domingo, 9 de octubre de 2016

Hotel SHINee (Jongkey) - 20

Capítulo 20





- ¿A qué te refieres?
Pregunté, mirándola con confusión.
- Jinki… - Key me miró – No es de nuestro mismo estatus social
- ¿Qué?
- Ella… - Key respiró hondo, debía de hacérsele muy difícil contar aquello – Ella es la hija de la cocinera de mi casa…
- ¿Qué…?
Abrí mis ojos con muchas sorpresa, no podía creerlo ¿Jinki era pobre? No parecía, pues siempre la veía bien vestida, con joyas caras y sobre todo… en este hotel ¿Cómo era eso posible?
- Se supone que ella tendría que ser mi “Dama de compañía” – me explicó Key – Es decir que le pagan por ser mi amiga
- ¡¿Qué?!
Eso me descolocó todavía más.
- Claro que ella y yo de verdad somos amigas – agregó Key – Por eso es que la llevo conmigo a todos lados y le regalo mis cosas viejas
- No puedo… no puedo creerlo
- No la juzgues duramente por ser de clase baja – me pidió – Su estatus no quita el hecho de que es una gran persona y mi mejor amiga
- No es eso, es que… me cuesta creerlo
Jinki era de nuestra clase ¡Lo era! Eso significaba que Joon podría estar con ella después de este verano. Tal vez mantendrían correspondencia y con el tiempo podrían salir, podría confesarle sus sentimientos hacia ella ¡Era increíble! No podía esperar a contárselo a Joon, se alegraría. Si uno de los dos merecía ser feliz con alguna de ellas, debía de ser él…
- Es por ello que ella no saldría con Joon – miré a Key con confusión – Porque Joon es de clase alta y ella…
- Oh…
Lo había olvidado, se supone que nosotros éramos de clase alta ¿Ahora qué íbamos a hacer? El punto de mentir era impresionarlas, pero ahora eran esas mentiras las que separaban a Joon de Jinki ¿Qué podíamos hacer? ¿Qué podía hacer yo? Ahora los papeles estaban cambiados, Joon era de clase alta y Jinki no ¿Podría esto ser más complicado?
- A pesar de que no es de mi clase social, Jinki es la mejor amiga que una chica puede tener – Key sonrió – Me protege, me hace reír, me acompaña, es una buena amiga…
- Eso lo he notado bien
- Ella es una de las pocas personas en las que confío – la miré sin comprender – Soy muy desconfiada – dijo – Por eso la primera vez que te vi pensé que mentías acerca de no ser un mesero y te traté como te traté
- Sí… me acuerdo
- Ahora confío ciegamente en ti, como en Jinki y Woohyun – Key volvió a abrazarse a mí – Porque sé que jamás me mentirían
- Jamás…
Susurré, pues no era verdad, justo ahora estaba mintiéndole, de nuevo, ya había perdido la cuenta de cuántas mentiras le había dicho.
- Lo que más detesto en este mundo son las mentiras… - Key me miró fijamente – Vivo rodeada de tantas personas falsas que aprendí a detestar las mentiras
- Key… - miré a mi novia – Yo…
- ¿Qué…?
No, no podía decirle que yo también era un mentiroso. Era una decisión egoísta, pues todo acabaría mal, pero prefería disfrutar por más tiempo de su compañía. La miré, ella esperaba a que dijera algo pero no sabía qué; mentir se había vuelto mi vida y ahora estaba pagándola.
- Nada… solo que es una lástima por Jinki y Joon
- Sí… - Key hizo un puchero – Yo le he dicho que no hay problema, que no se sienta mal por su estatus – soltó un suspiro – Pero ella tiene miedo de que él la rechace si se entera que es la hija de una empleada
- No creo que lo haga
- ¿En serio?
Preguntó Key y yo la miré.
- ¿Tú lo harías? – pregunté con el corazón en una mano - ¿Tú rechazarías a alguien por ser de clase inferior?
- Ummm… - Key puso cara de estar pensándolo – No lo sé – su respuesta me desanimó – Tendría que estar en esa situación – me miró – Pero no quiero pensar en eso porque yo ya tengo al dueño de mi corazón
Key me rodeó con sus brazos y sonrió, yo no pude hacer lo mismo. Todo estaba mal, Joon por mi culpa no podría estar con Jinki y Key confiaba ciegamente en mí, pero yo le mentía todo el tiempo. Quería arreglar las cosas, quería hacer que Joon sea feliz, pero si lo hacía… entonces tendría que decir la verdad. Era una decisión dura, pero él era mi mejor amigo y le debía mucho… ¡¿Qué demonios puedo hacer?!
