SEGUNDA TEMPORADA
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Capítulo 33
- Y antes de… - el rey tomó un
poco de aire – Inaugurar oficialmente el Hospital Infantil de Santa María – el
rey se acomodó en su silla de ruedas – Mi hijo, el príncipe Donghae, quiere decir
unas palabras
Donghae se levantó de su silla y se acomodó en el podio.
Alcé el volumen, mis amigos y yo
estábamos en mi habitación, viendo todo desde el palacio. Mi corazón latía con
fuerza, tenía miedo. Sabía que mi tía y Jin Kyong estarían viendo la televisión,
lo sabía, pues era el primer discurso en público que Donghae daría ¿Cómo se
tomarían la noticia?
- Miembros del parlamento,
senadores, pueblo de Corea – saludó él – Debido a las circunstancias con
respecto a la salud de mi padre, y como es mi derecho y deseo de mi padre,
ascenderé al trono como el próximo rey de Corea del Sur – todos aplaudieron –
Como la ley dicta, al no tener los veinticinco aún cumplidos, hago el anuncio
de que me casaré con mi novia, Kim Min Jee
En la pantalla se escuchó un “¡Oh!” Mis amigos me felicitaron y yo sentí que el corazón me latía
con mayor velocidad. No podía dejar de pensar en si mi tía veía la televisión.
Me preocupaba demasiado el hecho de no poder llegar a ser feliz con Donghae por
culpa de mi tía o Jin Kyong. Ambas estaban desquiciadas, podían hacer de todo.
- Quita esa cara, Donghae no
permitirá que la loca de tu tía te toque
Dijo Sun, abrazándome.
- Ahora sin más, queda
oficialmente inaugurado el Hospital Infantil de Santa María
Todos aplaudieron. Mi teléfono comenzó a sonar era Kangin,
le colgué al instante. De nuevo sonó mi teléfono, era Taeyeon. Una sensación de
nostalgia me invadió, hacía mucho que no hablaba con mis amigas de Mokpo,
parecía que ellas hubieran quedado atrás, en otra vida.
- ¡Te casarás con el príncipe
heredero!
Gritó con emoción.
- Eso parece
- ¡¿Cuándo será la boda?!
Esa era la voz de Yuri.
- ¡¿Quién diseñará tu vestido?!
Dijo Taeyeon.
- No lo sé
Contesté, sintiéndome rara al hacerlo. Era extraño para mí
hablar de bodas y príncipes, parecía un sueño.
- Eres la persona más afortunada
sobre la faz de la tierra
Dijo Sooyoung.
- Serás la reina de una potencia
mundial
Dijo una voz masculina.
- ¡Minho!
Me sentía feliz de oír a mis viejos amigos. Conversamos unos
minutos más, haciéndome prometer que los invitaría a la boda. Dejé mi teléfono
a un lado y continuamos viendo la ceremonia de inauguración del nuevo hospital
infantil. En eso entró la nana con Leeteuk y se me acercaron.
- Señorita Kim – dijo Leeteuk –
Como una orden del príncipe, empezará con su educación a partir de mañana
- ¿Qué? – pregunté sin entender -
¿Qué educación?
- Tiene que aprender los
protocolos para la boda, los protocolos reales, ceremoniales y el protocolo
para la coronación – al oír esa palabra sentí que el corazón se me detenía –
Además de los siguientes temas: Historia, Geografía, Español, Francés, Chino, y
Japonés – pestañé ¿En verdad esperaban que aprendiera todo eso hasta diciembre?
¿O hasta que el rey muriera? – Y deberá de aprender Arquería, Equitación,
Cricket, Música y Danzas Clásicas
- ¿Esto es en serio?
- Muy en serio – contestó Sun –
Tienes que dominar todo esto Min Jee – como siempre, Sun me iba a dar una
lección – Dejarás de ser una simple muchacha y pasarás a ser la princesa
heredera tan pronto como digas tus votos matrimoniales ¿Entiendes eso?
- Pero sin presiones
Bromeó Hyuk, pero yo no me sentí mejor. Ser reina solo era
una consecuencia de estar con Donghae; lo que yo quería era poder vivir el
resto de mi vida con él, porque lo amaba, y si tener que ser reina era
requisito para ello, pues entonces lo afrontaría. Sin embargo no dejaba de
darme miedo ese tema ¿Podría llegar a ser buena reina?
- Son las diez de la mañana – dijo
Kyuhyun, mirando su teléfono - ¿Vamos a la piscina?
Todos asentimos y nos cambiamos. El sol brillaba, era un día
excelente para pasarla en la piscina. Los chicos jugaban en el agua y mis
amigas y yo tomábamos el sol. Me encantaba la sensación de calor sobre mi piel,
era relajante. En momentos así, donde estaba tan relajada, es que no sentía
miedo.
