martes, 10 de marzo de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 27

¡Hola Lectores! A todos los que viven en América del Sur, espero que estén pasando una buena "Vuelta a Clases" la universidad aún no comienza para mí ¡Pero no se preocupen! porque les recuerda que esta novela, como sus dos pre-cuelas, están totalmente finalizadas, así que no se preocupen que no los dejaré con la incógnita de saber qué pasó con Kyuhyun y Sungmin, y el por qué ella terminó en estado de coma.
Por otra parte, quiero agradecerles el apoyo a mis dos novelas, me gusta ver que, aunque ya terminó, "WTF! Soy una Princesa!" sigue teniendo visitas ^^ Asimismo, estoy comenzando una nueva novela, que la escribí cuando tenia doce años pero la estoy adaptando para que sea de EXO, así que de nuevo les pido que me digan que parejas les gustaría ver.
Bueno, con esto me despido. Gracias por dedicarle un tiempo a mis novelas y dejar comentarios. Aquí les dejo el nuevo capítulo.
Atte:
Mily Wu
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Capítulo 27





- No puedo creer que falta poco para la ceremonia
Decía Leeteuk, tomando jugo.
- Sí… - decía omma - ¿Cuándo es la boda hijo?
- El veinte de mayo
Contestó Siwon, tomando un poco de fruta de la fuente. Mi familia y la de Minnie se habían reunido en mi casa, pues habíamos decidido tener una barbacoa familiar. En parte para celebrar que oficialmente, en todo sentido, los Cho y los Kim serían familia; y por otra parte, para celebrar que Minnie progresaba con sus recuerdos y ahora dormíamos juntos, cosa que le alegraba a Sunny porque quería una nueva hermana. Ahora todos estábamos en el jardín, al lado de la piscina.
  - Mañana tienes que acompañarme a ver los vestidos de las damas y de la “Niña de las flores”
Le dijo Heechul a Minnie, ambas con bikinis rosas.





- Aún pienso que rojo y negro para una boda es algo extraño
Dijo Minnie, abanicándose con la mano, el verano se había adelantado.
- Es mi boda y esos son mis colores favoritos – se defendió Heechul – Cuando tú te cases, puedes tenerlo todo color rosa
- Eso sería lindo
Minnie sonrió, yo no pude evitar hacerlo.
- Mi hija se va a casar – volvió a decir Kangin – Mi hija se va a casar…
- Kangin, ya supéralo
Le pidió mi appa.
- Mi hija se va a casar…
- Esa es la maldición de tener solo hijas
Rió omma.
- Gracias…
Le dije sarcásticamente y ella sonrió.
- En cambio yo… - abrazó a Henry – Tengo tres apuestos hijos
- Aún recuerdo cuando Heechul era bebé… - Leeteuk tomó su bolso – Traje las fotografías que me pidieron – le dijo a su hija y esta asintió – A Kangin se le caía la baba por ella
- Mi hija se va a casar…
Volvió a repetir Kangin, ahora abrazando a Sunny.
- “Tengo una preciosa hijita y su nombre es Kim Heechul” – Leeteuk sonrió – Eso solía decir cada vez que se presentaba a algún nuevo vecino
- Mi hija se va a casar…
- Él deseaba tener hijos y yo también, y creo que por eso malcriamos mucho a Heechul
- Yo no fui malcriada, fui amada en exceso
Corrigió la susodicha.
- Es que deseábamos mucho tener una linda hija
Leeteuk comenzó a mostrar las fotos de Heechul de pequeña.












Mi omma y mi suegra querían hacer un video con fotografías de Siwon y Heechul de pequeños, y tras ser aceptado el pedido por Heechul, empezaron a buscar fotografías bonitas, pero sobre todo, donde ellas salieran bonitas.












