Capítulo 31
¿Había escuchado bien? Por supuesto que había escuchado bien
¿No era muy pronto? ¡Y una mierda! Lo amaba y no lo iba a perder.
- Sí…
Contesté
quedamente y él sonrió. Discretamente sacó una caja de terciopelo de su
bolsillo y colocó en mi dedo un hermoso anillo de diamantes.
Lo miré, era hermoso, pero eso no importaba, lo que
importaba era lo que ese anillo representaba. Ahora tenía un futuro con él,
ahora estaba comprometida con él, y sería para siempre.
- Hoy, me has hecho el hombre más
feliz del mundo
Dijo él,
derramando lágrimas. Rodeé su cuello con mis brazos y él me tomó de la cintura.
Nos reímos como locos debido a la felicidad que nos llenaba. Tomó mi rostro y
me besó de nuevo
mi corazón latía con lentitud ahora, creí que se me
detendría. No podía creer que se pudiera pasar de cero a extremadamente feliz
en un segundo, pero sí se podía, lo estaba sintiendo ahora. Nos separamos y nos
volvimos a besar.
- Te amo mi príncipe de pacotilla
- Yo te amo más mi Ratona
Volvimos a caminar; la luna y las estrellas habían sido
testigos de este momento, no podría estar más feliz. Después de unos minutos,
recogimos a nuestras mascotas y volvimos al hotel. Mientras entrabamos al
hotel, tuve que esconder mi mano, no quería que el mundo se enterara antes que
mis amigos.
Llegamos a su habitación y nos volvimos a besar. Nos
acostamos en la cama, él me acariciaba el rostro y yo sonreía. Nos volvimos a
besar y nos abrazamos.
- ¿Cómo te imaginas que será? –
preguntó – Estar casados
- Maravilloso – contesté sonriente
– Será maravilloso
- ¿Crees que seremos una pareja
feliz?
- Sí – contestó – Porque nos
amamos, nos complementamos, y nos necesitamos
- Yo no puedo vivir sin ti
Admitió y yo le di un beso en la punta de la nariz.
- Pues ahora no te separarás de
mí – le dije y él sonrió – Siempre me imaginé que viviría en una linda casa,
enorme casa; la pintaría del color que yo quisiera, con mi esposo, mis hijos,
que cuidaría de un jardín y trabajaría – él me miró con atención – Contigo es
que quiero cumplir este sueño
- Pues… lo de la casa no te lo
puedo dar – contestó y yo reí – Pero tengo un palacio – reí aún más fuerte – Yo
seré tu esposo – le besé la mejilla – Los hijos… - me miró de forma pícara –
Podemos trabajar en ellos ahora si lo deseas
- Pervertido
Le dije, golpeándolo con la almohada, él me dio un beso.
- Lo de cuidar un jardín… pues es
demasiado grande – sonrió y sus ojos rasgados de achicaron más – Pero supongo
que el jardín de rosas de mi madre querrá nacer de nuevo – sonreí y no pude
evitar imaginarlo – Y el trabajo…
Miré a Hae, habíamos llegado al “TEMA” Siempre había sido mi
sueño ser una escritora famosa, tener mi propia editorial, y en secreto ser una
hermosa patinadora sobre hielo. Pero desde que mis padres murieron, todos mis
sueños y planes de vida cambiaron, y Hae fue uno de esos cambios. Jamás me
imaginé a mí, una chica común, una granjera, casándome con el príncipe heredero
de la corona de Corea. Ahora… ¿Qué seguía? Una vez casados, y con la muerte de
su padre, al él ascender al trono, yo me convertiría…
- ¿Seré reina?
Pregunté, sintiendo nauseas.
- Piénsalo así, es un trabajo muy
bien remunerado
Volví a golpearlo con la almohada.
- Siempre… siempre fue mi sueño
hacer otra cosa – admití, mirándolo, su sonrisa había desaparecido – Algo muy
distinto a ser reina de Corea
- ¿Te estás arrepintiendo?
Me preguntó él y yo negué con la cabeza.
- Quiero esto – le señalé mi
anillo – En verdad quiero ese futuro contigo, simplemente que es un gran cambio
– él asintió – Tendré que acostumbrarme, además podré aún cumplir mis sueño de
ser una famosa escritora
- ¿Sobre qué escribirás?
Preguntó y yo sonreí.
- Sobre una granjerita que
encontró el amor en donde menos pensó
Contesté y él sonrió ampliamente. Nos volvimos a besar y nos
dormimos abrazados. Tenía que admitir que me asustaba el tema de ser reina
consorte, no sabía si sería apta, sobre todo porque no sabía protocolos, ni
modales y me hacía un lio con los diferentes cubiertos ¿En qué mierda me estaba
metiendo? Pero todo era soportable, porque realmente amaba a Donghae y quería
estar con él para toda la vida.
