NOTA: LO PROMETIDO ES DEUDA. HOY ES DOMINGO, ES DECIR, DÍA DE ACTUALIZACIÓN. QUERÍA SUBIR DOS CAPÍTULOS, PERO NO VOY A PODER PORQUE TENGO QUE IR A UNA FIESTA EN LA ESCUELA DE LA SOCIEDAD CHINA DE PERÚ ^^ ¡LO LAMENTO! PUES NO LO JUSTIFICA, PERO ME AGARRÓ DE IMPROVISO :/ ASÍ QUE AQUÍ LES DEJO EL CAPÍTULO 38, ESPERO QUE LO DISFRUTEN, NO SE ENOJEN CONMIGO, Y NOS VEMOS O MÁS TARDE O EL PRÓXIMO DOMINGO.
SALUDOS!
WU XIN QIAN
PD: INTENTARÉ POSTEAR EN LA NOCHE OTRO CAPÍTULO, SI ES QUE ME ALCANZA EL TIEMPO
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Capítulo 38
La mañana era soleada, pero a mí me parecía gris. Hyuk tocó
mi puerta, pero le dije que no iba a salir de mi habitación ¿Para que ir a
clases? Ella iba a estar ahí y no quería verla ¿Cómo era posible que yo, el
príncipe heredero de la corona de una potencia mundial, llore por una chica?
Pero es que esta era especial, o por lo menos eso creí yo.
Encendí la televisión, estaba dando “Titanic”, una de mis películas favoritas. Llegó la parte en la que
ella decide volver al barco que se está hundiendo y le dice a Jack “Si tú saltas yo salto ¿Recuerdas?” Lloré
al oír eso. Todas las veces que Min Jee y yo veíamos esta película, nos
susurrábamos esa frase al oído ¿Por qué había acabado así?
Me volví a recostar en mi cama y miré el final; al igual que
nosotros, ellos terminaban separados, solo que él moría, ella en mi caso me
había dejado de amar. Las lágrimas volvieron a caer. Jamás me había enamorado,
jamás había estado con una chica, Min Jee era la única a la que quería, no
quería a nadie más.
Las horas siguieron pasando, Hyuk vino a tocarme varias
veces la puerta, pero no le abrí ¿Por qué? Porque me hablaría de Min, y era lo
que menos quería. Las horas pasaban y mi estómago rugía, no quería dejar mi
habitación por miedo a encontrármela. Si la veía, no iba a poder evitar tirarme
a sus pies y rogarle ¿Patético? Pues sí, pero lo iba a hacer, la quería
recuperar, no podía vivir sin ella.
- Abre la puerta – dijo la voz de
Hyuk – Te traje el almuerzo
Me levanté de mi cama y caminé hacia la puerta. Hyuk
sostenía una bandeja con mi comida, le di espacio y él entró. Dejó la comida en
mi mesa y se sentó en mi cama, yo solo lo miré.
- Luces horrible amigo, si quiera
abre las cortinas
Bromeó él, dejando entrar la luz del día.
- ¿La has visto?
Pregunté y él me miró.
- Sí
Contestó.
- ¿Cómo… cómo está?
Pregunté, sintiendo una presión en el pecho.
- Oh, ya sabes – dijo él – Usa
lentes, tiene cabello castaño y largo, camina bajando la mirada – sonreí – Se
ve… rara
- ¿Rara?
Él asintió.
- No sé cómo explicarlo, se veía
nerviosa
- ¿Cómo si ocultara algo?
Pregunté.
- Sí
Contestó él y yo miré a otro lado.
- ¿Qué crees que sea?
- Yo ya no sé – contestó – Con
ella no sé nada – agregó – Sun Hee piensa que su tía le debe de haber hecho
algo que la condujo a tomar esa decisión
- ¿Pero?
Hyuk me miró.
- Pero también está lo que te
dije – bajé la mirada y asentí, era duro pero posible – Tal vez… sí diga la
verdad, eso puede pasar ¿Entiendes eso?
- Sí – miré mi colchón – Pero
desearía que fuera lo otro, pues no sé que no hice como para que me deje de
querer
- Calma – me pidió él, tomando un
bocado de mi comida - ¿Por qué solo Sun y tú pueden comer así de delicioso? –
preguntó y yo sonreí – Tarde o temprano se va a saber todo, se paciente
- La sigo amando
- Eso es obvio, apenas ayer han
terminado – Hyuk me palmeó la espalda - ¿Irás a taekwondo?