Empezamos a ver las fotografías de Heechul de bebé, una época en la que era linda y no temible.
- Tía Chula, también fuiste bebé
Dijo Sunny, sosteniendo una de las fotos.
- Obvio que lo fui – Heechul sonrió – No nací con esta edad. Yo fui una linda bebita ¿No es así appa? ¿Appa?
- Mi hija se va a casar…
Volvió a repetir Kangin, sosteniendo con fuerza la fotografía de él con Heechul.
- Está en negación – nos comentó Leeteuk – No puede creer que ahora sí, oficialmente, su hija ya no va a ser más su hijita
- Owww… appa – Heechul abrazó a Kangin - ¡Despabila y ponte serio, eres un hombre! – le gritó y Kangin saltó - ¡Más te vale no estar con esa actitud el día de mi boda! – le advirtió – Además…
- Heechul…
Le advirtió Leeteuk.
- ¿Qué? – preguntó ella – Solo iba a decir que siempre iba a ser la niña de appa, me gusta que me consienta aún – volvió a mirar a su padre – Además, si algún día Siwon me hace algo malo, voy a querer que me ayudes a darle su merecido
- ¡Chula!
Se quejó mi hyung.
- Te quiero appa, no lo olvides, siempre seré tu hijita
- Heechul…
Dijo Kangin, abrazando fuertemente a Heechul y derramando lágrimas. Jamás en la vida creí que vería al fuerte Kangin, el comisario Kangin, tan fuerte, llorando como una magdalena por la boda de su hija. Pensé en Sunny, y que en el futuro yo también podría estar así, pues nunca se es muy fuerte cuando tu hija está a punto a de casarse, siempre te terminarás doblegando cuando tu hija está creciendo.
- ¿Por qué appa Kangin está llorando?
Preguntó Sunny.
- Porque no quiere que tía Heechul crezca
Le contestó Sungmin, abrazando a Sunny.
- Vamos… - dijo appa, palmeando la espalda de Kangin – Es solo su boda, no su funeral
- ¿Tú no sientes nada por mi boda?
Le preguntó Siwon, mirando fijamente a appa, con los brazos cruzados.
- Estoy feliz – contestó appa – Orgulloso porque mi hijo… - respiró hondo, sonriéndole a Siwon – Se ha convertido en todo un hombre
- Appa…
- Y no podría estar más feliz por ti – sonrió y sus ojos se humedecieron – Pero no voy a llorar como mujer al igual que Kangin…
- Appa…
Siwon se levantó y abrazó a appa.
- No lloraré… - repitió appa – No…
- ¿Y ahora por qué appa Minho llora?
Preguntó Sunny.
- Porque tus abuelos son unos osos de peluche por dentro
Contestó omma.
- ¿Trajiste las fotos, Taemin?
Preguntó Leeteuk y omma asintió.

- Las tengo aquí, estaban todas en un paquete – mamá sacó un paquete con algunas fotografías – Cuando éramos jóvenes, Minho siempre decía que no quería hijos, que disfrutáramos nuestras vidas – appa sonrió – Que lo hijos iban a hacer que dejemos de ser jóvenes; mira, traje fotografías de nosotros de jóvenes





Mamá empezó a mostrar las fotografías de ellos dos de jóvenes.
- Omma, eras muy bonita
Dijo Henry, tomando una de las fotografías.
- ¿Cómo que “Era”?
Preguntó omma, mirando a Henry que la miraba con nerviosismo.
- Mira Tae, tú en la escuela
Appa mostró fotografías de ellos en la escuela.






- Me veía tan linda con mi uniforme
Dijo sonriendo, appa la miró como si fuera un pedazo de carne… ¡Aléjense imágenes mentales!
- ¿Qué atuendos son esos?
Preguntó Heechul, sosteniendo la foto de omma.

- Era la moda de esa época








- ¿Y esta?
Preguntó Siwon.



