Muchas gracias a todos los que leen mi novela y me acompañan en mi apasionante hobbie que es la escritura. Desde muy pequeña detesté leer, pero me encantaba escuchar cuentos antes de dormir; solía inventar historias fantásticas para jugar con mis muñecas y luego las plasmé en hojas. Con el paso del tiempo me di cuenta de que esto era lo que me apasionaba, más que cualquier otra cosa, la escritura es mi vida. En menos de tres meses he logrado escribir tres novelas y media que muy pronto podrán disfrutar ustedes.
Amo escribir y me gusta saber que mis novelas son de su agrado. Un gran agradecimiento a: Cristal Cho Kyuhyun, Fridaa25, Dara Yoaly, y todos los que me leen desde Blogger, Wattpad, Sujufanfics, Fanfic.es, y Fanfiction.net. Ustedes hacen que este hobbie se vuelva cada vez más grande, una pasión muy grande.
Este para mí ya no es solo un hobbie, es lo que realmente quiero hacer con mi vida. No ser famosa ni nada por el estilo, simplemente ver mis novelas en alguna librería y gente sonriendo al leerlas (O llorando como varias veces ha pasado; o quizá renegando) Quiero dedicarme a esto y me gustaría que me siguieran acompañando hasta el final, y no sé... tal vez quizá se cumpla lo que aquella persona me dijo en un comentario "Tu novela debería ser un dorama" Me gustaría, pues descubrí que mis novelas son leídas en Corea del Sur y China. Pero como digo, yo solo quiero vivir de mis novelas, no ser famosa; si me vuelvo famosa, daría igual, yo solo quiero escribir y alegrar a las personas.
Como sabrán, en este blog mi primera novela fue "WTF! Soy una Princesa!" y agradezco mucho la aceptación porque fue la primera novela de k-pop que escribí. Anteriormente había escrito en este blog otras novelas pero que tuve que eliminar pues el contenido era muy irreal (No me refiero a que hayan sido novelas de género "Fantasía" pues a mí me gustan las novelas de fantasía) Como podrán apreciar, mis novelas son "Reales" se podría decir, pues antes de escribirlas elijo un tema e investigo acerca de él para poder escribir mi "Fantasía" en la "Realidad". "WTF! Soy una Princesa!" fue la primera novela completa subida a este blog, la segunda novela que he escrito. En este verano (Diciembre, Enero y Febrero) escribí tres novelas más, la trilogía de SHINee y SUJU: "No Quiero que me Olvides (Kyumin)", "Hotel SHINee (Jongkey)" y "Beso Travieso (2Min)" Mi primera trilogía romántica, escrita completa (Me siento muy orgullosa y espero que les vaya a gustar las dos precuelas que continúan).
Ahora estoy escribiendo otra. Hace muchos años, cuando tenía 12 años (Ahora tengo 19) escribí dos novelas de fantasía, pero nunca las terminé; la primera nunca podía pasar del capítulo cinco y la borraba y reescribía sin obtener resultados; la segunda era una historia sin fin, 25 capítulos y aún no llegaba ni a la mitad. Ahora con más edad y experiencia, ya sé cómo solucionar ese problema del espacio tiempo (Antes hacía un cronograma y cada día era un capítulo, ahora sigo haciendo un cronograma pero poniéndome fechas límite) A pesar de que las escribí hace siete años, cuando aún era una niña, al releerlas me di cuenta de que tenían cierto potencial, así que decidí unirlas y crear: "Árbol de la Vida (EXO)" que como podrán apreciar, es una novela sobre EXO. La idea de unirlas me vino después de ver el video de MAMA tanto de K como de M (Se parecía mucho a mis novelas y pensé que quedarían bien) Ahora bien, como saben, y ya lo dije en esta muy larga nota, yo escribo novelas originales y luego las adapto, así que esta no es la excepción, también tiene su versión original. Espero que cuando llegue el momento, le den la misma aceptación que mis otras novelas.
