No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 42

Capítulo 42

- Lo siento…

Volví a decir.

- Ya… no importa, sigue con tu trabajo

Entonces colgó. Suspiré… ¿Estaba empezando de nuevo? Minnie había llamado, me había preparado un almuerzo especial, pero lastimosamente no podía irme, tenía que quedarme para el ensayo del concierto de la SM.

Me sentía triste, ella siempre ponía su corazón en lo que cocinaba, y había hecho algo especial, pero el trabajo no me iba a permitir estar con ella. Esto ya había ocurrido antes y temía que el resultado fuera el mismo. Respiré hondo, ahora tenía una segunda oportunidad, no cometería el mismo error.

- Lo lamento… - volví a entrar en la sala de grabación – Mi novia llamó, algo con respecto a mis hijas

- Eres muy joven para ser hombre de familia…

Rió Shindong.

- Lo sé, pero ya ves… - miré mi teléfono, había una fotografía de Minnie con mis dos hijas – Tengo asuntos en casa

- Bien… - dijo Hangeng – Deja esos asuntos a un lado por un momento por favor, tenemos que terminar esta canción antes de que regreses al ensayo del concierto

- Sí

Volví a colocarme los audífonos y comencé a cantar. Fue un arduo trabajo, y tal vez estaba sacrificando el tiempo con mi novia e hijas, pero era mi trabajo. Salí de la sala de grabación y corrí hacia el estacionamiento con Hangeng y Shindong. Llegamos a tiempo al ensayo; varios de mis compañeros ya estaban ahí, esperando su turno para poder ensayar su número.

- ¡Kyuhyun! – llamó una voz y yo me giré - ¡Hola!

Era uno de mis compañeros de la compañía. Comenzamos a hablar, viendo los números de las chicas y de algunos grupos musicales, todos se veían en forma, yo hace mucho que no subía a un escenario desde Año Nuevo.

- Tu turno, Kyuhyun

Me indicaron y me subí al escenario. La música comenzó y yo comencé a cantar. De verdad que era impresionante la sensación de estar en un escenario con varios ojos viéndote, gritando tu nombre y admirándote. Terminó mi número y bajé del escenario, mis sunbaes y hubaes me empezaron a felicitar.

- Como siempre… - dijo una voz atrás de mí – Eres el mejor

- Gracias…

Le dije, caminando hacia otra parte.

- ¿Ya te separaste de Sungmin?

Me detuve al oír su pregunta. Me giré y la miré, frunciendo el entrecejo. Seohyun no borraba la sonrisa de su rostro y solo se dio media vuelta, yo la detuve.

- ¿A qué te refieres?

- Ella lo recordará Kyu… - fue lo único que dijo - ¿Qué pasará cuando se entere de lo que hiciste?

- Ella no se irá de mi lado, no dejaré que nos separes

- No podrás evitar que ella recuerde

- Claro que puedo

- No – Seohyun me encaró – No puedes

Entonces se zafó de mi agarre y caminó hacia las otras TTS. Me quedé ahí parado, viendo a Seohyun y sintiendo como el pasado venía a atormentarme ¡¿Por qué lo hice?!

***

- ¡Es mi trabajo!

Volví a repetir, guardando mi ropa en el closet.

- ¡Lo entiendo!

- ¡Pues no parece! – cerré el closet de un portazo – Minnie… no me ausento porque me dé la gana

- Lo sé… - Minnie se sentó en la cama – Es que… hace días que no te veo

- Lo sé, Conejo… - me acerqué a ella y tomé su rostro entre mis manos – Y lo lamento… - ella no me miraba, solo miraba el suelo y mis manos – Prometo compensártelo

- ¿En serio?

Preguntó ella, quitando mis manos de su rostro.

- Lo prometo – alcé mi dedo meñique - ¿Qué te parece esta noche?

- ¿Esta noche?

- Sí… espérame lista y salimos a cenar

- ¿Y Sunny?

Minnie miró la puerta.

- Es viernes, Henry está aquí – le recordé – Por lo que veo, ellos son muy unidos

- Lo son, es un tío querendón

- Entonces salimos tú y yo, esta noche, ponte el vestido negro que te compraste la semana pasada

- ¿Pero estás seguro de que podrás?

Preguntó Minnie, parándose y metiéndose debajo de las sábanas.

- Claro que podré, mañana solo tengo sesión de grabación

Contesté, recostándome al lado de ella y abrazándola.

- No me falles…

- No lo haré…

La luz del día chocó con mi rostro, parpadeé varias veces hasta que mis ojos se adaptaron a la luz. Miré a mi lado y Sungmin no estaba. Fruncí el ceño y me levanté de la cama, podía oír ruido desde la habitación de Sunny. Me asomé a la puerta y vi a mi hija y Minnie en la cama, riendo.