La mañana
siguiente llegó con los gritos de Sun Hee
Le acabábamos de contar todo a nuestros amigos y Sun era la
que más se emocionaba. Ella empezó a gritar y saltar por el pasillo, algunos
huéspedes la miraron como si fuera un bicho raro, y Eunhyuk de nuevo empezó a
murmurar “No la conozco, no es mi novia” haciéndonos
reír a todos.
- ¡No lo puedo creer!
Gritó aún más fuerte.
- Discreción Sun
Le pidió Hae a su prima.
- Los felicito
Nos dijo Hyuk, dándole palmadas en la espalda a Hae.
- Gracias amigo
- Bueno… serán dos padrinos y dos
madrinas, tu hermana lanzará los pétalos – comenzó a enumerar Kyuhyun –
Necesito un traje para ese día, tal vez un “Dolce”
- Será espectacular, tu boda será
la mejor
Dijo Sun, haciendo ademanes con los brazos.
- Eso espero – dije, tomando del
brazo a mis dos amigas – Mi color favorito es el morado pero pienso que la boda
debe de ser con colores…
- De pasión – contestó Yang Mi y
yo asentí – Siempre quise que mi boda fuera con colores perla, rojo y chocolate
- ¿Te puedo robar la idea?
Pregunté riendo.
- Yo quiero mi boda azul, todo
azul
Dijo Sun, haciendo más ademanes.
- Nos están atando la soga al
cuello
Bromeó Hyuk y Sun le dio un golpe en el pecho.
- Tenemos mucho que planear
Dijo Yang y nos fuimos corriendo lejos de los chicos.
***
Las chicas se fueron corriendo, dejando a Kyuhyun y Eunhyuk
con expresión de preocupación en sus rostros. Yo reí, yo si estaba cien por
ciento seguro de querer pasar el resto de mi vida con Min Jee. Si de algo
estaba seguro en esta vida era de eso, que la amaba y que no permitiría que
nadie nos separara.
- ¿Cuánto te costó el anillo?
Me preguntó Hyuk y Kyu le dio un zape.
- Es una reliquia familiar –
contesté – Le perteneció a mi tátara, tátara, tátara, abuela o más – mis amigos
rieron – Y ha pasado de generación en generación, hasta llegar a mi padre que
se lo dio a mi madre – sonreí – Antes de que viajáramos, él me lo dio
- Wow
Dijo Hyuk.
- Más le vale no perderlo –
Kyuhyun miró el lugar donde las chicas se fueron – Debe valer sus miles de
millones de dólares
- O más
Agregué. De nuevo fuimos a los juegos, luego a comer, a
comprar más suvenires y a visitar a mi familia. El viaje ya estaba llegando a
su fin, eso me daba cierta pena. Por otra parte, llegar a casa significaba que
comenzarían con los preparativos para mi boda con Min Jee.
Los días siguieron pasando y pronto nos encontramos haciendo
equipaje para volver a Corea. Había algo que no me dejaba tranquilo: la
situación de Min en su casa. no podía permitir que mi novia esté en un lugar
donde la trataban mal, no podía permitir que le siguieran haciendo daño. Tenía
que hacer algo ¿Pero qué? Ya le había pedido que se mudara con Sun, se lo
ordené, y no quiso hacerlo, tenía una excusa para todo. Yo no podía hacer nada,
no aún por lo menos, tendría que esperar a estar casado con ella, pero por
ahora no podía hacer nada más allá de pedirle que viva con mi prima. Min era
muy terca con el tema, habíamos discutido mucho sobre eso, pero ella no daba su
brazo a torcer.
- Vamos Bada, pronto regresaremos
a casa
Bada lamió mi rostro y salimos de la habitación, teníamos
que dejar las maletas en recepción, en la noche nos iríamos. Busqué a mis
amigos, ellos estaban deprimidos, querían quedarse un tiempo, pero no era
posible; además, el semestre iba a comenzar pronto. Min era la única que no se
veía triste, ella más bien lucía nerviosa, de seguro pensaba que algo malo le
esperaba en casa.
La madre
de Jin Kyong siempre fue temible
Cuando éramos niños, ella no le permitía a Jin tener
cualquier amigo, pues decía que eran “Chusma”
ni a mí me decían eso. Cuando la madre de Jin se enteraba que su hija
estaba simpatizando con alguien que no era de su agrado, al día siguiente era
expulsado. Todos le temían a Jin por ello, yo varias veces sequé sus lágrimas
al verla tan sola. Su madre era capaz de todo por lo que ella creía “Correcto”.
Pero esta vez era diferente, porque la mujer que amo estaba involucrada. No iba
a permitir que siguieran maltratando a Min, no iba a permitir que mi novia
sufra.
- ¿En serio nos tenemos que ir?
Preguntó Yang, tomando un sorbo de su jugo de papaya.