- Me la tomó tu appa
- Es que estaba tan pensativa y se veía tan bonita – empezó a decir appa, sonriéndole a omma – Que tuve que tomársela
- ¿En qué pensabas?
Le pregunté.
- En cómo decirle a tu appa que estaba embarazada – contestó omma – Yo apenas tenía dieciocho y tu appa aún no terminaba la universidad, y él no quería hijos aún – comenzó a contar – De ser por tu padre, habríamos comprado tres perros y les hubiéramos puesto Siwon, Henry y Kyuhyun como nombre
- ¿Tengo nombre de perro?
Preguntó Henry con un puchero.
- No mi cielo…
Omma abrazó a Henry.
- Tienes nombre de hámster
Dije yo, recordando una vieja historia; appa me dio un zape.
- Llevábamos juntos desde que tenía catorce y él dieciocho – siguió diciendo omma – Cuatro años después ya estábamos esperando nuestro primer hijo
- Yo acababa de terminar la universidad y entré a trabajar en “Vegetales Mágicos” bajo la supervisión de mi suegro
- Y entonces se lo dije una tarde
Dijo omma al fin.
- No quiero imaginarme qué hacían esa tarde
Comentó Henry.
- Y Minho se quedó como estatua – todos reímos – Y los siguientes tres meses estuvo sacando cuentas y cuentas, repitiendo lo costoso que sería tener un hijo – todos seguían riendo – Casi me divorcio, no lo soportaba
- Creo que me volví algo psicótico
Admitió appa.
- Pero entonces llegó el día en que todo se volvió más real
- ¿Cuál fue ese?
Preguntó Sunny.
- Cuando supe que sería un niño – contestó appa – Fue uno de los días más felices de mi vida
- ¿Cuáles fueron los días más felices de tu vida, appa Minho?
Appa sonrió y colocó a Sunny en sus rodillas.
- El primero fue cuando me casé con omma Taemin – contestó – El segundo cuando supe que sería padre de un niño – appa miró a Siwon y este sonrió – El tercero cuando nació Siwon; el cuatro cuando fui appa de nuevo – sonreí al oírle – El quinto cuando Taemin me dijo que ya no quería más hijos
- ¡Ey!
Se quejó Henry, cruzándose de brazos.
- Ese fue el día que naciste
Le explicó omma, dándole un beso en la mejilla a Henry.
- Pues que lo diga de esa forma
Se quejó mi dongsaeng y omma lo apachurró aún más.
- Mi niño… - omma lo volvió a besar – Minho tonto…
- Ya… lo siento…
Henry se levantó y appa lo abrazó.
- Tan pronto como Minho supo que tendría un niño se puso a pensar desde qué deporte practicaría a qué trabajo tendría, y hasta que ropa usaría – siguió contando – Me volvía aún más loca… - todos reímos – Y también pensé en el divorcio – más risas – Pero entonces llegó el día en que Siwon vino al mundo – omma acarició el rostro de mi hyung – Y Minho se volvió loco, lo adoraba, también se le caía la baba por él – omma sacó las fotos de Siwon de pequeño










– Y lo llevaba a todas partes con él – Siwon sonrió, sosteniendo una de las fotos – Pasó de no querer hijos al mejor appa del mundo en nueve meses












Mis padres y los de Minnie siguieron hablando de sus experiencias como padres, de momentos felices y demás. Me gustaba escucharlos y me imaginaba a mí mismo contando después estar historias. Minnie a mi lado escuchaba atentamente, sosteniendo a Jessica en sus brazos. Pensé en el pasado y de nuevo sentí miedo, no quería perderla.
La barbacoa terminó y todos nos despedimos, siendo amenazados por Heechul acerca de llegar tarde a la prueba de vestido de Sungmin y Sunny. Cerramos la puerta y Minnie se fue a atender a Jessica, quien lloraba a todo pulmón, yo empecé a lavar los platos. Tres horas después, Jessica dejó de llorar, Jessica era muy llorona y estresaba un poco ¡Pero eran las experiencias más maravillosas de ser padre! Terminé con los platos y Minnie, con cara de cansancio, entró en la cocina.
- No podía moverme ni un centímetro lejos de la cuna o ella empezaba a llorar de nuevo
Minnie se dejó caer en la mesa y yo me senté a su lado.
- Es la maravilla de ser omma
Le dije, dándole un vaso con agua.
- Estresantemente lindo
Minnie sonrió y se bebió el agua.
- Ya pasaste por esto una vez, recuérdalo
- Ese es el problema, no lo recuerdo – Minnie dejó el vaso a un lado – Es la primera vez para mí
- ¿Por qué no vas a tu lugar de des estrés?
- ¿A dónde?
Preguntó ella curiosa.
- La parte alejada del jardín trasero – le expliqué – Aún no está totalmente remodelado
- ¿Podemos ir?
Me preguntó y yo asentí. Salimos de la casa hacia el jardín trasero y comenzamos a caminar, conversando sobre la reunión familiar y la boda de nuestros hermanos. Caminamos y caminamos por el jardín









hasta llegar a una zona un poco escondida, donde había una especie de cabaña con una especie de cama.



