Capítulo 10
- Y entonces la fulana
se atrevió a decirme que era fea – seguía contando Key - ¡¿Puedes creerlo?!
¡Está loca esa fulana!
- Me da risa como usas
la palabra “Fulana”
Reí.
- Es que es una
envidiosa, porque no tiene la piel tan bonita como la mía
- Tú tienes una muy
bonita piel, Key-shi
Dijo Jinki, haciendo sonreír a su amiga.
- Por eso digo – Key
seguía despotricando en contra de la pobre chica – Pero todo es tu culpa
- ¿Mía?
Me señalé sin comprender.
- Sí – contestó ella,
cruzándose de brazos – Si no fueras tan guapo, las demás unnies no se fijarían
en ti y no dirían que soy fea como para ser tu amiga
- Entonces me
disculpo… - reí - ¿Qué haremos esta noche?
- No lo sé… - dijo
Jinki – Ya fuimos a la feria, a pasear por la playa, a cabalgar… - empezó a
enumerar - ¿Qué más podemos hacer?
- Repetirlo – contestó
Key sonriente – Esta isla es lo máximo, no quiero irme pero… - bajó la mirada –
Solo nos queda este mes
- Descuida… - dije y
ambas me miraron – Seguiré haciendo de este su mejor estadía
- Ya lo estás logrando
Dijo Key, sonriendo. No pude evitar sonreír, su
sonrisa siempre me hacia sonreír, era como si verla feliz me hiciera feliz a mí
también ¿Pero por qué? ¿Qué me estaba pasando?
- Jinki-shi…
Dijo una voz detrás de nosotros.
- ¡Omma!
Exclamó Key, sonriendo y levantándose.
- Te necesito un
momento, para unas diligencias
Habló la señora Kim con seriedad, ignorando a
Key.
- Sí…
Jinki se levantó y se despidió de nosotros. Miré
a Key y ella me devolvió la mirada, ahora estábamos solos. Miré a Jinki yéndose
con la señora Kim y volví a mirar a Key, sintiéndome nervioso. Nunca en estas
semanas me había quedado solo con ella, excepto aquella vez que le di un
abrazo, ese día se veía tan lejano. La miré de nuevo, como dibujaba, tan
concentrada, tan… ¡Jonghyun mira para otra parte!
- Me estás poniendo
nerviosa
Soltó ella de pronto.
- ¿Qué…?
- Deja de mirarme –
pidió – Solo estoy dibujando
- Eh… sí… - me rasqué
la nuca con nerviosismo - ¿Qué dibujas?
- Aish… - Key me
fulminó con la mirada – Estoy dibujando – protestó – Deja de mirarme
- De acuerdo… - miré
a otro lado – Key te apetece…
- ¡Que estoy
dibujando! – exclamó, sobresaltándome - ¡No me distraigas!
- Lo siento… - fruncí
el entrecejo, ella volvió a su dibujo – Eres una Diva
- Y tú un Perro – Key
cerró su cuaderno - ¿No entiendes que quiero paz?
- ¿Y acaso yo te estoy
perturbando?
- ¡Sí! – contestó -
¡Es justo lo que estás haciendo!
-
¡Pues lo siento! – también alcé mi voz
- ¿A caso solo eres
agradable cuando está Jinki? – pregunté sin pensar, ella solo me miró con el
entrecejo fruncido – Pensé que ya habíamos progresado con ese mal trato
- Mira… como me
comporte no es asunto tuyo – Key comenzó a guardar sus cosas, aún con el
entrecejo fruncido – Si soy una Diva, tampoco es asunto tuyo – me miró, había
ira en sus ojos – Y yo solo te estoy tratando como lo que eres ¿O no fuiste tú
el que dijo que era mi Perro?
- Sé lo que dije y no
me refería a que podías tratarme como un animal – la miré fijamente, ella solo
seguía guardando sus lápices y colores – Key… - tomé su muñeca y ella me miró
de nuevo, fulminándome con la mirada - ¿Qué pasó? – pregunté - ¿Por qué de
pronto eres así?
- Ese tampoco es
asunto tuyo…
Susurró, soltándose de mi agarre e intentando
caminar, pero yo lo evité.
