domingo, 30 de agosto de 2015

Hotel SHINee (Jongkey) - 7

Capítulo 7






Desperté con una sonrisa en el rostro ¿Por qué? Porque el día era brillante, tenía un buen trabajo, cheques con sumas exuberantes en el bolsillo, y porque había hecho sonreír a Key con sinceridad.




Me levanté de mi cama, la tendí tarareando una canción. Joon se removió incómodo en su cama, debía de estar haciendo mucha bulla para él. Decidí que no lo despertaría, él había tenido que cubrirme toda la noche mientras yo paseaba por los bosques del hotel con Jinki y Key. Sonreí al recordar la conversación sobre las múltiples caídas de Jinki y lo mucho que Key amaba a sus perros y a Jinki.
Definitivamente la había juzgado mal. En una noche Key me demostró que era totalmente distinta a lo que todos pensaban, incluso distinta a lo que sus padres creían ¿Cómo unos padres podían saber tan poco sobre su hija? Había conocido una parte de esa Key desconocida y oculta, de esa verdadera Key.
Salí de la habitación y caminé lentamente hacia dentro del hotel, subí por el ascensor hacia el piso seis, tenía que dejar en su lugar unas cosas que había tomado de una de las habitaciones. Comencé a caminar tranquilamente por ahí, me sentía tan pacifico, me sentía tan… diferente. Definitivamente, hacer el bien a alguien te hacía sentir bien.
  - ¿Has visto a Joon y Jong?
Preguntó una voz antes de que doblara la esquina.
  - No – contestó otra voz – Creo que vi a Joon en las cocinas, lavando los platos
  - Es que no he visto a Jonghyun, no ha firmado el cuaderno de empleados y tampoco está en su habitación
  - Creo que debe de estar en los establos
  - Vamos para allá
Mi pulso se aceleró y corrí lejos, evitando ser visto por esos dos empleados. Respiré hondo, escondido detrás de una columna, viendo como dos de mis supervisores caminaban hacia mí ¿Qué haría? La habitación 615 estaba a mi lado, pero no podía entrar sin ser visto ¿Qué haría? Me verían con ese traje y se darían cuenta que lo robe porque yo jamás podría comprar uno ¿Qué podía hacer…?
  - ¿Juegas a las escondidas? – preguntó una voz, sobresaltándome – Quiero jugar
  - ¡Jinki!

Exclamé al verla.



  - ¿Desea usted desayunar con nosotras? – preguntó de pronto – Vamos a pedir “Servicio a la Habitación” y estaba dirigiéndome a su habitación… ¿Es la 615, verdad?
  - Eh… - miré de reojo a mis supervisores – Sí, acepto, vamos
  - Genial, Key-shi estará encantada con su presencia
Fue lo único que dijo Jinki, dirigiéndose a la 620 y abriendo la puerta. Entré a la carrera y cerré la puerta tras de mí, cerrando los ojos. Intenté calmar mi respiración, tomándome el pecho con una mano, y entonces abrí los ojos…
Ahí, sentada en el alfeizar de la ventada, alumbrada por la luz del sol, y luciendo un camisón lila, estaba Key con la vista fija en un libro, ajena a todo.



