Capítulo 23
Yo no había protestado sobre el tema de mantenerlo en
secreto, la verdad es que me convenía. Temía que mi tía se enterara, temía que
Jin Kyong se enterara. Hae y yo juramos no decirle de lo nuestro a nadie que no
fuera de nuestro círculo de amigos.
Cuando salimos del auto lo primero que hicimos fue avisarles
que nos reuniríamos en la cafetería, todos acudieron. Les contamos la buena
nueva y al instante Sun Hee se puso a gritar de la emoción, Yang Mi se golpeó
la cabeza con la mano y Eunhyuk negaba con la cabeza diciendo “No es mi novia, no la conozco” Kyuhyun
nos felicitó y Yang le siguió, prometiendo que no divulgarían nada. Hyuk nos
dijo lo mismo y estrechó manos con Hae, ambos eran muy íntimos y sabía que
podía confiar plenamente en él. Cuando Sun se calmó y dejo de hacer espectáculo
en la cafetería, nos felicitó también y me dio un fuerte abrazo.
- Sun Hee, no seas tan obvia
Le pidió Hyuk y Sun se volvió a sentar. Me alegraba poder
confiar en mis amigos, sabía que no me traicionarían. Lo siguiente que hice fue
llamar a mi tío, él estaba a punto de irse al aeropuerto. Él, al igual que mis
amigos, me felicitó, y me pidió que fuera discreta. Obvio lo iba a ser, tenía
que hacerlo si quería sobrevivir.
Muchas cosas ocurrieron al día siguiente de que Donghae me
pidiera ser su novia. Lo primero fue que Kangin me llamó para intentar remediar
las cosas, diciendo que se había equivocado y varias cosas más, yo le dije que
no había nada que disculpar y que estaba bien así. Él siguió llamando a lo
largo de la semana hasta que le dije que dejara de molestarme y que ya tenía
novio (Lo cual no era mentira) Al día siguiente de que Hae me pidiera ser su
novia, salieron a la luz las fotografías de Donghae y yo entrando en el Infinity Tower, lo cual me acarreó
problemas en casa, es decir, una pelea más con Jin sobre que tenía que alejarme
de Hae y que él solo la amaba a ella, me daban unos deseos tremendos de
gritarle “¡Él es mi novio perra! ¡Mío y
no tuyo!” pero me contenía. Mi tía me amenazó con echarme de casa o hacerme
algo peor, estaba súper aterrada cuando vi que mis vestidos de patinaje habían
sido destrozados, y a semanas de una competencia.
Yo negaba todo en casa e intentaba ser lo más discreta
posible, Hae y yo lo intentábamos. Nos seguíamos viendo en grupo, tomándonos de
la mano con discreción bajo la mesa en la cafetería, en clases empezó a
sentarse a mi lado, y para evitar sospechas, Kyu se sentaba a mi otro costado,
ya que todos éramos amigos y nos sentábamos juntos. Salíamos en grupo después
de que acabaran nuestras actividades del día, y también intentábamos ser
discretos ahí, abrazándonos y soltándonos con rapidez. Cuando estábamos en
público nunca nos besábamos o hacíamos una demostración de afecto real, eso
solo lo podíamos hacer cuando todos nos íbamos a casa de Sun, o cuando íbamos a
la habitación de Hyuk o Kyu, pues no podíamos encerrarnos en la habitación de
Hae, o si no, cuando íbamos a nuestra esquina alejada, detrás de muchos
estantes, en la biblioteca. Era un poco difícil, pero lográbamos estar bien,
felices y juntos.
Nuestra
primera semana como novios Donghae fue a recogerme de la práctica de patinaje y
me llevó a casa de Sun Hee, junto con Hyuk para no levantar sospechas. Él había
preparado una romántica cena para dos, y Kyu estaba decorando la mesa con las
chicas, Kyu no era muy bueno con las decoraciones, así que prácticamente las
chicas estaban haciendo todo solas. Cada pareja se encerró en una habitación y
yo me quedé sola con Hae. Como no podía contratar un chef por miedo a la divulgación, la comida
quedó en manos de nuestros amigos, que prepararon ramen instantáneo. Fue una
velada muy linda a decir verdad, y terminó con nosotros en el sofá viendo las
películas de Crepúsculo. Para no levantar sospechas, me fui a mi casa y él se
quedó a dormir ahí hasta el sábado.
