Capítulo 18
Los días habían pasado, enero dio paso a febrero y las cosas
parecían calmarse al fin. Con el acuerdo de “Solo
amigos” entre Hae y yo, todo se había tranquilizado. Ya no había tweets, ya
no había fotografías circulando de nosotros dos solos, ya no había “Ratona” ni
“Hae” solo dos amigos. Si nos veíamos, era con el resto de amigos, teníamos un
lindo grupo de amigos conformado por Sun Hee, Yang Mi, Kyuhyun, y Eunhyuk. Si
estudiábamos, era en grupo, si salíamos, era en grupo, cualquier cosa que
hiciéramos, lo hacíamos en grupo, y de esta forma la imagen del príncipe
heredero se vio beneficiada; ya no había escándalos de él, ya no había malos
comportamientos ni nada parecido. Jin Kyong salía cada tres días con él y
siempre regresaba con nuevas noticias sobre su “Relación ficticia” con él, la relación que solo existía en su
mente. Mi tía había vuelto a ser amable, incluso me daba dinero extra y había desbloqueado
una de mis tarjetas, supongo que era para que yo no me queje con los príncipes.
Por otra parte, de nuevo lo mío con Kangin estaba bien; a
veces estaba mal, por su carácter, pero otras veces estaba muy dulce conmigo e
intentaba reavivar la chispa. Esto no le gustaba para nada a Sun Hee, decía que
no debía de seguir con un chico si mi corazón le pertenecía a otro, y que eso
afectaba a Donghae. De eso me había dado cuenta, cada vez que salía con Kangin,
notaba a Donghae enfadado todo el día, y no me hablaba en todo un día. Con el
paso de los días me había acostumbrado, aunque dolía un poco. Sabía que ambos
sufriríamos, pues sufríamos por no estar juntos, pero sufríamos al estar
juntos.
Yo había adquirido la costumbre de ir al parque después de
cada práctica, me sentaba una hora a ver a todas las personas pasar ante mis
ojos, eso me tranquilizaba. Escuchaba música y cantaba en voz baja mientras
veía las palomas comer lo que las viejitas le lanzaban. Y a veces conversaba
con ancianitos que me veían devorar libros, los ancianitos eran las personas
más agradables dentro de la gran ciudad.
El sábado después de mi práctica de cuatro horas, fui al
parque y empecé a buscar mi banca de siempre. Mi sorpresa fue ver a un chico
sentando ahí, pero no era ninguno de mis dos chicos, era alguien cuyo rostro se
me hacía familiar. Me acerqué y me senté a su lado, sacando de mi bolso mi
libro de “Amores en tiempos de Cólera”.
Sentía que el muchacho me miraba, pero lo ignoraba, no obstante, me hacía
sentir muy incómoda.
- Hey… - dijo él chico y yo lo miré
- ¿Tú eres… novia de Young Woon?
Me quedé sorprendida de que lo conociera. Cerré mi libro y
lo miré, él me miraba de forma extraña. Entonces lo reconocí, era el compañero
de Kangin, el que nos había sorprendido en el sofá.
- Sí
Contesté, guardando mi libro en mi bolso.
- Yo soy Zhou Mi, su compañero de
departamento
Se presentó.
- Sí, te recuerdo
- ¿Desde hace cuanto que son
novios?
Me preguntó el chico y yo lo miré con suspicacia.
- Desde hace dos años – contesté
– Nos conocemos desde primaria, ambos somos del mismo pueblo
- Ya veo…
El chico puso mirada seria y se levantó de la banca. Lo miré
sintiéndome muy confundida, entonces lo imité. Él me miró y comenzó a caminar,
yo lo seguí.
- ¿Qué sucede?
Pregunté.
- No es una persona confiable –
fue lo que me dijo, dejándome aún más – Lo lamento…
- ¿Por qué?
Pregunté.
- No soy el indicado para
decírtelo
Fue lo único que me dijo, y se fue. Lo miré irse, sintiendo
una presión en el pecho al no saber qué estaba pasando. Me di la vuelta y vi a
alguien escabullirse con una cámara por entre los arbustos ¡¿Era un paparazi?!
Volví a casa y vi a Jin Kyong arreglándose para ir a
almorzar con el príncipe. Yo iba a salir esa noche también, iría al cine con
Kangin. Me metí en mi habitación y cerré la puerta con llave. Miré el reloj,
eran las doce y media de la tarde, él llegaría en cualquier momento a buscarme.
El timbre sonó y Jin salió volando, yo me cambié de ropa y al poco rato sonó de
nuevo el timbre. Contesté el intercomunicador y salí del departamento.
- Hola
Me saludó él, yo le sonreí.
- Vámonos
Le pedí. Instintivamente miré a un costado y vi de nuevo a
una persona con una cámara ¿Y ahora por qué me seguían? Llegamos al cine, pero
como era muy temprano decidimos ir a comer. Entramos en un restaurante ¿Cuál
fue mi sorpresa? Ahí también estaba el príncipe con Jin teniendo un almuerzo común y corriente en
un restaurante común y corriente. Él estaba riendo, pero su sonrisa se borró al
verme entrar, con el brazo de Kangin alrededor de mis hombros. Él me llevó a
una mesa, desde ahí yo lo podía ver a Hae y él podía verme a mí.
