Capítulo 29
Me quedé encerrada en el baño, sosteniendo mi teléfono y
mirándolo con horror. Mi cuerpo temblaba y los huesos me dolían con el recuerdo
de los golpes que ya estaban desapareciendo. Quería detener las lágrimas, pero
difícilmente podía, era demasiado difícil y el miedo nuevamente se apoderó de
mí. Volví a leer el mensaje del número desconocido.
Espero que estés pasándola
bien. Cuando regreses, te mataré.
No tenía que preguntarme quién era la que me había mandado
el mensaje, había sido mi tía Mi Hi, de eso podía estar cien por ciento segura.
Estaba aterrada ¿Hablaba en serio? Las lágrimas comenzaron a caer. No importaba
cuán feliz era yo, siempre iba a pasar algo que lo a arruinaría. Yuki me lamía
los pies, yo intenté sonreír, pero no podía, todo se iba a arruinar cuando
llegásemos a casa.
Había
sido el mejor viaje de mi vida, los días habían pasado muy rápido para mi
gusto, y sin darme cuenta ya estábamos a la mitad de las vacaciones. El día que
cumplí tres meses con Donghae, a la hora de la cena, me llevó a otro lugar.
Fuimos a un restaurante de lujo, donde lo recibieron como el “Príncipe Donghae de Corea del Sur” En
medio de la cena un hombre hizo el anuncio de que el Príncipe y su novia
estaban de aniversario y todo el mundo aplaudió. Fue mágico, nos besamos y
terminamos la cena. Regresamos a los parques para ver el espectáculo del castillo
y los fuegos artificiales
; nos empezamos a besar tan pronto la pirotecnia comenzó,
sin importar si había paparazis o algún fisgón, a mí me dejó de importar,
quería estar con mi novio, simplemente eso. Volvimos a nuestro hotel y pasamos
la noche juntos, solo que esta vez tuvo algo especial, se sintió especial.
Dos días después casi todo los blogs y foros tenían fotos de
nosotros juntos paseando por Orlando. Con temor estuve esperando a que llegara
alguna noticia de mi tía o Jin Kyong sobre este viaje. Pero ahora la tenía, el
teléfono en mi mano estaba caliente y sentía que explotaría ¿Cómo estaría Jin?
¿Estaría llorando al saber que el amor de su vida estaba con alguien más?
¿Lloraría al saber que era yo?
- ¿Min, estás bien?
Era la voz de Yang Mi.
- Vamos a ir a desayunar
Dijo la voz de Sun Hee. Me acerqué a la puerta y la abrí,
mis amigas abrieron los ojos al verme. Sun me empujó dentro y cerró la puerta
con seguro. Mis amigas se miraron y luego me miraron, había enojo en sus
miradas.
- ¿Qué te hizo?
Preguntó Sun sin rodeos.
- Él nada
Contesté, mirando el alfombrado suelo.
- ¿Entonces?
Preguntó Yang, sentándose a mi lado.
- Esto…
Les mostré el teléfono y mis amigas lo leyeron. Ambas se
miraron y luego me miraron. Sun se levantó y sacó su teléfono.
- ¿Qué vas a hacer?
Pregunté.
- Mandaré a investigar este número
Contestó ella.
- ¡No!
Le arrebaté su teléfono.
- Min Jee, se razonable – me pidió
Yang Mi – Estás en peligro
- Lo sé…
- ¡¿Entonces por qué carajos no me
dejas ayudar?!
Preguntó Sun, quitándome su teléfono.
- No le puedo hacer esto a mi tío
Jung – contesté – Ellas son su familia
- Tú eres su sobrina y es a ti a
quien asesinarán si pones un pie en Seúl
Yang, que siempre era la calmada, se veía enojada también.
- Puedo mandar a que lo
investigues, dan con tu tía y a la cárcel
Sun lo decía de una forma tan sencilla, como si fuera fácil,
pero no lo iba a ser.
- Min Jee… - Yang me miró, ella
era la paciente – No puedes seguir así, no puedes permitir que te siga haciendo
daño
- Tengo miedo
Lloré.
