lunes, 15 de diciembre de 2014

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 3

Capítulo 3






***
Me limpié las lágrimas. Solo en mi habitación, sosteniendo la fotografía de Sungmin,



pude por fin llorar. Lloraba con amargura, lloraba con demasiada amargura. Todo se había arruinado, todo lo había arruinado. Deseaba poder volver en el tiempo y en lugar de decidir hacer estupideces, amarla como siempre lo hice.
Sunny se había quedado dormida al poco rato que se calmó. Por Sungmin yo iba a luchar contra todos por quedarme con mi hija. Dejé la fotografía de mi novia en la mesa de noche y apagué las luces.
La mañana siguiente estaba soleada, pero mi humor era de un día gris. Le serví, como pude, el desayuno a Sunny, sin olvidar triturar sus medicamentos. Ella comía, contándome como ella y Seungho habían hecho esto y aquello en el campamento.
- Appa…
Miré a Sunny, ella había dejado de comer.
- ¿Qué sucede?
- ¿Dónde está omma?
Preguntó. Me quedé en blanco, paralizado. No podía decirle, no lo entendería y en el peor de los casos se asustaría. El timbre comenzó a sonar y yo abrí, había una mujer ahí parada, con un niño de la mano.
- Buenos días… - saludó - ¿Aquí vive Cho Soon Kyu?
- Sí, es mi hija
Contesté.
- ¡Oh! – exclamó – Que joven eres… - miré a otro lado con incomodidad – Soy la madre de Seungho
- ¡Oh! – miré al niño, quería matarlo ahí mismo – Con que tú eres el famoso…
- ¡Panda-Ho!
Gritó Sunny, corriendo hacia él y abrazándolo.
- Venía a invitar a Sunny a un día en el parque de diversiones
- ¡¿Puedo ir appa?!
Me pidió Sunny, haciendo un puchero.
- No creo que… - Sunny abrió más los ojos e hizo más grande su puchero, era igual a su madre - ¡Está bien!
- ¡Sí!
Celebraron los dos niños.



- Pero déjeme decirle algo – le pedí a la mujer y ella asintió – Pasen… - me dirigí a la cocina y ellos me siguieron – Sunny tiene que tomar estas medicinas – le alcancé la caja – Con el almuerzo, pero solo se las comerá si se las tritura, pues de otra forma te las rechaza, pero debe de comerlas – volví a decir – No debe de correr mucho, su enfermedad no se lo permite
- ¿Sigue enferma?
Preguntó la mujer.
- Ya no hay rastro de la enfermedad – le contesté – Pero hay que cuidarla mucho, que no le dé mucho el sol y que beba mucha agua
- Que padre más responsable
- Mi appa es el mejor
Sunny me sonrió.
- Bueno eso es todo – miré a mi hija – Alista tus cosas, te vas de paseo
- ¡Sí!
Una vez que la mochila rosa de Conejo de Sunny estuvo lista, mi hija se despidió de mí con un fuerte abrazo y se fue. Miré el reloj, era hora de visita en el hospital. Subí a mi auto y partí. Al llegar me vi nuevamente rodeado de camarógrafos y demás ¡¿Qué no me podían dejar solo?!
Llegué al piso de Minnie y vi a unos doctores entrando. Me ponía furioso pensar en que tantos hombres estarían observando su belleza, tocándola y posiblemente imaginándose escenas de necrofilia. Siempre fui celoso con Minnie, tal vez demasiado ¡Pero ella era el amor de mi vida! ¿Cómo no celarla? Además ella tenía la culpa, por ser muy bella.
- Kyuhyun
Saludó Kibum, quien entró en la habitación. Me alegraba que Kibum se hiciera cargo de mi novia, aunque aún así me sentía incomodo por ello ¡Demasiados hombres con mi novia!
- ¿Signos vitales?
Preguntó un doctor.
- ¿Presión? – otro iba anotando algo – Haremos un monitoreo del bebé
Trajeron una maquina. Luego vi como le quitaban las sabanas a Minnie y le subían la bata. Me tuve que contener para no golpearlo ¡Es mi novia a la que estás tocando! Pero intentaba contenerme, pues al fin y al cabo era su trabajo.
- Parece estar bien…
Murmuró Kibum.
- ¿No lo está?
Pregunté asustado.
- Es el tercer mes, ya va a pasar al cuarto, necesita nutrientes que el suero no le da
Me contestó y yo asentí. La realidad de nuevo me golpeaba ¿Y si el bebé moría? ¿Y si Sungmin moría? ¿Qué sería de Sunny y yo? Yo definitivamente no podía vivir sin mi Conejo, y Sunny no lo soportaría tampoco.
Me senté al lado de Sungmin y tomé su mano. Estaba cálida y suave. Cuando le tomaba la mano a Minnie, ella siempre entrelazaba nuestros dedos y me sonreía. Ahora ella estaba con los ojos cerrados, sin mover un músculo, sin sentir que yo estaba ahí. Toqué su vientre, nuestro hijo o hija estaba ahí dentro, luchando igual que ella.
Los doctores se fueron y yo me quedé con mi Conejo. Besé sus labios, besé sus mejillas, su nariz y el dorso de su mano. Quería que despertara, en verdad la necesitaba, sin ella no podía hacer nada.
- Kyuhyun…
Me giré, ahí estaban mis dos mejores amigos: Yesung y Eunhyuk.





