viernes, 6 de marzo de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 25

Capítulo 25





- Minnie… - ella me miró - ¿Estás recordando?
- Kyu… - sus ojos se llenaron de lágrimas – No puedo recordarte… - entonces comenzó a derramar las lágrimas – Oppa… - me miró – Te quiero… te… amo…
- Minnie…
Entonces la abracé, con todas mis fuerzas, prometiéndome no volver a separarme de ella. Ella me miró y entonces se paró sobre la punta de sus pies, rozando sus labios nuevamente con los míos. Mi cuerpo se elevó hacia el cielo y les di la mano a todos los Santos; había extrañado besar a Minnie, había extrañado que ella me besara, corregiría mis errores para poder volver a ser feliz con ella.
- ¡Sí! – celebró una voz - ¡Henry oppa, mis padres se aman de nuevo!
- ¡Yo amo mucho a tu omma!
Grité, alzando la cabeza para ver a mi hija.
- ¡Y yo quiero mucho a tu appa!
Minnie me dio un abrazo, y ni siquiera me importó que no dijera que me amaba. Por ahora un “Te quiero” estaba bien, estaba logrando recordar, y mi insistencia estaba dando frutos. Minnie sonreía, sabía que debía de sentirse bien, sabía, tenía la certeza de que ahora todo podría estar bien.
  - ¡¿Eso significa que llamaran a la cigüeña otra vez y me darán otra hermanita?!
Miré a Minnie y esta estaba más roja que un tomate. Solté una risita, a veces Sunny era tan inocente como Sungmin, pero decía las cosas precisas en los momentos precisos. Le di un codazo a Minnie para que reaccionara, ella sacudió la cabeza y se sonrojó aún más.
- Soy muy joven…
Susurró.
- Y yo solo tengo veintitrés años, estoy en la flor de mi juventud
- Idiota, ya tenemos dos hijas
Me señaló Minnie, soltando una risita.
- Sí… - también solté una risita – Creo que llamamos a la cigüeña con mucha antelación
- La próxima será a los treinta
Dijo.
- ¿Me dejarás en abstinencia por siete años?
- ¡Kyuhyun! – se quejó ella, dándome un zape y sonrojándose todavía más - ¿Qué cosas dices oppa?
- Lo siento
Dije riendo, rodeando la cintura de Minnie con mis brazos, ella se apartó.
- Te dije que fueras lento…
Me susurró, ya sin rastro de diversión en la voz.
- Sungmin… solo fue una broma
- Sí pero… me hace sentir incómoda
Admitió, mirando el suelo.
- Lo lamento, me contendré
- ¿Cómo es que no me dejas? – preguntó – Otro hombre ya se hubiera ido con la primera fulana que viera
- Porque yo no soy como cualquiera – tomé su mano y la coloqué en mi pecho – Este corazón solo late por Kim Sungmin y no podrá latir jamás por nadie que no sea Kim Sungmin
- Oppa… - Minnie sonrió – Lobito, te volviste cursi…
- Es porque me enamoré de la persona más tierna del planeta
- ¿Yo?
- Obvio que tú
Ambos nos sonreímos y entonces, nos besamos de nuevo, pero esta vez de forma diferente. Ya no era un simple roce, ahora mis labios se movían rítmicamente, amoldándose a los suyos, y ella me correspondía. Rodeé su cintura con mis brazos y ella hizo lo mismo en mi cuello, me sentía en el cielo.
 