- Key…
- Déjame Jonghyun… -
me pidió – Solo quiero estar sola en mi habitación, solo quiero esperar a que
llegue Jinki…
- Key… - volví a
tomarla de la muñeca – No te voy a dejar sola…
- ¡Ya! – gritó,
empujándome - ¡¿Quién te crees para darte tantos derechos?! – me miró con una
ceja alzada – Te dije que no necesito un súper héroe, solo eres un oppa – asentí,
sin apartar la mirada de sus ojos – No quieras arreglar cada cosa que me pase,
no lo puedes hacer…
- Key…
- Nos vemos más tarde
Jonghyun oppa…
Key hizo una venia y entonces se fue. Me quedé
ahí viéndola ¿Qué había sido eso? ¿Por qué de pronto su cambio de humor? ¿Tenía
algo que ver con la presencia de su madre? Quizá; tal vez no le gustó ser
ignorada ¿Cómo una madre podía ignorar a su hija? ¿Qué clase de persona hace
eso con su hija? ¡Ni los animales ignoran a sus hijos! Miré a Key, cada vez más
lejos y confundiéndose en el gentío. Sentí una presión en el pecho ¿Por qué me
sentía así? Avancé un paso y alguien me tomó del brazo; me di media la vuelta y
vi a Joon.
- Déjala ir
- Hyung…
Tirando de mi brazo y volviendo a ver a Key.
- ¡He
dicho que la dejes ir!
}
– gritó y yo asentí –
Ven conmigo…
Volví a asentir y entonces comenzamos a caminar.
Llegamos a una zona lejana del hotel, cubierto por el bosque que tenía, lejos
de todos los huéspedes y empleados. Joon se veía serio, yo me sentía nervioso
¿Qué le pasaba ahora?
- Hyung…
- ¡Cállate!
Gritó, lanzándome contra un árbol.
- ¡Hyung!
Lo miré con miedo.
-
¡¿Qué demonios estás haciendo Jonghyun?! – gritó, mostrándome un caro reloj que
había tomado hace dos días
- ¡Están buscándolo
por todos lados! – gritó - ¡¿Sabes cuánto vale?!
- Yo…
- ¡Vale nuestras
vidas! – gritó - ¡Más de un millón de wons!
- ¿Qué…?
Miré el reloj, no sabía que lo que estaba
robando costaba tan caro, normalmente tomaba pequeñeces que pensaba no costaba
mucho, pero… ¡Teníamos un millón de wons en las manos!
- ¡Tienes que
deshacerte de esto! – gritó, dejando con fuerza el reloj en la palma de mi mano
- ¡Y debes de dejar de mentir!
- ¡No puedo!
- ¡¿Por qué demonios
no puedes?!
- No lo entenderías,
tú no has vivido lo que yo, ellos…
- ¡Ellos nada! – gritó
Joon - ¡Estás engañando, robando, y lo peor…! – me miró y me soltó – Estás
engañándote a ti mismo
- Hyung…
- Tú no eres lo que
dices ser, pero parece que tantas mentiras dichas… hasta tú te las has creído
- Hyung…
- ¿Por qué lo sigues haciendo?
Volvió a preguntar.
- Ya te lo dije…
- ¿Son los hombres de
negocios tu único motivo para estar mintiendo? – preguntó, tomándome de los
hombros y mirándome con enojo - ¿No hay nada más?
- ¿A qué te refieres?
- Te estás
involucrando con un huésped…
- ¿Qué…?
- Te puedes engañar a
ti mismo, Jonghyun… - miré a Joon, sorprendido, temeroso, nervioso – Pero no me
puedes engañar a mí, que te conozco bien
- Hyung…
- “Ten cuidado” fue lo único que te pedí,
y no lo cumpliste – miré el pasto, no podía verle a los ojos – La chica de las
coletas… - lo miré, se refería a Key - ¿Te gusta, cierto?
- Yo… no…
- Te dije que no me
podías engañar – Joon me volvió a soltar – Te he visto de lejos, todos tus
teatros, sé que estás sintiendo algo por ella
- Hyung yo…
- ¿Te haces una idea
de quién es Kim Seunghyun? – volví a mirar el suelo – Debes de saberlo, siempre
sabes acerca de negocios – soltó una risita – “Big Bang” mueve la economía del país, es una de las más grandes
empresas de Corea… - miré mis zapatos, eran más interesantes que el pasto -
¿Crees que él dejaría que su única hija este contigo?
