martes, 24 de febrero de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 22

Capítulo 22





Era sábado, había pasado una semana desde el primer recuerdo de Sungmin; en estos días, ella había logrado recordar algunas cosas como su presentación de artes marciales, la prueba de vestuario en dónde se le rompió el pantalón a uno de los mosqueteros, cómo logró una nota perfecta en el examen de fin de curso, y… su primer beso con Zhou Mi.
Como mi álbum estaba demasiado atrasado, tuve que renunciar a mis días libres para poder avanzarlo. De esta forma, cada vez que Minnie se aburría, o salía al parque, o se quedaba en casa, pero siempre acompañada del edificio andante.
¿Qué había sido de la vida de él? Pues seguía soltero, y era lógico, apenas teníamos veintidós años ¿Él seguía enamorado de Sungmin? ¿Lo siguió desde que terminaron hacía muchos años? Y ahora que ella no me recordaba, y recordaba su amor por él… ¿Ella se iría con él? ¿Minnie podría dejarme por él?
Estaba más que claro que a ella no le agradaba para nada la situación, el estar junto a mí y haber concebido dos hijas. Aunque decía amarlas, la veía un poco incómoda con Sunny cuando la ella le decía cosas como “Omma, eres la mejor” “Omma, te quiero” y sobre todo, cuando le decía “Omma” Y por otra parte estaba Jessica, a quien Minnie era incapaz de darle el pecho. Jessica ya tenía una semana de vida, y aunque Minnie le daba todo el amor que le salía, Leeteuk le advertía que eso en particular, el lactar, afianzaría la relación con su hija, pero Minnie estaba reacia a hacerlo.
- ¿Hoy también saldrás?
Preguntó Minnie, tomando mi plato del desayuno y dejándolo en el fregadero.
- No – contesté, meciendo a Jessy en su mecedora rosa – Como es fin de semana, quiero pasarla en familia
- Oh…
Fue lo único que dijo, empezando a lavar los platos.
- ¿Querías ver a Zhou Mi hoy también?
- No comiences…
Me pidió, señalando con la cabeza a Sunny, quien comía su arroz tranquilamente.
- Como quieras…
Mascullé.
- Appa… - mire a Sunny; ella tenía las mejillas infladas, un gesto heredado obviamente de Sungmin - ¿Por qué no te agrada Zhou Mi oppa?
- No le llames así, Bunny
Le pedí.
- ¿Por qué no te agrada el “Edificio andante” oppa?
- ¿Le enseñaste eso?
Preguntó Sungmin, notablemente disgustada.
- Y a pasar el nivel 134 de Candy Crush
Agregó Sunny.
- ¿La estás volviendo una ludópata?
- ¿Qué es un ula-ula con patas?
Preguntó Sunny.
- No le veo nada de malo en que ella le diga así a Zhou Mi
Me defendí.
- ¡Kyuhyun! – protestó Minnie – Deja de tratarlo así
- ¿Cómo quieres que lo trate? – me crucé de brazos, mirándola, sintiendo ira por dentro - ¿Cómo quieres que me sienta?
- Kyu…
Minnie señaló a Sunny con la cabeza, ella solo nos miraba de hito a hito.
- Como sea… - me levanté y lancé los palitos al fregadero, estos hicieron mucho ruido – Si quieres vete y busca al edificio andante, no me importa
- Kyuhyun…
- ¿Eso es lo que quieres, verdad? – le increpé - ¿Verdad?
- Kyuhyun…
- ¡Ve si quieres con él, ya no me importa! – grité - ¡Ve a revivir tu amor con él!
- ¡Kyuhyun!
Gritó Minnie, frunciendo el entrecejo.
- ¡Solo vete! – grité de nuevo - ¡Vuelve a ser su novia si tanto lo deseas!
- ¿Fui su novia?
- ¡Sí! – grité, lanzando ahora un vaso, el cual se hizo añicos, haciendo sobresaltar a Minnie - ¡Ahora mejor lárgate antes de que me enoje más!
- Kyu…
- ¡Lárgate y busca a tu amado edificio andante!
Entonces su mano golpeó mi rostro, y me quedé viendo la ventana que daba hacia el jardín. Me llevé la mano al rostro, estaba caliente. Miré de nuevo a Minnie, ella estaba con los ojos llorosos y llenos de ira.
- De que sirve que me diga todo eso… - empezó a decir – Si es contigo con quien terminé y tuve dos hijas – ella me miraba fijamente, yo me sentía nervioso - ¡¿Cómo puedes decir eso si la persona que es mi pareja eres tú?!
- Minnie…
- Ustedes nunca peleaban… - nos giramos; Sunny tenía los ojos rojos, intentaba contener las lágrimas – Ahora lo hacen a diario
- Sunny…
Me acerqué a mi hija.
- Omma… - Minnie miró nuestra hija - ¿Ya no amas a appa?
Miré Sungmin, ella miró el suelo y dejó escapar las lágrimas, luego le siguió el llanto y finalmente  salió corriendo escaleras arriba; yo me quedé viendo el lugar por donde había desaparecido. Miré a Sunny, ella también lloraba. Imaginaba como se debía de sentir; ella había esperado mucho para que sus dos padres estuvieran juntos y ahora todo era confuso. Me acerqué a mi hija y la abracé, ella me correspondió y continuó llorando, yo solo acariciaba su espalda.
- Lo lamento Bunny – le dije, intentando no llorar – Lo lamento…
Henry bajó las escaleras y se llevó a Sunny a casa de omma, era lo mejor, agradecía que Henry se quedara los fines de semana. La puerta se cerró y yo subí las escaleras, caminando lentamente hacia mi habitación, que ahora era solo de Sungmin. Escuché sollozos, ella estaba llorando ¿Lloraba por no poder amarme? ¿Por no poder hacernos felices? Toque la puerta…
- Vete Henry… - dijo ella entre sollozos – Quiero estar sola
- Soy Kyuhyun…
- Pasa…
Pidió y obedecí. Ella estaba sentada en el suelo, sosteniendo algo entre sus manos, era el álbum que me había dado cuando teníamos dieciséis. Minnie lloraba, mirando las hojas y mensajes que me había escrito hace mucho tiempo. Me senté a su lado, ella continuó viendo las fotografías, cada una con un nuevo mensaje, más cursi y tierno que el anterior.
- Minnie… - respiré hondo – Lo siento…
- Esto… - empezó a decir Minnie – Lo hice yo – la miré, ella me miraba, yo asentí – No recuerdo para qué ocasión lo hice, pero sé que lo hice yo
- Minnie…
- Kyuhyun… - ella me miró – En verdad te amaba
- Me amas
Le corregí, sintiendo una presión en el pecho.
- No… - ella negó con la cabeza, yo miré la alfombra rosa – No siento eso
- Minnie
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
- Kyuhyun, lo siento – lloró ella – En verdad lo siento
- No lo digas – le pedí, negando con la cabeza y empezando a derramar lágrimas – Por favor, no lo digas
- Lo siento oppa… - volvió a decir – Pero no te amo
- ¿Por qué?
Lloré, soltando un sollozo y llevándome las manos al rostro.
- Kyuhyun… - Minnie intentó quitar las manos de mi rostro, yo me resistí – Kyuhyun…
- No quiero verte el rostro Minnie…
Respiré hondo, un intento para poder dejar de sollozar.
- Creo que lo mejor… - empezó a decir ella y yo quité mis manos, mirándola – Es que me vaya
- ¿Qué?
Pregunté sin poder creerlo.
- Es que… - la miré, sintiéndome horrorizado – Ya no soporto esto
- ¿Qué estás diciendo?
- ¡No puedo con esto! – gritó - ¡Ya no lo soporto!


