ¿Acaso un diario? Si así era, no debía de verlo. Lo dejé a un lado y caminé al baño, una ducha caliente era lo que necesitaba después de una exhausta mañana cargando maletas y limpiando habitaciones antes de encontrarme con las chicas.
Volví a mi habitación, el cuaderno rosa seguía ahí. Si era su diario no debía de verlo, pues era dañar su privacidad ¿Tendría algo de mí en él? Sacudí la cabeza, quizá no era nada, quizá era otro de sus cuadernos de dibujo ¿Debía de verlo? En verdad estaba curioso ¿Y si había algo interesante en ellos?
Me senté en mi cama y abrí el cuaderno. Tal como pensé, era un cuaderno de dibujo. La verdad es que tenía que admitir que ella era talentosa. Había dibujos muy hermosos, y estaban hechos solo con lápiz y algunos colores








Seguí pasando las hojas y vi un dibujo que probablemente era de ella con Jinki, me dio risa verlo



espiando, en verdad había dibujos muy buenos, sobre todo para el diseño de vestidos ¿Cómo su padre podía no querer explotar ese talento? Di vuelta a la página y un encabezado me sorprendió:

Woohyun y Kibum <3






Fruncí el entrecejo ¿Quién era ese tal Woohyun? ¿A caso Kibum tenía novio? ¿Era así? ¿Por qué su nombre me resultaba familiar? Y sobre todas las incógnitas sin responder ¿Por qué me molestaba tanto? Pasé la página y vi el dibujo. No era nada romántico, o eso creo, solo eran los dos, mirándose, parecía que él la estuviera consolando.
Sentí un calor en mi interior y apreté la mandíbula. Seguí pasando las páginas, encontrándome con varios mensajes sobre lo feliz que se sentía Key porque no hayan quemado este cuaderno. Seguí mirando, leyendo, curioseando en las páginas, y entonces vi mi nombre:

Jonghyun, así se llama el amigo que he hecho.
Me alegra haber conocido a alguien como él.
Es esa clase de persona que solo viven para hacerte sonreír.
En verdad me agrada.
Ayer nos llevó a dar una caminata por el paseo marítimo.
¡Fue genial!
En verdad, gracias a él, estoy descubriendo lo que es divertirme.
¡Gracias Jonghyun oppa!
Estás haciendo que esta chica se sienta feliz por primera vez en su vida.

Sonreí al leer el mensaje acerca de mí. Mi pecho se estrujó y mi sonrisa surcó mi rostro. Di la vuelta a la página y me encontré con mi rostro sonriente plasmado en el papel




había otro más, pero no estaba terminado



Ya no había más contenido, así que mi rostro sin terminar era lo que Key estaba haciendo mientras conversábamos. Volví a leer el mensaje y sonreí… ¿Por qué estoy sonriendo? ¿Qué me estaba pasando?
- Con que aquí estabas
- ¡Joon Hyung!
Exclamé, levantándome de la cama y mirándolo.
- ¿Por qué te sorprendes? – preguntó – Esta también es mi habitación
- Sí…
- ¿Volverás a salir esta noche con las chicas esas?
- Sí…
- Aigo… - soltó, dejándose caer en la cama – Cada día te veo más involucrado con ellas dos – me miró fijamente – Dime algo… - tragué saliva, su mirada me ponía nervioso - ¿Acaso te gusta una de ella?
- ¿Qué? – pregunté, rascándome la nuca - ¿Estás bromeando? – solté una risita – Son solo amigas y…
- Y debes de recordar que eres un mesero y ellas unas niñas ricas – miré el suelo – Evita enamorarte de alguna de ellas – le miré sorprendido – Porque sufrirás al no poder alcanzarla
- Hyung…
- Es una advertencia, Jonghyun – Joon cerró los ojos y dejó escapar un suspiro – Eres un mesero, no un huésped – me miró – Eres un mesero, tú no tienes lo que ellas, no les puedes dar algo que ellas ya no tengan, no podrás estar a su nivel, no podrás…
- Ya entendí… - miré el suelo – Ya entendí
- Lo lamentó Jonghyun… - Joon se me acercó y posó su mano en mi hombro – Pero es la realidad
- Descuida hyung… - sonreí – No siento nada por ninguna de ellas
Joon asintió y volvió a su cama. Me volví a sentar en mi cama y luego me recosté en ella, mirando al techo. Yo no me estaba involucrando con ninguna de ellas dos, solo éramos amigos, tres amigos que por casualidad se conocieron. Miré de nuevo al techo, un par de ojos felinos me miraban desde ahí.