- Y con motivo – Sun me miró, se
veía preocupada – Min, ella te hará daño, no quiero, no queremos que eso pase
- Gracias chicas
Ellas me abrazaron fuertemente y me sentí protegida.
- ¿Me dejarás hacerlo?
Preguntó Sun y yo asentí.
- Pero no le digan nada a Donghae
- ¿Por qué no?
Preguntó Yang Mi.
- Si esto sale bien, es decir, si
mi tía llega a caer – las miré – Le explicaré todo – ellas asintieron – Si mi
tía no cae y le digo, él podría enojarse no solo con ella, sino con Jin Kyong
por haberlo permitido, y las cosas para mí serían peor
- Si Hae se entera de que la loca
de tu prima también estaba metida en todo esto… – empezó a decir Yang y yo
asentí – Te caerá doble castigo por haber roto su amistad de tantos años
- Exacto
Contesté quedamente, tomando mi collar con una mano.
- Sabía que esa loca chicle
traería problemas – Sun empezó a golpear el aire mientras despotricaba en
contra de mi prima - ¡Es una perra maldita!
- Ya… calma
Le tranquilizó Yang y Sun Hee respiró hondo.
- Llamaré
ahora – Sun volvió a marcar algo en su teléfono - ¿Yesung? – preguntó ella
– Soy yo, Sun – contestó ella con
enojo - ¡Sun Hee! – gritó - ¡Princesa Im Sun Hee de Corea del Sur! – gritó aún
más alto – Hija de la princesa Lee Jae Hwa de Corea del Sur, y Sir Im Jay Ha,
cuarta en línea de sucesión… - Sun se quedó callada – Entonces atiéndeme como
es debido imbécil
- ¿A quién le
estás hablando?
Pregunté.
- Es mi ex novio, Yesung –
contestó Yang – Trabaja en la policía, como fuerzas especiales y en
investigación
- Oh
- Quiero que me rastrees un número
– pidió ella – Porque están llegando mensajes amenazadores – agregó y me sentí
estremecer – Bien… ¿Puedo acusar a alguien de atentar contra una persona por un
mensaje amenazador? – Sun esperó – De acuerdo… mantenme informada, y guarda
todo esto en secreto
Sun dictó el número y se colgó.
- ¿Qué te dijo?
Preguntó Yang.
- Dijo que rastrearlo será fácil,
pero que si enviarlo a la cárcel no a menos que seas varios, pero solo ha sido
uno
- Podemos hablar de todos los
daños físicos que le ha hecho a su sobrina
- No funcionaría – dije – Soy
mayor de edad y nunca he puesto una denuncia
- Demonios
Dijo Sun.
- ¿Qué hacemos, esperamos a que la
tenga atada a una silla en un sótano de una casa incendiándose?
Preguntó Yang y nosotras reímos. Me alegraba poder reír de
algo como esto. La puerta fue golpeada y Hyuk del otro lado nos pidió que
saliéramos.
Ese día haríamos un tour por los lugares más bonitos de
Orlando y Miami. Recogimos a la familia de Hae y comenzamos el tour por la
ciudad. Tomamos muchas fotos, los paparazis nos tomaron fotos, y la pasamos muy
bien. Fuimos a lugares muy bonitos, compramos más cosas y nos tomamos más
fotos, en verdad era divertido pasar el tiempo con mis amigos.
- Siento que estoy en “Friends” o alguna otra serie americana
Dije, tomando mil y un fotos a los edificios.
- ¿Te gustan las series americanas?
Me preguntó Yang y yo asentí.
- Amo las películas extranjeras,
amo a Tobías de Divergente – dije, mordiéndome un labio. Noté la mirada de mi
novio sobre mí y sonreí avergonzada – Pero más te amo a ti
- Ella es perfecta para ti oppa
Sonrió Sung y yo me sentí bien al oír aquello.
- Obvio que lo es – Hae me abrazó
– Su alteza solo escoge lo mejor
Todos menos yo rieron.
