Capítulo 9
- No puedo creer que
a Jonghyun oppa le agrade la antipática de Kibum
Escuché a una chica murmurar. Negué con la
cabeza y seguí mi camino hacia la mesa donde Key y Jinki estaban sentadas,
platicando. Desde aquella vez que salimos los tres, hacia una semana, seguíamos
haciendo diversas actividades. Ahora veía a Key alegre, con una sonrisa genuina
en el rostro y un brillo singular en los ojos, eso me gustaba, así se veía más
hermosa de lo que ya era. Por otra parte estaba el hecho de que aún seguía
mintiendo, ellas dos no sabían la verdad sobre mí y lo que era aún peor, la
alerta de “Ladrón” pasó a ser un “Código Rojo” ¡Es que no me podía
detener! Necesitaba seguir fingiendo, se había vuelto mi placer el ser parte de
ese mundo, simplemente… una vez que eres VIP ya no puedes querer nada inferior.
Esto me llevaba finalmente a Joon, que como buen amigo me cubría, pero luego me
sermoneaba por horas y horas en la noche sobre mis actos de vandalismo ¿Pero
realmente era por una insignificancia? Ya no sabía qué responder, pues sentía
que el sentimiento de ser importante ya no era lo único que me ataba a seguir
mintiendo.
- Jonghyun oppa,
demoró mucho
Dijo Key, riendo mientras seguía dibujando.
- ¿De qué tanto ríen?
Pregunté curioso.
- De una anécdota que
pasamos cuando fuimos de tour a Italia
Contestó Jinki.
- ¡Fue muy chistoso! –
volvió a decir Key, sonriendo ampliamente alzando su lápiz – Recuerdo que tú lo
único que querías era comer pollo, pero…
- ¡Solo había pastas!
– exclamó Jinki, riendo igual - ¡Con carne!
- Y tanta fue tu
locura del pollo, que mandaste a Woohyun a matar un pollo del gallinero de la
casona
- Y lo hizo – rió
Jinki – Aigo… extraño a Woohyun
- Yo más…
Dijo Key, sonriendo de forma pícara.
- Eso lo sé muy bien
Ambas se miraron de forma cómplice ¿Qué sucedía?
¿Qué me estaba perdiendo? ¿Por qué el nombre me sonaba? ¿Dónde lo había
escuchado? ¿Quién era ese tal Woohyun y por qué Key lo extrañaba más que Jinki
noona?
- Ya quiero volver a
Seúl para estar con oppa, hay tantas cosas que quiero contarle
Key sonrió, abrazando su cuaderno, Jinki sonrió.
- ¿Quién es Woohyun?
Pregunté, mirándolas a ambas.
- Un amigo
Contestaron ambas al unísono.
- Ah…
Fue lo único que dije.
- Oppa… - Key acercó
su rostro al mío, yo solo alcancé a tragar saliva – Hay que hacer algo
divertido esta noche
- ¿Cómo qué?
Pregunté.
- Volvamos a la feria
Sugirió Jinki y Key asintió con emoción. Tal
como había prometido, a ambas chicas no les ocurrió nada. Los señores Kim ni se
inmutaron cuando oyeron de su hija, que había salido del hotel en la noche
conmigo y Jinki, solo le dijeron lo sorprendidos que estaban de que estuviera
haciendo amistad conmigo “Un chico
sumamente carismático y agradable”, no dejé que a Key le ofendiera ese
comentario, solo le prometí volver a hacer algo divertido cuando se le
antojase, eso al instante, como toda niña mimada, le encantó.
- De acuerdo
Acepté, pensando en mi dinero. Hasta ese
momento, al ser menor, los cheques del señor Kim eran inexistentes para mí, era
tener mucho dinero y no poder usarlos; así que cada vez que estaba con las
chicas, usaba mi dinero de mesero, las propinas de los huéspedes. Sin embargo,
dado que eran muy seguidas las veces que me encontraba con ellas y siempre le
tenía que meter mano a ese dinero que se suponía era destinado al “Hotel SHINee”, ahora mi fondo monetario
estaba considerablemente reducido.
- Bien, entonces nos
vemos a las seis en mi habitación
Dijo Key, levantándose de la mesa y tomando del
brazo a Jinki.
