jueves, 11 de diciembre de 2014

TERCER ADELANTO "NO QUIERO QUE ME OLVIDES (KYUMIN)"

Tercer adelanto de “No quiero que me olvides (Kyumin)” espero que les vaya a gustar.
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- Despierta… por favor
Le pedía al cuerpo de Sungmin. Tan bella, tan frágil, sin consciencia, sin poder sentir que estaba a su lado, amándola, sufriendo por ella. Acariciaba su mano, pero ella no daba señales de poder sentirme. En tres meses no había dado señales de que estuviera cerca a despertar.
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- Deberíamos irnos, los paparazis ya no están cerca
- Un rato más – pedí – Si quieres adelántate
Le dije, tomando la mano de Minnie.
- De acuerdo… - Siwon dejó escapar un suspiro – Cuídate
- Siwon hyung… - volteé a verlo – Gracias…
- Para eso están los hermanos
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Mi fama nuevamente había abierto una brecha entre los dos. Primero fue cuando éramos adolescentes, y ahora esto. Habíamos peleado por una estupidez que cometí, ella se fue y tuvo un accidente. Aunque dijeran que era un hecho fortuito, yo me sentía como el culpable de todo.
Pasé mi mano por su abultado, aunque poco perceptible, vientre. Tal vez era mi imaginación, pero podía sentirlo moverse. A pesar de lo malo que solía ser con ella, nos habían bendecido con un bebé.
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- Bien… - fulminé de nuevo a mi hermano, quería matarlo a veces, pero era mi hermano – Vámonos
- ¡Espera! – me detuvo - ¿No te olvidas de alguien? – preguntó – Mide menos de un metro, usa un pañuelo de conejos en la cabeza, lindos aegyos, su nombre comienza con “S”
- ¡Sunny! – me llevé las manos a la cabeza - ¡Sunny!
Empecé a buscarla en la maraña de niños y adolescentes, con grandes maletas, y algunos tomándome fotos. Seguí gritando su nombre, con Henry ayudándome ¿Cómo es que la dejó sola? Ese niño era más irresponsable que yo.
- ¡Sunny!
Gritó Henry.
- ¡Sunny! – la logré divisar - ¡Sunny!
La pequeña de cuatro años volteó y sonrió. Soltándose de la mano de Luna, corrió hacia mí. La abracé y le di muchas vueltas en el aire, aliviado de tenerla en mis brazos de nuevo, sana y salva.
  - Appa, te extrañé
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¿Podré ser buen appa? Normalmente necesitaba la ayuda de Sungmin en la casa, pues yo era un inútil. Pero dejarla con sus abuelos no era una opción, sobre todo si Kangin quería quedarse con ella y alejarme lo más posible de mi hija.
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- Los Kim quieren que Sunny viva con ellos por un tiempo… - me contestó mi hyung, mirándome con expresión de alerta – Por lo menos hasta que… estés bien
- ¡Estoy bien! – grité, golpeando la mesa - ¡Estoy perfectamente bien! – Siwon puso a Heechul detrás de él - ¡Soy capaz de cuidar a Sunny! ¡Soy su padre! ¡Es mi hija y me necesita!
- ¡Sungmin era la que la cuidaba mientras tú eras un rockstar! – me recordó Heechul a gritos - ¡¿En serio crees que podrás hacerte cargo de una niña tú solo?!
- ¡Sunny es mi hija y se quedará conmigo! – grité más fuerte - ¡Soy capaz de cuidar de ella!
- Has estado metido en el hospital durante los tres meses que Sungmin ha estado en coma – empezó a decir Siwon – Mandaste a Sunny a un campamento, aunque sabías que era riesgoso para ella – miré a Siwon con enojo – Y antes de eso, siempre la dejabas sola
- ¡Eso no es cierto!
Protesté.
- Oh, sí, lo olvidé – dijo Heechul con sarcasmo – La dejabas con tu sirvienta
- ¡Se acabó! – grité, lanzando un vaso al suelo, Heechul pego un respingo - ¡Ella se quedará conmigo!
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- Parece estar bien…
Murmuró Kibum.
- ¿No lo está?
Pregunté asustado.
- Es el tercer mes, ya va a pasar al cuarto, necesita nutrientes que el suero no le da
Me contestó y yo asentí. La realidad de nuevo me golpeaba ¿Y si el bebé moría? ¿Y si Sungmin moría? ¿Qué sería de Sunny y yo? Yo definitivamente no podía vivir sin mi conejo, y Sunny no lo soportaría tampoco.
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- Despierta conejo… - los ojos se me llenaron de lágrimas - ¡¿Cómo puedes dejarnos a los tres así?! – derramé las lágrimas - ¡Tienes una hija que te necesita! – grité - ¡Yo te necesito! – golpeé la cama, sintiéndome frustrado y muy triste - ¡Despierta maldita sea, despierta!
Entonces se escuchó un pitido, uno  que hizo que toda la sangre se me congelara. La línea recta en la pantalla continuaba, y sin darme cuenta los doctores ya me estaban sacando de la habitación. Me abalancé sobre la puerta, viendo por la ventanilla como intentaban revivir a mi novia. La respiración comenzó a fallarme, el cuerpo entero me temblaba y las lágrimas caían sin control por mis mejillas.
- Kyuhyun…
Miré a Kibum, quien me miraba con preocupación.
- Minnie…
Fue lo único que dije, antes de ponerme a llorar en medio del pasillo.


Muy pronto aquí en “Novelas de Mily Wu” http://novelasdemilywu.blogspot.com/

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