- Sueles venir a tocar la guitarra
- ¿En serio? – Minnie caminó por toda el lugar, mirando las plantas, la fuente y la pequeña banca de madera - ¿Yo lo decoré o también fuiste tú?
- Esto salió de tu mente
- Es… - se sentó en la cama – Muy bonito – palmeó la cama y me recosté a su lado – Nuestra casa es tal y como la imaginaba
- Me alegro
- Me gusta vivir contigo
- No sueles decir eso
Solté sin pensar y ella me miró.
- ¿Por qué?
Preguntó, mirándome de forma suspicaz.
- Por nada… - miré a otro lado – Olvídalo
- Oppa…
Minnie comenzó a jalonear mi brazo.
- Olvídalo
Le volví a pedir.
- Oppa…
- Minnie, olvídalo
- Pero…
Besé sus labios en un intento de que dejara el tema.
- Olvídalo…
Volví a decir, casi en un susurro, y entonces ella comenzó a besarme. Era distinto a los besos que solíamos darnos, pues sentía como Minnie intentaba acercarse más a mí. Ella se aferró a mi cuello y continuó besándome, moviendo sus labios rítmicamente sobre los míos, amoldándolos a los míos.
Llevé mis manos a su cintura y la acerqué más a mi cuerpo, ella respondió apretándose más mí y pasando su pierna derecha por mi cintura. Empecé a acariciar su muslo, dejándome llevar y sin ser detenido. Minnie llevó sus manos de mi cuello a mi pecho y después a mi camiseta, alzándola un poco. Suspiré, sus cálidas manos estaban recorriendo mi pecho. No podía creer que esto estuviera pasando.
Minnie siguió alzando mi camiseta y pronto la quitó. Pasó los dedos por mi abdomen y subió a mi pecho, pasando la palma de su mano sobre mi corazón y provocándome un estremecimiento. Tomé su mano y la llevé a mis labios, besándola. La miré a los ojos, ella estaba sonrojada. Con miedo, me volví a acercar a ella, uniendo nuestros labios. Ella de nuevo correspondió, acariciando mi pecho y llevando sus manos de nuevo a mi cuello. Llevé mis manos a la camiseta que tenía Minnie y comencé a alzarla, Minnie se separó de mí al instante.
- Kyu…
- Lo siento…
La miré, ella estaba aún más sonrojada.
-Yo… - mi corazón latía a mil por horas – Quiero…
- ¿Estás segura?
Pregunté, sorprendido, ansioso, deseoso, asustado.
- Sí…
Contestó, uniendo sus labios a los míos…


***
- ¡Falta media hora para que sea Año Nuevo!
Grité, terminándome mi sexta copa.
- ¡Me la estoy pasando tan bien!
Gritó Minnie, alzando los brazos y moviéndose al son de la música. Estábamos en una fiesta de Fin de Año, celebrando en casa de Minnie, con todos nuestros amigos y sus compañeros de universidad. Minnie ahora estaba en la universidad, terminando su primer semestre de clases, después del mejor verano de su vida: Viajando con Wookie, Hae, Yeye y Hyuk en mi gira por China.
Todos bailaban, bebían, se desbordaban, ni siquiera me importaba ser Cho Kyuhyun en ese momento, solo quería divertirme. Algunas de las nuevas amigas de Sungmin se tomaban fotos conmigo o me pedían autógrafos, eso no me molestaba, al fin y al cabo era una fiesta. Todos estábamos bailando en la sala de la casa de Minnie, con las luces apagadas, bebiendo alcohol y dejándonos llevar.
- ¡Minnie, préstame tu habitación!
Le gritó Hae, arrastrando a Eunhyuk escaleras arriba.
- ¡Quedan veinte minutos!
Le grité a Minnie, quien bebía su décima copa, o creo que más.
- ¡Oppa! – gritó, tambaleándose - ¡Te amo!
- ¡No lo digas tan alto! – me serví otra copa - ¡Que viva la fiesta!
Todos gritaron y la estruendosa música reventó en mis oídos. Tomé a Minnie de la cintura y continuamos bailando como dos locos. Todo me estaba dando vueltas y por algún extraño motivo reía, pero igual bailaba.
La gente a mi alrededor gritaba, reía, bailaba, bebía y daban vueltas… a no, ellos no están dando vueltas, yo sí… ¡No! Yo estoy quieto… creo que estoy borracho. Minnie se tambaleaba a mi lado y reía, yo la sostenía, pero el piso empezó a elevarse.
- ¡Mejor sentémonos!
Minnie reía y me arrastraba al sofá, yo obedecí. Me dejé caer en el cojín, arrastrándola conmigo. Ambos reímos y el mundo seguía dando vueltas. Miré a Sungmin a mi lado, ella elevaba su copa y reía, luego le dio un trago. Tomé su copa y la dejé en una mesita; ella me miró con confusión, yo solo le sonreí. Tomé su rostro y entonces la besé. Ella me correspondió el beso, repasando mis labios con la punta de su lengua. Acerqué más su rostro al mío, profundizando el beso, ella rodeó mi cuello con sus brazos. Mis manos empezaron a recorrer sus piernas y ascender por debajo de su falda rosa.




