Capítulo 43
- ¡Por favor! –
Rogaba Henry al teléfono - ¡Perdóname!... No fue mi intención decirlo… Te lo
juro Amber, yo te amo… ¡Por favor!
- Mi dongsaeng se ve
patético rogando
Susurré, tomando un sorbo de mi café.
- Si mal no recuerdo…
- dijo Minnie – Tú varias veces me rogabas para que te perdone
- ¿A sí? – miré a
Minnie y ella sonrió – No lo recuerdo
- ¡Claro que sí! –
Minnie rió – A cada momento, tu appa rogaba por mi perdón
Sunny rió.
- Appa rogaba a omma
– reía – Pensé que era el de los pantalones
- ¿De dónde sacas
esas frases?
Le pregunté a mi pequeña hija.
- De tía Chula
- No la dejes tanto
tiempo con Heechul
Le susurré a Minnie y esta asintió.
- ¡Oh, mi pequeñita!
– Minnie abrazó a Jessica – Pronto tendrá cuatro meses, está creciendo
- Omma… ¿Cuándo me
darán mi nueva hermanita?
Preguntó Sunny, cruzándose de brazos.
- Pronto, lo prometo…
Abracé a Minnie y ella se removió incómoda.
- Sunny, vámonos a
jugar
Ordenó Henry, tomando la mano de mi hija y
arrastrándola hacia las escaleras.
- Henry debe de estar
muy molesto
Murmuré.
- Kyu…
- ¿Qué pasa, Conejo?
- Yo… - me miró
fijamente – Quiero llamar a la cigüeña
- ¿En serio? –
pregunté alegre - ¿Ahora?
- ¡No! – Minnie se
separó de mí – Ahora no
- Entonces… ¿En la
noche?
- Pervertido… - dijo
Minnie, negando – Quiero llamar a la cigüeña, pero… - me miró fijamente, luego
dejó a Jessica en su coche – Cuando haya recuperado toda la memoria…
***
- No lo olvides – me repitió Hangeng – La
sesión de fotos se postergó y “Vogue” te
quiere el sábado
- De acuerdo, ya
entendí, lo recordaré
Volví a decir, caminando a paso veloz hacia el
estacionamiento. El camino a casa fue corto, sin tráfico y de día era corto.
Llegué a casa y encontré a Minnie cocinando el almuerzo.
- Hola mi amor
La saludé con un beso en la mejilla.
- Hola
Sonrió.
- ¿Cómo estás?
- Bien – contestó
ella, aún sonriendo - ¿Cómo estuvo tu día?
- Bien
- ¿Mañana podemos
hacer algo juntos?
Me mordí el labio, maldiciendo porque no quería
otra pelea, menos ahora que se le veía de tan buen humor. Minnie me miró y su
sonrisa se disipó, maldije de nuevo. Minnie regresó a los vegetales, mirándolos
con el entrecejo fruncido y cortándolos con excesiva fuerza.
- Es que… mañana… es
la entrega de premios y…
- Aja, no importa –
cortó ella, aplastando un par de ajos y haciendo retumbar todo – Debí de
imaginar que algo así se presentaría
- Minnie, ya hablamos
de esto…
- Si, lo hablamos
ayer cuando tuviste una entrevista; lo hablamos antes de ayer cuando tuviste
una firma de autógrafos; lo hablamos el día anterior a ese cuando me cancelaste
una cena porque tenías mucho trabajo; y lo estamos hablando ahora porque tienes
una entrega de premios
- Minnie…
- Ojalá que ganes –
dijo, abriendo el refrigerador – Porque los premios de novio y padre del año
obviamente no los conseguirás
- ¡Sungmin, ya basta!
– protesté - ¡Siempre estamos teniendo estúpidas peleas!
- ¡No son estúpidas,
estoy reclamando algo justo!
- ¡No, no es cierto!
– grité - ¡Todas las peleas las originas con tus protestas!
- ¡¿Y no tengo acaso
derecho a protestar?!