Los dos estaban con sus novias, Ryewook y Donghae






respectivamente, quienes llevaban flores para Minnie. Los cuatro entraron y me saludaron, yo se los agradecí sonriente.
- ¡Wookie! – exclamó Hae de pronto – Mira la barriga de Minnie ¡Es enorme! Nuestra sobrina crece rápido
- ¿Qué te hace pensar que será niña?
Preguntó Hyuk.
- Solo lo sé
Contestó ella con inocencia, aunque nadie podía igualar la inocencia de Sungmin.
- ¿Cómo estás?
Me preguntó Hyuk y yo miré a Minnie.
- Bien…
Mentí.
- Eso ni tú te lo crees – dijo Yesung – Tú no puedes vivir sin Sungmin cerca
- Sí, tienes razón
Acepté con una sonrisa.
- ¿Recuerdan cuando teníamos diez años? – empezó a decir Hyuk – Cuando ustedes fueron separados…


***
El día lunes había llegado; esperaba que todo siguiera como si nada. Llegué a la escuela y vi a Sungmin sentada en nuestra habitual mesa. Ella y yo siempre nos sentamos juntos, así ella podía dejarme copiar su tarea y luego me daba su almuerzo.
Me senté al lado de Minnie y ella me miró, yo le sonreí, era mi forma de decir “Ves Conejo, no pasó nada malo” pero entonces la maestra Victoria entró.
- Cho Kyuhyun – miré a la profesora – A partir de ahora te sentaras con Nickhyun y Zhou Mi se sentará con Sungmin
Minnie miró sus manos y yo me levanté. Todos en el aula nos miraron con sorpresa, es decir, ella y yo siempre estábamos juntos, porque ella nunca me soltaba, pero ahora íbamos a estar separados en el aula ¡Y yo no podría copiar su tarea!
Mi primer día sin Sungmin fue… ¡Excelente! No tener a una niña enganchada a mi brazo, observándome todo el tiempo, o abrazándome todo el tiempo, era excelente. Podía pasar el día con mis amigos Yesung y Eunhyuk sin que me moleste Sungmin para que juegue con ella.
Me preocupaba un poco eso, pues Sungmin no era ella sin mí, yo era su único amigo ¡¿Cómo sobreviviría nuestro último año de primaria sin mí?! En el recreo busqué con la mirada a Minnie, ella estaba saltando la cuerda con Donghae y Ryewook.
- Hae se ve más bonita hoy
Soltó Hyuk de pronto y yo rodé los ojos. A Hyuk le gustaba esa niña llorona desde el primer grado, fue un “Amor a primera vista” Y en tercer grado le dijo, y cito, “Tú eres mi novia así que no te juntes con otros chicos” Desde entonces están juntos y son insoportables ¡Por el Dios de Siwon, tenemos diez años!
- Yo quisiera acercarme a Wookie y decirle lo mismo
Confesó Yesung. Mi amigo era tan tímido, que a menos que ella se lo dijera, jamás lograrían estar juntos. Seguí viendo a las niñas jugar, Minnie parecía divertirse con ellas. De pronto Minnie empezó a dar volteretas de gimnasia, esa niña era flexible pero no sabía cuánto. Wookie y Hae lo intentaban, pero solo Donghae lograba dar las volteretas.
