lunes, 15 de septiembre de 2014

WTF! Soy una princesa! (Super Junior) - 25

Capítulo 25




¿Viajar al extranjero? ¡¿Viajar fuera Corea?! Ni siquiera tenía pasaporte, nunca en mi vida me había subido a un avión hasta que tuve que viajar a Seúl. Hae me dijo que no había problema con lo del pasaporte, que él se encargaría de todo, o más bien que Leeteuk se encargaría de todo. Yo acepté, pero había problema… Mi tía.
- Yo me puedo hacer cargo de la bruja
- ¿Bruja?
Lo miré con una ceja alzada, solo una persona llamaba a mi tía así, y era Jin.
- Jin Kyong y yo le decimos así a su madre
Me explicó y yo asentí, tenía que recordar que ellos eran amigos, mejores amigos, por más celos que sintiera.
- No sé… - dije, separándome de él – No creo que me dejen ir, a menos que lleves a Jin
- Pero no quiero ir con Jin – me dijo él, haciendo un puchero – Seríamos tú, yo, y los demás – me enumeró – A ninguno le agrada Jin desde que Sun Hee habló de ella – solté una risita – Por eso no la invitaré, además no quiero invitarla, sería extraño estar contigo y mi mejor amiga que no sabe que salgo con su prima
- A pesar de que medio mundo sospecha que estamos juntos, trato de mantenerla a ella pensando que somos solo amigos, como tú y ella
- Aunque no lo somos – dijo, volviendo a abrazarme – Me gustaría poder hacer esto sin que nos molesten
- A mí también
Admití, escondiendo el rostro en su pecho. Fuimos a casa de Sun y comimos todos juntos. Sun y Hyuk hablaban de lo que harían llegando a Norte América, y Kyuhyun con Yang a su lado, intentaban aprender a decir frases de respeto.
- Gracias por invitarnos – le dijo Kyu, tecleando algo más en la computadora – Tendré aprender más inglés
- Nos quedaremos en un hotel, los fotógrafos no nos molestarán, les aseguro – nos dijo Hae, dándome tomando el teléfono de la casa – Pediré pizza
- Con queso extra
Pidió Hyuk.
- Min… conocerás el mundo, o bueno, parte de él – dijo Sun – Iremos a Disneylandia – informó y yo abrí mucho los ojos – Ojalá no le pase nada al avión, siempre pueden haber desperfectos, sobre todo en un viaje tan largo
- No la molestes Sun Hee – Hae frunció el entrecejo – No le hagas caso, todo saldrá bien
- Donghae tiene familia ahí, la familia de mi tía se mudó a América. La abuela Tae Min hace ricos postres – Sun sonrió – No como nuestra abuela
- La abuela Chae es… - Hae soltó una risita – Sí, yo prefiero a mi abuela Tae
- Siempre me trata como a su nieta – me contó ella – Pero creo que lo hace porque soy una princesa – Sun miró sus manos y luego volvió a sonreír – Pero es muy linda persona
- ¿Cuánto tiempo nos quedaremos?
Preguntó Yang, quien hablaba con su padre por internet.
- Un mes
Contestó Donghae.
- ¡¿Un mes?!
Grité.
- Sí
Contestó él como si nada.
- Definitivamente no creo que pueda ir
- ¡Oh vamos! – gritó Sun, dándole por alguna razón, un manotazo a Hyuk - ¡Solo por tu tía que te odia no vas a dejar de ir con nosotros!
- ¿Qué dijo?
Preguntó Hae, mirándome con confusión, yo fulminé con la mirada a Sun.
- No es que me odie… - miré a Hae y Sun asintió – Es que… le da mucha preferencia a Jin Kyong y quiere que todo lo “exclusivo” sea para ella
- ¿Eso me incluye? – preguntó Hae, señalándose - ¿Soy algo “Exclusivo”?
- Para mi tía sí – contesté – No le agrada que yo también sea tu amiga…