- Buenos días

Saludé.

- ¡Appa! – Sunny extendió los brazos y yo corrí para abrazarla - ¿Hoy vas a salir?

- Sí mi amor… tengo que – acaricié su rostro y ella hizo un puchero – Pero no por mucho

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo – miré a Minnie – Llegaré a tiempo para llevarte a cenar y pasar un buen tiempo con Sunny

- Eso espero - dijo Minnie, su desconfianza dolía – Iré a preparar el desayuno – se levantó de la cama y cruzó la habitación – Ve vistiéndote, no hagas esperar a tu productor musical

- Sí…

Miré a Sunny, ella había encendido el televisor, veía Pororo.

- Obedece a omma, a menos que quieras que te castigue

Dijo, mirándome. Asentí y salí de la habitación de Sunny. Me di una ducha rápida y luego bajé a la cocina, Sungmin terminaba su desayuno en silencio ¿Cómo es que habíamos terminado en esto? Antes todo era distinto, disfrutábamos el uno del otro; ahora… siento que ella refuerza el muro que construyó entre nosotros.

- ¿Ya te vas?

Preguntó Minnie, levantándose de la mesa y caminando hacia mí.

- Sí…

Contesté, tomando mis llaves.

- Kyu…

Me giré, Minnie estaba delante de mí. Rodeó mi cuello con sus brazos y entonces me besó. Abracé su cuerpo y continué con el beso, sintiendo como mi corazón latía, quitando los bloques del muro entre Minnie y yo. La falta de aire nos hizo separarnos, Minnie me abrazó fuertemente.

- Conejo…

- Te amo… - soltó – Seré más comprensiva…

- Yo cumpliré con mi palabra…

Nos dimos un último beso y entonces salí de la casa. Llegué al edificio de la SM  y subí hacia el estudio de grabación. Ahí me esperaba Shindong con Hangeng como siempre. Saludé a todos los presentes y entonces entré en la cabina.

Los años de experiencia me habían enseñado que grabar una sola canción tomaba mucho tiempo, desde el perfeccionar mi canto hasta los arreglos que Shindong le haga ¡Era un proceso largo! Miré mi reloj ¡La una de la tarde!

- Vamos a almorzar algo y después continuamos

Dijo Hangeng y todos asentimos. Nos fuimos a un restaurante cerca del edificio de la SM e hicimos nuestro pedido. Miraba mi reloj a cada instante, los pedidos se estaban demorando mucho y el tiempo seguía corriendo.

- Me muero de hambre – se quejó Shindong – Este restaurante está saturado, no volvamos nunca más

- Trato

Aceptó Hangeng y la comida llegó.

- A comer

Dije. Dos horas después estábamos de vuelta en el trabajo ¡Dos putas horas! Primero se demoraron en retirar los platos, luego se demoraron en traer la cuenta y por último se demoraron en darnos el vuelto ¡Que horror! De verdad haría caso a Shindong y no volvería nunca a ese restaurante.

- Tenemos que retomar en el puente

Dijo Shindong, encendiendo la música. Miré mi reloj, las seis de la tarde, ojalá no hubiéramos ido a almorzar. Comencé a grabar mi canción, en verdad tomaba mucho tiempo, y justo era el tiempo lo que menos poseía en este momento.

- Kyuhyun… concéntrate – me pidió Shindong – Va de nuevo

- Mejor… - interrumpió Hangeng – Dejémoslo hasta aquí

- Pero…

- Tienes que ir a descansar, ya son las siete y media de la noche y supongo que en casa te necesitan

- Sí… - miré a mi manager, sintiéndome muy agradecido por su comprensión – Gracias…

- Ve, apresúrate

Salí del edificio y me subí a mi auto. Tenía media hora para llegar a tiempo para ir a cenar con Minnie y jugar con Sunny. Comencé a moverme con lentitud por las calles ¿Y ahora qué pasaba? ¿Por qué tanto tráfico?

Media hora después pasé al lado del camión descompuesto que era el culpable del tráfico. Miré mi reloj, ocho y media de la noche. Continué con mi camino y mi teléfono comenzó a sonar, era…

- ¿Yeoboseyo?

- Kyu… - dijo Hangeng - ¿Por dónde estás?

- A unas cuadras de la SM, atrapado en el tráfico

- Kyu…

- ¿Qué sucede?

Pregunté, molesto, pues quería llegar a casa ya.

- Necesito que vayas al estudio fotográfico “M&M”

- ¿Para qué?

- Necesitan un modelo masculino, el que ellos tenían no llegó

- ¿Y por qué tengo que hacerlo yo?

Empecé a hacer sonar la bocina.

- Porque al pareces te recomendó una de las modelos femeninas y… ¡Es Vogue!

