viernes, 9 de enero de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 10

Capítulo 10





***
¿Por qué justo este día tenía que tener un evento? ¡¿Por qué?! ¡Demonios! ¡¿Es que al mundo no le importaba que el primero de enero fuera el cumpleaños de Sungmin?! ¡Acelere maldito anciano, no tenemos todo el día! ¡Mierda, llegaré tarde! ¡Con un demonio, la puta luz roja!
Solo al SM Entertainment se le ocurría hacer un evento de año nuevo y hacerme a mí, el chico que quiere estar con su novia e hija después de mucho tiempo, participar. Tenía que llegar al bendito evento, donde recibiríamos el treinta y uno juntos toda la empresa en un mini concierto, y por no querer defraudar a mis fans, acepté. Sin embargo, era treinta y uno, conducir era casi imposible.
Por fin llegué y corrí a los camerinos. Saqué todas mis cosas de mis bolsillos y comencé a cambiarme la ropa. Me acomodé los audífonos y entonces tomé mi billetera; tenía una foto de Minnie y Sunny en ella, sonreí, le di un beso a la foto y salí corriendo.
- Que milagro que llegas tarde

Rió Seohyun, yo solo la fulminé con la mirada.



- Después de esto iré con mi novia y mi hija – dijo sonriente, ella solo me miró con enojo – Quiero pasar el año nuevo con mi familia
- Disfruta mientras puedas a tu linda familia – dijo ella, acercándose a mí con peligrosidad – Porque tan pronto como esa niña rosa recupere la consciencia, será adiosito a Kyuhyunie
- Tú y yo no hicimos nada
La tomé de los hombros y la aparté con brusquedad.
- Díselo a las fotos
Rió ella, dándose media vuelta y yéndose con el resto de TTS. Decir que odiaba a Seohyun era quedarse corto, la quería bajo tierra, decapitada o algo peor, pero bien lejos de mi familia. La odiaría siempre por haber intentado separarme de Minnie, la odiaría por ser la causante de su accidente.
Subí al escenario y comencé a cantar mis tres canciones. Todas, si las escuchabas bien, hablaban de Minnie, de lo mucho que la amaba y de cuanto la extrañaba. Finalicé con un clásico, una de las canciones que me habían hecho colocarme como el número uno; todas mis fans gritaban y coreaban. Esa canción se la había compuesto a Minnie, y se la dediqué cuando le confesé mis sentimientos; fue la primera canción que compuse, esa canción terminó en mi primer álbum y fue uno de mis más grandes éxitos; Minnie era mi inspiración en cada una de mis canciones, tal vez por eso eran éxitos.
- ¡Gracias! – grité, saludando a todos - ¡Feliz Año Nuevo!
Bajé corriendo las escaleras y corrí hacia mi camerino. Me vestí y tomé mis cosas; mi teléfono tenía mil llamadas perdidas de Heechul ¡Mierda! Abrí uno de sus mensajes de voz y respiré hondo…
- ¡¿Dónde mierda estás, cantante de quinta?!
- Sí sabes dónde está – esa era la voz de Henry – En el evento de fin de año de la SM
- ¡Aish, mataré a mi tío por hacernos esto! – gritó Heechul y se escuchó como algo se rompía - ¡Ven pronto maldito desgraciado, queremos cenar y no lo haremos sin ti!
- Mi hyung amaba esa consola…
Escuché que decía Henry y entonces el mensaje terminó ¡¿Qué le habían hecho a alguno de mis bebés?! ¡Ah, maldita sea! Miré mi reloj, el tráfico y no haber podido cantar cuando me correspondía había afectado mi itinerario.
Subí a mi auto y me puse en marcha. Eran las diez y media de la noche y nosotros cenábamos a las nueve, era muy tarde. De nuevo el atolladero se hizo presente, el sonido de las bocinas me irritaba y yo solo apretaba con más fuerza mi manubrio, tanto que los nudillos se me pusieron blancos.
