Capítulo 17
- Mi appa y el de
Jonghyun son socios – decía Joon – Ambos tienen un hotel en América que es muy
conocido
- Fascinante…
Decía Jinki sonriente.
- Nosotros hemos ido a
todas partes del mundo gracias a nuestros padres – seguía diciendo él – Por eso
pienso que debemos esforzarnos por devolverles lo que han hecho por nosotros
- Eso es cierto
Aceptó Woohyun.
- ¿Cuál es tu lugar
favorito en el mundo, Joon oppa?
Preguntó Sae.
- Toscana, en Italia
Contestó Joon.
- Opino lo mismo –
dijo Key - ¿Recuerdas Jinki? – la aludida asintió – Es un hermosos lugar
- Nosotros hemos ido
ahí como tres veces, siempre es divertido
Comenté y todos asintieron.
- Mis padres tienen
una villa en Toscana
Comentó Woohyun.
- ¡Es muy bonita! -
dijo Sae sonriente – Me gusta mucho la casa de Woohyun oppa en Italia
- ¿Todos han ido a
Italia?
Preguntó Joon, notablemente incómodo.
- Italia, Francia, Grecia…
nos hemos recorrido casi toda Europa – habló Jinki, tomando un poco de su
bebida – Nos falta recorrer África
- Nosotros hemos
estado en África
Recordé al instante y Joon me miró sorprendido.
- Cierto… - Joon me
miró y yo asentí – Hemos ido al Cairo, en Egipto
- Nunca he ido a ahí
Admitió Key.
- Yo menos
Dijo la extraña pareja al unísono.
- Sería bueno ir… -
dijo Key, mirando su vaso – Tal vez, cuando nuestros padres se calmen y
regresen a sus sentidos – todos rieron, recordando aún a los adultos que seguían
en un estado de letargo por culpa de las confesiones de sus hijos – Podamos ir
al Cairo
- ¡Veremos las
Pirámides!
Sae empezó a aplaudir.
- Quizá podamos ir en
Navidad – dijo Woohyun – Ahora que nuestros padres están poniendo la mira en
África
- ¡Sí! – celebró
Jinki, sonriente – Eso sería increíble
- Eh… sí, lo sería
Dije yo, mordiéndome un labio con disimulo. Joon
y yo ni siquiera teníamos pasaporte ¿Cómo rayos haríamos algo así? Si es que se
daba la oportunidad, nosotros no podríamos ir. Joon me había confesado que le
había gustado Jinki, que era la chica más singular y linda que había visto en
su vida; debido a esto él también empezó a mentir. Él era el que siempre me
decía que dejara de hacerlo, que no lo hiciera, que todo saldría mal, y ahora él
también mentía ¿Por qué continuábamos haciéndolo? Faltaba menos de un mes para
que el verano acabase, y cuando eso sucediera jamás las volveríamos a ver, pues
tendríamos que regresar a nuestra realidad. Él había dicho, citándome, que
quería al menos estar con ella por lo que quedara del verano, aunque fuese poco
tiempo. No lo contradije, ni objeté, lo apoyé, como él hizo conmigo, y ahora
ambos estábamos en el mismo barco, a punto de ahogarnos con nuestras mentiras.
- También quisiera ir
a Venecia – comentó Sae, comiendo un poco de Kimchi – Sería lindo pasear en
esos botes… - miró a Woohyun - ¿No opinas lo mismo, oppa?
- Sí… sería lindo –
Woohyun sonrió - ¿Qué tal si vamos en Navidad a Venecia?
- Y a Egipto en las
próximas vacaciones de verano
Agregó Key y todos asintieron.
- ¿Se apuntan?
Nos preguntó Woohyun.
- Es que… nosotros…
- En Navidad iremos a
Ámsterdam – me apresuré a decir – Nuestros padres están viendo la posibilidad
de abrir un hotel ahí
- Wow… eso es
fascinante
La mirada de Jinki no era de fascinación, era
una mirada extraña… ¿A caso ella sabía la verdad?
- ¿Pero de todas
formas iremos a Venecia? – preguntó Sae, mirando con ojos inocentes a todos –
Es que quiero pasear en góndola con Woohyun oppa
- ¡Oh… que linda! –
exclamó Key – Aún no puedo creer que tu novia sea una niña nueve años menor que
tú
- Woohyun oppa me
quiere mucho y yo a él – confesó Sae y Woohyun sonrió - ¿No es así?
