jueves, 10 de septiembre de 2015

Hotel SHINee (Jongkey) - 8

AMIGOS LECTORES!!! LAMENTO LA DEMORA, LA UNIVERSIDAD NO ME HA DEJADO TIEMPO, NI SIQUIERA PARA ESCRIBIR MI NUEVA NOVELA HUNHAN. HARÉ UNA MARATÓN PARA COMPENSARLOS. IRÉ SUBIENDO UN CAPÍTULO CADA TANTO EN LO QUE QUEDA DEL DÍA.
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Capítulo 8





  - Aún estoy dudosa sobre esto
Dijo Key, engarfiando su brazo al de Jinki.

- Descuide, Key-shi, no dejaré que nada le pase



- Más le vale
La miré y sonreí, de vez en cuando se le salía lo mimada.
- Hay que disfrutar del paseo y no pensar en las consecuencias
Pidió Jinki, abriendo los brazos y dejando que la brisa agite su vestido y cabello.
- Muy bien dicho, Jinki noona
Le sonreí a mi noona y ella me correspondió el gesto, en verdad que ella era muy agradable.
- ¡Ya! – gritó Key de pronto, volviendo a engarfiar su brazo al de Jinki y posicionándose en medio de nosotros dos – No me dejen atrás
- Intente caminar más rápido
Le sugerí a Key y esta me miró ceñuda.
- ¿Ha usado usted alguna vez tacones?
Preguntó
- No he tenido el placer
Contesté, intentando reprimir mi risa por la ocurrencia.
- Entonces cállese, porque es muy difícil
- ¿Y por qué no se puso algo más cómodo?
Pregunté, ella solo me fulminó con la mirada.
- Porque me veo mejor con tacones
- De acuerdo…
Sonreí, pero ella de todas formas me fulminó con la mirada.
- ¿Ya vamos a llegar?
Preguntó Jinki de pronto.
- Sí, ya casi
Señalé a lo lejos la plaza.
- Aigo, me alegra… - Key dejo escapar un suspiro – Ya me había cansado de… ¡Ay!
- ¡Key!
La sostuve en brazos antes de que callera. Ella me miró, aferrándose a mi cuello, con las mejillas ligeramente sonrojadas. La miré fijamente, a la luz de la luna se veía más bonita ¿Cómo alguien tan bonita podía tener una vida tan vacía?
- Gracias…
Dijo ella y yo asentí, ayudándola a enderezarse.
- Creo que… los tacones y las caminatas no son una buena combinación
Comenté y ella asintió sonriente.
- ¡Miren chicos!
Jinki señaló emocionada la plaza, donde los isleños habían instalado su feria.
- ¡Wow! – exclamó Key – Es…
- ¿Fabuloso?
Pregunté y ella asintió.
- Jamás había venido a un sitio como este… - miró todo a su alrededor – Hay mucha gente y… ruido – su sonrisa se hizo más grande, a mí me impresionaba la forma en la que maravillaba por algo tan normal como una feria - ¿Qué hacemos primero?
- Comer pollo frito
Sugirió Jinki sonriente y Key la miró con una ceja alzada.
- ¿Vamos a los juegos?
Pregunté y Jinki asintió emocionada.
- Pues vamos…
Engarfié el brazo de Jinki al mío y las llevé al primer juego que vi: la “Montaña Rusa”. Nos formamos en la fila y esperamos. Jinki se veía emocionada, Key sin embargo miraba el juego con expresión de pánico.
- ¿Te asusta?
Preguntó Jinki.
- Se ve muy… alto
- A Key le asustan las alturas y el terror
Me explicó Jinki.
- ¿Cómo a alguien le puede asustar el terror?
Pregunté confundido.
- Todo lo que puede dar miedo, le asusta
Explicó y yo la miré aún más confundido.
- En cristiano significa que soy muy miedosa
Intervino Key, cruzándose de brazos y mirándome ceñuda.
- No debe de tener miedo, no le puede pasar nada, es un juego seguro
Le aseguré.
- Sí… - dijo Jinki – No es como que de pronto el carrito se salga de las vías y todos los pasajeros empiecen a caer uno por uno, muriendo al instante – Key la miró boquiabierta – Y luego resulte que todo es una premonición y nos salvemos, muriendo después en el orden que debimos morir en el juego
