Capítulo 45
- Lo que debes de
hacer es decirle tú mismo
- ¿Estás segura?
Le pregunté, terminando el café.
- Si yo fuera tú,
Kyuhyun – mi suegra me miró con compasión – Quisiera que me lo dijeras antes de
recordarlo y darme cuenta, de nuevo, que estoy viviendo una mentira – bajé la
mirada y asentí – Recuerda como se puso cuando se enteró de que la abandonaste
- Sí… creo que usted
tiene razón
- Tienes que ser
fuerte y valiente – dijo mi appa y yo asentí – Solo siendo valiente podrás
solucionar esto
- ¿Pero y si me deja
de nuevo?
- Eso nunca lo sabrás
si no le dices primero – miré a mi appa y miré la mesa, sintiéndome mal
nuevamente – Tal vez comprenda, tal vez vea que en todo este año, mientras ella
estuvo en coma, mientras estaba en ese estado de retraso mental, incluso cuando
te alejaba por estar con amnesia, tú jamás te separaste de ella
- Appa…
- Sé valiente Kyuhyun…
***
- ¡¿Por qué demonios
estamos discutiendo ahora?!
- Sabes qué… - Minnie
me miró con enfado – Si eres tan idiota que no lo recuerdas, entonces mejor
vete
- ¡Pero no entiendo!
Grité, viéndola salir de la casa rumbo al “Audi” rosa que le había comprado hace
dos días. Minnie se fue y yo me quedé
parado sin saber qué hacer. Maldije por dentro; después de esa maravillosa
noche pensé que todo estaría bien, pero no… al día siguiente de nuevo volvimos
a discutir y fue por mi culpa: Había olvidado que el sábado tenía mi sesión de
fotos con Vogue, y ese día había invitado a Minnie a almorzar, obviamente no le
cayó bien el que tuviera otro compromiso cuando ya había hecho planes con ella.
Al día siguiente de la sesión de fotos volvimos a discutir, pues en la sesión
de fotos tuve que abrazar a Seohyun y eso no le gustó nada. Ahora los papeles
se invertían; antes era Seohyun la novia celosa de mi amiga, y ahora era Minnie
la novia celosa de mi media amiga ¡Era insoportable! ¡Y solo porque salía con
Seohyun en China!
Una semana después, seguíamos discutiendo. Mi
paciencia, tolerancia, energía, fuerza mental, todo se me estaba agotando, ya
no podía más. En verdad amaba a Minnie, en verdad amaba estar con ella ¡Era la
mujer de mi vida! Pero ya no podía aguantar más esta situación, menos con ella
amenazando con irse cada dos por tres.
Era mi día libre, así que no hice nada, me
dediqué a jugar Starcraft. A las doce en punto preparé el almuerzo, miré
televisión e hice un poco de ejercicios ¿Qué más podía hacer? Todos volverían a
las tres, tenía tres horas. Podía llamar a mis amigos, Hyuk y Yeye habían
vuelto a Corea y estaban libres por lo que tenía entendido. Saqué mi teléfono
pero ninguno contestaba, tal vez no estaban tan libres como pensé. Mi teléfono
comenzó a sonar, pero no era ninguno de mis amigos, tampoco era Sungmin, era
Seohyun. Dude en contestar, sabía que ella molestaba a Sungmin, pero no creía
que algo malo pudiera pasar por simplemente hablar.
- Yeoboseyo
Saludé.
- Kyuhyun-ah – saludó
ella - ¿Estás libre?
- Eh… sí…
Contesté dudoso.
- ¿Quisieras ayudarme
con algo?
- ¿Qué cosa?
- Me han mandado a entrar
en un concurso – explico – Es un reto para un programa de variedades
- Prosigue…
Pedí temeroso.
- Tengo que bailar con
alguno de mis sunbae, y tú eres el único con el que me da confianza hacer esto
- Pero… no soy muy
diestro bailando
- Oh… no hay problema
– Seo rió – No será tan complicado
- Pues…
- ¡Vamos, oppa! –
suplicó Seo – No tengo a nadie más
- De acuerdo… -
terminé aceptando - ¿Quieres vernos ahora?
- Sí, por favor
- De acuerdo – acepté
- ¿En dónde?
- En el edificio de la
SM
Miré mi reloj, Minnie debía de llegar en unas
horas y sabía que tenía el día libre ¿Estaría bien ver a Seo? No iba a hacer
nada malo, solo ayudar a una amiga ¿Eso molestaría a Sungmin? probablemente,
pero todo molestaba a Minnie ¿Cuál sería la diferencia? Definitivamente… mi
paciencia se acabó.
Subí a mi auto y partí rumbo al edificio de la
SM. Ahí estaba Seo, en la sala de baile, estirándose. Un hombre también estaba
ahí, debía de ser el coreógrafo. Saludé a todos y comencé a estirarme junto con
Seo; la verdad es que salir de la rutina de gritos e insultos era agradable,
pero extrañaba a Minnie.