Me quedé viéndola, parecía un ángel con una aureola dorada. Parpadeé varias veces, me había quedad impactado con semejante belleza, pues no podía negar que la belleza de Key era superior a la de cualquier chica, y creo que ella lo sabía.
  - Buenos días, señorita…
Saludé, haciendo una venia. Key alzó la mirada de su libro y me miró fijamente. Un rubor empezó a subir a sus mejillas y luego miró a su amiga con severidad.
  - ¡Jinki! – la chica cerró su libro y lo dejó a un lado, luego corrió hacia su cama y tomó su bata, parecía de seda – Cuando te dije que me gustaría volver a conversar con este muchacho, no me refería a que lo trajeras para desayunar – miré Jinki, ella solo bajaba la mirada - ¡Y menos viéndome en esta fachas!
  - Lo siento… fue mi error, no te enojes
Le pidió Jinki y Key la fulminó con la mirada.
  - Eh… yo también lo lamento – dije, sintiéndome nervioso – No te enojes con Jinki noona, ella es muy linda
  - Gracias…
Jinki se sonrojó y ahora era yo quien era fulminado con la mirada por Key.
  - Bueno… ya que está usted aquí – empezó a decir Key, sentándose en la pequeña sala de la habitación - ¿Desea usted desayunar con nostras?
  - Pues… - miré a Jinki, ella asintió sonriente – Sería un honor acompañar a tan bellas damas
  - Es un usted un atrevido – rió Key – Tome asiento Jonghyun oppa – indicó y yo obedecí  - ¿Cómo ha amanecido hoy, Jonghyun oppa?
  - Muy bien, gracias
Sonreí y ella hizo lo mimo
  - Me alegra – Key sonrió, definitivamente esta era la Key verdadera – Disculpe mi atrevimiento al querer invitarlo
  - No se preocupe – la miré, ella miraba sus manos, se veía tan… tierna y tímida – Yo pensaba hacer lo mismo con ustedes
  - ¿En serio?
  - Sí – mentí sonriendo – Le dije que iba a ser un buen amigo y me pareció que era la mejor forma para comenzar
  - Por supuesto – asintió – Que mejor que un momento para charlar
  - Era eso o llevarlas a la feria que los isleños montaron
  - ¿Feria?
  - ¿Nunca ha ido a una?
Pregunté y ella negó.
  - Yo sí he ido a una – intervino Jinki sonriendo – Son divertidas
  - Lo son – asentí sonriente - ¿Qué es lo que más le gusta de las ferias, Jinki noona?
  - Los juegos y el pollo frito
  - Me lo imaginaba
Ambos sonreímos.
  - Me siento apartada de la conversación – se quejó Key, mirándonos ceñuda - ¡Dejen de hablar entre ustedes dos!
  - Lo lamento – se disculpó Jinki noona, aún sonriendo – Jonghyun-shi, es usted una persona muy agradable
  - Lo mismo digo de usted Jinki noona
  - ¡Ya! – exclamó Key, cruzándose de brazos - ¡Les dije que no me excluyan de la conversación! – se volvió a quejar – Onew, pide el desayuno por favor
  - Enseguida…
Dijo ella, levantándose del sofá y yendo hacia el teléfono.
   - Entonces… - dijo Key, mirándome - ¿Nos iba a llevar a la feria de los isleños?
  - Era una opción, pero usted…
  - Jamás he ido a una
Completó y yo la miré, luego sonreí.
  - Sabe qué, Key-shi – ella me miró con curiosidad – La llevaré esta noche
  - ¿Qué?
  - Las llevaré a ambas a que conozcan una parte de la isla
  - Pero no creo que… no creo que debamos
