jueves, 30 de julio de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 48

Capítulo 48






- ¡¿Cómo pudiste?! – le grité, llorando - ¡¿Cómo fuiste capaz de hacerme algo así?!
- Kyu… cálmate
Me pidió Taeyeon.
- ¿Seohyun… por qué?
Le preguntó Tiffany.
- Quería vengarme de ustedes



- ¡No te hemos hecho nada!
Grité, intentando zafarme del agarre de Tae.
- ¡Claro que sí! – gritó Seo – ¡Sobre todo Sungmin!
- Seo…
Las TTS miraron a su compañera como si fuera una completa y lunática extraña.
- ¡Ella se quedó con todo lo que quería! – gritó - ¡Ella tiene todo lo que yo quiero!
- ¡¿Cómo puedes ser tan envidiosa?!
Grito Tae.
- Me destruiste… - caí al suelo, llevándome las manos al rostro y llorando - ¡Me destruiste! – grité, golpeando el suelo - ¡Te vengaste! ¡¿Estás feliz?!




- Yo…
Seo me miró y tragó saliva.
- ¡Mi familia me abandonará de nuevo por tu culpa! ¡¿Estás contenta?! ¡Perdí a mis hijas y a mi novia! ¡Todo por ti!
- Yo…
- ¡¿Estás contenta?!
Volví a preguntar a gritos.
- Yo no… no soporto verte así



- ¡Pero es lo que querías maldita perra! – grité, mirándola desde el suelo - ¡Querías verme sufrir! ¡Pues mírame! ¡Mírame!
- No puedo…
Entonces Seohyun huyó hacia su habitación ¿Estaba arrepentida? ¡Me importaba un rábano! Yo quería, esperaba, que esto no significara nada malo para Minnie.
Tras ver la noticia Minnie me echó de la habitación, me quedé ahí toda la noche oyéndola llorar. Tan pronto como amaneció tomé mis llaves y partí hacia los dormitorios de las TTS. Ahora solo esperaba que ella me diera la oportunidad de explicarme, solo eso pedía.
Volví a mi auto y partí a mi casa, sintiendo un hoyo en el pecho. Sentía miedo ¿Y si se volvía a ir? ¿Cuántas veces ya se había ido? Muchas y no quería una más, porque sabía que esta sería la definitiva, si se iba no volvería y eso era lo que más temía. Me estacioné y entonces entré en mi casa, ahí todo estaba tranquilo, no se oía ruido ¿Ya se había ido?
- ¿Minnie…?
Subí las escaleras y llegué a mi habitación. Ahí estaba ella, sentada en el suelo, con nuestro álbum en las manos, pasando con lentitud las páginas. Sentí alivio al verla, pero al mismo tiempo sentí miedo porque no sabía cuál sería su reacción. Ella se giró y me miró, luego volvió a ver el álbum.
- Kyu…
- Pensé que te habías ido
- Prometí que no me iría – me recordó – Pero que sería hasta que te escuchara, así que te escucho
- Minnie… te juro… te juro que no…
- No me jures nada porque no te creeré – sus palabras me apuñalaron, y solo me dejé caer a su lado – Dime qué pasó la tarde de mi accidente…
- Tú te habías ido de casa – comencé – Habíamos peleado de nuevo, constantemente peleábamos, por tonterías sin sentido. La última fue en especial mala, y te fuiste, con Sunny, a la casa de tus padres
- ¿Nuestras peleas eran por Seohyun?
­- No – contesté, mirando el suelo e intentando no derramar lágrimas – Eran porque mi fama no me permitía estar contigo
- ¿Me molestaba que no estuvieras en casa?
- Mucho – contesté – Siempre me reclamabas el poco tiempo que le dedicaba a la casa, pero era porque temías que te volviera a decepcionar
- Cosa que hiciste
- No… - miré mis manos – Minnie… - respiré hondo – La noche que te fuiste, quise seguirte, en verdad quería seguirte, pero tenía miedo, miedo de que terminásemos en otra batalla campal, miedo de que nos dijéramos más cosas hirientes, miedo de perderte definitivamente. Me fui al hotel de mi abuelo y empecé a beber, entonces apareció Seohyun…
- ¿Te metió algo en la bebida?
- No… - las lágrimas comenzaron a caer – Yo ya había bebido tres botellas de whisky, ella me incitó a beber más
- Te quería emborrachar
- Creo que sí. Bebí dos más antes de caer desmayado y entonces…
- ¿Qué pasó?
Los ojos de Minnie derramaban lágrimas.
- Debes de creerme – le pedí – Jamás te haría algo así – le aseguré – Desperté a la mañana siguiente sin saber bien cómo llegué a esa habitación y por qué Seohyun estaba a mi lado, desnuda
- ¿Te acostaste con ella?
- No lo sé – confesé, tapándome el rostro con ambas manos y llorando - ¡No lo sé! – golpeé la pata de la cama con mi puño - ¡Debí ir hacia ti! ¡Debí hacerlo y me arrepiento de no haberlo hecho! ¡Cometí un error!
- ¿Qué más pasó?
- Debes creerme Minnie…
- ¿Qué pasó después?
- Volví a casa… - contesté, abrazando mis rodillas – Me sentía nervioso… y entonces llegaste…


***
- Minnie…




- Mientras yo como estúpida esperando a que tú vengas por mí… - Minnie sostenía su teléfono y derramaba lágrimas – Tú la pasabas muy bien con Seohyun
- ¿Qué…?
Entonces me mostró su teléfono. Había una foto de Seo y yo, en la cama. Yo estaba debajo de ella y ella encima de mí, sin pantalón, y yo estaba sin camisa.