***
Abrí mis ojos ¿Dónde estaba? Parpadeé varias veces, sintiendo mucho dolor ¿El hospital? ¿Estaba en un hospital? ¿Qué había pasado? Me senté en la cama, sintiendo mucho dolor. Me revisé, tenía un brazo enyesado y una pierna enyesada ¡Que demonios!
Cerré los ojos e intenté recordar algo. Había estado en el auto y ahora aquí… ¡Tuvimos un accidente! ¿Cómo estarían los demás? ¿El chofer estaría bien? ¿Dongie estaría bien? Bueno… él no me agradaba así que me daba igual ¿Shindong estaría bien? No quería otro productor, ingeniero, coreógrafo, amigo, que él.
Sentí un dolor punzante en la cabeza y me llevé las manos a ella ¿Tenía vendas en la cabeza? Ahora recordaba, mi cabeza había roto una de las ventanas blindadas ¿Cuánto habré estado dormido? ¿Podría salir rápido? Tenía un álbum que grabar, conciertos que dar, una novia que recuperar.
Sungmin… mi último pensamiento antes de despertar fue el de su rostro ¿Cómo estaría ella? ¿Sabría que estaba en el hospital? ¿Hace cuanto que estaba aquí? ¿Dónde estaba ella? Si todos sabían de mi accidente ¿Dónde estaban todos? ¿Mi familia? ¿Dónde estaba mi hyung y mi dongsaeng? ¿Omma y appa, dónde estaban? ¿Por qué estaba solo?
- Veo que ya despertaste
Dijo Kibum ¿Qué hacía Kibum aquí?
- ¿Kibum?
Pregunté y el amigo de mi hyung sonrió.
- Estoy haciendo mi residencia aquí – me informó y yo asentí – Te vi llegar y antes de que el hospital llamara a tu familia o que la prensa viniera, yo llamé a Siwon
- ¿Mi familia sabe de esto? – pregunté - ¿Hace cuanto estoy aquí? ¿Cuándo me podré ir?
- Has estado toda la noche – me contestó y yo solté el aire aliviado – Te operaron el brazo y la pierna – Kibum empezó a leer sus anotaciones – Y una de tus costillas atravesó tu pulmón
- ¡¿Qué?! – pregunté sorprendido, tocándome el pecho, donde sentí las vendar debajo de la bata – Kibum-shi… - le miré con miedo – Soy cantante… yo…
- Descuida – él sonrió – El doctor que se hizo cargo de la operación logró arreglarlo, podrás cantar pronto
- ¿En serio?
Pregunté alegre.
- Sí, pero sé precavido – me pidió – No te esfuerces mucho y tendrás que estar en reposo total durante seis meses al menos, eso es nada de baile ni deporte, nada que te exija mucho
- Sí, de todas formas no sé bailar y en deporte no soy muy bueno
- Bien, entonces estás bien – anotó algunas cosas - ¿Te duele algo? – me preguntó - ¿Quieres más medicina?
- ¿Me hará dormir?
Pregunté.
- Sí…
- Si me duele – admití y Kibum se acercó a las botellas con líquidos incoloros que estaban conectados con tubos a mis brazos, luego giró algo y el goteo empezó – Kibum… - dije, sintiendo una extraña sensación en el brazo izquierdo - ¿Mi familia?
- Están todos en la cafetería almorzando – contestó, anotando más cosas en el – Los Kim también están…
- ¿Sungmin está abajo? – pregunté, sintiéndome pesando - ¿Ella está aquí?
- Fue la primera en venir y quedarse en tu habitación cuando te llevaron a las tres de la mañana
- Ella… - mis ojos me pesaban – Quiero verla…
- Puedo llamarla
- Sí… - cerré los ojos – Por favor…