Por otra parte, les voy a dejar el un adelanto del primer capítulo de la primera pre-cuela de esta novela: "Hotel SHINee (Jongkey)" y repito ¡ES UNA PRE-CUELA" Decidí hacer dos pre-cuelas porque, para empezar, hace poco menos de un año que conocí a la chica más divertida del mundo, una de mis mejores amigas en la actualidad, su nombre: Alexandra Cervantes (Que coincidencia que la que me inspiró a crear "WTF! Soy una Princesa!" lleve el apellido de un escritor famoso) Ella me introdujo en este mundo del K-pop y se lo agradezco. Como yo soy de familia China y vivo rodeada de chinos porque vivo con mi madre Wu Li Weng que es curiosamente de Guangzhou, Cantón, el mismo lugar de nacimiento de Wu Yi Fan, más conocido como Kris de EXO (Quien sabe, capaz somos parientes) a mí no me causaba impresión los coreanos porque se parecían a las personas que veía todos los días. Pero esta chica me mostró a los reyes, a Súper Junior y desde entonces no he podido parar. Después de conocer a Super Junior y seguidamente a Girls Generation y F(X) en ese orden, conocí a SHINee, y antes de conocerlos, ya eran personajes de "No Quiero que me Olvides (Kyumin)", así que decidí que quería hacerles una novela a cada una de las parejas de SHINee. Posteriormente conocí a EXO, los amo, en verdad me gustaría estar emparentada con Kris (hahahahha) y espero que, si tengo suerto, los que me leen en China sean alguno de ellos. Así que por eso decidí hacer pre-cuelas y una novela de EXO.
Para finalizar esta larga nota, que espero no ignoren porque es de corazón, les quiero comentar que me armé de valor y publiqué la versión original de "WTF! Soy una Princesa!" que es distinta a la versión que han leído ustedes. La pueden encontrar en Amazon y de verdad me gustaría que en esta nueva etapa me sigan apoyando y sumen más personas amantes de los fanfics como soy yo, a este sueño mío de ser un escritora.
Ahora, sin más preámbulos, les dejo el capítulo 31 de "No Quiero que me Olvides" y me gustaría saber qué tal les está pareciendo hasta ahora la novela
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Capítulo 31
- Ve con tu appa,
Sunny
Le pidió Sungmin a mi hija, que sostenía su
mochila rosa con conejitos, la cual contenía su ropa para el fin de semana.
- No… - Sunny se había
amotinado, metiendo el coche de Jessica en su habitación y ella parándose
delante de la puerta, impidiéndonos el paso – No voy a ir
- ¿No quieres pasar el
fin de semana conmigo? – pregunté, señalándome y sonriendo – Jugaremos
videojuegos, compré nuevos
- No quiero – mi hija
infló las mejillas y se cruzó de brazos – No voy a ir
- Hija… por favor,
copera
Suplicó Sungmin, perdiendo la paciencia.
- Es que no quiero
pasar el fin de semana con appa
- ¿Por qué no?
Pregunté confundido, pues creí que le había
gustado pasar el fin de semana en mi casa.
- Porque después me
vas a traer y tendré que decirte “Adiós” hasta
el próximo viernes
Sungmin y yo nos miramos, luego miramos a Sunny.
Era verdad, tal como dijo Heechul, la única que sufría aquí era Sunny, mientras
su omma y yo estábamos en líos de críos ¿Por qué no hacía nada para hacer
entrar en razón a Sungmin? Simplemente me dejé vencer. Miré a Sunny, ella
seguía mirándonos, con los brazos cruzados y un puchero en los labios; entonces
se dio media vuelta y cerró la puerta.
- Sunny…
Empezó a decir Sungmin, pero yo la tomé del
brazo.
- No… está bien… -
ella me miró – Démosle un tiempo
Minnie asintió y caminamos a la sala. Ella se
dejó caer en el sofá y yo caminé hacia la puerta. Debía de irme, así, quizás,
todos se calmaría…
- ¡Espera! – volteé a
ver a Minnie - ¿Soy una mala persona por hacer esto?
- Mala persona no.
Necia, terca e impulsiva, eso sí eres y en gran escala
- ¿Qué significa eso?
Minnie me miró con el entrecejo fruncido y las
manos en las caderas, yo solo solté un suspiro.
- Sé que te ha
decepcionado porque de nuevo volví a meter la pata, pero Minnie… - me acerqué a
ella – La seguiré metiendo muchas veces porque eso siempre hago, meter la pata
- No estoy bromeando,
Kyuhyun…
Miró a otro lado con seriedad y yo tomé su
barbilla, obligándola a verme.
- Yo tampoco bromeo,
Sungmin. Sí, lo admito, lo arruiné todo, me fui, te dejé y viví con ese
arrepentimiento por tres años ¡Tres años, Minnie! ¡Tres malditos años en los
que no supe nada de ti! ¡Tres años en los que nadie, ni siquiera mi familia, me
quiso decir nada acerca de ti!
- ¿Por qué hicieron
eso?
- ¡Porque tú se los
pediste!
- Yo…
-¡Tres años Minnie! –
volví a gritar - ¡Tres años que no supe de ti, te desapareciste!
- Yo…
- ¡¿Te haces una idea
de cómo me sentía?! ¡Dejarte fue mi peor error y no estabas para disculparme,
no estabas para intentar remediarlo! ¡No tuviste el valor ni siquiera de
decirme que estabas embarazada! ¡¿Qué te detenía a decírmelo?!
