sábado, 16 de enero de 2016

Hotel SHINee (Jongkey) - 17

Capítulo 17





- Mi appa y el de Jonghyun son socios – decía Joon – Ambos tienen un hotel en América que es muy conocido
- Fascinante…
Decía Jinki sonriente.
- Nosotros hemos ido a todas partes del mundo gracias a nuestros padres – seguía diciendo él – Por eso pienso que debemos esforzarnos por devolverles lo que han hecho por nosotros
- Eso es cierto
Aceptó Woohyun.
- ¿Cuál es tu lugar favorito en el mundo, Joon oppa?
Preguntó Sae.
- Toscana, en Italia
Contestó Joon.
- Opino lo mismo – dijo Key - ¿Recuerdas Jinki? – la aludida asintió – Es un hermosos lugar
- Nosotros hemos ido ahí como tres veces, siempre es divertido
Comenté y todos asintieron.
- Mis padres tienen una villa en Toscana
Comentó Woohyun.
- ¡Es muy bonita! - dijo Sae sonriente – Me gusta mucho la casa de Woohyun oppa en Italia
- ¿Todos han ido a Italia?
Preguntó Joon, notablemente incómodo.
- Italia, Francia, Grecia… nos hemos recorrido casi toda Europa – habló Jinki, tomando un poco de su bebida – Nos falta recorrer África
- Nosotros hemos estado en África
Recordé al instante y Joon me miró sorprendido.
- Cierto… - Joon me miró y yo asentí – Hemos ido al Cairo, en Egipto
- Nunca he ido a ahí
Admitió Key.
- Yo menos
Dijo la extraña pareja al unísono.
- Sería bueno ir… - dijo Key, mirando su vaso – Tal vez, cuando nuestros padres se calmen y regresen a sus sentidos – todos rieron, recordando aún a los adultos que seguían en un estado de letargo por culpa de las confesiones de sus hijos – Podamos ir al Cairo
- ¡Veremos las Pirámides!
Sae empezó a aplaudir.
- Quizá podamos ir en Navidad – dijo Woohyun – Ahora que nuestros padres están poniendo la mira en África
- ¡Sí! – celebró Jinki, sonriente – Eso sería increíble
- Eh… sí, lo sería
Dije yo, mordiéndome un labio con disimulo. Joon y yo ni siquiera teníamos pasaporte ¿Cómo rayos haríamos algo así? Si es que se daba la oportunidad, nosotros no podríamos ir. Joon me había confesado que le había gustado Jinki, que era la chica más singular y linda que había visto en su vida; debido a esto él también empezó a mentir. Él era el que siempre me decía que dejara de hacerlo, que no lo hiciera, que todo saldría mal, y ahora él también mentía ¿Por qué continuábamos haciéndolo? Faltaba menos de un mes para que el verano acabase, y cuando eso sucediera jamás las volveríamos a ver, pues tendríamos que regresar a nuestra realidad. Él había dicho, citándome, que quería al menos estar con ella por lo que quedara del verano, aunque fuese poco tiempo. No lo contradije, ni objeté, lo apoyé, como él hizo conmigo, y ahora ambos estábamos en el mismo barco, a punto de ahogarnos con nuestras mentiras.
- También quisiera ir a Venecia – comentó Sae, comiendo un poco de Kimchi – Sería lindo pasear en esos botes… - miró a Woohyun - ¿No opinas lo mismo, oppa?
- Sí… sería lindo – Woohyun sonrió - ¿Qué tal si vamos en Navidad a Venecia?
- Y a Egipto en las próximas vacaciones de verano
Agregó Key y todos asintieron.
- ¿Se apuntan?
Nos preguntó Woohyun.
- Es que… nosotros…
- En Navidad iremos a Ámsterdam – me apresuré a decir – Nuestros padres están viendo la posibilidad de abrir un hotel ahí
- Wow… eso es fascinante
La mirada de Jinki no era de fascinación, era una mirada extraña… ¿A caso ella sabía la verdad?
- ¿Pero de todas formas iremos a Venecia? – preguntó Sae, mirando con ojos inocentes a todos – Es que quiero pasear en góndola con Woohyun oppa
- ¡Oh… que linda! – exclamó Key – Aún no puedo creer que tu novia sea una niña nueve años menor que tú
- Woohyun oppa me quiere mucho y yo a él – confesó Sae y Woohyun sonrió - ¿No es así?
