WTF! Soy una princesa! (Super Junior) - 27

ESTAMOS A POCOS CAPÍTULOS DEL FINAL DE TEMPORADA!!!!
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Capítulo 27

- Ratona

Me dijo él y yo sonreí.

- Hola

Saludé, sintiendo que el corazón me volvía a latir.

- ¿Ya llegaste?

Me preguntó.

- Sí

Contesté.

- Genial – me informó y yo reí – Te extrañé mucho mi amor

- Yo más

Dije, sintiendo que los ojos se me llenaban de lágrimas, a pesar de que lo había visto el día anterior.

- ¿Ya estás cerca?

Me preguntó.

- Sí – contesté – Ya veo el Gyeongbokgung

- Le diré a los guardias que te dejen pasar

Me dijo y colgó. Conduje hacia la gran entrada y los guardias me dejaron entrar. Salí del auto, tomando mi bolso y deseando no verme tan miserable, o por lo menos que no se dieran cuenta de ello. Volteé y vi a un hombre mayor que me sonreía de forma amable.

- Usted debe de Kim Min Jee

Dijo.

- Sí

Contesté y él volvió a sonreír.

- Buen día, yo soy Leeteuk – se presentó – El secretario del príncipe – recordé entonces las tantas cosas que Hae me contaba sobre este hombre, había sido un padre para él desde la muerte de su madre – Sígame

Asentí y entramos en el Gyeongbokgung. Al instante unos brazos me rodearon, era Donghae. Lo abracé y escondí mi rostro en su pecho, llorando, porque lo había extrañado, porque lo amaba, porque todo me dolía.

- ¿Cómo estás Ratona?

Preguntó.

- Eso no importa – contesté, limpiando mis lágrimas – Te amo príncipe de pacotilla

Dije y él sonrió, entonces nos besamos. Lo abracé fuertemente y él besó la coronilla de mi cabeza, luego apoyó su mejilla. Me sentía en paz de nuevo, pero sobre todo segura.

- Los demás vendrán el martes, ese día partimos

Me informó.

- ¿No podemos partir antes?

Pregunté, no quería que Jin o mi tía aparecieran y me obligaran a irme.

- Debemos de esperar a los demás

Me dijo él, soltándome.

- Bueno…

Contesté.

- Ven, te mostraré tu habitación – Donghae me tomó de la mano y caminamos hacia las imponentes escalera – Hyuk duerme en otra habitación, aunque creo que se debe de haber escapado para ver a Sun Hee

- ¿Cómo le fue a él con tus tíos?

Pregunté con curiosidad.

- Bien supongo – contesté – A Yoora le agradó, a mi tío Jay Ha también, pero a mi tía… solo un noble la convencerá

- Espero que puedan estar juntos y no tengan que separarse por eso

Miré a Hae, en parte lo decía por nosotros.

- Sun hará lo posible por mantener su relación con Eunhyuk – aseguró Hae, deteniéndose en una puerta – Ella realmente se enamoró de él – sonreí al oír eso – Esa es la habitación de Sun Hee, me indicó la puerta de enfrente – Esta es tuya y la mía está al otro extremo

Él abrió la puerta y me quedé impactada, era hermosa, como la suya, solo que con un toque femenino. Había una enorme cama con dosel, una sala con algunos muebles de tapiz hermosos, una puerta debía de llevarme al baño y la puerta doble debía de ser el closet, el piso tenía alfombras mullidas, había jarrones, floreros, una araña de cristales hermosa y un perchero para carteras y sombreros, parecía la habitación de un hotel de lujo. Dejé mi bolso en la enorme cama y me giré a verlo, él me miraba con expresión rara, parecía confundido.

- ¿Y tu equipaje?

Me preguntó y yo sentí las mejillas sonrojárseme ¿Qué decía ahora?

- Es que…

- ¡Llegaste antes!

Gritó una voz. Sun Hee corrió hacia mí y me abrazó.

- Sálvame de esta

Le susurré al oído y ella me miró confundida.