- Kyuhyun… - miré a Hyuk – Porque Minnie no está pegada a ti hoy día
- Porque nos metimos en problemas – contesté con soltura – O más bien dicho, yo me metí en problemas y los padres de Sungmin fueron llamados por el director Luhan
- Oh… y con lo temible que es el appa de Sungmin, él debía de estar furioso
Yesung se estremeció.
- Sí… - me estremecí al recordar su rostro – Y decidieron que ella y yo ya no debíamos ser amigos, para que no la “Corrompa”
- Pero ella es tu mejor amiga – me recordó Hyuk – Están juntos desde el pre-escolar – asentí mirando a Minnie reír - ¿Estás bien con esa decisión?
- Obvio que estoy bien – contesté sonriente - ¡Libertad! – grité – Mira mi brazo… - le señalé mi mano izquierda - ¡No tiene un Conejo enganchado!
- ¿No la extrañarás?                 
Me preguntó Yesung y yo volví a mirar a Minnie. Nos conocíamos por seis años, y siempre habíamos estado juntos; como dijo Leeteuk, hasta habíamos dormido la siesta juntos, y la última vez fue hace dos fines de semanas ¿La extrañaría? Me lo pensé bien… No extrañaría tenerla abrazándome y enganchada a mí todo el santo día, no extrañaría sus aegyos manipuladores, no extrañaría su explosión de Conejos rosas y no extrañaría sus mejillas enormes; solo extrañaría mi almuerzo gratis y mi tarea hecha, y obvio a mi sirvienta.
- No – contesté – Además, ella terminará obligando a su appa a que la dejen volver a ser mi amiga
- ¿Por qué estás tan seguro?
- Porque ella me quiere mucho – contesté – Y sin mí no puede ser ella
Dejamos el tema de lado y continuamos nuestro juego hasta que terminó el recreo. El día en la escuela terminó y todos nos fuimos caminando a nuestras casas. Me quedé esperando a que Minnie saliera. Ella y yo vivíamos a tres casas de distancia, así que nos íbamos juntos.
Ella salió ¡Con Zhou Mi! Y él cargaba su mochila rosa de Conejo mientras ella tomaba su jugo ¡¿Por qué estaba con Zhou Mi?! Me le acerqué.
  - ¡Minnie!
- Hola…
Saludó ella, poniéndose detrás de Zhou Mi.
- ¿Nos vamos juntos?
Pregunté, mirando detrás del alto muchacho.
- No – contestó ella – Iré con Zhou Mi
- Además, somos compañeros del trabajo de historia
Agregó él.
- ¡¿Qué?! – pregunté sorprendido y enojado - ¡Pero tú y yo somos compañeros en ese proyecto!
- Ya no – contestó Minnie – Le pedí al profesor Xiumin que me cambie de compañero
- ¡¿Por qué hiciste eso?!
Me sentía muy enojado,