  - ¿Por qué no? – pregunté, mirándola confundido – Será divertido, una nueva experiencia para usted
  - No creo que este en lo que mis padres llaman “Experiencias que debería tener”
  - ¿Qué?
La miré aún más confundido.
  - No creo que a mis padres les agrade la idea de salir fuera del hotel a conocer una feria de isleños, mucho menos sin ellos – la miré sin poder creer lo que oía – Jamás me dejan salir a ningún lugar extraño si no es con ellos
  - ¿Qué? – volví a preguntar sorprendido – Kibum… tienes quince años – le recordé – Las chicas de tu edad salen con amigas, de compras, a fiestas, pijamadas…
  - No creo que eso me lo permitan mis padres – volvió a decir, mirando sus manos – Y las únicas pijamadas que he tenido han sido con Jinki en mi casa
  - ¿Obedeces todo lo que te dicen tus padres?
Pregunté, pues hace unos días podía negarlo totalmente.
  - Tengo que – contestó, mordiéndose el labio inferior – No quiero que…
  - ¿No quieres que te vuelvan a tratar de esa forma?
  - Solo si soy obediente mis padres me querrán
Abrí mis ojos a todo lo que daban ¿Qué acababa de decir? ¿Era cierto lo que acababa de oír? ¿Cómo podía una persona creer que si obedecía al cien por ciento a sus padres, estos la querrían más? ¿Cuán herida puede estar una persona como para creer eso? De nuevo sentí una presión en mi pecho. Miré a Key, ella se mordía el labio inferior y miraba sus manos. El deseo de abrazarla fuertemente volvió a apoderarse de mí ¿Estaba bien vivir así? Recordé la charla de accionistas de la que fui presente; la forma en la que esos hombres hablaban de sus hijos, como si fueran pedazos de arcilla que ellos podían modelar a su gusto… eso no estaba bien. Mis padres siempre me decían que cada persona era independiente, de que cada persona era singular, única en todo sentido; mis padres siempre me habían dicho que siguiera mi propio camino, que ellos solo me aconsejarían para que supiera lo que era bueno o no, y así yo caminar y decidir qué camino tomar. Pero que me impongan hacer y ser de una forma, eso era imposible, y rayaba en lo cruel si escuchabas las palabras de Key.
  - Key… - ella me miró, se veía triste – Te juro que no habrá problema alguno si haces, por una vez en tu vida, algo que realmente quieres
  - No creo que…
  - No quiero volver a escuchar un “No creo que” de tus labios – ella me miró con los ojos bien abiertos – Te llevaré esta noche lejos de todo este mundo – me acerqué a ella – Y te prometo que la pasarán bien y no tendrás ningún problema
  - ¿Cómo puedes estar tan seguro?
  - Porque saldrás conmigo
  - ¿Y usted es…?
Key me miró con una ceja alzada y yo sonreí.
  - Déjemelo a mí, le aseguro que no pasará nada malo
  - De acuerdo… - aceptó ella al final – Confiaré en usted
  - Le juro que no se arrepentirá
  - Eso espero…
Fue lo único que dijo ella y entonces la puerta fue golpeada.
  - Debe de ser el desayuno, yo iré por él
Dije, levantándome del sofá y caminando hacia la puerta.
  - Pide que lo carguen a la cuenta de la habitación
Me indicó Key y yo asentí, abriendo la puerta…
  - ¿Jonghyun?
  - ¿Joon?