- No – contesté – Ella estará en
las pistas de hielo, no quiero verla
- Tarde o temprano tendrás que
salir de tu habitación
- Pues pediré permiso para tomar
las clases en mi cama
Hyuk rió.
- Se hombre, amigo – dijo – Las
chicas van y vienen
- ¿Le dirías eso a Sun Hee?
Pregunté sonriendo.
- Sun es… diferente – contestó
sonriendo – Hace que me sienta feliz – sonreí al oír eso – Es exagerada,
gritona, la reina del drama – reímos, él la había descrito muy bien – Pero la
amo, ella es especial
- Lo mismo pienso de Min Jee –
miré al techo – Ella es especial
- Eso pasa cuando encontramos a
la persona indicada – Hyuk volvió a tomar un bocado de mi comida – Para mí, Sun
es la indicada, y me importa una mierda si es princesa
- ¿Si sabes que hay una
posibilidad de que te conviertas en duque? – pregunté – Cuando llegue la muerte
de mi padre y no pueda ascender al trono, Sun pasará a ser la heredera, y tú
pasarás a ser duque
- ¡Pues lo seré! – dijo él,
sosteniendo mi tenedor como si fuera una espada – Amo a Sun, y esas vainas
reales no me importan
Reí al ver a mi amigo, él era muy dulce y buen amigo, me
alegraba que mi prima hubiera encontrado a alguien como él.
- Realmente estás enamorado de la
insoportable de Sun – reí – Pobre de ti, ella da miedo
- Sí, me contó varias anécdotas
de cuando eran niños
Al instante me sonrojé ¿Cuáles le habría contado? Solo
esperaba que no hubiera sido esa que implicaba agua tibia y una cámara
filmándolo todo.
- Sun es… Sun
Terminé diciendo, riendo.
- Ves… ya te ves mejor – dijo
Hyuk sonriente y yo asentí. Aún me sentía miserable, pero ayudaba mucho tener
un amigo que te apoya mucho – Bueno, me voy, tengo que buscar a Yang para
buscar a los demás, luego venimos
- No estoy muriendo, solo… - miré
a Hyuk, este alzó una ceja – Sí vengan, me estoy muriendo
Él rió.
- Nos vemos luego
Dijo, levantándose de mi cama y yendo hacia la puerta. De
nuevo me quedé solo, sumido en mis pensamientos. En verdad deseaba ver a Min
Jee, pero al mismo tiempo tenía miedo de verla. Si la veía, y de esto estaba
seguro, me arrodillaría ante ella y le rogaría para que me acepte de nuevo, tal
como hice cuando quería que me aceptara la primera vez. No me importaba hacer
el ridículo, o lo patético que se vería, yo quería estar de nuevo con ella, no
podía creer que fuese verdad que ella me había dejado de amar.
En el viaje a América todo era maravilloso, estaba con la
chica que amaba, y cuando aceptó ser mi esposa… fue la sensación más increíble
que se pueda sentir. Cuando volvimos a Corea, las cosas seguían perfectas entre
nosotros dos, hacía de todo con tal de verla feliz, y realmente se veía feliz,
ella aún seguía diciendo que me amaba ¿Cuándo cambiaron las cosas? La respuesta
vino a mi mente: Las cosas cambiaron cuando ella se fue del Gyeongbokgung y yo
me fui a Aspen ¿Qué le pudo haber pasado? La idea que su tía le había hecho
algo volvió a mí, pero entonces las palabras de Hyuk también, había una
posibilidad de que Min realmente ya no me amase.
Me levanté de la cama, pateando la mesa de noche; respiré
hondo, necesitaba calmarme, no podía ir golpeando y destruyendo todo lo que se
me pusiera enfrente. Miré por la ventana, era un día cálido y las personas
caminaban animadamente por el inmenso campus de la universidad. Todos se veían
felices, todo parecían divertirse ¿Cómo podían hacer eso cuando su príncipe
estaba sufriendo por una rata de laboratorio? Entonces la vi, su cabello largo
y castaño lo llevaba en una coleta, miraba con nerviosismo a todos lados ¿Por
qué siempre hace eso? Alzó la mirada y creí por un segundo que me podría ver,
pero eso era imposible, yo estaba demasiado arriba. Ella volvió a mirar a los
lados y se fue ¿A dónde se iba? ¿Por qué no entraba? ¿Ella quería verme tanto
como yo a ella? ¿O tal vez venía a ver a Hyuk? No, eso era imposible ¿Entonces
qué? Salí corriendo de mi habitación, bajé a la carrera las escaleras y salí a
la plazuela, ella ya no estaba ahí y todos me miraban ¿Dónde podría estar?
