Capítulo 39
Me cambié de ropa, no me sentía de humor para hacer nada que
no fuese seguir durmiendo, pero tenía que hacerlo. Me miré al espejo, su nombre
estaba impreso en mi piel; sentí una presión en el pecho y me coloqué la
camiseta. Caminé fuera de mi habitación, algunas personas me miraban; toqué la
puerta de Eunhyuk y este me sonrió.
- ¿Vamos a
desayunar?
Le pregunté y este asintió.
- Solo si prometes que yo también
comeré esos huevos revueltos con tocino y salchichas alemanas de Alemania
- Trato – acepté sonriendo – Vamos
por Kyuhyun
Fuimos al otro edificio y buscamos a Kyu, este estaba
leyendo un libro de Sherlock Holmes.
- ¿Desayuno? – preguntó él y yo
asentí - ¿Habrá tus salchichas traídas de Alemania?
Los tres caminamos a la cafetería y desayunamos. Me
encantaba tener algo de normalidad en mi vida, y eso solo lo podía conseguir
con mis amigos. Estábamos hablando del próximo torneo de Starcraft que tendría
Kyu contra otra universidad, y él era el “Su
Arma Secreta” así que tenía que “Entrenar”
mucho.
- Me siento importante
Hyuk y yo reímos, Kyu era un bromista total.
- Iré por una botella de agua
Dije y Kyuhyun miró su reloj.
- Date prisa, ya van a ser las
ocho
Caminé hacia la cajera cuando alguien chocó conmigo. Era muy
alto y vestía de forma elegante. Lo miré fijamente, él simplemente esbozó una
sonrisa.
- Lo lamento su alteza – dijo él y
yo asentí - ¿Pasa usted?
- Adelante – le dije – Tú primero
- Gracias su alteza – hizo un
asentimiento de cabeza y volteó a ver a la cajera – Dos cafés por favor – la
cajera tecleó algo y luego le dio su recibo – Que Dios lo bendiga, su alteza
El chico se fue y yo me quedé parado ¿Quién era ese tipo tan
espiritual? Pedí mi botella de agua y volví con mis amigos.
- ¿Quién era el chico con el que
hablabas?
Me preguntó Hyuk.
- No sé
Contesté.
- Creo que se llama Choi Siwon –
nos informó Kyu – Vive a dos puertas de mi habitación
- Genial
Fue lo
único que dije. Nos levantamos de la mesa y caminamos hacia nuestra primera
clase. Kyuhyun y yo nos sentamos en nuestros habituales asientos al frente de
la clase. Él iba hablando de las clases pasadas, de los temas y proyectos que
veríamos, entonces la puerta se abrió. Ella se quedó de piedra, me miró
fijamente, con la boca abierta en una “O”
Yo me levanté de mi asiento, quería ir donde ella,
abrazarla, besarla, gritarle por haber sido cruel conmigo, llorarle y rogarle.
Min Jee se dio media vuelta y salió del aula, me quedé mirando el vacio y
Kyuhyun me dio un golpe.
- ¡¿Qué mierda haces?! – gritó -
¡Ve por ella!
Asentí y corrí detrás de Min Jee. Ella corría muy rápido,
así que no la vi por el pasillo. Corrí fuera del pabellón y no la vi. Las personas
me miraban correr de un lado para el otro, tenía que encontrar a Min Jee sea
como sea.
- ¿Has visto a mi novia?
Pregunté a una chica cualquiera.
- Entró en el baño de mujeres de
ahí
Me señaló ella y yo corrí hacia el lugar indicado. Entré
corriendo sin importarme las personas que había ahí. Todas las chicas salieron
del baño y yo empecé abrir de una patada los cubículos, solo uno estaba con
seguro.
- Vete
Me pidió con voz queda.
- Hablemos
Le pedí.
- ¡No! – gritó ella - ¡Vete!
- ¡No me voy a ir! – le grité -
¡Quiero saber qué mierda pasa!
- ¡Ya te lo dije!
Gritó ella, su voz se escuchaba rara, debía de estar
llorando.
- ¡No me creo ni una mierda lo que
me dijiste! – grité – Ratona… - sentí una punzada al decir eso – Si… algo te
está pasando, solo dímelo, pero no nos… no me hagas esto
- ¡No me está pasando nada! –
gritó ella – ¡Ya vete Donghae!
- Ratona…
Sentí las lágrimas caer por mi mejilla.