***
Me alegraba tanto poder estar de nuevo en paz con mi Conejo. Me había disculpado, me había tomado mucho tiempo, pero al final me perdonó. Primero le regalé un oso de felpa gigante color rosado


; cuando eso no funcioné, le regalé un guitarra rosada;



cuando tampoco funcionó, mandé a unos músicos a su casa con globos rosados.



Llené su habitación con todos los peluches que le había comprado en mi gira,



también llené su armario con toda la ropa rosada que había comprado para ella. Pero no me perdonaba. Al final lo que hice fue algo totalmente menos elaborado pero igual de cursi. Pegué en un pasillo de la escuela muchas imágenes de corazones, formando un corazón gigante.






Ella me perdonó al instante. Ahora estábamos juntos de nuevo. Me alegraba tanto poder estar con ella de nuevo, poder disfrutar de sus mimos, abrazos, besos, caricias ¡Awww… la amo!
Al mismo tiempo, teníamos que estar ocultándonos cada dos por tres, pues desde mi osada maniobra de los corazones, en todas las redes y medios se veían noticias que me vinculaban con Minnie. De esta forma, luego de negar todo, Minnie y yo nos vimos forzados a seguir aparentando una simple amistad. Era tan frustrante, y lo podía ver en sus ojos, a ella le entristecía tener que ocultarse. Quería hacer algo para que no estuviera así, pero no sabía qué, sobre todo porque me lo prohibían. Quién diría que ser famoso era algo tan estricto.
Habíamos intentado salir varias veces, como antes, con nuestros amigos, o aparentando ser solo los mejores amigos del mundo; pero siempre era arruinado por la prensa o por algunas anti-fans que la trataban mal, incluso por mis ELF que se emocionaban mucho al verme e interrumpían mis citas. A veces era frustrante, pero me alegraba que ella lo soportara.
Sin importarme nada, en un egoísta intento de poder estar tiempo con mi novia, planeaba más y más citas; Minnie a veces se negaba, pues las ELF y antis se estaban agitando, pero luego la convencía, prometiendo postear en Cyworld y Weibo que solo éramos mejores amigos saliendo por la tarde, aunque sabía que esto en parte le molestaba, pero era la única forma.
Uno de esos días Minnie me obligó a hacer las paces con Hyun Joong, pues ahora era parte del grupo de amigos ¡Era mi reemplazo en la mesa! Terminé aceptando, pues no quería un nuevo problema con mi novia, y Minnie lo invitó al cine con nosotros.

Me sentía molesto, esperando a que ese muchacho de mirada fría llegase, no quería un tercero en discordia en nuestra cita ¡Se supone que son nuestras! Pero entonces llegó con nada más ni nada menos que con Jung So Min, enganchada a su brazo, sonriéndonos, y usando la misma ropa que Hyun Joong…



¡Ellos eran pareja! Me disculpé con él por mi comportamiento, él solo sonrió y dijo:
- Creo que yo también me hubiera puesto igual
- Él es muy celoso
Afirmó So Min, yo reí. Después de Minnie, la segunda chica más melosa de la escuela era So Min, y ahora tenía alguien a quien abrazar todo el tiempo. Esa noche nos divertimos mucho, pero entonces al día siguiente salieron notician especulando acerca de una cita doble. Era verdad, pero tenía que negarla, pues no podía gustarme nadie, solo tener buenos sentimientos hacia ella.
Las especulaciones, rumores, artículos, fotografías, y demás empezaron a aparecer, entonces el mundo colapsó. Primero fueron los acosos de la prensa hacia Sungmin, luego los mensajes de odio de parte de las antis y para mi disgusto y tristeza, de parte de algunas ELF. Expulsaron a Minnie como presidenta del ELF, luego empezaron a aparecer por toda la red, artículos como “Solo porque es la sobrina del CEO de la SM Entertainment cree que puede quedarse con nuestro oppa” o sino “Kim Sungmin es una oportunista que se cuelga de su fama” ¡No sabía qué hacer! ¿Qué podía hacer para detener todo esto?
El mismo CEO de la SM, Lee Soon Man, me llamó a su oficina. Empezaría a grabar mi segundo álbum, solo así mantendría a todo el mundo entretenido, pero yo sabía lo que significaba empezar a grabar otro álbum. No era de esperarse, al fin de cuentas era su tío, Minnie era su más pequeña sobrina de las dos únicas que tenía, era obvio que quisiera protegerla. Grabar un nuevo álbum significaba estar días enteros, semanas enteras, metido en el estudio de grabación. Eso significaba menos tiempo con Sungmin.
Ella aceptó y de nuevo solo éramos novios por teléfono o internet. Esta situación empezaba a desesperarme, sobre todo porque las antis no se calmaban, las ELF seguían revueltas y la prensa estaba en su salsa. Entonces me mandaron a un programa de variedades para aclarar todo.
- Y dinos Kyuhyun… - habló la MC – Ha habido mucho interés últimamente sobre tus relaciones amorosas
- Sí… - sonreí – Y no sé por qué, si yo estoy soltero
Todo el público gritó emocionado.
- ¿Y esa chica con la que se te ha visto muy seguido? – preguntó el otro MC, y en las pantallas apareció una foto de Sungmin conmigo – Se ven muy íntimos
- Es que… - miré la fotografía, recordando ese día, había sido excepcionalmente bonito – Somos amigos desde los cuatro años – empecé a decir, sin quitar los ojos de las fotografías que empezaron a salir, sintiéndome muy mal por no poder decirle al mundo lo que sentía por Sungmin – Obviamente la amo mucho…
- ¡Oh…!
Exclamó todo el set y yo volví a mis sentidos, mirando a todos y sintiéndome nervioso.
- ¿Acaso te gusta?
Preguntó la MC con una sonrisa pícara.
- ¡No! – me apresuré a decir – Solo somos amigos
- Mmm… - rió el MC – A mí se me hace que hay algo más ahí
- No… - sonreí con nerviosismo – Solo amigos…
- ¡Minnie!
Grité, abriendo la puerta.
- Kyu…
Me quedé había parado. Ella tenía un labio partido y un moretón en el rostro, tenía un brazo vendado y temor en los ojos ¿Qué le habían hecho a mi Conejo?
- Sungmin… - ella bajó la mirada – Lo… lo lamento
- No… - ella negó con la cabeza, recostándose en su cama y cubriéndose la cabeza con las sábanas – Vete
- Sungmin…
- ¡Vete, por favor! – me gritó - ¡No quiero que vuelva a suceder!
- Minnie… - intenté acercarme, pero ella descubrió su rostro, estaba llorando – Amor… yo…
- ¡Por favor! – gritó - ¡Vete!
- No me voy a ir – le dije, acercándome – Soy tu novio, te debo de proteger
- ¡No! – gritó ella - ¡No lo eres! – me quedé helado al oír eso - ¡Eres solo un amigo!
- ¿Qué estás diciendo? – miré boquiabierto a Sungmin, no podía estar diciendo lo que escuchaba - ¡¿Sungmin, qué estás diciendo?!
- ¡Que ya me harté! – gritó – ¡Ya no puedo salir contigo, ya no puedo ir a la escuela en paz, ya no puedo dejar mi casa!
- Minnie…
- ¡Ya no soporto esto!
- Minnie…
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
- ¡¿Qué clase de relación es esta?! – me preguntó, con los ojos llenos de lágrimas - ¡No podemos salir, no podemos ser vistos juntos, me atacan y tú dices en los medios que solo somos amigos! – las lágrimas comenzaron a caer - ¡Ya no puedo más Kyuhyun, ya no!
- Minnie… por favor
- ¡No!
- ¿Qué pasa aquí?
Preguntó una voz, era Kangin, mirándome con seriedad.
- Appa…
Minnie se levantó de la cama y corrió a abrazar a su appa.
- Vete de mi casa
Me ordenó Kangin.
- Pero…
- ¡¿No oyes?! – gritó - ¡Vete!
- Sungmin… - ella me miró – Lo lamento
- Yo también oppa… pero ya no puedo más…