- ¿Te gustó? – preguntó - ¿Lo disfrutaste? ¿Te gustó tanto que quisiste tomarte fotos?
- Minnie…
- ¡¿Cómo pudiste?! – gritó, estampando su teléfono en mi pecho - ¡Confíe en ti! ¡Creí que me amabas!
- Minnie… sí te amo
- ¡No! – gritó, derramando más lágrima - ¿Por qué, Kyuhyun…? De todas las cosas malas con las que me podías decepcionar… ¿Por qué elegiste esa?
- Sungmin… te lo puedo explicar, no es lo…
- ¿No es lo que parece? – Minnie miró a otro lado y soltó una risita – Que gastada está esa frase – me miró – No puedo creer que lo hayas hecho
- No lo hice… tienes que creerme
- ¡¿Cómo quieres que te crea?! – gritó – Tengo una, dos, tres… ¡Cinco fotos de ustedes dos!
- ¿Quién te las envió?
- Seohyun, y dice que olvidaste tu celular
- Minnie… por favor, escúchame primero
- No Kyuhyun… ya me cansé de escucharte, ya me cansé de esperar paciente a que hagas bien las cosas, estoy harta de ti
- Por favor… debes de escucharme, no sé qué pasó, de pronto desperté y estaba ahí con Seohyun…
- ¡No me importa! ¡No quiero saber!
- ¡No era consciente de lo que hacía!
- ¡Eso lo dicen todos los hombres para justificarse!
- ¡Pero yo no! – grité  - ¡Te lo ruego, créeme!
- ¡No te puedo creer! – gritó - ¡Es la última que te paso Kyuhyun! ¡La última!
- Minnie… por favor…
- No quiero que nos volvamos a ver, y con esto haré que me den custodia completa de mi hija
- No puedes hacer eso…
- ¡Claro que puedo! – gritó ella – Después de todo… tú no firmaste a nuestra hija hasta ahora…
- Minnie…
- Sabía que esto ocurriría, sabía que harías algo peor… - me miró - ¡Y como idiota volví a confiar en ti!
- No es cierto, te digo que no es cierto, debes de creerme ¡Créeme! ¡Debes de creerme! ¡Por favor, créeme!
- ¡No quiero! ¡No volveré a creer en ti! ¡Solo vete de mi vida! ¡No vuelvas! ¡No te quiero volver a ver! ¡Nunca! ¡No quiero que te me vuelvas a acercar!
- No me pidas eso
- Tiraste años de relación y amistad a la basura Kyuhyun. No puedo creer que hayas hecho esto, así sea consciente o no, no puedo simplemente olvidar el hecho de que tú mismo dijiste que lo harías
- No lo dije en serio
- Pero ahora es una realidad… - Minnie se limpió las lagrimas – Solo quiero irme… no quiero volver a verte, tú… - me miró fijamente – Tú solo me has traído penas desde el día que te conocí, maldigo el día en que te conocí
- ¡No, Minnie!
Ella comenzó a caminar hacia la salida, con las llaves de su auto en la mano.
- ¡Ya no quiero saber nada de ti! ¡Hoy, para mí, has muerto!
- Minnie…
- ¡No te voy a dejar entrar en mi vida nunca más!
- Minnie…
- Y Sunny… has roto la familia que ella tanto quería
- ¡Minnie, por favor, escuchame!
- ¡No! – volvió a gritar - ¡Kyuhyun! – mis ojos derramaban lágrimas, sus ojos derramaban lágrimas, no podía dejarla ir - ¡Mi vida se centra en esperar a que vuelvas a dañarme! ¡Ya no quiero eso!
- ¡Perdóname! ¡Te prometo que…!
- Ya no creo en tus palabras… - se dio media vuelta pero tomé su brazo - ¡Suéltame por favor!
- ¡No! – grité - ¡No dejaré que te vayas!
- ¡Déjame ir!
- ¡Te amo, no puedes dejarme!
- ¡Te dejo porque me duele amarte! ¡Ya no soporto estar a tu lado! ¡Ya no quiero seguir a tu lado! ¡Mi amor por ti se está consumiendo!
- Minnie…
- ¡Ya no te amo! ¡Ahora solo te odio! ¡Quisiera evitar conocerte! ¡Quisiera no tener nada que me una a ti! ¡Quisiera que desaparecieras! ¡Quisiera solo olvidarte!
- No quiero que me olvides…
- Debí haberlo hecho hace mucho… - Minnie se zafó de mi agarre – Adiós…
Y entonces subió a su auto y partió. No podía creer lo que acaba de pasar ¿Qué demonios? ¿Cómo había pasado esto? No lo entendía y solo había una persona que podía responder a todas estas incógnitas. Tomé las llaves de mi auto y partí a los dormitorios de las TTS.
- Kyuhyun… que sorpresa
Dijo Taeyeon al verme.
- ¿Está Seohyun?
- Acaba de llegar
Me contestó Tiffany. Caminé hacia su habitación, y abrí la puerta de golpe. Seo me miró desde su cama y luego sonrió, yo solo la fulminé con la mirada ¿Por qué sonreía? ¿No tenía sangre en el rostro? ¿Quién era esta persona? La Seohyun que creí conocer no era así.
- ¿Por qué lo hiciste? – le pregunté - ¡¿Por qué le mandaste esas fotos a Sungmin?!
- Bueno… ella debía de saber lo que su lindo novio hacía mientras ella se iba de tu lado
- ¡¿Por qué?! – grité - ¡¿Por qué lo hiciste?!
- Seo… tú…
Tae entró en la habitación y la miró con confusión y enojo.
- Tú querías dejarla, yo solo ayudé
- ¡¿Pero qué  sucede?!
Gritó Tiffany
- Ahora estás libre – Seo sonrió – Agradécemelo después
- ¡No te voy a agradecer nada! – grité, apretando mis llaves - ¡Haz que Minnie vuelva!
- ¿Por qué lo haría? – preguntó – Era lo que tú querías – volvió a decir – La querías lejos de ti, yo ayudé, ahora estará lejos – rió – Solo te di una buena excusa
- ¿Qué hizo Seo?
Preguntó Tiffany.
- Ayer Kyuhyun y yo pasamos una linda noche
Rió la nombrada.
- ¿En verdad?
Preguntó Tae.
- ¡No! – grité – No es verdad – miré a Seo con enojo – ¡Di que no es verdad! ¡Jamás le sería infiel a Sungmin! ¡Jamás la engañaría! ¡Yo amo a Sungmin y no le haría algo así!
- Pues las fotografías no dicen lo mismo
- ¡Metete las fotografías por el orto! – grité - ¡¿Cómo es posible que me hicieras esto?!
- Fue fácil, solo usé la camarita del teléfono
Seo rió.
- Seo…
Las TTS se miraron con sorpresa, no podían creer que su compañera fuera capaz de esas cosas.
- Esto no se quedará así, me las vas a pagar, dirás la verdad
- ¿Qué verdad? – preguntó - ¿Tú versión o mi versión con imágenes?
- ¡Maldita perra!
Grité y ella rió.
- ¡Kyuhyun, cálmate!
Me ordenó Tae.
- Si no vuelve Sungmin, no sé qué te haré
- ¿Qué me puedes hacer? – preguntó – Yo no hice nada que tú no quisieras y las fotos fueron tomadas desde mi teléfono y salgo yo ¿Qué me puedes hacer?
- Eres despreciable, ya veo por qué sigues sola…
- ¡Por lo menos yo no soy a la que abandonaron y pusieron los cuernos!
- ¡Yo no le puse los cuernos a Minnie!
- ¡Pero la abandonaste! ¡Demuestra que no la amas!
- ¡La amo! ¡La amo como nadie logrará amarte a ti!
- ¡Cállate! – Seo me lanzó una almohada – ¡Lárgate!
- ¡¿Te duele que te digan tu verdad?! – la miré con enojo, quería matarla en ese preciso momento – No eres lo que yo pensé y me avergüenzo de alguna vez haber pensado que eras bella
- ¡Soy más bella que tu Conejo!
- ¡No! – grité - ¡A ella jamás le podrás ganar en nada!
- ¡Soy mejor que ella! ¡Yo soy mejor que ella! ¡Ella no es nada comparada conmigo!
­- ¡Ella es una mujer de gran valor mientras que tú solo eres escoria y siempre serás escoria!
- ¡Cállate! - gritó aventándome su otra almohada - ¡Te arrepentirás de tus palabras! ¡Jamás te dejaré ser feliz Kyuhyun! ¡Jamás te dejaré en paz! ¡Jamás!
- Estás loca…
Fue lo único que dije, antes de salir de la habitación.
- No puedo creer que Seo…
Miré a Tiffany, ella parecía anonadada.
- ¿Qué harás ahora con respecto a Minnie?
Me preguntó Taeyeon.
- No lo sé… - mi teléfono comenzó a sonar, era un número desconocido - ¿Yeoboseyo?
- Kyuhyun… soy Kibum
- Kibum hyung, hola… ¿Cómo estás?
- Kyuhyun… ven al hospital, Sungmin ha sido traída de emergencias, se estrelló su auto contra un camión
- ¿Qué…?


***
- No tenias huesos rotos, solo golpes en la cabeza – la miré – Caíste en coma y a las semanas me dijeron que estabas embarazada de un mes
- Yo… no sé que pensar
- Dime por favor que no te irás
Le pedí.
  - Es que… no sé… esto si me resulta muy difícil de asimilar…
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BUENO... AQUÍ ESTÁ EL MISTERIO RESUELTO, ESTO FUE LO QUE OCURRIÓ EL DÍA DEL ACCIDENTE DE SUNGMIN :) ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO. DOS CAPÍTULOS MÁS Y TERMINAR ESTA NOVELA Y COMIENZA LA NUEVA



martes, 28 de julio de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 47

NOS ESTAMOS ACERCANDO AL FINAL. MI PRÓXIMA NOVELA YA ESTÁ LISTA, SE LLAMA "HOTEL SHINEE" RECUERDEN QUE ESA NOVELA ES UNA PRECUELA DE ESTA, EN DONDE JONGHYUN Y KEY SON ABUELOS DE KYUHYUN (SÍ, MI MENTE ESTÁ ATOLONDRADA O TENGO MUCHA IMAGINACIÓN) ESPERO QUE LES VAYA A GUSTAR
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Capítulo 47





- ¡Te pedí que no dijeras nada!

Le grité a Seohyun, sosteniendo sus hombros con fuerza.




- ¿Por qué tengo que hacer lo que me pides?
- ¡Entiéndelo de una maldita vez perra!
- No me llames así…
- ¡Yo no tuve nada contigo! – grité - ¡Yo no tendría nada contigo ni aunque me rogaras! ¡Fui un idiota al pedirte que seas mi novia cuando éramos niños!
- Calla…
- ¡Jamás te amé! ¡Jamás te amaría! ¡Amo a Sungmin y no dejaré que una perra como tú nos separe!
- ¿Qué sucede?
Preguntó un hyung de TRAX.
- ¡Quítamelo de encima! – le ordenó Seo - ¡Está loco!
- ¡Escúchame bien Seohyun! – grité mientras era sostenido por varios hombres - ¡No dejaré que te metas entre Sungmin y yo! ¡No te dejaré!