- Préstame a mi mejor amiga un segundo – pidió Sun, tomándome de la mano y arrastrándome hacia su habitación - ¿Qué pasó?

- Tienes que guardarme un secreto

Le pedí, cerrando con llave la puerta. Sun asintió y yo respiré hondo. Tenía que empezar por el inicio, así que revelé por fin quien era yo en realidad, la prima de Jin. Sun abrió mucho los ojos y puso cara de horror.

- ¡¿Qué?!

Preguntó ella.

- Shh… - miré a la puerta, si conocía a Hae lo suficiente, él debía de estar intentando escuchar – Sí, es mi prima

- ¿Por eso tu tía te odia tanto?

Me preguntó y yo asentí.

- Tú la has visto – le dije – A Jin, has visto lo que yo

- ¿Te refieres a que babea por Donghae?

Me preguntó y yo volví a asentir.

- En casa, ella y mi tía viven creyendo que algún día él confesará sus sentimientos de amor por Jin Kyong

- ¿Es que son estúpidas o qué?

Sun se veía furiosa.

- Están locas – contesté, abrazándome a mí misma – Y mi tía no parará hasta ver el sueño de amor de Jin hecho verdad

- Pero Donghae te ama a ti

- Lo sé, y no quiero perderlo pero…

Pose mi mano sobre el golpe en la frente y Sun abrió la boca.

- Min Jee… - pronunció ella con lentitud – No puedes seguir viviendo ahí – miré el alfombrado piso de la habitación – Tú tía te está maltratando

- Lo sé… - apreté mi labio, no quería volver a llorar – Pero no puedo

- ¡¿Por qué?!

Preguntó a gritos.

- ¿Qué hay de las consecuencia? – pregunté – No lo entendería – no me contuve y derramé las lágrimas – Tú lo tienes todo. Dinero, casa, cosas, familia amorosa – Sun me entregó un pañuelo – Yo no tengo nada, soy una huérfana a la que le dan todo, no tengo dinero para mí más del que mi tío me daba, pero él ha desaparecido al parecer – me senté en su cama y ella se sentó a mi lado, pasándome un brazo por los hombros – Es por eso que en un principio no quería aceptar a Donghae, porque tenía miedo que me hicieran algo, pero en mi mente solo era dejar de pagarme la universidad, no esto…

- ¡Dios mío!

Exclamó Sun Hee, viendo mi abdomen.

- Le quiso dar mi invitación a Jin Kyong – expliqué – Y yo lo robé

- Min…

- Por eso no tengo equipaje, tuve que ser rápida – las lágrimas siguieron - ¿Qué voy a hacer?

- Ir con nosotros – contesté – Pasarla bien – asentí – Y contárselo a Donghae

- No puedo hacer eso

Dije con rapidez.

- ¿Por qué?

Preguntó ella.

- ¿Y si enoja con Jin? ¿Con mi tía? – pregunté - ¿Y si hace algo estúpido? – la miré – No le puedo hacer eso a mi tío, además, sé que llegando a casa las cosas serán horribles

- Donghae te puede proteger

Me aseguró ella y yo asentí.

- Eso espero…

- Bueno… no diré nada – terminó aceptando – Vamos a llenar algunas maletas con mi ropa para que puedas llevar al viaje

Asentí y seguí a Sun hacia unas puertas que tenían talladas sus iniciales ¿Yo creí que mi closet y el de mi tía eran increíbles? El closet de Sun Hee era del tamaño de una tienda departamental.

Nos paseamos por un sinfín de estantes y de un armario… ¿Un armario dentro de un closet? Sacó tres maletas y empezó a lanzar ropa en ellas.

- ¿Todo esto es necesario?

Le pregunté cuando vi que dejaba caer un vestido azul.

- Mmm… - dijo ella, acomodando cajas de zapatos también – Sí

La puerta fue golpeada y nosotras dejamos el closet. Sun abrió y Hae, con un cachorrito blanco con un moño rojo, entró. Hae me miró y me extendió el cachorro.

- Para ti

Tomé al cachorro, era adorable.