- Eres mi novia
Me interrumpió él.
- Que ni se entere – murmuré – Le molesta que yo pase más tiempo contigo de lo que Jin pasa
- Pasé doce años de mi vida con ella – me recordó – Contigo apenas convivo desde hace menos de un año
- Eso no me gustó oírlo…
Dije y él me abrazó, dándome un beso en la frente.
- No te pongas así mi Ratona tonta – fruncí el ceño al oír eso – Contigo quiero pasar todos los días de mi vida
- Owww… - dijo Yang – Son tan dulces, me dará diabetes
- A mí también – se quejó Sun - ¿Vamos a mi habitación?
Le preguntó a Hyuk.
- Vamos
Contestó el chico.
- ¿Jugamos Monopoly?
Preguntó Yang, levantándose del sofá.
- ¡Sí! – contestó Kyu - ¿Se apuntan?
- Sí
Contesté.
- Yo también
Dijo Hae. Yang se fue y regresó al instante con un Monopoly clásico. Nos sentamos en el suelo de la sala de estar, rodeando el tablero y empezamos a jugar. Yang era realmente buena, diciendo que por “Probabilidades y simple cálculo” sabía qué comprar para tener dinero. Kyu solo protestaba por estar quebrado.
- Ya sé a quién poner como encargado del tesoro real
Bromeó Hae y Yang rió, contando su dinero.
- Vengo de una larga línea de contadores, administradores y empresarios – dijo ella, contando el dinero de juguete - Sé cómo hacer dinero
Continuamos el juego y cuando Kyuhyun por fin quedó en bancarrota, decidimos detenernos. Ya era bien tarde, las pizzas estaban a la mitad, y yo no quería regresar a casa. Yang Mi y Kyuhyun acomodaban el Monopoly y lo fueron a guardar, yo me quedé en la sala, sentada en el sofá, con la cabeza de Hae en mi regazo.
- ¿Te tienes que ir ya? – preguntó Donghae – Son las cuatro de la tarde
- No me quiero ir – le contesté – Me gusta aquí
- Deberías mudarte aquí – me sugirió – Así podríamos estar juntos más tiempo
- No me dejarían – dije – Tal vez no me dejen ir a América con ustedes
- Conseguiré que te dejen ir
Me dijo él, mirándome con sus ojos cafés. Me incliné y le di un beso. Él me correspondió y me acarició la mejilla. Nos separamos y pasé mi mano por sus cabellos castaños, miré sus ojos rasgados y sus finos labios, sonreí, era precioso.
- ¿Sabes qué me gusta más de ti?
Le pregunté.
- ¿Mi rostro?
Me preguntó y yo me golpeé la frente al oír semejante respuesta.
- No – contesté, dándole un zape – Tu corazón
- ¿Qué?
- Tu corazón – contesté – Porque eres bien inocente, tierno, románticos, algo solitario pero… eres una persona muy… especial
- ¿En serio? – preguntó él sonriente - ¿Sabes qué es lo que más me gusta de ti?
- No – contesté – Nunca me lo has dicho
- Que eres real – me contestó – Me gusta todo de ti Min Jee – lo miré sonriente, sintiendo como mis mejillas se sonrojaban – Desde tu cabello y lindo rostro, hasta la forma como arrugas la nariz cuando no entiendes algo. Me gusta que seas sincera, enojona, perfeccionista, exagerada, que me desesperes a veces, me gusta saber que te desespero y te hago enojar y aún así estás conmigo. Sé que no soy tu tipo de chico, sé que ser príncipe es algo que no te gusta de mí, que tal vez nunca te vaya a gustar eso de mí y que me detestas la mayor parte del tiempo por lo desesperante que puedo llegar a ser – reí al oírlo – Pero la forma en la que me demuestras tu amor, la forma como me haces sentir amado, sé que es real, porque no te importa quién soy, no te importa que sea el príncipe heredero de la corona, sé que me quieres por ser yo, Lee Donghae, el chico de dieciocho años que le gusta los perros y ver dibujos animados. Porque eres real, no eres una de mis fans, ni intentas complacerme, por eso te amo tanto. Eres la persona más maravillosa del mundo, y te amo mucho
- Hae… - mis ojos se llenaron de lágrimas – Te amo mi amor
Le dije, inclinándome de nuevo para besarlo. Él nuevamente acarició mi mejilla y me acercó más a él. Era verdad, Donghae la mayoría del tiempo era un grano en el trasero, pero lo quería mucho, lo amaba demasiado, no podía creer que me hubiera enamorado de este chico, y sobre todo, no podía creer que este chico se hubiera enamorado de mí. Él se levantó de mi regazo y se sentó a mi lado, abrazándome.
- No me dejes solo nunca Min Jee
Me pidió.
- Jamás