Los días
siguieron pasando, y a pesar de que éramos discretos, los fotógrafos seguían al
acecho y salían noticias sobre cada acción del príncipe. Salían noticias sobre
nuestras salidas en grupo y me seguían vinculando con él
buscando cualquier pequeña cosa que pudiera demostrar que
había algo entre los dos, lo cual terminó causando que no pudiéramos abrazarnos
ni nada parecido, solo si él abrazaba a Yang Mi o Sun Hee.
En nuestro primer mes como novios fuimos al cine, con todos
nuestros amigos. Días antes él había reservado el cine para nosotros seis, así
que fácilmente podíamos tener un momento de pareja juntos. Nuestros amigos se
habían sentado varias filas debajo de nosotros, y por fin pude besarlo y
abrazarlo como Dios manda.
- Extrañaba poder besarte
Dijo él, abrazándome tiernamente.
- Yo igual – le mire y nos
volvimos a besar – Pero es el precio a pagar por estar con su alteza
- ¿No te molesta? – me preguntó –
Que no podamos hacer esto en público
- No – contesté, aunque una parte
de mí gritaba lo contrario – Sé que no quieres que la prensa se me lance
encima, y yo también tengo mis motivos para estar callada al respecto – él me
miró y me dio un beso en la punta de la nariz – Dije que estaría contigo pasara
lo que pasara, sin importar nada – le recordé – Si esta es la única forma en la
que puedo estar contigo, amándote, entonces me gusta
- Min… - Donghae me besó, un beso
cargado de mucho amor – Te amo Ratona
- Yo también te amo, mi príncipe
de pacotilla
Él rió.
- Ya verás que algún día podremos
salir sin que nos molesten
- Ojalá
Dije yo y él me estrechó contra su cuerpo.
- Ya verás que sí – dijo él con
una sonrisa – Será pronto, ya lo verás
No quise preguntar por qué, solo quería disfrutar del
momento. Después del cine, que dudo mucho que alguno haya visto la película,
pues ninguno comentaba nada, fuimos a McDonald's, donde hicieron salir a todos
los clientes, y trabajadores (Solo que estos después de que nos atendieran)
Habían fotógrafos en las ventanas y los guardias los echaban y tomaban sus
cámaras en custodia. Por lo menos podíamos decirnos cuanto nos queríamos y
dedicarnos sonrisas. De vuelta en la camioneta blindada y de color negro con
lunas polarizadas, nos entregamos de nuevo a nuestro amor, solo que soportando
las bromas de los demás.
Él
continuó saliendo con Jin,
pues era su mejor amiga y estaba acostumbrado a salir con
ella los sábados. Aquello me daba un poco de celos, pero lo aceptaba, era una
amistad de años que yo no podría romper, y tampoco era mi intensión. Aunque Jin
me desesperara, ella seguía siendo la mejor amiga de Hae, y él la necesitaba en
su vida. Sin embargo me alegra saber que él era mío y no de ella, aunque no pudiera
jactarme al respecto.
- ¿En serio no te molesta que
salga con Jin Kyong?
Me preguntó la noche del viernes antes de su salida,
mientras veíamos “La Noche del Demonio”, acurrucados
en el sofá de Sun.
- No – contesté – Es decir… sí me
da ciertos celos – él sonrió y yo le lancé un puñado de Pop-corn – Pero
entiendo, es tu mejor amiga
- Eres la mejor novia del mundo
Dijo él, abrazándome y dándome un beso.
- ¡Tenemos condones por si los
necesitan!
Gritó Hyuk desde la habitación de Sun; Donghae se puso rojo
al instante.
- ¡No queremos saber lo que haces
con mi prima ahí adentro!
Gritó y yo reí. Nuevamente me tuve que ir a mi casa. Jin se
miraba al espejo, sosteniendo tres vestidos. Me saludó de forma altanera y
cerró la puerta de su habitación, cantando a todo volumen “Tendré una cita con Donghae y tú no” Yo me reía simplemente, lo
bueno es que mi tía ya no me amenazaba.
Las noticias sobre que yo tenía algo con Hae continuaban,
haciendo de dominio público nuestras salidas en grupo, y no dejando en paz
incluso a nuestros amigos, por si soltaban algo. Incluso hacían públicas las
salidas de él y Jin, comenzando a especular si ella era la que tenía una
relación con él, pues salían solos, o si era conmigo, incluso salió una noticia
sobre que él jugaba con ambas, yo solo podía pensar que era una suerte que no
supiera que éramos primas.