- Comencemos
Nos ordenó el coreógrafo. De verdad que era
divertido hacer algo que no incluyera gritos y discusiones por mi trabajo o por
estar con las personas inadecuadas. Seo y yo reíamos, bailábamos y volvíamos a
reír cuando nos equivocábamos o cuando nos caíamos ¡Era muy divertido!
- ¿Cómo
van las cosas con Minnie?
Preguntó Seo, dándome una botella de agua.
- Pues…
mejorando – contesté – Van mejorando
- ¿Aún
la amas?
- Sí… - sonreí – Con
todo mi corazón – miré a Seo, ella miraba el suelo – Puede que… peleemos todo
el tiempo, pero… aún así la amo
- Eso es tan tierno
Dijo Seo de forma seria, levantándose y
mirándose en el espejo.
- No negaré que a
veces cansa, sobre todo cuando llego a casa cansado del trabajo y ella está
enojada o Sunny despierta con deseos de jugar
- Parece que tener
familia no es lo que tú esperabas
- Es peor… - solté –
No tuve tiempo de hacerme a la idea de que tendría una familia, simplemente
volví y resulta que tenía una hija. Todo lo que quería hacer, todos mis planes
de vida, los vi esfumarse tan pronto me enteré de ello, todo cambió para mí el
día que Sunny apareció en mi vida
- ¿No te agradó la
idea?
- En un inició no –
confesé – Es decir, vine a Corea con la idea de filmar un drama al que
renuncié, pero terminé enterándome de que tenía una hija – recordé a la
perfección ese día – Y luego vino Minnie y… ¡Santo Cielos! Es muy necia… no
quería aceptarme de vuelta y eso… me desesperaba
- ¿Cómo ahora te está
desesperando?
- Creí que… creí que
las cosas podrían volver a ser lo de antes, en verdad lo creí y quiero seguir
creyendo – miré a Seo, ella se arreglaba el cabello – Pero… nada resulta bien
con ella, se está volviendo una histérica y…
- ¿Ya no la soportas?
- En verdad quiero que
funcione, pero ella me pone trabas
- ¿Y qué piensas
hacer para remediarlo?
- No lo sé… aún amo a
Minnie, pero si las cosas siguen así… terminaré huyendo de mi propia cas
- ¿Tanto así?
- Tú no vives con
Sungmin, es insoportable y lo único que desearía sería irte de su lado
- Muchas gracias eh…
- dijo una voz y yo me giré, era Sungmin – Descuida, no tendrás que huir de tu
casa, yo me iré
- Minnie… no, eso no
fue lo que dije
Ella no me hizo caso, solo salió de la sala de
baile. Yo me levanté del suelo y corrí hacia ella, llamándola. Antes de que
entrara al ascensor la detuve, ella solo me miró.
- ¡Suéltame!
Gritó, zafándose de mi agarre y dándome una
bofetada.
- Escúchame…
Le pedí, acorralándola contra la pared.
- ¿Qué quieres que
escuche? – preguntó, empujándome - ¿Cómo soy una histérica y lo mucho que
quieres irte?
- No me refería a eso…
- volví a acorralarla – Sungmin… te amo
- Con todo lo que
escuché lo dudo
- En verdad te amo
pero…
- ¿Pero? – Minnie de
nuevo se separó de mí y volvió a presionar el botón - ¿Preferías tu vida de
famoso sin compromisos?
- ¿Qué?
- Es lo que dijiste –
los ojos de Minnie se llenaron de lágrimas y sentí un nudo en el estómago –
Tenías tantos planes, tantos y los arruiné
- No, no lo hiciste
- Sí… - las puertas se
abrieron – Solo… regresa a tu vida y yo regresaré a la mía
- Minnie… - entré en
el ascensor - ¿Por qué siempre quieres huir?
- Yo no soy la que
huye
- Si lo haces… - mi
voz se quebró – Ya no aguanto… ya no puedo, no así
- ¿Entonces qué? – me
separé de ella - ¿Es el fin? ¿De nuevo?
- ¡Appa!
Gritó una voz; me giré, era Sunny.
***
- Hoy vi a Seohyun
Confesó, dejando su plato en el fregadero y
mirándome desde ahí.
- ¿A si…?
- Sí – Minnie abrió
el grifo – Fui a recoger a Sunny de la escuela y… me la encontré – mis manos
comenzaron a temblar y sentí una presión en el pecho – Dijo que… debía de
recordar lo que ocurrió esa tarde, que no fue nada bonito y que…
- ¿Qué más dijo?
- Toda mi vida cambió
ese día y que si lo recordaba todo podría volver a cambiar
- Minnie…
- Tengo miedo de
descubrir lo que me ocultas – miré a Minnie, ella era lo suficientemente
inteligente como para saber que le ocultaba algo – Pero al mismo tiempo quiero
saberlo
O mai gaa tonto kyu no debiste de haber dicho eso D: dios ahora que va a pasar
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