- ¿Quién dijo que estar aquí iba a
ser como estar en un palacio?
Preguntó Yang Mi, echándose más bloqueador.
- No me acuerdo – contesté riendo
– Pero qué esperabas, es un palacio
- Es solo mi humilde casa
Dijo Sun y Yang la miró con extrañeza.
- ¿Qué tiene de humilde?
Preguntó riendo.
- En que siempre pintamos del mimo
color
Todos reímos. Me estaba empezando a acostumbrar a esta
eterna felicidad, y eso me preocupaba, pues sabía que tarde o temprano, todo
eso acabaría. Mi tía no iba a detenerse, sabía que no podría ser feliz con
Donghae hasta que ella no estuviera. Sin embargo, no podía matarla o hacerle
algo malo, no sería capaz de hacerle daño a ella o a Jin, porque al fin y al
cabo, quisiera o no, era mi familia.
- Señorita Kim –
Leeteuk volvió a aparecer – El príncipe Donghae ha llegado, solicita su
presencia
Miré a mis amigas y me cubrí las piernas con mi pareo azul.
Seguí a Leeteuk dentro del palacio, él me llevó a una pequeña sala donde había
muchos cuadros de familias, debía de suponer que eran las distintas familias
reales alrededor de los tiempos. Donghae estaba sentado en un sillón y me
sonrió al verme, yo me sonrojé pues solo llevaba puesto un bikini blanco.
- Hola
Me saludó.
- Si me disculpan, me retiraré
Leeteuk hizo una reverencia y se fue, cerrando la puerta.
- Te vi en la televisión
Dije y él sonrió.
- ¿No te parece divertido todo
esto? – me preguntó y yo lo miré sin entender – Me refiero… - me miró y me
invitó a sentarme a su lado. Obedecí y él me rodeó con sus brazos – Antes tú no
podías verme ni en pintura – reí – Y yo te odiaba con todo el alma – lo miré –
Y ahora no te quiero soltar nunca
- Bueno… ya sabes lo que dicen:
Del odio al amor hay un solo paso
Él soltó una risita.
- Supongo que sí
Me dio un beso y yo sonreí.
Él miró al suelo, se veía
triste, eso me pareció extraño. Siempre pensé que oficializar una relación era
motivo de alegrarse, pero él no lucía tan alegre como yo lucía.
- ¿Pasa algo?
Me arriesgué a preguntar, él solo sonrió de lado.
- Temo que te enojes
Me contestó, apretándome más contra sí.
- ¿Por qué? – pregunté, sintiendo
el miedo nacer en mí - ¿Te estás arrepintiendo?
- ¿Bromeas? – ahora me miraba con
enojo – Min Jee… ¿No te queda claro cuánto te amo? – me encogí de hombros – Te
amo mucho mi Ratona – me miró a los ojos, sus ojos rasgados brillaban – No
puedo esperar a la boda, para así poder estar siempre con mi Ratona
- ¿Entonces por qué tienes esa
cara?
Pregunté.
- Es que… - Donghae rió con
nerviosismo, era algo que no quería decirme o temía decirme – Con el viaje a
América, el anuncio de nuestra boda, y todo lo demás… - me miró a los ojos – No
he podido hacer mi “Viaje de Verano con Jin”
- ¿Qué?
Pregunté, esperando que no notara mi disconformidad.
- Cada año… - Donghae sonrió
mucho de pronto – En verano, nos vamos a alguna parte del mundo que ella quiera
ir. Siempre escoge los mejores lugares, yo siempre me encargaba de los preparativos,
o más dicho, Leeteuk lo hacía – él rió – Lo hacemos desde que teníamos ocho
años, íbamos con mi madre y mi padre. Una semana entera compartiendo la misma
habitación, jugando, paseando, divirtiéndonos
- ¿Dormían en la misma
habitación?
- Sí – contestó él riendo – Es
muy divertido dormir con tu mejor amiga, sobre todo si ama las películas
infantiles
- ¿Te gustan las películas
infantiles? – pregunté sorprendida - ¿Hasta cuándo compartieron habitación?
- Hasta el año pasado – contesté
y yo sentí como si me hubieran pateado en el estómago – Una vez fuimos a
Francia, otra vez fuimos a Nigeria, fuimos a Perú, a Canadá, Brasil, a todo el
mundo – sentí un aguijón clavarse en mi pecho – Era lo que más esperaba del
verano, esa semana con Jin. Han sido diez viajes, nunca hemos obviado un
verano, ni cuando mi madre murió. Ella insistió en que lo hiciéramos, que sería
un buen cambio para mí, el salir de casa – la sonrisa en el rostro de Donghae
no se iba, y me dolía pues hablaba de Jin – Ella puede ser muy molesta a veces,
pero es mi mejor amiga y la…
- ¿La…?