- ¡No! – grité de
nuevo - ¡Protesta cuando te falte algo, cuando no esté atento a ustedes dos,
ahí protesta! – Minnie no dijo nada y siguió cocinando – Intento balancear mi
caótico trabajo con mi papel de padre y novio, no es fácil
- Antes lo era…
- ¡No, no lo era! –
le quité el cuchillo de las manos y lo lancé al fregadero - ¡Nunca lo fue y tú
no me ayudas en nada a que sea más fácil!
- ¡Claro que sí!
- ¡No! – respiré
hondo – No lo haces… - Minnie miró el suelo y luego a mí – Siempre estás…
enojada por mi trabajo… lo único que ha cambiado con respecto a eso es que
antes eras comprensiva, antes no hacía tanto lio por no poder estar contigo y
así te conformabas, eras más tolerante
- Antes también me
afectaba no tenerte cerca
- Me imagino – dije,
tomando su mano – Pero… me haces sentir miserable con tu actitud, siempre
enfrentándome, reclamándome – Minnie se mordió el labio inferior - ¿Qué cambió?
- Que te fuiste –
contestó ella – La forma en la que… me traicionaste, la forma en la que me
decepcionaste – sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas – Ha sido un patrón
en nuestra relación: Felices, me decepcionas, te perdono ¡Es un circulo
vicioso! – se restregó la lágrimas – Solo estoy esperando a que nuevamente me
decepciones
- Minnie…
- En verdad lo
siento… pero es que… - Minnie volvió a tomar el cuchillo y continuó con los
vegetales – Ya sé que harás otra cosa que hará que me decepcione… creo que solo
quiero evitar el sentirme miserable cuando eso suceda
- ¿Y por eso me haces
sentir miserable a mí?
- Lo lamento – volvió
a decir – No es mi intención, solo… es mi mecanismo de defensa contra ti
No dije nada más. Me fui de ahí y me encerré en
la habitación ¡¿Por qué tenía que ser así?! Me estaba esforzando pero cada
ladrillo que tiraba era mil que ella volvía a poner ¡¿Por qué?! ¿Qué debía de
hacer para repararlo? Si tan solo no la hubiera abandonado de esa forma hace
tres años, tal vez no estaría así ahora. Pero ya nada podía hacer, no se puede
viajar en el tiempo y solo me queda intentar mejorar ¡¿Pero cómo?!
Volví al edificio de la SM sin almorzar, después
almorzaría, por ahora quería irme de casa. Subí a la sala de baile. Tenía un
dueto para mañana, un dueto con Seohyun. La idea no me emocionaba mucho pero la
canción era agradable. Tomé mi micrófono y comencé a cantar, mirándome al
espejo, imaginándome a mí en el escenario. Terminé de cantar y escuché
aplausos, me giré, Seo estaba en la puerta, sonriéndome.
- Muy buen trabajo
oppa
- Gracias…
- ¿Listo para mañana?
– preguntó, acercándose a mí y tomando el otro micrófono – El premio mayor es
para ti
- Eso dicen… pero
puede ganar cualquiera
- Cualquiera no, solo
tú
- Gracias…
Miré a Seohyun. Cuando estaba en China, ellas y
el resto de TTS se mudaron allá a aprender un poco de chino y a promocionar su
álbum en China. Nuestra compañía quiso que nos reuniéramos ellas y yo, nosotros
obedecimos; de esta forma nos volvimos a ver, desde la graduación que no sabía
nada de ellas. Desde ese día ella y yo volvimos a salir, como amigos,
espontáneamente, al cine o a cenar, nada serio, por lo menos de mi parte.
Recordé, en esos momentos, lo divertida que era
cuando la conocí, lo que me llamó la atención en ella y me llevó a confesarle
mis sentimientos; pero había algo que evitaba, de nuevo, que me gustase en un
cien por ciento, ahora podía entender que eso era Sungmin. También salí con
otras chicas antes de regresar, pero ninguna era como Seohyun, de seguro era
porque era la única que me conocía un poco más que las demás, pero de todas
formas jamás dijimos nada, solo eran salidas de amigos sin compromiso.
