Tercera temporada:
Capítulo 44
- Comienza
Me ordenó Sun.
- Todo comenzó cuando nos fuimos
de Gyeongbokgung
- Se habían ido a vivir la vida
loca
Recordó Kyu y las tres negamos.
- Nos habíamos ido porque el tío
de Min había desaparecido
Reveló Yang y los chicos abrieron los ojos por la sorpresa.
- ¿Qué? – preguntó Hae - ¿Dónde
está?
- Al parecer… mi tía le ha hecho
algo
Donghae me miró. Él se veía sorprendido y molesto, pude ver
el infierno en sus ojos. Sentí miedo, él iba a tomar cartas en el asunto, de
eso estaba segura.
- Pobre Jin… - murmuró él – Tener
una madre así…
- Sí… pobre Jin…
Miré a mis amigas y ellas asintieron solapadamente.
- ¿Y qué pasó después?
Preguntó Hyuk.
- Mi tío obviamente, no iba a
poder seguir mandando dinero – continué con la explicación – Así que mi
propósito al volver fue rogarle a mi tía
-¡¿Y por qué no me dijiste nada?!
Me preguntó Donghae en un grito.
- ¡¿Qué querías que hiciera?! – le
pregunté - ¡Lo siento! – grité – Pero tú no ibas a poder ayudarme
- El plan era… - intervino Sun –
Que si la tía de Min no aceptaba, ella seguiría en el departamento, estudiando
para el día de la boda y coronación
- Pero regresó diciendo que sí le
iban a pagar la universidad
Completó Yang.
- Mi tía me amenazó diciéndome
que si no te dejaba, no iba a pagarme la universidad – miré a mi novio – No
acepté – Donghae se veía furioso – Entonces me volvió a atacar, pero esta vez
fue diferente, quería hacerme más daño – los miré a todos – Y dijo que si no lo
hacía, me mataría
- ¿Por qué lo hizo?
Preguntó Hyuk.
- ¿Solo porque soy amigo de Jin?
– preguntó Donghae y yo me encogí de hombros - ¡Es una locura!
- Creo que ya quedó claro que esa
mujer está loca
Dijo Yang y todos asentimos.
- Pobre Jin…
Volvió a decir él y yo sentí un nudo en el estómago. No
quería que supiera que toda esta telenovela era causada por la mente
distorsionada de su mejor amiga. Miré a mis amigas, hicieron el mismo gesto con
disimulo y yo les sonreí de igual manera, me alegraba que entendieran.
- No quiero que sigas viviendo ahí
Min Jee – me ordenó él - ¡Ven!
- ¿A dónde? – pregunté, él tomó mi
mano y jaló de ella - ¡Ay!
- ¡Nos vamos a tu casa, por tus
cosas! – Donghae me arrastró fuera de su habitación - ¡No voy a permitir que te
vuelvan a hacer daño!
No dijo nada más y juntos salimos de la residencial estudiantil.
Empezamos a caminar hacia el estacionamiento y buscamos su Porsche, al lado de
este estaba el Audi de Siwon. Él me miró y se bajó rápidamente de su auto.
- ¿Min?
- ¡Siwon! – corrí hacia él y lo
abracé fuertemente – Gracias…
- De nada – me susurró él,
correspondiéndome el abrazo – Me alegra que estés haciendo lo correcto
- Eres un gran amigo
- Siempre estaré aquí cuando me
necesites
Me dio un beso en la cabeza y yo me solté de él,
sonriéndole. Volví con Donghae y él me abrió la puerta de su auto, mirando a
Siwon como si quisiera matarlo. Él entró a su auto y puso en marcha el auto.
- No me agrada ese chico
Masculló y yo reí, tomando su mano.
- Siwon es un buen amigo, estuvo
ahí cuando más lo necesité
- No lo hubieras necesitado si nos
hubieras dicho todo desde un inicio
Fulminé con la mirada a mi novio y él sonrió.
- Tonto…
- Pero ahora estamos nuevamente
juntos
Me tomó de la mano y yo le sonreí.
- Sí – contesté – Te amo
- Y yo te amo a ti
Me dio un beso.
- ¡Vista al frente!
Grité y él rió.
- Extrañaba oírte decir eso
Llegamos a mi casa. Me sentía nerviosa ¿Y si mi tía estaba
ahí? ¿Y si Jin estaba ahí? Bajamos del auto y caminamos hacia el ascensor. No
quería llevarlo ahí, no quería que viera la cámara de tortura en la que estuve,
ni que viera la forma en la que estuve viviendo.