- ¿A dónde irán?
Pregunté, viendo como ambas se acomodaban la
ropa y tomaban sus cosas.
- Almuerzo de señoritas
Contestó Jinki con cara de aburrimiento.
- Ten – Key me
extendió su cuaderno – Cuídalo por mí
- Sí…
Dije, aferrándolo con mi mano.
- Annyeong oppa – Key
hizo una venia, sonriéndome – Nos vemos más tarde
- Sí…
Asentí sonriente, ella me devolvió el gesto.
Ambas chicas comenzaron su camino, yo comencé a caminar lentamente hacia los
dormitorios de los empleados. Miré el cuaderno en mis manos; era rosa, con
mucho brillo y el nombre de Key escrito en caracteres bien grandes.
Llegué a mi habitación y me dejé caer en mi
cama, con el cuaderno rosa sobre mi rostro, incluso tenía un olor peculiar, el
perfume de Key. Tenía curiosidad por el cuaderno ¿Qué era? ¿Acaso un diario? Si
así era, no debía de verlo. Lo dejé a un lado y caminé al baño, una ducha caliente
era lo que necesitaba después de una exhausta mañana cargando maletas y
limpiando habitaciones antes de encontrarme con las chicas.
Volví a mi habitación, el cuaderno rosa seguía
ahí. Si era su diario no debía de verlo, pues era dañar su privacidad ¿Tendría
algo de mí en él? Sacudí la cabeza, quizá no era nada, quizá era otro de sus
cuadernos de dibujo ¿Debía de verlo? En verdad estaba curioso ¿Y si había algo
interesante en ellos?
Me senté
en mi cama y abrí el cuaderno. Tal como pensé, era un cuaderno de dibujo. La
verdad es que tenía que admitir que ella era talentosa. Había dibujos muy
hermosos, y estaban hechos solo con lápiz y algunos colores
Seguí pasando las hojas y vi un dibujo que
probablemente era de ella con Jinki, me dio risa verlo
espiando, en verdad había dibujos muy buenos,
sobre todo para el diseño de vestidos ¿Cómo su padre podía no querer explotar
ese talento? Di vuelta a la página y un encabezado me sorprendió:
Woohyun y Kibum <3
Fruncí el entrecejo ¿Quién era ese tal Woohyun?
¿A caso Kibum tenía novio? ¿Era así? ¿Por qué su nombre me resultaba familiar?
Y sobre todas las incógnitas sin responder ¿Por qué me molestaba tanto? Pasé la
página y vi el dibujo. No era nada romántico, o eso creo, solo eran los dos,
mirándose, parecía que él la estuviera consolando.
Sentí un calor en mi interior y apreté la
mandíbula. Seguí pasando las páginas, encontrándome con varios mensajes sobre
lo feliz que se sentía Key porque no hayan quemado este cuaderno. Seguí
mirando, leyendo, curioseando en las páginas, y entonces vi mi nombre:
Jonghyun, así se llama el amigo que he hecho.
Me alegra haber conocido a alguien como él.
Es esa clase de persona que solo viven para
hacerte sonreír.
En verdad me agrada.
Ayer nos llevó a dar una caminata por el paseo
marítimo.
¡Fue genial!
En verdad, gracias a él, estoy descubriendo lo
que es divertirme.
¡Gracias Jonghyun oppa!
Estás haciendo que esta chica se sienta feliz
por primera vez en su vida.
Sonreí al
leer el mensaje acerca de mí. Mi pecho se estrujó y mi sonrisa surcó mi rostro.
Di la vuelta a la página y me encontré con mi rostro sonriente plasmado en el
papel
había otro más, pero no estaba terminado
Ya no había más contenido, así que mi rostro sin
terminar era lo que Key estaba haciendo mientras conversábamos. Volví a leer el
mensaje y sonreí… ¿Por qué estoy sonriendo? ¿Qué me estaba pasando?
- Con que aquí
estabas
- ¡Joon Hyung!
Exclamé, levantándome de la cama y mirándolo.
- ¿Por qué te
sorprendes? – preguntó – Esta también es mi habitación
- Sí…
- ¿Volverás a salir
esta noche con las chicas esas?