Cuando regresé a Corea, Hyoyeon me dijo que Seo
era una perra. La verdad es que Seohyun nunca fue una princesa ni mucho menos,
pero tenía sus virtudes, era agradable. Supongo que el único problema que
Seohyun tenía era su mala actitud frente a Sungmin, una chica que nunca le
había hecho nada, excepto tal vez… enamorarme. Fui el novio de Seohyun por un
año, luego la abandoné por Minnie, de la misma forma que abandoné a Minnie, sin
mucho tacto, solo me fui, me alegraba que no hubiera mucho rencor por ello.
- ¿Quieres ensayar?
Preguntó y yo asentí.
- Sí… - contesté –
Aún pienso que le falta sentimiento a la presentación
- Es que es obvio –
dijo, tomando un micrófono y amarrándose el cabello en una coleta – No puedes
ponerle sentimiento a una canción romántica que vas a cantar con otra chica que
no es Sungmin
- Seo…
- Pero de todas
formas, esfuérzate un poquito
- Gracias – sonreí –
Que comprensiva te has vuelto
- Son los años de
práctica – dijo – Además, siempre fui una chica comprensiva ¿Recuerdas?
- Algo…
Contesté, encendiendo la música. Comenzamos a
practicar; me agradaba mucho tener este momento de paz, sin trabajo estresante,
sin una vida estresante, sin una novia estresante, solo yo con la música. Seo
sonreía, la canción era muy bonita, nos iba bien a ambos con ella.
- Eso estuvo mejor –
dijo sonriente - ¿Tienes algo que hacer?
- Supongo que tengo
que volver a casa
- Wow… - Seo soltó
una risita – Lo dices con una animo – miré el suelo – Pareciese que no
quisieras volver a casa
- Bueno…
- ¿Hay problemas con
Sungmin? – preguntó de pronto – Pensé que con lo de su hija, las cosas entre
ustedes estaban bien
- Lo están – aseguré,
aunque no estaba muy seguro de mis palabras ¿Las cosas estaban bien entre
nosotros? Las palabras de Sungmin volvieron a mi mente, ella ya no creía en mí
– Solo que no seguimos adaptando al cambio
- Lo superarán, ya
verás, ustedes siempre estaban juntos en la escuela
- Sí…
Era verdad, nunca estábamos separados; pero
había un problema: Eso fue antes de que la abandonara. Ahora todo era incierto
y no sabía cómo arreglarlo.
- ¿Quieres ir por un
café?
Preguntó y yo miré mi reloj, siete de la noche
era lo que marcaba.
- Creo que… - me lo
pensé bien ¿Iría a discutir con Minnie? ¿Debía de volver para evitar una pelea?
En verdad me apetecía un momento de paz, aunque quería estar con mi novia. Miré
de nuevo a Seo, un café no nos tomaría mucho tiempo y podría estar en casa a
tiempo para la cena – Vamos…
Seo sonrió y salimos de la sala de baile. Nos
subimos en mi auto y partimos al Starbucks más cercano. Seo buscó una mesa y yo
hice el pedido de dos frapuchinos. Nos sentamos a beber el frío café mientras
conversábamos y reíamos. Era divertido tener un momento de paz para variar,
porque últimamente estaba teniendo caos en casa. Miré mi reloj, siete y media,
el café no había tomado mucho tiempo.
Nos volvimos a subir en mi auto y dejé a Seo en
su edificio, por suerte me quedaba de paso a casa. Llegué a mi casa, aún era la
hora de la cena. Bajé emocionado del auto y entré en mi casa.
Había un sinfín de juguetes en la sala, tirados
por todas partes. Continué caminando y comencé a pisar crayones; miré el suelo,
se estaba manchando con los crayones aplastados ¿Qué demonios le había pasado a
mi sala? Continué caminando y entré en la cocina ¡¿Qué demonios había pasado?!