- ¡Mierda, avanza!
Grité y como por arte de magia, los autos comenzaron a avanzar. Llegué a mi casa, veinte minutos después. Todos estaban sentados en la mesa, que estaba vacía, y todos tenían cara de estar hambrientos. Minnie, quien llevaba puesto el gorro de Conejo que le había regalado, tenía los ojos rojos al igual que la nariz ¿Había estado llorando?
- Llegas tarde
Protestaron todos, incluyendo mi hija.
- Omma se puso a llorar porque no venías
Dijo Sunny.
- ¿En serio?
- Es que tenía hambre y no la hemos alimentado – me informó Henry – Come por dos, eso es mucha hambre
- Pues ya llegué – me senté al lado de mi novia, quien seguía llorando – Calma Minnie…
- Minnie…
Lloriqueó ella.
- Serviré la comida
Dijo Leeteuk, yéndose con mi mamá y Heechul. La cena fue servida y todos la devoramos, sobre todo Sungmin, que parecía tener mucha hambre, y era normal, tan pronto como dieran las doce, ella cumpliría ocho meses de embarazo, faltaba un mes para tener a mi hija en brazos. La cena terminó y ayudé a Minnie a ir hacia el jardín con los demás, donde veríamos el show de pirotecnia.
- ¡Diez! ¡Nueve! ¡Ocho! – comenzamos a contar, yo sostenía a Minnie de los hombros y parecía que a ella no le importaba - ¡Siete! ¡Seis! ¡Cinco! – Minnie sonreía y veía a todos con emoción, tal vez no entendía nada pero le emocionaba - ¡Cuatro! ¡Tres! ¡Dos! – miré a Minnie fijamente, ella también lo hacía, me sonreía - ¡Uno! – los ojos de Minnie brillaban, sus mejillas estaban sonrojadas y su cabello volaba con el viento - ¡Feliz año nuevo!
- Feliz cumpleaños Minnie…
Le susurré, apretándola contra mí.
- Llegas tarde…
Dijo ella, soltando una risita.


***
Las clases terminaron y Minnie y yo tuvimos ensayo de la obra, tuvimos que hacer esa escena que antes no nos salía bien, ahora nos salía perfecta (https://www.youtube.com/watch?v=prhdTejTmWA) Luego nos fuimos juntos a nuestras casas; por el camino íbamos hablando sobre lo bien que estaba yendo la obra y lo emocionados que estábamos por el día del estreno. Llegamos a nuestras casas; como Minnie vivía a dos casas de la mía, no importaba acompañarla hasta su puerta, después de todo, soy un caballero.
- Adiós oppa
Ella me dedicó una última sonrisa y entró en su casa. Yo caminé a la mía y entré. Siwon y Heechul estaban besuqueándose en la sala



yo solo pasé de largo para poder entrar en mi habitación. Me sentía triste, pues todos parecían felices: Yesung tenía a Ryewook, Eunhyuk a Donghae, Siwon a Heechul, mi appa a mi omma ¿Y yo? Yo tenía a Seohyun, pero no era la chica que yo quería.
Aun así, Seohyun era la única que hacía que no pensara en Sungmin todo el tiempo. Tal vez Seo era un poco caprichosa y detestaba a Minnie, y con justificada razón, pero estaba ahí, queriéndome. Sungmin siempre estaba ahí también, pero no me correspondía. Yo había empezado a salir con Seo porque ella realmente me gustaba; y aunque ahora es que me daba cuenta de lo muy enamorado que estaba de Minnie, Seo era mi primera novia. Podía darle una oportunidad ¡No! A Seohyun no, a mí, debía de darme una oportunidad de enamorarme de mi novia de nuevo, solo enamorándome de otra chica, lograría dejar de querer a Minnie.
La mañana del sábado amaneció y yo bajé a desayunar. Mis padres no estaban, pero mi hyung sí y era él quien cocinaba. Me senté junto a Henry, este protestaba por el hambre que tenía, y mi hyung se apresuraba lo más que podía. Listo el desayuno, comenzamos a devorarlo, ahora sabía por qué Minnie no quería hijos sino hijas.