***
 - ¿Te vas?


Pregunté, viendo como Sungmin tomaba todas sus cosas y las lanzaba al closet. Después de la pelea y de que ella prácticamente me echara de mi casa, llegué a la SM, no pude concentrarme en mi ensayo, pero Seo me dijo que estaría en su firma de autógrafos en el hotel de mi abuelo, así que ahí podríamos seguir ensayando. Cancelé la cena, no podía hacer nada que no fuera pensar en Minnie y en lo que me esperaba. Partí a casa y me encontré con la escena de las maletas de Sunny en la puerta y Minnie en nuestra habitación sacando su ropa.
- Lo dejaste todo muy claro, Kyuhyun – Minnie lloraba – Ya… ya las cosas son irreparables entre nosotros
- No… no puedes irte
La detuve y ella me miró, había dolor en su mirada.
- ¿Para qué he de quedarme? – preguntó, lanzando más ropa en las maletas - ¿Para seguir peleando? ¿Para hacerle un daño a nuestra hija?
- Minnie…
- Una de las razones por las que acepté volver contigo, Kyuhyun, además del hecho de que te amo – Minnie se secó las lágrimas – Es que quería darle a mi hija la familia que ella deseaba
- Y se la podemos dar
- ¡No, no podemos! – Minnie cerró su maleta – ¡Date cuenta! – extendió sus brazos, mostrándome todo – Lo que fuimos no es lo que somos ahora
- Minnie… no puedes irte, no me dejes por favor
- Tú te fuiste hace tres años, las cosas murieron ahí, y así debimos dejarlas
- No… - sentí una presión en el pecho y las lágrimas se hicieron presentes - ¡No te vayas! ¡Te amo!
- ¡Y yo igual! – admitió ella - ¡Pero ya no podemos seguir así! ¡Tú mismo lo dijiste!
- ¡Me arrepiento de lo que dije!
- ¡Pero ya lo dijiste! ¡Uno no puede arrepentirse del daño hecho con las palabras! ¡Es irreparable!
- Por favor Minnie… - supliqué – Perdóname…
- No Kyuhyun… no puedo
- ¡Minnie por favor! – grité - ¡No me dejes!
- Ya no puedo Kyuhyun, ya no puedo más
Y diciendo esto, tomó la maleta y salió de la habitación.
- ¡No! – grité – ¡Minnie!
- Dejé a Sunny en casa de mis padres – dijo – Debe de estar esperándome
- ¡Minnie! – grité cuando salió de la casa – ¡Minnie!
El auto rosa de mi novia… ex novia… partió. Me quedé ahí, viendo el lugar por donde el auto se había ido, dejando huellas en la grava. Caí de rodillas ¿Se había ido? ¿De nuevo se había ido? ¿Cómo era posible? Tanto que me costó volver con ella, tantas cosas que habíamos pasado… ¿De verdad todo estaba perdido?
Lloré, en el suelo, viéndome patético, golpeando el suelo con mis manos. Me levanté y caminé hacia mi auto, me limpié el rostro y encendí el motor ¿Qué debía hacer ahora? ¿Seguirla? Me había dicho a donde se había ido ¿Eso significaba que quería que vaya a verla?
Quería ir a la casa de los Kim, pero me dirigí al “Hotel SHINee” unos tragos era lo que necesitaba. Entré en el ya conocido estacionamiento del hotel de mi abuelo. Todos los trabajadores nos conocían a mí y a mis hermanos. La boda de mis padres, nuestros cumpleaños, todo había sido celebrado aquí.
Subí al primer piso, varios empleados me saludaron. Caminé hacia el bar y me senté en la barra, esperando a que el barman me atienda. Pedí un whisky, era lo más fuerte que se me podía ocurrir. Mi botella fue dejada al lado de mi vaso y comencé a beber, ni siquiera me importaban las consecuencias que podía traerle a mi imagen, lo único que quería era olvidar.
¿Cómo es que terminamos así? Le echaba la culpa a la actitud de Minnie, pero su actitud solo era una consecuencia de mis actos. Si yo no la hubiera dejado hace tres años, si yo no la hubiera decepcionado innumerables veces, ella ahora no desconfiaría de cada acto que yo hacía. Lastimosamente no podía reparar mis daños, tal vez Minnie tenía razón y ya lo nuestro no tenía remedio.
- ¿Va a pedir algo más, señor Cho?
Preguntó el barman y yo asentí.
- Más de este whisky escocés, cárguelo a mi tarjeta
- Su abuelo paga todo su consumo…
Me recordó el barman y yo asentí.
- Oh… lo olvidé – reí – No le diga que me vio aquí, solo no deje que me vea – reí de nuevo - ¿Mi whisky?
- En seguida señor Cho
- Le diré a mi abuelo que te suba el sueldo
Reí y él asintió. La cabeza me pesaba y sentía mi cuerpo dar vueltas. El alcohol es el mejor amigo de uno cuando la pasas mal, y el whisky era mi mejor amigo en ese momento, incluso más que mi amado vino. La nueva botella llegó y comencé a beber.
- Tómeselo con calma
Me pidió el barman.
- ¿Alguna vez has tenido al amor de tu vida junto a ti, y por idiota la perdiste?
- No… señor…
- Pues yo sí – me limpié la comisura de los labios y luego bebí otra copa – Ah… soy un idiota
Mis ojos empezaron a cerrarse, necesitaba más alcohol para estar feliz, para olvidar lo ocurrido.
- ¿Le pido una habitación?
- Lo que yo quiero es que mi Conejo regrese
- ¿Quiere que le traiga un conejo? – preguntó el barman - ¿O algún otro roedor?
- No… - reí – Solo deme otra botella de whisky
- No creo que…
- Eh… - le apunté con mi tembleque dedo – Soy el nieto de tu jefe – le recordé – Treme otra botella
- Enseguida
Asintió el joven trabajador. Sonreí, tambaleándome en el taburete. Dejé mi cabeza caer en la barra y sentí la fría botella en mi mano. Miré la botella y me serví mi primera copa de mi tercera botella.
- Por Minnie…
Dije, sintiendo una presión en el pecho y rompiendo en lágrimas.
- ¿Kyuhyun? – me giré, ahí estaba ella - ¿Qué sucede?
- Seohyun – reí – No te volveré a ayudar en nada
- ¿Por qué?
Preguntó, sentándose a mi lado.
- Porque por ayudarte, me peleé con Sungmin
- ¿Volvieron a pelear?
- Se fue de casa – reí – ¡Me abandonó! – bebí otra copa – Ella… - miré mi copa vacía – Ella…
- Kyu…
- Se fue – miré a Seo, apenas y la distinguía – Me… me abandonó
- Calma…
Seo empezó a sobarme la espalda, yo solo lloraba.
- Quiero más whisky - le pedí al barman y este obedeció sin chistar – El aumento será tuyo – reí - ¿Quieres?
- Por favor
Dijo Seo, extendiendo su copa.
- Genial – sonreí y con mucha dificultad, demasiada porque no podía ver el vaso, serví whisky para Seo – Pensé que serías de esas personas que me alejarían de la bebida
- Oh no… - Seo sonrió, o por lo menos eso noté – Estás pasando por un mal momento, el alcohol estará bien
- ¿En serio? – reí – Gracias – alcé mi copa - ¡Salud!
- Por los finales tristes
- ¿Ha habido un final triste?
Pregunté, dejando caer mi cabeza de nuevo en la barra.
- Oh no… el final no será mío
- ¿De quién si no? – pregunté riendo - ¿Se separará tu trío?
- Sigue bebiendo
Me pidió Seo y yo obedecí. Copa tras copa iba entrando el alcohol a mi sangre. Empecé a reír y verlo todo borroso, escuchaba apenas lo que Seohyun me decía y la verdad es que no me importaba lo que estuviera a punto de decirme, solo quería seguir bebiendo. La cabeza comenzó a pesarme y mis ojos se empezaron a cerrar, creo que tanto alcohol ya estaba pasándome factura.
- Aquí tiene
Dijo una voz, apenas audible y apenas visible para mí.
- Gracias - esa era Seohyun, yo solo miraba el interior de mis parpados – Ayúdenme…


La cabeza me dolía a horrores, sentía como si estuviera cargando un yunque con la cabeza. Parpadeé lentamente y me restregué los ojos… no era mi habitación ¿Dónde estaba? Recordaba lo sucedido, Minnie yéndose de casa y yo yendo al “Hotel SHINee”, entonces ahí estaba, el hotel de mi abuelo. Había bebido mucho, de eso también me acordaba, y me acordaba de la presencia de Seohyun, al parecer quedarse inconsciente por el alcohol no era como en las películas ¿El barman me pidió la habitación? Algo a mi lado comenzó a moverse y yo me giré…
- ¡Ah! – grité, cayendo al suelo - ¡Ah! – grité al verme desnudo - ¡¿Qué demonios pasó?!
- Nos consolamos mutuamente
Contestó una desnuda Seohyun, sonriéndome desde la cama.
- ¿Qué…?


