martes, 27 de enero de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 15

Capítulo 15








El llanto de mi bebé me hizo desconcentrar. La tomé en brazos y la arrullé, Jessica se calmó al instante. Miré Minnie y los ojos se me llenaron de lágrimas.
  - Tengo que hacerle un chequeo rutinario
Dijo Kibum, entrando en la habitación.
- Me quedo – le dije y él asintió - ¿Cuándo despertará?
- No es coma… - dijo él, metiendo agujas en el brazo de Sungmin – Así que no será mucho tiempo, pero igual necesita monitoreo
- Ya veo…
- Piénsalo como si fuera una… hibernación
- De acuerdo…
- Ten fe Kyuhyun… - me pidió él – Tus hijas te necesitan
- Lo sé
Miré el rostro de Jessica, ella seguía con los ojos cerrados. Sonreí, era adorable, como Minnie. Besé su frente y la dejé de nuevo en su cuna, ser fuerte siempre fue mi especialidad, pues la aparentaba muy bien.
- Me retiro…
Dijo Kibum y yo asentí.
- Hijo… - omma entró en la habitación – Nos vamos a llevar a Sunny a casa – asentí – No te vuelvas a perder…
- Omma… - la miré, pues sabía a lo que se refería, cuando estuve lejos de mi hija por tres meses, los meses que Sungmin estuvo en coma – Hazla pasar
- Appa…
Miré a Sunny, se veía triste.



Me le acerqué a paso veloz y la envolví en mis brazos. Ella rodeó mi cuello con sus bracitos y yo la apreté contra mi cuerpo, soltando mis lágrimas.
- Te quiero hija – le dije, besando su mejilla – Ahora me tengo que quedar con omma, de acuerdo – ella asintió – Solo será por hoy, lo prometo
- De acuerdo… - dijo ella - ¿Omma volverá también?
- Sí Bunny, ella volverá también – le aseguré, acariciando su rostro – Y seremos una familia feliz – ella sonrió – Tú, yo, omma, y la bebé Jessica
- ¡Sí!
Ella sonrió y me dio un abrazo.
- Vamos Sunny, tenemos que irnos y dejar que omma descanse
Le pidió mi omma.
- Sí – dijo ella, girándose a mí – Te quiero appa
- Yo también Bunny
- Adiós appa
Y entonces las dos se fueron. El resto de mi familia entró a despedirse y desearme buena suerte. No necesitaba suerte, pero los necesitaba a todos ellos, pues me daban fuerzas. La puerta se cerró tras Henry y entonces volví al lado de mi Conejo rosa. Tomé su mano y la besé, contemplando su belleza, y tratando de no largarme a llorar de nuevo.
- Vuelve… - le pedí – Vuelve que sin ti la vida se me va
Y entonces me incliné para besar sus labios…


***
En toda la semana seguí recibiendo mensajes y llamadas de ella, y siempre las ignoraba. Heechul me había dicho que, aunque le partí el corazón a su dongsaeng, estuvo bien mi decisión. Pero la idea de que ella ya no iba a volver, que no la vería hasta que pudiera tener la edad suficiente para viajar solo, o que a mis padres se les ocurra querer ir a Nueva York, me hacía sentir triste. Ya no la vería de nuevo, ya no vería a mi Conejo rosa con su sonrisa enorme y sus mejillas sonrosadas. Ya no había más Kyumin, solo Kyuhyun y Sungmin, pero era lo mejor.