- Sí, mucho
Admitió un Woohyun sonrojado.
- ¿Cómo es que sucedió?
Preguntó Jinki.
- Nuestras ommas son amigas y constantemente iba a su casa – empezó a contar Woohyun – Me aburría enormemente porque no tenía a nadie con quien conversar y entonces…
- Le pedí que jugara conmigo
Intervino Sae.
- Jugamos a las muñecas por horas y horas – siguió contando Woohyun y todos rieron – Y no sé… de pronto ya no quería irme
- Él prometió volver la siguiente vez y así lo hizo – comenzó a hablar Sae – Me enseñó a andar en bicicleta
- Esa fue la segunda vez que nos vimos – recordó él – No sé… - sonrió – Ella simplemente tenía algo distinto… lindo – las chicas sonreían como si estuvieran leyendo una novela romántica – Y eso no me pasaba con las otras niñas, solo con Sae Ron
- ¿Entonces por ella es que a veces nos dejabas plantadas?
Preguntó Key, cruzándose de brazos e intentando poner cara seria, pero no podía evitar sonreír.
- Sí, y no me arrepiento – Woohyun abrazó a Sae y esta rió – Y un día, que estábamos jugando en su jardín a que ella era la “Bella Durmiente” y yo el príncipe… - todos lo miramos atentos – Pues no pude evitar… besarla, se veía demasiado linda
- Y entonces yo dije que ya que me había dado un beso, entonces era mi novio
Completó Sae y las chicas aplaudieron.
- ¡Qué bonito!
Exclamó Jinki.
- ¡Mucho…!
Decía Key, asintiendo.
- ¿Si sabe él que lo único que le gusta a esa niña es la adoración que siente él por ella?
Me preguntó Joon en un susurro.
- Déjalo vivir en su fantasía
Le dije a mi hyung y este asintió.
- Algún día una loca escribirá una historia de vampiros donde uno de los personajes se enamorará también de una niñita
- Sí, y ese personaje será un hombre lobo y la niñita será una recién nacida
Ambos reímos.
- ¿Qué tanto murmuran?
Preguntó Key, mirándome de forma amenazadora.
- Nada… - contesté, pasando mi brazo por sus hombros – Solo de a dónde llevarte esta noche…
- ¿Saldremos?
- No hemos tenido una cita los dos solos – ella sonrió – Como novio, debo de llevarte a un buen lugar como primera cita
- ¡Oh, Puppy!
Key sonrió aún más y entonces me besó.
- Mi primera cita con Woohyun oppa fue al Parque de Diversiones y luego vimos una película de terror, él se desmayó
- ¡No tenias por qué contarlo!
Woohyun se cubrió el rostro con vergüenza.
- Yo nunca he tenido una primera cita
Confesó Jinki y Joon la miró sorprendido.
- ¿En serio?
- Aja, jamás he salido con un chico, solo en grupo
- Oh… - Joon miró a otro lado y luego respiró hondo, eso me causó gracia, nunca lo había visto nervioso - ¡Jinki…!
- ¿Sí…?
- A ti… te gustaría… Aish…
- ¿Por qué te cuesta tanto expresarte? – se burló Key – Solo dilo
- ¿Decirme qué, Joon oppa?
- ¿Quieres salir conmigo?
Soltó Joon y Jinki lo miró sorprendido, luego miró a Key.
- Yo…
- Ella estaría encantada – contestó Key – Te prestaré mi vestido verde
- Eh… sí… - miró a Joon e intentó sonreír, pero solo le salió una mueca – Me gustaría salir con usted, Joon oppa…
- Bien… - Joon sonrió – Iré a recogerla su habitación a las seis
- De acuerdo
- Eso significa que estaremos solos tú y yo, Puppy
Dijo Key, mirándome de forma extraña, como seduciéndome con los ojos, sus ojos felinos.
- Sí…
Sonreí, esa chica me tenía en la palma de su mano.
- Entonces también salgamos – ordenó Sae, mirando a Woohyun – Llévame a la playa de nuevo
- ¿A la playa? – preguntó Woohyun y Sae asintió – De acuerdo, prepararé algo entonces…


- Mierda… - decía Joon acomodándose la corbata – Estoy nervioso…
- Solo llévala a comer pollo, con eso la conquistarás
Le dije, intentando no reír de la actitud de mi amigo.