***
- Cambia de canal
Le pedí a Sungmin.
- ¿Hay algo en el canal de espectáculos, relacionado a mi accidente, que no quieres que vea?
Preguntó Minnie y yo la miré con una ceja alzada.
- Solo cambia el canal
- No quiero
Minnie tomó el control remoto y me sacó la lengua.
- Conejo… dame eso…
Me estiré para alcanzar el control remoto, pero ella se estiró, impidiéndome tomarlo.
- ¡Una escandalosa revelación de Seohyun de TTS!
Gritó una de las MC del programa que Minnie estaba viendo.
- ¡Dame eso!
Intenté quitarle el control pero ella me lo impedía, empujándome.
- ¡Y con nadie más que con el famosísimo Cho Kyuhyun!
Minnie me miró y alzó el volumen.
- Minnie… cambia el canal, esto es basura
- Hace unos instantes, Seohyun de TTS publicó en twitter una foto con el siguiente estado: “Ya no puedo seguir ocultándolo, lo siento, tienes que saberlo Sungmin”
Sungmin me miró y miró la televisión. Me levanté de la cama a la carrera, quería esconderme, quería quedarme, quería llorar, quería gritar, quería lanzarme contra el televisor para apagarlo, quería matar a Seohyun. Minnie volvió a alzar el volumen y miraba con atención la pantalla.
- Pobre chica, nunca la han dejado en paz
- Sí… pobre… y ahora con los cuernos pintados
Minnie me miró boquiabierta y entonces en la pantalla apareció la foto, la misma de aquella vez. Minnie dejó caer el control remoto y entonces me miró boquiabierta ¿Qué debía de hacer ahora?
  - Dime… por favor… que… esto… - me miró, había enojo, decepción y tristeza en sus ojos - ¡Dime por favor que esto no es verdad!


CONTINUARÁ....



lunes, 27 de julio de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 46

Lectores!!!! Nos estamos acercando al final de la historia. Muchas gracias a las personas que le dieron apoyo a pesar de no ser un yaoi. Un fuerte abrazo y un gran agradecimiento a Dara, por animarme siempre a continuarla. Lamento la demora, los estudios no me dejaron. Bueno, aquí les dejo el siguiente capítulo...
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Capítulo 46





- ¡¿Puedes dejar de meterte en mi vida?! – le grité, ella solo sonreía - ¡¿Qué te he hecho como para que hagas esto?! ¡¿Qué?!
- ¡Tú sabes bien qué!
Gritó ella, mirándome con enojo.
- ¿Estás haciendo todo esto porque terminé contigo? ¡Era un niño! ¡Tú igual!
- ¡Tú y esa extraña niña rosa me las pagarán! – gritó - ¡Si yo no soy feliz, nadie lo será!
- ¡Por favor! – supliqué – Seohyun… te lo suplico… deja este drama, por favor, no por una chiquillada del pasado, no me arruines la vida por un rencor de niños
- Tendrás que atenerte a las consecuencias de tus actos Kyuhyun
Ella comenzó a caminar hacia la salida.
- ¡Seohyun! – grité, tomándola del brazo; la miré y me arrodillé frente a ella, sintiendo que mis ojos derramaban lágrimas – Por favor… te lo suplico… por favor…
- Ella recordará por sí sola, con o sin mi ayuda – la miré, sintiendo miedo - ¿Eso lo entiendes, Kyuhyun? – soltó una risita – Y cuando eso pase, estaré aquí parada, riéndome de tu desgracia


***
- ¿Qué haremos?
Era la una de la mañana, Sunny dormía y nosotros habíamos decidido hablar seriamente. Miré a Minnie, durante una semana estuve durmiendo en el sofá y ella en la habitación, ahora íbamos a hablar, cualquier cosa que se dijera, a todas las palabras que se pudieran decir, a todas ellas les tenía miedo.
- No lo sé
Contesté.
- Kyu yo te…
- Minnie aún te…
Ambos nos miramos y luego bajamos la mirada.
- En verdad te amo – confesó – Aún lo hago, no pude dejar de hacerlo en tres años, menos ahora
- Lo mismo siento yo
- Pero… - ella me miró – Últimamente estoy sintiendo que me ahogo
- Lo mismo siento yo
- No sé cómo superar esto, tengo miedo de perderte de nuevo
- Lo mismo siento yo
- ¿Puedes dejar de repetir esa frase? – me miró con severidad - ¡Me altera!
- Ese es nuestro problema – señalé – Te alteras muy rápido
- ¿Qué quieres decir?
- Salgo a trabajar, pelea, llego tarde del trabajo, pelea, llego temprano, pelea, tengo un compromiso importante ¡Pelea! – alcé los brazos en señal de desesperación - ¡Minnie! – ella me miró – No puedo ser lo que tú quieres: El novio que ha de estar veinticuatro por siete a tu lado, con un horario fijo como mi hyung, capaz de poder jugar al “Caballito” con Sunny sin caer del cansancio ¡Jamás pude serlo desde que tenemos quince! – le recordé – Pero lo estoy intentando… solo que tú… - Minnie bajó la mirada – Has cambiado… - volvió a mirarme – Ya no eres la dulce y comprensiva novia que tenía
- Siendo madre soltera… ¿Cómo esperabas a que lo siguiera siendo?
- Pero aún te amo, siendo así, me causas admiración – tomé sus manos – Minnie… yo me esforzaré por esta relación, por esta familia, solo te pido lo mismo
- Lo haré… - asintió – Lo prometo
- Eso espero…
Entonces nos dimos un fuerte abrazo ¿Ahora sí? ¿Ahora las cosas de verdad estarían bien? ¿Y si no? Pues… la verdad, ya no me quedaban más fuerzas para luchar, por más que la ame. Si volvíamos a pelear, pues definitivamente me iría de casa.
- Kyu…
Miré a Minnie.
- ¿Si, mi amor?
- ¿Hay helado de cookies and cream? – preguntó Minnie, mordiéndose el labio inferior – Es que… se me acaba de antojar un poco
- ¿Se te acaba de antojar? – miré el reloj - ¿A la una y media de la mañana?
- ¿Qué? – se encogió de hombros – Las personas se les puede antojar cosas raras a horas raras – se cruzó de brazos e hizo un puchero – Quiero helado
- Creo que tengo de vainilla
- Pero quiero que cookies and cream
- Puedo triturar galletas de chocolate y darte eso con el helado de vainilla
- Sí por favor – sonrió y aplaudió – Eres el mejor
- Recuérdalo…
Me levanté del sofá y fui a la rosada cocina. Saqué el helado y las galletas de Sunny, luego le compraría más. Aplasté las galletas y las eché en el balde con helado de vainilla, luego lo revolví. Salí de la cocina con el extraño postre y Minnie sonrió, tomándolo de mis manos y engullendo una colmada cucharada.
- ¿Cómo va el jardín?
Pregunté, alcanzándole una servilleta, Minnie realmente debía de estar hambrienta.
- Genial – contestó, metiéndose otra colmada cucharada en la boca – Compré… flores… rosadas
- ¿No crees que la casa es muy rosa?
Entonces Minnie me miró con el ceño fruncido.
- ¿Bromeas? – volvió a comer helado - ¡El rosa es el color más bonito del mundo! – exclamó - ¡Que rico está esto!
- Sigues siendo un infantil Conejo Rosa – reí dándole un beso en los labios – Ummm… sabor a vainilla, invítame un poco
- ¡Aleja tu mano de mi helado! – Minnie abrazó su balde de helado – Es mío – volvió a engullir una cucharada – Consíguete… el tuyo…
- De acuerdo…
Reí, abrazándola, viendo como se terminaba todo el balde de helado ¡Wow! Sí que tenía hambre este Conejo. Dejamos el recipiente vacío en la mesa de centro y subimos a nuestra habitación. Nos besamos y nos amamos a la luz de la luna, suspirando nuestros nombres entre besos y caricias.