- ¡No me llames así y ya lárgate!
Gritó aún más alto, y escuché sus sollozos.
- Si no me amas… - dije - ¿Por qué
estás llorando? ¿Por qué huiste?
- Porque me pone nerviosa estar en
tu presencia – contestó ella y yo sentí que el corazón se me encogía - ¡Y
porque no puedo verte al saber que sufres por mi culpa!
- No seguiré sufriendo si vuelves
conmigo – sabía que iba a empezar a rogarle – No puedo vivir sin ti
- ¡Ya detente! – me gritó y yo
pegué la cabeza a la puerta - ¡Supérame!
- ¡No lo voy a hacer! – grité -
¡¿Por qué de la noche a la mañana dejaste de amarme?! – golpeé la puerta con mi
puño - ¡¿Por qué?!
- ¡Por que sí y ya! – gritó ella y
yo lloré más - Ya no te amo Donghae, lo siento
- No lo puedo creer
Dije entre sollozos.
- Lo siento – sollozó ella – En
verdad lo siento
La puerta se abrió y pude verla. Sus ojos estaban hinchados,
su nariz estaba roja y su labio inferior le temblaba. Me dedicó una última
mirada y caminó hacia la puerta. Yo la seguí fuera del baño y la vi rodeada de
personas que murmuraban. Un chico rió al verla llorar y yo le di un puñetazo,
oí como Min gritaba, pero yo no me detenía, seguía golpeando al chico, luego lo
dejé y golpeé a otro, su amigo me intento detener y también lo golpeé. Me
sentía enfadado ¡No podía ser cierto! Ella simplemente no podía no amarme.
- ¡Ah!
Grité a todo pulmón, rompiéndole la nariz al sujeto que
golpeaba.
- ¡Ya basta! – gritó Min y yo me
detuve – Por favor… - mi miró con sus ojos llorosos – Solo detente
No dijo nada más, salió corriendo de ahí. Solté al chico y
caminé en la dirección contraria. Busqué mi auto y conduje hasta la playa. Miré
el cielo y mis ojos derramaron lágrimas; comencé a gritar, no soportaba el
dolor, grité su nombre al cielo azul y me dejé caer sobre la arena cuando la
garganta me ardió lo suficiente.
Golpeé la arena, maldije a todos los cielos y volví a
gritar. No podría enamorarme de nadie como me enamoré de ella, no iba a poder,
y jamás la iba a poder olvidar. Volví a mi auto y conduje a la universidad de
Jin Kyong, la llamé y esta contestó al instante.
- ¿Qué sucede?
- ¿Estás libre?
Pregunté.
- Mi clase de jazz
está por comenzar
Contestó ella y yo maldije por dentro.
- ¿Puedo entrar a verte?
Le pregunté.
- Sí, supongo – contestó ella –
Profesora Kim… ¿Mi amigo puede entrar a ver la clase?
- ¿Interrumpirá?
Preguntó una voz.
- No
Contestó Jin.
- De acuerdo
- Sí
Me dijo
al final. Caminé por el campus, de las tantas veces que había entrado a buscar
a Jin Kyong, ya me sabía los caminos de memoria. Llegué al aula y entré, todos
los presentes se me quedaron viendo, incluyendo la profesora. Jin se me acercó
y me dio un abrazo.
Me senté en una esquina y observé la clase, poco a poco me
iba calmando. La clase por fin dio fin y Jin se me acercó.
- Me aburrí
Le dije y ella rió.
- No tengo clases hasta las dos –
me informó, vi el reloj, ya eran las diez – Tenemos cuatro horas
- Vamos a otro lado
Le pedí.
- Lo que usted ordene, su alteza
Dijo ella riendo. La llevé a mi auto y partimos hacia la
quinta avenida. Estuvimos viendo ropa y más ropa, el pasatiempo favorito de Jin.
Le terminé comprando tres vestidos y un par de zapatos, ella sabía cómo
aprovechar a su amigo el príncipe.
- ¿No quieres nada más?
Pregunté en broma y ella rió.
- No – contestó ella – ¿Y a qué
debo tu linda presencia?
- Simplemente que tú me calmas los
nervios
Contesté. No quería ver al resto de mis amigos, pues todos
hablarían de Min y de cómo debía de esperar a que la verdad saliera a la luz.
Jin prefería no hablar de Min, prefería hablar de nosotros, o de ella, que era
su tema favorito.