- Es fácil para ti decirlo, mentir se te hace fácil – Joon seguía batallando con su corbata, la del traje que hace unos minutos habíamos robado - ¿Qué pasa si se da cuenta de que miento?
- No lo hará
- Es una chica de la Alta Sociedad, se dará cuenta
- Solo recuerda todo lo que te he dicho y no pasará nada
Le intenté tranquilizar, terminando de vestirme.
- Sí… - Joon respiró  hondo – Todo saldrá bien
- Eso, mente positiva
Joon me sonrió.
- Que te vaya bien en tu cita con la Diva
- Que te vaya bien en tu cita con la adicta al pollo
Le deseé y él rió.
- No me esperes despierto…
- No lo haré…
Sonreí y Joon se fue. Terminé de arreglarme, era imposible que me viera mal con algo, sobre todo si era algo tan fino como lo que estaba usando. Salí de mi habitación sonriente y toqué la puerta de Key y esta me abrió, esbozando una gran sonrisa.
- Que guapo te ves esta noche, oppa
Dijo ella, enganchando su brazo al mío.
- También te vez muy bella esta noche
- Ya lo sabía
La miré, ella tenía una sonrisa de suficiencia en el rostro. Definitivamente mi novia era presumida, pero de cualquier forma así me gustaba ella. Entramos en el ascensor y descendimos al primer piso, todos los hyungs y noonas la saludaron y me saludaron, en verdad se sentía bien poder decir que Kim Kibum era mi novia, mía y de nadie más. Salimos del hotel y nos quedamos ahí parados, mirando el cielo estrellado.
- ¿A dónde quiere ir mi Diva?
Pregunté y ella sonrió.
- A cenar no, es muy aburrido – contestó – La playa ya nos la ganó Woohyun y no quiero topármelo, me daría miedo verlo con su hija/novia – reí por sus palabras - ¿Qué sugieres tú?
- Pues… siendo muy jóvenes aún… no podemos hacer mucho
Me lamenté.
- Que aburrido eres – se quejó ella, cruzándose de brazos y haciendo un puchero – Quiero eso… - señaló una de las bicicletas del hotel – Demos una vuelta en eso
- ¿Quieres montar en bicicleta a esta hora?
Ella asintió.
- Yo no montaré, lo harás tú y yo estaré sentada abrazándote – la miré con una ceja alzada – Como en las películas
- De acuerdo
Acepté, tomando una de las bicicletas y anotando el nombre de Key junto con el número de su habitación. Me subí y Key se subió en la parte de atrás, abrazándose a mi cintura. Comencé a pedalear, recorriendo la isla con Key abrazada a mí.
Cada tanto ella decía cosas como “Oh, qué bonito…” o “Mira que lindas flores” o sino “¡Ve más lento idiota que me voy a caer!”. La verdad es que era muy entretenido pasear en bicicleta por la isla y de noche. Nos detuvimos en la plaza, la luna se veía hermosa desde ahí.
- Sabes oppa… - empezó a decir, abrazándome – Me has dado el verano más lindo de todos
- Fue un placer
La apreté más contra mí.
- Me diste el valor de hacer muchas cosas – Key me miró, sus ojos brillaban – Al final si terminaste siendo mi súper héroe
- Key… - ella me miró fijamente y entonces la besé – Te quiero…
- Yo igual – sonreí al oírla – Es una buena señal que mis padres aún no hayan venido a matarte después de la desastrosa fiesta
- Sí… - no pude evitar soltar una risita – Aunque aún siento miedo – pensé en mis padres – Hay algunas cosas que temo…
- ¿Cuáles?
- Que a mis padres pueda pasarles algo
Contesté, mirando al cielo.
- No creo que mis padres sean tan malos – miré a Key con una ceja alzada – O sea, sí, son crueles, pero no creo que sean capaces de hacer algo malo como dañar a tus padres
- Eso espero…
- Cuéntame de ellos – me pidió - ¿Cómo son?
- Pues mi appa es muy comprensivo, se llama Taeyang – comencé a contar – Omma cocina delicioso, tiene buena sazón, quizá algún día me enseñe
- ¿Cómo se llama?