Volví a mi habitación. Tomé mi teléfono y busqué el número
de Min Jee. Mi dedo estaba suspendido, dudoso de presionar el botón de llamar.
Dejé el teléfono a un lado y miré la pared vacía; en mi escritorio aún estaba
la caja con la tiara especial de Min, y su anillo, los tomé. El anillo me recordaba
el cielo azul de Orlando, los momentos vividos ahí fueron maravillosos, como de
otra era. Los ojos se me llenaron de lágrimas. La extrañaba, extrañaba su
personalidad, sus virtudes, sus defectos y su belleza, la tenía que recuperar,
pero primero tenía que averiguar qué había pasado. Tomé de nuevo mi teléfono y
marqué un número.
- Hola
Saludó Jin Kyong.
- ¿Quieres salir a dar una vuelta?
Le pregunté. Ella también la debía de estar pasando mal con
las actitudes de su madre, de seguro lo que ella le hacía a Min también se lo
hacía a Jin. Escuché voces del otro lado de la línea y ella contestó:
- Estoy en clases ahora, ven a
buscarme, termino en una hora
- De acuerdo, voy para allá
Fui a las duchas y me di una ducha rápida, me cambié con lo
primero que encontré y salí en mi Porsche. Jin me esperaba afuera, muchas
personas nos observaban, era un poco incómodo ¿A caso nunca vieron a un amigo
recoger a su mejor amiga?
- Hola
Me saludó ella, entrando en el auto y dándome un beso en la
mejilla.
- ¿Dónde quieres ir, pequeña?
Pregunté y ella sonrió.
- A donde tú quieras, pero la
verdad es que se me antoja un helado
Yo solté una risita.
- Por helado será
Puse el auto en marcha y salimos del campus de Julliard.
Llegamos a la heladería favorita de Jin, ella se veía feliz. Siempre me gustó
verla feliz, después de saber cómo era su madre, prometí que la haría tan feliz
como ella me hacía a mí, y pienso que hasta ahora hago un buen trabajo.
Nos sentamos y ella empezó a ver el menú, sabía lo que se
pediría antes de que lo mencionara. Ella siempre pedía helado de chispas de
chocolate y yo siempre pedía helado de café, luego los combinábamos y
esperábamos a que se derritiera.
- ¿Cómo has estado?
Me preguntó y yo solté un suspiro.
- No muy bien
Contesté.
- Ya te dije, no debes de sufrir
por ella
- No es tan sencillo
Dije, lanzando a un lado el menú.
- Ella no te merece – miré a Jin –
Dejarte así no más… ¿Qué le sucede?
- ¿No sabes qué pudo pasarle?
Pregunté y ella negó.
- En todo el verano solo la vi un
día – contestó ella – El día antes de que las clases comenzaran
- ¿La vieja bruja no te dijo si
ella iba a veces a tu casa?
Pregunté y ella negó.
- Mamá y yo no sabíamos que ella
estaba fuera del Gyeongbokgung hasta el día antes de que comenzaran las clases
- Ya veo…
Miré a otro lado. Me sentía triste, me sentía decepcionado.
Si lo que Jin decía era verdad, y dado que ella es mi mejor amiga y no me
mentiría en algo así, entonces no era posible que su tía le hubiera hecho algo
¿Entonces qué pasó? ¿De verdad… de verdad me había dejado de amar?
- Por cierto… gracias por no
llevarme a Disneylandia – dijo ella riendo – A Min la conoces hace poco y a mí
de toda la vida ¿Qué ya no me quieres?
- Sabes que te amo Jin – contesté
y ella sonrió – Pero Min es… era mi novia, y a ella la a…
- ¡No digas eso! – gritó ella y
todos voltearon a vernos, Jin se veía enfadada – Me harás llorar y sentir peor
- ¿Por qué?
Pregunté.