- ¿Te acuerdas cuando estabas muy
enojado porque querías ir al “Everland”
con los demás niños, pero tus padres no te dejaron porque tenías que ir a un
evento de caridad?
Reí, sí lo recordaba.
- Lo recuerdo perfectamente –
contesté – Nos encerramos en un armario con una dotación de dulces para un día
- Sí, pero de todas formas nos
descubrieron y ninguno de los dos pudo ir
Completó ella, riendo.
- Si – reí – Esa fue la primera
vez en mi vida que rompí algo al enojarme – Jin asintió, sonriendo - ¿Te
acuerdas que fue?
- Los anteojos de la profesora
Young
- ¿En serio? – pregunté riendo –
Yo recuerdo que fue un jarrón
- Primero fueron los lentes y
luego tomaste un jarrón y lo lanzaste – recordó Jin y yo sonreí – Que buenos
tiempos
- Parece otra vida – ella me miró
y asintió – Hemos crecido mucho
- Pero seguimos siendo los mismos
– me dijo ella, tomando mi mano – Siempre juntos ante las adversidades
- Siempre juntos…
Dije sonriente.
- Hasta que la muerte nos separe
Declaró ella.
- ¿Te estás casando conmigo?
Pregunté divertido y ella se sonrojó.
- ¿Crees que sería buena esposa?
Me preguntó ella.
- Para cualquiera… sí, si es que
tienen paciencia y una gran billetera
- ¡Ey!
Exclamó ella y yo reí.
- ¡Pero es verdad! – reí – Por eso
siempre digo que yo debería casarme contigo, porque siempre hemos estado juntos
- Me estás proponiendo matrimonio
Reí, sonaba a eso.
- Si no me hubiera enamorado de
Min Jee, en algún momento te hubiera pedido matrimonio a ti
Contesté con honestidad, pues varias veces se me pasó eso
por la mente.
- ¿En serio?
Preguntó ella, mirándome con sorpresa.
- Sí – contesté – Tú sabes que
nunca tuve una novia, que nunca me gustó nadie más allá del físico – ella
asintió – Papá ya estaba muy grave y mi familia hablaba de bodas y casarme con
alguna noble
- ¿Pero tú querías casarte
conmigo?
- Sí – contesté – Mejor casarme
con mi mejor amiga de toda la vida a que con una desconocida
- Oh…
Dijo ella, mirando sus bolsas de compra. Llevé a Jin
devuelta a su universidad y yo regresé a la mía. Todos me miraron cuando entré,
pero ya nadie murmuraba, ya nadie hacía ningún gesto. Caminé hacia la
habitación de Hyuk, mandándole un mensaje a Kyu para que nos viéramos.
Estamos en la casa de Sun
Hee, si quieres, ven.
Maldije. No me apetecía ir al nido de amor de mis amigos.
Caminé sin rumbo, pensando en ir a la biblioteca para ponerme al día con los
deberes, o ir a taekwondo, ninguno me resultaba tentador. Solo había una cosa
que yo realmente quería hacer, y eso era verla. Aunque sea de lejos, escondido
en un rincón alejado, quería verla.
Caminé hacia el complejo deportivo, hace mucho que no
entraba. Mis compañeros de taekwondo me saludaron y yo hice lo mismo. Me topé
con el equipo de lucha, ellos estaban más grandes que el año pasado, pero de
igual forma huyeron al verme. Reí por lo bajo. Miré las escaleras y el letrero
que decía “Camino hacia el hielo” sobre
ellas. No sabía si avanzar o no, miré mi reloj, ella debía de seguir ahí. Me
recosté contra una columna y miré hacia la entrada, ahí estaba entrando aquel
chico.
Traía recipientes de comida y bebidas, todo para dos. Me
escondí detrás de la columna y lo vi subir por las escaleras. Un escalofrío me
recorrió la espalda ¿Qué estaba haciendo él yendo al hielo? No había equipo,
solo Min, la entrenadora solo trabajaba con Min.
Subí las escaleras y corrí hacia el hielo. Me detuve en la
puerta ¿Qué haría? ¿Y si los veía juntos? ¿Y si ese chico de rostro amable que
me había saludado en la mañana era la razón por la cual Min ya no me amaba?