***
-
Kyuhyun… - Dongie entró en mi habitación
dejé caer el libro
que leía en el suelo – Nos regresamos a Corea
- ¡¿Qué?!
Levanté el libro y miré con sorpresa a mi
manager ¿Qué estaba diciendo? ¿Volver a Corea? ¡¿Para qué?! ¡Me gusta China!
¡No me quiero ir!
- Te han elegido para
ser el protagonista de un drama
- ¿Drama?
Pregunté emocionado. Sentí como mis ojos se
volvían lingotes de oro, con una propuesta así, podía olvidar fácilmente los
malos recuerdos que Corea me traía. Miré a Dongie él sonreía, yo hice lo mismo.
- ¿De
qué trata?
- Serás
un oppa que intenta sobrevivir a todas las adversidades para poder darle una
buena vida a su dongsaeng, una tierna niña de tres años
- Suena
interesante
- Es el
melodrama que a todas les gustaría ver, sobre todo si “Cho Kyuhyun” va a estar ahí
- Obvio
que lo verán… - sonreí, mirando mi pared con mis premios – Después de todo, soy
“Cho Kyuhyun”
- Así se habla
Dongie sonrió y yo también, obvio que me encantaría
hacer un drama ¡Los dramas coreanos son vistos en todo el mundo! Esto
representaría un gran paso en mi carrera, más fama y fortuna, y si todo salía
bien, más premios. El único inconveniente era ella…
En tres
años mi corazón ya no me dolía tanto, había logrado superarla y mi amor por
ella había mermado, estaba cien por ciento seguro de que así era. Aún la
recordaba y sentía una presión en el pecho, eso era lo que tantas veces me
hacía evitar querer volver, por si la veía y la culpa me carcomía. El recuerdo
de su mirada aquella tarde no me dejó dormir bien en mucho tiempo; con el tiempo, nuevas chicas, nuevas experiencias,
Sungmin quedó como un lindo recuerdo que no quería volver a ver ¿Por qué?
Porque sabía lo imbécil que había sido, que me sobrepasé esta vez ¡Rompí con
ella para conservar mi contrato! No le haces eso a alguien a quien dices amar.
En fin… tal vez no la amaba tanto como profesaba.
¿Y si la veía cuando estuviera en Corea? Pues
intentaría arreglar las cosas. No, volver con ella no ¡¿Arriesgar mi fama?! Ni
loco. Pero intentaría recuperar esa amistad eterna que nos juramos bajo el
árbol del parque, porque después de todo… yo ya no siento nada por ella.
- ¿Cuándo vamos?
Pregunté, sintiendo el peso en mi billetera, que
pronto se llenaría con más dinero.
- La
próxima semana, estoy haciendo los arreglos, tendremos que conseguirte un
departamento nuevo, tal vez en Seongbukdong
- ¿Casa?
- Tengo veintidós
años, quiero una casa para mí solo, que sea enorme, con piscina – mi mente
empezó a vislumbrar la mansión – ¿Para qué tengo todo este dinero si no lo
gasto en cosas pretensiosas?
- De acuerdo, buscaré
casas en esa zona y te avisaré
- Ese es tu trabajo –
me volví a sentar en mi sofá y abrí mi libro – Por algo te pago…
- Ey… más respeto que
sigo siendo tu mayor
- ¿Se te olvida que yo
te doy de comer? - pregunté, cerrando nuevamente mi libro – Aish… hiciste que
perdiera la página – volví a abrir mi libro – Vete, ven cuando encuentres mi casa
nueva
- Kyuhyun…
- ¿Sigues aquí? – le
miré, Dongie tenía el entrecejo fruncido - ¿Quieres que te pague menos?
Dongie no dijo nada, solo se dio media vuelta y
salió de mi habitación. Miré por la ventana, hacia el durazno chino que había
plantado en mi jardín. Por algún motivo, ese árbol me calmaba, tenía algo
peculiar, algo que me hacía sentir tranquilo cada vez que lo veía… seguro era
porque era rosado.
La semana había pasado muy rápido, demasiado
para mi gusto. Sostuve mi maleta con una mano, las demás las tenían Dongie y
Hangeng, y en la otra sostenía mi almohada rosa, una sin la cual no podía
dormir, quizá era por su color que calmaba. Subimos a los autos y partimos al
aeropuerto. Las fans me recibieron con gritos, carteles, llorando, cantando;
sonriente, empecé a dar autógrafos y a tomarme fotos con ellas, después de
todo, sin ellas no estaría aquí, siendo el número uno.
Subimos al avión, mi jet privado más bien dicho,
y coloqué mi almohada rosa en mi asiento, luego me recosté y cerré los ojos.
