Capítulo 7
Desperté con una sonrisa en el rostro ¿Por qué?
Porque el día era brillante, tenía un buen trabajo, cheques con sumas
exuberantes en el bolsillo, y porque había hecho sonreír a Key con sinceridad.
Me levanté de mi cama, la tendí tarareando una
canción. Joon se removió incómodo en su cama, debía de estar haciendo mucha
bulla para él. Decidí que no lo despertaría, él había tenido que cubrirme toda
la noche mientras yo paseaba por los bosques del hotel con Jinki y Key. Sonreí
al recordar la conversación sobre las múltiples caídas de Jinki y lo mucho que
Key amaba a sus perros y a Jinki.
Definitivamente la había juzgado mal. En una
noche Key me demostró que era totalmente distinta a lo que todos pensaban,
incluso distinta a lo que sus padres creían ¿Cómo unos padres podían saber tan
poco sobre su hija? Había conocido una parte de esa Key desconocida y oculta,
de esa verdadera Key.
Salí de la habitación y caminé lentamente hacia
dentro del hotel, subí por el ascensor hacia el piso seis, tenía que dejar en
su lugar unas cosas que había tomado de una de las habitaciones. Comencé a
caminar tranquilamente por ahí, me sentía tan pacifico, me sentía tan…
diferente. Definitivamente, hacer el bien a alguien te hacía sentir bien.
- ¿Has
visto a Joon y Jong?
Preguntó una voz antes de que doblara la
esquina.
- No –
contestó otra voz – Creo que vi a Joon en las cocinas, lavando los platos
- Es que
no he visto a Jonghyun, no ha firmado el cuaderno de empleados y tampoco está
en su habitación
- Creo
que debe de estar en los establos
- Vamos
para allá
Mi pulso se aceleró y corrí lejos, evitando ser
visto por esos dos empleados. Respiré hondo, escondido detrás de una columna,
viendo como dos de mis supervisores caminaban hacia mí ¿Qué haría? La
habitación 615 estaba a mi lado, pero no podía entrar sin ser visto ¿Qué haría?
Me verían con ese traje y se darían cuenta que lo robe porque yo jamás podría
comprar uno ¿Qué podía hacer…?
-
¿Juegas a las escondidas? – preguntó una voz, sobresaltándome – Quiero jugar
-
¡Jinki!
Exclamé al verla.
- ¿Desea
usted desayunar con nosotras? – preguntó de pronto – Vamos a pedir “Servicio a la Habitación” y estaba
dirigiéndome a su habitación… ¿Es la 615, verdad?
- Eh… -
miré de reojo a mis supervisores – Sí, acepto, vamos
-
Genial, Key-shi estará encantada con su presencia
Fue lo único que dijo Jinki, dirigiéndose a la
620 y abriendo la puerta. Entré a la carrera y cerré la puerta tras de mí,
cerrando los ojos. Intenté calmar mi respiración, tomándome el pecho con una
mano, y entonces abrí los ojos…
Ahí,
sentada en el alfeizar de la ventada, alumbrada por la luz del sol, y luciendo
un camisón lila, estaba Key con la vista fija en un libro, ajena a todo.
Me quedé viéndola, parecía un ángel con una
aureola dorada. Parpadeé varias veces, me había quedad impactado con semejante
belleza, pues no podía negar que la belleza de Key era superior a la de
cualquier chica, y creo que ella lo sabía.
- Buenos
días, señorita…
Saludé, haciendo una venia. Key alzó la mirada
de su libro y me miró fijamente. Un rubor empezó a subir a sus mejillas y luego
miró a su amiga con severidad.
- ¡Jinki!
– la chica cerró su libro y lo dejó a un lado, luego corrió hacia su cama y
tomó su bata, parecía de seda – Cuando te dije que me gustaría volver a
conversar con este muchacho, no me refería a que lo trajeras para desayunar –
miré Jinki, ella solo bajaba la mirada - ¡Y menos viéndome en esta fachas!
- Lo
siento… fue mi error, no te enojes
Le pidió Jinki y Key la fulminó con la mirada.
- Eh… yo
también lo lamento – dije, sintiéndome nervioso – No te enojes con Jinki noona,
ella es muy linda
-
Gracias…
Jinki se sonrojó y ahora era yo quien era
fulminado con la mirada por Key.
- Bueno…
ya que está usted aquí – empezó a decir Key, sentándose en la pequeña sala de
la habitación - ¿Desea usted desayunar con nostras?