- Al parecer su alteza y su
noviecita decidieron comer en un restaurante de la plebe
Se burló Kangin.
- Jin es plebeya
Le recordé, recibiendo el menú.
- Sí, toda ella menos su menta
Se volvió a burlar él y yo le di un golpe amistoso en la
cabeza. Él rió y yo también.
- Me alegra que el rumor de que tú
y él estaban juntos se haya terminado
- A mí también
Sonreí y entonces él se inclino sobre la mesa y me dio un
beso. Escuché como algo se rompía, era el vaso del príncipe y un camarero recogiendo
los pedazos mientras Hae se disculpaba. Él me miró y yo volví mi atención a mi
novio. Este se burlaba del príncipe en silencio.
Después del almuerzo nos fuimos a al cine y vimos una película
que la verdad no entendí. Salimos del cine y Kangin iba comentando todo lo
alucinantemente extremo de la película, yo a penas lo escuchaba, realmente no
me estaba divirtiendo. Ver a Donghae no había sido grato. Esperaba poder salir
con mi novio y ver a Donghae y todavía divertirme, pero me había equivocado.
Sun Hee tenía razón, no podía seguir con alguien si sentía algo por alguien
más. Habíamos llegado al parque y Kangin me tomó de la mano, lo miré, él casi
nunca hacía eso.
- ¿Alguna vez te dije la suerte
que tengo por estar con una chica como tú?
Preguntó y yo lo miré con mucha confusión.
- No
Contesté.
- Pues te lo digo ahora
Me dijo, dándome un beso.
- ¿A qué se debe todo esto?
Le pregunté, apartándome un poco.
- ¿Por qué?
- Tú no eres así – contesté, él me
miró sin entender – Has cambiado mucho… me alegra
- Gracias – él me abrazó – Te
quiero mi princesa
- Yo igual
Contesté, abrazándolo también.
- ¿Quieres ir a mi departamento?
Me preguntó y toda la atmosfera se cayó. Con que eso era.
Cuando Kangin quería sexo, se volvía un perrito que te movía el rabo. Yo negué
con la cabeza y él me acercó más él.
- No
Contesté y él me besó.
- ¿En serio?
Me preguntó, besándome de nuevo, solo que de forma más
apasionada.
- Sí, hablo en serio – le dije
cuando mis labios estuvieron desocupados – Llévame a casa
- Aich… - bufó él – De acuerdo,
vámonos
Llegué a mi casa y saqué mis patines. Subí en mi auto y
conduje hacia la universidad, entré en la pista de hielo y ahí me quedé. Dieron
las siete de la noche y decidí volver a casa. No había rastro de mi tía ni de
mi prima, perfecto para poder estudiar tranquila.
Al día siguiente mi prima se lanzó sobre mí, despertándome
con dolor. Ella rió y me dio su iPad. La miré sin entender.
- Míralo bobita
Me pidió. Tomé el aparato entre mis manos y vi un artículo
de una revista. Se veían varias fotografías mías; una con Zhou Mi, y varias
otras con Kangin. Leí el encabezado:
¿Estarán jugando con
el corazón de nuestro príncipe?
- No entiendo…
Dije. Pues si hablaban del príncipe y de otra persona, entonces por qué Jin estaba tan feliz. Mi prima
me hizo leer el artículo:
Desde
hace tiempo se está especulando acerca de si esta jovencita de cabellos rubios
es la “Ratona” que está atormentando
al príncipe. El príncipe se vio a mediados de enero con el semblante lleno de
tristeza, luego llegaron los polémicos tweets y por último fotografías de él
con esta rubia. Los rumores aumentan acerca de la identidad de esta “Ratona” y todo apunta a que es esta
rubia. Visitando la “Royal University of
América” pudimos descubrir que ellos pertenecen al mismo “grupo” social, y almuerzan y estudian
todos juntos. Algunos dicen que esta rubia es solo una amiga, que la famosa “Ratona” es otra persona, y que nadie
nunca los vio en algo que demostrara que estuvieran saliendo. Sin embargo hay
quienes afirman que se les ha visto juntos más veces de lo que se les ha visto
en grupo y que siempre están… en situaciones un poco comprometedoras.
La mañana del sábado se pudo ver a
esta rubia con un chico en el parque, luego en la tarde se le vio con otro
chico para a continuación besarlo en varios lugares públicos (Ver imágenes)
¿Será que esta chica solo es una casa fortunas que quiere jugar con el corazón
del príncipe? Le dejamos todo a su criterio queridos lectores.
Miré a Jin Kyong de nuevo, ella seguía sonriendo.
- ¿Te pone feliz un artículo que
dice que soy una zorra?
Le pregunté y ella rió.