- Daesung – contesté – Es la mejor omma del mundo, siempre diciéndome lo mucho que me ama e intentando verme feliz a toda costa
- Suena lindo… - Key bajó la mirada – Mi omma vive para hacerme sentir mal… no sé por qué lo hace, siempre intenta apabullarme, hacerme sentir tonta y… ridiculizándome
- Lamentablemente es la única omma que tienes
- Lamentablemente… - Key seguía mirando el suelo, yo tomé su mano y ella sonrió apenas – Mi abuela en cambio… - sonrió aún más – Ella me amaba mucho… me hacía sentir querida, especial, era su única nieta así que me engreía mucho…
- ¿Murió?
Me atreví a preguntar.
- Hace un año – contestó ella – Ella era la única en la casa, además de Jinki, que me decía lo mucho que me quería… - Key me miró, mostrándome su sonrisa – Mi abuela fue la primera que me regaló un cuaderno de dibujo… - su mirada se volvió nostálgica – Me enseñó a pintar, a dibujar, a coser… - soltó un suspiro – Con ella cosimos casi todos los vestidos de Jinki
- ¿En serio?
- Todos los vestidos que la has visto usar han sido mis creaciones – comentó ella, sonriendo con arrogancia – Este también es un “To Heart” original
- ¿To Heart?
Pregunté sin entender y ella sonrió.
- Es el nombre que le puse a mi… futura marca de ropa
- En verdad tienes talento
Key asintió, mordiéndose un labio.
- Pero mis padres quieren que me haga cargo de Big-Bang
- Pero eso no es lo que tú quieres – ella me miró – Debes de luchar por lo que quieres
- No es tan fácil… - se lamentó – Puede que el viernes hayas hecho lo inimaginable para todos nosotros, pero convencerlos no será tan fácil… - Key miró al suelo y volvió a mirarme – Tan pronto como volvamos a Seúl… ellos serán los mismos de nuevo – me sonrió – Por eso quiero disfrutar al máximo este momento de paz
- Es una segunda “Guerra Fría”
Comenté y ella asintió.
- Pero al menos quiero disfrutarla contigo…
Nos volvimos a besar.
- No entiendo como un padre puede obligar a su hijo a hacer lo que no quiere, lo condena a la infelicidad…
- ¿Tú quieres hacerte cargo de los hoteles de tu padre por obligación o porque quieres?
Sonreí por la pregunta.
- Yo quiero hacerme cargo del “Hotel SHINee” porque quiero verlo crecer, quiero que sea el mejor hotel del mundo… - sonreí – Antes de venir aquí… me esforzaba todos los días para siempre ser el mejor en la escuela, en mis trabajos de medio tiempo… cualquier cosa que en el futuro me sirviera para ayudar con el “Hotel SHINee”. Ese hotel es todo lo que mis padres tienen…
- Eso es interesante… deberías ir a la escuela EXO, es la mejor
- Ya me lo han dicho – reí – Tal vez a mis hijos los meteré en esa escuela, tal vez mis nietos irán a esa escuela
- ¿Tú obligarías a tus hijos a seguir con el negocio de tu familia?
Me lo pensé bien y luego sonreí.
- Me gustaría, pero no la obligaría… - contesté – Aunque haría que esté siempre conmigo en el trabajo, eso hacía mi padre y por eso amo lo que hace, haría lo mismo
- Eso es manipulación
Rió Key.
- Pero si al final me dice que quiere hacer otra cosa, pues dejaría que siguieran su propio camino
- Eso suena mejor…
- Y si decide que quiere hacerse cargo de mi negocio… - sonreí – Me haría el enfermo para que tome el puesto de CEO de una vez
- Eso sería divertido – rió Key – Yo también me gustaría dejarle el negocio a mi hijo, pero que decida lo que quiera… eso sería lo mejor
- Lo importante es intentar evitar los errores de nuestros padres
- Sí… - Key sonrió ampliamente – Yo mimaría a mi hija con todo mi corazón, gastaría cada centavo en ella y haríamos cosas juntas ¡Como ir de compras! Y arreglarnos…
- Cásate conmigo – dije y Key sonrió – Tus hijos te saldrían guapos
- Calla Puppy – rió Key – Tus hijos tendrían la suerte de parecerse a mí, soy muy bella
- Yo más
- ¡No! – Key sonrió - ¡Yo soy más bonita!