Pregunté, mirándolo fijamente y separándome de él.
- La forma en la que te amo a ti
no es la misma forma en la que amo a Jin
Al oír aquellas palabras sentí que mi mundo se desmoronaba
¿Y si mi tía y Jin tenían razón después de todo? ¿Y si Donghae amaba a Jin más
de lo que decía o aparentaba? Tal vez sí era verdad que él sentía algo por Jin,
lo podía notar en cada una de sus palabras o expresiones. Tal vez él siempre
estuvo enamorado de ella, pero no lo podía admitir y lo ocultó en la duradera
amistad que ellos tenían. Si eso fuera verdad… ¿Qué era yo en esta telenovela?
Recordé las palabras de mi tía ¿Y si tenía razón? ¿Si yo no hubiera aparecido,
él estaría ahora comprometido con Jin? Pero yo era la que estaba comprometida
con él ¿Por qué? ¿Qué había hecho para enamorarlo? Yo no lo conocía en lo
absoluto, solo sabía su color favorito, su comida favorita, su miedo a los
fantasmas, la aversión al rosado, pero no sabía más allá de eso ¿Cuáles eran
sus sueños? ¿Cuáles eran sus metas, además de ser rey? ¿Qué le gustaba hacer,
que no? Todo eso lo sabía Jin Kyong, no yo.
- Deberías ir a ese viaje,
llamarla y decirle que irán a su “Viaje
de Verano”
- ¿No te molestará? – me preguntó y yo negué – Vamos a ir solo los
dos ¿Sabes eso?
- Lo suponía
Fue lo único que dije. Él sonrió y yo miré al suelo. Sus
brazos me rodearon y me volvió a estrechar contra sí.
- Me encanta que, aunque te
molesta mucho, no dices nada – lo miré a los ojos, él sí me conocía bien – No
lo hagas, si te molesta dímelo – me pidió – Somos una pareja, debemos de
comprendernos
- ¿No irás entonces?
Pregunté y él negó con la cabeza.
- Quiero
pasar el resto de mi verano con mi linda novia – me dio un beso corto en los
labios
Además, apenas hoy he anunciado
el compromiso, no me pueden ver con otra chica
- Supongo…
Nos volvimos a besar, pero la sensación no se me iba, las
dudas no se me iban ¿Y si todo era una mentira? ¿Qué haría si todo fuera una
mentira? No lo iba a poder soportar, de eso estaba segura, iba a ser demasiado
para mí ¿Es que no podía ser feliz?
- Sabes… Leeteuk me informó que
una editorial quiere que hagas prácticas ahí
- ¿Cuál?
Pregunté emocionada.
- Esa que publicó los libros de “Crepúsculo”
- ¡¿En serio?!
Pregunté y él asintió.
- Cuando comiencen las clases podrás
empezar a hacer prácticas ahí
- Siempre fue mi sueño – me
recosté en su pecho y él me abrazó más – Quisiera titularme ya para poder
trabajar ahí
- Falta poco para el comienzo de
clases
Me recordó y yo sonreí.
- Además de ser tu esposa, me
gustaría poder hacer algo por mí misma, y eso es lo que quiero hacer
- Eres una chica decidida, si lo
quieres lo harás
- Eso espero
- Vamos a otra parte
Me pidió y yo asentí. Aún sentía esa sensación de duda en mi
interior, no podía dejar de pensar en ello. Entramos en la habitación de Hae y
cerramos la puerta. No quería que nadie estropeara mi felicidad, quería ser
feliz con él, solo eso, no quería que todo fuera una ilusión, esperaba que no
fuera una ilusión.
- Te amo
Susurró en mi oído y yo, por primera vez, no le respondí. No
podía decírselo, porque sentiría el corazón entrujándoseme, no quería que él
supiera que sus palabras me habían afectado. Él me abrazó fuertemente y recostó
su cabeza en mi pecho, sonriendo.
La cena llegó y nosotros salimos de su habitación. En el
comedor nuestros amigos nos dedicaron sonrisas pícaras, lo cual hizo que me
sonrojara a más no poder. Como siempre la cena fue suculenta. Después de la
cena nos fuimos al cine del sótano, vimos una película de terror.
No podía dejar de pensar en mi prima y él, juntos. Siempre
creí que ella y mi tía estaban locas, pero ahora había una mínima, o tal vez
máxima, posibilidad de que no lo estuvieran. Miré a Donghae, incluso con piyama
se veía atractivo; no iba a permitir que me quitaran la felicidad, después de
todo, era yo la que se iba a casar con él, no Jin. Donghae y yo nos dormimos
abrazados
Las semanas siguieron pasando y cada uno estaba pensando en
el regreso a la universidad. Iba a ser un muy buen semestre, ya sin rumores
sobre mí, ya sin miradas de desprecio, sin tener que ocultarme, ahora podría
andar de la mano con él sin preocupación, besarlo sin miedo, podríamos ser una
pareja universitaria normal. No podía esperar a que el primer día de clases
comience.