- Pues…
- miré a Jinki, ella asintió sonriente – Sería un honor acompañar a tan bellas
damas
- Es un
usted un atrevido – rió Key – Tome asiento Jonghyun oppa – indicó y yo obedecí - ¿Cómo ha amanecido hoy, Jonghyun oppa?
- Muy
bien, gracias
Sonreí y ella hizo lo mimo
- Me
alegra – Key sonrió, definitivamente esta era la Key verdadera – Disculpe mi
atrevimiento al querer invitarlo
- No se
preocupe – la miré, ella miraba sus manos, se veía tan… tierna y tímida – Yo
pensaba hacer lo mismo con ustedes
- ¿En
serio?
- Sí –
mentí sonriendo – Le dije que iba a ser un buen amigo y me pareció que era la
mejor forma para comenzar
- Por
supuesto – asintió – Que mejor que un momento para charlar
- Era
eso o llevarlas a la feria que los isleños montaron
-
¿Feria?
- ¿Nunca
ha ido a una?
Pregunté y ella negó.
- Yo sí
he ido a una – intervino Jinki sonriendo – Son divertidas
- Lo son
– asentí sonriente - ¿Qué es lo que más le gusta de las ferias, Jinki noona?
- Los
juegos y el pollo frito
- Me lo
imaginaba
Ambos sonreímos.
- Me siento
apartada de la conversación – se quejó Key, mirándonos ceñuda - ¡Dejen de
hablar entre ustedes dos!
- Lo
lamento – se disculpó Jinki noona, aún sonriendo – Jonghyun-shi, es usted una
persona muy agradable
- Lo
mismo digo de usted Jinki noona
- ¡Ya! –
exclamó Key, cruzándose de brazos - ¡Les dije que no me excluyan de la
conversación! – se volvió a quejar – Onew, pide el desayuno por favor
-
Enseguida…
Dijo ella, levantándose del sofá y yendo hacia
el teléfono.
- Entonces… - dijo Key, mirándome - ¿Nos iba a
llevar a la feria de los isleños?
- Era
una opción, pero usted…
- Jamás
he ido a una
Completó y yo la miré, luego sonreí.
- Sabe
qué, Key-shi – ella me miró con curiosidad – La llevaré esta noche
- ¿Qué?
- Las
llevaré a ambas a que conozcan una parte de la isla
- Pero
no creo que… no creo que debamos
- ¿Por
qué no? – pregunté, mirándola confundido – Será divertido, una nueva
experiencia para usted
- No
creo que este en lo que mis padres llaman “Experiencias
que debería tener”
- ¿Qué?
La miré aún más confundido.
- No
creo que a mis padres les agrade la idea de salir fuera del hotel a conocer una
feria de isleños, mucho menos sin ellos – la miré sin poder creer lo que oía –
Jamás me dejan salir a ningún lugar extraño si no es con ellos
- ¿Qué?
– volví a preguntar sorprendido – Kibum… tienes quince años – le recordé – Las
chicas de tu edad salen con amigas, de compras, a fiestas, pijamadas…
- No
creo que eso me lo permitan mis padres – volvió a decir, mirando sus manos – Y
las únicas pijamadas que he tenido han sido con Jinki en mi casa
-
¿Obedeces todo lo que te dicen tus padres?
Pregunté, pues hace unos días podía negarlo
totalmente.
- Tengo
que – contestó, mordiéndose el labio inferior – No quiero que…
- ¿No
quieres que te vuelvan a tratar de esa forma?
- Solo
si soy obediente mis padres me querrán
Abrí mis ojos a todo lo que daban ¿Qué acababa
de decir? ¿Era cierto lo que acababa de oír? ¿Cómo podía una persona creer que
si obedecía al cien por ciento a sus padres, estos la querrían más? ¿Cuán
herida puede estar una persona como para creer eso? De nuevo sentí una presión
en mi pecho. Miré a Key, ella se mordía el labio inferior y miraba sus manos.
El deseo de abrazarla fuertemente volvió a apoderarse de mí ¿Estaba bien vivir
así? Recordé la charla de accionistas de la que fui presente; la forma en la
que esos hombres hablaban de sus hijos, como si fueran pedazos de arcilla que
ellos podían modelar a su gusto… eso no estaba bien. Mis padres siempre me
decían que cada persona era independiente, de que cada persona era singular,
única en todo sentido; mis padres siempre me habían dicho que siguiera mi
propio camino, que ellos solo me aconsejarían para que supiera lo que era bueno
o no, y así yo caminar y decidir qué camino tomar. Pero que me impongan hacer y
ser de una forma, eso era imposible, y rayaba en lo cruel si escuchabas las
palabras de Key.