- Vamos a tu habitación
Ordenó Donghae, tomándome de la mano. Mi habitación había
sido desalojada, solo estaba un colchón y mis libros apilados a un lado.
Donghae me miró y yo miré el suelo, me sentía avergonzada. Él tomó mi mano y
nos dirigimos a mi closet, el cual tenía menos de la mitad de las cosas que
solía tener. Empacar todo no demoró mucho, tenía muy pocas cosas. Los guardias
de Donghae empezaron a bajar todas mis cosas y yo busqué hasta la más mínima
cosa que me perteneciera.
- Y pensar que cuando llegué… -
miré mi habitación ahora vacía – Fui recibida como una princesa, como una hija
más
- Lo lamento mi amor – Donghae
tomó mi rostro entre sus manos y me dio un beso – Todo esto es mi culpa
- No digas eso – pedí, mirando hacia
el suelo – Ambos somos culpables, porque no pudimos evitar enamorarnos del otro
- Te amo Min Jee
- Yo también te amo Donghae
Nos empezamos a besar de nuevo. Extrañaba besarlo, había
extrañado mucho besarlo, tenerlo conmigo de nuevo hacia que me sintiera muy
feliz. Rodeé su cuello con mis brazos y él hizo lo mismo con mi cintura, sus
besos eran mi debilidad. Con el simple roce de su piel podía hacer que mi día
gris se torne en soleado y radiante, pues era lo que él provocaba en mí, con el
gran amor que me profesaba, y el gran amor que yo le tenía. Teníamos que estar
juntos siempre debió ser así, y nadie debía de meterse.
Donghae cerró la puerta de mi habitación y siguió besándome,
acariciando mi rostro y acercándome más a su cuerpo. En verdad extrañaba estar
con él, extrañaba estar con el hombre que amaba de verdad. Donghae me recostó
en el colchón y se colocó encima de mí, intentando que no sintiera su peso.
Solté una risita, no era la primera vez que estábamos juntos y a él siempre le
preocupaba aplastarme. Continuamos besándonos, acariciándonos, dejándonos
llevar por el deseo de recuperar el tiempo perdido.
- Te amo – me dijo, abrazándose a
mi cuerpo – No me vuelvas a dejar Min Jee
- Te prometo que nunca lo voy a
hacer – recosté mi cabeza en su pecho desnudo, podía oír sus latidos – A partir
de diciembre, nunca me separaré de ti
- Te amo
- Te amo
Nos besamos. Tomamos nuestra ropa y nos volvimos a vestir.
Nos volvimos a besar y salí de mi habitación para poder servirme un vaso con
agua, él siguió guardando mis libros en mi mochila. Me sentía feliz, ni
siquiera me importaba que mi tía pudiera aparecerse, simplemente estaba feliz,
porque estaba de nuevo con el hombre que amaba.
- ¿Qué haces aquí?
Preguntó una voz, haciéndome sobresaltar.
- Yo…
Miré la puerta rota.
- ¿Cómo demonios te saliste?
Me preguntó, tomándome de la mano y arrastrándome hacia la
alacena.
- ¡No! – grité - ¡Suéltame!
Le di un golpe a mi tía y ella me soltó, gritando de dolor.
- ¡Maldita pendeja! – gritó ella,
sosteniéndose el pómulo - ¡Te voy a encerrar de por vida!
- ¡¿Qué sucede aquí?!
Preguntó Donghae, apareciendo de improviso y mirándonos a
las dos.
- ¡Su alteza!
Mi tía me soltó y yo caí al suelo.
- ¡¿Qué cree que está haciendo?!
- No es lo que… - mi tía me miró -
¡Dile que no es lo que cree!
- Ven… - Donghae me tomó de la
mano – A menos que quiera recibir un castigo, le prohíbo acercarse a Min
- ¿Cómo?
- Min será la reina de Corea, y
usted le debe respeto
- ¿Qué…?
Mi tía me miró con furia.
- Nos iremos
Dije y vi como su rostro pasaba de pálido a rojo.
- ¡No! – gritó tomándome del brazo
y lanzándome contra la mesa - ¡No te irás maldita!
- ¡Guardias!
Gritó Donghae. Mi tía me sujetaba con fuerza el cuello,
cortándome el aire. Los guardias de Donghae la alejaron de mí y Donghae me
abrazó fuertemente.
- ¡Morirás pendeja! – gritó mi tía
- ¡Morirás!
- ¡Llévensela!
Ordenó mi tía y los guardias obedecieron.
- ¡Escúchame bien Min Jee! –
gritó mi tía - ¡Recibirás tu merecido, como tu madre y tu tío!