- Sí, mucho
Admitió un Woohyun sonrojado.
- ¿Cómo es que
sucedió?
Preguntó Jinki.
- Nuestras ommas son
amigas y constantemente iba a su casa – empezó a contar Woohyun – Me aburría
enormemente porque no tenía a nadie con quien conversar y entonces…
- Le pedí que jugara
conmigo
Intervino Sae.
- Jugamos a las
muñecas por horas y horas – siguió contando Woohyun y todos rieron – Y no sé…
de pronto ya no quería irme
- Él prometió volver
la siguiente vez y así lo hizo – comenzó a hablar Sae – Me enseñó a andar en
bicicleta
- Esa fue la segunda
vez que nos vimos – recordó él – No sé… - sonrió – Ella simplemente tenía algo
distinto… lindo – las chicas sonreían como si estuvieran leyendo una novela
romántica – Y eso no me pasaba con las otras niñas, solo con Sae Ron
- ¿Entonces por ella
es que a veces nos dejabas plantadas?
Preguntó Key, cruzándose de brazos e intentando
poner cara seria, pero no podía evitar sonreír.
- Sí, y no me
arrepiento – Woohyun abrazó a Sae y esta rió – Y un día, que estábamos jugando
en su jardín a que ella era la “Bella
Durmiente” y yo el príncipe… - todos lo miramos atentos – Pues no pude
evitar… besarla, se veía demasiado linda
- Y entonces yo dije
que ya que me había dado un beso, entonces era mi novio
Completó Sae y las chicas aplaudieron.
- ¡Qué bonito!
Exclamó Jinki.
- ¡Mucho…!
Decía Key, asintiendo.
- ¿Si sabe él que lo
único que le gusta a esa niña es la adoración que siente él por ella?
Me preguntó Joon en un susurro.
- Déjalo vivir en su
fantasía
Le dije a mi hyung y este asintió.
- Algún día una loca
escribirá una historia de vampiros donde uno de los personajes se enamorará
también de una niñita
- Sí, y ese personaje
será un hombre lobo y la niñita será una recién nacida
Ambos reímos.
- ¿Qué tanto
murmuran?
Preguntó Key, mirándome de forma amenazadora.
- Nada… - contesté,
pasando mi brazo por sus hombros – Solo de a dónde llevarte esta noche…
- ¿Saldremos?
- No hemos tenido una
cita los dos solos – ella sonrió – Como novio, debo de llevarte a un buen lugar
como primera cita
- ¡Oh, Puppy!
Key sonrió aún más y entonces me besó.
- Mi primera cita con
Woohyun oppa fue al Parque de Diversiones y luego vimos una película de terror,
él se desmayó
- ¡No tenias por qué
contarlo!
Woohyun se cubrió el rostro con vergüenza.
- Yo nunca he tenido
una primera cita
Confesó Jinki y Joon la miró sorprendido.
- ¿En serio?
- Aja, jamás he
salido con un chico, solo en grupo
- Oh… - Joon miró a
otro lado y luego respiró hondo, eso me causó gracia, nunca lo había visto
nervioso - ¡Jinki…!
- ¿Sí…?
- A ti… te gustaría…
Aish…
- ¿Por qué te cuesta
tanto expresarte? – se burló Key – Solo dilo
- ¿Decirme qué, Joon
oppa?
- ¿Quieres salir
conmigo?
Soltó Joon y Jinki lo miró sorprendido, luego
miró a Key.
- Yo…
- Ella estaría
encantada – contestó Key – Te prestaré mi vestido verde
- Eh… sí… - miró a
Joon e intentó sonreír, pero solo le salió una mueca – Me gustaría salir con usted,
Joon oppa…
- Bien… - Joon sonrió
– Iré a recogerla su habitación a las seis
- De acuerdo
- Eso significa que
estaremos solos tú y yo, Puppy
Dijo Key, mirándome de forma extraña, como
seduciéndome con los ojos, sus ojos felinos.
- Sí…
Sonreí, esa chica me tenía en la palma de su
mano.
- Entonces también
salgamos – ordenó Sae, mirando a Woohyun – Llévame a la playa de nuevo
- ¿A la playa? –
preguntó Woohyun y Sae asintió – De acuerdo, prepararé algo entonces…
- Mierda… - decía Joon acomodándose la
corbata – Estoy nervioso…
- Solo llévala a comer pollo, con eso
la conquistarás
Le dije, intentando no reír de la actitud de mi amigo.