 - ¿Qué demonios haces acá? – preguntó, jalándome fuera de la habitación - ¿De quién es esta habitación? ¿Por eso no has ido a trabajar? ¿Sabes los malabares que he tenido que hacer para que no nos pongan una falta?



- Joon… yo…
  - Jonghyun oppa… - llamó, desde adentro, la voz de Key - ¿Necesita ayuda?
  - No… está todo bien
Dije, mirando a Joon, quien tenía una mano en su rostro.
  - Dime por favor que no es esa chica…
  - Joon…
  - ¿Qué demonios haces, Jonghyun?
  - Nada – contesté – No es nada
  - ¡¿Nada?! – preguntó Joon, enojado, pero sin alzar la voz – Estás… con una huésped ¡En su habitación!
  - No es lo que parece, solo desayunamos
  - ¡Ni si quiera deberías estar haciendo eso! – Joon se llevó ambas manos al rostro - ¡Jonghyun, estás rompiendo las reglas!
  - ¡No me estoy involucrando con una huésped!
  - Pensé que lo que intentabas era hacerte pasar por un rico ¡No liarte con un huésped!
  - ¡No hago eso! – apreté los puños – Intento ser un buen oppa
  - ¿Qué…?
  - Y si me disculpas, este es nuestro desayuno…
Intenté llevarme el carrito con comida, pero Joon me lo impedía.
  - Detén esta locura – me pidió y yo miré la comida fijamente – Por favor, esto es pasarse, Jonghyun, sé razonable
  - Solo será esta vez, lo prometo…
  - ¿Es en serio? – preguntó – Me has estado diciendo esa misma frase desde hace mucho y sé que es mentira
  - Hyung…
  - Sea lo que sea que estés pretendiendo… - me miró fijamente - ¿En serio vale la pena? ¿No era acaso tu sueño hacer algo por el “Hotel SHINee”?
  - Hyung…
  - Y no podrás hacerlo si te meten en prisión por robo, estafa y demás
  - Hyung… ¿Cómo sabes…?
  - Soy tu mejor amigo, babo – me dijo y yo miré a otro lado - ¿Cuánto más creías que podías ocultármelo?
  - Yo…
  - Jonghyun oppa… ¿Por qué demoras?
Miré a Joon y este se cubrió el rostro con la fuente.
  - Es que… le estaba diciendo al mesero que… - miré a Joon – Hubo un error con el pedido y enseguida trajeron el correcto, lo tenía otro mesero
  - Oh… - Key me miró con el entrecejo ligeramente fruncido, le acaba de dar la respuesta más absurda del mundo – Entonces ya entra, tenemos hambre – sacó un poco de dinero de su monedero – Tenga… muchas gracias
  - Gracias…
Dijo Joon, tomando el dinero y guardándolo en su bolsillo. Entré con el carrito en la habitación y comenzamos a desayunar, conversando y riendo. Me sentía un poco incómodo, Joon sabía lo que estaba haciendo, lo que estuve haciendo. Miré a Jinki y Key, ahora menos que nunca podía detenerme, tenía que seguir haciéndolo, para cubrir mis mentiras.
¿Por qué simplemente no paraba? Debía de dejar de hacerlo, decir que tenía que irme antes y volver a mi vida normal lejos de los de la “Alta Sociedad” ¿Por qué no lo hacía? ¡¿Por qué demonios seguía con esta locura?!
  - Esto está delicioso – dijo Key, sonriendo - ¿No lo cree usted, Jonghyun oppa?
  - Por supuesto que sí
Key sonrió de nuevo y yo hice lo mismo, definitivamente no podía para de mentir.
  - Ahora que ya terminamos de desayunar… - habló Jinki, dejando su plato de pollo frito a un lado - ¿Qué podemos hacer para no aburrirnos?
  - ¿Darle la trigésima vuelta al hotel? – sugirió Key, arrancando una risita a su amiga – Tenemos todo el día hasta la noche – me miró - ¿Qué podemos hacer?
  - ¿Qué les parece un paseo en caballo?
  - ¡Oh, eso sería increíble! – aplaudió Jinki – Cabalgar no está en la lista de actividades de la señora Kim – se quejó, cruzándose de brazos - ¡Vamos, Key, acepta!
  - ¿Pero y si nos ensuciamos? – preguntó Key y yo solté una risita – Es que mi omma dice que no debemos de hacer algo que nos ensucie
  - Key-shi… - intenté dejar de reír – Deje de preocuparse y vuelva a ser esa chica que me llamaba “Perro” – pedí y ella me miró con una ceja alzada – Al menos ella era valiente
  - ¿Estás diciendo que soy una miedosa? – preguntó con indignación – Primero que nada, “Perro”, no te permito que te burles de mí; y segundo: No me gusta ensuciar mis vestidos
  - Bueno… es eso o ir a la piscina
  - No… prefiero los caballos – Jinki hizo un puchero y miró a Key – Por favor…
  - ¡Aish! – exclamó Key con enojo - ¡Está bien!
  - ¡Sí!
Jinki aplaudió y le dio un abrazo a su amiga.
  - ¡Ya! – gritó Key - ¡Me arrugas la ropa y me estás despeinando!
Me reí por la escena. Tal vez Kibum era una combinación de esa chica mimada y de esa chica dulce. Key me fulminó con la mirada y yo dejé de reír al instante, mirando mis pies; ella también tenía un lado tenebroso y lo dejaba salir a través de sus ojos felinos.
Las chicas entraron en la habitación y yo me quedé esperando en la sala. Miré todo lo que me rodeaba, todo se veía tan caro. Miré la puerta de la habitación de Key y Jinki; si no las hubiera conocido, si no me hubiera tropezado con Key aquel día, no estaría ahí sentado en ese momento, con miles de wons en el bolsillo esperando por ser gastados en el “Hotel SHINee”. Al final, al parecer, le debía algo a esta mimada niña.
  - Lista
Dijo Jinki, acomodándose el cabello. Ella había dejado su vestido por un simple conjunto de pantalón y blusa, se veía muy bonita. La puerta de la habitación se abrió de nuevo y apareció Key. Me quedé anonadado, se veía… la palabra “Hermosa” se quedaba corta. Key definitivamente era una chica muy bella, creo que la más bella que he conocido.