Me armé de valor y entré, no había nadie. Miré a todos lados
¿Qué acaso era mago? No había rastro del chico ni de Min. Consulté mi reloj
nuevamente, ella debía de estar practicando, pero no estaba. Empecé a caminar
hasta llegar a los vestidores, se oían risas, cada vez más fuertes conforme me
acercaba. Doblé una esquina y la vi, con sus ropas de deporte ceñida al cuerpo,
dándole de comer al chico en la boca.
Sentí que el mundo se me iba abajo. Ella sonreía, le sonreía
a otra persona, a otro hombre, y le daba de comer. Mis ojos se empezaron a
humedecer, cerré los puños para no derramar ni una sola lágrima, entonces todo
lo empezó a ver rojo. Mi puño impactó uno de los casilleros y la pareja se
sobresaltó.
- Hae…
Dijo ella.
- Ya veo… - le dije, apretando los
puños – Por esto era
- Hae…
Volvió a decir ella, mirando del chico a mí y viceversa.
- ¡Mi nombre es Donghae!
Grité, golpeando de nuevo el casillero.
- ¡Ey, cálmate!
Me pidió el chico, levantándose y poniéndose enfrente de mí.
- ¡Con que por esto terminaste
conmigo! – grité y Min me miró con miedo - ¡¿Cómo pudiste hacer esto?!
- ¡Cálmate!
Me pidió él con más energía, yo le di un puñetazo en la cara
y él cayó al suelo.
- ¡Hae!
Gritó Min, llevándose las manos a la boca y mirándolo.
- ¡¿Cómo pudiste!? – grité - ¡Min Jee,
yo te amaba!
- No es lo que tú crees…
Sus ojos se llenaron de lágrimas.
- ¡¿Entonces qué?! – pregunté,
golpeando otro casillero - ¡¿Estuviste engañándome con él?!
- ¡No!
- ¡Eres una… una…perra! – grité
sin poder contenerme - ¡Eres una maldita perra!
- ¡¿Qué te pasa?! – el chico me
empujó – ¡A una dama no se le habla así! – me volvió a empujar – ¡A una dama no
se le debe de maldecir!
Mi puño volvió a impactar en su cara y él retrocedió unos
pasos. Intenté darle otro golpe pero él lo esquivó, otro golpe más y él de
nuevo lo esquivaba. Intentaba llegar a su rostro y él seguía esquivándome.
Quería golpearlo, quería matarlo, quería hacerlo añicos por haberse metido
entre Min y yo. Mi mano volvió a impactar en su rostro y el volvió a caer. Me
abalancé sobre él y comencé a golpearlo con todas mis fuerzas, lo quería
muerto.
- ¡Detente! – gritó Min – Por
favor…
Miré a Min y luego al chico. Me quité de encima y ella
corrió a ayudarlo. No lo podía creer, pero mis ojos lo estaban viendo. Min, mi Min,
con otro chico.
- Espero que seas feliz…
Dije y ella me miró.
- Donghae…
- Porque yo… - respiré hondo – Yo
no volveré a serlo
Capitulo 40
Me fui, dejando a Min con ese chico, salí corriendo del
complejo universitario y corrí a mi auto. Conduje hasta la primera tienda que
encontré y compré toda la cerveza que alcanzó con el efectivo que traía en el
bolsillo, que era mucho. Volví al auto y conduje hasta la playa. Me senté en la
capota de mi auto, y vi el cielo oscuro, tomando cerveza.
Me acabé mi primer six-pack, llorando, maldiciendo ¿Por qué
había sucedido esto? ¿Qué tenía él que yo no? No lo entendía. Ambos teníamos el
mismo color de ojos, el mismo color de cabello. Él era más alto que yo ¿Y qué?
¡Yo soy el príncipe! Pero al parecer ser el príncipe no era suficiente, o
necesario, para tener el corazón de Min. Las lágrimas volvieron a caer por mis
mejillas.
Entré en mi auto.
Estaba tan mareado que no debía de conducir, pero quedarme en la playa no era
una opción. Puse en marcha el motor y partí. Donde mirara, veía el rostro de Min
horrorizado al verme golpear a ese chico ¿Por qué me había dejado? ¿Por qué me
había cambiado? Yo la amaba demasiado, no podía dejar de amarla. Golpeé el
timón con furia y el auto se me desvió un poco, no quería un tabloide, había
estado sin tabloides por mucho tiempo.
Llegué a mi habitación, me recosté en mi cama y volví a
llorar. No podía creerlo, no podía ser posible, pero tenía que aceptarlo. Min
me había dejado de amar por culpa de Choi Siwon.