- Es fácil para ti decirlo, mentir se
te hace fácil – Joon seguía batallando con su corbata, la del traje que hace
unos minutos habíamos robado - ¿Qué pasa si se da cuenta de que miento?
- No lo hará
- Es una chica de la Alta Sociedad, se
dará cuenta
- Solo recuerda todo lo que te he dicho
y no pasará nada
Le intenté tranquilizar, terminando de vestirme.
- Sí… - Joon respiró hondo – Todo saldrá bien
- Eso, mente positiva
Joon me sonrió.
- Que te vaya bien en tu cita con la
Diva
- Que te vaya bien en tu cita con la
adicta al pollo
Le deseé y él rió.
- No me esperes despierto…
- No lo haré…
Sonreí y Joon se fue. Terminé de arreglarme, era imposible
que me viera mal con algo, sobre todo si era algo tan fino como lo que estaba
usando. Salí de mi habitación sonriente y toqué la puerta de Key y esta me
abrió, esbozando una gran sonrisa.
- Que guapo te ves esta noche, oppa
Dijo ella, enganchando su brazo al mío.
- También te vez muy bella esta noche
- Ya lo sabía
La miré, ella tenía una sonrisa de suficiencia en el rostro.
Definitivamente mi novia era presumida, pero de cualquier forma así me gustaba
ella. Entramos en el ascensor y descendimos al primer piso, todos los hyungs y
noonas la saludaron y me saludaron, en verdad se sentía bien poder decir que
Kim Kibum era mi novia, mía y de nadie más. Salimos del hotel y nos quedamos
ahí parados, mirando el cielo estrellado.
- ¿A dónde quiere ir mi Diva?
Pregunté y ella sonrió.
- A cenar no, es muy aburrido –
contestó – La playa ya nos la ganó Woohyun y no quiero topármelo, me daría
miedo verlo con su hija/novia – reí por sus palabras - ¿Qué sugieres tú?
- Pues… siendo muy jóvenes aún… no
podemos hacer mucho
Me lamenté.
- Que aburrido eres – se quejó ella,
cruzándose de brazos y haciendo un puchero – Quiero eso… - señaló una de las
bicicletas del hotel – Demos una vuelta en eso
- ¿Quieres montar en bicicleta a esta
hora?
Ella asintió.
- Yo no montaré, lo harás tú y yo
estaré sentada abrazándote – la miré con una ceja alzada – Como en las
películas
- De acuerdo
Acepté, tomando una de las bicicletas y anotando el nombre
de Key junto con el número de su habitación. Me subí y Key se subió en la parte
de atrás, abrazándose a mi cintura. Comencé a pedalear, recorriendo la isla con
Key abrazada a mí.
Cada tanto ella decía cosas como “Oh, qué bonito…” o “Mira que
lindas flores” o sino “¡Ve más lento
idiota que me voy a caer!”. La verdad es que era muy entretenido pasear en
bicicleta por la isla y de noche. Nos detuvimos en la plaza, la luna se veía
hermosa desde ahí.
- Sabes oppa… - empezó a decir,
abrazándome – Me has dado el verano más lindo de todos
- Fue un placer
La apreté más contra mí.
- Me diste el valor de hacer muchas
cosas – Key me miró, sus ojos brillaban – Al final si terminaste siendo mi
súper héroe
- Key… - ella me miró fijamente y
entonces la besé – Te quiero…
- Yo igual – sonreí al oírla – Es una
buena señal que mis padres aún no hayan venido a matarte después de la
desastrosa fiesta
- Sí… - no pude evitar soltar una
risita – Aunque aún siento miedo – pensé en mis padres – Hay algunas cosas que
temo…
- ¿Cuáles?
- Que a mis padres pueda pasarles algo
Contesté, mirando al cielo.
- No creo que mis padres sean tan malos
– miré a Key con una ceja alzada – O sea, sí, son crueles, pero no creo que
sean capaces de hacer algo malo como dañar a tus padres
- Eso espero…
- Cuéntame de ellos – me pidió - ¿Cómo
son?
- Pues mi appa es muy comprensivo, se
llama Taeyang – comencé a contar – Omma cocina delicioso, tiene buena sazón,
quizá algún día me enseñe
- ¿Cómo se llama?