La siguiente semana, la última semana de la “Experiencia Vivencial” de Sungmin, dejé de recibir emails y llamadas. Eso era lo mejor, pues no podíamos seguir adelante si no nos soltábamos primero. Y mi depresión trajo estragos a mi salud y mis calificaciones, pero todo el mundo pasaba de ello, pues comprendían, por todo el tiempo que me conocían, que yo no podía vivir sin Sungmin al lado.
La semana acabó y ella no volvió. Desde que amaneció hasta que el sol se ocultó, lloré encerrado en mi habitación. No podía vivir sin mi Conejo rosa, y no tenerla al lado era difícil. Todos intentaban ayudarme, pero yo no necesitaba ayuda, necesitaba a un Conejo rosado que estaba cumpliendo sus sueños en el extranjero.
Mi cumpleaños fue gris, no tener a Minnie abrazándome y dándome besos, diciendo que era el mejor día del año porque fue cuando su oppa nació, todo eso me deprimía. No podía celebrar un feliz cumpleaños si Sungmin no estaba. Mis padres y amigos me felicitaron, pero yo solo lloraba en una esquina de mi habitación, mentalizándome que había sido lo correcto y que no debía de sentirme tan mal por ello.
La segunda semana de febrero llegó. El clima aún era frio, el viento corría con fuerza y las flores no se abrirían hasta abril. Era un escenario muy deprimente e iba acorde con mi ánimo. La escuela se me hacía tediosa, y yo seguía en una esquina tratando de aparentar fuerza, pues era hombre y no podía dejar que me vieran llorar.
- ¿Ya se enteraron?
Preguntó Hae en el almuerzo.
- ¿Qué cosa?
Preguntó su novio.
- Minnie conoció a un chico muy lindo
Contestó ella y al instante todos me miraron.
- Donghae…
Hyuk le hizo señas para que se callara.
- Lo siento… - Donghae me miró, mordiéndose el labio inferior – Es que Sungmin me mandó un correo, tenía muchas fotos con un chico muy apuesto que también es coreano…
- ¡Donghae, cállate!
Gritó, para sorpresa de todos, Ryeowook.
- Lo siento…
Se volvió a disculpar Hae, yo solo miré mi plato.
- ¿Estás bien?
Preguntó Yesung y yo asentí.
- Minnie y yo terminamos, si ella quiere estar con algún otro chico… - respiré hondo, pues las palabras ardían como ácido contra la piel – Puede estarlo
- Kyuhyun…
Miré a Eunhyuk.
- Está bien… en serio
Mentí, aunque sabía que ellos lo notarían, y aún así mentí.
- No siempre te tienes que hacer el fuerte
- Lo sé… - sonreí de lado – Pero no quiero… que…
- ¡Kyuhyun, no llores!
Me pidió Donghae.
- ¡Donghae tonta!
Le regañó Wookie.
- No, está bien – me limpié las rebeldes lágrimas que rodaban cuesta abajo – Es que…
- La extrañas… - asentí a las palabras de Yesung – Lo sabemos
- Yo no me imagino cómo sería estar en tu situación
Dijo Hyuk y yo volví a mirar la mesa.
- Aún somos jóvenes – empezó a decir Wookie – Pero eso no impide que podamos sentir como lo hace un adulto – asentí – Solo queda que pase el tiempo, entonces será llevadero
- Gracias Wookie…
Sentí el brazo de Eunhyuk rodear mis hombros, luego sentí palmadas en la espalda por parte de Yesung. Me alegraba tener a mis amigos cerca, aunque ellos no pudieran entender del todo cómo me sentía. Mis amigos me abrazaron y luego nos fuimos al salón de clases. Tenía que ser fuerte, por mí y por Sungmin, para que así haga su vida allá, con ese chico, lejos de mí, y que pueda cumplir sus sueños.
Volví a casa, sintiendo como si arrastrara una de esas bolas que encadenan a tu tobillo. En casa Heechul estaba con Siwon, besándose y diciéndose lo mucho que les enojaba el otro ¿Cómo podían besarse y decirse cosas hirientes? Pero el Sichul era así.



Entré en mi habitación y me recosté en mi cama, mirando el “Minnie Altar”





Minnie me sonreía en todas esas fotografías. Mis ojos nuevamente se llenaron de lágrimas y no pude contenerlas. Sollocé contra la almohada hasta que ya no quedaron lágrimas.
La semana pasó rápido. Faltaba poco para que Sungmin y yo cumpliéramos tres meses de noviazgo, y eso me deprimía, pues ya no iba a ser así. Hae, otra vez sin mala fe, había vuelto a mencionar al chico ese. Dijo que era el único amigo que Sungmin había hecho, en parte porque era el único que la entendía; esa noticia no me calló nada bien, pues yo sabía que nadie podía resistirse a los encantos de mi Conejo. Pero de nuevo me reconforté pensando que mi Minnie estaba mejor así.
Los días pasaron rápido. Cada vez me sentía más deprimido, mi depresión iba en aumento conforme nos acercábamos al diecisiete, mi tercer mes con Sungmin, tres meses no logrados. Llegué a casa y dejé caer mi mochila en el suelo, no tenía ánimos para nada. Entré en mi habitación y me recosté en mi cama, contemplando a Minnie en las cincuenta fotografías. La noche llegó y tuve que ser forzado para salir de mi habitación e ir a cenar.
Omma, appa, Siwon, Henry y Heechul ya estaban ahí. La Chula venía a almorzar y cenar todos los días, pues como no estaban sus padres y mi omma la consideraba muy joven para vivir sola, entonces le abrió las puertas de mi casa. Me senté en mi habitual asiento y comencé a escuchar la conversación, aunque no me interesaba en lo absoluto cómo es que el cupcake de caramelo se vendía como pan caliente.
- Y tu omma me llamó, Chula
Dijo mi omma.
- ¿En serio? – preguntó mi noona – A mí me llamó en la tarde, pero supongo que extraña a su amiga de chismorreo
- Sí, supongo – rió mi omma – Me dijo que todo es muy bonito allá, pero que prefiere mil veces Corea
- Debe ser porque no entiende ni “J” lo que las personas hablan
Rió mi appa y omma le dio un zape.
- Me habló de Minnie y que salió con un chico que toca el violín – los palillos se me cayeron al piso – Kim Hyun Joong