- Key… - ella me miró – Volvamos
Ella asintió sin decir nada. Tomé su mano y caminamos en silencio de vuelta al hotel ¿Qué debía hacer? Si me las daba de buen amigo, perdería a Key, tal vez  no por el hecho de ser de clase baja, pero sí la perdería por mentir; pero si era egoísta, la consciencia no me dejaría en paz jamás. Estaba en una encrucijada entre la chica que quería pero no podía tener y hacer lo correcto por el amigo que me había cubierto todo el verano. Creo que la decisión era fácil…
- Jonghyun… - me giré a ver a Key, ella aferraba con fuerza mi mano – Te quiero…
Definitivamente iba a ser difícil decir adiós.
- Te quiero, Kim Kibum…
Tomé su rostro con delicadeza y la besé. Me sentía triste, se sentía como un beso de despedida, aunque no quería despedirme. Este verano me había cambiado la vida, ella me había cambiado la vida. Era increíble como un tan poco tiempo logré querer tanto a esta mimada niña. Key se separo de mí y me miró a los ojos, su expresión era triste.
- Entremos…
Susurró y yo asentí, subiendo con ella por las escalinatas. Entramos en los ascensores, Key iba callada y seria, de seguro se daba cuenta de que algo me pasaba. Es que no podía ser cariñoso con ella sabiendo que pronto iba a terminar, que yo iba a terminarlo, porque prefería que Joon fuese feliz, porque él sí podría serlo. Llegamos a su puerta y ella se me quedó viendo, mirándome de forma expectativa.
- Key…
Sentí una presión en el pecho, no podía ni quería dejarla ir. tomé su mano y la atraje hacia mí, uniendo con fiereza nuestros labios. La amaba y la necesitaba, no podía dejarla ir, pero debía de hacerlo. Key rodeó mi cuello con sus brazos y profundizó nuestro beso. Con temor repasé sus labios con la punta de la lengua a lo que ella respondió apretándome más contra su cuerpo. Nuestras lenguas se acariciaban, mis manos acariciaban su cintura y su espalda y aún estábamos fuera de la habitación. No sé cómo, pero ella logró abrir la puerta, estaba vacía como era de esperarse, pues Joon había salido con Jinki. Lentamente, sin dejar de besarnos, atravesamos la pequeña sala y entramos en la habitación, dejándonos caer en la cama de Key.
Continué besándola, acariciándola, sintiéndola bajo mi cuerpo. Ella no me soltaba el cuello, apretándome más contra su delgado cuerpo, se aferraba con demasiada fuerza a mi cuerpo, pero no me importaba, yo no quería soltarla. Continué besando sus labios, saboreándolos, sus rosados labios eran deliciosos. Dimos la vuelta y ella quedó sobre mí, inclinándose hacia adelante para seguir besándome. Mis manos llegaron al cierre de su vestid y lo bajaron, ella sonrió mientras me besaba. Sus manos empezaron a descender por mi pecho, abriendo uno a uno los botones de mi camisa, rozando sus manos con mi piel ardiente. Me quité la camisa, ayudé a Key a quitarse el vestido y continuamos con nuestro juego de besos y roces.
Si iba a ser la última vez que iba a estar con Key, pues haría que fuera la mejor para ella. Dimos la vuelta de nuevo y comencé a descender por su cuello hasta sus pechos, ella soltaba suspiros cada tanto, sus suspiros me volvían loco. Seguí descendiendo hasta que llegué a su ropa interior; lentamente la quité y me quedé observándola; sus ojos estaban cristalinos y sus mejillas sonrosadas, se veía hermosa, más de lo normal.
- Jonghyun… - ella seguía mirando a un lado – Tú nunca me vas a dejar… ¿Verdad?
No contesté, no podía contestarle. Me acerqué de nuevo a sus labios y comencé a besarlos. Ella me correspondió, esperaba que se lo tomara como un sí. Key volvió a enredar sus brazos en torno a mi cuello y me atrajo hacia ella. Sus manos empezaron a descender por mis brazos, acariciando mi espalda y deteniéndose en mi cintura, donde con dificultad ella logró quitar mi cinturón y bajarme los pantalones. Me quité mi última prenda y la miré, sintiéndome desolado. Iba a hacer el amor con mi alma gemela, y luego iba a tener que dejarla. Lentamente me fui introduciendo en su piel, haciéndonos suspirar a ambos, provocando que ella se mordiera el labio inferior y que yo la besara con desespero.
Nos quedamos así por un momento, solo besándonos, quietos, disfrutándonos. Key movió sus caderas y yo solté un gritito, escondiendo el rostro en su cuello, me sentía tan mal al estar disfrutándolo tanto. Me aferré al cuerpo de Key y comencé a moverme, lento queriendo que lo disfrute al máximo.