- Donghae, abre la puerta
Pidió Hyuk, golpeando la puerta. Me levanté de la cama y
abrí la puerta. Eunhyuk y Kyuhyun estaban ahí, con mi cena. Dejé pasar a mis
amigos y ellos se sentaron en mi sillón.
- ¿Qué pasó? – preguntó Kyu – No
volviste nunca – me dijo – Min sí volvió
- Me tenía que ir, no podía
soportar verla ahí, y saber que me dejó por ese imbécil
- Espera… - Hyuk me vio - ¡¿Qué
dijiste?!
- Hoy los vi, a Min Jee y a ese
chico, Choi Siwon
- Eso es imposible – dijo Kyuhyun,
mirándome con los ojos bien abiertos - ¿Estás seguro?
- Sí
- ¿Qué estaban haciendo?
Preguntó Hyuk, mirándome de igual forma.
- Ella le estaba dando de comer
Contesté.
- ¿No lo habrás malinterpretado?
Preguntó Kyu, alzando una ceja.
- ¡No! – grité - ¡Ellos reían, y
ella… ella le daba de comer! ¡En la boca!
De solo recordarlo la sangre me volvía a hervir ¡¿Cómo pudo
ella hacerme esto?! ¡A mí! ¡Íbamos a casarnos! Pero al parecer mi amor por ella
fue más grande que el que ella me tenía a mí.
- No creo que Min Jee sea de esas
Dijo Hyuk y Kyu asintió.
- Debe de haber una explicación
Intervino Kyu.
- ¡¿Cuál?! – pregunté con enojo –
¿Que él es su nuevo amigo, que la escuchó cuando nadie más podía escucharla y
sabe la verdadera razón por la cual me dejo, pero prometió no decir nada y la
alienta a que me diga algún día la verdad?
- Puede ser…
Contestó.
- Vete al infierno Kyuhyun
- ¡Ey! – Hyuk me miró - ¡No lo
trates así, él no te ha hecho nada!
- Lo siento
Me disculpé, mirando el suelo y volviendo a ver a mis amigos,
Hyuk solo asintió.
- Descuida
Dijo.
- Pero sigo diciendo que ella no
es de esas
Volvió a decir Hyuk y yo asentí. Era verdad; Min era una
chica decente, estudiosa y responsable. No la creía capaz de hacer algo así.
- Lo único que quiero es matar a
ese tipo
Golpeé la pared.
- Deberías comer e intentar
calmarte
Me pidió Kyu y yo obedecí. Mis amigos me acompañaron
mientras cenaba, vimos “Saw VI” me
daba muchos ejemplos de cómo matar a Siwon. Uno de mis guardias se llevó mi
bandeja y mis amigos y yo nos quedamos viendo otra película, agradecía que
intentaran tranquilizarme.
Ellos se fueron y yo me quedé solo. Las imágenes de Min y Siwon
volvieron a mi mente. Ella le sonreía, le sonreí y daba de comer ¡¿Por qué lo
hizo?! Golpeé mi almohada e intenté dormir, intenté pensar en lo que mis amigos
habían dicho, que ellos de seguro no eran nada, pero era muy difícil pensar
eso.
La mañana siguiente llegó y de nuevo no fui a clases, iba a
reprobar el semestre si seguía así. No quería ir porque sabía que ella estaría
ahí, ni un ataque zombi haría que Min Jee dejara de ir a clases. Me di una
ducha y volví a mi habitación, mi desayuno lo acompañé con más películas de “Saw” no me deprimía ver matanza.
Era patético. Yo, el príncipe heredero, el chico más
codiciado de Corea, estaba encerrado en su habitación, lamentándose porque una
chica le había roto el corazón. Las cosas no debían de ser así. Si Min me había
dejado de amar por ese imbécil de Siwon, entonces yo haría lo mismo, intentaría
recobrar mi vida, donde nadie más que yo importaba.
Apagué la televisión, busqué en mi armario algo decente, y
salí de mi habitación. Era un día soleado, podía ir a donde yo quisiera y lucir
mis nuevos lentes de sol. Caminé por el campus, con las manos en los bolsillos
y la cabeza inclinada un poco hacia arriba.
Notaba que todas las chicas me miraban, me alegraba eso. Las
saludaba a todas, y todas soltaban risitas tontas. Era bueno saber que no había
perdido mi toque a pesar de que había tenido novia y todo el mundo sabía que me
iba a casar con ella.
