miércoles, 5 de octubre de 2016

Hotel SHINee (Jongkey) - 19

Capitulo 19

Treinta personas, de treinta personas habían sido despedidas, de ellas quince este era toda su fuente de ingresos, y todo era mi culpa. Treinta personas, sin distinguir entre hombres y mujeres o entre jóvenes y ancianos, treinta personas fueron despedidas por posesión de artículos que denominaron “Muy por encima del alcance de un mesero”. Vi desfilar a hyung y noonas con sus maletas, todos ignorando que era mi culpa, porque yo era el ladrón de huéspedes, yo era el que tenía una habitación repleta de artilugios robados ¿Por qué no los devolvía? Al inicio lo hacía, pero cuando era cosa de tomar una prenda para una ocasión cada semana, no cada día como se convirtió después.
- ¿En serio?
Preguntó Woohyun y Sae asintió.
- Su reloj de pulsera desapareció
Contestó la niña.
- No puedo creer que le hayan robado a tu appa – Key estaba boquiabierta – Debieron meter a todos esos empleados en la cárcel – soltó, frunciendo el entrecejo – Yo lo metería en la cárcel si se hubieran atrevido a tocar una de mis cosas – se cruzó de brazos - ¡Que bárbaros son algunos!
- Ellos son inocentes
Solté.
- ¿Qué…?
Preguntó Woohyun.
- Ellos… - miré a todos los presentes – Ellos fueron despedidos por portar cosas que el gerente creyó eran robadas
- Puede que sí lo hayan hecho
Soltó Key con tono petulante.
- No, no lo hicieron
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- ¿Cómo puedes saberlo?
Preguntó Woohyun y yo me quedé callado.
- Yo solo…
- Son suposiciones Jong… - miré a Key – Quizá todos ellos eran ladrones, quizá no, pero ya no hay nada que hacer, fueron despedidos y con suerte el verdadero ladrón también
- Sí…
Miré la mesa, no quería seguir escuchando el tema. Key estaba equivocada, el verdadero ladrón no había sido atrapado. Me sentía mal, de nuevo, por todas esas personas que perdieron su trabajo por mi culpa.
- ¿Dónde está Jinki unnie?
Preguntó Sae.
- Con Joon oppa – Key me miró - ¿Siguen peleados?
La miré. Hace dos días que había sido la pelea entre Joon y yo, desde entonces me hablaba. Él me echaba, y con justificada razón, toda la culpa de lo que había sucedido. Aunque él también hubiera empezado a hacer lo mismo, todo había sido por mí, por lo tanto todo era mi culpa. Él había aguantado pacientemente, ahora había explotado y no podía reclamar nada.
- Sí…
Contesté, mirando la mesa.
- Aún no entiendo por qué peleaban
Dijo Woohyun, mirándome fijamente.
- Porque soy un mal amigo – contesté – Y colmé su paciencia
- ¿No nos dirás?
Preguntó Key, mirándome, sabía que ella iba a querer saber.
- Hice cosas malas que no puedo decirles
- ¿Asesinaste a alguien?
Preguntó Sae, sonriendo con emoción.
- No… no tan malo como eso
- Oh…
Sae hizo un puchero y se cruzó de brazos.
- Bueno… espero que… - Key me miró con enojo – Algún día puedas confiar lo suficiente en mí como para contármelo
- Key…
- No importa… - cortó ella – Hablemos de otra cosa
Me crucé de brazos y miré hacia otra parte; no quería que ahora Key se molestara conmigo, pero era inevitable. Ella quería saber todo lo que ocurría, así era porque yo estaba implicado, y le agradecía la preocupación, demostraba cuanto me quería, pero yo no podía decirle. Decirle la verdad sería tener que explicar muchas cosas, cosas que harían que ella descubriera toda la verdad acerca de Joon y yo. Con la cuenta regresiva del verano, lo que menos quería era pelearme con mi novia, pues solo me quedaban tres semanas para poder disfrutar a su lado y poder seguir llamándola novia.
- Bueno… nosotros nos vamos al cine del hotel
Comentó Woohyun y Key lo miró con una ceja alzada, el cine del hotel estaba en la guardería y pasaba películas infantiles.
- Pasaran una película de Disney – nos informó Sae, aplaudiendo – Vamos oppa…
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- Annyeong
Se despidió Woohyun.
- Esos dos me dan tanta risa – comenté, esperando que Key se le fuera el mal humor, pero no fue así – Key… - ella seguía mirando su cuaderno de dibujo – Kibum… - ella seguía ignorándome – Bien… no me hables, no me importa – me crucé de brazos y miré a otro lado – Key… - volví a mirarme, sí, soy débil - ¡Aish! ¡Por mi culpa no podrá conseguir lo que vino a buscar en esta isla!
- ¿Qué era?