- ¿La revista?

- Sí…

- ¿Cuánto demorará?

Pregunté, viendo el reloj.

- Solo unas cuantas horas…

- No lo sé

- Bueno, decide ahora – me pidió – Esperan la confirmación

Miré mi reloj ¿Ir a casa o ser fotografiado para una revista de fama mundial? No sabía que elegir, en verdad quería esa portada de revista, sería buena publicidad después de tantas cosas que salían de mí; pero al mismo tiempo no estaba muy seguro de ir, pues faltaba poco para las nueve de la noche y yo había hecho una promesa.

- No lo haré

Contesté.

- ¿Estás seguro?

- Ya habrán otras revistas, pero solo una oportunidad para poder cenar con Sungmin y estar con mi hija

- De acuerdo – dijo Hangeng – Buena elección – eso era lo que más me gustaba de mi manager, lo comprensivo que era – Cuídate, hablaré con los de la revista

- Gracias

Dejé el teléfono a un lado y continué con mi camino. Ya eran las nueve y media cuando salí del tráfico y llegué a casa. Todas las luces estaban apagadas y solo se veía una pequeña luz desde la ventana de mi habitación.

Entré en mi casa y subí las escaleras, todo estaba apagado. Caminé hacia mi habitación y entonces la abrí. La luz provenía del enorme televisor, que antes no estaba ahí, que estaba encendido. Caminé hacia él y lo apagué. Mi habitación estaba vacía, no había nadie ahí ¿Dónde podía estar Sungmin? Miré mi reloj, diez de la noche, ya no era hora de cenar y muchos restaurantes debían de estar cerrando.

Salí de la habitación y caminé hacia la de Sunny, abrí la puerta y las encontré a ambas durmiendo, rodeadas de muchos peluches. Sentí una presión en el pecho, les había fallado ¡Pero no había sido mi culpa! No era mi culpa que todo me tomara más tiempo del que debía. Minnie se removió un poco y abrió los ojos, yo sentí miedo.

- Llegaste…

Fue lo único que dijo, levantándose de la cama y caminando hacia la puerta, evitándome.

- Sungmin… - la empecé a seguir – No fue mi… yo en verdad quería… es que…

- Sí, sí, sí… - fue lo único que dijo, sacando su piyama de debajo de la almohada y poniéndosela – Ya no tiene caso que me digas que te tomó más tiempo del debido, hablé con Hangeng

- ¿Por qué no me llamaste a mí?

- Porque quería gritarle a tu manager por mantenerte ocupado

Contestó ella y yo solté una risita, pero entonces me fulminó con la mirada y yo me callé.

- Sungmin… en verdad lo siento… yo…

- Dije que no importa – su voz era seria y con un dejo de amargura – Da igual, al fin y al cabo sabía que no iba a ser posible, casi nunca cumples tus promesas

- No digas eso

- Pero es verdad – Minnie me miró con seriedad y terminó de ponerse la piyama – Te conozco desde los cuatro años y nunca, jamás, has cumplido una promesa

- Eso no es cierto

- Pues entonces ahora soy incapaz de recordar alguna que no hayas roto

- Minnie… - me acerqué a ella – Perdón… - la abracé y agradecí que ella no se intentara zafar – En verdad quería llegar a tiempo, incluso rechacé a la revista “Vogue” para poder llegar, y aún así no lo logré

- ¿En serio hiciste eso?

- Sí… - la miré fijamente, sus ojos brillaban – Porque más importante eres tú que cualquier publicidad barata

- Gracias… - Minnie me dio un beso, corto y frio pero al menos uno – Vamos a dormir, a menos que tengas hambre, en cuyo caso, hay ramen en la cocina, no es mucho

- Estoy bien – la abracé y ella sonrió – Vamos a dormir

Nos metimos debajo de las sábanas y entonces nos volvimos a abrazar.

- Sabes… - miré a Minnie – Sunny hoy dijo algo que… me dolió

- ¿Qué dijo?

Minnie me miró fijamente y vi como una lágrima caía por su mejilla.

- Dijo que tener appa no era como ella se había imaginado, pues nunca estás con ella

- Sunny…

***

- ¿Qué sucede?

Le pregunté a Minnie, ella solo se sostenía la cabeza con una mano y ponía cara de dolor.

- Me duele la cabeza

Confesó.

- ¿Quieres que te traiga algo?

- No, gracias – me miró – Es que… duele pero… - me miró – Se me vienen flashes a la mente, creo que… - me puse nervioso de pronto – Creo que hay algo que intenta que no recupere este recuerdo

- Minnie…

- Mejor ya durmamos – Minnie me dio un beso y yo la apreté contra mí – Es extraño… siento que no quiero recordar, pero tengo curiosidad en saber qué es lo que olvidé

- Minnie…