- Ella solo me gusta
– confesé – No pretendo invitarla a salir o pedirle que sea mi novia – miré
fijamente a Joon, apretando los puños – Sé que no podrá ser posible… - sentí un
nudo en la garganta – Pero sí… me gusta Key – volví a confesar – Y mucho…
- Jonghyun… - Joon
soltó un suspiro – Debiste tener cuidado…
- ¿De qué me sirve
que me digas eso ahora? – pregunté con enojo - ¡Hay una chica inalcanzable ahí!
– señalé el hotel – Y jamás podré llegar a ella
- Ya no puedes seguir
viéndola…
Ordenó y yo abrí mis ojos.
- No puedo…
- Jonghyun… si te
gusta y sigues pasando tiempo con ella, terminarás…
- Lo sé…
Lo miré fijamente.
- ¡Entonces hazme
caso!
- No puedo…
- ¿Por qué no?
- Porque prometí no
dejarla nunca – contesté – Prometí que serían las mejores vacaciones de su vida
y que no la dejaría nunca
- Jonghyun…
- No puedo
simplemente desaparecer
- Pues entonces
invéntate algo para desaparecer – sugirió – Eres un mentiroso profesional, se
te hará sencillo
- No puedo…
- ¿Por qué?
- Porque… - miré a
Joon y de nuevo al suelo – Queda solo un mes, y no quiero perder el único
tiempo que tengo para estar con ella, aunque solo me considere su oppa
- Jong…
- Lo siento hyung –
sonreí – Lamento darte estos dolores de cabeza, pero… aunque es una locura,
seguiré arriesgándome para ver feliz a esa chica
- Jong…
- Tengo un lugar al
que ir…
- ¡Jonghyun!
Gritó Joon, pero yo comencé a correr hacia el
hotel. Entré en el ascensor y presioné el botón. Las puertas se abrieron y
entonces caminé por el sexto piso hacia la habitación 620. Me paré delante de
la puerta, respiré hondo y esbocé la mejor de mis sonrisas. Su sonrisa… sí… ese
era el motivo por el cual hacia todo esto, por el cual me arriesgaba tanto, porque
su sonrisa lo valía, la sonrisa… la sonrisa de la chica que me gustaba.
- ¿Oppa?
Preguntó ella, asomando su rostro con ojos
rojos. La miré fijamente y mi corazón se estrujó. Aquella mirada, no podía ver
esa mirada en su bello rostro, no mientras yo estuviera a su lado. No dije
nada, solo la atraje hacia mí y la envolví en mis brazos, apretándola contra mi
cuerpo.
- No me apartes,
porque de una u otra forma yo volveré a ti…
- Oppa…
Sentí como ella correspondía mi abrazo.
- No me apartaré de
tu lado Key, entiéndelo
- Oppa…
Se separó un poco de mí y me miró a los ojos.
- Ven…
Tomé su muñeca y la arrastré fuera de la
habitación.
- ¿A dónde me llevas?
Preguntó, cerrando su puerta y dejándose
arrastrar.
- A ver el atardecer
– contesté – En las orillas del mar
- Pero… - comenzó a
acelerar el paso – Mis zapatos…
Me detuve y me paré delante de ella, luego le di
la espalda, agachándome un poco.
- Sube
- ¿Qué?
- Sube… - me giré de
nuevo, sonriendo – Soy muy fuerte…
- Sí…
Key se impulsó y se subió a mi espalda, abrazando
mi cuello.
- Vamos…
- Esto es… raro
Dijo ella y yo reí. Entramos en el ascensor, por
suerte no había gente. Salimos del hotel, ella aún en mi espalda, y comencé a
caminar hacia la playa. El viento soplaba moviendo las coletas de Key, sus
coletas me gustaban, la hacía ver muy bonita. Llegamos a la playa y comencé a
caminar por la arena, lo cual era difícil con ella en mi espalda, pero igual
continuaba. Llegué a la orilla, el agua apenas y me mojaba la punta de los
zapatos y el sol estaba en el horizonte, ocultándose.