- Ah…
Solté, acelerando mis movimientos.
- Te amo… - susurró ella, apretándome cada vez más – Te amo mucho Jonghyun
- Key… - ella soltó un gritito – También te amo… demasiado… - el placer no me dejaba articular las palabras - ¡Key!
- ¡Ah!
Gritó ella, arqueando la espalda.
- Oh… ¡Key! – grité, liberándome, dejándome caer sobre su pecho – Te amo… eso no lo olvides…
- Jamás…
Me abrazó de nuevo y yo cerré los ojos, oyendo el sonido de su corazón. Quería que ese momento durara para siempre, no me quería separar de ella, jamás, pero tendría que hacerlo. La puerta fue golpeada y nosotros nos miramos.
- Key… - era la voz de Jinki - ¿Estás ahí? – preguntó – Quiero entrar…
- Es Jinki…
Le dije a mi novia y esta puso los ojos en blanco.
- No me quiero separar de ti
Me miró, sus ojos estaban cristalinos de nuevo.
- Tenemos que abrirle la puerta – dije, dándole un beso en la frente – Vamos…
Dije, buscando mi ropa y poniéndomela. Key se colocó el piyama y salió a abrirle la puerta a su amiga. Salí de la habitación y me encontré con una sonrojada Jinki que hablaba en susurros con Key; mi  se me quedó viendo y luego miró a Key con una ceja alzada, ella solo se sonrojó.
- Joon ya entró en la habitación
Me informó y yo asentí. Salí de la 620 y toqué la puerta de la 615, al instante Joon me abrió. Se veía triste, me mordí el labio, todo era mi culpa.
- ¿Qué pasó?
Pregunté y él se sentó en la cama.
- Nada malo… - contestó – Es solo que… ella me gusta mucho, es distinta a todas las chicas que he conocida, ella es especial, ella es… con quien yo definitivamente sentaría cabeza…
- Wow… - fue lo único que se me ocurrió decir, pues aún éramos jóvenes para pensar en esas cosas – Pero…
- Pero ella es inalcanzable… - Joon cerró los ojos – Solo a nosotros se nos ocurre enamorarnos de dos chicas de Alta Sociedad…
- Joon… - él me miró y yo respiré hondo, despidiéndome mentalmente de Key – Jinki es de nuestra clase
- ¿Qué…?
Joon me miró sin entender.
- Ella… ella es hija de una empleada en la casa de Key
- ¿Estás diciendo…?
- Ustedes dos pueden estar juntos si lo desean
Contesté y a él se le formó una gran sonrisa.
- ¿En serio? – la sonrisa en el rostro de Joon creció - ¡Eso es genial!
- Pero…
- ¿Pero qué? – preguntó, borrándosele la sonrisa – No me digas que hay algo malo porque me siento muy feliz en este momento…
- Ella es de clase baja pero tú… - le señalé sus prendas – Eres de clase alta
- ¿Qué…? – Joon se miró - ¿Estás diciendo que…?
- Ella no te aceptará porque se siente mal consigo misma, como nosotros…
- Mierda… - Joon se quitó el saco y lo lanzó con enojo hacia el otro lado de la habitación – Esto… esto no puede estar pasándome… - Joon se llevó las manos a la cabeza – Encuentro a la chica perfecta y resulta que no puedo estar con ella por culpa de las mentiras
- … - Joon me miró – No quiero que estés así…
- No puedes hacer nada Jonghyun… - dijo él, mirándome aún – Yo solo me metí en esto…
- … - respiré hondo – Diré la verdad sobre nosotros para que estés con Jinki

- ¡¿Qué…?!

miércoles, 5 de octubre de 2016

Hotel SHINee (Jongkey) - 19

Capitulo 19

Treinta personas, de treinta personas habían sido despedidas, de ellas quince este era toda su fuente de ingresos, y todo era mi culpa. Treinta personas, sin distinguir entre hombres y mujeres o entre jóvenes y ancianos, treinta personas fueron despedidas por posesión de artículos que denominaron “Muy por encima del alcance de un mesero”. Vi desfilar a hyung y noonas con sus maletas, todos ignorando que era mi culpa, porque yo era el ladrón de huéspedes, yo era el que tenía una habitación repleta de artilugios robados ¿Por qué no los devolvía? Al inicio lo hacía, pero cuando era cosa de tomar una prenda para una ocasión cada semana, no cada día como se convirtió después.
- ¿En serio?
Preguntó Woohyun y Sae asintió.
- Su reloj de pulsera desapareció
Contestó la niña.
- No puedo creer que le hayan robado a tu appa – Key estaba boquiabierta – Debieron meter a todos esos empleados en la cárcel – soltó, frunciendo el entrecejo – Yo lo metería en la cárcel si se hubieran atrevido a tocar una de mis cosas – se cruzó de brazos - ¡Que bárbaros son algunos!