- Porque ella es mi prima y te
está haciendo infeliz
- ¡Oh, Jin! – exclamé, apretándole
la mejilla – Lo que pase con Min, no hará que lo nuestro cambie, siempre serás
mi pequeña
- Tú también eres mío
Ella volvió a sonreír. Jin siempre fue una de las personas
más importantes de mi vida, ella siempre estaba ahí para sacarme una sonrisa,
tranquilizarme y llorar conmigo, nunca me falló, la quería demasiado. Jamás iba
a querer perder su amistad, pues ella fue la primera mano que me ayudó a
levantarme, y siempre fue la primera persona que estaba ahí para mí.
Pedimos los helaos y continuamos hablando. La habían
seleccionado para interpretar al “Hada
Confite” en el “Cascanueces” La
felicité, pues sus sueños se estaban cumpliendo.
- ¿Y qué dice la vieja bruja?
Pregunté.
- Ella está empezando a aceptarlo
Dijo ella y yo sonreí, me alegraba oír eso. Como siempre,
terminamos tomando café con vainilla en vez de comer helado, ambos riendo como
cuando éramos niños. Salimos del restaurante y dejé a Jin de nuevo en su casa,
yo volví a la universidad.
Mientras me acercaba a la universidad, sentía los ojos
escocer ¿Entonces era verdad? Me negaba a creer que fuera verdad, no quería que
fuera verdad. Respiré hondo y caminé hacia mi habitación, una vez dentro, me
derrumbé ¿Era posible que una persona te deje de amar de un día para el otro? Tomé
el anillo de Min y volví a llorar.
- Te amo… no me dejes
No podía soportarlo, dolía mucho ¿Por qué dolía tanto? ¿Por
qué tenía que pasarme esto? Es decir, ya perdí a mi madre, iba a perder a mi
padre ¿Por qué tenía que perder a la mujer que amaba? Empecé a gritar, todo era
tan injusto, no podía merecer tanta mierda en esta vida. Golpeé las paredes,
pateé mi velador, lancé mis libros, rompí el espejo, nada me importaba, nada
importaba, todo estaba perdido para mí, me sentía a la deriva.
- ¡Donghae, ábreme!
Gritó Eunhyuk, golpeando la puerta.
- ¡Lárgate!
Grité, no quería ver a nadie.
- ¡Abre la puerta!
- ¡Que te largues!
Grité, lanzando mi laptop, la cual se hizo añicos.
- ¡Abre la puta puerta!
Hyuk comenzó a golpear la puerta con más fuerza.
-
¡Lárgate! – grité tan alto como pude - ¡Largo!
Me arrodillé en el suelo y tomé mi cabeza, tapándome los
oídos. Grité hasta que la garganta me ardía, y volvía a gritar. Hyuk seguía
golpeando la puerta, pero hablaba con alguien, debía de ser Sun al teléfono.
Estaba deshecho, ella me había roto, ella lo había sido todo para mí y ahora ya
no tenía nada.
- Donghae… - ese era Kyuhyun –
Déjanos entrar amigo
- Por favor Donghae, no debes de
estar solo
Me levanté del suelo, restregué mis lágrimas y abrí la
puerta. Había un centenar de personas paradas fuera de mi habitación, todas contenidas
por mis guardias. Kyu y Hyuk entraron, ambos tenían paquetes de cervezas en
cada mano, era mucha cerveza. Se sentaron en mi cama y me miraron, Hyuk me
abrió una lata y me la entregó.
- Es medicina para la depresión
Dijo Kyuhyun y yo asentí.
- Hablé con Sun – dijo Hyuk –
Ella me contó algo que sucedió en América, sobre un mensaje de muerte a Min
- ¿Qué?
Pregunté, mirando a mis amigos ¿Había alguien amenazándola
con matarla? ¿Esa había su razón para alejarse de mí? ¿A caso tenía miedo?
- ¿Y qué averiguaron?
Preguntó Kyu.
- ¿Fue su tía?
Pregunté con esperanza.
- Sun dijo que el mensaje provino
del celular de una niña de ocho años – Kyu y yo nos miramos confundidos – Y que
es hija de una sirvienta
- ¿Fue una broma?
Preguntó Kyuhyun.