- ¿Has visto mi abdomen? – pregunté y ella rió - ¡Soy muy guapo!
- ¿Me has visto en traje de baño? – preguntó ella y yo al instante comencé a imaginarlo - ¡Soy muy bella!
- Entonces no te pongas ropa de baño, eres solo mía, no de dominio público
Ella sonrió y luego me dio un zape.
- Para que se te quite lo tonto
- Si me das golpes en la cabeza, quedaré tonto
- Jonghyun…
Me fulminó con la mirada.
- Lo siento… dejaré de hacer comentarios tontos
- Así me gusta – Key sonrió y me pellizcó una mejilla – Volvamos al hotel
- ¿Tan pronto? – pregunté decepcionado – Creí que podríamos quedarnos un rato más aquí – miré el cielo – Bajo la luna… te ves más hermosa
- Tú igual – Key se acercó más a mí – Oppa… - la miré - ¿Qué hacen las parejas normalmente en una cita?
- A pues…
Sonreí, levantándome de la banca y extendiéndole mi mano, ella al instante aceptó. Comenzamos a recorrer toda la isla, tomados de la mano, tomándonos fotos, besándonos, abrazándonos, disfrutando uno del otro. Nos detuvimos en un árbol y yo saqué mi navaja, entonces tallé en el tronco: “Jonghyun y Key, por siempre y para siempre”. Ella me abrazó fuertemente y me dio un beso lento y cargado de amor. Key le tomó foto a nuestro recuerdo y continuamos nuestro camino por la isla, disfrutando de todos los paisajes y de nuestra compañía.
- ¡Mira, una estrella fugaz!
Key señaló el cielo.
- Pide un deseo
Le dije y ella cerró los ojos.
- Deseo… estar siempre al lado de Jonghyun oppa
Sonreí al oírla.
- Deseo que Kibum siempre esté a mi lado
Ella me sonrió y luego se apoyó en la cerca, mirando hacia el abismo, donde las olas golpeaban.
- ¡Amo a Kim Jonghyun!
Gritó ella, siendo su voz esparcida por el silencio de la noche y confundiéndose con el sonido de las olas.
- ¡Amo a Kim Kibum!
Grité yo y ella me sonrió. Key me abrazó y acercó su rostro al mío, uniendo nuestros labios. Me sentía muy feliz a su lado, siendo correspondido, sabiendo que solo me quería a mí. Tomé su mano y volvimos al hotel en la bicicleta. Subimos por el ascensor hacia el sexto piso y caminamos lentamente por él, había sido la mejor noche de mi vida, no quería que se acabara aún. Key buscó en su bolso algo y luego me miró.
- Creo que Jinki se quedó con la llave – Key golpeó la puerta - ¡Jinki unnie, ábreme! – pero no se escuchó sonido alguno - ¡Jinki unnie! – siguió golpeando pero no hubo respuesta - ¡Onew-shi! – Key dejó la puerta y me miró – Creo que no hay nadie, aún no deben de haber vuelto
- Oh pues… - miré mi puerta – Puedes quedarte en mi habitación – sugerí – Es tarde y debes de estar cansada
- Sí…
Aceptó ella, siguiéndome hacia mi puerta. Abrí y entramos; me sentí avergonzado, era la típica habitación de hombres, es decir que estaba desordenada. Key miró todo y se sentó en una de las camas, luego me miró.
- Eh… puedes dormir ahí, yo dormiré en esta
- Sí
Aceptó ella.
- Eh… - busqué en la ruma de ropa – Toma esto, para que estés más cómoda
Le entregué una de las camisetas que Joon había robado, fácilmente le quedaría como camisón pues era muy grande.
- Gracias… - dijo ella, extendiéndola – Que curioso, he visto esta camiseta antes
- ¿En serio?
- Sí… - Key la dejó a un lado – Debe de ser un modelo muy común
- Seguro… - tomé mi ropa del piso – Iré al baño a cambiarme… - la miré, me sentía muy nervioso – Tú puedes cambiarte aquí
- Sí…
- Bien…
Caminé hacia el baño y cerré la puerta. Me miré en el espejo y me lancé agua, estaba nervioso, jamás había estado con una chica en una habitación ¡Solos! ¡Y en un hotel! Era tan extraña la situación. Me puse mi piyama improvisado y regresé a la habitación.