- Key… -
ella me miró, se veía triste – Te juro que no habrá problema alguno si haces,
por una vez en tu vida, algo que realmente quieres
- No
creo que…
- No
quiero volver a escuchar un “No creo que”
de tus labios – ella me miró con los ojos bien abiertos – Te llevaré esta
noche lejos de todo este mundo – me acerqué a ella – Y te prometo que la
pasarán bien y no tendrás ningún problema
- ¿Cómo
puedes estar tan seguro?
- Porque
saldrás conmigo
- ¿Y
usted es…?
Key me miró con una ceja alzada y yo sonreí.
-
Déjemelo a mí, le aseguro que no pasará nada malo
- De
acuerdo… - aceptó ella al final – Confiaré en usted
- Le juro que no se arrepentirá
- Eso
espero…
Fue lo único que dijo ella y entonces la puerta
fue golpeada.
- Debe
de ser el desayuno, yo iré por él
Dije, levantándome del sofá y caminando hacia la
puerta.
- Pide
que lo carguen a la cuenta de la habitación
Me indicó Key y yo asentí, abriendo la puerta…
-
¿Jonghyun?
- ¿Joon?
- ¿Qué
demonios haces acá? – preguntó, jalándome fuera de la habitación - ¿De quién es
esta habitación? ¿Por eso no has ido a trabajar? ¿Sabes los malabares que he
tenido que hacer para que no nos pongan una falta?
- Joon… yo…
-
Jonghyun oppa… - llamó, desde adentro, la voz de Key - ¿Necesita ayuda?
- No…
está todo bien
Dije, mirando a Joon, quien tenía una mano en su
rostro.
- Dime
por favor que no es esa chica…
- Joon…
- ¿Qué
demonios haces, Jonghyun?
- Nada –
contesté – No es nada
-
¡¿Nada?! – preguntó Joon, enojado, pero sin alzar la voz – Estás… con una
huésped ¡En su habitación!
- No es
lo que parece, solo desayunamos
- ¡Ni si
quiera deberías estar haciendo eso! – Joon se llevó ambas manos al rostro -
¡Jonghyun, estás rompiendo las reglas!
- ¡No me
estoy involucrando con una huésped!
- Pensé
que lo que intentabas era hacerte pasar por un rico ¡No liarte con un huésped!
- ¡No
hago eso! – apreté los puños – Intento ser un buen oppa
- ¿Qué…?
- Y si
me disculpas, este es nuestro desayuno…
Intenté llevarme el carrito con comida, pero
Joon me lo impedía.
- Detén
esta locura – me pidió y yo miré la comida fijamente – Por favor, esto es
pasarse, Jonghyun, sé razonable
- Solo
será esta vez, lo prometo…
- ¿Es en
serio? – preguntó – Me has estado diciendo esa misma frase desde hace mucho y
sé que es mentira
- Hyung…
- Sea lo
que sea que estés pretendiendo… - me miró fijamente - ¿En serio vale la pena?
¿No era acaso tu sueño hacer algo por el “Hotel
SHINee”?
- Hyung…
- Y no
podrás hacerlo si te meten en prisión por robo, estafa y demás
- Hyung…
¿Cómo sabes…?
- Soy tu
mejor amigo, babo – me dijo y yo miré a otro lado - ¿Cuánto más creías que
podías ocultármelo?
- Yo…
-
Jonghyun oppa… ¿Por qué demoras?
Miré a Joon y este se cubrió el rostro con la
fuente.
- Es
que… le estaba diciendo al mesero que… - miré a Joon – Hubo un error con el
pedido y enseguida trajeron el correcto, lo tenía otro mesero
- Oh… -
Key me miró con el entrecejo ligeramente fruncido, le acaba de dar la respuesta
más absurda del mundo – Entonces ya entra, tenemos hambre – sacó un poco de
dinero de su monedero – Tenga… muchas gracias
-
Gracias…
Dijo Joon, tomando el dinero y guardándolo en su
bolsillo. Entré con el carrito en la habitación y comenzamos a desayunar,
conversando y riendo. Me sentía un poco incómodo, Joon sabía lo que estaba
haciendo, lo que estuve haciendo. Miré a Jinki y Key, ahora menos que nunca podía
detenerme, tenía que seguir haciéndolo, para cubrir mis mentiras.