- Gracias

- Se llama Yuki – me dijo sonriente – Es macho

- Que bonito eres

Le empecé a hace mimos al cachorro.

- ¿Y tus maletas?

Volvió preguntar.

- Yo le iba a prestar ropa – contestó Sun – Tu novia tenía vergüenza de la ropa de segunda

- Lo siento… - me encogí de hombros – Mi guardarropas no pensó que algún día sería la novia del príncipe heredero y que viajaría al extranjero… ¡Ah, y que me llevaría a conocer a su familia materna!

- ¿Podemos ir a desayunar?

Preguntó una voz, era Hyuk.

- Sí, tengo hambre

Contestó Hae y ambos amigos salieron de la habitación.

- ¿Sí sabes que no se lo vas a poder ocultar por siempre, verdad?

Me preguntó Sun y yo asentí. Desayunamos y después nos pusimos a vagar por el palacio. La pequeña Yoora quería jugar a las escondidas, era en estos momentos cuando vivir en un enorme palacio era de ayuda. Después de que perdí un sinfín de veces, nos fuimos a cabalgar. Jamás había cabalgado, así que terminé abrazada a Hae en el lomo de un caballo.

- Pobre Petunia, los soporta a los dos

Bromeó Sun, saltando una valla.

   - Podría bajarme…

Dije, pero Hae evitó que lo soltara. Tras varias horas de cabalgata en los jardines del palacio, Hae nos llevó al “Jardín secreto” Era un terreno un poco más alejado, con piscina, toboganes, columpios, dos casas de árboles, y lo que parecía ser un área para hacer barbacoas.

- Es nuestra versión de un jardín normal

Dijo Hae.

- El jardín de una mansión de una familia normal

Bromeó Hyuk y todos reímos.

- ¡Juguemos!

Pidió Sun, tomando una raqueta de tenis de un cobertizo.

- En parejas

Dije yo, aceptando una raqueta.

   - ¿Hombres contra mujeres?

Preguntó Hyuk.

- Pareja normal con la pareja real – contestó Hae sonriente y yo miré a Hyuk y este me devolvió la mirada - ¡No! – gritó, jalándome hacia él y abrazándome como si fuera un peluche que no quería que le quitaran – Tú conmigo contra Sun y Hyuk

- De acuerdo, ya ganamos

Rió Sun.

- ¡Ey! – exclamé, riendo también – Soy buena en tenis

El partido fue reñido, pero al final Sun y Hyuk ganaron. Regresamos al palacio para la hora del  almuerzo. Jamás había comido pulpo, era delicioso, y las vieiras fritas estuvieron deliciosas, un rico cambio a la comida tradicional. Después del almuerzo, fuimos a los sótanos del palacio, iba a ser la primera vez para Hyuk también. Los sótanos del Palacio eran en realidad otro palacio bajo tierra. Había un spa, un cine, una arcade, una bóveda de vinos y una sala con las cenizas de la reina.

- Yuki se está poniendo nervioso en la oscuridad

Dije, mientras entrabamos en el cine.

- Es como el padre

Rió Sun, señalando a Hae quien se sonrojó, y Hyuk rió aún más.

- No le tengo miedo a la oscuridad – se defendió Hae – Le temo a los fantasmas que se esconden en ella

- Eso sonó peor, mejor quédate callado amigo

Se burló Hyuk y Hae se puso aún más rojo.

- Para mí es tierno

Intervine, sosteniendo la mano de mi novio.

- ¡Ven!

Hae miró a los demás que seguían riendo.

- Ella solo lo dice porque eres su novio y no le queda de otra

Rió Sun.

- ¡Bueno ya estuvo, te voy a botar de mi cine!

- ¿Tú cine? – preguntó Sun con las manos en las caderas – Esta también es mi casa

- Solo porque tus padres prefieres vivir aquí

- ¡También soy de la familia real!

Sun le dio un zape a Hae y Hyuk no dejaba de reír.

- ¿Podemos ver la película?