- Llegamos…
- Wow… - dijo ella,
bajando de mi espalda – Se ve aún más bonito que la anterior vez
- Sí
- Quisiera tener una
cámara – dijo – Solo así podría capturar para siempre semejante belleza –
sonrió – No puede haber nada más bello que esto
- No lo creo…
- ¿Qué?
- Conozco algo que es
aún más bello que este atardecer
- ¿A sí? – Key me
miró con curiosidad, se veía como una niña curiosa - ¿Qué es?
- Ah… - sonreí –
Pues… es más bella que un atardecer, que un arcoíris o que un valle lleno de flores
- ¿Bella? – preguntó
- ¿Es una persona?
- Sí…
- ¿Tu novia?
Preguntó, frunciendo el entrecejo, yo solo
sonreí.
- No…
- ¿Entonces?
Preguntó.
- Pues… es una chica
- ¿Y no es tu novia?
- No… - sonreí – No
me interrumpas…
- Lo siento…
- Lo que más me gusta
de ella son sus ojos – confesé – Tiene ojos felinos – Key miró hacia el
atardecer – Y una de las sonrisas más bonitas del mundo… no… ella tiene la
sonrisa más bonita del mundo
- Pero… - Key me
miró, sus ojos brillaban – Si te gusta tanto… ¿Por qué no son novio?
- Porque hay cosas en
este mundo que no pueden ser – miré la arena – Ella es una de esas
- Lo lamento…
- ¿Qué lamentas? –
pregunté sonriente – Solo mantente aquí, observa el ocaso que yo observaré
también la belleza
- ¿Eh?
Me miró confundida y yo sonreí.
- Mira… ya casi no
hay luz
- Es hermoso…
Dijo, volviendo a sonreír mientras el último
rayo de sol desaparecía entre las olas del mar.
- Vamos…
Le ofrecí mi brazo pero ella solo comenzó a
caminar.
- ¿Volverás a ver a
tu chica Gato cuando termine el verano?
Preguntó y yo intenté no reír por el nombre que
le acababa de poner.
- Eso me gustaría,
pero no creo que se pueda
- ¿Por qué?
- Ya te dije…
Ella me miró, yo hice lo mismo mientras
seguíamos caminando de vuelta al hotel.
- Es una lástima… -
soltó un suspiro – Oppa…
- Ummm…
- Gracias…
Dijo sonriente.
- ¿Por qué?
- Porque… estaba
triste y tú has hecho que vuelva a sonreír
- Me tuteaste
- Sí… - Key rió –
Gracias oppa… - entonces me abrazó y yo me quedé estático – Gracias por no
dejar que me ponga triste
- De nada – le
correspondí el abrazo – Para eso estoy aquí
- Sí…
Key me soltó y se engarfió a mi brazo.
- ¿Y por qué
llorabas?
- ¿Te diste cuenta? –
continuamos caminando – Es que… a veces siento que todos quieren más a Jinki
que a mí, y eso te incluye
- ¿A mí?
Pregunté sorprendido.
- Sí… - contestó – A
veces creo que ella te agrada más que yo – bajó la mirada – Pero Jinki es mi
mejor amiga, no la cambiaría por nada y me siento enojada por sentir celos de
ella
- Las personas te
quieren, Key – le dije y ella me miró – Jinki te quiere y mucho
- Lo sé, por eso
intentaba calmarme
- Yo también te
quiero mucho…
Admití y Key sonrió.
- Y yo a usted oppa –
me detuve, sorprendido de sus palabras – Me alegra haberlo conocido, es un buen
oppa
- Key…
- Llegamos… - señaló
la entrada del hotel – Iré a buscar a Jinki, debe de estar con mi omma
- Sí…
- Nos vemos oppa… -
hizo una venia – Gracias por este paseo…
- Sí…
- Adiós oppa… -
sonrió, subiendo por las escalinatas de la entrada – La pasé muy bien, eres el
mejor oppa…
- Oppa…
Fue lo único que dije, subiendo por las mismas
escalinatas.
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DEJARON A JONGHYUN EN LA OPPAZONE HAHAHAH