- No – contestó ella riendo – Me
pone feliz un artículo que dice por fin te desvincula con él. Ahora el mundo
entenderá que tú y él no son nada
- Aún sigue diciendo que soy una
zorra
Recalqué y Jin tomó su iPad.
- Bueno… míralo por el lado amable
- ¿Cuál es ese?
Pregunté alzando una ceja, ella se mordió un labio.
- Que ahora podrás estar con
Kangin sin problema alguno y ya no habrá gente observándote
Contestó ella sonriente.
- Ahora me observarán más, soy la
perra que juega con su alteza
- Bueno… - Jin puso los ojos en
blanco – Pero ya todo está bien para mí
Ella rió y se fue. Sí, todo iba a estar bien para ella, para
mí no. Ya podía imaginarlo, tan pronto como llegara lunes, un reflector se
iluminaria sobre mí.
A la mañana siguiente salí sin desayunar como tantas otras
veces. Llegué a la universidad y noté, tal como había pensado, que todo el
mundo me miraba. Quizá ese artículo en internet no era el único, era lo más
probable, quizá se estaba difundiendo por todas las redes sociales mientras yo
caminaba hacia la cafetería. Entré en la cafetería y de nuevo todo el mundo me
miró, podía notar las miradas de enojo en los rostros de todas las chicas.
Compré mi café y me fui a sentar con Sun Hee que tenía su desayuno de princesa.
- ¿Viste las noticias?
Me preguntó.
- ¿Sobre que soy una zorra caza
fortunas?
Pregunté y ella asintió.
- Es horrible – dijo, comiendo lo
que parecía ser pudín de chocolate – Deberías demandarlos
- No… no podría
- Esto es una estupidez…
Se quejó Sun. Yang y Kyu aparecieron, él como siempre me
apretó las mejillas. Ambos también habían oído las noticias sobre cómo jugaba
con el príncipe heredero, y compartían la opinión de Sun sobre demandarlos.
Llegó la primera clase y en la mesa donde siempre me sentaba había un cartel
que decía:
Para la zorra
Sun Hee lo quitó en seguida y lo lanzó al basurero. Yo me
senté, intentando no sentirme afectada por aquello, pero era difícil. Donghae
entró en el aula, un puñado de chicas se levantó y lo rodearon.
- Su alteza debe de sentirse muy
mal
Dijo una, abrazándose a su brazo.
- No vamos a dejar que zorras se
le acerquen
Una de las chicas me miró.
- Sentémonos juntos
Pidió otra. Él me miró y yo le devolví la mirada, se veía
confundido. Él se fue a sentar con su séquito y entonces la clase comenzó. Las
hora del almuerzo llegó y fue más o menos lo mismo, solo que un grupo de chicas
no permitieron que Eunhyuk y el príncipe se sentaran con nosotros. Cuando llegó
la hora del entrenamiento todo empeoró. Las chicas me empujaban y llamaban
zorra en susurros, esto ocasionó que la práctica fuera horrible y la
entrenadora me resondrara. Al volver a mi auto vi que tenía un cartel de:
Kim Min Jee es una zorra
que le gusta que le den por todos lados y a cada rato
Quité el cartel de mi parabrisas y entré en mi auto. Llegué
a casa y vi que mi tía había traído a sus amigas. Ellas me miraron como si yo
fuera un bicho raro, de hecho me sentía como uno. Saludé con la mano y corrí
hacia las escaleras.
- ¿Viste las noticias Mi Hi?
Le preguntó una de las mujeres a mi prima.
- No
Contestó mi tía, mirándome desde el primer piso, sabía que
mentía.
- Hablan mucho sobre tu sobrina
Le comentó otra mujer.
- Dicen que es… un poco movida
- ¿En serio? – mi tía esbozó una
sonrisa, luego miró a sus amigas con expresión de fingida preocupación – Debió
salir a la madre
- No permitas que esa putita se meta con Jin Kyong, ella sí es
una señorita
- Descuida Tian, no lo permitiré
Me encerré en mi habitación y me metí en el closet. Grité a
todo lo que daban mis pulmones. Mi teléfono comenzó a sonar, vi que era Kangin,
le colgué. Volví a mi habitación y comencé a estudiar. No debía de distraerme
con temas tan estúpidos como ese, pero era un poco difícil.
Después de horas de estudio y de adelantar tareas, me puse
el piyama y me recosté en mi cama. Mire el techo y suspire, mi vida era una
novela. Mi teléfono sonó, era un mensaje de Donghae:
Dulces seños
Sonreí al leerlo. No podía evitarlo, pasara lo que pasara,
estaba enamorada de él. Le contesté:
Tú también ten dulces
sueños
Sonreí de nuevo y cerré mis ojos. Mañana seria otro día, tal
vez más difícil que el de hoy, pero los soportaría, no iba a dejarme vencer. El
sueño por fin llegó y yo me dejé llevar por Morfeo
00000000000000000000000000000000
Lamento la demora, espero que les guste
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