***
- ¿Qué le diré a Sunny? - pregunté, viendo como ella metía su ropa en una pequeña maleta. Minnie no contestaba y eso me molestaba, sentía mucha ira por dentro. Esto no estaba bien, así no debía de ser las cosas - ¿Entonces así acaba todo? – pregunté y ella dejó de hacer lo que hacía – ¿Tú huyendo, abandonando a tu familia, abandonando a tu hija recién nacida y a una que ha esperado por ti durante un año?
- Kyu…
- No… digas nada Sungmin – caminé hacia la puerta de la habitación – Normalmente terminar hiriéndome peor
- Kyu… - Minnie corrió hacia mí, abrazándome por la espalda – Lo siento mucho…
- Minnie… - entonces me giré, abrazándola – No te vayas… no me dejes de nuevo…
- Yo…


jueves, 19 de febrero de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 21

Hola mis lectores!!! Hoy día es Año Nuevo!!! Es el año de la Cabra de Madera!!!! Acabo de regresar de la Danza del Dragón y con las buenas vibras que siento voy a subir un nuevo capítulo. Les deseo un feliz año a todos, no solo a los que tengan familias chinas sino a TODOS!!! que la Cabra les traiga buena suerte!!! Los que sean jabalí como yo (1995 - 1983 - 1971 - 1959) ESTE ES NUESTRO AÑO DE SUERTE!!!!
000000000000000

Capítulo 21





- Cuídate – le pidió Minnie, abrazando a Sunny – Espero que te guste tu almuerzo – le entregó su lonchera rosa – Te amo hija
- Ya omma – pidió Sunny, correspondiendo el abrazo – Solo iré a la escuela



- Es que…
- Ha sido el fin de semana más bonito en la vida de tu omma
Hablé, con Jessy en brazos. Minnie se giró y me sonrió, yo solo asentí. Habían pasado algunos días; Jessica tenía cuatro días de vida y todo era estupendo. Las ELF me habían felicitado por todos los medios por mi nueva hija; Henry había vendido las fotografías del nacimiento de Jessica y ahora tenía mucho dinero ¡Mocoso embustero! Todos los días algunas ELF venían a dejarnos cosas para el bebé, era extraño porque podía costearlo, pero me gustaba que a las fans les gustara, mis ELF eran todo para mí y las amaba, les agradecía todo el apoyo.
- Adiós omma – se despidió Sunny cuando el timbre sonó – Adiós appa – agitó su manito – Adiós Jessy, se buen bebé
Minnie acompañó a Sunny hacia la puerta. Los flashes de las cámaras los podía ver, pero Minnie no se fue hasta que la movilidad escolar se fue. Ella volvió, con un puchero en los labios, yo solo sonreí, Minnie era muy sensible.
- ¿Qué pasa Conejo?
Pregunté y ella me miró.
- Quería que se quedara un rato más en casa – lloriqueó y yo reí - ¡No te burles de mí oppa!
- Lo siento… - le entregué a Jessica – Pero es que… me imagino que así debiste estar el primer día de clases de Sunny
- ¿No estuviste el primer día de clases de Sunny?
Preguntó y yo me quedé estático. No estuve en su primer día, no estuve en su primera palabra, en su primer paso, en su primera sonrisa, no estuve en su nacimiento ¿Cómo podía remediar eso? No podía cambiar el pasado pero podía hacer un mejor futuro. Le daría todo lo que tenía a mi hija para compensar los años que le hice falta, aunque no sería suficiente.
- Estuve de gira
Contesté, aunque no era una mentira.
- Oh… - ella, con Jessy en brazos, caminó hacia el sofá y ahí se sentó – Ya veo a lo que te referías ayer, que la fama te alejo de nosotras
- Mucho…
Miré el suelo.
- ¿Tienes que irte hoy?
- No – contesté – Pedí… - sonreí – Baja por maternidad
- ¿En serio? – preguntó riendo – Verdad… ¿Tengo trabajo?
- Sí…
Contesté cabizbajo.
- Suena como si fuera el peor trabajo del mundo – miré a Minnie, ella tenía un puchero en sus labios - ¿A qué me dedico?
- Eres maestra de música
Contesté.
- ¿En serio?
Miré el rostro de Minnie. Ella no se veía decepcionada pero sí confundida. Entre ser música profesional y se maestra había mucha diferencia, una diferencia enorme. Minnie había tenido que truncar sus sueños a los diecinueve años, cuando decidió tener a Sunny, mientras yo sí cumplía los míos lejos de ella.
- Sí – contesté – Te encanta el trabajo porque puedes estar con Sunny todo el tiempo, y Henry te está enseñando a tocar el violín
- Suena… interesante
- No es lo que tú querías
Ella me miró y volvió a hacer un puchero.
- Mi sueño siempre fue ser una música profesional – dijo y yo miré la mesa – Pero también era tener una familia – ella sonrió, mirando a Jessy – Ahora la tengo y aunque no recuerdo cómo la obtuve, estoy feliz
- Me alegro – entonces mi teléfono comenzó a sonar, era Shindong - ¿Yeoboseyo?
- Hola Kyuhyun, sé que has pedido unos días pero es urgente – dijo – Necesitamos volver a grabar el coro de una canción – miré a Minnie, ella seguía haciéndole mimos a Jessica - ¿Podrías venir?
- No creo que…
- ¿Qué sucede?
Preguntó Minnie.
- Tengo que ir al estudio a grabar
- Oh pues… ve
- ¿No te molesta?
Pregunté, pues en tiempos pasados esa había sido causa de enojo para ella.
- ¿Por qué habría de molestar? – cierto, ella ya no era la misma – Ve
- ¿Podrás tú sola con la bebé?
- Kyuhyun… - me miró con una ceja alzada - ¿Quién cuidaba a Henry cuando tus padres no estaban, Siwon?
- De acuerdo… - acepté, llevándome el teléfono a la oreja – Voy en seguida
- Te espero
Contestó Shindong y colgó.
- Me tengo que ir – Minnie solo asintió – Cuídate
- Gracias
Me quedé viéndola. Normalmente ella me abrazaba, besaba, y me decía lo mucho que me extrañaría; ahora solo miraba a Jessy, sonriéndole y acariciándole la mejilla. Miré hacia abajo, debía de ser paciente, su memoria volvería, tenía que volver.
Caminé hacia la puerta y salí de mi casa, entré en el auto y respiré hondo. Tal vez las cosas no eran como yo las quería, tal vez mi vida con Minnie no era como la había imaginado, pero por lo menos estaba aquí, conmigo. Encendí el auto y partí.