- Sí…
- Aigo… - soltó,
dejándose caer en la cama – Cada día te veo más involucrado con ellas dos – me
miró fijamente – Dime algo… - tragué saliva, su mirada me ponía nervioso -
¿Acaso te gusta una de ella?
- ¿Qué? – pregunté,
rascándome la nuca - ¿Estás bromeando? – solté una risita – Son solo amigas y…
- Y debes de recordar
que eres un mesero y ellas unas niñas ricas – miré el suelo – Evita enamorarte
de alguna de ellas – le miré sorprendido – Porque sufrirás al no poder
alcanzarla
- Hyung…
- Es una advertencia,
Jonghyun – Joon cerró los ojos y dejó escapar un suspiro – Eres un mesero, no
un huésped – me miró – Eres un mesero, tú no tienes lo que ellas, no les puedes
dar algo que ellas ya no tengan, no podrás estar a su nivel, no podrás…
- Ya entendí… - miré
el suelo – Ya entendí
- Lo lamentó
Jonghyun… - Joon se me acercó y posó su mano en mi hombro – Pero es la realidad
- Descuida hyung… -
sonreí – No siento nada por ninguna de ellas
Joon asintió y volvió a su cama. Me volví a
sentar en mi cama y luego me recosté en ella, mirando al techo. Yo no me estaba
involucrando con ninguna de ellas dos, solo éramos amigos, tres amigos que por
casualidad se conocieron. Miré de nuevo al techo, un par de ojos felinos me miraban
desde ahí.
Faltaban quince minutos para las seis y yo
estaba ya en la 615 esperando para poder ir a la habitación de Key y Jinki, o
que alguna de ellas pudiera venir. Me miré en el espejo, en verdad me veía
guapo, siempre me veo guapo ahora que lo pienso. Miré mi reloj, sería mejor que
yo fuera a la habitación. Abrí la puerta y miré a ambos lados antes de correr
hacia la puerta de mis amigas. Alcé el puño para golpear la puerta y sentí una
mano en mi hombro; me giré asustado y luego me quedé boquiabierto.
- Kim Jonghyun…
- Ahjussi…
Hice una venia al instante.
- ¿Qué hace en la
puerta de la habitación de mi hija?
- Yo…
- ¿Iban a salir de
nuevo? – preguntó y yo asentí asustado – Jonghyun-shi… - me miró con seriedad,
eso me hizo sentir aún más nervioso – Usted ha hecho que mi hija ya no esté de
mal humor…
- ¿En serio…?
Me aventuré a preguntar.
- Dice que… - me
volvió a mirar fijamente, como si intentara leer mi mente – Usted es un buen… “Oppa”
- Pues…
- Jonghyun-shi… -
caminó un paso hacia mí – Seré directo con usted, pues es muy inteligente
- Ahjussi…
- ¿Qué se trae con mi
hija? – preguntó y yo me quedé sorprendido - ¿Por qué el repentino interés en
ella?
- Ahjussi… - lo miré,
cerrando los puños – Con todo respeto… no tengo ningún interés en Kibum-shi – el
señor Kim se cruzó de brazos – Somos solo amigos
- ¿Entonces debo de
entender que no pretende nada con mi hija? – asentí – Y tampoco es una
trampa ¿Verdad, Jonghyun-shi? – lo miré
fijamente – Si me entero que me miente, las pagará caro – sonrió de pronto –
Confío en usted
- Ahjussi… le juro que
entre su hija y yo solo hay una linda amistad
- De acuerdo… entonces
que disfrute su velada – me miró de nuevo – Tenga cuidado Jonghyun-shi – volví
a mirar sus ojos feroces – Tal vez no lo parezca pero… Kibum es mi única hija y
quiero lo mejor para ella
- Ahjussi… entiendo…
Miré al suelo, sintiendo una presión en el
pecho. El señor Kim fue quien me abrió las puertas al mundo de ricos, que me
trate de esta forma me hacía sentir extraño. El señor Kim se fue y yo me quedé
ahí parado, sintiéndome raro, sintiéndome débil, la confianza en mi persona se
estaba esfumando. A pesar de estar dentro del cerrado y exclusivo grupo de
millonarios importantes, jamás iba a dejar de ser un Perro al que no
considerarían para nada. No importaba cuanto impresionara a esos hombres y
mujeres con mi intelecto, yo jamás estaría a su altura.