- No soy una posesión
Él sonrió y me apretó más contra sí. Fuimos a muchos otros
sitios, aprendimos sobre la “Cultura
americana”, y obvio comimos rico. En la noche volvimos al hotel y cada uno
cayó rendido en su cama. Me quedé viendo el techo de mi habitación por un largo
rato, a mi lado Yuki dormía sobre la almohada. Este viaje era maravilloso, no
quería que se acabara.
Me levanté de mi cama, tomé a Yuki y mi llave, y salí de mi
habitación hacia la de Donghae. Toqué la puerta y esperé alguna respuesta, pero
no se abrió, él debía de estar profundamente dormido. Caminé hacia la de Sun
Hee y toqué la puerta, ella salió.
- ¿Sabes qué hora es?
Me preguntó y yo negué. Sun me dejó entrar en la habitación
y nos recostamos en la cama. Ella me miraba, tenía una sonrisa en el rostro,
parecida a la de Donghae. Dejé escapar un suspiro y cubrí mi rostro con la
almohada, aquellas cosas estaban atormentándome y no me dejaban disfrutar.
- Toda va a pasar – me dijo ella,
quitando la almohada de mi rostro – Ten fe
- Lo único que quiero… - empecé a
decir, ahogándome con las palabras – Es ser feliz
- Y lo serás – me aseguró Sun –
Donghae te ama, él no… - Sun respiró hondo; la miré, tenía los ojos humedecidos
– Él no puede vivir sin ti
- Nunca me ha dicho eso
- Pues a mí sí – Sun soltó una
risita – No es un simple enamoramiento, es “El” enamoramiento – ahora reí yo –
Tu tía solo es una piedra en el zapato que pronto será removida
- Ojalá
Miré al techo de nuevo. Volví a pensar en mi lunática tía y
en Jin ¿Cómo estaría ella? Obvio ya habían salido noticias del príncipe y yo,
sabría ahora qué todo lo que había visto era verdad ¿Estaría sufriendo? Como
fuese, sabía que era mi culpa, por haberme enamorado del chico que ella amaba.
A la mañana siguiente me atreví a ponerme la ropa de baño.
Aún seguía cubriendo mi cuerpo, y en todo el viaje tuve que poner excusas para
no tener que entrar en las piscinas, pero con los moretones casi
desapareciendo, podía usar bikini. Bajamos al parque acuático y mis amigas se
quitaron sus vestidos dejando al descubierto sus abdómenes. Miré a todos lados
no quería hacerlo pero al mismo tiempo sí. Los moretones estaban amarillentos,
pero en algunas zonas aún eran verdes, y aún tenía la cicatriz del abdomen.
- Solo quítate el vestido
Dijo Kyuhyun.
- No creo que…
- Vamos Min Jee
Insistió Eunhyuk.
- Chicos, déjenla en paz
Pidió Hae y sus dos amigos se miraron con complicidad. Me
tomaron cada uno de un brazo y me alzaron, llevándome hacia la piscina. Yo
grité y Hae los insultaba, las chicas también gritaban, pero mis dos amigos me
terminaron lanzando.
Debajo del agua todo era calma ¿Por qué no podía ser así la
vida? Miré hacia arriba y salí a la superficie, Donghae les gritaba a sus
amigos y Sun Hee golpeaba en el pecho a Eunhyuk; Kyuhyun se sostenía una
mejilla, de seguro Yang Mi lo había abofeteado. Hae me ayudó a salir de la
piscina y yo me quité el vestido mojado. Tomé una toalla y miré a los demás,
ellos me miraban boquiabiertos, yo sentí que me ruborizaba.
- ¡No la miren!
Ordenó Hae, tomándome de la mano y arrastrándome lejos.
- ¡Suéltame!
Le gritaba a mi novio mientras este me arrastraba lejos de
los demás, a una zona un poco apartada. Me tomó de los hombros y me miró
fijamente, se veía enfadado, y mi interior se estremeció. Se separó un poco de
mí y me miró de abajo arriba, luego volvió a mis ojos, sabía lo que él había
visto.
- ¿Por qué tienes tantos golpes en
el cuerpo?