- Daesung – contesté – Es la mejor omma
del mundo, siempre diciéndome lo mucho que me ama e intentando verme feliz a
toda costa
- Suena lindo… - Key bajó la mirada –
Mi omma vive para hacerme sentir mal… no sé por qué lo hace, siempre intenta
apabullarme, hacerme sentir tonta y… ridiculizándome
- Lamentablemente es la única omma que
tienes
- Lamentablemente… - Key seguía mirando
el suelo, yo tomé su mano y ella sonrió apenas – Mi abuela en cambio… - sonrió
aún más – Ella me amaba mucho… me hacía sentir querida, especial, era su única
nieta así que me engreía mucho…
- ¿Murió?
Me atreví a preguntar.
- Hace un año – contestó ella – Ella
era la única en la casa, además de Jinki, que me decía lo mucho que me quería…
- Key me miró, mostrándome su sonrisa – Mi abuela fue la primera que me regaló
un cuaderno de dibujo… - su mirada se volvió nostálgica – Me enseñó a pintar, a
dibujar, a coser… - soltó un suspiro – Con ella cosimos casi todos los vestidos
de Jinki
- ¿En serio?
- Todos los vestidos que la has visto
usar han sido mis creaciones – comentó ella, sonriendo con arrogancia – Este
también es un “To Heart” original
- ¿To Heart?
Pregunté sin entender y ella sonrió.
- Es el nombre que le puse a mi… futura
marca de ropa
- En verdad tienes talento
Key asintió, mordiéndose un labio.
- Pero mis padres quieren que me haga
cargo de Big-Bang
- Pero eso no es lo que tú quieres –
ella me miró – Debes de luchar por lo que quieres
- No es tan fácil… - se lamentó – Puede
que el viernes hayas hecho lo inimaginable para todos nosotros, pero
convencerlos no será tan fácil… - Key miró al suelo y volvió a mirarme – Tan
pronto como volvamos a Seúl… ellos serán los mismos de nuevo – me sonrió – Por
eso quiero disfrutar al máximo este momento de paz
- Es una segunda “Guerra Fría”
Comenté y ella asintió.
- Pero al menos quiero disfrutarla
contigo…
Nos volvimos a besar.
- No entiendo como un padre puede
obligar a su hijo a hacer lo que no quiere, lo condena a la infelicidad…
- ¿Tú quieres hacerte cargo de los
hoteles de tu padre por obligación o porque quieres?
Sonreí por la pregunta.
- Yo quiero hacerme cargo del “Hotel SHINee” porque quiero verlo
crecer, quiero que sea el mejor hotel del mundo… - sonreí – Antes de venir
aquí… me esforzaba todos los días para siempre ser el mejor en la escuela, en
mis trabajos de medio tiempo… cualquier cosa que en el futuro me sirviera para
ayudar con el “Hotel SHINee”. Ese hotel
es todo lo que mis padres tienen…
- Eso es interesante… deberías ir a la
escuela EXO, es la mejor
- Ya me lo han dicho – reí – Tal vez a
mis hijos los meteré en esa escuela, tal vez mis nietos irán a esa escuela
- ¿Tú obligarías a tus hijos a seguir con
el negocio de tu familia?
Me lo pensé bien y luego sonreí.
- Me gustaría, pero no la obligaría… -
contesté – Aunque haría que esté siempre conmigo en el trabajo, eso hacía mi
padre y por eso amo lo que hace, haría lo mismo
- Eso es manipulación
Rió Key.
- Pero si al final me dice que quiere
hacer otra cosa, pues dejaría que siguieran su propio camino
- Eso suena mejor…
- Y si decide que quiere hacerse cargo
de mi negocio… - sonreí – Me haría el enfermo para que tome el puesto de CEO de
una vez
- Eso sería divertido – rió Key – Yo
también me gustaría dejarle el negocio a mi hijo, pero que decida lo que
quiera… eso sería lo mejor
- Lo importante es intentar evitar los
errores de nuestros padres
- Sí… - Key sonrió ampliamente – Yo
mimaría a mi hija con todo mi corazón, gastaría cada centavo en ella y haríamos
cosas juntas ¡Como ir de compras! Y arreglarnos…
- Cásate conmigo – dije y Key sonrió –
Tus hijos te saldrían guapos
- Calla Puppy – rió Key – Tus hijos tendrían
la suerte de parecerse a mí, soy muy bella
- Yo más
- ¡No! – Key sonrió - ¡Yo soy más
bonita!