no porque ella y yo siempre hacíamos los trabajos juntos de todos los cursos, sino porque ella hacía todo el trabajo mientras yo jugaba videojuegos.
- Porque ya no somos amigos
Contestó ella, tomando la mano de Zhou Mi y yéndose. Me quedé parado ahí sin saber qué hacer. Sentí una extraña sensación en el pecho y en el estómago ¿Por qué de pronto me puse triste? No entendía nada y no me gustaba sentirme así.
Caminé hacia mi casa, viendo como Minnie reía con Zhou Mi varios metros por delante. Entré en mi casa y tiré mi mochila al piso, luego corrí hacia la sala de juegos. Henry estaba jugando ahí y yo protesté.
- Déjame jugar
Le ordené.
- No – me dijo mi hermano, sacándome la lengua – Estoy jugando yo
- ¡Kyuhyun! – llamó mi mamá, apareciendo de pronto - ¿Cómo estuvo tu día?
- Bien – contesté, tomando el otro mando – Aunque Sungmin…
Me quedé callado, estaba a punto de quejarme sobre el hecho de que Sungmin no había podido estar conmigo.
- ¿Sí?
- Nada… - contesté – Quiero jugar con Henry
- Bien… - dijo mamá – Espero que estés bien
- Lo estoy omma
Al día siguiente volví a la escuela. Sungmin reía con Zhou Mi de quién sabe qué. Hyuk estaba con Hae y lo mismo pasaba con Yesung y Wookie, entonces me di cuenta de que no tenía más amigos, y la verdad es que no quería hacer más amigos.
Sungmin dejó de hablar con Zhou Mi y se dirigió donde Kris y Tao. Los tres comenzaron a reír de algo ¿Desde cuándo ella hablaba con ese par? Taemin le apretó las mejillas a Minnie y esta rió. Luego caminó hacia Tiffany y Yuri, ellas la miraron y comenzaron a reír ¿De qué coño reían?
- Minnie es muy divertida
Escuché que decía Suho.
- Es buena amiga, me agrada, la invitaré a mi fiesta
Agregó Soo.
- Yo me casaré con ella
Rió Tao ¿Desde cuándo Minnie era tan popular?
- ¡Minnie, que ocurrencias las tuyas! – reía Yuri – Bueno, pijamada este sábado, le avisaré a Hae y Wookie
¿Y ahora era amiga de las populares? ¿Cuándo me perdí toda la vida social de Sungmin? Y sobre todo… ¿Por qué todos hablaban con ella y no conmigo? Yo tenía más amigos que ella.
De nuevo me fui solo a mi casa, viendo como Minnie y Zhou Mi hablaban animadamente. Me paré en la reja de mi casa, viendo como ellos se hacían caras graciosas y demás. Apreté los puños, era increíble que ella estuviera alegre ¡Yo no estaba con ella y ella estaba alegre! Era tan frustrante.