Prometí, sellándolo con otro abrazo. Hae soltó un bostezo y yo le sonreí. Me tomó de la mano y me guió a la habitación libre. No puse resistencia pues sabía que a él no le gustaba estar solo, así que entramos en la habitación y nos recostamos en la cama. Él me miraba con sus bellos ojos y otra vez me acarició la mejilla. Yo le sonreí y cerré mis ojos. Sentí su mano en mi mejilla, luego en mi labio, rosando mis parpados y entonces comenzó a descender por mi cuello, y ahí se quedó. Sentí su cálido tacto sobre mi piel, y entonces comencé a sentir cosquillas.
- ¡Hae!
Grité y él reía. Las cosquillas siguieron y yo reía como loca, intentando escapar de él. Intenté levantarme pero él me volvió a recostar en la cama, acorralándome con su cuerpo. Nos miramos fijamente y entonces nos volvimos a besar. Sentí un conocido cosquilleo en mi interior, como una llama encendiendo el mechero de una bomba. Lo intenté apartar pero lo único que conseguí fue que rodáramos y yo terminara encima de él. Tomé el guardapelo de su collar y lo miré.
- ¿Ahora sí me lo mostraras?
Él soltó mis caderas y me miró.
- Es un collar especial, y me lo regaló alguien muy especial para mí – me dijo y yo lo miré - ¿Entiendes eso? – asentí – Lo que hay ahí, no lo voy a cambiar nunca, así te moleste o no – sentí un golpe en el estómago, iba a ser algo que no me iba a gustar – No me importa si Jin es tu prima, y te dan celos, debes de entender que ella es parte de mi vida, parte de lo que soy – volví a asentir – Fue, es y será la mejor amiga que he tenido en toda mi vida – asentí de nuevo, sintiendo enojo en mi interior – En este collar están las personas más importantes de mi vida
- ¿Puedo abrirlo?
Le pregunté y él asintió. El corazón me latía con rapidez mientras desatascaba el seguro del guardapelo. Se abrió y vi el rostro de su madre, era una de las últimas fotografías de la reina. A su izquierda estaba Yoora, solo que lucía más pequeña; era obvio que iba a tener una foto de su hermana menor, toda Corea sabía lo mucho que Donghae quería a su hermana. Y a la derecha del rostro de la reina, estaba una fotografía de Jin Kyong. Miré a Donghae y él me miró fijamente, parecía que estuviera esperando a que le dijera algo.
- Min… - me dijo - ¿No te importa?
- No me molesta… si a eso te refieres – contesté, volviendo a cerrar el guardapelo – Son tu madre, tu hermana y tu mejor amiga, es comprensible – le dije – A mí me has conocido muchos años después de que conocieras a Jin – él asintió – Pero lo que sí me da es un poco de celos
- Lo sabía
Dijo él, riendo.
- Tengo que admitir que me gustaría que tuvieras algo mío – me crucé de brazos – Tendré que comprarte algo
- Abre mi camisa
Me pidió.
- ¿Para qué quieres que haga eso?
Pregunté con incomodidad. Yo ya había estado con un chico antes, pero con Donghae, por algún extraño motivo, me sentía nerviosa al pensar en ello. Lo diferente con él está en el tema de que soy su primera novia y que él es el príncipe heredero. Pensar en dar ese paso me ponía muy nerviosa. Antes pensaba en él como un personaje más, una celebridad más, ahora era mi novio y me besaba con él, todo era demasiado fuerte y pesado para mí.
- Solo hazlo
Me volvió a pedir. Con nerviosismo abrí uno a uno los botones de la camisa de Donghae. Él tomó mis manos e hizo que se la abriera. Ante mí apareció un tatuaje que cruzaba su pecho, mi nombre grabado en su piel. Lo miré a los ojos sin poder creerlo, él me sonrió.
- ¿Sabías que los tatuajes son eternos?
Le pregunté y él soltó una risa.
- Los tatuajes son eternos… - repitió – Así como mi amor por ti
Tomó mi rostro y me acercó al suyo, besándome. Podía sentir el calor de su pecho contra mis manos, su corazón latiendo y sus labios acariciando los míos. Con timidez sentí la punta de su lengua rozar mi labio, él era tan tierno incluso haciendo eso. Su falta de experiencia era notoria cuando teníamos momentos íntimos como estos.
De nuevo sentí esa sensación en mi interior, llenando todo me cuerpo. Me puse tensa, no podía hacer esto. Él me abrazó y me acercó más a su cuerpo. Sentí su mano recorrer mi espalda, jugueteando con el broche de mi sujetador, tal vez él lo estaba deseando tanto como yo. Moví mis manos de su pecho a sus hombros y terminé de quitarle la camisa, él entonces sujeto mis manos y se separó de mí.