- ¡Ah!
Gritó ella y yo me cubrí los ojos. La camiseta no era muy larga así que se le veían las piernas y la ropa interior. Escuché el ruido del colchón, de seguro ella se estaba metiendo debajo de las sábanas, pero yo no me atrevía a mirar.
- Lo siento…
Me disculpé, aún sin quitar mis manos.
- Ya puedes ver
Dijo y yo descubrí mi vista. Ella estaba en la cama, cubierta por las sábanas, de nuevo con el cabello en sus dos coletas. Caminé hacia la otra cama y me recosté en ella, mirando a Key, quien veía el techo fijamente.
- Buenas noches…
Murmuré sin cerrar los ojos, no quería dejar de verla.
- Oppa… - Key me miró, yo de pronto sentí calor por dentro – Alguien tiene que apagar las luces
- Cierto… - quité las sábanas y me levanté, apagando las luces y volviendo a mi cama – Buenas noches…
- Oppa… - Key encendió la lámpara de noche – Te amo…
- Yo también te amo Key… - sonreí, aunque ella no pudiera verme – Que tengas dulces sueños
- Oppa… - la volví a mirar, se había levantado de su cama y ahora podía ver sus delgadas y bien formadas piernas – Hazme un lugar…
- ¿Qué…?
Pero no tuve tiempo de decir nada más, pues Key quitó las sábanas y se recostó a mi lado. Me quedé viéndola, sintiendo que el corazón comenzaba a latirme con rapidez. Los ojos de Key brillaban con la luz de la lámpara de noche, dándole a su rostro un aspecto aún más dulce y hermoso. De pronto sentí que tomaba mi mano por debajo de las sábanas y mi corazón aceleró todavía más; tragué saliva, me sentía muy nervioso, aunque solo estuviéramos durmiendo.
- Jonghyun-shi…
- Key…
- Dame un beso por favor…
Pidió y la miré, luego miré sus labios y finalmente sus ojos. Tragué saliva de nuevo y me acerqué un poco a ella; Key cerró los ojos y yo acerqué mi rostro, la respiración de Key era lenta, debía de estar esperando mi acción. Acerqué más mi rostro al suyo y uní nuestros labios. Era un beso lento pero profundo, jamás la había besado así, jamás había besado a alguien así. Key llevó una de sus manos a mi mejilla y empezó a acariciarla, sin romper nuestra unión. Tomé su mano, apretándola más contra mi rostro, su tacto se sentía cálido. Key acercó más su cuerpo al mío; su otra mano, la que sostenía la mía, la llevó a mi cuello y así me atrajo más hacia ella. Mi mano libre la llevé a su cintura, intentando que la cercanía fuera más corta. Su mano que aún era sostenida contra mi rostro comenzó a descender por mi cuello, provocándome cosquillas y que me estremeciera. Abrí mis ojos, ella seguía con los suyos cerrados, sin detener nuestro beso. Me sentía aturdido ¿Qué estábamos haciendo?
- Key…
- Oppa… - ella me miró – No me sueltes…
Pidió y yo asentí. Volvió a unir nuestros labios. Su mano siguió su recorrido por mi cuello y descendió a mi hombro, bajando por mi brazo y dibujando mis músculos con la punta de sus dedos. Mi otra mano libre también la llevé a su cintura y la acerqué aún más a mí, podía sentir el latido de su corazón contra el mío. La sensación de sus manos en mis costados era extraña, hacía que me estremeciera, pero me gustaba mucho. Comencé a descender por su cintura, acariciando sus caderas y acercándome al borde de la camiseta que cubría su cuerpo. Key se separó de mí y yo la miré asustado.
- Lo… lo siento…
- Jonghyun-shi… - Key me miró, su boca estaba ligeramente abierta y su respiración estaba un poco agitada – Eres mi primer novio – admitió – Y quiero que seas el primero en todo
- Key… - sus palabras me sorprendieron mucho - ¿Estás segura? – pregunté – Somos muy jóvenes…
- Tengo quince años y no quiero esperar para estar con el chico que amo – contestó, mirándome fijamente – Mira a Sae Ron, ella tiene diez y está con Woohyun en la playa haciendo solo Dios sabe qué
- ¿Estás segura?
Volví a preguntar con miedo.