Me preguntó
- Patino
Mentí.
- No te creo nada – el sonido de
esas palabras dolieron más que los golpes – ¿Por qué no me quieres decir la
verdad?
- No hay verdad que decir
Contesté, intentando sonar segura de mis palabras.
- ¡No soy idiota Min Jee! – gritó
él y yo retrocedí un paso – Noté que desde que llegaste al Gyeongbokgung estás
rara, algo se traen tú y las chicas – me mordí el labio, él era inteligente o
me tenía muy bien vigilada - ¿Qué se traen entre manos?
- No creo que este sea el lugar
adecuado para hablar
Le dije, alejándome un poco, pero él tomó mi mano.
- Exijo que me lo digas - sus ojos
estaban llenos de furia – Soy tu novio, mi deber es protegerte
- Donghae, no es el mejor lugar
para hablar de esto
Insistí, soltándome de su agarre y corriendo hacia mis amigas.
En toda la tarde, Donghae no me habló. Intenté acercarme a él, pero no me lo
permitía. Sun me decía que le dé espacio, que se le pasaría, que solo era la
impotencia reluciendo en él.
Nosotras nos fuimos de compras ese día, los chicos también,
con la única diferencia que nosotras íbamos por suvenires y ellos por “cosas que necesitaban y que ya se les había
acabado” Regresamos al hotel y yo me quedé mirando al techo como siempre
¿Qué debía hacer? Esperaba que el enojo se le pasara rápido a Hae.
A la mañana siguiente fue todo igual. Hae a penas y me
hablaba; sentía su mirada en mí, pero no me hablaba, y andaba ceñudo. La hora
del almuerzo y la cena en casa de su familia, siempre estaba con esa expresión,
sin hablarme.
Los días siguieron pasando y cada vez lo extrañaba más.
Tenía tan cerca a mi novio, pero no poder abrazarlo o besarlo, eso me
desesperaba. Quería poder volver a besarlo, abrazarlo, decirle cuanto lo
quería, pero él simplemente no me dejaba acercarme.
- Déjalo, solo está haciendo una
rabieta
Dijo Sun, acariciando a Yuki.
- Realmente se enojó conmigo
Dije, abrazándome a mí misma.
- Está exagerando – intervino Yang
– Toda pareja tiene secretos
- Pero no como estos
Abracé mis rodillas y escondí el rostro.
- Deberías decirle -miré a Sun – Te
lo dije desde un inicio, Min – asentí – Él realmente te ama, es obvio que se
preocupe
- Hace cinco minutos dijiste que
era una rabieta
Bromeó Yang.
- Tú dijiste que mi primo era un
exagerado
Mis dos amigas rieron.
- Sun Hee tiene razón, Min Jee –
dijo Yang y yo volví a asentir – Deberías de decirle a Donghae lo que está
ocurriendo
- Como se lo digas y qué le digas
te lo dejamos a tu criterio – añadió Sun, haciéndole cosquillas a Yuki – Pero
tienes que decirle lo que tu tía te hace
Asentí. La cena llegó, cenamos en el hotel. Hae no hablaba
con nadie, en toda la semana no le había dirigido la palabra a nadie, solo a
Leeteuk y a Bada, hasta Yoora se enojaba por la poca atención que su hermano le
daba. La cena terminó y cada uno fue a su habitación. Yo seguí a Donghae. Él se
detuvo en su puerta, sosteniendo la perilla, sin voltear a verme, eso me hizo
sentir mal por dentro.
- ¿Qué quieres?
Preguntó mordazmente.
- Decirte la verdad
No no no y no , como se te ocurre dejarlo ahi ???? Eres malvada !!!!!
ResponderEliminarHola , esperare el siguiente cap *snif* , debo decir que este estuvo mut bueno aunque se me hizo corto , espero y te este yendo bien :D
lo sientoooo!!! pero el suspenso es bueno ;)
EliminarSi es cierto pero igualeresmala :P
EliminarEsperate el siguiente cap :D
Sii, aunque demoraré un poco, tengo que estudiar para mis exámenes uu'
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