- Lo siento…
Me disculpé, sintiendo que la sangre se me iba al rostro.
- Min… - me miró – Tengo miedo…
Fue lo único que dijo y yo me mordí el labio para no reírme.
- Lo sé… - dije, acomodándome la ropa – Yo también
- ¿En serio?
Preguntó él con tono de incredulidad.
- Sí – contesté – No creas que porque lo he hecho antes no puedo tener miedo – le expliqué – Es decir… mi novio es el príncipe, me hace sentir…
- ¿Incómoda? – preguntó, luciendo herido - ¿Te sientes incómoda conmigo?
- Yo no he dicho eso
Contesté. Él se sentó en la cama, conmigo aún encima de él. intenté separarme pero él no me dejó, me abrazó con sus brazos y me miró fijamente. Empecé a sentir nervios y esperaba no haberlo enojado.
- ¿Entonces?
- Tú te sientes nervioso porque… será tu primera vez – contesté – Yo me siento nerviosa porque será la primera vez que esté con alguien más, solo he estado con un chico en toda mi vida – le expliqué y él frunció el entrecejo, ahora sí debía de estar molesto – Y me pone nerviosa, aún  más, que seas el príncipe, porque eso significa que estaremos dando un gran paso en nuestra relación
- ¿No quieres darlo?
- Para mí tú no eres un novio más – le contesté – Eres el chico que realmente amo, así que sí quiero darlo
- Tú eres la chica que realmente amo también
Dijo y entonces nos volvimos a besar. Sentía miedo, sentía nervios, sentía de todo en ese momento, pero todo dejó de importar cuando sentí sus manos sobre mí. Mi camiseta terminó junto con su camisa, sus manos no sabían donde tocar ni qué hacer, pero de igual forma todo era muy tierno y romántico. Giramos de nuevo, sus manos tocaban tímidamente mis piernas, recorrían, exploraban, yo disfrutaba. Nuestras prendas cayeron y nuevamente nos besamos. Sentía su cálida piel contra la mía, el roce enviaba descargas eléctricas a todo mi cuerpo. Seguíamos besándonos, sintiéndonos, quería que él disfrutara de esta experiencia, porque lo amaba, quería darle esto, ya que no estaba en mis posibilidades darle un regalo extravagante como el que él me dio. Pasé mi mano por el tatuaje de mi nombre y lo miré.
 - ¿Estás segura que quieres hacer esto?
Me preguntó. Sonreí, yo debía de ser quien preguntara eso, no él. Me gustaba que fuera dulce conmigo, Kangin nunca lo había sido. Besé sus labios y sonreí.
  - Sí – contesté – Te amo, y quiero estar siempre a tu lado
  - Te amo – dijo, besándome – Te amo mucho
  - Yo también te amo
  - ¿Lo harás por siempre?
Pregunto.
- Por siempre
Contesté.
- ¿En serio?
- Siempre
Volví a decir, sellando mi promesa con un beso. Él se separó un poco de mí, estaba sonrojado y buscó algo en la mesa de noche, eran…
- ¿Por qué hay eso ahí?
- Hyuk me dijo que iba a poner esto aquí
Contestó Hae.
- ¿Planeabas hacer esto?
- No – contestó, poniéndose aún más rojo – Es solo que… lo estaba deseando
- Oh
Fue lo único que dije.
- Lo siento…
- No hay nada que disculpar, no seas tan formal – le acaricié el rostro – Es normal
- ¿En serio? – preguntó inocentemente – Siento que me quemo por dentro
Empecé a reír al oírlo.
- Te amo
Volví a decir.
- No… nunca he estado con alguien antes – dijo él, bajando sus manos a mi última prenda de ropa – Discúlpame si no soy muy bueno
- No te preocupes
Le tranquilicé. Me estaba desesperando un poco, pero intentaba que no se notara. Él me volvió a besar y entonces nuestras últimas prendas también cayeron. Lo miré a los ojos, tenía las mejillas sonrojadas y sus ojos color café brillaban. Asentí, invitándolo a acercarse. Él obedeció, mordiéndose el labio. Entonces me entregué al hombre que amaba.
El nerviosismo, la anticipación, todo el miedo desapareció. No me importaba si esto no llegaba a ser para siempre, el “Ahora” era mi “Para siempre” y no quería que nadie me lo quitara. Me sentía feliz, me sentía plena, pues no había demostración de amor más grande que esta. Lo amaba demasiado, no me importaban las consecuencias de este acto, solo quería amarlo y ser amada. Él era mío ahora y yo era de él, como si hubiera estado escrito en piedra, ambos habíamos sido destinados para este momento, donde el corazón es el guía.