Los días siguieron pasando. Minnie no me hablaba ni yo a ella, eso estaba bien, pues tenía libertad. Pero por algún motivo, cada vez que la veía sonreír, quería golpearla, pues no podía creer que sin mí, fuera feliz ¡Ella no existía sin mí!
La noticia de que Minnie había “Brillado” en las pijamadas de las populares fue noticia durante una semana entera, solo fue opacada cuando hice mi presentación de un solo en clase de música; amaba cantar porque era bueno en eso, por no decir excelente, e impresionaba a todo el mundo.
De nuevo estábamos sábado, era temprano en la mañana y tomábamos el desayuno. Mi hyung hablaba de algo con omma, pero yo poco caso ponía. Miraba mi cereal, pensando en qué hacer en sábado. Mi hyung protestaba por algo, él rara vez lo hacía, así que decidí prestar atención.
- Por favor omma – pedía – Heechul quiere que vaya
- Bueno… te compraré ropa nueva para “Tu evento importante con Heechul”
- ¿Qué evento importante?
Pregunté, dejando de lado mi cereal.
- Sungmin está organizando una fiesta en su piscina sin motivo alguno
Contestó Siwon y a mí se me cayó la cuchara.
- ¿Sungmin está haciendo una fiesta?
Pregunté con sorpresa.
- Sí – contestó mi hyung - ¿No lo sabías? – preguntó y yo miré a mi omma, quien me miraba con preocupación – Las invitaciones fueron enviadas hace mucho, hasta Henry fue invitado
- ¡¿Qué?!
Miré a mi embustero hermano.
- Me dijeron que no te dijera nada
Contestó él, inflando las mejillas.
- ¿Por qué los invitó a ustedes y a mí no?
- No lo sé
Contestó mi hyung.
- Bueno… de seguro nadie irá, Minnie no es popular ni nada por el estilo
- Chula me dijo que todo el mundo confirmó asistencia
- Siwon… - miramos a omma – Deja el tema, por favor
- Sí
Aceptó él, tomando un sorbo de jugo.
- Esto no es justo
Protesté. Me sentía enojado, muy enojado ¡¿Cómo era posible que Minnie hubiera invitado a medio mundo a su fiesta y a mí, su mejor amigo, no?! Terminé de desayunar y caminé a mi habitación dando zancadas.
Miré mi cama y me lancé en ella, sintiéndome enfermo. Me dolía mucho la cabeza y no podía dejar de pensar en la fiesta que Minnie organizaba sin mí ¿Cómo era posible?
- Kyuhyun… - miré a mi omma - ¿Estás bien?
- Sí
Contesté, tapándome el rostro con la almohada.
- ¿En serio?
- No estoy de humor omma
- Si quieres… puedo hacer que Henry no vaya
- No… está bien – sentí algo caliente en mis mejillas y algo obstruyendo mi garganta – Al fin y al cabo no quiero ver a Minnie y a sus…
- ¿Sus?
- Sus amigos
- Owww… Kyuhyun
Mi mamá quitó mi almohada y me abrazó ¿Por qué estaba llorando? Por algún motivo, mis ojos derramaban lágrimas. No quería pensar que Minnie me había cambiado por otros.
El día lunes esperé a Minnie afuera del aula. Tan pronto como la vi llegar, tomé su broche de Conejo y se lo quité de un tirón. Me sentía molesto y ella se veía sorprendida. Todos nos quedaron viendo, en especial mis amigos, yo solo apretaba aquel broche de Conejo en mi mano ¡Estaba harto de ese maldito Conejo!
- Kyuhyun…
Minnie me miraba con los ojos bien abiertos, tocándose los cabellos despeinados.
- ¿Por qué no me invitaste a tu fiesta? – le pregunté - ¡Siempre me invitas a tus fiestas! ¡Soy tu único invitado!
- Porque…
- ¡¿Por qué?!
Grité. Me sentía demasiado furioso, como si pudiera mandar al profesor de nuevo al hospital. Miré a Sungmin, ella solo me miraba fijamente.
- Porque… - su miraba era vacía, inexpresiva – Ya no somos amigos
Sus palabras se sintieron como golpes en el pecho. Por fin podía ponerle nombre a esa extraña sensación: Tristeza. Me sentía triste de que Minnie ya no esté conmigo. Extrañaba tenerla cerca, extrañaba tenerla engarfiada a mi brazo, extrañaba su insoportable risita, su color rosado y sus Conejos, extrañaba sus aegyos, extrañaba sus abrazos y sobre todo, extrañaba ser su amigo. Minnie caminó dentro del aula, junto a los demás; yo me quedé afuera, viéndola reír como si nada pasara. Entonces mi di cuenta: Yo no podía ser Cho Kyuhyun sin Kim Sungmin.
Regresé a casa, viendo como Zhou Mi cargaba a Minnie en su espalda. Me sentía deprimido. Ingresé en mi cama y miré a mi mamá. No iba a ponerme a llorar, no de nuevo. Corrí a mi habitación y lancé el estúpido broche al suelo, pisoteándolo. Se escuchó “¡Crack!” y miré el artilugio. Se había roto el seguro, ahora solo era un muñeco inservible. Lo sostuve con mis manos y comencé a llorar.