¡Cuatro horas! ¡Cuatro malditas horas! Eso era lo que me había demorado grabar un puto coro ¡Yo solo quería estar con Minnie y Jessica! ¡Pero no! Se les había ocurrido a los malditos practicantes borrar accidentalmente parte de mi canción. Cuatro horas después, enojado y hambriento, terminé la canción. Saqué mi teléfono y marqué el de Sungmin, solo esperaba que lo tuviera cerca.
- ¿Kyuhyun?
- Minnie… - respiré aliviado, ella estaba bien – Ya terminé aquí, iré a casa
- No estoy en casa
- ¿Dónde estás?
- Me estaba aburriendo y llamé a mi omma para preguntarle si podía salir con Jessica al parque, dijo que sí
- ¿En qué parque estás?
Pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
- En nuestro parque
- Voy para allá
Dije, sonriendo al oír “Nuestro parque”. Bajé por el ascensor hacia el primer piso y crucé la callé. Empecé a caminar por el parque, había muchas personas caminando por ahí. Algunas personas me sacaban fotos, otras se me quedaban viendo; ni con todos los años de carrera podría acostumbrarme a que las personas se me queden viendo, pero es el precio de la fama.
Caminé hacia el parque de juegos y la vi sentada en la misma banca de siempre. Caminé hacia ella, viéndola de lejos como le sonreía a nuestra hija. De pronto una figura de gran tamaño apareció, con dos algodones de azúcar en las manos y una sonrisa en su rostro.
Cerré los puños y tragué saliva ¿Por qué siempre tenía que estar ahí? Intenté tranquilizarme, pero entonces el edificio andante acarició la cabeza de mi hija. Rojo, lo empecé a ver todo rojo. Ese maldito mal nacido siempre estaba ahí metido, esperando una oportunidad con Sungmin ¡No lo iba a permitir!
- ¡Sungmin!
Llamé, llegando a su lado.
- Kyuhyun, hola
Me saludó el edificio con cordialidad ¡Que te la metan a ver si así sonríes!
- Hola… - saludé, mirándolo fijamente, ese chico no me agradaba para nada – Sungmin, vámonos
- Pero… - ella miró a Zhou Mi, eso me hizo enfurecer – Estoy hablando
- Tenemos que regresar a casa – le dije, tomándola del brazo – Es invierno y NUESTRA hija no puede estar desabrigada
- Pero si está abrigada – me mostró al bebé, que parecía más un esquimal miniatura en su canguro rosa – Déjame seguir conversando
- ¡No! – dije, jalándola del brazo y haciendo que se caiga su algodón - ¡Nos vamos!
La volví a jalar del brazo y la arrastré hacia mi auto. Le abrí la puerta, ella me fulminó con la mirada y entró. Rodeé el auto y entré, encendiendo el motor.
- ¿Qué fue todo eso?
Me preguntó y yo apreté el volante.
- No me agrada Zhou Mi
- ¿Por qué?
- Porque no
Contesté, poniendo en marcha el auto.
- Pero a mí me agrada
Replicó, yo apreté aún más fuerte el volante.
- No puedes estar cerca de él
- ¿Por qué?
- ¡Porque no, Sungmin! – grité – ¡No puedes estar cerca de ningún chico!
- ¿Sigues con eso? – me increpó - ¿Por qué eres tan inseguro? – ella infló las mejillas – Siempre serás mi mejor amigo – ahí estaba de nuevo esa hiriente palabra - ¡Métetelo en la cabeza!
- ¡No hables!
- Pero…
- ¡Sungmin, cállate! – le grité aún más alto - ¡No quiero verte con otro chico!
- ¡¿Por qué?!
- ¡Porque tú solo eres mía y ningún otro chico puede acercarse a ti!
- ¡¿Qué cosas dices?!
- ¡No puedes estar cerca de ningún chico! – volví a gritar - ¡Ningún chico se puede acercar a ti, Sungmin!
- ¡¿Por qué eres tan celoso?!


***
El aeropuerto estaba repleto de fans, todas gritando mi nombre, sosteniendo carteles y tomando fotos. Miré a todos lados, Sungmin no estaba. Me coloqué los lentes de sol y caminé junto a mi madre, guiados por los guardaespaldas, hacia las camionetas blindadas.
- Ya quiero llegar a mi casa
Dije, recostándome en la ventana.
- Lo que tú quieres es ver a Sungmin
- Sí…
Admití, viendo las casas pasar. Por fin llegamos a mi casa, la había extrañado mucho. Mi casa también estaba rodeada de muchas ELF. Con dificultad entré en ella, me sentía feliz por haber vuelto. Estar lejos por tanto tiempo me había hecho valorar más mi casa y mi familia. Tal vez no éramos ricos, tal vez no teníamos tanto dinero como los Kim, pero éramos familia y nos queríamos.
- ¡Bienvenido!
Gritaron todos. Los Kim, mi appa, mi hyung y Henry estaban ahí, sonriendo. Miré a todos los presentes sonriendo, pero entonces borré la sonrisa, Sungmin no estaba.
- ¡Minho! – celebró mi omma – Te extrañé…