Faltaban quince minutos para las seis y yo estaba ya en la 615 esperando para poder ir a la habitación de Key y Jinki, o que alguna de ellas pudiera venir. Me miré en el espejo, en verdad me veía guapo, siempre me veo guapo ahora que lo pienso. Miré mi reloj, sería mejor que yo fuera a la habitación. Abrí la puerta y miré a ambos lados antes de correr hacia la puerta de mis amigas. Alcé el puño para golpear la puerta y sentí una mano en mi hombro; me giré asustado y luego me quedé boquiabierto.
- Kim Jonghyun…
- Ahjussi…
Hice una venia al instante.
- ¿Qué hace en la puerta de la habitación de mi hija?
- Yo…
- ¿Iban a salir de nuevo? – preguntó y yo asentí asustado – Jonghyun-shi… - me miró con seriedad, eso me hizo sentir aún más nervioso – Usted ha hecho que mi hija ya no esté de mal humor…
- ¿En serio…?
Me aventuré a preguntar.
- Dice que… - me volvió a mirar fijamente, como si intentara leer mi mente – Usted es un buen… “Oppa”
- Pues…
- Jonghyun-shi… - caminó un paso hacia mí – Seré directo con usted, pues es muy inteligente
- Ahjussi…
- ¿Qué se trae con mi hija? – preguntó y yo me quedé sorprendido - ¿Por qué el repentino interés en ella?
- Ahjussi… - lo miré, cerrando los puños – Con todo respeto… no tengo ningún interés en Kibum-shi – el señor Kim se cruzó de brazos – Somos solo amigos
- ¿Entonces debo de entender que no pretende nada con mi hija? – asentí – Y tampoco es una trampa  ¿Verdad, Jonghyun-shi? – lo miré fijamente – Si me entero que me miente, las pagará caro – sonrió de pronto – Confío  en usted
- Ahjussi… le juro que entre su hija y yo solo hay una linda amistad
- De acuerdo… entonces que disfrute su velada – me miró de nuevo – Tenga cuidado Jonghyun-shi – volví a mirar sus ojos feroces – Tal vez no lo parezca pero… Kibum es mi única hija y quiero lo mejor para ella
- Ahjussi… entiendo…
Miré al suelo, sintiendo una presión en el pecho. El señor Kim fue quien me abrió las puertas al mundo de ricos, que me trate de esta forma me hacía sentir extraño. El señor Kim se fue y yo me quedé ahí parado, sintiéndome raro, sintiéndome débil, la confianza en mi persona se estaba esfumando. A pesar de estar dentro del cerrado y exclusivo grupo de millonarios importantes, jamás iba a dejar de ser un Perro al que no considerarían para nada. No importaba cuanto impresionara a esos hombres y mujeres con mi intelecto, yo jamás estaría a su altura.
- ¿Oppa?
Miré la puerta, estaba Key ahí parada, mirándome con preocupación.
- Key…
- Tienes la cara de alguien que acaba de ver su propia muerte
Bromeó y yo sentí deseos de decir “Me pasó algo parecido”, pero no dije nada.
- Es tu imaginación – sonreí y ella hizo lo mismo - ¿Listas?
- Sí… un segundo
Dijo, entrando de nuevo en la habitación y volviendo con Jinki del brazo.
- Vamos
Pidió la mayor, comenzando el trayecto hacia los ascensores. Esta vez el camino a la feria fue más corto, ahora Key ya no se quejaba tanto de la caminata, eso me agradaba. Llegamos y al instante se fue Jinki por su pollo frito. Key y yo nos quedamos juntos, mirando todo lo que nos rodeaba. La miré, su cabello estaba amarrado en dos coletas como siempre, se veía adorable.