- Sí
Contesté cabizbajo, mis amigos bufaron.
- Bueno…
Dijo Kyu, robándole un sorbo a Yang.
- No se pongan así – pidió Sun,
abrazada a Hyuk – Terminaremos las vacaciones juntos en el Gyeongbokgung
- Será como estar en un hotel
cinco estrellas de nuevo
Bromeó Hyuk y todos asintieron.
- Yo tengo que volver a casa
Dijo Min y todos la miramos, yo solo me crucé de brazos,
sintiendo enojo por dentro.
- No – miré a Sun hablar – No
irás – se separó de Hyuk y miró a mi novia fijamente – Irás con nosotros, con
la seguridad
- Pero…
- ¡Nada de peros! – Sun alzó la
voz y Min se estremeció, quería abrazarla y gritarle a Sun por gritarle a mi
novia – Además… - se giró y me miró con cara de “De seguro no pensaste en esto” – Te tienen que presentar como la
prometida de Donghae
Cierto, no había pensado en eso. Una vez comprometidos,
tenía que presentarla a mi padre, abuela y tíos, a toda la familia real, ese
era el protocolo, la hayan aceptado o no, aunque era obvio que sí. Además Min
Jee era una inútil con los modales, no sabía el protocolo de una “Boda Real” y no sabía los protocolos
que se hacen en cada evento, reunión, lo que sea.
- ¿Qué?
Preguntó ella, viéndome directamente. Había confusión y
cierto miedo en sus verdes ojo. No me importaba usar la boda como una excusa
para mantenerla a salvo, haría cualquier cosa con tal de tenerla a mi lado.
- Mi madre también lo hizo cuando
se iba a casar con mi padre – le contesté – Tienes que aprender modales,
idiomas, los protocolos para la boda, la cena, y demás
- Espera… ¡¿Qué?! – Min Jee se
veía muy confundida - ¿No es muy pronto?
Me sorprendió su respuesta. Era de esperarse, ella tenía
solo dieciocho años, yo cumpliría diecinueve en unos días. Éramos unos
adolescentes; los adolescentes normales como ella pensarían que era una locura
casarse a nuestra edad, pero yo no era normal.
Como príncipe heredero, siempre supe cuál era mi
responsabilidad, que algún día tendría que gobernar Corea y sus islas. La
enfermedad de mi padre me hizo entenderlo muy rápido. Había tenido un año
sabático de estudios para poder estar en casa con Yoora, y prepararme para el
día en que mi padre muriera y yo tuviera que ascender, pero entonces me
acobardé y hui a la universidad con Sun. Ahora que cambié, que maduré, sabía
que era mi deber y que no podría huir.
- Se razonable – le pedí con
seriedad – Mi padre no está bien, ascenderé al trono y me convertiré en rey –
ella me miró fijamente, se veía asustada – Solo podré si estoy casado o sino…
- O sino la corona pasara a mi
madre – intervino Sun – Mi madre será tan capaz de gobernar como yo de ganar
las olimpiadas en atletismo – Hyuk rió, pero luego se detuvo al ver que no era
una simple broma – Y yo no quiero ser heredera
- Tengo dieciocho…
Min Jee nos miraba a todos, y todos la mirábamos a ella.
- Cuando le dijiste “Sí” – empezó
a decir Yang – Obviamente esto tenía que cruzar por tu mente
- Sí – contestó ella – Pero jamás
pensé que sucedería tan rápido – se tocó el pecho y comenzó a respirar
rápidamente – No creo que sea necesario pasar lo que queda del verano en
palacio
- Es necesario
Insistí ¿Por qué ella tenía que ser terca? ¿Por qué no me
obedecía y ya?
- Aprendo rápido – dijo – Puedo
ir a estudiar todo eso el mes antes, o cuando se prepare la boda
- Min Jee – ahora era Sun Hee
quien hablaba. Ella avanzó hacia mi nerviosa novia, y la tomó de los hombros –
Mi tío está muriendo de cáncer, tal vez le quede una semana, un mes, tal vez medio
año, no lo sabemos – Min asintió – Pero antes de que eso suceda, Donghae
necesita tener una esposa para cumplir con su destino y derecho de nacimiento
¿Entiendes eso?
- Sí
Contestó Min Jee.
- Él te ama, y ahora te necesita
– siguió diciendo Sun – Mi tío no aguantará los seis años que le faltan a
Donghae para llegar a los veinticinco – Min miró a otro lado - ¿Entiendes que
el futuro de un país está en tus manos?
- La pregunta debería ser… - dijo
una voz y todos volteamos a ver, era mi hermana de ocho años - ¿Lo amas lo
suficiente como para dejar tu vida y convertirte en reina?
- Yoora…
Mi hermanita me miró, luego miró a Min. Ella estaba callada,
eso me asustó.