- Ellos son inocentes
Solté.
- ¿Qué…?
Preguntó Woohyun.
- Ellos… - miré a todos los presentes – Ellos fueron despedidos por portar cosas que el gerente creyó eran robadas
- Puede que sí lo hayan hecho
Soltó Key con tono petulante.
- No, no lo hicieron
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- ¿Cómo puedes saberlo?
Preguntó Woohyun y yo me quedé callado.
- Yo solo…
- Son suposiciones Jong… - miré a Key – Quizá todos ellos eran ladrones, quizá no, pero ya no hay nada que hacer, fueron despedidos y con suerte el verdadero ladrón también
- Sí…
Miré la mesa, no quería seguir escuchando el tema. Key estaba equivocada, el verdadero ladrón no había sido atrapado. Me sentía mal, de nuevo, por todas esas personas que perdieron su trabajo por mi culpa.
- ¿Dónde está Jinki unnie?
Preguntó Sae.
- Con Joon oppa – Key me miró - ¿Siguen peleados?
La miré. Hace dos días que había sido la pelea entre Joon y yo, desde entonces me hablaba. Él me echaba, y con justificada razón, toda la culpa de lo que había sucedido. Aunque él también hubiera empezado a hacer lo mismo, todo había sido por mí, por lo tanto todo era mi culpa. Él había aguantado pacientemente, ahora había explotado y no podía reclamar nada.
- Sí…
Contesté, mirando la mesa.
- Aún no entiendo por qué peleaban
Dijo Woohyun, mirándome fijamente.
- Porque soy un mal amigo – contesté – Y colmé su paciencia
- ¿No nos dirás?
Preguntó Key, mirándome, sabía que ella iba a querer saber.
- Hice cosas malas que no puedo decirles
- ¿Asesinaste a alguien?
Preguntó Sae, sonriendo con emoción.
- No… no tan malo como eso
- Oh…
Sae hizo un puchero y se cruzó de brazos.
- Bueno… espero que… - Key me miró con enojo – Algún día puedas confiar lo suficiente en mí como para contármelo
- Key…
- No importa… - cortó ella – Hablemos de otra cosa
Me crucé de brazos y miré hacia otra parte; no quería que ahora Key se molestara conmigo, pero era inevitable. Ella quería saber todo lo que ocurría, así era porque yo estaba implicado, y le agradecía la preocupación, demostraba cuanto me quería, pero yo no podía decirle. Decirle la verdad sería tener que explicar muchas cosas, cosas que harían que ella descubriera toda la verdad acerca de Joon y yo. Con la cuenta regresiva del verano, lo que menos quería era pelearme con mi novia, pues solo me quedaban tres semanas para poder disfrutar a su lado y poder seguir llamándola novia.
- Bueno… nosotros nos vamos al cine del hotel
Comentó Woohyun y Key lo miró con una ceja alzada, el cine del hotel estaba en la guardería y pasaba películas infantiles.
- Pasaran una película de Disney – nos informó Sae, aplaudiendo – Vamos oppa…
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- Annyeong
Se despidió Woohyun.
- Esos dos me dan tanta risa – comenté, esperando que Key se le fuera el mal humor, pero no fue así – Key… - ella seguía mirando su cuaderno de dibujo – Kibum… - ella seguía ignorándome – Bien… no me hables, no me importa – me crucé de brazos y miré a otro lado – Key… - volví a mirarme, sí, soy débil - ¡Aish! ¡Por mi culpa no podrá conseguir lo que vino a buscar en esta isla!
- ¿Qué era?
Preguntó Key, mirándome con curiosidad.
- Algo que era muy importante para él, y por mi culpa no lo podrá tener jamás
Key me miró fijamente, esperaba que eso fuera suficiente para ella. Soltó un suspiro y entonces me pasó un brazo por la espalda, dándome unos golpecitos, estaba consolándome. Sonreí, no era un gesto típico de ella, pero me gustaba que lo intentara.
- No creo que hayas podido hacer algo que lo perjudicara – mire a Key y sonrió – No eres malo Puppy, eres muy bueno – sonreí aún más – Arriba el animo
- Gracias – le di un corto beso – Eres la mejor…
- Lo sé – ella sonrió con suficiencia – Ahora tráeme algo de beber
- Pero tienes ahí tu limada
- La cual se está acabando – señaló – Tráeme otra
- Lo que tú ordenes
Dije, corriendo hacia el bar para traerle su bebida a mi novia. Después de volver con su nueva bebida me quedé contemplándola; ella estaba concentrada en su dibujo, verla dibujar era interesante. Key alzó la vista y me miró, luego se sonrojó, todavía me causaba gracia que se sonrojara cuando me descubría viéndola.