  - ¿Cómo me veo?
Preguntó tímidamente.
  - Eh…
Balbuceé y Jinki rió.
  - Dejaste a Jonghyun sin palabras
Rió ella y Key miró al suelo, sonrojada.
  - Vámonos
Indiqué y las dos amigas asintieron, engarfiando sus brazos. Caminamos entre risas y conversaciones hacia los establos, en verdad que la presencia de ambas era muy agradable ¿Cómo pudo haber un momento en que detesté a Key? Era increíble como tan rápido había dejado de pensar en ella de esa forma, ahora la veía como una buena persona, alguien agradable.
Llegamos a los establos, Key miraba a todos lados con una mueca, yo intenté reprimir una risita. Jinki también miraba a todos lados, pero ella lo miraba todo con maravilla. Sonreí, me alegra estar haciendo felices a ese par de extrañas.
  - Jonghyun-shi…
Miré al hyung de los caballos, empecé a sentirme nervioso de nuevo.
  - Tres caballos
Pedí.
  - Cárguelos a la habitación 620
Se apresuró a decir Key.
  - Eh… - el hyung me miró y miró a las chicas, yo tragué saliva – En seguida…
  - Key… usted no sabe cabalgar
Comentó Jinki y Key hizo un puchero, parecía que estaba a punto de hacer un berrinche.
  - Puede ir conmigo
Sugerí y Key asintió.
  - Entonces solo dos caballos… - dijo el hyung de los caballos, yéndose a ensillar – En seguida, Jonghyun-shi
  - Veo que… - Key me miró confundida – El empleado te conoce
  - Es que soy muy amistoso – contesté con calma – Por eso me llevo bien con todos, incluso con los empleados de este hotel – sonreí – Además, heredaré el hotel de mi padre, tengo que saber cómo tener una buena relación con mis empleados
  - Sí… - fue lo único que dijo ella, solo esperaba haberla convencido – Usted tiene una personalidad brillante – aceptó y yo solté un suspiro – Como si fuera un pedazo de joyería… - me reí por la comparación – Es como si su personalidad gritara “Mírenme, bling, bling, soy Kim Jonghyun, bling, bling, mírenme”
  - Soy un “Bling, bling” entonces
Acepté riendo, ella me imitó.
  - Me perdí el chiste
Se quejó Jinki, cruzándose de brazos.
  - Que “Bling, bling,” te lo cuente
  - ¿Quién es “Bling, bling”?
  - Soy yo – sonreí, alzando la mano – Es mi nuevo apodo – miré a Key y ella sonrió – Me gusta mucho
  - Aquí están…
Dijo el hyung de los caballos.
  - Gracias
Dijimos, haciendo una venia.
  - Yo quiero este
Pidió Jinki, subiendo con facilidad en el animal.
  - Ayúdame a subir – pidió Key, llevándome hacia el otro caballo – Por favor…
  - Sí…
Me paré delante de ella ¿Cómo la ayudaba ahora? No había un banquito ni nada como para ayudarla ¿Le hacía un escaloncito con las manos? No, lo más seguro es que se terminaría cayendo. La miré, ella también me miró, entonces llevé mis manos a su cintura.
  - Oppa…
Dijo ella, frunciendo el ceño. No le hice caso y la alcé, ayudándola a sentarse en la silla. Ella me quedó mirando, boquiabierta. Sonreí, sí, también soy muy fuerte.
  - Jonghyun-shi, eres muy fuerte
Me halagó Jinki y yo sonreí, estaba bien que me lo recordaran.
  - Gracias Jinki noona
  - Está bien que oppa sea fuerte, porque me debe de cuidar de no caer de este animal – habló Key, mirándome fijamente - ¿Verdad?
  - Por supuesto, hoy la protegeré de todo, incluso de los bichos
  - Que buen “Perro” eres
Dijo, palmeándome la cabeza, eso provocó que me riera.
  - Seré un perro fiel para usted entonces – solté y ella sonrió – Descuide, no la dejaré nunca
  - ¿En serio? – preguntó ella de pronto - ¿Lo promete?
  - Como un “Perro fiel” es lo que acabo de decir, no la dejaré nunca
Volví a decir, viéndola a los ojos, había algo distintito en ellos.
  - Gracias… - dijo ella, sonriendo – Es lo más lindo que alguien ha podido decirme
  - ¿No suelen decirle este tipo de cosas?
  - No… - Key bajó la mirada – Solo Jinki es la única que me hace sentir como si realmente le importase alguien
  - Pues entonces le recordaré todos los días lo importante que es usted
Solté y ella sonrió ampliamente ¿Por qué estaba diciendo todo eso? ¿Qué pasaba conmigo?
  - Gracias – Key sonrió y yo hice lo mismo – Usted es un coqueto atrevido – la miré confundido – Pero eres bueno…
  - Como un “Perro fiel”
  - Bueno “Puppy bling, bling” comencemos este paseo a caballo
Ordenó y yo obedecí

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DISCULPEN LA DEMORA!!!! LA UNIVERSIDAD COMENZÓ CON FUERZA Y ESTOY A LA MITAD DE MI CARRERA. ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO MI NOVELA, QUE LA SIGAN LEYENDO Y LA DISFRUTEN!





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