- Lo amo lo suficiente como para
renunciar a todo lo que siempre quise – Min Jee me miró y yo sentí que el
corazón se me detenía, para de nuevo volver a latir – No son solo palabras, es
lo que siento por él
- Ratona…
- Aprenderé los idiomas que me
hagan aprender, aprenderé a utilizar los miles de cubiertos, aprenderé modales
y protocolos – sus ojos se humedecieron – Aprenderé incluso a usar tacones –
solté una risita – Lo haré porque realmente te amo Donghae
- Ratona…
Caminé hacia ella y la abracé fuertemente. La amaba, y sabía
que ella me amaba. Ambos teníamos miedo, lo entendía, pero oírla decirlo fue
muy significativo.
- Eso fue muy emotivo – dijo Hyuk
– Háganme un lugar
Él se unió a nuestro abrazo, los demás lo imitaron.
- ¿Vendrás al Gyeongbokgung?
Pregunto Sun.
- Sí
Contestó Min. Deshicimos el abrazo y fuimos a disfrutar
nuestro último día en Disney. Estuvimos toda la tarde con mi abuela, quien nos
empacó Kimchi y Ramen para el viaje; luego fuimos a ver las la ciudad y nos
tomamos muchas fotografías. Algunos lloraban, definitivamente había sido una
muy buena experiencia haber hecho este viaje con mis amigos. Abracé a Min Jee y
nos besamos, viendo el cielo estrellado.
- Estar aquí es maravilloso, pero
extraño Seúl
Dijo Min, mirando el cielo.
- ¿Te sabes la letra? – le
preguntó mi prima – La de “Seoul Song[1]”
- ¡Me encanta esa canción!
Gritaron Kyu y Yang.
- Yo… no diría que la amo pero…
Dijo Hyuk.
- Ay mi amor, la paras cantando
cuando estamos solos
Todos reímos por el comentario de Sun.
- Hagamos nuestro propio videoclip
Propuso Min Jee y todos asintieron riendo. Eran las siete de
la noche, el vuelo salía a las tres de la mañana, teníamos tiempo.
- Será divertido
Acepté riendo. De esta forma, dándole la cámara a Yoora,
quien tenía una gran habilidad para la conducción de videos, nos empezó a
filmar a nosotros cantando esa canción. Claro, tuvimos que cortar mil veces,
porque nos reíamos mucho. Las chicas lo hacían muy bien, se podía apreciar
cuanto le gustaba la música. Luego nos pusimos a cantar en inglés y hasta nos
dieron limosna, lo cual fue divertido. Algunos tenían problemas con el inglés,
incluyendo a Min. Uno de los idiomas que Min tendría que aprender, además del
francés, español y chino, era el inglés.
- ¡Hay que verlo!
Pidió Sun.
- ¡Somos excelentes!
Exclamó Kyuhyun, riendo.
https://www.youtube.com/watch?v=up6n1WrB7aE
- Tengo hambre
Dijo Hyuk y todos reímos. Nos sentamos y comimos el Kimchi
de mi abuela. No íbamos a olvidar este viaje, de eso estaba seguro, no lo
haríamos.
Miré a Min, ella me sonrió. Tomé su mano y ella miró al
cielo, sus ojos reflejaban el negro cielo, se veían más hermosos que de
costumbre. Toqué el anillo de compromiso y sentí una presión en el estómago.
Era verdad lo que Sun había dicho, mi boda con Min iba a
tener que ser más pronto de lo que esperaba. Era obvio que la leucemia de mi
padre, no lo dejaría vivir hasta que cumpla mis veinticinco, y era mi deber y
derecho ser el rey de Corea. Amaba a Min y me alegraba haber encontrado a
alguien antes de que el parlamento lo hiciera. Ahora vendría lo difícil,
presentarla en sociedad.
- ¿Nos queda tiempo de descansar
en el hotel?
Preguntó Hyuk y yo negué. Seguimos nuestro camino, viendo
más lugares hermosos de la ciudad. Tomamos más fotografías y sin darnos cuenta
ya era la hora de ir al aeropuerto.
- No me quiero despedir de este
lugar
Dijo Min, abrazada a mí.
- Yo tampoco
Le di un beso en la cabeza.
- Ha sido el mejor viaje de mi
vida
Admitió.
- Me alegra que te haya gustado –
pasé mi bazo por sus hombros – Solo lo mejor para la amada de su alteza
- ¿Te puedo confesar algo?
Asentí.
- Tengo miedo de ir
a Corea
00000000000000000000000000000000000000
¿Que pasará cuando lleguen a Corea? ¿Todo le irá bien a Min Jee? ¿Podrá llegar a ser feliz con Donghae? Descúbranlo en el siguiente capítulo de WTF! Soy una princesa!
PD: Nos acecamos al final de temporada :P