- ¿Has visto mi abdomen? – pregunté y
ella rió - ¡Soy muy guapo!
- ¿Me has visto en traje de baño? –
preguntó ella y yo al instante comencé a imaginarlo - ¡Soy muy bella!
- Entonces no te pongas ropa de baño,
eres solo mía, no de dominio público
Ella sonrió y luego me dio un zape.
- Para que se te quite lo tonto
- Si me das golpes en la cabeza,
quedaré tonto
- Jonghyun…
Me fulminó con la mirada.
- Lo siento… dejaré de hacer
comentarios tontos
- Así me gusta – Key sonrió y me
pellizcó una mejilla – Volvamos al hotel
- ¿Tan pronto? – pregunté decepcionado
– Creí que podríamos quedarnos un rato más aquí – miré el cielo – Bajo la luna…
te ves más hermosa
- Tú igual – Key se acercó más a mí –
Oppa… - la miré - ¿Qué hacen las parejas normalmente en una cita?
- A pues…
Sonreí, levantándome de la banca y extendiéndole mi mano,
ella al instante aceptó. Comenzamos a recorrer toda la isla, tomados de la
mano, tomándonos fotos, besándonos, abrazándonos, disfrutando uno del otro. Nos
detuvimos en un árbol y yo saqué mi navaja, entonces tallé en el tronco: “Jonghyun y Key, por siempre y para siempre”.
Ella me abrazó fuertemente y me dio un beso lento y cargado de amor. Key le
tomó foto a nuestro recuerdo y continuamos nuestro camino por la isla,
disfrutando de todos los paisajes y de nuestra compañía.
- ¡Mira, una estrella fugaz!
Key señaló el cielo.
- Pide un deseo
Le dije y ella cerró los ojos.
- Deseo… estar siempre al lado de
Jonghyun oppa
Sonreí al oírla.
- Deseo que Kibum siempre esté a mi
lado
Ella me sonrió y luego se apoyó en la cerca, mirando hacia
el abismo, donde las olas golpeaban.
- ¡Amo a Kim Jonghyun!
Gritó ella, siendo su voz esparcida por el silencio de la
noche y confundiéndose con el sonido de las olas.
- ¡Amo a Kim Kibum!
Grité yo y ella me sonrió. Key me abrazó y acercó su rostro
al mío, uniendo nuestros labios. Me sentía muy feliz a su lado, siendo
correspondido, sabiendo que solo me quería a mí. Tomé su mano y volvimos al
hotel en la bicicleta. Subimos por el ascensor hacia el sexto piso y caminamos
lentamente por él, había sido la mejor noche de mi vida, no quería que se
acabara aún. Key buscó en su bolso algo y luego me miró.
- Creo que Jinki se quedó con la llave
– Key golpeó la puerta - ¡Jinki unnie, ábreme! – pero no se escuchó sonido
alguno - ¡Jinki unnie! – siguió golpeando pero no hubo respuesta - ¡Onew-shi! –
Key dejó la puerta y me miró – Creo que no hay nadie, aún no deben de haber
vuelto
- Oh pues… - miré mi puerta – Puedes
quedarte en mi habitación – sugerí – Es tarde y debes de estar cansada
- Sí…
Aceptó ella, siguiéndome hacia mi puerta. Abrí y entramos;
me sentí avergonzado, era la típica habitación de hombres, es decir que estaba
desordenada. Key miró todo y se sentó en una de las camas, luego me miró.
- Eh… puedes dormir ahí, yo dormiré en
esta
- Sí
Aceptó ella.
- Eh… - busqué en la ruma de ropa –
Toma esto, para que estés más cómoda
Le entregué una de las camisetas que Joon había robado,
fácilmente le quedaría como camisón pues era muy grande.
- Gracias… - dijo ella, extendiéndola –
Que curioso, he visto esta camiseta antes
- ¿En serio?
- Sí… - Key la dejó a un lado – Debe de
ser un modelo muy común
- Seguro… - tomé mi ropa del piso – Iré
al baño a cambiarme… - la miré, me sentía muy nervioso – Tú puedes cambiarte
aquí
- Sí…
- Bien…
Caminé hacia el baño y cerré la puerta. Me miré en el espejo
y me lancé agua, estaba nervioso, jamás había estado con una chica en una
habitación ¡Solos! ¡Y en un hotel! Era tan extraña la situación. Me puse mi
piyama improvisado y regresé a la habitación.