- Buenos días
Saludó ella, dándome un beso en los labios.
- Tu cara está roja – le dije, tocando su frente – Conejo, tienes calentura, comer helado a las dos de la mañana no fue buena idea
- Pero me gustó mi helado
- Bueno… quédate aquí – le pedí, tomando mi ropa y mi bata, luego me levanté de la cama – Iré a preparar el desayuno
- De acuerdo
Aceptó Sungmin, arropándose con las sábanas. Era sábado, ella tenía el día libre, yo en cambio… solo rezaba para que las cosas fueran buenas al menos un día. Llegué a la cocina y empecé a preparar algo con lo que encontré, no soy muy buen cocinero. Mi teléfono comenzó a sonar y lo tomé de la mesa, en la pantalla estaba el nombre de Seohyun ¿Qué quería ahora?
- ¿Yeoboseyo?
- ¡Kyuhyun! – gritó la voz de Seo con mucha emoción - ¿Cómo amaneciste?
- Cansado
Contesté, sonriendo para mis adentros al recordar la maravillosa noche con Sungmin.
- ¿Volviste a pelear con Sungmin?
- No exactamente…
- Si tanto te molesta estar ahí, ven a practicar conmigo hoy día el baile
- Cierto… el baile, lo había olvidado
- ¡Ey! – exclamó Seo entre risas – Quiero ese premio, Cho Kyuhyun
- Lo conseguiremos Seohyun, descuida – apagué el fuego de la cocina y empecé a servir – Ya me volví un buen bailarín gracias a ti
- Ay Kyu… tú y tus ocurrencias – rió – Bueno, te espero a las dos en la SM, quiero practicar ¡Es este lunes!
- De acuerdo, allá te veo, después te invito a cenar
- ¿A quién vas a ver y por qué la vas a invitar a cenar?
Preguntó una voz atrás de mí, era Sungmin, mirándome con una ceja alzada.
- Seo… te cuelgo… yo…
- ¿Está ahí? – preguntó y escuché el chasquido de su lengua – Kyu… no dejes que apabulle
- Sí… gracias… Annyeong
Dejé mi teléfono a un lado.
- ¿Y bien? – preguntó Minnie, viéndome fijamente - ¿Qué quiere Seohyun ahora?
- Minnie… - solté un suspiro – No te enojes – le pedí – Ya sabes que tengo una presentación de baile con ella
- Claro… como lo olvidé – dijo ella, sentándose en la mesa – Y tú que eres tan buen bailarín sobre todo
- ¿Qué insinúas?
- ¿Yo? – Minnie se señalo a sí misma – Nada – contestó – Solo que las perras siempre buscan formas perras para acercarse a su capricho
- ¿Estás diciendo que ella intenta seducirme?
- Tómalo como quieras Kyuhyun
- ¿Estás celosa?
Pregunté divertido.
- No, estoy enojada – contestó ella y yo la miré confundido – Me molesta ver lo idiota que eres al no darte cuenta de las intenciones de esa perra
- ¡Ey! – protesté - ¡Las cosas no son así!
- ¡Claro que sí!
- ¡Claro que no!
- ¡¿Qué no te das cuenta?! – preguntó ella, alzando la voz una octava - ¡Lo único que esa perra quiere es que te separes de mí! ¿O me vas a negar que ella no te lo haya insinuado?
Me quedé callado, pues si lo había dicho, justo ahora había sido la última. Minnie se cruzó de brazos y asintió dos veces, luego soltó una risita irónica y me miró. Yo bajé la mirada ¿Era verdad lo que ella decía o era producto de su imaginación? No sabía qué pensar, pues quería creer que Seo tenía buenas intensiones, no quería pensar que ella era una de las razones por las que mi relación estaba pendiendo de un hilo; aunque su mención siempre fue motivo de discusión, prefería pensar en ella como un factor y no un agente.
- Estás loca – le dije – Eso solo está en tu mente, en tus celos e inseguridades
- ¿Te atreviste a llamarme loca?
- Sí… - contesté - ¿He hecho algo que demuestre que tus suposiciones son cierta?
- Sí – contestó con seguridad – Siempre prefieres estar con ella que en casa
- ¡¿Cómo puedes decir eso?!
- ¡Lo veo todos los días! – gritó - ¡Siempre te largas para verla! ¡Siempre!
- ¡Eso no es cierto!
- ¿Cuántas veces has estado conmigo esta semana? – preguntó - ¿Cuántas veces has estado con ella en la semana?
- No es lo mismo, con ella solo trabajo
- ¡Pues no parece! – gritó, lanzándome un periódico que salió de quien sabe donde - ¡Termina y vuelve! – gritó - ¡No te largues a cenar con ella como siempre!
- ¡Solo soy amable!
- ¡Sí y tu amabilidad te llevará a tirártela uno de estos días!
- Pero… ¡¿Qué demonios dices?!
- ¡¿Eso es lo que esperas, cierto?! – siguió gritando - ¡Lo veo en tus ojos, lo deseas!
- ¡Eso no es cierto!
¿Cómo podía decir eso? ¡¿Cómo?! ¡¿Cómo mierda se le podía ocurrir algo así?!
- ¡¿Entonces por qué te encanta estar con ella?!
- ¡¿Sabes por qué?! – grité exasperado - ¡Porque al menos con ella puedo tener un momento de tranquilidad! ¡Porque ella no me está sacando en cara todo lo malo que en realidad no estoy haciendo! ¡Porque ella no es una histérica! ¡Y porque con ella me siento tranquilo! ¡Y tal vez tengas razón! ¡Me iré ahora a tirar con ella! ¡Así al menos te daré motivos para quejarte!
Su mano se estampó en mi rostro, haciéndome ver estrellas y trastabillar. Minnie me miraba con furia, derramando lágrimas. Me levanté del suelo y la miré fijamente ¿Cómo pude decirle todo eso?
- Vete…
Me pidió.
- Minnie…
- ¡Vete! – gritó, lanzando lo primero que alcanzó - ¡Lárgate!
Salí corriendo de la cocina y corrí a mi auto. Lo encendí y partí. Golpeaba el timón con todas mis fuerzas ¿Cómo pude decirle eso? ¡¿En qué mierda pensaba?! Ahora había sido mi culpa, podía haberla detenido pero preferí dejarme llevar por la ira, arruinándolo todo aún más.


***
- Tú tuviste algo que ver en mi accidente – miré a Minnie con miedo - ¿No es así?
- ¿De dónde sacas eso?
- No lo estás negando – Minnie miró al suelo – Me encontré a Seohyun en el parque – maldije para mis adentros a esa maldita perra – Ella me lo dijo – Minnie me miraba fijamente - ¿No me dirás nada?
- Minnie… yo…
- ¿Qué pasó esa tarde? – no era una pregunta, era una súplica – Quiero saberlo

- Yo… no puedo…
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ESPERO QUE LES HAYA GUSTADOOOO!!!

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 45

Capítulo 45





- Lo que debes de hacer es decirle tú mismo
- ¿Estás segura?
Le pregunté, terminando el café.
- Si yo fuera tú, Kyuhyun – mi suegra me miró con compasión – Quisiera que me lo dijeras antes de recordarlo y darme cuenta, de nuevo, que estoy viviendo una mentira – bajé la mirada y asentí – Recuerda como se puso cuando se enteró de que la abandonaste
- Sí… creo que usted tiene razón
- Tienes que ser fuerte y valiente – dijo mi appa y yo asentí – Solo siendo valiente podrás solucionar esto
- ¿Pero y si me deja de nuevo?
- Eso nunca lo sabrás si no le dices primero – miré a mi appa y miré la mesa, sintiéndome mal nuevamente – Tal vez comprenda, tal vez vea que en todo este año, mientras ella estuvo en coma, mientras estaba en ese estado de retraso mental, incluso cuando te alejaba por estar con amnesia, tú jamás te separaste de ella
- Appa…
- Sé valiente Kyuhyun…