- ¿Te gusta mi dibujo?
Me mostró su cuaderno y al instante me sonrojé.
- ¿Somos nosotros?
Pregunté, mirando el singular dibujo.
- Es que me acordé de… - Key se sonrojó – Y ya que solo vivirá ese momento en mi memoria, preferí dibujarlo – me miró – Para recordar la mejor noche de mi vida
- Para mí también lo fue
Confesé y ella sonrió.
- Y pensar que cuando nos conocimos hace un mes, te odié
- El sentimiento era mutuo
Admití con una risita.
- Quisiera que este verano nunca se acaba… - Key se mordió un labio – Es que… no quiero separarme de ti
- Ey… eso no pasará – mentí, acariciando su mejilla – Ambos vivimos en Seúl, podremos vernos – esa era otra mentira – Después de clases te puedo ir a visitar, y saldremos a pasear
- De compras - agregó Key y yo sonreí - ¿Prometes no irte de mi lado cuando las vacaciones acaben?
- Juro siempre estar a tu lado
Esa era la mayor de las mentiras, pero no podía decírselo.
- Eso espero…
Key se acercó a mí y me dio un beso, yo sonreí.
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- Aish… no puedo creer que Jonghyun oppa esté saliendo con la odiosa de Kibum
Murmuró una noona en otra mesa.
- Ignórala Key, solo te tiene envidia
Le susurré, abrazándola.
- Lo sé – Key volvió a sonreír con suficiencia, esa era su mejor sonrisa – Y ahora más que tengo un novio sexy
El resto del día la pasé a su lado, lo cual era un poco arriesgado ahora, pues vigilaban que cada empleado estuviera haciendo lo que se supone que debían de hacer. Joon debía de seguir con Jinki noona y yo estaba con mi novia, arriesgándonos al despido y a tener que despedirnos con anticipación de ellas dos. Miré a Key, no quería separarme de ella. Key definitivamente me había hechizado, y ahora no podía separarme de ella, aunque en algún momento lo tendría que hacer.
En la noche la dejé en su habitación y esperé a que cerrara la puerta, entonces caminé hacia el ascensor. Ahora que los empleados eran vigilados, dormir en la 615 era imposible para Joon y para mí. Llegué a mi habitación y abrí la puerta, ahí estaba Joon.
Él me dedicó una mirada y luego volvió a mirar al techo. Solté un suspiro y empecé a quitarme la ropa. Joon seguía mirando el techo, eso hacía desde que nos peleamos. No me gustaba estar así con él porque era mi mejor amigo ¡Era el único amigo que tenía! Terminé de poner el pijama y me recosté en la cama. Ninguno de los dos apagaba la luz de noche, así que lo imité, viendo el techo, esperando a que el sueño viniera.
- Besé a Jinki…
Habló por fin y entonces lo miré.
- ¿Qué?
- Besé a Jinki – volvió a decir, mirándome – Fue… distinto – sonrió, me alegraba que me sonriera – Fue… mejor de lo que esperaba – Joon volvió a mirar al techo, aún sonriente – No se compara en nada a los otros besos que le he dado a otras chicas…
- Hyung… - Joon me miró – ¿Te estás enamorando de Jinki noona?
- Creo que sí… - la sonrisa de Joon desapareció – Y tengo todas las de perder
- ¿Por qué?
Pregunté, sintiéndome alegre de estar conversando.
- Jong… el verano ya casi termina, faltan tres semanas – me recordó - ¿Qué puedo hacer en esas tres semanas? – preguntó – Fue un error besarla, porque eso solo ha hecho que mis sentimientos hacia ella crezcan – se lamentó – Pero tengo mucho tiempo
- Hyung…
- Tienes suerte de haber conocido a Key mucho antes, porque ahora puedes disfrutarla – Joon me miró y sonrió – Ojalá yo hubiera conocido a Jinki antes, tal vez hubiera podido pasar más tiempo juntos
- Hyung…
- Cuando se acabe el verano, ya no la volveré a ver – se lamentó – Ella volverá a su vida de lujos y comodidad y yo a trabajar como mula
- La vida es injusta
Me quejé.
- La vida está siendo una perra con nosotros en este momento
- Sí… nos muestra a dos perfectas chicas
- Que son inalcanzables…
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Asentí a sus palabras. No dijimos nada más, nos deseamos buenas noches y dormimos. Me sentía mal por mi hyung, él no podía estar con Jinki aunque quisiera. Quería hacer algo por él, lo que fuese, pero en parte él tenía razón ¿De qué serviría si en tres semanas acababa el mejor verano de nuestras vidas? De todas formas ellas se irían, volverían a sus vidas de lujos y glamour, uno al que no podríamos acceder.