- A las seis te llevo a la presentación de Minnie
Me informó mi hyung y yo asentí, entonces el teléfono sonó.
- ¡Yo contesto!
Gritó Henry, corriendo a la sala.
- ¿Cómo van las cosas con Heechul?
Pregunté.
- Bien – Siwon sonrió – Me gusta mucho, cada día me enamoro más de la Chula
- Las Kim tienen algo que hace que no te puedas despegar
Dije y Siwon sonrió.
- ¿Lo dices por Sungmin? – asentí, tapándome el rostro – Estar enamorado no es nada de lo que uno se deba de avergonzar
- No me avergüenzo, solo pienso que enamorarse es doloroso
- ¡Kyuhyun hyung! – gritó Henry con el teléfono en una mano – ¿Tu novia no es Sungmin?
- No…
Contesté, mirando la mesa.
- Entonces tu novia real te llama
Miré a Henry y le arrebaté el teléfono.
- ¿Seohyun? – pregunté temeroso - ¿Qué sucede?
- ¿Por qué tu dongsaeng piensa que Sungmin es tu novia?
Preguntó con clara frustración.
- Porque ella siempre está conmigo, eso ya lo sabes
- Como sea… - rodeé mis ojos, Seo celosa era insoportable – A las cuatro es la película
- ¿Eh?
- La película – volvió a decir ella - ¡¿Kyuhyun, lo olvidaste?!
- No… - mentí – Te veo a las cuatro
- De acuerdo – dijo ella con tono alegre – Te quiero…
- Adiós
Dije, colgando.
- ¿Qué pasó?
Preguntó Siwon, limpiando la cara de Henry.
- Tengo una cita a las cuatro con Seohyun
- ¿Y lo de Sungmin?
- Llegaré – contesté – Lo juro
- Hyung, tú siempre eres impuntual
Dijo Henry y yo lo fulminé con la mirada.
- ¿Por qué siempre tienes problemas con esas dos chicas?
Se burló mi hyung y también lo fulminé con la mirada. El desayuno terminó y cada uno hizo sus labores de la casa. A las tres me vestí para poder salir con mi novia, la idea se me hacía repulsiva.
Llegué al cine con diez minutos de anticipación ¡Y así dicen que soy impuntual! ¡Pues estoy mejorando! Seohyun me esperaba ahí, sonriente. Ella corrió hacia mí y me dio un beso en los labios, yo le correspondí, pues quería hacerlo.
Entramos al cine y la película comenzó. Cada tanto veía mi reloj, pues a las seis en punto tenía que ir donde Minnie. No podía disfrutar de la película, ni siquiera sabía de qué se trataba. Lo único que quería era que ya terminara para poder ir a ver a Minnie.
- ¿Puedes dejar de ver tu reloj? – me preguntó Seo - ¿O es que tienes algo mejor que hacer?
- Es que…
- ¿Qué?
Ella me miró de forma amenazadora, yo no era buen novio y su paciencia debía de haberse colmado.
- Seo… - la miré fijamente, esto no saldría bien y no me importaba – Tengo que ir a ver a Sungmin
- ¿De nuevo ella? – Seo se veía enfadada, tenía el entrecejo fruncido al igual que los labios - ¿Por qué siempre ella?
- Porque tengo que ir a verla
- Pero estás en una cita conmigo, tu novia
- Seo… lo siento… - ella abrió mucho los ojos, entonces su labio inferior comenzó a temblar – Pero Sungmin es importante para mí, más de lo que podrías llegar a serlo tú
No dije nada más. Me levanté de la butaca y caminé fuera de la sala de cine. Miré mi reloj, faltaban veinte minutos para las seis, debía de apurarme…
- ¿Cómo puedes decir eso con tanta frialdad? – preguntó Seo, sosteniendo mi brazo - ¿Cómo puedes decirme eso?