- ¿Y nosotros qué somos?
Preguntó Siwon, cruzado de brazos.
- ¿Hijos del vecino?
Preguntó Henry, también con los brazos cruzados.
- A ustedes también los extrañé
Aseguró mi omma, abrazándolos.
- ¿Dónde está Sungmin?
Pregunté y todos se me quedaron viendo.
- Ella…
Empezó a decir Leeteuk.
- Salió con un amigo
Interrumpió Kangin y yo lo miré.
- Pero… - miré a todos – Ella sabía que vendría
- Sí pero… - Teukie me miró, se veía preocupada – Es que ella…
- Ella realmente quería salir con él
- Kangin…
Le reprochó su esposa.
- ¿Qué? – preguntó él, viéndome - ¿A caso no fue eso lo que nos dijo? – me miró, yo apreté los puños – Debe de gustarle poder salir con un chico sin tener que ocultárselo a todo el mundo
- ¡Kangin!
No quise escuchar más, no podía ser cierto, de seguro eran los típicos comentarios de Kangin para molestarme ¿Pero entonces dónde estaba mi novia? Heechul y Leeteuk comenzaron a gritonearle a Kangin, yo me fui en silencio a mi habitación.
¿Dónde estaba mi novia? ¿Por qué no estaba ahí, con los demás, celebrando mi regreso? ¡¿Qué demonios hacia con un chico?! Y sobre todo… ¿Kangin tendría razón? Debía de ser muy frustrante, por no decir doloroso, el tener que ocultar tu relación. Saqué mi teléfono y marqué el número de Sungmin.
- ¿Kyuhyun?
Preguntó ella; podía oír ruido en el fondo, y risas, muchas risas.
- ¿Dónde estás?
- Ya voy para allá
Dijo, sin contestar mi pregunta.
- Creo que nos tomó más tiempo del previsto
Rió una voz, pero no era Zhou Mi o alguno de mis amigos, ni siquiera era la voz de alguno de mis compañeros de clases ¿Quién demonios podía ser? ¿Por qué estaba con mi novia? ¡¿Por qué Sungmin estaba con él?!
- ¿Kyuhyunie… sigues ahí?
- Sí
Contesté con seriedad.
- Ya estoy yendo
- Cuidado Minnie, casi hacen puré rosa contigo
Escuché la voz.
- Gracias Hyun Joong, eres mi héroe
¡¿Qué demonios?!
- No es para tanto, Minnie
- Kyu… ya estoy yendo – se escucharon risitas – Annyeong…
Y entonces colgó ¡¿Qué?! ¡¿Qué demonios fue eso?! ¡¿Quién demonios era Hyun Joong?! El nombre me sonaba… ¡¿Pero de dónde carajos?! Entonces la respuesta llegó con rapidez a mi cabeza. Nueva York; él había sido el chico con el que Minnie había salido en Nueva York, el que también era coreano ¡¿Qué demonios hacia aquí?! Y sobre todo… ¡¿Qué demonios hacia con mi novia?!
Regresé a la sala, los Kim ya no estaban ahí y mi omma murmuraba algo acerca de “Lo idiota que podía ser Kangin” Me asomé por la ventana. Quería ver cuando Sungmin llegase, quería verla, verla con ese chico.
¿Qué clase de relación tendría Minnie con ese chico? ¿Amigos? ¿Mejores amigos? ¿Confidentes? ¿Amigos de compras? ¿Amigos en la música? ¿Cómo veía él a mi novia? ¿Sabía que ella tenía dueño? ¿Intentaba quitármela? ¿Aprovechaba que yo no podía estar todo el tiempo con ella para así meterse? Eso era lo más probable. De seguro intentaba pasar el tiempo con ella, de seguro la complacía en lo que ella quisiera, de seguro intentaba hacer que me olvide ¿Él sabría cómo se siente Minnie con respecto a no poder estar juntos? ¿Minnie le permitiría acercarse? No, ella no lo haría ¿O sí? Kangin había dicho que a ella debía de gustarle poder estar con alguien sin tener que ocultarse ¿Y si en ese chico encontraba lo que no podía hacer conmigo? ¿Qué sería de mí si ella me dejaba? Yo no podría sobrevivir sin Sungmin, pero ella no me dejaría nunca ¿Verdad? ¡¿Ella nunca me dejaría, cierto?! ¡Kyuhyun, confía en tu novia! ¿Pero cómo puedo hacerlo? ¡Solo hazlo! Ella jamás me ha dado razón alguna para desconfiar, ella jamás me sería infiel, pero… ¿Cómo puedo saberlo si nunca estoy en casa? Donghae me hubiera dicho si Minnie me es infiel ¡Ella nunca puede callar nada! ¡Tranquilízate Kyuhyun! Por el Dios de Siwon… estoy teniendo una pelea con mi consciencia.
- Kyuhyun, abre la puerta – me ordenó omma - ¿No oyes el timbre?
Me asomé por la ventana, ahí estaba mi novia. Corrí hacia la puerta y la abrí. Allí estaba ella, con un vestido rosado con mangas largas, pero con la fala muy corta para mi gusto. Detrás de ella estaba un chico alto, que sostenía una bolsa de regalo en una mano y un enorme Conejo de peluche en la otra… ¡Era uno de los Conejos que le había regalado!
- ¿Por qué él tiene eso?
Pregunté, arrebatándole el peluche.
- ¡Kyu!
Me regañó Minnie. Entré en mi casa y ellos me siguieron. Minnie me tomó de la mano y me detuvo, haciéndome girar para verla.
- ¿Por qué no estabas?
Pregunté y Minnie me miró con el entrecejo fruncido.
- Es que estaba…
- ¿Saliste con él? – lo miré, el solo estaba ahí parado, serio - ¿Por qué saliste con él si sabías que vendría al medio día?
- Oppa… yo…
- ¡¿Por qué saliste con un chico?!
- ¡Oppa!
- ¡¿Quién mierda es?!
- Discúlpeme – dijo el chico – Soy Kim Hyun Joong



 – él hizo un reverencia – Y le pediría por favor, no trate mal a Sungmin-shi
- ¡¿Tú quién te crees para decirme eso?!
- ¡Kyuhyun! – me reprendió Minnie - ¡¿Qué demonios te pasa?!
- ¡Me pasa, que yo llego a casa y resulta que mi novia no estaba!
- Es que…
- ¡Y resulta que estaba en una cita con otro chico!
- No era…
- ¡¿Me estás engañando con él?!
- ¡¿Qué?! – gritó Minnie - ¡¿Cómo puedes pensar eso?!
- ¡No se me ocurre otra cosa! – grité, lanzando el peluche de Conejo al suelo - ¡Solo así te importaría tan poco mi regreso!
- Estás actuando como un idiota
- ¡Sí, soy un idiota! – grité, pateando el peluche, Minnie solo lo miró y sus ojos se llenaron de lágrimas - ¡Soy un idiota al pensar que mi novia estaba tranquila esperándome por seis meses!
- Hyung… escucha…
Intervino el chico, pero yo lo corté.
- ¡¿Me has estado viendo la cara de idiota, verdad?!
- ¡¿Cómo puedes pensar que te podría ser infiel?! – Sungmin comenzó a llorar - ¿Alguna vez he hecho algo que demuestre eso?
- ¡¿Cómo mierda voy saberlo?! – grité exasperado - ¡No estoy aquí como para saberlo!
- ¡De cualquier forma te enterarías!
- ¡¿Me estás diciendo que sí me eres infiel con este?!
- ¡No!
Gritó, derramando más lágrimas.
- Hyung… cálmate…
Me pidió el chico y yo lo fulminé con la mirada.
- ¡No me pidas que me calme! – grité - ¡Sungmin tiene novio, y no te permitiré meterte!
- ¡Kyuhyun, para! – grité - ¡No te estoy siendo infiel!
- ¡¿Entonces por que no estabas?! – grité - ¡Se suponía que estaría aquí, conmigo!
- Lo siento, pensé que demoraría menos
- ¡¿Qué anduviste haciendo?! – pregunté, mirando su rostro, tenía una marca roja en el cuello - ¡¿Por qué tienes eso?!
- Es que…
- ¡¿Estuviste revolcándote con él?!
- ¿Qué? – Minnie se sostuvo el cuello - ¡No!
- ¡No me mientas! – grité, quitando su mano y volviendo a verla - ¡Te estuviste revolcando con él! – grité, al ver la marca - ¡¿Por eso no estuviste aquí, por estar con él?! – ella me miró con los ojos bien abiertos - ¡Respóndeme!
- Kyu…
- ¡Eres una perra! – grité - ¡Te revuelcas con él teniendo novio! – Minnie frunció el entrecejo - ¡Eres una perra!
Y entonces estampó su mano en mi rostro. Me quedé viéndola, boquiabierto, calmado, sin poder creer todo lo que le había dicho. Minnie tenía el rostro rojo, y sus ojos derramaban lágrimas. Llevó una mano a su cuello y este quedó más rojo; yo la miré, aún boquiabierto.
- Es pintura, idiota – dijo en tono serio, derramando más lágrimas – Demoré porque estaba haciendo esto en el taller de manualidades – Minnie me entregó un bolsa de regalo que no había visto – Bienvenido… - la voz de Minnie se quebró – Bienvenido a casa oppa
Y entonces salió de la casa, seguida por ese chico. La puerta se cerró tras de él y yo corrí hacia ella, abriéndola. Minnie estaba abrazada a él, llorando