Como consecuencia a toda esta invasión, Donghae presentó una
demanda a todas las revistas, programas de chismes, noticieros, cualquier medio
de comunicación que hablara sobre su vida privada. De esta forma ya no hablaban
tanto sobre nuestras vidas, por lo menos no invadían tanto la privacidad.
Con el paso del tiempo dejaron de salir noticias sobre mis
amigos y pudimos tener más privacidad. Aún hablaban sobre mí en relación con
él, pero solo dando sospechas que a las personas ya no les llamaba la atención
pues nos habíamos vuelto expertos en aparentar, aunque a veces nos olvidábamos
de la discreción y de nuevo volvían las peleas en casa. En una ocasión, cuando
estábamos en grupo, en el parque de diversiones “Lotte World”, cuando bajamos de la montaña rusa, él me tomó del rostro
e intentó darme un beso, Yang nos detuvo a tiempo, al día siguiente todos los
noticieros tenían una foto de nosotros dos a punto de besarnos. En casa Jin
Kyong decidió que toda su ropa iría a caridad, incluyendo la ropa que me había
dado a mí que consistía en el 90% de mi guardarropa, esto me obligó a comprar
ropa con el poco dinero que tenía, pues mi cuenta bancaria había sido cerrada,
cortesía de mi tía, y mi tío no volvía, por ello no tenía efectivo. Por otra
parte, tuve que ir a clases con un moretón en la mejilla, yo dije que había
sido producto de una caída por las escaleras, pero había sido el golpe que mi
tía me había dado con una cuchara de madera. Yo no quería contar nada a mis
amigos sobre el maltrato que me daban, pero Yang y Sun sospechaban y no me
dejaron en paz hasta que se los conté.
- ¡¿Tú tía te golpea?! – preguntó
Sun, estábamos encerradas en su habitación - ¡¿Qué demonios le pasa?!
- Tiene un buen motivo
Contesté.
- ¡¿Cuál?! – preguntó Sun de forma
histérica - ¡Min, no puedes quedarte ahí!
- Es el único lugar que tengo
- Puedes venir aquí
Sugirió Yang.
- Ella no lo permitiría, sería
motivo para que me haga algo peor
- ¡Tienes que denunciarla!
Dijo Sun y yo negué ¿Qué podía decir? ¿Mi tía me golpea
porque no quiere que salga con el chico que debía de ser el novio de su hija?
No creía que alguien pudiera tomarse en serio eso, además de que tendría que
revelar mi relación con Hae.
- ¿Por qué no?
Preguntó Yang con desesperación.
- Tendría que revelar que salgo
con Donghae
Contesté.
- ¡¿Y eso qué?! – gritó Sun -
¡Sería mejor, ya no tendrían que esconderse!
- No… - bajé la mirada – No es
solo por eso
- ¿Entonces qué?
Yang me miró, me alegraba que una de ella no estuviera
histérica.
- No les puedo decir
Contesté. No podía decirles que era prima de Jin Kyong, que
su madre y ella eran un par de locas de remate, y que me maltrataban porque en
sus mentes yo era una zorra que se metía en la relación que tenía Jin con el príncipe.
Si les decía eso, Hae haría algo, y no quería ver a mi familia romperse, era la
única familia que tenía y era la familia de mi tío ¿Qué sería de él sin su hija
y esposa?
- ¿Por qué no?
- Porque traería muy malas
consecuencias
- ¡¿Tu tía es asesina en serie o
qué?!
Preguntó Sun con enojo.
- Calma Sun… - le
pidió Yang, la rubia respiró hondo – Si ella no puede decirlo, hay que
comprenderlo
Mis amigas no siguieron hablando del tema y yo se los
agradecí. Tuve que regresar a casa porque mi tía me prohibía quedarme a dormir
con ellas, pues decía que yo aprovechaba para intentar follarme al príncipe
ahí. En casa, Jin alistaba sus cosas para salir con Hae al día siguiente. Ella
y mi tía estaban felices de ver que ahora hablaban de Jin como la posible
pareja del príncipe tras el comentario que él hizo en una entrevista sobre su
pulcro y recatado comportamiento y la enfermedad de su padre. Él había dicho: “Kim Jin Kyong es sin duda la chica más
especial que he conocido, ha sido mi compañera de toda la vida y jamás la voy a
querer perder, la quiero siempre en mi vida” Nosotros habíamos tenido un
pleito por aquella declaración, pues no pude contener mis celos, me desesperaba
que pudiera decir esas cosas sobre ella y no sobre mí porque todo era un
maldito caos en mi vida.