- No lo sé… - Hyuk nos miró –
Tanto Sun como yo pensamos que es solo una treta para encubrir a una mente
siniestra – miré a Hyuk, no entendía – Sabían que rastrearíamos el teléfono,
por eso lo hicieron de una forma muy solapada
- ¿No hay ninguna conexión entre esa
sirvienta y la tía de Min?
Pregunté y Hyuk negó.
- Ni siquiera con la patrona
- ¿Y sí fue solo una broma? –
preguntó Kyu, viendo algo en su tablet – Donghae es un ídolo adolescente por
ser el príncipe heredero, y además es guapo – miré a mi amigo sin entender – Es
normal que algunas chicas le tengan envidia a Min Jee
- ¿Tu punto es…?
Preguntó Hyuk.
- Min tiene desde su dirección en
Mokpo a su número de celular en facebook – Kyuhyun nos mostró la tablet – Y su
perfil no es privado
- ¿Entonces crees que esta niña
es solo una clase de “Anti-fan”?
- Es más fácil que una
conspiración en contra de Min o un intento de asesinato por parte de su tía
- Pero su tía la golpea
Le recordé.
- Algunos de los casos donde los padres
golpean a sus hijos, son los mismos padres los que asesinan sin intención, no
mandan a matarlos
Dijo Hyuk y yo asentí, eso solo me desilusionaba más, pues
entonces se afianzaba la teoría de que ella me había dejado de amar.
- Y lo hacen porque no pueden
controlar su ira, no porque quieran matarlos
Agregó Kyu.
- Entonces ya está – lancé la lata
de cerveza al suelo y su contenido se derramó – Ella de verdad me dejó de amar
- Eso no lo sabemos a ciencia
cierta – dijo Hyuk, recogiendo la lata – También puede ser verdad lo de la
conspiración
- Ten fe amigo – me pidió Kyu y yo
solté un bufido – La verdad se sabrá tarde o temprano
- ¿Cuándo? – pregunté - ¿Cuándo mi
padre ya haya muerto y tenga que ceder mi derecho a mi tía Jae Hwa? ¿Cuándo ya
estemos viejos y todos sean exitosos? ¿Cuándo ella salga en la tele contando su
vida? ¿Cuándo ya la maten? – mis amigos se miraron - ¡¿Cuándo?!
- No lo sé – contestó Kyuhyun –
Solo intento hacerte sentir mejor
- Pues no necesito esta mierda –
abrí otra lata de cerveza y comencé a beber - ¡Quiero respuestas! – grité,
bebiendo otro sorbo más - ¡Quiero saber porque mi novia que decía amarme al día
siguiente me dejó!
- ¡Cálmate!
Me ordenó Hyuk con voz firme.
- ¡No me pidas que me calme! –
grité - ¡Sus novias no los dejaron a meses de su boda, y sin darles una
explicación!
- Lo sabemos… intentamos
entenderte – Kyu me miró y yo respiré hondo, debía de calmarme – Pero no puedes
estar enojado con medio mundo, no con nosotros por lo menos
- Lo lamento
Dije, pues él tenía razón, no debía de desquitarme con los
demás, ellos no tenían la culpa.
- Regresa a clases mañana – me
pidió Hyuk – Si la ves, sopórtalo, porque no vas a poder evitarla toda la vida
- De acuerdo
Asentí y mis amigos sonrieron. Mis amigos me dijeron que
necesitaba esperar, que pronto se sabría la verdad, pero no había un cuándo.
Intentaría hablar con ella, que me diga la verdad, y si al final era verdad que
ya no me amaba, la dejaría en paz.
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ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, Y SI NO.... PUES IGUAL COMENTEN :P LOS QUIERO!!!! NOS VEMOS!!! Y DISCULPEN DE NUEVO LAS MOLESTIAS.
HASTA EL PROXIMO DOMINGO!!!!
PLISS unnie continuaaaa, me encanta tu fic muy lindo, y a la vez triste :( Estare esperando el proximo capitulo :)
ResponderEliminarGracias ^^
EliminarMe gustó la parte en la que eunhyuk habla sobre sun, qué te pareció a ti?
los domingos es que actualizo, ya la tengo toda hecha, pero los edito, y solo los domingo lo hago porque estudio en la universidad
¡Se paciente unnie!!!!! por favor!!! y me alegra que te guste mi historia
atte:
Wu Xin Qian
(x cierto ese es mi nombre real)