La mañana siguiente llegó y nosotros nos pusimos a trabajar. Joon estaba deprimido, notablemente deprimido. Tenía que hacer algo por él, se lo debía, pero no sabía qué. Aunque él se confesara, solo quedaban tres semanas.
Me puse a pensar en Key, solo nos quedaban tres semanas para estar juntos ¿Le diría al final la verdad? Eso aún no lo sabía, tenía miedo de su rechazo, pero de igual forma tendría que desaparecer de su vida, aunque había prometido lo contrario. Todo era tan complicado ¿Por qué nos pasaba esto? Solo éramos dos adolescentes que intentaban salir adelante, no necesitábamos toda esta complicación en nuestras ya complicadas vidas.
La noche llegó y por fin pude ver a mi Diva. Ella se veía radiante, feliz, hermosa como siempre con sus dos coletas. Tomé su mano y comenzamos a caminar por la isla. A pesar de haberlo hecho muchas veces, las caminatas bajo las estrellas no me aburrían, y al parecer a ella tampoco, pero supongo que no era el hecho de hacer lo mismo todo el tiempo, sino de hacerlo junto a la persona que quieres, pues solo así es diferente cada día.
- Oppa… te noto preocupado
Comentó ella, abrazándose a mi brazo.
- Es que… - la miré, acariciando su mejilla – Este ha sido el verano de mi vida
- ¿Por qué?
Preguntó, aunque por su sonrisa sabía que ella adivinaba la respuesta.
- Porque conocí a la chica más linda del mundo
Contesté sonriente.
- ¿Yo…?
- En realidad es Jinki – bromeé y ella me dio un golpecito – Te quiero, Kibum, no lo olvides
- Yo igual, mucho – Key acercó su rostro al mío y me besó – Jonghyun oppa… cuando volvamos a Seúl, lo primero que debes de hacer es presentarme a tus padres, quiero darles una buena impresión
- Claro…
Dije con nerviosismo.
- Algún día mis padres les debe de pasar el enojo y verán lo lindo que eres y estarán feliz de que salga con el hijo de un magnate hotelero
- Sí…
Miré el suelo.
- ¿Te preocupa algo más? – preguntó Key y yo la miré, impresionado de que se diera cuenta con tanta facilidad - ¿Qué es?
- Es… - respiré hondo – Joon…
- ¿Siguen peleados? – negué con la cabeza - ¿Entonces?
- Es que… a él le gusta mucho Jinki
- Oh… - Key me miró con los ojos bien abiertos – Pues dile a tu hyung que no sabe demostrar mucho sus sentimientos, Jinki piensa que solo la ve como una amiga… aunque ya se besaron
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- ¿Te lo contó?
- Jinki unnie es mi mejor amiga, obvio que me lo iba a contar
- Sí… bueno, a él realmente le gusta ella
- Y a ella él
Soltó Key y yo abrí mucho los ojos.
- ¡Eso es genial! – exclamé – Ahora solo hay que crear una situación en dónde…
- Ella jamás saldrá con él
- ¿Qué? - me detuve en seco, mirándola - ¿Por qué?
- Porque… - Key se mordió el labio y miró a otro lado – Es que…
- Key… cualquier cosa que sepas, dímelo – le pedí, tomándola de los hombros – Joon… está muy deprimido y se lo debo
- Es que no es fácil de decir
Key me miró con preocupación, soltándose de mi agarre.
- Kibum, por favor… - pedí, sosteniendo su muñeca – Le debo mucho Joon…
- Es… es sobre Jinki
- ¿Qué sucede con ella? – pregunté con desesperación – No me digas que también tiene un prometido escondido
- No… nada de eso – me tranquilizó – Es que ella… - Key me miró – No es como nosotros…

Hotel SHINee (Jongkey) - 18

Capítulo 18
- ¿Pasó algo?
Joon me miró de forma pícara.
- ¿Algo como qué?
- ¡Omo! – exclamó y todos en la cocina nos miraron – Perdón – hizo venias en todas direcciones - ¿Lo hiciste?
- No lo digas tan alto…
Pedí avergonzada.
- ¡Por Dios, Jonghyun! – exclamó él en susurros – Tuviste tu primera vez con una niña de la Alta Sociedad
- Sí… - sonreí al recordarlo – Fue… muy lindo…
- Jong… - miré a Joon - ¿Qué demonios estamos haciendo?
- Ni idea…
Contesté.
- Va a haber reunión de empleados en media hora – anunció el gerente, entrando en la cocina – Por favor, asistan puntales
- ¿Qué será ahora?
Preguntó Joon y yo me encogí de hombros.