Hacía tres años que no estaba en Corea ¿Cómo es que pasó tan rápido el tiempo?
No había visto a mi familia y amigos en mucho tiempo ¿Cómo estarían ahora? Omma
y appa constantemente me llamaban, pero luego de un tiempo empezaron a hacerlo
una vez a las quinientas ¿Les habrá dolido que me fuera de improviso? ¿Estarían
muy ocupados como para llamar a su hijo? ¡Yo debería ser su prioridad, soy “Cho Kyuhyun”!
Miré por la ventana, ya estábamos a punto de
despegar. Pensé en hyung; Siwon me había pedido infinitas veces que volviera,
que tenía algo tan importante que quería que toda la familia estuviera presente
¿Ya lo habría hecho? No, esa última llamada fue hace poco ¿Y si se abstenía de
hacerlo porque yo no estaba? La culpa volvió a mí, pero luego de una sacudida
de cabeza se fue; si Siwon hyung era tan tonto de no hacer lo que quería solo
porque yo, una persona con una agenda el doble de apretada que la suya, no
podía ir, pues entonces era su problema, no el mío.
En tres años tampoco había visto a mis amigos
¿Qué sería de Hae, Wookie, Yeye y Hyuk? Lo último que supe es que a todos les
estaba yendo fenomenal en la universidad ¿Cómo sería ir a la universidad? ¡En
fin! ¿Qué cosas absurdas estoy pensando? ¡Soy millonario! Y sin haber
estudiado.
Abracé mi almohada rosa, era suave, esponjosa,
como un Conejo. En tres años no había sabido nada de Sungmin, jamás la volví a
ver después de que se fue de Corea ¿Ya habría vuelto? Eso no podía saberlo,
porque mi familia, como siempre, se abstenía a hablarme de ella, excepto Henry,
quien siempre se quedaba con las palabras en la boca ¿Por qué? ¿Por qué no me
decía todo completo? ¿Qué ocultaban? ¿A caso ella consiguió otro novio? ¿Se iba
a casar? ¿Estaría feliz? Lo más probable era que sí, y bueno… yo no podía hacer
nada al respecto; si ella quería ser feliz, lo sería. Si yo la viera, le
pediría perdón e intentaría volver a ser su amigo, compensarla, quizá
comprándole la dulcería que tanto le gustaba, donde le compré la mayoría de sus
regalos en nuestros cinco años de novios… Minnie había sido muy especial para
mí: Mi mejor amiga, mi confidente, mi primer y único amor, mi primera mujer, la
primera a la que le dije “Te amo” pero
lastimosamente, lo que no está destinado a ser no puede ser.
Llegamos
a Corea ¡Wow! Había más fans ¿O era mi imaginación?
Mi corazón comenzó a latir ¡Estábamos en Corea! De
nuevo en casa. Tal vez debería visitar a mis padres ¿Seguirían viviendo en su
misma casa? Lo más probable porque omma ama su casa y no se iría de ahí aunque
fuera multimillonaria ¿Siwon y Heechul seguirían viviendo juntos? Lo más
probable, él no dejaría a Heechul a menos que el Espíritu Santo le dijera que
era la voluntad de Dios ¿Seguirían en el departamento en Gangnam? ¿Se habrían mudado? Había tantas cosas que
quisiera saber de mi familia.
- Hogar, dulce hogar
Dijo Dongie cuando llegamos a la casa nueva.
- Impresionante… -
dije, mirándola, era como me la había imaginado – Buen trabajo
- Fui difícil y fácil
conseguirla – explicó – Fácil porque encontrar una casa amueblada no es tan
difícil; pero fue difícil que me aceptaran la oferta una vez que se enteraron
quiénes éramos
- Esos buitres…
Me quejé.
- Aquí tienes las
llaves – dijo Dongie mientras el auto se detenía - Entremos…
La casa
era enorme, una mansión ni más ni menos. Los muebles eran elegantes y se notaba
lo caros que eran, aunque eran un poco fríos y sin vida. La sala era espaciosa,
enorme, con grandes mamparas por las que se veía la piscina,
sin ellas la sala hubiera sido un congelador.
Seguí caminando por el primer piso, todo era lujo, como lo merecía. Entré en la
cocina, era sosa, sin vida, ni siquiera me daba hambre estar ahí. Pasé mi mano
por las encimeras; una risa irrumpió mis pensamientos, una risa y unos brazos
que no estaban ahí, pero que de igual forma sentía rodear mi cuerpo. La cocina…
tendría que remodelarla.
- Píntenla de rosa,
pongan reposteros rosas
- ¿Una cocina rosada?
Preguntó Hangeng.
- Sí… ese color me
calma
Contesté con un encogimiento de hombros.