- Seohyun… - la tomé de los hombros y la miré – Lo lamento…
No le dije nada más y me fui corriendo. Tomé el autobús y este comenzó a ir lentamente por las calles. Miré por la ventana la gran cantidad de autos que había en las calles ¿Por qué todos querían salir en sábado? ¡Mierda! ¡Voy a llegar tarde! ¡Maldita película que ni siquiera vi!
Me quedaban cuatro cuadras hasta el dojo de Minnie, y ya iba veinte minutos de retraso ¡Mierda! El tráfico no parecía cooperar ¡Maldito tráfico!
La luz roja hizo que el autobús se detuviera y yo me abalancé hacia la puerta. Esta se abrió y yo corrí por concurrida calle, tropezando con niños y adultos, con ancianas regordetas y muchas bolsas de mercado. Llegué por fin y corrí hacia mi asiento, al lado de Siwon.
Minnie estaba parada en medio del dojo, con su instructor sosteniendo una tabla. Ella me miró, se veía molesta. Miró a su instructor y entonces… la tabla estaba hecha añicos ¡Ay caramba! Minnie hizo una reverencia y entonces volvió a su lugar. Más personas hicieron su presentación, y luego Minnie, con unos chacos, hizo un sinfín de giros y rompió más tablas, definitivamente mi cuello iba a sufrir las consecuencias.
La presentación terminó, le dieron su nuevo cinturón negro con nuevas puntas a Minnie y esta se fue a cambiar. Mi hyung me tenía sostenido de los hombros, apartándome de Kangin que parecía estar molesto conmigo, quizá por haberme perdido la presentación de su hija, por ser un hombre sin palabra y muchas otras cosas que él solía decirme. Minnie volvió y me fulminó con la mirada.
- ¿Cuál es tu excusa para llegar tarde?
Me preguntó, mirándome con severidad.
- Yo…
- ¿Tú…?
Ella me miraba con severidad; incluso con dos coletas con adornos de Conejo y una camiseta rosada, se veía temible; adorable, pero temible.
- Estaba en una cita con Seohyun
- ¡Oh…! – exclamó ella, comenzando a avanzar entre el gentío - ¿Y cómo estuvo tu cita?
- Del asco
Contesté, dándole mi brazo para que se sostuviera, pues a Minnie le ponía nerviosa estar rodeada de muchedumbres y solo así se le pasaba, o eso decía ella.
- ¿Por qué?
- Porque yo no quería salir con ella
- ¿A no?
- No – la miré fijamente, deseando que ella pudiera entenderme – Yo quería venir aquí
- Owww… Lobito… - Minnie sonrió - ¿Entonces qué pasó?
- La dejé en el cine
- ¿La dejaste sola por venir a verme?
Minnie se detuvo y me miró fijamente, con expresión de sorpresa en su rostro.
- Sí
Contesté, rodeando sus hombros con mis brazos y continuando con nuestro camino a la salida.
- ¿Por qué?
Minnie me miraba con confusión, yo solo sonreí.
- Porque tú eres más importante para mí de lo que es ella
- Oppa… - Minnie me miró fijamente, luego sonrió y me dio un abrazo – Las cosas raras que dices – rió – Por eso somos ELF – le correspondí el abrazo, queriendo gritar: ¡Escúchame Conejo!” pero solo le correspondí el abrazo – Te quiero Lobito
- Yo igual Conejo
- ¡Ey! – gritó Kangin - ¡Aparte de llegar tarde, te demoras en entrar al auto!
- ¡Apresúrate oppa, o mi appa te matará!
- Minnie… para compensarte el haber llegado tarde – comencé a decir mientras ella me arrastraba hacia la camioneta de su padre - ¿Qué te parece si salimos mañana a comer un helado?
- No puedo
Contestó ella, llegando al auto y entrando.
- ¿Por qué no?
Pregunté, pues ella nunca me rechazaba un helado.
  - Mañana saldré con Zhou Mi…
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