Había harina, chocolate, leche, todo revuelto ¡Todo hecho un desastre! Dejé mis
llaves y el celular en la mesa y comencé a levantar los trastos sucios ¡Era
inaudito! ¡¿Cómo es que convirtieron mi casa en una pocilga! No es que fuera la
persona más pulcra del planeta, pero me gustaba el orden ¡Y esto era todo lo
contrario al orden!
- ¡Sungmin! – grité,
subiendo por las escaleras - ¡Sungmin!
Entré en mi habitación y no encontré a Sungmin.
Caminé hacia la habitación de Sunny y ahí las encontré, durmiendo, con un
platón de galletas regadas en la cama y un pastel de chocolate… bueno, eso
explicaba el desorden. Me acerqué a Sungmin y le toqué el hombro, ella empezó a
parpadear.
- Hola…
Saludó con voz cansada.
- ¿Por qué la casa
está hecha un desastre?
Pregunté con amargura.
- Tenía que mantener a
Sunny entretenida – contestó, levantándose de la cama - ¿Dónde estuviste?
- En el trabajo –
contesté y ella me miró con una ceja alzada – Pensé que llegaría a tiempo a
cenar, pero veo que comieron solo postre
- Sí… - Sungmin rió –
Te extrañé mucho…
- Yo más…
La tomé de la cintura y la acerqué a mí, ella
solo sonrió, rodeando mi cuello con sus brazos. Me incliné hacia adelante y
junté mis labios con los de Minnie, me alegraba que su buen humor aún se
mantuviera. Mi estómago comenzó a rugir y Minnie soltó una risita.
- ¿Quieres un poco de
pastel?
Preguntó, tomando el pastel de la mesa de noche.
- Sí
Contesté sonriente y juntos bajamos a la cocina.
- Prepararé café –
dijo Minnie – Me alegra que hayas llegado a tiempo
- A mí también – le
di un beso en la mejilla y ella sonrió – Iré a cambiarme por algo más cómodo
- Ve…
Ella asintió y yo subí las escaleras a la
carrera. Entré en el baño y me aseé un poco, me puse lo primero que encontré y
volví a bajar las escaleras. Al abrir la puerta de la cocina encontré a Minnie
con mi celular en las manos y el entrecejo fruncido; el miedo empezó a inundarme…
- ¿Minnie…?
- En el trabajo… -
dijo, mostrándome la pantalla en donde se veía el selca que nos habíamos tomado
en la cafetería - ¿Tu trabajo era tomar café con Seohyun? – preguntó – “Muchas gracias por el café, Kyuhyunie, me
divertí mucho, ojalá lo podamos repetir”
- Minnie…
- Me mentiste
- No es cierto – tomé
la cafetera y me serví una taza – Sí estuve trabajando, ensayando para la
entrega de premios de mañana
- ¿Y por qué estabas
con Seohyun en el Starbucks?
- Me invitó un café
- ¿Y no podías
negarte?
- ¿Por qué tendría
que hacerlo?
Pregunté, sintiéndome cada vez más enojado.
- Oh no sé – dijo
Minnie con ironía – Quizá porque en casa tienes una familia que espera por tu
llegada
- ¡Es mi trabajo! –
dije, levantando un poco la voz sin poder contenerme - ¡Mi trabajo no tiene una
hora de ingreso y una hora de salida!
- ¡Pero lo menos que
espero es que cuando te den tiempo libre, estés aquí! – gritó Minnie - ¡Piensa
en Sunny, necesita a su appa, y tú querías ser su appa!
- ¡Eso hago! – grité
también - ¡¿Acaso no vine hoy a la hora del almuerzo?!
- ¡¿Y acaso te
quedaste?! – preguntó y yo me quedé callado - ¡Te largaste simplemente! ¡Eso es
lo único que sabes hacer!
- ¡No es cierto!