- Si él lo pide, lo
tiene – dijo Dongie – Bueno, los productores preguntan si quieres estar en las
audiciones
- ¿Para mi pareja?
- No me dijeron de qué
papel, pero lo supongo
- Sí… sería buena
idea, de paso que muestro mi rostro por las calles
Después de descansar un poco, guardar parte de
mi ropa en el closet y llamar a mi hyung, me alisté para ir a ver las dichosas
audiciones. La verdad es que no quería ir, me aburría, prefería quedarme a
jugar Starcraft, pero bueno… el deber llama. Ser famoso me había hecho entender
que muchas veces debía dejar de hacer lo que yo quería por el bien de mi
carrera, dejar Corea fue una de esas, como pueden ver ¡Ahora soy el número uno!
Ya en la camioneta blindada, me recosté contra
la ventana, el cambio de horario me tenía agotado. Las calles de Seúl pasaron
por mis ojos, las había olvidado, y solo ahora podía apreciar lo bellas que
eran realmente. Mi ciudad… mi país… era el mejor y más hermoso. Llegamos a los
estudios de la MBC; había una larga fila de personas, quizá estaban buscando un
nuevo talento para ser mi pareja ¡Tenía que estar a mi altura! Bajamos de la
camioneta y fuimos guiado hacia un salón donde solo había una mesa larga con
jarras de agua, supongo que ahí iba a ser las audiciones para el personaje ¡Que
bueno que no tengo que hacer la audición! Además… ¡Soy “Cho Kyuhyun” obvio me hubiese quedado con el papel principal!
- ¡Cho Kyuhyun!
Escuché y me giré, un hombre bajito y panzón se
me acercó. Lo saludé con una venia y luego estreché su mano. Él sonreía, y
agitaba mi mano con excesiva efusividad, debía de estar nervioso por estar ante
mi presencia.
- ¿Ya van a entrar las
aspirantes? – pregunté con cansancio, sentándome en una de las sillas y
sirviéndome agua – Quiero una co-estrella que cubra mis expectativas
- Pues… tu compañera
de reparto será Hyuna – sonreí al oír eso – Hoy serán las audiciones para el
personaje de la niña
- Ya veo…
Miré con amargura a mi manager, él solo alzaba
las manos y se encogía de hombros ¡Aish…! Ante mí apareció una niña, nos miró y
se puso a llorar. Intenté aguantar la risa ¡Es una niña, Kyuhyun, no te debes
de reír! Las niñitas, algunas con sus ommas, empezaron a aparecer y ninguna era
la indicada. O todas lloraban, o todas se quedaban en blanco, pero ninguna
podía decir ni tres palabras ¡Que frustrante!
Empecé a aburrirme, la verdad es que es muy
aburrido estar sentado rechazando gente ¡Es divertido destruir las ilusiones de
las niñas y sus ommas! Pero era aburrido hacerlo por tres horas. Saqué mi
teléfono por debajo de la mesa y comencé a navegar por internet, después de
todo, la siguiente niña también sería rechazada…
- Que adorable es esa
niña…
Dijo Dongie y yo alcé la mirada. Me quedé
estupefacto. Sí… era adorable, pero eso no era lo que me había dejado en ese
estado. Era su vestido rosa con Conejos, sus zapatos blancos con Conejos, su
broche con un Conejo en la cabeza, y la sonrisa… esa sonrisa, en los labios…
- ¿Cómo te llamas,
dulzura?
Le preguntó una mujer.
- Soon Kyu… -
contestó, aún sonriente – Pero me dicen Sunny…
***
- ¿Estoy actuando
como una idiota?
Preguntó Minnie, abrazándose a mi brazo
izquierdo.
- ¿En verdad quieres
que te contesté?
Pregunté y ella me dio un golpecito en el brazo.
- Lo siento, oppa –
Minnie abrazó mi brazo - ¿Me perdonas?
- Tengo unas cuantas
condiciones
- ¿Cuáles?
- Primero, que regreses
a casa
- De acuerdo
Minnie sonrió.
- Segundo… - la miré.
Aún había una espina, una que pronto recordaría y que provocaría otra pelea. No
quería que eso pasara, no quería que esto de nuevo pasara, debía de hacer algo
para que no lo haga – No te volverás a ir precipitadamente sin antes escucharme
- De acuerdo, por el
bien de Sunny y Jessy
- Sí…
- ¿Y la tercera?
Preguntó y yo la miré.
- Mmm… - sonreí – Que
me des un beso
- Hecho
Dijo, inclinándose y juntando sus labios con los
míos. En dos semanas, nueve meses, tres años, todo ese tiempo era lo que en
algún momento estuve separado de ella y me hizo abstenerme de besarla. Ahora
iba a proteger de todos lo que realmente me importaba, que era Sungmin, mis
hijas, mi familia. Unos aplausos nos hicieron separar, era Sunny.