Pregunté, acariciando a mi mascota. Los príncipes detuvieron su pelea y pusimos la película. En las dos horas que duró, estuve en los brazos de Donghae, era tan confortable. La película acabó y pusieron otra, pero de miedo. Hyuk comía pop corn y reía, yo miraba atenta, Sun se removía incómoda, y Hae estaba con el rostro tapado por mis cabellos.

Después de eso, Leeteuk apareció para avisar que la cena se serviría en breve. Sun me dijo que teníamos que cambiarnos la ropa para cenar. Hyuk y ella se fueron, pero Donghae me detuvo, lo miré y él me atrajo hacia él.

- No hemos podido estar solos en todo el día

Me acarició una mejilla y yo le sonreí.

- Es porque donde estemos, siempre hay público

Bromeé y él se inclino hacia mi rostro.

- ¿No detestas eso?

Preguntó, haciendo que su fresco aliento rozara mi piel.

- Algo

- Yo también

Dijo él, acercándome más a él y besándome. Rodeé su cuello y comencé a acariciarle el cabello. Cuando nos faltó el aire nos separamos, él estaba sonrojado y sonriente, yo miré a Yuki que estaba siendo aplastado por nuestros cuerpos y reí.

- Ven, te quiero mostrar algo

Me dijo él, tomándome de la mano.

- ¿Qué cosa?

Caminamos hacia la habitación más alejada del palacio subterráneo. Tecleó algo en el panel al lado de la puerta y esta se abrió. Hacía frio, mucho frio. Era un altar, un altar para su madre. Había cuadros con mensajes, incienso, lámparas, y una foto enorme del rostro de la bella reina.

- Esas son las cenizas de mi madre

Me indicó, señalando una especie de jarrón dorado.

- Es muy bonito

Dije, mirando todo lo que nos rodeaba.

  -  Siempre está frio por las flores – me explicó y yo asentí - Annyeong, eomma[1] - Alex sonrió – Hoy te quiero presentar a alguien – él se veía feliz al hablarle al retrato – Ella es mi novia – Alex me abrazó – Es un poco terca y enojona, pero me soporta y ama, espero que estés feliz por mí mamá

- Me hubiera encantado conocerla

Dije.

- Shh… te estoy presentando – me cortó él – Deberías hacerlo también

- De acuerdo

Acepté y Hae sonrió.

- Primero salúdala y luego dile algo

- Annyeong

Saludé y Hae sonrió.

- Madre, te presento a Min Jee, Min Jee te presento a mi madre

- Hola su majestad – hice una reverencia – Me alegra por fin conocerla – Hae tomó mi mano, habían sido las palabras adecuadas – Descuide, cuidaré muy bien de su hijo

El aire frio sopló con fuerza y los pétalos salieron volando. Me quedé viendo los pétalos caer, era muy bonito. Un pétalo cayó en mi mano, tenía forma de corazón. Miré al cuadro de la reina y sentí una calidez en mi interior.

- Creo que te aceptó

Sonrió Hae y yo asentí sonriente.

- Debe de haber notado lo mucho que te amo

Lo abracé y él me separó de su cuerpo.

- Estamos en un altar

Me recordó y sentí la sangre viajar a mi rostro.

- Lo siento

Él me sonrió y tomó mi mano.

- Vamos a cenar – me indicó y yo asentí – Adiós mamá

- Adiós señora

Me despedí y salimos de la habitación. Corrí a la habitación de Sun y me prestó algo de ropa para poder cenar. La Sun que estaba acostumbrada a ver era muy diferente a la Sun que veía en este momento, una con ropa formal, tacones… muy distinta.

- ¿Mi sexy novia está aquí? – preguntó Hyuk, entrando con los ojos tapados – No estoy viendo nada

- ¿De qué te escondes? – preguntó Hae riendo, quien estaba afuera de la habitación – No es como si no la hayas visto desnuda antes

- Si estamos desnudas

Contesté riendo.

- ¡Sal de esa habitación, cabrón!

Gritó Donghae, entrando también con los ojos tapados, Sun y yo reímos.

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[1] Hola mamá.