- ¡Ah!
Gritó ella y yo me cubrí los ojos. La camiseta no era muy
larga así que se le veían las piernas y la ropa interior. Escuché el ruido del
colchón, de seguro ella se estaba metiendo debajo de las sábanas, pero yo no me
atrevía a mirar.
- Lo siento…
Me disculpé, aún sin quitar mis manos.
- Ya puedes ver
Dijo y yo descubrí mi vista. Ella estaba en la cama,
cubierta por las sábanas, de nuevo con el cabello en sus dos coletas. Caminé
hacia la otra cama y me recosté en ella, mirando a Key, quien veía el techo
fijamente.
- Buenas noches…
Murmuré sin cerrar los ojos, no quería dejar de verla.
- Oppa… - Key me miró, yo de pronto
sentí calor por dentro – Alguien tiene que apagar las luces
- Cierto… - quité las sábanas y me
levanté, apagando las luces y volviendo a mi cama – Buenas noches…
- Oppa… - Key encendió la lámpara de
noche – Te amo…
- Yo también te amo Key… - sonreí,
aunque ella no pudiera verme – Que tengas dulces sueños
- Oppa… - la volví a mirar, se había
levantado de su cama y ahora podía ver sus delgadas y bien formadas piernas –
Hazme un lugar…
- ¿Qué…?
Pero no tuve tiempo de decir nada más, pues Key quitó las
sábanas y se recostó a mi lado. Me quedé viéndola, sintiendo que el corazón
comenzaba a latirme con rapidez. Los ojos de Key brillaban con la luz de la
lámpara de noche, dándole a su rostro un aspecto aún más dulce y hermoso. De
pronto sentí que tomaba mi mano por debajo de las sábanas y mi corazón aceleró
todavía más; tragué saliva, me sentía muy nervioso, aunque solo estuviéramos
durmiendo.
- Jonghyun-shi…
- Key…
- Dame un beso por favor…
Pidió y la miré, luego miré sus labios y finalmente sus
ojos. Tragué saliva de nuevo y me acerqué un poco a ella; Key cerró los ojos y
yo acerqué mi rostro, la respiración de Key era lenta, debía de estar esperando
mi acción. Acerqué más mi rostro al suyo y uní nuestros labios. Era un beso
lento pero profundo, jamás la había besado así, jamás había besado a alguien
así. Key llevó una de sus manos a mi mejilla y empezó a acariciarla, sin romper
nuestra unión. Tomé su mano, apretándola más contra mi rostro, su tacto se
sentía cálido. Key acercó más su cuerpo al mío; su otra mano, la que sostenía
la mía, la llevó a mi cuello y así me atrajo más hacia ella. Mi mano libre la
llevé a su cintura, intentando que la cercanía fuera más corta. Su mano que aún
era sostenida contra mi rostro comenzó a descender por mi cuello, provocándome
cosquillas y que me estremeciera. Abrí mis ojos, ella seguía con los suyos
cerrados, sin detener nuestro beso. Me sentía aturdido ¿Qué estábamos haciendo?
- Key…
- Oppa… - ella me miró – No me sueltes…
Pidió y yo asentí. Volvió a unir nuestros labios. Su mano
siguió su recorrido por mi cuello y descendió a mi hombro, bajando por mi brazo
y dibujando mis músculos con la punta de sus dedos. Mi otra mano libre también
la llevé a su cintura y la acerqué aún más a mí, podía sentir el latido de su
corazón contra el mío. La sensación de sus manos en mis costados era extraña,
hacía que me estremeciera, pero me gustaba mucho. Comencé a descender por su
cintura, acariciando sus caderas y acercándome al borde de la camiseta que
cubría su cuerpo. Key se separó de mí y yo la miré asustado.
- Lo… lo siento…
- Jonghyun-shi… - Key me miró, su boca
estaba ligeramente abierta y su respiración estaba un poco agitada – Eres mi
primer novio – admitió – Y quiero que seas el primero en todo
- Key… - sus palabras me sorprendieron
mucho - ¿Estás segura? – pregunté – Somos muy jóvenes…
- Tengo quince años y no quiero esperar
para estar con el chico que amo – contestó, mirándome fijamente – Mira a Sae
Ron, ella tiene diez y está con Woohyun en la playa haciendo solo Dios sabe qué
- ¿Estás segura?
Volví a preguntar con miedo.