¿Por qué simplemente no paraba? Debía de dejar
de hacerlo, decir que tenía que irme antes y volver a mi vida normal lejos de
los de la “Alta Sociedad” ¿Por qué no
lo hacía? ¡¿Por qué demonios seguía con esta locura?!
- Esto
está delicioso – dijo Key, sonriendo - ¿No lo cree usted, Jonghyun oppa?
- Por
supuesto que sí
Key sonrió de nuevo y yo hice lo mismo,
definitivamente no podía para de mentir.
- Ahora
que ya terminamos de desayunar… - habló Jinki, dejando su plato de pollo frito
a un lado - ¿Qué podemos hacer para no aburrirnos?
- ¿Darle
la trigésima vuelta al hotel? – sugirió Key, arrancando una risita a su amiga –
Tenemos todo el día hasta la noche – me miró - ¿Qué podemos hacer?
- ¿Qué
les parece un paseo en caballo?
- ¡Oh,
eso sería increíble! – aplaudió Jinki – Cabalgar no está en la lista de
actividades de la señora Kim – se quejó, cruzándose de brazos - ¡Vamos, Key,
acepta!
- ¿Pero
y si nos ensuciamos? – preguntó Key y yo solté una risita – Es que mi omma dice
que no debemos de hacer algo que nos ensucie
-
Key-shi… - intenté dejar de reír – Deje de preocuparse y vuelva a ser esa chica
que me llamaba “Perro” – pedí y ella
me miró con una ceja alzada – Al menos ella era valiente
- ¿Estás
diciendo que soy una miedosa? – preguntó con indignación – Primero que nada, “Perro”, no te permito que te burles de
mí; y segundo: No me gusta ensuciar mis vestidos
- Bueno…
es eso o ir a la piscina
- No…
prefiero los caballos – Jinki hizo un puchero y miró a Key – Por favor…
- ¡Aish!
– exclamó Key con enojo - ¡Está bien!
- ¡Sí!
Jinki aplaudió y le dio un abrazo a su amiga.
- ¡Ya! –
gritó Key - ¡Me arrugas la ropa y me estás despeinando!
Me reí por la escena. Tal vez Kibum era una
combinación de esa chica mimada y de esa chica dulce. Key me fulminó con la
mirada y yo dejé de reír al instante, mirando mis pies; ella también tenía un
lado tenebroso y lo dejaba salir a través de sus ojos felinos.
Las chicas entraron en la habitación y yo me
quedé esperando en la sala. Miré todo lo que me rodeaba, todo se veía tan caro.
Miré la puerta de la habitación de Key y Jinki; si no las hubiera conocido, si
no me hubiera tropezado con Key aquel día, no estaría ahí sentado en ese momento,
con miles de wons en el bolsillo esperando por ser gastados en el “Hotel SHINee”. Al final, al parecer, le
debía algo a esta mimada niña.
- Lista
Dijo Jinki, acomodándose el cabello. Ella había
dejado su vestido por un simple conjunto de pantalón y blusa, se veía muy
bonita. La puerta de la habitación se abrió de nuevo y apareció Key. Me quedé
anonadado, se veía… la palabra “Hermosa” se
quedaba corta. Key definitivamente era una chica muy bella, creo que la más
bella que he conocido.
- ¿Cómo
me veo?
Preguntó tímidamente.
- Eh…
Balbuceé y Jinki rió.
-
Dejaste a Jonghyun sin palabras
Rió ella y Key miró al suelo, sonrojada.
-
Vámonos
Indiqué y las dos amigas asintieron, engarfiando
sus brazos. Caminamos entre risas y conversaciones hacia los establos, en
verdad que la presencia de ambas era muy agradable ¿Cómo pudo haber un momento
en que detesté a Key? Era increíble como tan rápido había dejado de pensar en
ella de esa forma, ahora la veía como una buena persona, alguien agradable.
Llegamos a los establos, Key miraba a todos
lados con una mueca, yo intenté reprimir una risita. Jinki también miraba a
todos lados, pero ella lo miraba todo con maravilla. Sonreí, me alegra estar
haciendo felices a ese par de extrañas.