por suerte no había ningún fotógrafo. Volví a entrar en la casa y caminé hacia mi habitación con la bolsa de regalo. Me senté en mi cama y miré su interior y extraje su contenido. Parecía un revoltijo de papeles, cintas, figuras de papel y demás, todo en rosa, era un álbum hecho a mano.



La portada decía “Sungmin y Kyuhyun, una historia de amor” Lo abrí, había muchas fotos de nosotros dos; de pequeños, un poco más actuales, y todas pegadas en hojas de colores con mensajes y adornos, se notaba el esfuerzo y tiempo en él.


































Miré la última foto, decía “Nuestro amor es para siempre” Volteé la página y en letras rosas decía “Dejo este espacio para nuevos recuerdos a tu lado” y luego un sinfín de hojas de colores en blanco. Me dejé caer en la cama. Había sido un idiota ¿Ahora cómo lo arreglaría?


***
- Sunny ya se durmió – le dije a Minnie, quien estaba echada en nuestra cama, con su iPad en las manos - ¿Quieres algo?
- Que salgas de mi habitación y me dejes sola
Contestó ella, sin verme.
- Conejo…
- Esta ya no es tu habitación Kyuhyun – ella me miró – Tú duermes en el sofá
- Sungmin… lo lamento – me acerqué a ella, sentándome en el borde de la cama – Es que… no soporto verte con otros chicos
- ¿Por qué eres tan celoso?
Preguntó, dejando su iPad en la mesa de noche.
- Porque te amo
Ella me miró y luego miró sus mano, asintiendo.
- Se supone que yo también hago lo mismo – dijo; yo asentí, sin importarme que hubiera dicho “se supone” - ¿Por qué eres tan inseguro?
- Porque tengo miedo de que algún día me dejes – contesté y ella nuevamente me miró – Porque no soportaría el hecho de que me dejes por alguien más
- Kyuhyun… - ella me miró de forma extraña, como si estuviera analizándome – Tú de verdad me amas
- Eso no es novedad
Contesté y ella sonrió de lado.
- No debes de estar celoso – me dijo – Solo hay un oppa especial para mí, y ese eres tú – entonces me dio un beso en la mejilla – Te quiero oppa
- ¿Me has perdonado?
Pregunté y ella asintió.
- ¿Pero de todas formas dormirás abajo, verdad?
Me preguntó, aferrando las sabanas contra su cuerpo.
- En tu memoria deben de estar las tantas veces que hemos dormido juntos
- Pero lo hacíamos como amigos – me recordó – Ahora somos… - sus mejillas se encendieron – No estoy segura
- Descuida… - sonreí, por primera vez sonreí de verdad frente a ella – Sé esperar
- Kyu…
- Algún día tendrás que recordar
- Kyu…
La miré. Minnie posó sus manos en mis mejillas y entonces fue acercando su rostro al mío. Me besó, solo rozando sus labios con los míos, pero de igual forma se sintió maravilloso. Sentí que mi cuerpo flotaba y que mi corazón estallaba, hacía mucho tiempo que ella no me besaba.
- Minnie…
- Me di cuenta… - me miró – De que me gustabas… - miró sus manos y de nuevo a mí, se veía confundida – Cuando me besaste por primera vez…
- Minnie…
- Estábamos ensayando y nos besamos… - Minnie abrió mucho los ojos – Kyuhyun…
- Minnie…
- Creo que estoy empezando a recordar....
00000000000000000000


HASTA AQUÍ ESTE CAPÍTULO!!! 



domingo, 15 de febrero de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 20


Advertencia: Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Esta novela es ficticia, no escribo hechos, solo lo que mi atolondrada mente imagina ¡IMAGINA! Así que cualquier cosa que pueda molestar, recuerden que es ficción.
00000000000000
Capítulo 20





- Esta es la habitación de Sunny - le dije y ella tomó el pomo de la puerta – Espera…
- ¿Qué sucede?
- Ten cuidado con lo que digas
- De acuerdo…
Toqué la puerta y no escuché nada. Volví a tocar y escuché el sonido de cosas caer, Sunny debía de estar guardando sus juguetes. Volví a tocar y se seguía escuchando como mi hija movía cosas dentro de su habitación.
- Sunny, abre la puerta
- ¿Está omma contigo?
Preguntó.
- Sí
- Entonces no quiero abrir
Miré a Minnie; ella me miró a los ojos, con tristeza.
- ¿Por qué no, Bunny?
- Porque tía Chula dijo que omma seguía enferma – la voz de Sunny se oía extraña, debía de estar llorando – Y ya no quiero seguir viendo a omma enferma
- Sunny…
- Sunny, ya no estoy enferma
Habló Minnie y entonces se escucharon pasos.
- Omma…

Sunny abrió y se quedó viendo a Minnie.



- Hola…
Fue lo único que dijo Sungmin. Minnie la miró, había sorpresa en su mirada. Sentí un pinchazo en el pecho, Minnie estaba conociendo a su hija, eso no debía de ser así. Se agachó y quedó a la altura de Sunny.
- ¿Ya estás mejor?
Preguntó Sunny.
- Algo… - contestó Minnie con lágrimas en los ojos – Me vas a tener que ayudar…
- Sí… - dijo Sunny, sonriendo – Omma…
- ¿Qué…?
El labio inferior de Minnie temblaba, debían de ser muchas emociones para ella.
- Ya no te vuelvas a enfermar
Minnie no dijo nada, solo abrazó fuertemente a Sunny. Minnie lloraba, debía de sentirse triste por no recordar a su hija. Miré a otro lado, intentando no llorar, pero era difícil.
- Te lo prometo Sunny
Dijo Minnie y Sunny sonrió.
- ¿Trajiste a mi dongsaeng?
Preguntó Sunny con emoción.
- Está abajo
Contestó Minnie y Sunny salió corriendo.
- ¿Cómo estás?
Le pregunté a Sungmin, ella se levantó del suelo, limpiándose las lágrimas.
- Tiene tu nariz y tus labios
- Yo siempre pensé que se parecía a ti
- No puedo creer… - Minnie me miró – Que tengamos dos hijas…
- Pero las tenemos…
- No me malinterpretes – la miré – Estoy feliz
- Minnie…
Intenté acercarme pero ella retrocedió.
- Aún así… - miré el suelo – Eso no cambia nada…