- Sí, mucho…
Contestó ella, cerrando sus ojos. Miré sus labios y entonces
los volví a atrapar. No podía creerlo, pero estaba sucediendo. El calor en mi
cuerpo aumentó y llevé mis manos hacia el borde de la camiseta de Key,
lentamente la fui alzando, rozando su piel con mi mano, su piel era suave. Comencé
a acariciar su abdomen, tocando apenas su ombligo, no atreviéndome a ir más
arriba, aún no podía asimilar lo que estaba ocurriendo y el calor en mi
interior seguía en aumento. Key me imitó y comenzó a alzar mi camiseta, tocando
mi duro abdomen, recorriéndolo con sus suaves manos. Solté un suspiro cuando
sus manos tocaron mi pecho, su tacto era como el fuego, quemaba mi piel y me
hacia desear que lo repitiera mil veces más. Me aventuré a subir más las manos
y toqué apenas uno de sus pechos, apenas rozándolo con la punta de los dedos.
- Te amo… - le dije entre besos,
abriendo mis ojos – Mucho…
- Yo igual – Key abrió los ojos también
– No quiero separarme nunca de ti
- Tampoco quiero que te separes de mí
Entonces quité su camiseta, lanzándola de nuevo a la ruma.
Ella me miró fijamente y noté como tragaba saliva con nerviosismo. Sonreí, se
veía adorable. Volví a atrapar sus labios con los míos, saboreándolos,
deleitándome con ellos. Las manos de Key siguieron alzando mi camiseta y
entonces me la quito. Ambos contemplamos nuestros torsos desnudos y nuevamente
cortamos la distancia, juntando nuestros cuerpos, piel contra piel. Key llevó
sus manos a mi cuello y jaló de él, provocando que me colocara encima de ella.
Continué besándola, acomodándome entre sus piernas. El fuego en mi interior
creció, haciéndome descender con mis labios por su cuello, provocando que ella
se estremeciera y comenzara a soltar suspiros. El cuerpo de Key temblaba debajo
del mío, mis manos continuaban acariciando su piel y mis labios dejaban un
rastro de besos por su cuello y continuó descendiendo por su pecho.
- Ah…
Soltó cuando besé uno de sus pechos. Continué con esa
acción, besándolos, acariciándolos, arrancando más suspiros de parte de Key que
provocaban que el calor en mi interior se intensificara. Key llevó sus manos a
mi pantalón y comenzó a quitarlos; mi respiración se detuvo, de nuevo me sentí
nervioso, pero ansioso, y el calor crecía. Volví a mi trabajo, besando los
pechos de Key, haciendo que sus manos tiemblen y entorpezcan su actuar.
Continué mi recorrido, besando su abdomen, dejando un rastro de saliva en su
piel. Key respiraba con rapidez y yo me detuve en su última prenda, mirándola
fijamente.
- ¿Estás segura?
Volví a preguntar y ella asintió. Tomé el elástico de sus
bragas y las quité. Me quedé viendo el cuerpo de Key, iluminado solo por luz de
la lámpara de noche. Ella tenía razón, era muy hermosa. Me acerqué de nuevo a
su rostro y besé sus labios, ella temblaba debajo de mi cuerpo, eso me hizo
sonreír. Me miró, sus mejillas estaban sonrojadas, yo deposité varios besos en
su rostro, me sentía feliz de ser el primero, quería ser el primero y único en
su vida. Quité mis pantalones y mi ropa interior, entonces ella me quedó viendo
fijamente, yo tragué saliva, el fuego en mi interior ardía descontrolado y ya
no podía aguantar más.
- No dejaré que ninguna unnie se te
acerque, eres muy guapo – reí – Te amo…
- Yo también te amo… - volví a besarla
– Seré cuidadoso…
- ¡Espera! – Key me detuvo, estirándose
hacia su bolso y sacando algo de él – Toma…
- Oh…
Miré el paquetito depositado en mi mano.
- Una unnie nos lo dio a Jinki y a mí
cuando le contamos que saldríamos con ustedes
Comentó y yo intenté no reír. Abrí el paquetito y me coloqué
el condón; de pronto todo se volvió más real, no podía creer que esto de verdad
iba a suceder. Volví a acomodarme entre las piernas de Key y ella me miró,
abrazándose de nuevo a mí.