- ¡Esperen! – les guardias se
detuvieron – La muerte de mis padres fue un accidente
- No querida… no lo fue
Mi tía soltó una risa macabra.
- ¡¿Qué hiciste?! – grité,
sintiéndome muy indignada - ¡Era tu hermana!
- ¡Mi hermana era una golfa como
tú!
Escupió ella y yo le di una bofetada.
- ¿Y mi tío? – pregunté - ¡¿Qué le
hiciste a tu esposo?!
- Se perdió en la selva
Mi tía de nuevo se rió.
- ¡¿Cómo pudiste?! – lloré - ¡Era
tu esposo, el padre de tu hija! – grité - ¡Estás loca!
- Min Jee… - Donghae me miró –
Vámonos
Asentí.
- La que recibirá su merecido serás
tú
Donghae me tomó de la mano y, junto con los guardias,
bajamos al estacionamiento. Nos metimos en el auto y estallé, no podía creerlo.
Donghae me abrazó fuertemente y yo lloré desconsoladamente ¿Por qué? ¿Por qué
había sucedido? ¿Qué le había hecho mi madre para que lo hiciera?
- Calma Ratona, calma…
Me pidió Donghae, abrazándome fuertemente.
- Era su hermana… - lloré – Era mi
madre… - lloré más - ¡¿Por qué?!
- No lo sé
Contestó, abrazándome.
- Tengo miedo
- Min Jee… - él volvió a tomar mi
rostro entre sus manos – Te prometo que no te hará daño
- ¿Lo juras?
- Por mi vida
Levantó una mano.
- No digas eso, porque si no me
puede hacer daño a mí, se lo hará a alguien más
- No temas, protegeré a todos
- Sabes que eso no es cierto
Sus buenas intenciones las agradecían, pero ambos sabíamos
que mi tía era imparable. Llegamos al departamento de Sun y mis cosas fueron
llevadas a mi habitación. Sun me abrazó fuertemente, lo mismo hizo Yang y al
final todos me abrazaron.
- Lo siento – me dijo ella –
Lamento haber sido una perra mala amiga contigo
- Fue mi culpa
Le tranquilicé.
- ¿Pasó algo al ir a la casa de
Min?
Preguntó Hyuk.
- Sí, su tía estaba ahí
- ¿Qué?
Preguntó Kyu.
- ¿Y qué pasó?
- Me atacó
Contesté.
- ¿Estando Donghae ahí?
Preguntó un sorprendido Kyu.
- Al parecer, ella es más
peligrosa de lo que imaginé
Dijo Donghae y todos asintieron.
- Pediré pizza
Informó Hyuk, tomando el teléfono.
- ¿Qué más pasó?
Preguntó Sun.
- Ella… ella…
Sentí una presión en el pecho y no pude continuar. Donghae
me abrazó reconfortantemente y nos sentamos en el sofá. Todos nos miraron y
Donghae me dio un beso en la cabeza.
- Su tía tiene algo que ver con la
muerte de los padres de Min
- ¡¿Qué?!
Gritaron todos.
- Y también con la desaparición de
su tío
- ¿Cómo es posible? – preguntó Yang
– ¿Tu madre no es acaso su hermana?
- ¿Y tu tío? – preguntó Kyu -
¿Cómo pudo hacerle algo así a su propio esposo?
- No lo sé
Contesté.
- Llamaré a Yesung – dijo Sun,
sacando su teléfono para llamar a su ex novio, agente de la “Policía Real” - ¿Te acuerdas de los
mensajes de muerte que recibías en Corea?
- ¿Qué descubrió tu ex novio? –
preguntó Hyuk - ¡Ex!
- La niña, dueña del celular, es
hija de una sirvienta
- Eso ya lo sabíamos
Contesté.
- La sirvienta es empleada de Lady
Park
- ¿La que se maquilla como payaso?
Preguntó Donghae y Sun sonrió, yo no tenía ni idea de quién
era Lady Park.
- ¿Y qué relación tiene con mi
tía?
- Lady Park es amiga de una mujer
llamada Lee Soon Kyu – continuó diciendo ella – Y ella a su vez es amiga de una
mujer llamada Kim Na Eun
- ¿Qué tienen que ver todas estas
personas con la tía de Min?
Preguntó Kyu.
- Kim Na Eun es prima de Lady
Choi – luego nos miró – Y Lady Choi es amiga de Lady Shin
- ¿De la urraca?
Pregunté y ella asintió.
- ¿Cómo descubrieron todo esto?
Preguntó Donghae.