- Sí, mucho…
Contestó ella, cerrando sus ojos. Miré sus labios y entonces los volví a atrapar. No podía creerlo, pero estaba sucediendo. El calor en mi cuerpo aumentó y llevé mis manos hacia el borde de la camiseta de Key, lentamente la fui alzando, rozando su piel con mi mano, su piel era suave. Comencé a acariciar su abdomen, tocando apenas su ombligo, no atreviéndome a ir más arriba, aún no podía asimilar lo que estaba ocurriendo y el calor en mi interior seguía en aumento. Key me imitó y comenzó a alzar mi camiseta, tocando mi duro abdomen, recorriéndolo con sus suaves manos. Solté un suspiro cuando sus manos tocaron mi pecho, su tacto era como el fuego, quemaba mi piel y me hacia desear que lo repitiera mil veces más. Me aventuré a subir más las manos y toqué apenas uno de sus pechos, apenas rozándolo con la punta de los dedos.
- Te amo… - le dije entre besos, abriendo mis ojos – Mucho…
- Yo igual – Key abrió los ojos también – No quiero separarme nunca de ti
- Tampoco quiero que te separes de mí
Entonces quité su camiseta, lanzándola de nuevo a la ruma. Ella me miró fijamente y noté como tragaba saliva con nerviosismo. Sonreí, se veía adorable. Volví a atrapar sus labios con los míos, saboreándolos, deleitándome con ellos. Las manos de Key siguieron alzando mi camiseta y entonces me la quito. Ambos contemplamos nuestros torsos desnudos y nuevamente cortamos la distancia, juntando nuestros cuerpos, piel contra piel. Key llevó sus manos a mi cuello y jaló de él, provocando que me colocara encima de ella. Continué besándola, acomodándome entre sus piernas. El fuego en mi interior creció, haciéndome descender con mis labios por su cuello, provocando que ella se estremeciera y comenzara a soltar suspiros. El cuerpo de Key temblaba debajo del mío, mis manos continuaban acariciando su piel y mis labios dejaban un rastro de besos por su cuello y continuó descendiendo por su pecho.
- Ah…
Soltó cuando besé uno de sus pechos. Continué con esa acción, besándolos, acariciándolos, arrancando más suspiros de parte de Key que provocaban que el calor en mi interior se intensificara. Key llevó sus manos a mi pantalón y comenzó a quitarlos; mi respiración se detuvo, de nuevo me sentí nervioso, pero ansioso, y el calor crecía. Volví a mi trabajo, besando los pechos de Key, haciendo que sus manos tiemblen y entorpezcan su actuar. Continué mi recorrido, besando su abdomen, dejando un rastro de saliva en su piel. Key respiraba con rapidez y yo me detuve en su última prenda, mirándola fijamente.
- ¿Estás segura?
Volví a preguntar y ella asintió. Tomé el elástico de sus bragas y las quité. Me quedé viendo el cuerpo de Key, iluminado solo por luz de la lámpara de noche. Ella tenía razón, era muy hermosa. Me acerqué de nuevo a su rostro y besé sus labios, ella temblaba debajo de mi cuerpo, eso me hizo sonreír. Me miró, sus mejillas estaban sonrojadas, yo deposité varios besos en su rostro, me sentía feliz de ser el primero, quería ser el primero y único en su vida. Quité mis pantalones y mi ropa interior, entonces ella me quedó viendo fijamente, yo tragué saliva, el fuego en mi interior ardía descontrolado y ya no podía aguantar más.
- No dejaré que ninguna unnie se te acerque, eres muy guapo – reí – Te amo…
- Yo también te amo… - volví a besarla – Seré cuidadoso…
- ¡Espera! – Key me detuvo, estirándose hacia su bolso y sacando algo de él – Toma…
- Oh…
Miré el paquetito depositado en mi mano.
- Una unnie nos lo dio a Jinki y a mí cuando le contamos que saldríamos con ustedes
Comentó y yo intenté no reír. Abrí el paquetito y me coloqué el condón; de pronto todo se volvió más real, no podía creer que esto de verdad iba a suceder. Volví a acomodarme entre las piernas de Key y ella me miró, abrazándose de nuevo a mí.