- Minnie… - dije, besándola, acariciándola, y todo el mundo daba vueltas – Quiero hacerlo
- Las habitaciones están ocupadas – dijo ella, besándome y alzándome un poco la camiseta – Vamos a mi casa…
- Vamos…
Me levanté del sofá y la jalé del brazo. Nos volvimos a besar, reímos y tambaleándonos, llegamos a la puerta y salimos de la casa. Comenzamos a reír nuevamente, el frio aire de invierno me acarició el rostro y nuevamente tomé a Minnie de la cintura, besándola, deseando poder ya tenerla en mi cama. Minnie se subió a mi espalda, riendo, y yo, tambaleante, comencé a caminar hacia mi casa. Ella se bajó a los pocos pasos, pues se me hacía imposible caminar con ella en mi espalda, y nuevamente nos besamos. Caminamos hacia mi casa, besándonos mientras nos tambaleábamos dos casas a la derecha. Nos detuvimos en mi puerta, besándonos aún, acariciándonos y diciéndonos cuanto nos deseábamos mientras intentaba entrar en mi casa.
Logramos entrar y como pudimos, prácticamente arrastrándonos, llegamos a mi habitación. La empujé contra la cama y me coloqué encima, besando su cuello. Minnie apretaba mi cabello, soltando suspiros que hacían que se me erizara la piel. Le quité su camiseta y comencé a descender hacia su corpiño rosa. Le quité el corpiño y me lancé hacia sus pechos, besándolos y acariciándolos.
- ¡Ah!
Gritó, jalándome de los cabellos. Subí mi mano por sus piernas y pasé por debajo de su falda, llegando al elástico de su ropa interior. Minnie llevó sus manos a mi camiseta y entonces me la quitó. Nos volvimos a besar, acariciándonos y explorando nuestras bocas. Le quité la falda y la observé, tan hermosa como siempre. Giramos y ella comenzó a balancearse sobre mí, rosando su intimidad contra la mía, separados por la tela de nuestras ropas. Ella llevó sus manos a mi pantalón y los quitó de un tirón. Volvimos a girar y entonces le quité su última prenda.
- Minnie… - empecé a acariciarla, ella respondía apretando mis brazos – Te necesito…
- ¡Ah! – gimió – Kyu, hazlo ya… - entonces me quitó mi última prenda y de una estocada entré en ella - ¡Ah, sí!
- Minnie…
Suspiré, moviendo mis caderas.
- ¡Ah, Kyu! – Minnie rodeó mi cintura con sus piernas - ¡Más rápido!
- ¡Oh! – solté, acelerando mis movimientos - ¡Minnie, te amo!
- ¡Te amo Kyuhyun! – Minnie tomó mi rostro y lo besó - ¡Te amo mucho, mi amor!
- ¡Ah, Minnie! – grité, acelerando aún más - ¡Esto se siente tan…ah!
Giramos y Minnie comenzó a moverse con rapidez sobre mí. Solté un grito, era muy delicioso. Tomé su cintura y la ayudé a ir más rápido, se sentía muy bien. Ella gritó y aceleró sus movimientos.
- ¡Ah, dios!
- ¡Más rápido Minnie, no te detengas!
- ¡Quiero más!
Gritaba ella, saltando sobre mí, haciendo que toque el cielo con las manos.
- ¡Minnie!
Abracé su cuerpo y besé sus labios, sintiendo un cosquilleo en mi interior. Ella seguía moviéndose, cambiando de velocidad y de dirección. Mis gemidos eran contenidos por sus labios, y sentía que el momento se iba acercando.
- ¡Kyu, ya no aguanto! – gritó, moviéndose aún más rápido - ¡Kyuhyun!
- ¡Minni, no te detengas!
Le pedí, apretando sus caderas.
- ¡Kyuhyun!
Gritó y todo su cuerpo comenzó a temblar.
- ¡Minnie!
Grité, liberándome dentro de ella.


***
- Te amo…
Susurré, acariciando la espalda desnuda de Minnie.
  - Kyuhyun… - la miré, temiendo lo que pudiera decir – Te amo…

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Hagan cálculo! tienen diecinueve en este capítulo, lo que significa que....

2 comentarios:

  1. waaa se viene sunny !! jiji hola..soy una fiel segidora de este fic..lo amo..siempre espero con ansias el nuevo capitulo ...lo leo desde los primeros 5 cap. en whatpad..ahi lo encontre...me encanta el trama de la historia y tambien como escribes...espero leernos prontos..saludos y cuidate..bye~ n.n
    PD: espero que dure artito el fic

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    1. owww siii dura harto este fic no te preocupes ;) todavía faltan dos temporadas más ^^

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