- ¡Sí! – celebró -
¡Tía Chula dijo que si me amontonaba ustedes se reconsiderarían!
- Se dice “Amotinar”
Le corrigió Minnie.
- Se dice “Reconciliar”
Corregí yo.
- Ven hija
Le pidió Sunny y esta corrió hacia nosotros.
- Te queremos mucho –
le dije - ¿Nos perdonas?
- ¿Volveré a tener mi
habitación?
Preguntó Sunny y yo reí.
- Sí – contesté –
Volveremos a casa
- ¡Bien! – celebró,
abrazándome - ¡Volveré a tener espacio para mis juguetes!
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ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO. AHORA COMO PROMETÍ MÁS ARRIBA, EL ADELANTO DEL PRIMER CAPÍTULO DE LA PRIMER PRE-CUELA DE ESTA NOVELA "HOTEL SHINEE (JONGKEY)" ¡DISFRÚTENLO Y ESPÉRENLO!
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Capítulo 1
- Cho Kyuhyun…
- dijo el sacerdote con lentitud - ¿Aceptas a Kim Sungmin como tu legítima
esposa? ¿Para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la
riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte los separe?
Sonreí, mi segundo nieto se está casando, me
siento tan orgulloso. Es uno de esos momentos en los que simplemente no puedes
evitar sonreír, pues todo es perfecto. Mi nieto había encontrado a su otra
mitad, esa chica que parecía un conejo, y era feliz, así como mi primer nieto,
Siwon, con esa chica que era una princesa. Todo es perfecto, todo brilla y
parece que nada va a salir mal, pues cuando la hallas, nada sale mal.
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Siempre he creído que cada persona tiene un alma
gemela en este mundo, y que cuando la encuentras no puedes soltarla, no puedes
dejarla ir. Yo encontré la mía, así como mi hija encontró la suya, y así como
mis tres nietos encontraron las suyas, todos teníamos a nuestra alma gemela al lado.
Sabía que ella era mi alma gemela cada vez que la veía, porque cada vez que la
veía me enamoraba de nuevo. Aunque ya estuviera entrada en años, para mí, ella
seguía siendo la mujer más hermosa del planeta, mi alma gemela, aquella por la
que me volví quien era ahora, por la que crecí, por la que luché. También sabes
que es tu alma gemela cuando tienes que luchar para conseguirla.
- Jonghyun… - susurró cerca de mi oído – Te amo…
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***
1958:
Tender camas, en eso se iba a basar mi verano,
en tender camas. Cuando tome en cuenta la posibilidad de buscar un trabajo de
medio tiempo por el verano, jamás me imaginé que sería en la isla Jeju en un
hotel de cinco estrellas. Había conseguido el trabajo gracias a que mi appa había
sido trabajador en ese hotel, el hotel “Jeju
Sun Resort”
. De esta forma empecé a trabajar en este hotel como el chico
que tendía camas, cargaba maletas y demás.
- ¿Ya
terminaste?
Me preguntó Joon, mi mejor amigo,
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Mi appa también tenía un hotel. El “Hotel SHINee”; básicamente era un hotel
de paso con desayuno incluido. Podía ser pequeño, pero era nuestro, era
especial y sabía que podíamos mejorarlo. Ese era mi deseo, poder llegar a ser
un gran magnate hotelero, hacer crecer el “Hotel
SHINee” y devolverles a mis padres todo lo que hicieron por mí.
Terminé con la cama, lanzando una moneda para
ver la tensión ¡Perfecto! Un buen hotel debe de tener un buen servicio
¡Anotado! Corrí hacia la puerta, aún podía alcanzar a Joon. Salí de la
habitación y algo chocó contra mí:
- ¡Lo
siento!
Me disculpé, haciendo una reverencia y ayudando
a la muchacha que acababa de empujar.
- Puedes
deberías sentirlo
Masculló la muchacha, sacudiéndose el vestido.
- ¿Estás
bien Key?
Preguntó la muchacha que la acompañaba.
- Sí,
Jinki
- Lo
lamento…
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- ¿Qué
harás cuando llegues a Seúl?
- ¿Pues
qué más? – pregunté, lanzando la pelota – Estudiar con todas mis fuerzas, yo
haré que el hotel de mi padre llegue a ser como este
- Lo
lograrás
Me lanzó la pelota y la atrapé, estirándome un
poco debido a mi estatura.
- Ojalá
– lancé la pelota - ¿Tú qué harás? – pregunté – Ya te graduaste
- Pues…
- Joon miró el suelo – No lo sé aún
- ¿No
planeas seguir con tus estudios?