Preguntó Key, mirándome con curiosidad.
- Algo que era muy importante para él, y por mi culpa no lo podrá tener jamás
Key me miró fijamente, esperaba que eso fuera suficiente para ella. Soltó un suspiro y entonces me pasó un brazo por la espalda, dándome unos golpecitos, estaba consolándome. Sonreí, no era un gesto típico de ella, pero me gustaba que lo intentara.
- No creo que hayas podido hacer algo que lo perjudicara – mire a Key y sonrió – No eres malo Puppy, eres muy bueno – sonreí aún más – Arriba el animo
- Gracias – le di un corto beso – Eres la mejor…
- Lo sé – ella sonrió con suficiencia – Ahora tráeme algo de beber
- Pero tienes ahí tu limada
- La cual se está acabando – señaló – Tráeme otra
- Lo que tú ordenes
Dije, corriendo hacia el bar para traerle su bebida a mi novia. Después de volver con su nueva bebida me quedé contemplándola; ella estaba concentrada en su dibujo, verla dibujar era interesante. Key alzó la vista y me miró, luego se sonrojó, todavía me causaba gracia que se sonrojara cuando me descubría viéndola.
- ¿Te gusta mi dibujo?
Me mostró su cuaderno y al instante me sonrojé.
- ¿Somos nosotros?
Pregunté, mirando el singular dibujo.
- Es que me acordé de… - Key se sonrojó – Y ya que solo vivirá ese momento en mi memoria, preferí dibujarlo – me miró – Para recordar la mejor noche de mi vida
- Para mí también lo fue
Confesé y ella sonrió.
- Y pensar que cuando nos conocimos hace un mes, te odié
- El sentimiento era mutuo
Admití con una risita.
- Quisiera que este verano nunca se acaba… - Key se mordió un labio – Es que… no quiero separarme de ti
- Ey… eso no pasará – mentí, acariciando su mejilla – Ambos vivimos en Seúl, podremos vernos – esa era otra mentira – Después de clases te puedo ir a visitar, y saldremos a pasear
- De compras - agregó Key y yo sonreí - ¿Prometes no irte de mi lado cuando las vacaciones acaben?
- Juro siempre estar a tu lado
Esa era la mayor de las mentiras, pero no podía decírselo.
- Eso espero…
Key se acercó a mí y me dio un beso, yo sonreí.
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- Aish… no puedo creer que Jonghyun oppa esté saliendo con la odiosa de Kibum
Murmuró una noona en otra mesa.
- Ignórala Key, solo te tiene envidia
Le susurré, abrazándola.
- Lo sé – Key volvió a sonreír con suficiencia, esa era su mejor sonrisa – Y ahora más que tengo un novio sexy
El resto del día la pasé a su lado, lo cual era un poco arriesgado ahora, pues vigilaban que cada empleado estuviera haciendo lo que se supone que debían de hacer. Joon debía de seguir con Jinki noona y yo estaba con mi novia, arriesgándonos al despido y a tener que despedirnos con anticipación de ellas dos. Miré a Key, no quería separarme de ella. Key definitivamente me había hechizado, y ahora no podía separarme de ella, aunque en algún momento lo tendría que hacer.
En la noche la dejé en su habitación y esperé a que cerrara la puerta, entonces caminé hacia el ascensor. Ahora que los empleados eran vigilados, dormir en la 615 era imposible para Joon y para mí. Llegué a mi habitación y abrí la puerta, ahí estaba Joon.
Él me dedicó una mirada y luego volvió a mirar al techo. Solté un suspiro y empecé a quitarme la ropa. Joon seguía mirando el techo, eso hacía desde que nos peleamos. No me gustaba estar así con él porque era mi mejor amigo ¡Era el único amigo que tenía! Terminé de poner el pijama y me recosté en la cama. Ninguno de los dos apagaba la luz de noche, así que lo imité, viendo el techo, esperando a que el sueño viniera.
- Besé a Jinki…
Habló por fin y entonces lo miré.
- ¿Qué?
- Besé a Jinki – volvió a decir, mirándome – Fue… distinto – sonrió, me alegraba que me sonriera – Fue… mejor de lo que esperaba – Joon volvió a mirar al techo, aún sonriente – No se compara en nada a los otros besos que le he dado a otras chicas…
- Hyung… - Joon me miró – ¿Te estás enamorando de Jinki noona?
- Creo que sí… - la sonrisa de Joon desapareció – Y tengo todas las de perder
- ¿Por qué?
Pregunté, sintiéndome alegre de estar conversando.