- ¡Sí lo es! – Minnie
se veía furiosa y yo cerré los puños, intentando tranquilizarme - ¡¿Para esto
me pediste ser el appa de Sunny?! ¡La misma Sunny me dice que da lo mismo
haberte conocido! ¡Nunca estás en casa como para saber lo que es ser un appa!
- ¡Basta! – arrojé la
taza al fregadero y esta se hizo añicos – Basta… - respiré hondo, viendo el
rostro asustado de Minnie – Ya no puedo con esto…
Salí de la cocina.
- ¿Qué harás? –
preguntó Minnie, siguiéndome - ¿Te volverás a ir? ¿Nos echarás de la casa?
¡Responde!
- ¡Claro que no! –
grité, tomándola de los hombros – No será eso lo que tú quieres
- Lo que yo quiero es
tener algo de normalidad
- Lamentablemente no
puedes… no conmigo
- Eso es lamentable
Minnie se alejó de mí y volvió a la cocina.
- Minnie…
- Tal vez… - me miró
fijamente – Tal vez las cosas son irreparables entre tú y yo
- ¿Qué…?
- Piénsalo Kyuhyun… -
me pidió – Nunca hemos discutido tanto como en estas últimas semanas
- Minnie…
- Podemos… podemos
acabar esto y hacerlo llevadero para Sunny…
- Minnie… no…
***
- Me
gusta estar en el parque
Decía Sunny, tomada de mi mano y de la de
Sungmin.
- A mí me gusta salir
como familia
Confesé y Sungmin sonrió.
- A mí también
- ¡Kyuhyun oppa!
Escuché una voz y Minnie hizo un puchero. Me
giré a ver ¿Qué mierda quería ahora? ¿Es que amaba atormentarme? Maldito el día
en que me fijé en ella y le pedí que fuera mi novia, de no ser por eso, ahora
podría ser completamente feliz con Minnie.
- Seohyun…
Saludé, mirando como Minnie fruncía el
entrecejo.
- ¿Cómo están? -
preguntó la recién llegada - ¡Sunny! – mi hija la miró y agradecí a los cielos
que ella no supiera lo que había pasado - ¡Estás bellísima!
- Gracias…
Dijo mi hija en un susurro.
- ¡Minnie!
Seo le dio un abrazo a Minnie y yo sentí cómo el
estómago se me revolvía.
- Hola
- ¡Oh, la pequeña
Jessica! – Seo intentó acariciar la mejilla de mi bebé, pero Sungmin la apartó
– Que bendición es haber tenido una hija después de tan terrible accidente que
tuviste
- ¿Qué?
- Fue horrible, todos
nos asustamos cuando tuviste tu accidente – Seo me miró - ¿Verdad Kyuhyun?
- Seo…
- Él estaba conmigo cuando
pasó eso
- ¿De verdad?
Minnie me miró confundida.
- Estábamos
discutiendo
Le expliqué.
- ¿Por qué discutían?
Preguntó Sunny y Seo sonrió de forma macabra.
- Porque Seohyun es
algo que no puedo nombrar delante de ti – Seo me fulminó con la mirada – Si nos
disculpas, estamos pasando un momento en familia
- Que linda familia te
formaste – dijo, aún con su sonrisa – Espero y la conserves
- Lo haré
La miré con seriedad y Minnie me miraba a mí con
confusión. Seo se despidió de todos y siguió su camino, al igual que yo con mi
familia. Minnie iba callada, yo me sentía nervioso.
- Kyuhyun…
La miré, temblando por dentro.
- Minnie…
- ¿Qué pasó el día
que tuve mi accidente?
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POM POM POM!!!!!! ¿QUÉ HABRÁ PASADOOOO???? DESCÚBRANLO EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO!!! MUAAJAJAJJAJAJA
TT.TT unnie eres mala me haces quedar con la duda no se vale :'( maldita seohyun (hahahaha yo rapidamente cambiando de humor) esperare paciente el próximo capítulo pd: cuando subiras "arbol de la vida" quiero saber en que continua
ResponderEliminarsubiré ahora, es que creí que nadie la leía
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