¿Cómo es que pudo desagradarme en algún momento? El tiempo que iba conociéndola había descubierto que todo lo que pensaba de ella era un tremendo error. Jinki había tenido razón, la había prejuzgado, y lo había hecho duramente. Antes me hubiera negado rotundamente a compartir algo de mi tiempo con Kim Kibum, pero ahora… disfrutaba demasiado de su compañía y ofrecía mi tiempo para compartirlo con ella… y Jinki.
- ¿Oppa, quieres subir a un juego?
Preguntó y yo salí de mi ensueño.
- Eh… sí
Contesté y ella sonrió. Compramos los boletos y empezamos a ver todos los juegos. La montaña rusa hubiera sido perfecta, pero sabía que a ella le aterraba, sin embargo si subíamos podría tenerla abrazada como la anterior vez… ¡¿Qué mierda acabo de pensar?! Miré a Key, su cabello brillaba al igual que su sonrisa ¿Por qué brillaba? Era como si ella estuviera rodeada de un aura luminosa, haciéndola lucir más bella.
- ¿Vamos a la Rueda de la Fortuna?
Preguntó de pronto y yo asentí. Ella tomó mi muñeca, sentí de nuevo esa extraña sensación naciente en el estómago ¿Qué me estaba pasando? La fila para el juego no era muy larga, así que en corto tiempo logramos subir al juego.
Key miraba a todos lados, sonriente, debía de divertirle mucho este lugar, la isla era mágica al parecer. Sonreí al verla, señalando a las personas debajo de nosotros. Me causaba cierta risa verla actuar así; ella normalmente estaba de mal humor o haciendo comentarios despectivo u ofensivos, pero ahora era una chica normal divirtiéndose en una feria. Key seguía moviéndose, saludando y riendo, se veía preciosa. El asiento comenzó a balancearse y Key pegó un grito, su cuerpo se estaba desparramando hacia un lado. Me abalancé sobre ella y evité que se cayera, ella se aferró a mi cuerpo como una goma, yo solo acariciaba su cabeza.
- ¿Aún no crees que necesites un súper héroe?
Le pregunté cuando el juego comenzó a detenerse.
- No lo necesito
- ¿Por qué no?
- Porque para eso tengo a mi oppa, el mejor oppa del mundo – Key me sonrió – Solo quiero un amigo sincero, y ese eres tú
- Sí…
- Agradezco haberte conocido – soltó una risita – Aunque nuestros primeros encuentros fueron poco agradables – reí – Ahora sé que hay dos personas en este planeta a los que realmente le importo – me miró y se abrazó a mi brazo – Y que jamás me mentirían…
- Key-shi…
Me quedé mirándola, mientras el juego se detenía. Ella creía que era un amigo sincero ¿Qué pasaría si ella se enteraba que yo no era quien ella creía? ¿Habría una diferencia si supiera que era pobre? Key me sonrió, el corazón empezó a latirme lentamente, definitivamente no podía dejar que ella supiera la verdad…
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¿LLEGARÁ A DECIR LA VERDAD? DESCÚBRANLO EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO




Hotel SHINee (Jongkey) - 8

AMIGOS LECTORES!!! LAMENTO LA DEMORA, LA UNIVERSIDAD NO ME HA DEJADO TIEMPO, NI SIQUIERA PARA ESCRIBIR MI NUEVA NOVELA HUNHAN. HARÉ UNA MARATÓN PARA COMPENSARLOS. IRÉ SUBIENDO UN CAPÍTULO CADA TANTO EN LO QUE QUEDA DEL DÍA.
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Capítulo 8





  - Aún estoy dudosa sobre esto
Dijo Key, engarfiando su brazo al de Jinki.

- Descuide, Key-shi, no dejaré que nada le pase



- Más le vale
La miré y sonreí, de vez en cuando se le salía lo mimada.
- Hay que disfrutar del paseo y no pensar en las consecuencias
Pidió Jinki, abriendo los brazos y dejando que la brisa agite su vestido y cabello.
- Muy bien dicho, Jinki noona
Le sonreí a mi noona y ella me correspondió el gesto, en verdad que ella era muy agradable.
- ¡Ya! – gritó Key de pronto, volviendo a engarfiar su brazo al de Jinki y posicionándose en medio de nosotros dos – No me dejen atrás
- Intente caminar más rápido
Le sugerí a Key y esta me miró ceñuda.
- ¿Ha usado usted alguna vez tacones?
Preguntó
- No he tenido el placer
Contesté, intentando reprimir mi risa por la ocurrencia.
- Entonces cállese, porque es muy difícil
- ¿Y por qué no se puso algo más cómodo?
Pregunté, ella solo me fulminó con la mirada.
- Porque me veo mejor con tacones
- De acuerdo…
Sonreí, pero ella de todas formas me fulminó con la mirada.
- ¿Ya vamos a llegar?
Preguntó Jinki de pronto.
- Sí, ya casi
Señalé a lo lejos la plaza.
- Aigo, me alegra… - Key dejo escapar un suspiro – Ya me había cansado de… ¡Ay!
- ¡Key!
La sostuve en brazos antes de que callera. Ella me miró, aferrándose a mi cuello, con las mejillas ligeramente sonrojadas. La miré fijamente, a la luz de la luna se veía más bonita ¿Cómo alguien tan bonita podía tener una vida tan vacía?
- Gracias…
Dijo ella y yo asentí, ayudándola a enderezarse.
- Creo que… los tacones y las caminatas no son una buena combinación
Comenté y ella asintió sonriente.
- ¡Miren chicos!
Jinki señaló emocionada la plaza, donde los isleños habían instalado su feria.
- ¡Wow! – exclamó Key – Es…
- ¿Fabuloso?
Pregunté y ella asintió.
- Jamás había venido a un sitio como este… - miró todo a su alrededor – Hay mucha gente y… ruido – su sonrisa se hizo más grande, a mí me impresionaba la forma en la que maravillaba por algo tan normal como una feria - ¿Qué hacemos primero?
- Comer pollo frito
Sugirió Jinki sonriente y Key la miró con una ceja alzada.
- ¿Vamos a los juegos?
Pregunté y Jinki asintió emocionada.
- Pues vamos…
Engarfié el brazo de Jinki al mío y las llevé al primer juego que vi: la “Montaña Rusa”. Nos formamos en la fila y esperamos. Jinki se veía emocionada, Key sin embargo miraba el juego con expresión de pánico.
- ¿Te asusta?
Preguntó Jinki.
- Se ve muy… alto
- A Key le asustan las alturas y el terror
Me explicó Jinki.
- ¿Cómo a alguien le puede asustar el terror?
Pregunté confundido.
- Todo lo que puede dar miedo, le asusta
Explicó y yo la miré aún más confundido.
- En cristiano significa que soy muy miedosa
Intervino Key, cruzándose de brazos y mirándome ceñuda.
- No debe de tener miedo, no le puede pasar nada, es un juego seguro
Le aseguré.
- Sí… - dijo Jinki – No es como que de pronto el carrito se salga de las vías y todos los pasajeros empiecen a caer uno por uno, muriendo al instante – Key la miró boquiabierta – Y luego resulte que todo es una premonición y nos salvemos, muriendo después en el orden que debimos morir en el juego