- ¿Por qué crees que recién les
cuento esto? – nos preguntó – Yesung tuvo que investigar las vidas de todas
estas para hallar una conexión – nos miró – Y no fue fácil, porque hay un punto
en donde la cadena se rompe
- ¿Cómo?
Preguntó Hyuk.
- Esto… se lo debo a mi madre –
contestó Sun – Sin querer queriendo, ella nos puso el primer eslabón de la
cadena, de cómo es que pudo llegar ese mensaje – todos mirábamos con atención a
Sun – Mi madre fue a una fiesta que organizó Lady Park en su mansión, ella le
dijo que había invitado a Lee Soon Kyu, pero esta no pudo ir porque su hija
tenía una operación. Ella le dio la invitación a Lady Kim Na Eun – nos miró –
Aquí se pierde la pista, pues Lady Kim Na Eun dijo que le habían robado la
invitación y que era una suerte que su nombre haya estado en la lista, y agregó
que pensaba que su odiada prima, Lady Choi, fue la que se lo robó. Fue casi
imposible probar eso, fue como buscar una aguja en un pajar
- Le debemos mucho a Yesung
Dijo Donghae.
- ¡Ex!
Gritó de nuevo Hyuk y Sun le dio un zape.
- Lady Shin estuvo en la fiesta,
a pesar de que ella no estaba invitada – continuó diciendo ella, así que
suponemos que Choi se la dio a Shin
- ¿Y mi tía estuvo ahí?
Pregunté.
- No
Contestó Sun.
- Es como si mi tía, de forma muy
rebuscada, manipulara
- Así se limpia las manos
Dijo Donghae, apretando los
puños.
- ¿Ella irá a la cárcel? –
pregunté – Prácticamente confesó un homicidio
- “Prácticamente” es la palabra clave – dijo él y yo miré mis manos,
él puso en marcha el auto – El hombre que mató a tus padres estaba ebrio – me
recordó – Fue a la cárcel por ello
- Pero al parecer mi tía tuvo algo
que ver
- Pero no hay nada que la vincule,
no por lo que he investigado la “Policía
Real”
Nos informó Sun.
- ¿Mandaste a investigar a mi tía?
Pregunté y ella asintió.
- Yesung lo investigó al darse
cuenta de que un millón de dólares fueron transferidos de la cuenta de Park Mi
Hi a Cho Eung Yong
- ¿Un millón de dólares?
Preguntó Kyu.
- ¿Cuánto dinero tiene tu tío?
- No sé – contesté – Más que eso
supongo
- Tu tío es uno de los hombres más
ricos del país, por no decir el mundo
Contestó Sun.
- ¿Y en qué invirtió la loca todo
ese dinero?
Preguntó Hyuk.
- En un jarrón
Contestó ella.
- ¿Qué?
Preguntó Yang.
- Le compró un antiguo jarrón a Cho
Eung Yong – contestó Sun – Y hasta documento de compra y venta hay
- ¿Y la tal Eung Yong? – preguntó
Kyu - ¿No usó ese dinero?
- No – contestó – Pero le pagó
quinientos dólares a un camionero para llevar una enorme cantidad de ropa a un
albergue en Mokpo. Ese camionero es el que mató a tus padres Min. Y está en la
cárcel por conducir ebrio y haber matado a dos personas. Eung Yong donó dinero
a la familia del camionero porque se sentía culpable
- Debe haber sido el resto del
millón
Intervino Yang.
- Quizá – dijo Hyuk
– Pero al ya ser dinero de Cho, por la venta de un jarrón, ella puede disponer
de él, no hay nada que vincule a la tía loca
- Estamos combatiendo a una
persona muy peligrosa, es un enemigo que sabe como borrar sus huellas
Todos asentimos.
- Bueno… - dijo Sun – Lo que sea
que haya querido hacer, no lo logró – nos miró - ¡Se van a casar y Min no tiene
vestido!
- ¿En serio Sun, piensas en eso
ahora?
Le preguntó Donghae y Sun le lanzó un cojín.
- Como una de las damas, exijo
tener un buen vestido – nos miró – Y tú serás el centro de atención en la “Boda Real” tienes que tener un vestido
Real – me miró – Mañana iremos a ver todo eso
- De acuerdo
Acepté.
- Llamaré a Leeteuk, tenemos
cuatro meses para planear una boda real y tú para educarte
Dijo Donghae y yo le lancé un cojín.
- ¡Yo estoy educada!
- Sabes a lo que me refiero
Dijo él riendo, se levantó y me dio un beso.
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Espero
que les haya gustado. No se olviden de dejar comentarios y visitar mi blog: http://novelasdemilywu.blogspot.com/
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