-
Jonghyun-shi…
Miré al hyung de los caballos, empecé a sentirme
nervioso de nuevo.
- Tres
caballos
Pedí.
-
Cárguelos a la habitación 620
Se apresuró a decir Key.
- Eh… -
el hyung me miró y miró a las chicas, yo tragué saliva – En seguida…
- Key…
usted no sabe cabalgar
Comentó Jinki y Key hizo un puchero, parecía que
estaba a punto de hacer un berrinche.
- Puede
ir conmigo
Sugerí y Key asintió.
-
Entonces solo dos caballos… - dijo el hyung de los caballos, yéndose a ensillar
– En seguida, Jonghyun-shi
- Veo
que… - Key me miró confundida – El empleado te conoce
- Es que
soy muy amistoso – contesté con calma – Por eso me llevo bien con todos,
incluso con los empleados de este hotel – sonreí – Además, heredaré el hotel de
mi padre, tengo que saber cómo tener una buena relación con mis empleados
- Sí… -
fue lo único que dijo ella, solo esperaba haberla convencido – Usted tiene una
personalidad brillante – aceptó y yo solté un suspiro – Como si fuera un pedazo
de joyería… - me reí por la comparación – Es como si su personalidad gritara “Mírenme, bling, bling, soy Kim Jonghyun,
bling, bling, mírenme”
- Soy un
“Bling, bling” entonces
Acepté riendo, ella me imitó.
- Me
perdí el chiste
Se quejó Jinki, cruzándose de brazos.
- Que “Bling, bling,” te lo cuente
- ¿Quién
es “Bling, bling”?
- Soy yo
– sonreí, alzando la mano – Es mi nuevo apodo – miré a Key y ella sonrió – Me
gusta mucho
- Aquí
están…
Dijo el hyung de los caballos.
-
Gracias
Dijimos, haciendo una venia.
- Yo
quiero este
Pidió Jinki, subiendo con facilidad en el
animal.
-
Ayúdame a subir – pidió Key, llevándome hacia el otro caballo – Por favor…
- Sí…
Me paré delante de ella ¿Cómo la ayudaba ahora?
No había un banquito ni nada como para ayudarla ¿Le hacía un escaloncito con
las manos? No, lo más seguro es que se terminaría cayendo. La miré, ella
también me miró, entonces llevé mis manos a su cintura.
- Oppa…
Dijo ella, frunciendo el ceño. No le hice caso y
la alcé, ayudándola a sentarse en la silla. Ella me quedó mirando,
boquiabierta. Sonreí, sí, también soy muy fuerte.
-
Jonghyun-shi, eres muy fuerte
Me halagó Jinki y yo sonreí, estaba bien que me
lo recordaran.
-
Gracias Jinki noona
- Está
bien que oppa sea fuerte, porque me debe de cuidar de no caer de este animal –
habló Key, mirándome fijamente - ¿Verdad?
- Por
supuesto, hoy la protegeré de todo, incluso de los bichos
- Que
buen “Perro” eres
Dijo, palmeándome la cabeza, eso provocó que me
riera.
- Seré
un perro fiel para usted entonces – solté y ella sonrió – Descuide, no la dejaré
nunca
- ¿En
serio? – preguntó ella de pronto - ¿Lo promete?
- Como
un “Perro fiel” es lo que acabo de
decir, no la dejaré nunca
Volví a decir, viéndola a los ojos, había algo
distintito en ellos.
-
Gracias… - dijo ella, sonriendo – Es lo más lindo que alguien ha podido decirme
- ¿No
suelen decirle este tipo de cosas?
- No… -
Key bajó la mirada – Solo Jinki es la única que me hace sentir como si
realmente le importase alguien
- Pues
entonces le recordaré todos los días lo importante que es usted
Solté y ella sonrió ampliamente ¿Por qué estaba
diciendo todo eso? ¿Qué pasaba conmigo?
-
Gracias – Key sonrió y yo hice lo mismo – Usted es un coqueto atrevido – la
miré confundido – Pero eres bueno…
- Como
un “Perro fiel”
- Bueno “Puppy bling, bling” comencemos este
paseo a caballo
Ordenó y yo obedecí
000000000000000000000
DISCULPEN LA DEMORA!!!! LA UNIVERSIDAD COMENZÓ CON FUERZA Y ESTOY A LA MITAD DE MI CARRERA. ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO MI NOVELA, QUE LA SIGAN LEYENDO Y LA DISFRUTEN!