- Su alteza – me llamó una chica y
yo me le acerqué sonriente, la chica me sonrió de forma nerviosa y se empezó a
retorcer el cabello – Estamos haciendo una colecta a beneficio de los
desamparados – me explicó - ¿Desea donar algo?
- Claro
Acepté y ella me entregó una tablilla con los nombres de
todos los donantes. Comencé a leer los nombres, los teléfonos y las donaciones,
algunos eran tan tacaños que donaban cosas insignificantes ¡Es una universidad
de ricos, les sobra de todo, a mí me sobra de todo! Llegué al primer nombre.
Kim Min Jee:
991630290 – Latas de comida y ropa
Miré a la chica y le entregué la tablilla, ella me miró
confundida. Sabía que Min era caritativa, ella tenía un enorme corazón, sonreí
al recordar esa parte de ella, teniendo poco y dando mucho. Volví a tomar la
tablilla y anoté mi nombre y donación:
Lee Donghae:
998350445 – Dinero, ropa, camas y más
- Muchas gracias
La chica se fue sonriente y yo seguí con mi camino. Fui al
complejo deportivo, las chicas del equipo de natación estaban en la piscina,
todas soltaron un gritito al verme. Quería gritar: “¡Estoy soltero, vengan por mí!” pero algo me detenía, el deseo de
no estar soltero.
Me paseé por los de mi pabellón, quería verla, quería
demostrarle que no estaba vencido, que no estaba derrumbado, tal como dijo Jin.
Caminé a mi salón de clases, ya estaba a punto de acabar la clase y yo me paré
fuera. Todos salieron y yo me recosté en la pared, saludando a todos lo que me
miraban. Sun salió y se me quedó viendo, yo solté una risita.
- ¿Qué? – pregunté, acercándomele
- ¿Te sorprende verme?
- Sí
Contestó ella.
- Mala, no me esperaste
Bromeó Kyu y luego me quedó viendo.
- ¿Sorprendido?
Pregunté.
- Mucho
Contestó él. Los tres empezamos a reír, y entonces la vi.
Lucía un vestido azul con blanco, el azul el quedaba muy bien, hacia resaltar
sus ojos y su cabello. Ella me quedó mirando y luego siguió su camino. Fue una
fracción de segundo, pero creí haber visto algo de tristeza en sus ojos. La
seguí con la mirada, ahí estaba Siwon, quien la miró y luego miró en mi
dirección. Quería matarlo, en verdad quería matarlo. Sentí la mano de Kyu en mí
y volteé a verlo, él negó con la cabeza. No debía de hacer ningún espectáculo,
lo sabía, pero era difícil cuando veías al amor de tu vida con un idiota.
- ¿Entrarás a la siguiente clase?
Preguntó Sun y yo negué con la cabeza.
- Vas a reprobar si no entras a
clases
Me dijo Kyu, soltando mi brazo.
- Me importa un carajo
Dije.
- ¡Mi amor! - gritó Yang, abrazando
a Kyuhyun - ¿Donghae?
Preguntó ella al verme.
- ¡¿Por qué a todo el mundo le
sorprende verme?!
Pregunté riéndome.
- Porque has estado jugando al
ermitaño desde que comenzaron las clases
Contestó Hyuk, dándole un beso a Sun Hee.
- Mucha miel delante de mí – me
quejé divertido – Sobre todo de ellos
Señalé a Yang y Kyuhyun, quienes estaban en uno de sus
habituales abrazos que duraban horas, con Yang poniendo caras tiernas.
- Chicos…
Sun miró a nuestros amigos y estos se separaron.
- ¿Quieres ir a almorzar con
nosotros?
Me preguntó Hyuk y yo negué.
- Iré a buscar a Jin
- ¡¿Por qué estás saliendo tan
seguido con esa loca?! - gritó Sun y Yang la miró al instante ¿Qué se traían
entre manos esas dos? Sun me miró y me fulminó con la mirada - Ya te he dicho
que ella no es buena amiga para ti
- Es la única amiga que tengo
Contesté y Yang frunció el ceño.
- Además de ti
- Ok
Ella rió.
- De todas formas, es una arpía
Dijo Sun y yo reí.