- ¿Oppa?
Miré la puerta, estaba Key ahí parada, mirándome
con preocupación.
- Key…
- Tienes la cara de
alguien que acaba de ver su propia muerte
Bromeó y yo sentí deseos de decir “Me pasó algo parecido”, pero no dije
nada.
- Es tu imaginación –
sonreí y ella hizo lo mismo - ¿Listas?
- Sí… un segundo
Dijo, entrando de nuevo en la habitación y
volviendo con Jinki del brazo.
- Vamos
Pidió la mayor, comenzando el trayecto hacia los
ascensores. Esta vez el camino a la feria fue más corto, ahora Key ya no se
quejaba tanto de la caminata, eso me agradaba. Llegamos y al instante se fue
Jinki por su pollo frito. Key y yo nos quedamos juntos, mirando todo lo que nos
rodeaba. La miré, su cabello estaba amarrado en dos coletas como siempre, se
veía adorable.
¿Cómo es que pudo desagradarme en algún momento?
El tiempo que iba conociéndola había descubierto que todo lo que pensaba de
ella era un tremendo error. Jinki había tenido razón, la había prejuzgado, y lo
había hecho duramente. Antes me hubiera negado rotundamente a compartir algo de
mi tiempo con Kim Kibum, pero ahora… disfrutaba demasiado de su compañía y
ofrecía mi tiempo para compartirlo con ella… y Jinki.
- ¿Oppa, quieres
subir a un juego?
Preguntó y yo salí de mi ensueño.
- Eh… sí
Contesté y ella sonrió. Compramos los boletos y
empezamos a ver todos los juegos. La montaña rusa hubiera sido perfecta, pero
sabía que a ella le aterraba, sin embargo si subíamos podría tenerla abrazada
como la anterior vez… ¡¿Qué mierda acabo de pensar?! Miré a Key, su cabello
brillaba al igual que su sonrisa ¿Por qué brillaba? Era como si ella estuviera
rodeada de un aura luminosa, haciéndola lucir más bella.
- ¿Vamos a la Rueda
de la Fortuna?
Preguntó de pronto y yo asentí. Ella tomó mi
muñeca, sentí de nuevo esa extraña sensación naciente en el estómago ¿Qué me
estaba pasando? La fila para el juego no era muy larga, así que en corto tiempo
logramos subir al juego.
Key miraba a todos lados, sonriente, debía de
divertirle mucho este lugar, la isla era mágica al parecer. Sonreí al verla,
señalando a las personas debajo de nosotros. Me causaba cierta risa verla
actuar así; ella normalmente estaba de mal humor o haciendo comentarios
despectivo u ofensivos, pero ahora era una chica normal divirtiéndose en una
feria. Key seguía moviéndose, saludando y riendo, se veía preciosa. El asiento
comenzó a balancearse y Key pegó un grito, su cuerpo se estaba desparramando
hacia un lado. Me abalancé sobre ella y evité que se cayera, ella se aferró a
mi cuerpo como una goma, yo solo acariciaba su cabeza.
- ¿Aún no crees que
necesites un súper héroe?
Le pregunté cuando el juego comenzó a detenerse.
- No lo necesito
- ¿Por qué no?
- Porque para eso
tengo a mi oppa, el mejor oppa del mundo – Key me sonrió – Solo quiero un amigo
sincero, y ese eres tú
- Sí…
- Agradezco haberte
conocido – soltó una risita – Aunque nuestros primeros encuentros fueron poco
agradables – reí – Ahora sé que hay dos personas en este planeta a los que
realmente le importo – me miró y se abrazó a mi brazo – Y que jamás me
mentirían…
- Key-shi…
Me quedé mirándola, mientras el juego se
detenía. Ella creía que era un amigo sincero ¿Qué pasaría si ella se enteraba
que yo no era quien ella creía? ¿Habría una diferencia si supiera que era
pobre? Key me sonrió, el corazón empezó a latirme lentamente, definitivamente
no podía dejar que ella supiera la verdad…
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¿LLEGARÁ A DECIR LA VERDAD? DESCÚBRANLO EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO
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