- Te amo
Volvió a repetir, abrazándome debajo de las sábanas. Sonreí, era la milésima vez que me lo decía y aún no me cansaba de oírlo. Miré su rostro, aún tenía ese color sonrosado en las mejillas, yo le acaricié su rostro. Me sentía feliz y solo esperaba que él se sintiera de la misma forma.
- Quisiera que este momento fuera eterno
Dije, abrazándome más a él.
- Puede serlo…
Me dijo y yo negué con la cabeza.
- Son las ocho, debo volver a casa – le miré – En verdad me hubiera gustado ir de vacaciones contigo
- Ya te dije que convenceré a tu tía
- No creo que lo consigas
- ¿Por qué no?
- Son… cosas
Contesté, dibujando círculos con mi dedo sobre su tatuaje.
  - Bueno… - dijo él, frunciendo el ceño – Igual vendrás, es una orden

5 comentarios:

  1. *.* hermoso el capitulo, valio la pena la espera, jajajaj creo que comenzare a comentar a diario si asi subes cap ajjajajajaj, ya en serio muy bueno, espero con ansias el siguiente :D

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    1. hahhha si me di el tiempo de subir un cap fue por tí :)

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    2. se agradece, pero aunque me guste leer tu novela, primero los estudios, lamento que no tengas vacaciones esta semana como aca, pero bueno que se le va a hacer, y ahora ESTUDIA!!!!!! y no estes pendiente de la pag!!!! :P

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  2. Hola, cuando tengas un tiempecillo , sube capítulo please , sin dejar el estudio eso si :P
    Bye ojala y te este yendo super bien :D

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