- Es lo
que más quisiera – confesó – Pero la universidad no está a mi alcance monetario
- Para
mí tampoco… - me lamenté – Y en verdad quiero seguir aprendiendo, para así
hacer un buen trabajo con “Hotel SHINee”
- ¡Ya estuvo! –
exclamó Joon, haciéndome sobresaltar – Pase largo
- Ya…
Dije y él lanzó el balón. Corrí, mirando hacia
el cielo en busca de la pequeña pelota. El sol me cegaba, mis ojos buscaban y
mis piernas corrían. Sentí como algo chocaba con mi cuerpo y me tiraba al
suelo.
- ¡Aish!
– exclamó una voz y levanté la mirada, era la muchacha – Mi vestido…
- Lo
lamento mucho – hice una reverencia, pero ella me seguía mirando con desprecio
– No fue mi intención perturbarla
- Como
sea… - la chica volteó el rostro hacia su acompañante, la otra chica nueva en
el hotel – Jinki, vámonos
- Adiós
Dijo la otra chica, agitando su mano sonriente.
-
¡Jinki! – le regañó la primera chica - ¡No los saludes!
- Esas
chica es odiosa – dijo Joon, acercándose a mí - ¿Estás bien?
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-
Tenemos que arreglar la 615
Dijo Joon, subiendo conmigo por el ascensor.
- Sí –
busqué en mi bolsillo la llave maestra – Oh no…
- ¿Qué
sucede?
- Creo
que perdí mi llave maestra
Contesté, revisando todos mis bolsillos.
-
¡¿Qué?! – Joon abrió los ojos – Solo nos dieron esa a ambos
- Debe
de habérseme caído en la recepción antes de subir – comencé a caminar hacia el
ascensor – Espera aquí, ahora voy, aún la tenía antes de subir, ahí debe de
estar – el ascensor se abrió y entré - ¡Ay!
- Ten
más cuidado
Dijo una
voz. Era otra vez la muchacha, acomodándose los guantes y mirándome fijamente, sus
ojos parecían los de un gato. Cubrió su rostro con su abanico y salió del
ascensor, sacudiéndose el vestido. Me quedé viéndola, bamboleaba las caderas
mientras caminaba ¿Cómo una chica tan bonita podía tener una actitud tan
desagradable? Sacudí la cabeza, no tenía tiempo de pensar en desagradables
niñas mimadas.
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- ¡Jong!
-
¡¿Qué?!
- ¿Los
de esta habitación ya se fueron?
- Sí… -
contesté, revisando mi hoja – Sí, se fueron
- Pues…
no se llevaron todo
- ¿Qué?
Pregunté, caminando hacia el closet. Ahí,
colgados en dos percheros, dos trajes negros. A simple vista se podía ver lo
finos que eran. Pasé mi mano por las telas ¡Eran muy suaves! Lo tomé y caminé
hacia el espejo, imaginándome cómo se me vería usando ese fino traje. Me quité la
corbata y la camisa y comencé a poner la ropa olvidada.
- ¿Qué
haces?
Me preguntó Joon, volviendo a colgar el otro
traje.
- Solo
quiero ver que se siente usar ropa tan cara – terminé de vestirme – Se siente
muy bien…
-
Genial, ahora quítatela, no es nuestro, es de un huésped
- Pero
hyung… - miré Joon, acomodándome la corbata – El huésped ya se fue y no se
llevo esto
-
Entonces hay que dejarlo en recepción, tal vez puedan ubicar al huésped
- O tal
vez no
-
Jonghyun…
- ¡Por
favor hyung! – supliqué – Solo quiero sentir
- Bien,
pero después lo dejamos en recepción
- De
acuerdo – acepté a regañadientes – Tú ponte el otro
- ¡Ni loco!
– exclamó – No me pondré algo que no es mío
- Vamos,
nadie se enterará
- De
acuerdo – aceptó mi hyung, poniendo los ojos en blanco y quitándose la camisa –
Esto es una locura
- Se ven
increíbles en nosotros – me miré en el espejo – Que guapo soy
- Sí… -
dijo Joon con ironía – Wow… - se miró en el espejo – Es…
- Te lo
dije
- Si
tuviéramos una cámara, nos tomaríamos fotos, en casa no nos creerán que estamos
usando sombreros Chanel
- Yo aún
no puedo creerlo
Dije, acomodándome el saco y sonriendo, en
verdad se nos veía muy bien. Pero no era nuestra realidad. Sin el traje
nosotros éramos dos empleados de dieciséis y dieciocho, meseros, trabajando por
propinas en un mundo de ricos y poderosos. En el futuro quizá podría usar esto,
por ahora era un mero disfraz que debía de guardar… o tal vez no…
- ¿Qué
te parece salir a hacer el trabajo así?