- Omma…
Siwon miró a mi omma y esta se llevó las manos a la boca.
- Kyuhyun… - no la quise escuchar, me levanté de la mesa y me fui - ¡Kyuhyun!
Gritó mi omma, pero cerré de un portazo la puerta y coloqué el seguro. Me recosté en mi cama y presioné mi rostro contra la almohada, gritando, llorando, sacando mi enojo ¿Cómo podía ella estar tan tranquila? ¿Cómo podía ya estar saliendo con otro chico mientras yo estaba muriéndome? No podía creer que Sungmin estuviera haciendo esto. Pero todo era mi culpa, pues yo la había alejado. Mi puerta fue golpeada, pero no la abrí. De nuevo la golpearon, no quería abrirla, quería seguir en mi cama llorando.
- Kyu, ábreme
Me pidió Heechul.
- No quiero…
Dije y entonces la Chula golpeó con más fuerza la puerta.
- ¡Ábreme la puta puerta mocoso! – gritó - ¡Si no la abres la romperé a patadas y te sacaré tu mierda por dejarme aquí afuera, dañando mis manos con tu puta puerta!
- Mejor si le abro
Susurré, levantándome de la cama y yendo hacia la puerta. Heechul me miraba con enojo y entró en mi habitación. Se sentó en mi cama y soltó un suspiró, luego me miró.
- Ella no está interesada en él
- ¿Cómo puedes saberlo?
Le pregunté.
- Porque es mi dongsaeng y la conozco – Heechul se sentó en mi cama – Ella debe de estar esperando a que le digas “Minnie, vuelve que sin ti la vida se me va. Vuelve, nadie ocupará tu lugar”
- Pero si lo hago… ella querrá volver a Corea
- Estás en una encrucijada – me dijo ella – Cuando la cabeza no te logra sacar de una encrucijada, tienes que escuchar al corazón
Y diciendo esto, se fue ¿Qué coño significaba eso? No podía escuchar a mi corazón, primero porque lo sentía muerto, segundo porque no podía ser tan egoísta de hacer que ella vuelva ¡No podía! ¡Aunque quisiera, no lo iba a hacer!
Mi teléfono comenzó a sonar, era una llamada de larga distancia. Respiré hondo, no debía contestar, pero también quería volver a oír su voz. Respiré hondo y pulsé “Contestar”
- Yeoboseyo…
- Kyuhyun-ah – dijo ella – Te daré una última oportunidad
- Minnie…
- Dime que quieres que me quede aquí – Minnie estaba sollozando – Que no te importa que salga con un chico, y que ya has dejado de quererme
- Minnie…
- Solo así dejaré de insistir y le diré a mis padres que aceptaré esa dichosa oferta y me quedaré para siempre aquí
- Minnie
- ¡Dímelo!
Ordenó.
- Minnie…
- ¿Es todo lo que vas a decir? – preguntó - ¿Minnie?
- No puedo… - contesté, derramando más lágrimas – Te amo Conejo
Y entonces colgué, sabiendo lo que mis palabras podían causar, pero no me importaba. Heechul había dicho que el corazón te podía sacar de una encrucijada, pues mi corazón me decía que debía de recuperar a Minnie, porque de verdad, sin ella la vida se me iba.
Los días pasaron y no volví a saber de Sungmin. El dieciséis amaneció y con ello un fuerte dolor en el pecho, al día siguiente no la vería. Si mis palabras hubieran tenido algún efecto, ella hubiera vuelto, pero no lo hizo. Quizá solo necesitaba oírme decirlo, para poder estar feliz allá. Como fuese, yo me sentía como mierda.
- Hijo, despierta…
Me pidió mi omma.
- ¿No puedo quedarme en casa?
Le pregunté, ella soltó una risita.
- Hoy es un gran día, tienes que estar despierto
- ¿Por qué es un gran día?
Pregunté, tallándome los ojos.
- Porque sí
Dijo ella, abriendo las cortinas y lanzándome mi uniforme. En el desayuno todos sonreían y repetían que hoy era un “Gran día” No entendía por qué tanto ánimo, pero no quería bajárselos con mi mal humor.
En la escuela noté que mis amigos me sonreían ¿Qué coño pasaba? Me senté en mi mesa habitual sin Conejo y me recosté, esperando que este “Gran día” pasara rápido.