- Ella nunca te agradará, ni
muerta te agradará
- Cuando se muera, lo consideraré
Sentenció y yo volví a reír. Mis amigos me dejaron y yo
maqué el número de Jin Kyong. Ella estaba en clase de ballet, así que conduje
allí. Realmente no quería salir con Jin, quería quedarme en mi habitación, con las
cortinas cerradas, pero realmente necesitaba un momento lejos de todos.
- ¿Y a qué debo tu linda
presencia?
Me preguntó, entrando a mi auto.
- Nada, solo quería verte, pequeña
Dije y ella sonrió.
- Me gusta estar contigo – me
dijo, yo puse el auto en marcha – Me recuerda los viejos tiempos
- ¿Cuándo podíamos hacer esto
todos los días?
- Sí
Contestó sonriente.
- Bueno… supongo que ahora tendrás
más amigos
Le dije, pues yo había logrado hacer más amigos, cosa que
creí imposible en el pasado.
- No – contestó Min, mirando sus
manos – Mi mamá dice que ninguno es lo suficiente para mí
- ¿La vieja bruja sigue con eso?
– pregunté y ella asintió – Lo lamento, debe de ser muy feo vivir con ella
- Lo es…
Ella miró al suelo y yo le pasé un brazo por los hombros,
ella se recostó en mí. Conduje hacia su heladería preferida y entramos, pedimos
lo habitual. Sí que debía de ser un martirio vivir con Kim Mi Hi, esa mujer me
daba miedo; Jin tenía que soportar día y noche el maltrato psicológico, y ahora
el maltrato físico a su prima.
- Jin… - ella me miró - ¿Alguna
vez te he dicho cuánto te quiero?
Ella sonrió.
- No, pero me gustaría volver a
oírlo
- Eres una de las personas más
importantes para mí – abrí el collar que me regaló y ella sonrió – No me gusta
verte llorar
- Te dije que me veía fea en esta
foto, cámbiala
Me pidió, haciendo un puchero, yo solo reí. Salimos de la
heladería y fuimos sorprendidos por muchos paparazis. No nos dejaban salir y
mis guardias intentaban abrirnos el paso. Escuché un grito de Jin, un paparazi
accidentalmente la había hecho tropezar. Tomé su mano y la arrastré lejos de
ahí. Cuando entramos al auto la abracé con todas mis fuerzas, no era bonito
pasar por estas cosas. A mi mente volvió una escena similar, aquella vez era Min
la que estaba entre mis brazos y no Jin.
Dejé a Jin Kyong en su universidad y yo emprendí mi camino
hacia la mía. No podía dejar de pensar en Min, de nuevo; la había visto en la
mañana, pero de nuevo con ese tipo. Sentí los ojos escocer y las manos me
temblaron. Intentaba ser fuerte, pero no podía, me dolía mucho que ella no me
amara, me dolía mucho que las cosas no fueran como antes. La odiaba, y la
odiaba por amarla tanto, porque aún la amaba, y porque moría por dentro.
Llegué a la universidad y caminé con lentitud hacia mi
habitación. Ya no tenía las manos en los
bolsillos ni la cabeza ligeramente alzada, ya no saludé a las personas que se
me cruzaban, no quería hacer nada, solo ir a mi habitación. No me molesté en
tocar la puerta de Hyuk, él debía de estar estudiando, o probablemente ni
siquiera estaba. Entré en mi habitación y tomé otro paquete de cerveza,
recordando cada momento que pasé con mi Ratona.
Mis ojos se llenaron de lágrimas. Bebía mi cuarta lata de
cerveza, pensando en cómo todo en mi vida era un caos. Primero mataron a mi
madre, una chiflada celosa la mató; luego mi padre, producto d la muerte de mi
madre, se enferma, y ahora yo me quería morir. Sonaba exagerado querer morirse
solo porque mi novia me dejó, pero así me sentía.
La mañana siguiente no fui a clases, en toda la semana no
había ido. Me quedé acostado en mi cama, apenas y había salió para poder darme
una ducha; estaba viendo caricaturas, comiendo el desayuno que Kyu me había
traído, me sentía miserable. Estaba viendo “Hora
de Aventura” y alguien tocó mi puerta. Me levanté y la abrí, pensé que eran
Hyuk o Kyu, pero me equivoqué, era ese chico.
- ¿Qué haces aquí?
Le pregunté.
- Quiero hablar – me contestó – En
paz…
- ¡¿Cómo se te ocurre decirme
eso?!