- ¿Con
esta ropa? – Joon se quitó el saco - ¿Estás loco?
- ¿Qué
tiene de malo? – pregunté, acomodándome el sombrero – Quizá hasta encajemos en
la alta sociedad
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- ¡Ay!
Exclamó una voz cuando mi mano chocó con su
rostro.
- ¡Lo
siento!
- ¿Es
que acaso usted, simple mesero, va a golpearme por toda mi estadía en el hotel?
La chica me miró con enojo, pero eso me
importaba poco. Me había dolido, me había ofendido; por primera vez desde que
empecé a trabajar en el hotel, me sentí ofendido y avergonzado. Sí sabía que al
venir a este hotel vería a lo mejor de lo mejor de la sociedad, a los más ricos
y poderosos de Corea y quizá del mundo, pero jamás me sentí inferior a ellos,
hasta ese momento.
Su mirada severa y altiva, con un toque de
presunción, era la mirada de alguien que se sentía superior y se creía superior,
y era obvio que así era. Me sentía pequeño a su lado, y no porque ella me
llevara unos centímetros de altura, sino porque sabía que era inferior a ella,
que había muchas diferencias entre ella y yo. Renegué de mi vida, y no podía
creer que lo estuviera haciendo, pero lo hacía, pues no quería ser un mesero en
ese momento, quería ser alguien, cualquier persona que pudiera cerrarle la boca
a esa chica, aunque tuviera que ser educado con ella por ser mujer, pero quería
callarla.
- ¡Oh,
hola! – saludó de pronto Jinki, sonriéndome, luego miró a su amiga - ¿Sucede
algo?
- No soy
un mesero
Dije, mirándola fijamente y cerrando mis puños.
- ¿A
no…? – la chica me miró con una sonrisa burlona en los labios – Si mal no
recuerdo, usted y su acompañante usaban uniformes
- Key… -
su amiga la tomó del brazo – Vamos a buscar una mesa
- No soy
un mesero – volví a repetir, cerrando los puños y mirando fijamente a esa chica
- ¿A caso luzco como uno?
-
¿Entonces qué hacia vestido como uno?
Mirándome de arriba abajo, como analizando mis
ropas, el traje fino que llevaba puesto.
- Eso no
es de su incumbencia
Contesté y ella abrió mucho los ojos.
- ¿Cómo
se atreve usted a hablarme así?
- De la
misma forma que usted osó en llamarme “Mesero”
Ambos nos miramos. Sus ojos lanzaban chispas y
no dudaba en que los míos también. Solo Jinki se veía preocupada, mirando de
hito en hito, y balbuceando.
-
Key-shi, mejor vámonos – volvió a decir y la chica asintió – Disculpe la
actitud de mi amiga…
- ¡¿Por
qué te disculpas?! – gritó de pronto la chica, zafándose con brusquedad del
agarre de su amiga - ¡Yo no he hecho nada!
- Key…
por favor…
- Al
menos una disculpa haría que usted quede como una persona con educación
Solté y la chica me miró con furia.
- ¿Se
atreve usted a decir que no tengo educación? – tragué saliva, la mirada de esa
chica era de temer, como si lanzara ácido con los ojos, me sentí asustado –
Demuéstreme usted que no es un mesero y que mis palabras han sido ofensivas,
solo así me disculparé…
-
Key-shi…
Jinki miraba a su amiga con temor.
- Estoy
esperando…
Dijo la chica, yo solo la miré, apretando aún
más los puños.
- Su
pedido señor Kim – dijo de pronto el barman, Seungri, y yo lo miré sorprendido
– Espero que esté disfrutando su estadía en el “Jeju Sun-Resort”
- Eh… -
miré a Seungri y él me señaló el vaso con lo que parecía ser limonada –
Gracias…
- Fue un
placer…
Dijo, dándose media vuelta y yéndose.
- Bueno…
- miré a la chica, ella me miraba ceñuda – Creo que merezco una disculpa
La chica me miró fijamente y giró el rostro,
alzando la nariz y cruzándose de brazos, yo solo solté una risa.
- Key… -
la chica miró a su amiga – Discúlpate
- Aish…
- la chica bufó y me miró – Disculpe usted mi comportamiento ofensivo
-
Descuida…
- Bueno…
- empezó a decir Jinki, sonriendo – Ya que todo está solucionado, iré por más
pollo
Y diciendo esto se fue.
- ¿De
verdad no lo vi a usted usar ropas de servidumbre?
Preguntó la chica de mirada felina con una ceja
alzada.
- No…
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