- Kyuhyun…
Eunhyuk me zarandeaba.
- ¿Qué…?
Pregunté con fastidio, volviendo a recostarme en la mesa.
- Las clases ya terminaron
Levanté la mirada, ya no había nadie en el aula ¿Todos se fueron dejándome dormido en la mesa? Miré a Hyuk y él sonrió, mostrando sus encías como siempre.
- Vamos… - me pidió – Hoy es un gran día
- ¿Por qué lo dices?
- Porque sí
Todos me respondían eso “Porque sí” ¡Que coño! Regresé a mi casa frustrado. Cuando entré me encontré con mis padres, sonriéndome… ¡¿Qué mierda pasaba?! Dejé caer mi mochila en el suelo y me les acerqué.
- Kyuhyun… alístate
Me pidió omma.
- ¿Para qué?
Pregunté.
- Iremos al aeropuerto
Me contestó sonriente.
- ¿Para qué?
Pregunté.
- A recoger a tu tío
Contestó ella con rapidez.
- ¿El tío Yoogeun?
Pregunté confundido, pues sabía que el oppa de mi omma estaba en Milán con los abuelos, promocionando la nueva línea de ropa de la abuela.
- Sí, mi oppa Yoogeun
Contestó ella.
- ¿Pero él no estaba en Milán?
- Quiso volver antes, además la abuela está ahí
- Pero…
Miré a mi omma confundido.
- ¡Bueno, basta! – exclamó appa – Obedece a tu omma y alístate
Asentí y caminé hacia mi habitación; entré en ella y me puse lo primero que encontré. Salí de mi habitación y me encontré con toda mi familia y Heechul ¿Por qué la Chula iría a recoger a mi tío con nosotros?
Subimos al auto y en menos de lo que canta un gallo llegamos al aeropuerto. Bajamos y omma me empujó hacia adentro. Estaba incómodo, fastidiado, enojado, solo quería volver a mi casa, a mi cama, para seguir sufriendo en silencio.
Miré a mi familia y vi cómo Heechul sacaba un letrero de colores que decía “Welcome home” eso me pareció extraño ¿La Chula conocía a mi tío Yoogeun? Mi dongsaeng sacó su cámara y me apuntó con ella ¿Qué coño? Miré a todos con confusión, todos me sonreían ¿Qué carajos pasaba?
- ¡Taemin!
Gritó una voz y yo volteé al instante.
- ¡Leeteuk!
Gritó mi omma, corriendo hacia su amiga. Me quedé ahí parado, en shock. Leeteuk abrazó a mi omma y luego abrazó a Heechul. Yo solo la miraba, y miraba hacia el lugar por donde ella había aparecido, a la espera de que ella apareciera.
- Omma, te extrañé – dijo Heechul, abrazado a su madre - ¡Pobre de ti que no me hayan traído regalos! – gritó ella - ¡Y la próxima vez, deposítenme más dinero cada semana!
- Ya Chula – Leeteuk no dejaba de abrazar a su hija – Extrañé a mi princesa engreída
- ¡Engreída tu abuela! – gritó Heechul - ¿Y appa?
- Ahí vienen…
Señaló. Y entonces la vi, con un sweater rosa con un Conejo, arrastrando su maleta rosa. Mi corazón comenzó a latir, era ella…
- ¡Sungmin!
Grité y ella me miró, sonriendo ampliamente.
- ¡Kyuhyunie!
Gritó ella.
- ¡Sungmin!
Grité, corriendo hacia ella. La abracé fuertemente y entonces, la besé.




Era real, ella estaba aquí, conmigo, de nuevo ¡Era real! Ella me sonrió ampliamente, luego me abrazó.
- Te extrañé Kyuhyun…
Dijo ella, apretándome más.
- Sungmin… - ella me miró – Te amo Conejo…
Ella sonrió aún más y entonces nos besamos de nuevo.
- Yo también te amo Lobito…


***
- ¿Kyuhyun…?
Abrí los ojos y me encontré con los de Minnie.
- Minnie…





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2 comentarios:

  1. Unnie no me puedes dejar así TT-TT me encanto el cap espero que actualizes pronto yo estaré esperando ansiosa el siguiente ;)

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    1. Graciasss, siii pronto estaré subiendo el siguiente capítulo ^^

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