- Key…
- Se cuidadoso… por favor
Asentí y la besé, rozando nuestros sexos y provocando que
soltemos suspiros. Miré a los ojos a Key, ella no me quitaba la mirada de
encima. Comencé a mover mis caderas, ella al instante se mordió el labio
inferior. La miré con preocupación, ella asintió, entonces continué mi avance y
sus manos cayeron al colchón, apretando las sábanas y soltando un quejido.
- Lo siento…
- No te detengas… - me pidió – Por
favor…
- Sí…
Continué avanzado, se sentía delicioso, pero podía ver que
para ella no era igual. Me detuve un momento y ella soltó un quejido, sus ojos
comenzaron a derramar lágrimas y yo me asusté. Key me miró fijamente y se
limpió las lágrimas.
- Continúa… por favor…
Besé sus labios, no podía creer que esa chica se estuviera
entregando a mí en cuerpo y alma. Key enredó las piernas en mi cintura e hizo
presión, haciéndome entrar por completo en ella. Me quedé quito, sintiendo el
calor de sus paredes contra mi piel palpitante y deseosa de más. Key me mordía
un labio y me había clavado las uñas en la espalda. Se separó de mí, lamiéndose
mi sangre de los labios, esa fue una imagen muy erótica para mí. Volví a besar
sus labios, aún sin moverme, sintiendo solo el calor que seguía aumentando.
- Key…
Suspiré.
- Jonghyun-shi… - Key me miró – Hazme
el amor
Pidió y yo de nuevo asentí a sus palabras. Moví mis caderas,
arrancando un quejido de sus labios, pero ella me impidió detenerme. Continué
con el vaivén, sintiendo que estaba llegando al mismísimo cielo, se sentía
demasiado bien, se sentía delicioso, como tocar las estrellas, como explotar en
mil pedazos.
- Ah… Key…
- Jonghyun… - suspiraba ella, abrazándose
más a mí – Te amo…
- Ah… Dios… esto es… ah…
- Más… - pidió ella – Se siente muy
bien… ah… quiero más…
- Te amo – besé sus labios, acelerando
mis movimientos - ¡Oh, Key!
- ¡Ah! – gritó ella, volviendo a
enrollar sus piernas alrededor de mi cintura - ¡Te amo Jonghyun!
Mis movimientos se incrementaron y mis labios volvieron a
buscar los pechos de Key, haciendo que ella volviera a soltar un grito.
Definitivamente estaba en el cielo, pues no podía haber en la tierra algo tan
delicioso y placentero como hacerle el amor a Key. Ahora ella me pertenecía,
ahora ella era totalmente mía. Volví a sus labios, acelerando mis movimientos
por orden de suya. Sentía que pronto iba a explotar, sentía un cosquilleo en mi
interior, hacía que mis movimientos fueran irrefrenables.
- ¡Ah, Key! – empecé a besar su cuello
- ¡Ya no puedo más! – grité, apretándola más contra mi cuerpo - ¡Key!
- ¡Ah, Jong!
Gritó ella y entonces me liberé. Mi pecho subía y bajaba con
rapidez, mi frente sudaba y el rostro de Key estaba sonrojado, habíamos llegado
al mismo tiempo. Besé sus labios de nuevo y me dejé caer. Abracé a Key y ella
hizo lo mismo, ahora sí podía decir que era la mejor noche de mi vida. Me
estiré y apagué la luz de noche, tenía mucho sueño después de haber tenido mi
primera vez.
- Buenas noches Key…
- Buenas noches Puppy…
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LAMENTO MUCHO LA DEMORA, NO MEREZCO PERDÓN ALGUNO. LA UNIVERSIDAD Y AHORA EL TRABAJO CONSUMIERON MI TIEMPO Y DEJÉ DE SENTIR MI PASIÓN POR LA ESCRITURA ¿HAN SENTIDO ESO? ¿PERDER LA PASIÓN POR LO QUE MÁS AMAS? ES HORRIBLE. ME SENTABA EN LA COMPUTADORA A ESCRIBIR Y NO SALÍA NADA, ASÍ QUE DESCARTÉ LA NOVELA QUE ESTABA ESCRIBIENDO PARA PORQUE NO ME HACÍA SENTIR NADA. AHORA MISMO ESTOY HACIENDO UNA QUE SÍ ME GUSTA Y ME HA HECHO ENAMORARME DE NUEVO POR LA ESCRITURA, YA LA VOY A TERMINAR Y ESPERO QUE LES VAYA A GUSTAR. NOS VEMOS!!!!