- Jinki… - la miré boquiabierto – Que imaginación tan grande – ella sonrió – Eso podría ser una buena película
- ¿Usted cree?
Preguntó sonriente.
- Sí
Contesté, llegando por fin nuestro turno de subir y jalándola hacia mí.
- Yo iré con Jonghyun oppa – se apresuró a decir Key, separando a Jinki de mí – Soy la dongsaeng – nos miró – Deben de cuidarme
- Cierto…
Aceptó Jinki, mirándola de forma extraña, Key solo sonrió, empujándome dentro del tren.
- ¿Está seguro que no moriremos en esta cosa?
Preguntó Key, aferrándose al seguro.
- Se lo aseguro – dije – Pero si empieza a tener una premonición sobre nuestra muertes…
- ¡Oppa! – exclamó, poniendo cara de miedo – Es usted malo
- Lo siento…
Me disculpé, soltando una risita y recibiendo una mirada asesina de parte de Key, sus caras de asesina daban miedo. El juego comenzó y Key cada vez se aferraba más al seguro, poniéndosele blancos los nudillos. Empezamos a subir la cuesta y ella cerró los ojos, respirando de forma extraña, como si estuviera hiperventilando.
- ¡Ay, está muy alto! – gritó de pronto, viendo hacia un lado - ¡¿Cuánto más vamos a subir?!
- Cálmese…
- ¡Aquí vamos!
Gritó Jinki, atrás de nosotros. Entonces el carrito comenzó su caída en picada. El estómago se me revolvió, era muy veloz y provocaba que mi cuerpo se aplastara contra el asiento. Giré a ver a Key, ella gritaba a todo pulmón, sosteniendo con tanta fuerza la barra que sus nudillos estaban más que blancos.
- ¡Ah! – gritó - ¡Haz que pare!
- ¡Cálmate!
Le pedí y ella gritó aún más.
- ¡Pare! – gritó y entonces comenzó a llorar - ¡Que pare!
- Key…
Intenté estirarme, pero la velocidad me lo impedía.
- ¡Ah, sálvenme!
- Key… - logré estirarme y la envolví en mis brazos – No te pasará nada
Ella dejó de llorar y gritar. Soltó el seguro y lentamente se aferró a mí. Mi corazón comenzó a latir con rapidez ¿Qué era esta sensación? Miré hacia Key, ella seguía con los ojos cerrados, aferrada a mí, yo solo sonreí.
Las personas gritaban, algunos reían, podía oír a Jinki disfrutar del juego, pero solo Key se mantenía oculta en mis brazos, abrazada a mi cuerpo. La volví a mirar, ahora tenía los ojos abiertos y se veía más cómoda, sonreí. La apreté más a mi cuerpo y ella respondió alzando la mirada, sus ojos brillaban con la luna. Algo en mí se removió y me impedían dejar de ver sus ojos, esos ojos felinos.
No había ojos más bonitos, jamás había visto ojos tan bonitos como los de Key. Ella miró a otro lado y volvió a recostarse contra mi pecho, disfrutando de lo último que quedaba del paseo. El tren se detuvo y todos empezaron a bajar, yo no me movía ¿Por qué no me movía? ¿Por qué seguía sentado abrazándola? Su perfume llegó a mi nariz y de nuevo sentí esa sensación, nacía del estómago e inundaba todo mi cuerpo ¿Qué era esto?
- ¡Vamos a otro juego!
Pidió Jinki, haciéndome volver a la realidad.
- Eh… sí – solté lentamente Key, de pronto me sentí extraño – Vamos…
- Sí…
Contestó ella, mirándome y tomando mi mano. Una corriente eléctrica recorrió de la punta de mis dedos a mi hombro y luego a todo mi cuerpo ¿Qué había sido eso? La miré, ella miraba nuestras manos unidas y luego me miró, sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas. Tragué saliva ¿Qué era esto? ¿Qué sucedía?