- Tú sabes lo que ella significa
para mí – me dijo aquella vez – Es mi mejor amiga, lo ha sido siempre, sabes
que la quiero mucho – me mordí el labio del enojo – No te pongas celosa mi
Ratona – me pidió, tomándome de la barbilla y haciendo que lo viera a los ojos
– Ella podrá ser mi mejor amiga, pero tú seguirás siendo la dueña de mi corazón
– me señaló mi collar – Eres tú a quien amo, no lo olvides – y diciendo esto me
besó – Te amo Min Jee
Al día siguiente, después de su cita con Jin, Hae y Hyuk
fueron fotografiados entrando y saliendo de un lugar donde hacían tatuajes.
Hyuk se había tatuado un carácter chino que significaba amor, y Hae no nos
quiso mostrar el suyo. Aunque la prensa lo intentó, los que hicieron el tatuaje
no abrieron nunca la boca; Hyuk había contado que era porque Hae los había
amenazado de tal forma que se guardarían el secreto hasta la tumba.
Así pasó el tiempo, pero me sirvió para llegar a este día,
la final de patinaje artística entre universidades. A pesar de las
adversidades, no me había dado por vencida y no me iba a dar por vencida tan
fácilmente. Había logrado, con mucho esfuerzo, colocarme en las finales,
compitiendo con profesionales por una medalla. Sun y Yang me habían ofrecido
comprarme mi ropa para las competencias, les debía el poder verme hermosa este
día.
- De la “Royal University of Corea” – dijo la voz – Kim Min Jee
Las luces me iluminaron y yo patiné hasta el centro de la
pista. Miré alrededor de mí, había mucha gente y sobre todo, en el palco, se
encontraba Hae con los demás. La música se inició y empecé a volar. Cada hora
practicando, viendo poco a Hae, cada momento sacrificado, cada esfuerzo puesto
en esta coreografía, estaba dando frutos. Terminé en una pose, todo el mundo
aplaudía, había sido una muy buena presentación, me sentía orgullosa.
- Los resultados… - dijo la voz y
miré la pantalla junto con la entrenadora Kim – Damas y caballeros, la ganadora
del intercolegial 2014 – 2015, Kim Min Jee
Me quedé sorprendida, había ganado, yo, una novata. La
entrenadora me abrazó fuertemente y luego me entregaron mi medalla. Muchas
fotografías después y entré en los vestidores. Las demás patinadoras me
felicitaron, diciendo que en las seccionales me darían la revancha, yo estaba
muy feliz. Salí de los vestidores y me encontré con mis amigos. Kyu fue el
primero en abrazarme, luego mis amigas, Hyuk y por último Donghae, a él lo
abracé por más tiempo.
- Felicidades
Me susurró al oído.
- Felices dos meses mi amor
Él me sonrió y entonces tuvimos que soltarnos. Nos subimos
en la camioneta blindada y llegamos al departamento de Sun, donde nos
encerramos en la habitación libre, ya que estaba hecha polvo y quería
recostarme en una cama.
- ¿Tu familia no vino?
Me preguntó y yo negué con la cabeza.
- De seguro no pudieron
Mentí y él me apretó contra su cuerpo. A Hae no le había
mencionado nada sobre los maltratos, era mejor así.
- Tengo una noticia que espero te
alegre – me dijo, yo lo miré a los ojos – Mis cachorros ya tienes dos meses, y
te regalaré uno
- ¿En serio? – le pregunté,
acurrucándome más en él – Sería lindo… - miré a Hae – Pero no creo que mi tía
me permita tener uno
- Lástima… - dijo él, abrazándome
aún más fuerte – Iba a ser el primer regalo que te daría
- ¿El primer regalo que su alteza
le haría a su novia iba a ser un perro? – pregunté en broma – Mejor una casa
- Que chistosa – rió él, dándome
un beso – Aunque si quieres una casa…
- Lo decía en broma
Me apresuré a decir. Nos quedamos dormidos abrazados el uno
al otro. Dos horas después sonó mi teléfono, tenía que regresar a casa. Me
despedí de mi novio y conduje a casa. Jin estaba ahí, me miró y me dedicó una
sonrisa sincera.