- Jinki… - la miré boquiabierto – Que imaginación tan grande – ella sonrió – Eso podría ser una buena película
- ¿Usted cree?
Preguntó sonriente.
- Sí
Contesté, llegando por fin nuestro turno de subir y jalándola hacia mí.
- Yo iré con Jonghyun oppa – se apresuró a decir Key, separando a Jinki de mí – Soy la dongsaeng – nos miró – Deben de cuidarme
- Cierto…
Aceptó Jinki, mirándola de forma extraña, Key solo sonrió, empujándome dentro del tren.
- ¿Está seguro que no moriremos en esta cosa?
Preguntó Key, aferrándose al seguro.
- Se lo aseguro – dije – Pero si empieza a tener una premonición sobre nuestra muertes…
- ¡Oppa! – exclamó, poniendo cara de miedo – Es usted malo
- Lo siento…
Me disculpé, soltando una risita y recibiendo una mirada asesina de parte de Key, sus caras de asesina daban miedo. El juego comenzó y Key cada vez se aferraba más al seguro, poniéndosele blancos los nudillos. Empezamos a subir la cuesta y ella cerró los ojos, respirando de forma extraña, como si estuviera hiperventilando.
- ¡Ay, está muy alto! – gritó de pronto, viendo hacia un lado - ¡¿Cuánto más vamos a subir?!
- Cálmese…
- ¡Aquí vamos!
Gritó Jinki, atrás de nosotros. Entonces el carrito comenzó su caída en picada. El estómago se me revolvió, era muy veloz y provocaba que mi cuerpo se aplastara contra el asiento. Giré a ver a Key, ella gritaba a todo pulmón, sosteniendo con tanta fuerza la barra que sus nudillos estaban más que blancos.
- ¡Ah! – gritó - ¡Haz que pare!
- ¡Cálmate!
Le pedí y ella gritó aún más.
- ¡Pare! – gritó y entonces comenzó a llorar - ¡Que pare!
- Key…
Intenté estirarme, pero la velocidad me lo impedía.
- ¡Ah, sálvenme!
- Key… - logré estirarme y la envolví en mis brazos – No te pasará nada
Ella dejó de llorar y gritar. Soltó el seguro y lentamente se aferró a mí. Mi corazón comenzó a latir con rapidez ¿Qué era esta sensación? Miré hacia Key, ella seguía con los ojos cerrados, aferrada a mí, yo solo sonreí.
Las personas gritaban, algunos reían, podía oír a Jinki disfrutar del juego, pero solo Key se mantenía oculta en mis brazos, abrazada a mi cuerpo. La volví a mirar, ahora tenía los ojos abiertos y se veía más cómoda, sonreí. La apreté más a mi cuerpo y ella respondió alzando la mirada, sus ojos brillaban con la luna. Algo en mí se removió y me impedían dejar de ver sus ojos, esos ojos felinos.
No había ojos más bonitos, jamás había visto ojos tan bonitos como los de Key. Ella miró a otro lado y volvió a recostarse contra mi pecho, disfrutando de lo último que quedaba del paseo. El tren se detuvo y todos empezaron a bajar, yo no me movía ¿Por qué no me movía? ¿Por qué seguía sentado abrazándola? Su perfume llegó a mi nariz y de nuevo sentí esa sensación, nacía del estómago e inundaba todo mi cuerpo ¿Qué era esto?
- ¡Vamos a otro juego!
Pidió Jinki, haciéndome volver a la realidad.
- Eh… sí – solté lentamente Key, de pronto me sentí extraño – Vamos…
- Sí…
Contestó ella, mirándome y tomando mi mano. Una corriente eléctrica recorrió de la punta de mis dedos a mi hombro y luego a todo mi cuerpo ¿Qué había sido eso? La miré, ella miraba nuestras manos unidas y luego me miró, sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas. Tragué saliva ¿Qué era esto? ¿Qué sucedía?