Ya en la noche todos se fueron, incluyendo mis suegros, regresaron a su casa. Me encantaba tener a Minnie de vuelta, Sunny ya no batallaba tanto con la comida. Los cuatro estábamos cenando alrededor de la mesa de la cocina, como una familia real. Minnie con Jessica en brazos, Sunny al lado de ella y yo mirándolas. Era muy afortunado y desgraciado al mismo tiempo.
- Ya, ahora lávate los dientes para que vayas a dormir
Le ordenó Minnie a Sunny y esta asintió.
- Appa… - Sunny caminó hacia mí y me dio un abrazo – Apresúrate en comer, debes de leerme mi cuento
- Enseguida voy
Le dije, engullendo mi comida. Sunny se fue corriendo escaleras arriba y Minnie la miró. Ella dejó el biberón vacío a un lado y luego me miró, yo difícilmente podía sostenerle la mirada.
- ¿Le lees mucho?
Me preguntó y yo asentí.
- A veces – la miré, ella sonreía – Normalmente me pide que le cuente como era mi vida
- ¿En serio? – preguntó, frunciendo el entrecejo en señal de confusión – Cuéntame algo de estos últimos diez años
- ¿Qué quieres saber?
Pregunté y ella miró a Jessica.
- ¿Cuándo fue que empecé a gustarte?
Sonreí, mirando la mesa. Sentí que la sangre se me iba al rostro y nuevamente miré a Minnie, ella sonreía. Respiré hondo, recordando todos los momentos vividos al lado de Sungmin; de verdad que ella era la mujer de mi vida.
- Me gustas desde el momento en que te conocí
Minnie abrió mucho los ojos y luego balbuceó.
- ¿En… en serio? – asentí – Pero… tú y Seohyun…
- Ella era muy bonita – contesté con rapidez, sintiéndome incómodo por la mención de ese nombre – No te puedo negar que era muy guapa para mí y tú eras… - Minnie me miró con una ceja alzada – Hay que ser sinceros, ella es muy guapa y tu un Conejo
- Oh, muchas gracias – Minnie me fulminó con la mirada – Pero bien que te gusta este Conejo
- Eso no te lo voy a negar – sonreí y ella se sonrojó – Pero eso solo fue una atracción, mi corazón era solo tuyo
- Entonces… - ella me miró, dejando a Jessica en su cochecito rosa – Te gusto desde los cuatro años
- Sí
- ¿Y no tenías las agallas para decírmelo? – me preguntó – Eunhyuk y Donghae están juntos desde tercer grado… - me miró - ¿Siguen juntos?
- Sí – contesté – Al igual que el Yewook – Minnie sonrió – Y tienes razón, fui muy cobarde
- Sí porque… - Minnie sonrió – Tengo trece años y dices estar enamorado de mí desde hace nueve años
- Tienes veintitrés – le recordé – Y sí, estoy enamorado de ti desde hace mucho
- ¿Y cuándo me pediste para ser novios?
- Después de la obra de teatro… - la miré – En el mes de Diciembre, antes de navidad, el diecisiete de Diciembre del 2005
- ¿En serio? – preguntó y yo asentí - ¿Y acepté?
- Obviamente…
- Es que…
Minnie se mordió el labio.
  - ¿Qué?
- A mi… - Minnie miraba la mesa y se mordía el labio inferior – A mí me gusta Zhou Mi
- Lo sé – miré la mesa también, algo tenía la mesa que era tan atractiva – Estuve ahí
- Lo siento…
- No tienes por qué disculparte…
- ¿Y cuándo fue que entraste a “Inmortal Song”?
- A los quince – le recordé – Y a los dieciséis ya era un ídolo que hacia giras
- ¿En serio? – preguntó sorprendida - ¿Y cómo es que mantuvimos nuestra relación?


***
  - ¡Gracias Singapur!
Grité, despidiéndome de mis ELF.



Acaba de terminar mi concierto en Singapur, aún sentía la adrenalina. Un año, había pasado un año, y yo era un chico de dieciséis dando conciertos en estadios ¿Cómo puedo superar esto?
- Kyuhyun… vamos
Me llamó omma. Ella había ido de gira conmigo, pero solo sería esta, eso esperaba, porque era un poco incómodo hacer la gira con mi omma. Los guardaespaldas nos rodearon y comenzamos a caminar por los pasillos hacia el estacionamiento, donde mi manager Dongie nos esperaba junto al auto.