- Vamos…
Volvió a decir Jinki. Key asintió y soltó mi mano, ahora siendo ayudada por Jinki. Me quedé ahí parado, mirando mi mano, aún extendida ¿Qué había sido eso? La miré de nuevo, abrazada a Jinki y mi corazón se estrujó.
- Oppa… apresúrate
Pidió y yo asentí, sonriendo, corriendo hacia ellas. Key sonrió de nuevo y yo volví a sentir esa sensación en el estómago, no me gustaba nada eso. Nos subimos a otro juego, una donde los tres podíamos estar juntos, ahora ella reía de la emoción, y yo no podía evitar hacer lo mismo.
- ¡Esto es divertido!
Gritó Jinki, mientras dábamos vueltas en las sillas voladoras, el tercer juego.
- ¡Sí!
Gritó Key, sentada en la silla que estaba junto a la mía.
- Me alegra que se estén divirtiendo
- Jamás me había divertido tanto en mi vida
Confesó sonriente, yo hice lo mismo. El juego termino y Jinki fue corriendo a un puesto de pollo frito, era extraño que eso hubiera en una feria isleña. Key se quedó conmigo, sentados en una banca, mirando el cielo.
- El cielo se ve peculiarmente bonito esta noche
Solté y ella asintió sonriente.
- Brilla – dijo ella, señalando las estrellas – Como tú
- Gracias…
Sonreí al oírla.
- Gracias… - dijo ella y yo la miré sin entender – En quince años no he hecho nunca algo tan divertido como lo que he hecho hoy – sonrió – Gracias oppa…
- De… de nada…
- Que bueno que chocamos aquella vez – comentó y yo sonreí – Sino, no hubiera conocido a un oppa tan lindo como usted
- ¿Cree que soy lindo?
Pregunté divertido y ella se sonrojó.
- Sí… mucho – asintió sonrojada – Es un buen oppa, cumplió con lo que dijo
- ¿Qué cosa?
- Que como Perro que eres, eres un buen amigo
- Soy un “Perro” fiel
- Eres “Puppy oppa”
Rió ella y yo la seguí.
- Chicos… - Jinki se nos acercó y nos miró a los dos – Hay que ir a un juego más, ya es tarde
- Sí…
Key miró al suelo.
- ¿Qué sucede?
Pregunté y ella me miró.
- Es que… esta noche ha sido muy bonita gracias a usted – dijo y yo sonreí – No quiero que acabe
- Siempre podemos repetirlo
- ¿En serio?
Preguntó sonriente.
- Si usted lo desea, lo haré las veces que quiera
- ¡Gracias oppa!
Exclamó, dándome un abrazo. Me quedé estático, abriendo mucho los ojos. De nuevo sentí esa sensación en mi interior. Con lentitud, subí mis manos y también la abracé, se sentía cálido este abrazo.
- Chicos…
Jinki habló y nosotros nos separamos.
- Ups… - rió Key – Lamento mi atrevimiento
- No es un atrevimiento abrazar a alguien – le dije y ella sonrió – A mí me gustan los abrazos
- ¿En serio? – Key me miró de forma divertida – Es usted un oppa extraño
Sonreí y ella hizo lo mismo.
- Un último juego, vamos
Nos indicó Jinki y nosotros la seguimos. Como último juego decidimos ir a la “Rueda de la Fortuna”. Jinki le pidió a Key que se sentara con ella, pero yo no soltaba su brazo, provocando que el acomodador nos sentara juntos ¿Cómo pasó esto? El juego comenzó a ascender y Key sonreía, se veía tan tierna con ese gesto, tenía una sonrisa tierna.
- Gracias por esta noche, oppa
Volvió a decir ella mientras ascendíamos.
- No es nada…
La miré, sonriente, ella me imitó.
  - Ayer le dije que no quería un súper héroe – dijo – Aún no quiero que sea un súper héroe para mí, pero me alegra que sea un amigo
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continuará....