- Jong… el verano ya casi termina, faltan tres semanas – me recordó - ¿Qué puedo hacer en esas tres semanas? – preguntó – Fue un error besarla, porque eso solo ha hecho que mis sentimientos hacia ella crezcan – se lamentó – Pero tengo mucho tiempo
- Hyung…
- Tienes suerte de haber conocido a Key mucho antes, porque ahora puedes disfrutarla – Joon me miró y sonrió – Ojalá yo hubiera conocido a Jinki antes, tal vez hubiera podido pasar más tiempo juntos
- Hyung…
- Cuando se acabe el verano, ya no la volveré a ver – se lamentó – Ella volverá a su vida de lujos y comodidad y yo a trabajar como mula
- La vida es injusta
Me quejé.
- La vida está siendo una perra con nosotros en este momento
- Sí… nos muestra a dos perfectas chicas
- Que son inalcanzables…
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Asentí a sus palabras. No dijimos nada más, nos deseamos buenas noches y dormimos. Me sentía mal por mi hyung, él no podía estar con Jinki aunque quisiera. Quería hacer algo por él, lo que fuese, pero en parte él tenía razón ¿De qué serviría si en tres semanas acababa el mejor verano de nuestras vidas? De todas formas ellas se irían, volverían a sus vidas de lujos y glamour, uno al que no podríamos acceder.
La mañana siguiente llegó y nosotros nos pusimos a trabajar. Joon estaba deprimido, notablemente deprimido. Tenía que hacer algo por él, se lo debía, pero no sabía qué. Aunque él se confesara, solo quedaban tres semanas.
Me puse a pensar en Key, solo nos quedaban tres semanas para estar juntos ¿Le diría al final la verdad? Eso aún no lo sabía, tenía miedo de su rechazo, pero de igual forma tendría que desaparecer de su vida, aunque había prometido lo contrario. Todo era tan complicado ¿Por qué nos pasaba esto? Solo éramos dos adolescentes que intentaban salir adelante, no necesitábamos toda esta complicación en nuestras ya complicadas vidas.
La noche llegó y por fin pude ver a mi Diva. Ella se veía radiante, feliz, hermosa como siempre con sus dos coletas. Tomé su mano y comenzamos a caminar por la isla. A pesar de haberlo hecho muchas veces, las caminatas bajo las estrellas no me aburrían, y al parecer a ella tampoco, pero supongo que no era el hecho de hacer lo mismo todo el tiempo, sino de hacerlo junto a la persona que quieres, pues solo así es diferente cada día.
- Oppa… te noto preocupado
Comentó ella, abrazándose a mi brazo.
- Es que… - la miré, acariciando su mejilla – Este ha sido el verano de mi vida
- ¿Por qué?
Preguntó, aunque por su sonrisa sabía que ella adivinaba la respuesta.
- Porque conocí a la chica más linda del mundo
Contesté sonriente.
- ¿Yo…?
- En realidad es Jinki – bromeé y ella me dio un golpecito – Te quiero, Kibum, no lo olvides
- Yo igual, mucho – Key acercó su rostro al mío y me besó – Jonghyun oppa… cuando volvamos a Seúl, lo primero que debes de hacer es presentarme a tus padres, quiero darles una buena impresión
- Claro…
Dije con nerviosismo.
- Algún día mis padres les debe de pasar el enojo y verán lo lindo que eres y estarán feliz de que salga con el hijo de un magnate hotelero
- Sí…
Miré el suelo.
- ¿Te preocupa algo más? – preguntó Key y yo la miré, impresionado de que se diera cuenta con tanta facilidad - ¿Qué es?
- Es… - respiré hondo – Joon…
- ¿Siguen peleados? – negué con la cabeza - ¿Entonces?
- Es que… a él le gusta mucho Jinki
- Oh… - Key me miró con los ojos bien abiertos – Pues dile a tu hyung que no sabe demostrar mucho sus sentimientos, Jinki piensa que solo la ve como una amiga… aunque ya se besaron
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- ¿Te lo contó?
- Jinki unnie es mi mejor amiga, obvio que me lo iba a contar
- Sí… bueno, a él realmente le gusta ella
- Y a ella él
Soltó Key y yo abrí mucho los ojos.
- ¡Eso es genial! – exclamé – Ahora solo hay que crear una situación en dónde…
- Ella jamás saldrá con él
- ¿Qué? - me detuve en seco, mirándola - ¿Por qué?
- Porque… - Key se mordió el labio y miró a otro lado – Es que…
- Key… cualquier cosa que sepas, dímelo – le pedí, tomándola de los hombros – Joon… está muy deprimido y se lo debo
- Es que no es fácil de decir
Key me miró con preocupación, soltándose de mi agarre.
- Kibum, por favor… - pedí, sosteniendo su muñeca – Le debo mucho Joon…
- Es… es sobre Jinki
- ¿Qué sucede con ella? – pregunté con desesperación – No me digas que también tiene un prometido escondido
- No… nada de eso – me tranquilizó – Es que ella… - Key me miró – No es como nosotros…

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