- ¡Magnífico!
Me felicitó y yo sonreí. Ya sabía que era magnífico, pero me gustaba que me lo recordaran. Entré en el auto junto a mi omma y partimos hacia el hotel, mi última noche fuera de Corea, mi última noche de mi primera gira por Asia, mi última noche… mi última noche lejos de Sungmin.
Yo había dado giras por toda Corea, luego fueron presentaciones en China; todo eso hizo que tuviera que dejar la escuela y contratar a Won Bin, mi tutor. Dejar la escuela para aventurarme en el mundo de la fama fue difícil, pues acortaba el tiempo que estaba con Sungmin. Además, las presentaciones en el extranjero me ausentaban por dos semanas al menos. Ahora era una gira por toda Asia y eso me llevó medio año, medio año sin mi Conejo.
Antes de irme de gira, durante las presentaciones pequeñas, antes de mi gira por Corea; Minnie y yo seguíamos nuestra relación a puertas cerradas. En público éramos los mejores amigos y ella, además, mi fan número uno; pero dentro de nuestras casas éramos dos enamorados que no podían vivir el uno sin el otro. La echaba mucho de menos y sabía que era muy difícil para ella también. Soñaba con el momento en que pudiera decirle al mundo que estaba de novio con la chica más especial del mundo.
Dongie decía que aún no era bueno hacer pública mi relación con Sungmin, pues primero tenía que consolidarme como un ídolo, luego podría hacerlo. Él decía que cuando tuviera ELF cien por ciento fieles, podría hacerlo, pero que debía de esperar unos años, pues al ser un adolescente, era deseado. Si mi manager lo decía entonces debía de escucharlo, así que no cuestionaba, por más que me incomodaba la situación. Echaba de menos a Sungmin y ya quería estar en casa de nuevo, para poder abrazarla y besarla, y sobre todo, celebrar nuestro segundo aniversario como Dios manda.
- Mi bebé hizo un magnífico trabajo – omma me abrazo, o más bien me ahogó – Ya estás haciendo dinero por ti mismo, y a los dieciséis
- Ya omma… - me separé de ella – Deberías de llamar a appa, Henry debe de extrañarte, es un niño
- Cierto… - mamá sonrió – Cuando lleguemos al hotel llamaré
Asentí a las palabras de omma. Yo sabía que appa no dormiría bien si omma no lo llamaba cada noche. Si él no fuera un CEO y tuviera asuntos, él haría maletas y dejaría todo el trabajo a Siwon solo para ver a omma, incluso dejaría a Henry, o tal vez lo traería en la maleta ya que es muy pequeño.
Dejar a mi familia era otra de las cosas que la fama me había hecho dejar. Extrañaba mucho a mi hyung, poder hablar con él y que me aconseje, incluso extrañaba verlo con Heechul. Extrañaba a mi appa y sus tonterías, suerte que el nuevo CEO algún día sería Siwon. También extrañaba a Henry, ese enano embustero, era mi dongsaeng y obviamente lo quería, y le echaba mucho de menos. Quería volver ya a casa.
Llegamos al hotel y entré corriendo, presionando el botón del ascensor. Muchas fans estaban en el hotel, yo las saludaba y sonreía para las fotos, esperando a que el ascensor bajase. Escuchaba los gritos de “Oppa, te amamos” y “Oppa, eres el mejor”. Me encantaba tener toda esa atención, pero en ese momento lo que más quería era llegar a mi habitación para entrar en internet.
El ascensor abrió sus puertas y entré, presionando el número seis. Subió lentamente, los segundos se me escapaban como arena entre los dedos y mi corazón latía a la velocidad de las alas de una mosca. Por fin llegamos al sexto piso y corrí hacia mi suite.
Busqué la llave en mi bolsillo y entré. Tomé mi laptop y la encendí, desesperándome por lo lento que cargaba el sistema. Cerré todos los pop-up y entré en internet para hacer un videochat. Esperé, mi corazón comenzó a latir, miré el reloj y esperé. Entones salió el aviso de “Llamada entrante” hice click en “Aceptar”
- ¡Oppa!
Gritó Minnie desde la pantalla.
- Hola mi amor
Saludé y ella soltó un bostezo.
- No me importa mantenerme despierta si eso hace que pueda ver a mi oppa
- Minnie, mañana ya estaré en Corea – Minnie sonrió – Te tengo muchos regalos
- ¡¿En serio?!
Pregunto ella con emoción.
- Sí, muchos regalos para mi Conejo
- Te extraño mucho oppa
- Yo más mi amor
- ¿Cómo ha estado tu día?
- Ya sabes… una entrevista por aquí, una presentación por allá, y un concierto más allá
- Suena divertido
- Lo es – admití – Pero tiene algo de malo
- ¿Qué cosa?
- No me permite estar contigo
Minnie sonrió y luego hizo un puchero, y luego volvió a sonreír. Me miró de nuevo y entonces volvió a hacer un puchero. Sentía tanta ternura, Minnie era demasiado adorable. Miré a Minnie, ella seguía con su puchero en los labios.
- Te extraño mucho Kyuhyun
- Yo más, Sungmin – le aseguré, ella no borraba la expresión triste de su rostro – Pero mañana volveremos a estar juntos
- ¿A qué hora estarás en Corea?
Preguntó.
- Al medio día
- No lo vayas a publicar, para poder ir con los demás a verte sin que…
Minnie se quedó callada al instante y yo sonreí.
- ¿Sin que las demás ELF aparezcan? – pregunté divertido y ella asintió, mirando hacia abajo, probablemente sus manos – Eso no suena bien viniendo de la presidenta de mi club, la creadora de las ELF
- Es solo que…
Ella me miró.
- ¿Qué pasa, Minnie?
- Nada…
Conocía tan bien a Minnie que a veces me parecían ridículos sus intentos de mentirme ¡Ella no podía mentirme! ¡La conocía muy bien! Minnie seguía mirando sus manos, o lo que sea que estuviera viendo. Me mordí el labio, mi novia se veía triste y yo no podía consolarla.
- Conejo… - ella me miró – Dime
- Es que… - ella volvió a apartar la mirada y entonces comenzó a llorar – Extraño tenerte para mí sola
- Conejo… - qué podía decirle ¿Tú eres la que provocó eso? No podía decirle nada, solo escucharla e intentar consolarla – Minnie… - ella se limpiaba las lágrimas, me mataba verla así – Sungmin, soy solo tuyo
- Lo sé – ella sonrió, aún derramando lágrimas – Eres mío de una forma que las miles de ELF solo pueden imaginar – sonrió de lado – Pero ellas te disfrutan más que yo
- Conejo…
- Sé que es tu trabajo – se apresuró a decir – Y sé que yo fui la que te impulsó a hacer esto…
- Minnie… - ella me miró – Tendré vacaciones de la fama hasta la próxima gira… - continué diciendo – Y eres la única ELF con la que salgo, la única a la que beso y la única a la que amo – los ojos de Minnie se llenaron de lágrimas – No te sientas celosa o mal por sentirte así
- Te quiero oppa…
- ¿Ya no me amas?
Me crucé de brazos, haciendo un puchero, Minnie rió.
- Te amo tonto
- Ahora me insultas
Reí y ella también.
- Ya quiero que sea mañana
- Yo igual – sonreí, ella también – Para poder estar con mi amada Conejo
- La única en tu corazón
Añadió Minnie y yo negué con la cabeza.
- No puedes ser la única en mi corazón – ella me miró con confusión – Porque tú eres mi corazón
- Kyuhyun-ah… - Minnie volvió a derramar lágrimas – Más te vale que mis regalos sean buenos – me advirtió – O no sé qué te haré
- Aish… de veras Minnie… - la miré – Deja de pasar tanto tiempo con Heechul noona
- Ya quiero verte oppa
Volvió a decir, sonriendo tiernamente de nuevo.
- Yo más
Dije y entonces entró Dongie
- Hola Sungmin – saludó mi manager y Minnie agitó su mano – Ya publicamos la hora de tu llegada
 - ¡¿Qué?!
Preguntamos Minnie y yo al unísono. Miré a mi novia, ella se veía molesta, pero sabía que no diría nada. Miré de nuevo a Dongie él parecía no importarle que mi novia estuviera ahí, molesta por sus palabras.
- Las fans te querrán verte llegar
- Pero yo…
- Kyuhyun… - mi manager soltó un suspiro – Sé que quieres estar con Sungmin, pero debes de poner a “Cho Kyuhyun, ídolo” como prioridad
- Pero…
Miré a Minnie y entonces esta desapareció de la pantalla.
- ¿Quieres esto? – preguntó Dongie – Dime si quieres triunfar o no, para que no me hagas perder mi tiempo
- Yo… - miré las sábanas. En verdad era mi sueño, en verdad quería esto. Miré a Dongie y asentí – Sí, quiero esto
- Bien, entonces… - lo miré – Mañana verás a Sungmin en tu casa, solo en tu casa, procura que no pase su relación más allá de sus casas – asentí – Al bajar del avión, si la llegas a ver, la saludas y sigues tomándote fotos con las fans y sonriéndoles
- Pero…
- Las ELF están empezando a sospechar…
- Es normal, voy a cumplir dos años con ella
- Kyuhyun, en menos de un año has logrado lo que nadie ha podido lograr – asentí – Y apenas vas a cumplir los diecisiete
- Lo sé…
- A las ELF no les agradaría que tengas novia, eso ya lo hemos hablado – volví a asentir – Ellas te aman
- Y yo las amo
- Pero está Sungmin… - volví a asentir – Debes de elegir – lo miré -  O mantienes tu relación en secreto por más tiempo, o te arriesgas a una revolución de ELF
- De acuerdo… lo haré
Dongie sonrió.
- Entonces estamos bien – dijo – Puedes seguir con tu novia, pero primero debes de priorizar tu fama
- Sí…


***
- Fue difícil… - la miré – Pero de alguna forma lo logramos
- Obvio que lo hicimos – me señaló a Jessica – Oppa…
- Minnie…
- Gracias…
- ¿Por qué?
- Por nunca dejarme a pesar de las dificultades
- Gracias a ti por no dejarme nunca…