- Esperemos que nada relacionado con los robos
- ¿Dónde dejaste las cosas?
- En la 615 – contesté – Las dejé ahí antes de irme a mi cita con Key
- ¿Has tomado algo más?
Negué con la cabeza.
- No… - lo miré - ¿Tú?
- Tomé unos billetes que habían en un saco – contestó Joon, mordiéndose un labio - ¿Sabes cuánto cuesta el pollo frito?
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- Joon…
- Lo siento… - Joon siguió lavando platos – No te quieras hacer el moralista ahora, tú lo hacías antes
- Sí, lo sé…
- Ahora más que nunca… - me miró – No quiero que el verano se acabe, esta ilusión, este teatro… Jinki es esa chica, es “Ella” – sonrió – Solo que yo no soy quien digo ser
- Lo mismo me pasa a mí – continué secando platos – A veces pienso que todo esto es inútil, porque tan pronto como termine su estadía, jamás las volveremos a ver
- Existen las cartas y el teléfono
- ¿Y qué pasaría si nos quieren visitar? – pregunté – No podemos robar toda una mansión
- Suenas como yo…
- Es que… el estar cerca del final me está haciendo tomar consciencia – golpeé el mesón con mi mano – Ojalá nunca hubiera hecho nada de esto, porque amo a Key y anoche… - solté un suspiro – Ya no creo que sea capaz de dejarla ir… pero sé que llegará el momento, y el momento va a ser muy pronto…
- Lo único que nos queda es disfrutar de estos días – asentí a las palabras de mi hyung – Bueno… tú puedes disfrutar, yo sin embargo…
- Tendrás que decidir en apresurarte o dejarla ir sin que sepa nada – le dije y él asintió – Estamos en una situación difícil y no queremos salir de ella
- Sí… somos un par de locos…
Terminamos nuestro trabajo y fuimos a la sala de empleados. El gerente estaba ahí, sentado, con dos guardias de seguridad a sus flancos. todos los empleados se miraban y miraban al gerente, yo me sentía nerviosos ¿Ya nos habían descubierto? El último empleado entró en la sala y el gerente se aclaró la garganta, mirándonos a todos nosotros.
- Es el quincuagésimo huésped que se queja de que le han robado algo de su habitación cuando nadie estaba en ella… - miró a todos los empleados – Este hombre… al que le robaron un anillo de oro con un rubí – miré a Joon, era el anillo que había usado ayer – Está demandando al hotel… - las manos comenzaron a temblarme – Y al hombre o mujer que lo robó – Joon y yo nos miramos de reojo – Nosotros también lo demandamos a él o ella por daños y perjuicios… - el gerente recorrió con la mirada a todos nosotros - ¡Confiese de una vez a menos que se quiera quedar en la calle sin ni un centavo! – gritó el hombre y yo sentí una presión en el estómago – O si no… prepárese para ir preso – todos se miraron, nadie decía nada - ¿Nadie…? Bien… procedan
Los guardias asintieron y salieron de la habitación. Todos seguimos a los guardias, ellos caminaban a paso veloz hacía los dormitorios de los empleados. Joon y yo nos miramos y corrimos hacia nuestra habitación; no teníamos nada ahí, todo estaba escondido en la habitación 615, pero igual nos preocupaba. Los guardias entraron en la primera habitación y comenzaron a revolver todo, mis hyung protestaban, pero poco caso les hacía los guardias. De esta forma comenzaron a revisar todas las habitaciones, revoloteándolo todo y llevándose consigo lo sospechoso.
- ¿Estás seguro que guardaste todo en la 615?
Me preguntó Joon y yo asentí con nerviosismo.
- ¡Eso es mío!
Gritaba una noona a la que le habían confiscado un collar.
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- ¡Eso es de mi abuela, animal! – gritaba otra noona, al borde de las lágrimas - ¡Por favor, déjelo!
- Hemos robado solo cosas de hombre – dije, viendo como los hyungs y noonas protestaban por las cosas confiscadas - ¿Por qué revisan a las chicas?
- Porque el gerente está desesperado – contestó una voz, era Seungri – Por eso lo hace
- ¡Hyung!
Exclamamos los dos, viéndolo fijamente.
- Descuiden… no diré nada
- Hyung… usted…
- ¡Kim, Cho, su habitación! – gritó el gerente y nosotros nos apresuramos – Abran la puerta
Les ordenó a los guardias y estos abrieron la puerta con nuestra llave. Nuestra habitación estaba ordenada, todo en su lugar, no habíamos dormido ahí hace día. Los guardias comenzaron a abrir cajones, deshacer las camas y rebuscar en el closet, no había nada que nos pudiera incriminar. Los guardias negaron con la cabeza y el gerente nos miró.