- Vamos…
Volvió a decir Jinki. Key asintió y soltó mi mano, ahora siendo ayudada por Jinki. Me quedé ahí parado, mirando mi mano, aún extendida ¿Qué había sido eso? La miré de nuevo, abrazada a Jinki y mi corazón se estrujó.
- Oppa… apresúrate
Pidió y yo asentí, sonriendo, corriendo hacia ellas. Key sonrió de nuevo y yo volví a sentir esa sensación en el estómago, no me gustaba nada eso. Nos subimos a otro juego, una donde los tres podíamos estar juntos, ahora ella reía de la emoción, y yo no podía evitar hacer lo mismo.
- ¡Esto es divertido!
Gritó Jinki, mientras dábamos vueltas en las sillas voladoras, el tercer juego.
- ¡Sí!
Gritó Key, sentada en la silla que estaba junto a la mía.
- Me alegra que se estén divirtiendo
- Jamás me había divertido tanto en mi vida
Confesó sonriente, yo hice lo mismo. El juego termino y Jinki fue corriendo a un puesto de pollo frito, era extraño que eso hubiera en una feria isleña. Key se quedó conmigo, sentados en una banca, mirando el cielo.
- El cielo se ve peculiarmente bonito esta noche
Solté y ella asintió sonriente.
- Brilla – dijo ella, señalando las estrellas – Como tú
- Gracias…
Sonreí al oírla.
- Gracias… - dijo ella y yo la miré sin entender – En quince años no he hecho nunca algo tan divertido como lo que he hecho hoy – sonrió – Gracias oppa…
- De… de nada…
- Que bueno que chocamos aquella vez – comentó y yo sonreí – Sino, no hubiera conocido a un oppa tan lindo como usted
- ¿Cree que soy lindo?
Pregunté divertido y ella se sonrojó.
- Sí… mucho – asintió sonrojada – Es un buen oppa, cumplió con lo que dijo
- ¿Qué cosa?
- Que como Perro que eres, eres un buen amigo
- Soy un “Perro” fiel
- Eres “Puppy oppa”
Rió ella y yo la seguí.
- Chicos… - Jinki se nos acercó y nos miró a los dos – Hay que ir a un juego más, ya es tarde
- Sí…
Key miró al suelo.
- ¿Qué sucede?
Pregunté y ella me miró.
- Es que… esta noche ha sido muy bonita gracias a usted – dijo y yo sonreí – No quiero que acabe
- Siempre podemos repetirlo
- ¿En serio?
Preguntó sonriente.
- Si usted lo desea, lo haré las veces que quiera
- ¡Gracias oppa!
Exclamó, dándome un abrazo. Me quedé estático, abriendo mucho los ojos. De nuevo sentí esa sensación en mi interior. Con lentitud, subí mis manos y también la abracé, se sentía cálido este abrazo.
- Chicos…
Jinki habló y nosotros nos separamos.
- Ups… - rió Key – Lamento mi atrevimiento
- No es un atrevimiento abrazar a alguien – le dije y ella sonrió – A mí me gustan los abrazos
- ¿En serio? – Key me miró de forma divertida – Es usted un oppa extraño
Sonreí y ella hizo lo mismo.
- Un último juego, vamos
Nos indicó Jinki y nosotros la seguimos. Como último juego decidimos ir a la “Rueda de la Fortuna”. Jinki le pidió a Key que se sentara con ella, pero yo no soltaba su brazo, provocando que el acomodador nos sentara juntos ¿Cómo pasó esto? El juego comenzó a ascender y Key sonreía, se veía tan tierna con ese gesto, tenía una sonrisa tierna.
- Gracias por esta noche, oppa
Volvió a decir ella mientras ascendíamos.
- No es nada…
La miré, sonriente, ella me imitó.
  - Ayer le dije que no quería un súper héroe – dijo – Aún no quiero que sea un súper héroe para mí, pero me alegra que sea un amigo
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continuará....

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