- ¿Kyuhyun?
Era mi omma, yo la miré e intenté limpiarme las lágrimas, pero estas seguían saliendo.
- ¿Por qué Sungmin ya no quiere ser mi amiga?
Omma me abrazó fuertemente y yo sucumbí a las lágrimas. Después de un largo rato, en el que me calmé y mi mamá fue a la sala, escuché como ella hablaba con alguien por teléfono. No quise prestar atención, ya nada me importaba, ni siquiera quería hacer bromas o jugar videojuegos ¡Quería a mi Conejo de vuelta!
El día siguiente llegó. Miraba a todos lados en busca de Sungmin, como era de esperarse estaba con Zhou Mi. No me importaba nada, recuperaría a mi Conejo.
El fin de clases llegó y todos salimos corriendo. Estaba jugando futbol con mis amigos cuando me distraje por ver a Sungmin abrazada a Zhou Mi. Ella sonreía y él la abrazaba, le había regalado un peluche en forma de Conejo… Lo empecé a ver todo color rojo. Me daba rabia verla con él ¡Ella era mi mejor amiga, no la suya!
- ¡Apártate!
Grité, empujando a Zhou Mi ¿En qué momento llegué a su lado? Todos me miraron y soltaron un “¡Oh!”
- ¡Kyuhyun! – gritó Minnie, corriendo hacia un Zhou Mi en el suelo - ¿Qué te pasa?
- ¡Tú eres mi mejor amiga! – grité sin poder contenerme - ¡Mía! – sentí que los ojos se me volvían a llenar de lágrimas - ¡No de él!
Y diciendo esto me fui, dejando a todos boquiabiertos. Llegué a mi casa y lancé la puerta, haciendo un estruendo. Caminé hacia mi habitación, cruzándome con mi madre, y me encerré dando un portazo.
Lancé todas las cosas de mi escritorio, golpeé mi cama, lancé las sábanas y rompí una puerta de mi ropero. Me sentía molesto, me sentía triste ¡¿Por qué coño tenían que separarnos?!
- Kyuhyun…
Mi madre entró en mi habitación y me miró.
- Extraño a Minnie
Confesé, limpiándome las lágrimas. Los dos días siguientes no salí de mi habitación, no quería ver a nadie ni salir de mi cama. Jamás me había sentido tan triste en toda mi vida.
Solo podía pensar que Sungmin ya no era mi amiga, y lo mucho que extrañaba tenerla saltando en mi cama y diciendo lo lindo que era el día y lo mucho que quería comer un dulce. Tomé de nuevo el broche de Conejo, recordando cómo la conocí, no había sido hace mucho, apenas tenía diez años y la conocí a los cuatro. Extrañaba a mi Conejo rosado.
- Kyuhyun… - mi mamá entró en mi habitación – Te han venido a buscar
- No quiero ver a nadie omma – le dije – Por favor, dile a Hyuk o Yeye que los veré en la escuela
- No son ellos – me dijo – Sal…
- No quiero
Volví a decir y mi omma salió de mi habitación.
- Lo siento Minnie, no creo que salga
Tan pronto como escuché ese nombre salté de mi cama. No me importaba estar despeinado o con mi piyama. Corrí hacia la sala y vi a Minnie en su uniforme ¿Tan tarde ya era? Ella me sonreía y yo corrí hacia ella.
- ¡Minnie!
Grité.
- ¡Kyuhyunie!
Entonces Minnie me abrazó. Yo le correspondí el abrazo, me sentía tan feliz de poder abrazarla nuevamente. No quería soltarla, era mi mejor amiga y no iba a permitir que nos volvieran a separar.
- Te extrañé
Le confesé.
- Pero si nos vemos a diario…
- No – la apreté más contra mí – Extrañaba que seas mi amiga
- Oppa… - Minnie me miró - ¿Me extrañaste mucho?
- Mucho – confesé sin vergüenza – No quiero que me vuelvas a ignorar
- De acuerdo…
- Si lo vuelves a hacer… - la miré con seriedad – Te hago Conejo a la parrilla
Minnie comenzó a reír y yo también.
- Obligué a mi appa que acepte que volvamos a ser amigos
- ¿Por qué?
Pregunté.
- Porque te peleaste con Zhou Mi
- ¿Qué querías que hiciera? – le pregunté – Estaba tocando a mí Conejo
- Ya… calma
- ¡Estoy calmado!
Grité con enojo.
- Yo también te extrañé mucho, Kyuhyun
Y entonces, de nuevo, como en los viejos tiempo, aunque no tan viejos, Sungmin se enganchó a mi brazo. Me juré a mí mismo que jamás permitiría que me soltara, aunque me llegara a desesperar. Sungmin me sonrió, todo había vuelto a la normalidad, tenía de nuevo a mi desesperante, irritante, molesto, y rosado, Conejo.

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ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO



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