- Key…
- Se cuidadoso… por favor
Asentí y la besé, rozando nuestros sexos y provocando que soltemos suspiros. Miré a los ojos a Key, ella no me quitaba la mirada de encima. Comencé a mover mis caderas, ella al instante se mordió el labio inferior. La miré con preocupación, ella asintió, entonces continué mi avance y sus manos cayeron al colchón, apretando las sábanas y soltando un quejido.
- Lo siento…
- No te detengas… - me pidió – Por favor…
- Sí…
Continué avanzado, se sentía delicioso, pero podía ver que para ella no era igual. Me detuve un momento y ella soltó un quejido, sus ojos comenzaron a derramar lágrimas y yo me asusté. Key me miró fijamente y se limpió las lágrimas.
- Continúa… por favor…
Besé sus labios, no podía creer que esa chica se estuviera entregando a mí en cuerpo y alma. Key enredó las piernas en mi cintura e hizo presión, haciéndome entrar por completo en ella. Me quedé quito, sintiendo el calor de sus paredes contra mi piel palpitante y deseosa de más. Key me mordía un labio y me había clavado las uñas en la espalda. Se separó de mí, lamiéndose mi sangre de los labios, esa fue una imagen muy erótica para mí. Volví a besar sus labios, aún sin moverme, sintiendo solo el calor que seguía aumentando.
- Key…
Suspiré.
- Jonghyun-shi… - Key me miró – Hazme el amor
Pidió y yo de nuevo asentí a sus palabras. Moví mis caderas, arrancando un quejido de sus labios, pero ella me impidió detenerme. Continué con el vaivén, sintiendo que estaba llegando al mismísimo cielo, se sentía demasiado bien, se sentía delicioso, como tocar las estrellas, como explotar en mil pedazos.
- Ah… Key…
- Jonghyun… - suspiraba ella, abrazándose más a mí – Te amo…
- Ah… Dios… esto es… ah…
- Más… - pidió ella – Se siente muy bien… ah… quiero más…
- Te amo – besé sus labios, acelerando mis movimientos - ¡Oh, Key!
- ¡Ah! – gritó ella, volviendo a enrollar sus piernas alrededor de mi cintura - ¡Te amo Jonghyun!
Mis movimientos se incrementaron y mis labios volvieron a buscar los pechos de Key, haciendo que ella volviera a soltar un grito. Definitivamente estaba en el cielo, pues no podía haber en la tierra algo tan delicioso y placentero como hacerle el amor a Key. Ahora ella me pertenecía, ahora ella era totalmente mía. Volví a sus labios, acelerando mis movimientos por orden de suya. Sentía que pronto iba a explotar, sentía un cosquilleo en mi interior, hacía que mis movimientos fueran irrefrenables.
- ¡Ah, Key! – empecé a besar su cuello - ¡Ya no puedo más! – grité, apretándola más contra mi cuerpo - ¡Key!
- ¡Ah, Jong!
Gritó ella y entonces me liberé. Mi pecho subía y bajaba con rapidez, mi frente sudaba y el rostro de Key estaba sonrojado, habíamos llegado al mismo tiempo. Besé sus labios de nuevo y me dejé caer. Abracé a Key y ella hizo lo mismo, ahora sí podía decir que era la mejor noche de mi vida. Me estiré y apagué la luz de noche, tenía mucho sueño después de haber tenido mi primera vez.
- Buenas noches Key…

- Buenas noches Puppy…
000000000000000000

LAMENTO MUCHO LA DEMORA, NO MEREZCO PERDÓN ALGUNO. LA UNIVERSIDAD Y AHORA EL TRABAJO CONSUMIERON MI TIEMPO Y DEJÉ DE SENTIR MI PASIÓN POR LA ESCRITURA ¿HAN SENTIDO ESO? ¿PERDER LA PASIÓN POR LO QUE MÁS AMAS? ES HORRIBLE. ME SENTABA EN LA COMPUTADORA A ESCRIBIR Y NO SALÍA NADA, ASÍ QUE DESCARTÉ LA NOVELA QUE ESTABA ESCRIBIENDO PARA PORQUE NO ME HACÍA SENTIR NADA. AHORA MISMO ESTOY HACIENDO UNA QUE SÍ ME GUSTA Y ME HA HECHO ENAMORARME DE NUEVO POR LA ESCRITURA, YA LA VOY A TERMINAR Y ESPERO QUE LES VAYA A GUSTAR. NOS VEMOS!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario