Capítulo 37
En todo el día no vi a Donghae, no entró en ninguna de las
clases. En el almuerzo también me senté sola sintiendo las miradas de mis
amigos sobre mí. Hyuk lucía como Sun, enfadado conmigo; Yang era la única que
me veía diferente, con compasión, tal vez ella se imaginaba lo que me pasaba.
Cuando la última clase acabó, salí disparada del aula en
busca de Sun. Todos estaban ahí, excepto Donghae. Sun me miró y luego se dio
media vuelta, la tomé del brazo para que no se fuera, todos me miraron de
nuevo. Ella quitó mi mano con brusquedad y me dijo:
- ¿Qué quieres?
El desprecio en su voz me dolió demasiado, no podía creer
que mi amistad con Sun se hubiera acabado.
- ¿Me odian?
Pregunté. Ella me miró, era clara cuál iba a ser su
respuesta. Hyuk le puso una mano en el hombro, de seguro para contenerla, eso
quería decir que estaba realmente molesta conmigo.
- ¿No es obvio?
Contestó lentamente. Sentí que el aire se me escapaba de los
pulmones, como cuando te dan un puñetazo en el abdomen. Sun me miró con odio y
volvió a darse la media vuelta.
- ¿Solo porque terminé con
Donghae?
Pregunté sin poder contenerme. Sun volteó y me miró con más
enojo, si es que eso era posible. Avanzó hasta mí y todos la rodearon, era
obvio que no querían hacer espectáculos.
- No – contestó ella – No te odio
“Solo por terminar con mi primo” – me
miró fijamente – Estoy enojada porque lo terminaste sin motivo alguno, porque
eres una cobarde que no se atreve a decirnos cuál es su problema – sus palabras
se sentían como cuchillos en mi espalda, dolían porque era la verdad – Estamos
enojados… - me dolió aún más, todos estaban enojados conmigo, aunque eso ya lo
había notado – Porque rompiste el corazón de una persona que te amaba enserio.
Y no le diste una razón, que es lo peor
- Sí le di una
- Yo no me la creo – ella me miró
fijamente – No me creo que lo hayas dejado amar. Eres una cobarde, puedes
decirnos qué sucede y acabar con este drama – miré al suelo - ¿No lo harás? –
la miré, ella tenía una ceja alzada – Es por eso que digo que eres una cobarde
- Ya Sun…
Le pidió Yang.
- ¡¿Sabes qué es lo peor?!
Gritó ella.
- Sun…
Hyuk la volvió a tomar del hombro.
- ¡No! – gritó ella - ¡Que lo
sepa! – me miró de nuevo, había fuego en sus ojos, sentí miedo – El no querrá
otra novia, y ya no creo que haya tiempo a que consiga una – miré a Sun, pues
eso significaba… - Perderá la corona, y es tu culpa
Ella no dijo nada más, se dio media vuelta y se fue. Hyuk me
miró, me dedicó una mirada de desaprobación y luego se fue, lo mismo hizo
Kyuhyun. Yang me miró, había disculpas en su mirada, luego también se fue.
Caminé lejos del pabellón, no quería hablar con nadie, no
quería ver a nadie, y sin embargo, quería verlo una vez más. Caminé a la
biblioteca, tal vez él estaba ahí, durmiendo como antes solía hacer. No estaba,
me sentí decepcionada. Sin darme cuenta me vi caminando a la residencial
estudiantil, pero entonces me detuve y volví sobre mis pasos. No podía hacer
esto, si lo veía terminaría diciéndole cuanto lo amaba y rogándole para que me
perdone, que nada había sido verdad; de nuevo apareció la imagen de mi tía, con
los ojos desorbitados y el cuchillo, entonces caminé a la pista de hielo.
Me cambié la ropa y calcé los patines, necesitaba distraerme
un poco. La práctica aún no daba comienzo, pero de todas formas quería patinar,
era lo único que me tranquilizaba. De nuevo me coloqué los audífonos y comencé
a patinar. Me gustaba mi nueva rutina, era una historia de amor que terminaba
en muerte, tal vez por eso me gustaba mucho.
Daba vueltas, saltos, o simplemente me deslizaba por el
hielo, todo eso me calmaba los nervios. Me sentía atrapada, me estaba ahogando
en un poso lleno de pirañas. Mi tía no le bastaba arruinarme la vida y
mantenerme prisionera, quería verme sufrir bajo su techo, ella era mi yugo. Me
detuve y respiré hondo, si seguía así iba a vomitar mi almuerzo y no iba a
logar rendir en la práctica.
- ¡Aquí la futura ganadora de los
“Juegos Olímpicos de invierno”! – dijo una voz, era Siwon – Supuse que tendrías
hambre, te traje ramen
- Me encanta el ramen
Desde que salía con Hae, el ramen y el Kimchi se volvieron
parte de mi dieta diaria.
- Genial – Siwon sonrió – Ven…
- ¿Cómo estás?
Le pregunté, llegando a su lado y sentándome en las gradas.
- Bien – contestó
él, sonriendo ampliamente – Hablé con mi papá, dijo que el próximo semestre
podré tomar cursos de ingeniería musical
- ¡¿Qué?!
Pregunté con alegría
- Lo conversamos, seguí tu consejo
y hablé con él – lo miré sorprendida; no le había dado ningún consejo, pero me
alegraba que lo haya hecho – Le dije que era un poco hipócrita de su parte ser
dueño de la SM Entreteiment y no dejarme estudiar algo relacionado con la
música
- ¿Y qué dijo?
Pregunté.
- Primero me dio un golpe – Siwon
soltó una risa – Luego me dijo que debía de seguir mi camino, así como él hizo
el suyo
- Me alegro tanto
Le dije y él sonrió.
-Me siento muy feliz
- Me alegro – le dije – Eres muy valiente como para hacer
eso
- Deberías seguir mi ejemplo
Bromeó él, abriendo los embases con ramen.
- ¿Tú lo hiciste?
Le pregunté, mirando la comida.
- Claro – contestó él con otra
sonrisa más – Es casero
- Delicioso… - me llevé un poco a
la boca – Mi almuerzo fue una manzana
- Debes de comer bien o estarás
débil para patinar
Me dijo, llevándose un poco de ramen a la boca.
- Supongo… - comí un poco más,
estaba delicioso – No, en serio, no lo has cocinado
- De acuerdo, me descubriste – Siwon
soltó una risita – Es ramen instantáneo
- ¡Lo sabía!
Reí.
- ¿Qué me delató?
Preguntó.
- Ya he tomado mucho ramen
instantáneo
Contesté y ambos reímos. Me alegraba poder pasar un momento
común con alguien, con un amigo. Dentro de la tormenta que estaba pasando, Siwon
era mi salvavidas, me alegraba haberlo conocido. La soledad nunca me gustó, y
ahora me sentía muy sola, pero Siwon hacía que todo fuera más llevadero.
La entrenadora Kim llegó, primero me había dicho que iba a
organizar pruebas para el nuevo equipo de patinaje, y que me utilizaría como
publicidad. Empezó la práctica, tres horas intensas de estar practicando saltos
y giros, luego una hora para practicar mi rutina hasta que cubriera los
estándares de “Perfecto”
- Muy bien Kim – me dijo,
anotando algunas cosas en su libreta – Mañana te quiero aquí a la misma hora,
descansa y come sano
Me ordenó y yo asentí. Desde las gradas Siwon me alzaba los
pulgares, yo solo sonreí. Me volví a cambiar y me despedí de Siwon; él asintió,
sabía que no podían vernos juntos, pero de nuevo dijo “Es el precio de ser tu amigo”
Regresé a casa y mi tía me quitó el teléfono, luego me
encerró en mi habitación. Me senté en mi cama y lancé al suelo mi mochila. Tomé
la almohada y la empecé a golpear contra el colchón, ahora entendía por qué Donghae
siempre golpeaba cosas cuando se enojaba. Después de llorar por unos diez
minutos, comencé a repasar las lecciones del día, luego me dormí
***
Me quedé viendo a Min salir del auto. Se había ido, no
volvería, ya no me amaba ¿Era posible? ¿Era verdad? No podía serlo, ella no
podía dejar de amarme, no era posible. Sentí ira por dentro y mi puño impacto
con el parabrisas de mi auto nuevo ¡No podía ser verdad!
- No puede ser verdad
Seguí golpeando mi auto, rompí el parabrisas, rompí las
luces y los espejos. Grité, no era posible que esto hubiera pasado, no era
posible que ella me hubiera dejado de amar. Algo debía de haberle pasado para
que tomara esa decisión, porque me negaba a creer que era verdad. Volví a
gritar y pateé la puerta de mi auto nuevo.
- ¡Donghae! – me giré, era Eunhyuk
- ¿Qué pasó?
- Ella… - Hyuk avanzó hacia mí y
me abrazó, yo lloré con la cabeza en su hombro – Ella…
- ¿Dónde está Min Jee?
Preguntó.
- Se fue – lloré aún más – Me dejó
Hyuk me miró fijamente. Yo seguí llorando, gritando y
golpeando mi auto. Ella se había ido, me había dejado. Hyuk intentaba apartarme
de mi auto, pero yo seguía golpeándolo, prefería golpear mi auto nuevo a
golpearlo a él.
- Cálmate…
Me pidió, tomando mi brazo.
- ¡No me pidas que me calme! –
grité, golpeando la capota del auto - ¡Que alguien me diga qué mierda acaba de
pasar!
- Ella habrá tenido sus motivos
Me dijo y yo volví a golpear el auto.
- ¡Ella no me pudo haber dejado
de amar! – me tomé la cabeza con ambas manos y caí de rodillas al suelo – Yo la
amo más que a nada en este mundo – lloré - ¿Por qué me dejó?
- Donghae, volvamos…
- No quiero – le dije - ¡Quiero a
Hae de vuelta! – grité - ¡¿Por qué?!
- Hae… volamos, tal vez las
chicas sepan algo
Cierto, sus amigas, tenía que hablar con Sun. Corrí hacia el
ascensor, con Hyuk tras de mí. Corrí a la puerta y la golpeé con fuerza, Sun
gritó desde adentro y abrió. Me quedó viendo y luego miró a Hyuk.
- ¿Qué pasó?
Preguntó.
- ¿Tú lo sabías?
Le pregunté.
- ¿Qué cosa?
- ¡¿Lo sabías?! – le grité y ella
retrocedió – ¡¿Sabías que ella me había dejado de amar?!
- Espera… - ella me miró con
confusión - ¡¿Qué?!
- Min Jee acaba de terminar con él
- ¡¿Qué?!
Preguntó Yang.
- Donghae… nosotras no sabíamos
nada
Me contestó mi prima y yo golpeé la pared.
- ¡Ustedes vivieron con ella por
un mes! – grité - ¡¿Por qué coño no saben nada?!
- Amigo, tranquilízate
Me pidió Kyuhyun.
- ¡No me quiero calmar! – grité,
haciéndole un hoyo a la pared - ¡¿Por qué pasó esto?!
De nuevo me largué a llorar. Era patético, no debía de llorar,
pero me dolía demasiado. Sun me miró y se tapó la boca para callar sus
sollozos.
- En verdad no sabíamos nada
Volvió a decir ella y yo solté un grito. La amaba, amaba
demasiado a Min Jee, siempre intentaba demostrárselo. Ella siempre decía
amarme, ella siempre decía lo feliz que era conmigo, siempre intentaba hacerla
sonreír, le entregué todo a ella ¿Por qué me dejó entonces?
Mi prima me sirvió una taza de té, apenas lo toqué. No
quería nada, no podía pensar en nada que no fuera Min Jee. Tomé el anillo y lo
guardé en mi bolsillo ¿Por qué había pasado esto? ¿Quién podía darme las
respuestas que buscaba?
- Jin…
Murmuré, sacando mi teléfono.
- ¿Qué?
Preguntó Yang, mirando a Sun.
- Tengo que hablar con Jin Kyong
– dije, marcando su número – Hola… - saludé - ¿Estás ocupada?
- No – contestó ella - ¿Sucede
algo?
- ¿Puedes ir al restaurante que
siempre te llevo?
Le pregunté.
- Sí, por supuesto, salgo para
allá
Colgó.
- ¿Por qué saldrás con ella?
Me preguntó mi prima.
- Es su prima – contesté,
corriendo al baño – Si ustedes no saben nada – me lavé el rostro – Ella debe de
saber algo
Mis amigos me miraron y volví a salir del departamento. Subí
a mi auto, miré el parabrisas y salí de él. Llamé a Leeteuk, le pedí que
arreglara mi auto. Tomé un taxi y en un santiamén llegué al restaurante. Ella
estaba ahí, luciendo uno de sus habituales vestidos floreados, esos lucían
mejor en Min.
- Hola – me saludó - ¿Te pasó
algo? – me preguntó, viéndome fijamente – Te ves…
- Entremos
Le pedí. El recepcionista nos dio una mesa muy apartada y
nos entregó los menús. Jin empezó a mirar el menú, sonreía, yo solo la miraba.
Ella notó mi mirada y miró a otro lado, aún sonriente. Dejó el menú a un lado y
me miró fijamente, sin borrar su sonrisa.
- ¿Qué sucede Donghae?
Me preguntó. Sonreí de costado, ella realmente me conocía.
Suspiré y miré la mesa, era algo tan difícil de recordar, acababa de pasar y
dolía mucho. Ella tomó mis manos y me miró con preocupación; yo le palmeé con
suavidad la mano, no quería preocuparla.
- ¿Sabes… sabes por qué… por qué Min
terminó conmigo?
Jin me miró con sorpresa y yo cerré los ojos, ella tampoco
sabía nada ¿Entonces era verdad, Min Jee simplemente me había dejado de amar?
Me llevé una mano al rostro y respiré hondo, no quería llorar, no quería que Jin
me viera llorar.
- ¿Cómo pasó?
Me preguntó.
- Ella… - la miré, tenía mucho
parecido con Min, o era que el dolor no me dejaba ver bien – Ella dijo que ya
no me amaba
- ¿En serio? – Jin puso una nueva
cara de sorpresa - ¿Te dijo por qué?
- No… - contesté, volviendo a
taparme los ojos con una mano – Solo dijo que sucedieron cosas que le hicieron
darse cuenta de que no podía seguir conmigo
- ¿Solo eso?
Preguntó Jin y yo asentí.
- No sé qué sucedió – respiré
hondo – Todo estaba bien, hablábamos todo los días, me decía que me amaba y…
Volví a respirar, no quería seguir hablando de ella, dolía
mucho.
- Desconozco a mi prima – dijo
ella, tomando mi mano – Romperte el corazón así
- No sé qué le habrá pasado
Miré la mesa.
- Tal vez sea verdad, tal vez ya
no te ama – me dijo ella y yo aparté las manos, mirándola con enojo – Es joven,
somos jóvenes, los sentimientos cambian
- Pero ella era todo para mí
Sentí que de nuevo iba a llorar. No podía ser verdad, no
quería escuchar eso. Respiré hondo, tenía que calmarme o terminaría rompiendo
algo.
- ¿Ya saben qué van a ordenar?
Preguntó el mesero con amabilidad.
- Un vaso con agua y ravioles –
pidió Jin – Amo la pasta
- Min también ama la pasta
Jin frunció el ceño.
- Ella es mi prima, pero lo que
hizo estuvo mal – dijo ella, mirándome seriamente – En lugar de sufrir por
ella, debes de mostrarle que no te ha dañado
- ¿Cómo? – pregunté – Siento que
he muerto, quisiera estarlo
- No digas eso Donghae – me pidió
ella – Tienes que ser fuerte. No dejes que ella te derrumbe, recuerda quién
eres, ella no merece tus lágrimas – asentí, me sentía como una chica – Debería
odiarla en lugar de sentirte triste
- En estos momentos la estoy
odiando
000000000000000000000000000000000000000
A partir de ahora solo actualizaré los domingos
Mala persona, me haces esperar toda una semana para seguir haciéndome sufrir, ojala y ya pronto min se arme de valor y q hace no caiga en el juegito de jin, o que hace se de cuenta de todo, pero que pronto estén ya bn y las cosas arregladas, y sigues siendo mala persona unnie porque me vas a hacer esperar toda otra semana por capítulo !!! Bueno aunque tampoco te puedo criticar, ya que yo estoy en temporada de pruebas finales y mis fics también los actualizo ahora solo los fin de semana y uno o dos capas jajjajaaj
ResponderEliminarEspero te este yendo muy bien, esperare el siguiente cap !!!