***
- ¡¿Por qué demonios estamos discutiendo ahora?!
- Sabes qué… - Minnie me miró con enfado – Si eres tan idiota que no lo recuerdas, entonces mejor vete
- ¡Pero no entiendo!
Grité, viéndola salir de la casa rumbo al “Audi” rosa que le había comprado hace dos días.  Minnie se fue y yo me quedé parado sin saber qué hacer. Maldije por dentro; después de esa maravillosa noche pensé que todo estaría bien, pero no… al día siguiente de nuevo volvimos a discutir y fue por mi culpa: Había olvidado que el sábado tenía mi sesión de fotos con Vogue, y ese día había invitado a Minnie a almorzar, obviamente no le cayó bien el que tuviera otro compromiso cuando ya había hecho planes con ella. Al día siguiente de la sesión de fotos volvimos a discutir, pues en la sesión de fotos tuve que abrazar a Seohyun y eso no le gustó nada. Ahora los papeles se invertían; antes era Seohyun la novia celosa de mi amiga, y ahora era Minnie la novia celosa de mi media amiga ¡Era insoportable! ¡Y solo porque salía con Seohyun en China!
Una semana después, seguíamos discutiendo. Mi paciencia, tolerancia, energía, fuerza mental, todo se me estaba agotando, ya no podía más. En verdad amaba a Minnie, en verdad amaba estar con ella ¡Era la mujer de mi vida! Pero ya no podía aguantar más esta situación, menos con ella amenazando con irse cada dos por tres.
Era mi día libre, así que no hice nada, me dediqué a jugar Starcraft. A las doce en punto preparé el almuerzo, miré televisión e hice un poco de ejercicios ¿Qué más podía hacer? Todos volverían a las tres, tenía tres horas. Podía llamar a mis amigos, Hyuk y Yeye habían vuelto a Corea y estaban libres por lo que tenía entendido. Saqué mi teléfono pero ninguno contestaba, tal vez no estaban tan libres como pensé. Mi teléfono comenzó a sonar, pero no era ninguno de mis amigos, tampoco era Sungmin, era Seohyun. Dude en contestar, sabía que ella molestaba a Sungmin, pero no creía que algo malo pudiera pasar por simplemente hablar.
- Yeoboseyo
Saludé.
- Kyuhyun-ah – saludó ella - ¿Estás libre?
- Eh… sí…
Contesté dudoso.
- ¿Quisieras ayudarme con algo?
- ¿Qué cosa?
- Me han mandado a entrar en un concurso – explico – Es un reto para un programa de variedades
- Prosigue…
Pedí temeroso.
- Tengo que bailar con alguno de mis sunbae, y tú eres el único con el que me da confianza hacer esto
- Pero… no soy muy diestro bailando
- Oh… no hay problema – Seo rió – No será tan complicado
- Pues…
- ¡Vamos, oppa! – suplicó Seo – No tengo a nadie más
- De acuerdo… - terminé aceptando - ¿Quieres vernos ahora?
- Sí, por favor
- De acuerdo – acepté - ¿En dónde?
- En el edificio de la SM
Miré mi reloj, Minnie debía de llegar en unas horas y sabía que tenía el día libre ¿Estaría bien ver a Seo? No iba a hacer nada malo, solo ayudar a una amiga ¿Eso molestaría a Sungmin? probablemente, pero todo molestaba a Minnie ¿Cuál sería la diferencia? Definitivamente… mi paciencia se acabó.
Subí a mi auto y partí rumbo al edificio de la SM. Ahí estaba Seo, en la sala de baile, estirándose. Un hombre también estaba ahí, debía de ser el coreógrafo. Saludé a todos y comencé a estirarme junto con Seo; la verdad es que salir de la rutina de gritos e insultos era agradable, pero extrañaba a Minnie.
- Comencemos
Nos ordenó el coreógrafo. De verdad que era divertido hacer algo que no incluyera gritos y discusiones por mi trabajo o por estar con las personas inadecuadas. Seo y yo reíamos, bailábamos y volvíamos a reír cuando nos equivocábamos o cuando nos caíamos ¡Era muy divertido!
  - ¿Cómo van las cosas con Minnie?
Preguntó Seo, dándome una botella de agua.
  - Pues… mejorando – contesté – Van mejorando
  - ¿Aún la amas?
- Sí… - sonreí – Con todo mi corazón – miré a Seo, ella miraba el suelo – Puede que… peleemos todo el tiempo, pero… aún así la amo
- Eso es tan tierno
Dijo Seo de forma seria, levantándose y mirándose en el espejo.
- No negaré que a veces cansa, sobre todo cuando llego a casa cansado del trabajo y ella está enojada o Sunny despierta con deseos de jugar
- Parece que tener familia no es lo que tú esperabas
- Es peor… - solté – No tuve tiempo de hacerme a la idea de que tendría una familia, simplemente volví y resulta que tenía una hija. Todo lo que quería hacer, todos mis planes de vida, los vi esfumarse tan pronto me enteré de ello, todo cambió para mí el día que Sunny apareció en mi vida
- ¿No te agradó la idea?
- En un inició no – confesé – Es decir, vine a Corea con la idea de filmar un drama al que renuncié, pero terminé enterándome de que tenía una hija – recordé a la perfección ese día – Y luego vino Minnie y… ¡Santo Cielos! Es muy necia… no quería aceptarme de vuelta y eso… me desesperaba
- ¿Cómo ahora te está desesperando?
- Creí que… creí que las cosas podrían volver a ser lo de antes, en verdad lo creí y quiero seguir creyendo – miré a Seo, ella se arreglaba el cabello – Pero… nada resulta bien con ella, se está volviendo una histérica y…
- ¿Ya no la soportas?
- En verdad quiero que funcione, pero ella me pone trabas
- ¿Y qué piensas hacer para remediarlo?
- No lo sé… aún amo a Minnie, pero si las cosas siguen así… terminaré huyendo de mi propia cas
- ¿Tanto así?
- Tú no vives con Sungmin, es insoportable y lo único que desearía sería irte de su lado
- Muchas gracias eh… - dijo una voz y yo me giré, era Sungmin – Descuida, no tendrás que huir de tu casa, yo me iré
- Minnie… no, eso no fue lo que dije
Ella no me hizo caso, solo salió de la sala de baile. Yo me levanté del suelo y corrí hacia ella, llamándola. Antes de que entrara al ascensor la detuve, ella solo me miró.
- ¡Suéltame!
Gritó, zafándose de mi agarre y dándome una bofetada.
- Escúchame…
Le pedí, acorralándola contra la pared.
- ¿Qué quieres que escuche? – preguntó, empujándome - ¿Cómo soy una histérica y lo mucho que quieres irte?
- No me refería a eso… - volví a acorralarla – Sungmin… te amo
- Con todo lo que escuché lo dudo
- En verdad te amo pero…
- ¿Pero? – Minnie de nuevo se separó de mí y volvió a presionar el botón - ¿Preferías tu vida de famoso sin compromisos?
- ¿Qué?
- Es lo que dijiste – los ojos de Minnie se llenaron de lágrimas y sentí un nudo en el estómago – Tenías tantos planes, tantos y los arruiné
- No, no lo hiciste
- Sí… - las puertas se abrieron – Solo… regresa a tu vida y yo regresaré a la mía
- Minnie… - entré en el ascensor - ¿Por qué siempre quieres huir?
- Yo no soy la que huye
- Si lo haces… - mi voz se quebró – Ya no aguanto… ya no puedo, no así
- ¿Entonces qué? – me separé de ella - ¿Es el fin? ¿De nuevo?
- ¡Appa!
Gritó una voz; me giré, era Sunny.


***
- Hoy vi a Seohyun
Confesó, dejando su plato en el fregadero y mirándome desde ahí.
- ¿A si…?
- Sí – Minnie abrió el grifo – Fui a recoger a Sunny de la escuela y… me la encontré – mis manos comenzaron a temblar y sentí una presión en el pecho – Dijo que… debía de recordar lo que ocurrió esa tarde, que no fue nada bonito y que…
- ¿Qué más dijo?
- Toda mi vida cambió ese día y que si lo recordaba todo podría volver a cambiar
- Minnie…

- Tengo miedo de descubrir lo que me ocultas – miré a Minnie, ella era lo suficientemente inteligente como para saber que le ocultaba algo – Pero al mismo tiempo quiero saberlo

viernes, 17 de julio de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 44

NOS ACERCAMOS A LOS ÚLTIMOS CAPÍTULOS. MUCHAS GRACIAS A QUIENES LEYERON ESTE FIC, SOBRE TODO A DARA POR EL CONSTANTE APOYO :3 COMO PODRÁN APRECIAR, "ÁRBOL DE LA VIDA (EXO)" FUE ELIMINADO. MI MOTIVO PARA TOMAR ESTA DECISIÓN FUE QUE, A ESTA NOVELA "NO QUIERO ME OLVIDES (KYUMIN)" TIENE DOS PRECUELAS COMO YA HABÍA MENCIONADO; QUIERO SUBIR ESAS Y LUEGO LA DE EXO. ESPERO COMPRENDAN MI DECISIÓN.


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Capítulo 44






- Quiero saber qué pasó en mi accidente
Volvió a repetir Sungmin. Ella ya llevaba tres días consecutivos preguntando acerca de su accidente, la razón por la que perdió la memoria y demás. Yo tenía miedo de decirle, no podía decirle ¿Y si me volvía a dejar? Ese fue un tema que no solucionamos, porque ella y yo nos fuimos, dejando a Sunny con Henry aquella tarde, ambos nos fuimos enojados con personas distintas ¿Y si Minnie se enteraba de todo, como aquella vez? No podría soportar de nuevo separarme de ella y me maldecía por haber sido un idiota y haber dejado que eso pasara ¡Que imbécil fui!
- Ya te lo he repetido mil veces – contesté, mirando el periódico y viendo de forma fugaz la sección de espectáculos en busca de algo incriminatorio – Te estrellaste contra un camión, quedaste en coma y por algún milagro del “Dios de Siwon” conservaste al bebé en tu vientre
- Es que… hay algo más
- No hay nada más
Aseguré, mirando de reojo a Sunny.
- Es que Seo dijo…
- Seo no es buena persona, eso ya nos ha quedado en claro un sinfín de veces
- Pero es que ella dijo que tú estabas con ella cuando eso ocurrió
- Sí… discutiendo
- Sobre que era una tal por cual
- ¿Qué es una “tal por cual”?
Preguntó Sunny.
- Una niña mala que roba niños buenos
Le contestó Minnie.
- Ah ya…
- ¿Por qué discutían sobre eso?
Sentí nervios, no podía con esto, ella lo iba a descubrir.
- Porque hizo algo malo que afectó a mucha gente
- ¿Qué cosa?
- No… no te lo puedo decir
- ¿Por qué? – Minnie me miró con confusión – Y si tú estabas con ella, y yo estaba sola en mi auto… - miró a Sunny - ¿Cómo es que dejamos a nuestra hija sola?

- Sola no, con Henry oppa
Explicó Sunny y yo me golpeé mentalmente la frente.



- ¿Henry estuvo ese día? - preguntó Minnie y yo asentí con pesar – Entonces… él me puede decir qué pasó aquella tarde
- Él te dirá lo mimo que te he dicho yo – dejé el periódico a un lado - ¿Por qué tanto interés? – preguntó con nervios – Ya te recuperaste, estamos juntos de nuevo, con nuestras hijas, siendo felices
- Es que… - Minnie me miró y luego miró su plato – Hay algo que… que aún no recuerdo – las manos comenzaron a sudarme – Y eso no me deja tranquila
- No debe de ser nada
- Kyuhyun… me estás ocultando algo…




***
La música comenzó y salí a escena con Seohyun. La canción que estábamos interpretando era romántica y agradable (https://www.youtube.com/watch?v=qPbpBL5mD_g ) Sabía que había un grupo de fans a las que siempre les gustó la pareja que hacía con Seohyun, pero lamentablemente no era verdad, porque el Kyumin nunca murió. Las personas aplaudían y gritaban, yo me sentía emocionado por dentro, incluso se me había olvidado los problemas.
Terminamos de cantar y bajamos a los camerinos. Seohyun me dedicó una de sus radiantes sonrisas y yo le correspondí con lo mismo. Entré en mi camerino y me encontré con mi amor: Mi botella de vino. Había adquirido un profundo amor por esa botella; su olor, su contenido, todo en ella me calmaba. Me serví una copa y comencé a beber, desde ayer había estado bebiendo el dulce néctar, y ya me había acabado cuatro en lo que iba del día.
Tomé mi teléfono, Minnie y Sunny me sonreían desde la pantalla, le di otro trago a mi copa ¿Por qué Minnie desconfiaba tanto de mí? Jamás le haría algo malo. Pero hiciera lo que hiciera, siempre terminábamos en una batalla campal y mi paciencia, tolerancia, todo, se me estaba acabando. Desde que empezamos a vivir en casa, además de no dejarme tocarla de cualquier forma que no fueran besos y abrazos, no habíamos parado de discutir ¿Cómo podíamos ser felices de esa forma? Y por otra parte estaba mi falta de atención; Minnie apenas y me prestaba atención, más estaba pendiente de su trabajo, el jardín, evitar que me acueste con ella, y Sunny ¡Ya no lo soportaba! Quería que todo volviera a ser como siempre, quería que mi Minnie volviera, no esa mujer que requintaba por todo y solo soltaba remilgos.
- Kyuhyun, debes de volver para la premiación
Me indicaron y salí del camerino hacia mi silla para seguir presenciando los premios “MAMA”
- Y el premio a “Canción del año” es para… - empezó a decir la MC - ¡Cho Kyuhyun!
Intenté levantarme, pero el vino me tenía flipado. Con dificultad subí las escaleras y casi tropiezo. Tomé mi premio y me acerqué al micrófono. Podía sentir la mirada de todos en mí, debían de preguntarse por qué estaba ebrio en una premiación, pero ni yo mismo conocía la respuesta.
- Gracia… - solté una risita, tambaleándome hacia adelante y hacia atrás – Gracias por los que botaron por mí y por los que no – más risitas de mi parte y del público – Bueno… esta era la única categoría que realmente me importaba… - las personas se quedaron en silencio – Así que me iré a casa a celebrar con mi familia y si gano en las otras tres categorías a las que fui nominado… - reí de nuevo – Pues mándenme el premio por correo – me reí de nuevo – Annyeong… - caminé unos pasos y caí al suelo, riendo. Me levanté y tomé el micrófono de nuevo - ¡Lo siento! – las personas se veían entre ellas y yo seguía riendo por algún extraño motivo - ¡Te amo Kim Sungmin! – solté – Espérame que ya estoy yendo a casa – volví a reír – Ahora sí, gracias… Annyeong
Volví a caminar hacia las escaleras y bajé de ellas. Hangeng se me acercó y me dio un vaso con agua. Yo seguía riendo y sentí como él me llevaba lejos de todos.
- ¿Me puedes decir qué demonios te sucede?
Preguntó.