- Va a ser raro
Dijo Yang mientras desayunábamos en el jardín.
- ¿Por qué?
Preguntó Kyuhyun, pasando su brazo alrededor de sus hombros.
- Después de tan fabulosas
vacaciones – nos miró a todos – Volveremos a la vida normal
- A mí me gustó pasar el verano
con ustedes
Admitió Hae, rodeándome la cintura con sus brazos.
- No, te gustó pasar el verano
con Min – dijo Kyu sonriente – Nosotros estamos aquí por ser amigos de ella
Todos reímos excepto Donghae.
- Era una broma
Susurré en su oído y él también rió.
- Juguemos voleibol
Propuso Sun.
- Yo tengo clase de chino y
después tengo geografía
Les recordé.
- ¿No puedes posponerlo?
- No – contesté – Me gustan mis
clases
- Olvidé que hablaba contigo
Dijo Sun y todos rieron, yo solo me crucé de brazos.
- Es una broma
Me susurró Hae y yo le saqué la lengua.
- Bueno, mientras Min se va a
estudiar para ser princesa, nosotros nos iremos a divertirnos
Dijo Hyuk y todos se fueron de la mesa, dejándome a solas
con Donghae.
- ¿Quieres que vaya a tu clase
contigo?
Preguntó.
- ¿Ya olvidaste lo que pasó la
última vez?
Pregunté y él rió.
- No es mi culpa, fue tuya – se
defendió él – Estabas muy sexy con ese vestido
- Estaba en plena clase de Español
y a ti se te ocurre querer besarme como si la vida se te fuera en ello
- Eres mi novia, me gusta besarte
Me sonrojé al oír eso.
- Se me hace tarde, ve con los
demás
Le pedí, tomando mis cosas.
- Extrañaba a esa Min Jee
- ¿Cuál?
Pregunté curiosa.
- A la Min Rata de biblioteca
Reí y le di un zape. Él se fue y yo volví a entrar en el
palacio. Leeteuk me llevó donde mi profesora Yu Jing Hua me esperaba. Aprender chino era un poco difícil, pero
intentaba dar todo de mí, no había materia en la que no fuera buena al fin y al
cabo.
- Ni hao
Me saludó la profesora Hua.
- Ni jau
Saludé, haciendo una reverencia.
- Hoy velemos… flases para la
hora de complar en un melcado
Asentí. La profesora Hua me mostraba un cartel con las
frases, me decía la pronunciación y luego me hacia escribirlos. Luego me daba
frases sencillas y me pedía que las tradujera, era muy entretenido. Íbamos a
finalizar ya la clase cuando mi teléfono empezó a sonar, era un número
desconocido, así que dudé en si contestar o no. Volvió a sonar dos veces más y
esta vez sí contesté.
- ¿Hola?
Pregunté.
- ¿Con la señorita Kim Min Jee?
Preguntó una voz femenina.
- Soy yo
Contesté, sintiendo miedo.
- Buenos días, llamo de parte de
la Royal University of Corea – me
sorprendí al oír eso – Usted tiene una deuda pendiente con la universidad – me
informó y yo abrí mucho los ojos, eso era imposible, mi tío me había estado
pagando la universidad desde el lugar en el que se suponía que estaba – Y con
el inicio de clases tan próximo, le pedimos que regule su situación o no podrá
seguir estudiando
- De acuerdo
Colgaron ¿Era una broma? No podía ser verdad, debía de ser
una trampa o algo. Era imposible que no pueda continuar en la universidad,
tenía que volver con mis amigos ¿Qué haría? ¿De dónde sacaba el dinero ahora?
¿Por qué no habían pagado mi universidad?
Estaba furiosa, pues solo había una respuesta a todo esto:
Mi tía. Ella debía de saber que era imposible para los príncipes ayudarme,
ahora intentaba arruinarme a toda costa. No se lo iba a permitir, no se iba a
meter con mi futuro. Podía golpearme, amenazarme, matar a alguno de mis seres
queridos, pero no se iba a meter con mi futuro, no se lo iba a permitir.
Oficialmente, le declaraba la guerra a mi tía.
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ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ESTE PRIMER CAPÍTULO DE LA SEGUNDA TEMPORADA :)
hola, lei el capitulo el sabado, pero me dio flojera entrar al correo para comentar jejjeje
ResponderEliminarel capitulo estuvo genial, te luciste!!!, muero por saber que van a hacer la tia y sobrina
espero el siguiente cap :D
que estes bn :)