- Felicidades
Me dijo y yo sonreí.
- Gracias
- Me enteré que… Donghae estuvo
ahí
Dijo ella.
- Sí… - miré al suelo – Es uno de
mis amigos
- Sí… - dijo ella, soltando una risita
nerviosa – Yo… - miré a Jin, ella sostenía una revista – Lamento haber
desconfiado de ti, y todo lo malo que te hice – me entregó la revista, se veía
a Donghae hacer un corazón con las manos y encima decía: “Quiero a Kim Jin Kyong por siempre en mi vida” – Ahora más que
nunca sé que me ama
- Él te ama – dije, mirándola – De
una forma que tú no entenderías
Ella sonrió y se fue. Era verdad, sabía que Hae quería mucho
a Jin, como ya había dicho antes, ellos eran amigos desde hace años, algo así
nadie podía borrarlo. Lastimosamente, el cariño que él le tenía a Jin no era el
que ella pensaba, jamás iba a ser suficiente su amistad, y ella ignoraba que él
no la amaba.
- ¿En serio?
Preguntó ella y yo asentí.
- En verdad no lo entiendes
Fue lo único que dije. Sabía que mis palabras la
confundirían, pero me permitirían estar tranquila y a salvo por un tiempo ¿Era
cruel? Tal vez, le mentía vilmente a mi prima, pero era la supervivencia de la
más astuta, y no iba a arriesgarme a que me hagan algo peor que romperme la
ropa o golpearme con la cuchara de madera.
Jin no dijo nada más. Se dio media vuelta y entró en la
cocina. Yo me fui a mi cama, había sido una mañana muy ocupada y agotadora. Me
cambié por el piyama, me recosté en mi cama y cerré los ojos.
Me encontraba en una hermosa playa; Hae a mi lado, sonriéndome
con ternura, me encantaba esa sonrisa, sus ojos se achicaban y brillaban. Tomó
mi rostro y entonces me besó, podía sentir sus labios sobre los míos y sus
manos sobre mi cuerpo. Entonces todo se puso oscuro y me vi encerrada en una
jaula con la imagen dantesca de mi tía, custodiándome. Rió de forma macabra
mientras en la televisión se veía cómo Jin y Donghae se casaban. Grité, no
podía ser cierto, él me amaba a mí.
- ¡Ah!
Grité. Miré el reloj, eran las ocho de la mañana, era
domingo y mis pesadillas no me dejaban dormir más. Tomé mi teléfono y salí de
mi habitación. Mi tía al parecer no estaba, así que bajé las escaleras
tranquilamente. Entre en la cocina y mi teléfono comenzó a sonar, era Donghae.
- Hola Ratona
Me saludó él.
- Hola – saludé, soltando un bostezo
- ¿Cómo estás amor?
- Bien – contestó él, se le oía
animado – Mmm… dame tu dirección
Pidió y el timbre sonó.
- ¿Para qué la quieres?
Pregunté, sacando la caja de cereales de la alacena.
- Leeteuk me trajo los cachorros
– me contestó, yo saqué la leche y el timbre volvió sonar – Puedo ir a tu casa
y tratar de convencer a tu tía, nadie puede negarse ante su alteza real
- Que humilde eres – reí y el
timbre volvió a sonar – No creo que nadie pueda hacer a mi tía aceptar algo que
es para mí
- Nada pierdo con intentar
Dijo él y el timbre volvió a sonar.
- ¡Min, abre la puerta, debe de
ser mi madre!
Gritó Jin desde su habitación. Yo salí a regañadientes de la
cocina aún con el teléfono en mano. Solté un bufido.
- ¿Pasa algo?
Preguntó Hae.
- Sí, que mi prima es un fastidio
– contesté - ¿Dónde estás ahora? – pregunté, posando mi mano en el picaporte –
Escucho ruido
- Vine a darle una sorpresa a mi
amiga…
por favor sube cap, tu novela esta buenisima, pero si tardas mas, me quedare sin uñas, necesito saber que va a pasar, si el principe las descubre. se enoja o no, si le dicen una mentira, si logra esconderse, etc etc etc, please sube cap!!!
ResponderEliminarhola, sube cap por favor!!!!!!!
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