- ¿Dónde estuvieron ayer? – preguntó – No los vi ni los vieron en todo el día, ni el anterior a ese – nos miró fijamente – Y usted, Kim – me señaló – Desde hace mucho que dicen que faltas al trabajo
- Nosotros…
Joon me miró en busca de ayuda.
- Nos escapábamos – contesté, mirando al gerente – Nos aburría estar todo el día metidos aquí así que nos tomábamos muchos tiempos libres
- ¿Qué?
- Todo es culpa mía – miré a mi hyung – Yo lo convencía de hacerlo
- Jong…
- Fuera de quien fuera la culpa, ambos incurren en falta – el gerente nos miró de hito a hito – Por lo tanto ambos tienen dos falta
- ¡¿Qué?!
Aquello me dolió, era el adiós a la bonificación.
- ¿Quiere una tercera, señor Kim?
- No señor…
Miré el suelo.
- Una es por las escapadas y la segunda por SUS escapadas
El gerente rió y se fue. Me dejé caer en la cama y miré a Joon, él miraba fijamente la puerta. Cuando entramos a trabajar aquí habíamos decidido que la bonificación sería para él, pues Joon necesitaba más que yo el dinero, y con más urgencia. Ahora lo habíamos perdido, y todo era mi culpa.
- Joon…
- Está bien – él sonrió – No importa…
- Sí importa – dije – Lo siento, todo es mi culpa
- No… no lo es
Joon se sacó la camisa, quedando en camiseta y salió de la habitación.
- ¡Hyung! – lo imité y también salí de la habitación – Sé que estás molesto, y sé que es mi culpa
- Déjame en paz Jonghyun
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- ¡Hyung! – lo intenté detener – Al menos escúchame…
- ¡¿Qué quieres decirme?! – gritó, empujándome - ¿Quieres decirme cómo es que perdimos una fuerte suma de dinero por tus tonterías? ¡¿Eso quieres decirme?!
- Lo lamento… - miré a mi hyung – Ese dinero iba a ser para pagar el hospital donde tu omma…
- ¡Cállate! – gritó, empujándome - ¡Ya no tiene caso! ¡Ya no hay dinero! ¡Tus disculpas no quitaran las dos faltas!
- Lo lamento
- ¡Deja de decir que lo sientes!
Entonces Joon me volvió a empujar.
- ¡¿Qué más quieres que te diga?!
Pregunté, empujándolo.
- ¡Quiero que te calles! – gritó - ¡Por tu culpa perdí algo importante para mí! ¡Sabías que el sueldo no sería suficiente para pagar la hospitalización de mi omma! ¡Y no te importó nada cuando intentaste tirarte a esa chica!
- ¡Cállate!
Apreté los puños.
- ¡No me voy a callar! – gritó - ¡Todo es tu culpa! ¡¿Qué no lo ves?! ¡Las noonas que perdieron sus posesiones! ¡Los hyung a los que les han quitado cosas! ¡Las faltas que todos nos hemos ganado hoy día! ¡Todo es tu maldita culpa! ¡Por andar atrás de una chica que jamás será tuya! ¡Pero al parecer todo te llega a la punta del miembro! ¡Eres un egoísta! ¡Y yo soy un tonto que te siguió en este juego! ¡Mira todo lo que provocaste por querer liarte con una chica! ¡Todo esto para que pudiera tirar bien rico con ella!
No aguanté más, le propiné un puñetazo. Él tenía razón, en todo, pero no me gustaba oírlo. Joon se limpió la sangre de su labio y entonces me dio un puñetazo. Yo no respondí, dejé que me golpeara y que me volviera golpear. Joon comenzó a descargar toda su ira contra mi cuerpo, golpeando y gritando. Yo no me defendía, me lo merecía. Caí al suelo y Joon siguió golpeándome sin compasión. Podía sentir la sangre en mi boca y en mi nariz, pero no me defendía, me lo merecía.
- ¡Para!
Gritó una voz.
- ¡¿Por qué lo golpeas?!
Preguntó otra voz.
- ¡¿Qué sucede?!
Preguntó una tercera.
- Oppa… tengo miedo
Dijo una cuarta.
- ¡¿Jong, estás bien?!
Key, la primera voz, sostuvo mi cabeza con sus manos y me miró.
- ¡¿Por qué lo golpeabas?! – preguntó la tercera voz, era Woohyun - ¡¿Qué pasó?!
- ¿Te duele algo?
Preguntó Sae, la cuarta voz.
- ¡Joon, espera!
Gritó la segunda voz, Jinki, siguiendo a Joon.
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- ¡Jonghyun! – Key me miraba con preocupación - ¡¿Qué demonios paso?! ¡Habla maldita sea!
- Soy… soy un mal amigo...