- No me quiero ir
Dijo una voz femenina.
- Ya es tarde hija – dijo una voz masculina – Son las nueve, ha estado durmiendo todo el día
- No me importa – replicó la primera voz – Me quedo
- Sungmin…
- Appa… - escuché silencio – No me voy a ir, me quedaré
- Mañana tienes escuela…
- No me importa
- Sungmin, no voy a dejar que faltes a la escuela por Kyuhyun
- No es solo “Kyuhyun” appa – nuevamente el silencio tenso, tan tenso que sería capaz de sostener un buque de guerra – Es el chico que amo
- Eres muy joven para amar a alguien
- No es cierto
- Si lo es – Kangin sonaba enojado – Aún no sabes nada de la vida como para saber lo que es el amor
- Solo sé que lo amo
Sentí como su mano acariciaba mi rostro.
- Solo has estado con dos chicos en toda tu vida – volvió a hablar Kangin - ¿Cómo sabes que Kyuhyun es el indicado? – preguntó – Antes decías eso de Zhou Mi, y él si me agradaba
- No me importa si no te agrada – la voz de Sungmin se escuchaba más severa – Nunca te agradó y no sé por qué, y me importa un bledo
- ¡Sungmin!
Kangin sonaba enojado.
- Me voy a quedar appa, le diré a omma
Se escuchó la puerta abrirse.
- Kangin, deja a Minnie quedarse
Esa era la voz de Leeteuk.
- Pero…
- No puedes hacer nada – dijo ella – Nunca pudiste
- A primera hora de la mañana vendré a recogerte, y no protestarás – la voz de Kangin también sonaba severa – Regresarás a casa mañana, ya has pasado más de un día acá
- De acuerdo
Aceptó Minnie.
- Si despierta… dile que espero oírlo cantar pronto
- Appa… - escuché el sonido de una silla moverse – Gracias appa… te quiero
- Yo igual… - dijo Kangin – Ahora ve con tu tonto novio, yo me llevo a tu omma y a Heechul que debe de estar protestando por no haber tenido su sueño de belleza
- Sí…
- Cuídate hijita
Dijo Leeteuk.
- Vendré mañana por ti
Dijo Kangin. Entonces la puerta se escuchó de nuevo. La silla volvió a ser arrastrada y sentí la mano suave de Sungmin en mi rostro. Ella acariciaba mi rostro, y entonces sentí sus labios contra los míos.
- Te amo Kyuhyun… - sentí más caricias – Despierta ya mi amor… para que podamos volver a estar juntos – nuevamente sentí sus labios sobre los míos – Sabes… me encantó mucho tu canción, tal vez te cobre la mitad de lo que ganes por ella, o tal vez te demande por plagio – escuché su risa, su cantarina risa – Mi omma es una excelente abogada – nuevamente risas – Solo despierta, por favor… - sentí sus brazos sobre mi pecho, luego sentí calor en mi costado, ella debía de haberse recostado en la cama – Para que me la cantes – apretó más el abrazo – Te extraño mucho Kyuhyun, eres un maldito por hacer que me enamore tan profundamente de ti – apretó más el abrazo – Te amo Lobito idiota, por favor despierta… - apretó más el abrazo – Te amo…
- Minnie… - susurré con voz rasposa – Me estás lastimando
- ¡Kyuhyun!
Exclamó ella, soltándome.
- Hola…
- Mi amor, lo siento…
Minnie volvió a abrazarme.
- ¡Sungmin, me duele!
Me quejé y ella se apartó.
- Lo siento…
- Ya… solo dame un beso, los labios no me duelen
- Está bien
Aceptó sonriente. Se inclinó lentamente hacia mí y entonces rozó sus labios con los míos, luego se separó de mí. La miré con el entrecejo fruncido, ella estaba nuevamente sentada en la silla.
- ¿Qué fue eso?
- Un beso
Contestó ella como si fuera lo más obvio del mundo.
- ¿Qué clase de beso fue ese?
- Uno de “Tengo miedo de romper a mi novio”
- Pues yo quiero uno de “Quiero comerme a mi novio”
- ¡Kyuhyun!
Minnie se tapó el rostro, sonrojándose.
- Ya… ven aquí y dame un beso como Dios manda, que desde hace mucho que no lo haces
- Pero si el último fue tres días
- Son tres días sin probar los labios de mi Conejo, es una eternidad
- Aish Lobito… - Minnie acarició mi rostro – Te amo, aunque estés algo chifladito…
Y entonces se volvió a acercar a mí, ahora sí, dándome un beso como Dios manda. Sus labios se movían al compas de mi corazón, sus labios eran suaves y con un ligero sabor a fresas. Amaba besarla, y deseaba no estar enyesado y vendado para poder besarla con más profundidad. La falta de aire nos hizo separarnos y entonces nos quedamos viendo.
- ¿Esto significa que hemos vuelto a ser novios?
Pregunté feliz.
- Creí que eso había quedado explicito en el beso, o en el “Te amo”  o en el hecho de haberme referido a ti como mi “novio”
Solté una risita, a veces Minnie se parecía demasiado a Heechul.
- Te amo…
Le dije y ella sonrió, volviéndome a besar.
- Yo también – dijo, separándose de mí – Y… - me miró fijamente – No me importa si eres famoso, o si no te puedo ver por mucho tiempo, o si no puedo tener citar contigo, o si tengo que ocultar esa parte de mi vida – parpadeé varias veces, no podía cree lo que me estaba diciendo – Te amo oppa… - mi corazón comenzó a latir a toda velocidad de nuevo – Y no me importa nada más, pues sabré que solo eres mío y que solo me amas a mí – sus ojos se llenaron de lágrimas – Mientras me ames solo a mí… no me importa nada más
- Sungmin… - la miré fijamente – Te amo mucho, jamás ¡Jamás! Dejaré de amarte
- Promételo
- No necesito prometértelo, porque lo sabes – sus ojos dejaron escapar las lágrimas – Pero juro que no dejaré que nada nos separe, ni siquiera la fama que tengo, siempre debes de tener presente que mi corazón es solo tuyo
- Kyuhyun… es lo más lindo que me has dicho hasta ahora
- Entonces lamento no decirte cosas bonitas con mucha frecuencia
- Kyuhyun… te amo…
- Yo más
- No, yo más
- No, yo más
- Que no, yo más, soy la novia paciente
- Yo el novio impaciente
- Te adoro
- Te amo
- Yo más
Ambos reímos y nuevamente nos besamos.


***
- Kyuhyun… - ella me miró – Me gusta esto – admitió sonriente – Estar contigo, y que tú seas mi pareja y el padre de mis hijas
- Conejo…
- Creo que no se te hará tan difícil hacer que te vuelva a amar…
Sus mejillas se tornaron rosas de nuevo.
- ¡Sunny! – grité - ¡Creo que para el próximo año te podremos dar otra hermana!
- ¡Kyuhyun!
Minnie me dio un zape y yo la abracé fuertemente.
- Te amor Conejo – le susurré al oído – Lograré enamorarte de nuevo
- Eso espero…



No hay comentarios:

Publicar un comentario