- ¿Tienes novia?
- ¿Qué?
Mi manager me miró con el entrecejo fruncido.
- ¿Tienes novia? – volví a preguntar – Porque si no la tienes, te felicito… - reí de nuevo – Tener novia es una mierda, es muy complicado
- Kyuhyun… si has tenido problemas con Sungmin… te rogaría que los dejaras para tu casa, que no los trajeras a eventos públicos
- Ey…. – me tomé el tabique con una mano y cerré los ojos – Se supone que cambié a Dongie por ti porque eres comprensivo
- Lo soy, me puedes hablar de tus problemas y siempre estaré dispuesto a aconsejarte pero…
- Pero no debo de hacer el ridículo en público, lo entiendo
Palmeé su mejilla y él tomó mi mano.
- Acabas de dar un espectáculo allá en el escenario… - Hangeng lucía enfadado, me daba risa su expresión – Te llevaré a casa y más te vale estar presentable el sábado
- Lo estaré
Le aseguré, siendo empujado por Hangeng en el auto. Recosté mi cabeza en la ventana, viendo los edificios pasar en mi trayecto a casa. Vi mi casa, misteriosamente la luz de mi habitación estaba encendida, Sungmin no debía de haberse dormido aún a pesar de que es muy tarde. Hangeng me bajó del auto, se despidió, advirtiéndome sobre algo que tendría que hacer el sábado, y se fue.
Entré en mi casa, después de haber atravesado tambaleante el camino adoquinado. Mi casa estaba oscura, pero veía luz salir de la rendija de la puerta de la cocina. Abrí la puerta y me encontré a Minnie en su camisón rosa, bebiendo café. Ella me miró y luego dejó su café a un lado, cruzándose de brazos.
- Te estuve esperando
Dijo, mirándome fijamente.
- Gracias…
- ¿Por qué has estado bebiendo?
Preguntó y yo la miré.
- ¿Es muy notorio?
Reí.
- ¿Qué te sucede? – preguntó con enfado, acercándoseme - ¿Por qué has bebido?
- ¿En verdad quieres saber? – pregunté, acercándome también a ella – Es tu culpa
- ¿Mi culpa? – Minnie se señaló así misma y me miró con enojo - ¿Acaso te serví las copas de vino? ¿Te dije que tomaras? ¿Te dije que hicieras el ridículo en los “MAMA”? ¿Cómo puedo yo ser la culpable de tu borrachera?
- ¡Sí, si lo eres! – grité - ¡Estoy intentando ser un buen novio y ser un buen appa! – sentí una presión en el pecho y un escozor en los ojos - ¡Pero tú siempre encuentras algo malo en mí! ¡Ya no lo soporto!
- ¡No tendría que enojarme contigo si hicieras las cosas bien!
- ¡Sungmin, lo intento, en verdad lo intento! – grité aún más alto - ¡Pero esperas algo de mí que no te puedo dar! ¡Y me haces sentir miserable por ellos!
- Kyu…
- ¡Y ya estoy harto! – me llevé las manos a la cabeza - ¡Se supone que debo de llegar a casa, a relajarme de mi estresante trabajo! ¡Ser famoso no es fácil Minnie! ¡No me deja estar con ustedes! ¡Pero llego aquí y en lugar de paz encuentro la Tercera Guerra Mundial!
- ¡Yo también intento que esto resulte!
- ¡Pues no parece!
- ¡Claro que sí!
- ¡No lo noto! – grité y vi como los ojos de Minnie se llenaron de lágrimas - ¡Ayer llegué a tiempo y de todas forma terminamos discutiendo!
- ¡Eso fue porque estabas con Seohyun en lugar de estar en casa!
- ¡¿Y para qué iba a venir?! – pregunté con enfado - ¿Para ver el desastre que hicieron en mi casa? ¿Para seguir discutiendo contigo? Minnie… me estás ahogando – la tomé de los hombros y la miré fijamente - ¡¿Que no ves que me estás asfixiando?!
- ¡Suéltame! – Minnie me empujó y ella se tambaleó hacia atrás – ¡Si soy un problema para ti, entonces lo mejor es que me vaya! ¡Tal vez las cosas no funcionarán nunca entre tú y yo! ¡Quizá todo ya se perdió!
- Minnie…
Me volví a acercar a ella.
- Tenía tanto miedo de que me vuelvas a decepcionar, a traicionar, que tal vez yo terminé arruinando todo
- Minnie… - la volví a tomar desde los hombros – Conejo… - ella me miró fijamente, había lágrimas cayendo por sus mejillas - ¿Qué no te das cuenta, que sin ti no soy nada?
- Kyu…
- Por tres años lo único que he hecho, inútilmente, ha sido intentar olvidarte y fracasé en mi intento – la miré – Creí que ya no sentía nada hasta que te volví a ver y me di cuenta que todo ese amor que te tenia, nada ha cambiado – me acerqué a sus labios – No te puedo dejar ir, no te puedo perder de nuevo
Y entonces nos besamos, como nunca antes nos habíamos besado, porque era un beso de promesa, prometíamos que íbamos a esforzarnos más. Minnie rodeó mi cuello con sus brazos y yo la acerqué más a mi cuerpo, extrañaba la sensación de tenerla cerca. Tomándola de la cintura, la subí a la encimera y continué besándola, ella correspondía de la misma forma feroz en la que yo besaba sus labios.
- Kyuhyun…
Suspiró cuando descendí a su cuello.
- Minnie… te amo
Dije, pasando mis manos por sus piernas.
- Yo también te amo – Minnie tomó mi rostro entre sus manos y me dio un beso – Estoy lista…
No dijo nada más, solo juntó nuevamente sus labios con los míos y volvió a rodear mi cuello con sus brazos. Mi cabeza estaba hecha una maraña de sensaciones y mi estómago tenía un sinfín de mariposas. Le quité el camisón a Minnie, dejándola solo en sus bragas. Ella comenzó a quitarme el saco, el cual, con desesperación, me terminé quitando yo solo.
Iba a ser la primera vez, después de tanto tiempo, que lo íbamos a hacer, que íbamos a hacer el amor, que íbamos a entregarnos el uno al otro. No podía caber de emoción, pues no solo era el hecho de que podía, por fin, volver a tocarla de esa forma, sino que esto afianzaba nuestra unión, nuestro amor, del cual Sunny fue producto.
Mi camisa y mi cinturón salieron disparados; la suave mano de Minnie se coló por mi pantalón y descendió hacia mi entrepierna. Solté un suspiro y la apreté contra mí, rozándola y haciendo que ella también lo sintiera. Sungmin respondió con un gemido y me apretó más contra su cuerpo, maximizando el roce y soltando más suspiros.
- Kyu… te necesito…
Pasé mis manos por el elástico de sus bragas y con lentitud se las fui quitando. Aquellas bragas rosas con conejitos salieron volando y mis manos empezaron a acariciar su flor. Minnie soltó un gritito y me apretó contra ella. Comencé a besar su cuello, luego descendí a sus pechos y ahí me entretuve un rato, acariciándolos, saboreándolos y haciendo que ella disfrute. Minnie jaloneaba mi cabello y tiraba de él, yo solo fui descendiendo. Llegué a sus piernas y comencé a besarlas, luego, con suma delicadeza, las abrí, dejando a mi vista su deliciosa flor. Acerqué mi rostro, rozando mis labios con sus pétalos.
- Minnie…
Susurré, antes de lanzarme hacia su sexo.
- Ah…
Soltó ella, jalando más de mis cabellos. Continué con mi labor hasta que Minnie empezó a temblar, gritando mi nombre. Minnie jaló de mis cabellos de nuevo, atrayéndome hacia su rostro y besándome con desesperación. Comencé a acariciar el cuerpo desnudo y sudado de mi novia, la única que me hacía sentir vivo. Las manos de Minnie, velozmente, desabotonaron mi pantalón y los tiraba hacia abajo. Me terminé de desnudar, mirándola en todo momento. Nos volvimos a besar, intentando estar más cerca el uno del otro, rozando nuestros cuerpos, sintiéndonos.
- Te amo Minnie, jamás dudes de eso
- Yo también te amo, mucho… - Minnie repartió miles de besos alrededor de mi rostro – Hazlo Kyu… quiero sentirte… - moví mis caderas, intentando situarme bien – Ah… - suspiró cuando intenté hacer presión – Hazlo ya… - entonces me introduje en ella - ¡Ah… Kyu!
- ¡Minnie…!
Comencé a moverme, lento, intentando que pudiera sentir al máximo mi demostración de afecto.
- ¡Oh… Dios… Kyuhyun!
Minnie volvió a rodear mi cuello con sus brazos, besándome con ferocidad. Rodeó mi cintura con sus piernas, evitando que me separara mucho de ella y profundizándome en su interior. Comencé a acelerar, se sentía muy bien, se sentía delicioso. En tres años no había estado con ninguna chica, era mucho tiempo, y ahora estaba haciendo el amor con la única chica que realmente amaba.
- ¡Minni! – grité, acelerando - ¡Oh… Minnie!
- ¡Más…! – me pidió, soltando mi cuello y recostando su espalda en la encimera - ¡Por favor, más!
- ¡Te amo, mi amor, te amo!
Aceleré más mi ritmo, recostándome en ella y besando sus pechos.
- ¡Ah!
Gritó.
- Minnie… - pronuncié con dificultad, sintiendo que mi interior iba a explotar – Ya no aguanto… voy a terminar
- Yo igual… - dijo ella, alzando un poco las caderas – Hazlo amor…
Y entonces me liberé en ella, gritando su nombre, pues la amaba y era la única con la que podía hacer esto. Los brazos perdieron su fuerza y me dejé caer, recostando mi cabeza en su pecho que subía y bajaba con rapidez. Minnie me acarició el rostro y entonces nos besamos.
- Omma…
Minnie y yo miramos la puerta, ahí estaba Sunny con su “Conejo”, mirándonos fijamente.



- ¡Sunny!
Gritamos ambos, separándonos. Yo empecé a buscar en el suelo mi ropa, sintiéndome muy avergonzado. Minnie estaba roja y yo le iba pasando su ropa interior, ella se los ponía con rapidez.
- ¿Qué hacían?
Preguntó mi hija, acercándose.
- Nosotros…
Minnie me miró, yo negué con la cabeza, no quería hablar de ese tema con mi hija de tres años.
- ¿De nuevo peleaban?
Minnie y yo nos miramos ¿Sunny se daba cuenta de nuestras peleas? Normalmente eran en las noches, cuando ella supuestamente dormía.
- No, mi cielo
- Es que parecía que estuvieran luchando
- ¡Jugábamos!
Grité, saliendo de mi escondite, con la camisa abierta y los boxers puestos.
- Ah… ¿Yo puedo jugar?
- ¡No! – exclamó Minnie, poniéndose más roja - ¿Qué haces fuera de cama? Deberías estar en tu habitación, descansando, durmiendo
- Siempre bajo a esta hora por algo de agua – explicó Sunny – Normalmente en las noches me despiertan con sus gritos, y hoy también me despertaron con sus gritos
- Oh… pues
Minnie me miró en busca de ayuda, yo de nuevo negué con la cabeza.
- Ten tu agua
Fue lo único que dije, extendiéndole un vaso a Sunny.
- Gracias… - mi hija bebió todo de un sorbo – Volveré a la cama
- Sí…
Mi hija se fue y entonces solté un suspiro.
- Eso fue lo más… - miré a Minnie, su rostro parecía un tomate – Vergonzoso que me ha pasado – luego me miró – Y tú no me ayudas
- ¿Querías que le de la charla de las abejas y las flores?
Le pregunté, tomándola de la cintura y acercándola a mí, ella sonrió por eso.
- No… es muy chiquita – me dio un beso – Vamos a la habitación
- Vamos…


***
- ¿Qué puedo hacer?
Le pregunté a mi hyung y a mi dongsaeng.



- La verdad… es que por primera vez no sé qué decirte – contestó mi hyung




– Ya hablé con Heechul, ella no le dirá nada a Minnie, nadie de la familia lo hará, todos esperan que tú lo hagas, sobre todo los Kim
- Siwon hyung… tengo miedo
- Hyung… - miré a Henry





– Si tanto amas a Minnie… ¿Por qué lo hiciste?
- Porque soy un imbécil que se dejó llevar por el alcohol
- Esa chica, Seohyun, es mala…
Dijo Siwon hyung y yo asentí.
  - Pero no solo ella, también fue mi culpa, una que tendré que cargar para siempre… - me lleve las manos al rostro y empecé a llorar - ¡¿Cómo le pude hacer esto a Sungmin?!