Le grité ¿Paz? ¿Venía a buscar paz cuando me robó a la mujer
que amaba?
- Por favor… - me pidió – No
grites y hablemos con tranquilidad
- ¡Vete a la mierda! – grité,
intentando cerrar la puerta; él, sin embargo, puso resistencia - ¡Quita tu
maldita mano antes de que te la rompa!
- Por favor… - volvió a pedir – No
maldigas
- ¡Maldeciré todo lo que quiera! –
grité - ¡Soy el príncipe, hago lo que quiera!
- ¡Basta! – gritó él – Vengo a
hablar contigo, por favor
- Me quitaste a Min – dije,
mirándolo fijamente, no me importaba que fuera más alto que yo, Kyu era más
alto que yo y de igual forma le ganaba en pelea – No tenemos nada de que hablar
- Escúchame por favor…
- ¡Guardias! – grité – Sáquenlo de
aquí
- ¡Espera! – pidió el chico,
siendo levantado por mis guardias - ¡Estás cometiendo un error! – gritó mientras
se lo llevaban - ¡Es un malentendido!
Cerré mi puerta y me volví a recostar en mi cama. Rompí otra
lámpara y rajé la pantalla de mi celular ¿Cómo se le ocurría venir a querer
hablar? ¡¿Quién mierda se creía?! ¡¿Acaso se quería burlar de mí?! Ya me había
quitado lo que más quería en este mundo ¡¿Qué más quería?!
Lance más cosas al suelo y rompí un espejo. Me sentía
furioso. Salí de mi habitación y caminé hacia la biblioteca. Mi mesa, donde
solía dormir, se veía extraña sin Min ahí. La primera vez que ella me dijo “Lo siento” haciéndome sentir calmado
conmigo mismo, fue en esta mesa. Nuestros momentos a solas, cuando nadie podía
saber lo nuestro, habían sido en esta mesa escondida entre estantes. No
habíamos terminado hace mucho, ni siquiera había pasado una semana, pero
parecía que hubiera sido meses atrás.
- Siwon… por favor –
me quedé de piedra, era ella – No le hables a Donghae, por favor – sentí como
si un misil hubiera impactado contra mí – No quiero que te pase nada malo – a
ella le preocupaba él – Owww… te quiero
ammm no se por que pero no puedo comentar.
ResponderEliminarbueno ya me di cuenta despues de escribir casi casi una carta que se borro!!!!!
ash!!! bueno..
por favor por favor por favor por favor por favor!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
deja que hae escuche como siwon le dice a min que regrese con hae!!!!
no pido que se solucione todo , solo que el lo sepa para que no la deje de amar
por favor!!!
amo tu fic , me encanta te sigo desde fanfic.es pero aun asi es grandioso todo lo que subes!!!
kkkkkkkkkkkyyyyyyyyyyyaaaaaaaaa espero publiques pronto , por cierto me he enterado que hay un buen de lectores fantasma.
asi que no te pongas triste es solo que la flojera los domina (como a mi)
es tan hermoso tu novela!!!
bueno bye y besos.
gracias!!! me alegra que te guste. Sí, supongo que debe de ser así, porque cada capítulo tiene como 300 leidas y solo dos comentarios. Me gustan los comentarios ¿A quién no? porque son como mi gasolina para seguir escribiendo. Espero que sigas disfrutando mi novela ¿Leíste la nota que dejé en fanfic.es? Pues si es así sabrás que ya estamos en la recta final, diez capítulos nos separan del final.
EliminarBueno unnie, me despido, me alegra saber de ti. Espero continues con el mismo apoyo con mi siguiente anfic "No quiero que me olides (Kyumin)"
Hasta la proxima
ATTE:
Mily Wu (Wu Xin Qian)
jeje gracias te quiero :3 jeje ok claro que seguire tu nueva novela no por algo me dije fan tuya asi que esperame ...jeje gracias por actualizar bye
Eliminarla verdad me tienes casi casi aqui con las venas a flote por todo, demasiado sufrimiento, danos un rayo de esperanza!!!!!!
ResponderEliminarHola , lo siento por últimamente no comentar , serviria si tr dijera que estoy en las pruebas finales ??? Pero ten x seguro que siempre leo los cap con minutos o un par de horas despues que los subes , pido please que todo se arregle entre hae y min !!!! Te leere apenas subas cap y que ye haya ido bien en todo :D
ResponderEliminar