sábado, 16 de mayo de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 37

LAMENTO LA DEMORA!!! LOS EXAMENES PARCIALES ME QUITARON TODO MI TIEMPO Y ME DEJARON CON UNA GRAN JAQUECA
00000000000


Capítulo 37








- ¡No me puedes dejar con todo el alboroto!
Me rogó Sungmin, sosteniendo a Jessica contra su pecho.
- Lo siento, es importante, es una entrevista sobre mi nuevo álbum
- ¿Y yo que hago al respecto? – preguntó Minnie con claro enojo - ¡¿Verte por la tele cuando me sienta estresada?!
- ¡Es mi trabajo, Sungmin, entiéndelo!
- ¡Lo entiendo!
- ¡Pues no parece!
- ¡Ah, me desesperas! – gritó, saliendo de la habitación - ¡En lo que va de la semana, ni un solo día has estado en casa!
- ¡No es mi culpa! – grité, siguiéndola - ¡Es mi trabajo! ¡Demonios Sungmin, entiéndelo!
- ¡Lo que deberían entender ustedes dos es que no son horas para gritar! – gritó una voz, era la abuela Key, junto a la abuela Onew - ¡Necesito mi sueño de belleza!
- ¡Y yo quiero pollo frito!
- Jinki… a veces creo que tantos golpes ya te afectaron – la abuela Key negó con la cabeza - ¡Ahora ustedes dos! – nos miró con severidad - ¡Cierren sus bocas o se las cierro!
- ¡Y déjennos dormir! – exigió la abuela Onew – Pero primero hagan el pollo frito
- ¡Jinki! – gritó abuela Key - ¡Concéntrate!
- ¡Pueden callarse las dos! – pidió Henry, despeinado y con las mejillas infladas - ¡Yo también tengo derecho a dormir!
- Las cosas no han cambiado – dijo de pronto Minnie, empezando a calentar biberones - ¿Cómo es que podremos ser una familia si a penas estás en casa?



***
- ¡¿Estás loco?! – gritó Dongie, lanzándome el periódico - ¡¿Revelar así las cosas?!
Y ahí estaba, escrito en grandes letras negras: “La Gran revelación de Cho Kyuhyun”. Un artículo dedicado a lo que acababa hacer por internet, revelar que Sunny era mi hija. Había sido simple, lo único que hice fue tomarme una foto con Sunny y subirla a twitter con el estado: “Mi hija se parece mucho a mí”. Entonces twitter colapsó, y eso había sido apenas ayer.
Sentía miedo, obvio ¿Por qué? Porque mi vida era un caos: No tenía privacidad y nunca me dejaban en paz, estaba sometiendo a mi hija a ese mundo; y por otra parte estaba Sungmin… a ella le tenía más miedo, pero sobre todo… tenía miedo de lo que le pudieran hacer.
- Ya lo hice y no hay marcha atrás – dije, levantándome – Me voy
- ¡No, no te irás! – Dongie me tomó del brazo y me hizo girarme, él me miraba con enojo - ¡Ahora mimos entrarás a twitter y pondrás algo que te desvincule de ese engendro!
- ¡No llames a mi hija así! – grité, empujándolo - ¡No lo haré! ¡Estoy harto de que me mandes a hacer cosas que no me dejan dormir después! ¡Me alejaste de la mujer que amo y ahora me impides ser el padre de mi hija! ¡Estoy harto! ¡Me cansé! ¡Te escuché fielmente todos estos años, creyendo que lo que me dices es lo correcto! ¡Ya no más! ¡Se acabó! Yo… - miré fijamente a mi manager – Te despido…
- ¿Qué? – Dongie soltó una sonrisa burlona - ¿Y quién será tu nuevo representante? No creo que nadie quiera la batuta ahora que todo lo has arruinado, y si pasa algo malo con esa niña, no dudes que el gran jefe te despedirá personalmente
- Hangeng será mi nuevo manager – el susodicho me miró con los ojos bien abiertos, señalándose a sí mismo – Es mejor que tú en todo sentido
- Está loco Cho, ya quiero verte caer y así reírme de tu desgracia
- ¡Vete antes de que te acuse y revele todo lo que me has hecho hacer!
- Adelante, hazlo, eso solo empeorará tu situación: De un mal hombre a uno que no tiene personalidad ni voz
Eso fue suficiente, había colmado mi paciencia y mi puño se estampó con su quijada. Dongie no respondió, solo salió del estudio de grabación con la boca ensangrentada y unos dientes caídos ¿Yo había hecho eso? Sí… ¿Y ahora qué? Solo me faltaba enfrentarme a una persona.
- ¿Estás seguro de tu decisión?
- Tan seguro como que el sol no sale de noche
Contesté, mirando a un Hangeng sonriente.
- Te deseo lo mejor, Kyuhyun…
Mi teléfono comenzó a sonar, era Sungmin. Hangeng y yo nos miramos con nerviosismo. Mi mano comenzó a temblar, respiré hondo y contesté:
- ¿Puedes venir? – preguntó con voz calma, tan calma que me dio aún más miedo – Tengo que hablar contigo
- Sí… allá voy
Colgó y yo miré mi teléfono, luego a Hangeng.
- ¿Qué te dijo?
- Que vaya a su casa – me levanté y me coloqué la chaqueta – Tengo veintidós años y nunca he sido un verdadero hombre, es hora de serlo
- Que la fuerza te acompañe
Sonreí por el comentario de mi nuevo manager, me daba esperanzas. Subí a mi auto y conduje hacia la casa de Sungmin. En verdad debió de ser un golpe la noticia si la semana pasada lo estaba negando todo ¡Pero es que no podía seguir así! ¡No podía! No quería volver a pasar lo mismo. Perdí a Minnie, no iba a perder a mi hija. Llegué al edificio donde Minnie vivía, tragué mi saliva y entonces subí por el ascensor. Caminé por el pasillo y llegué al departamento, la puerta ya estaba abierta.
- Hola… - saludé con timidez, Minnie solo me miró; ella llevaba un vaso con agua y unas pastillas y se dirigía a la habitación de Sunny, quien de nuevo estaba enferma - ¿Cómo sigue Sunny?
- La fiebre ha vuelto – contestó Sungmin – Creo que ahora sí te haré caso y la llevaré al hospital
- Eso sería lo mejor…
- Sí, pero ahora me da miedo sacarla de la casa – me fulminó con la mirada e ingresó en la habitación de nuestra hija - ¿Cómo te sientes, mi amor?
- Cansada…
Contestó la pequeña, con los ojos cerrados
- Toma…
Minnie le entregó las medicinas y Sunny las tomó, poniendo cara de asco al tragarlas.
- Appa… - la voz de Sunny se escuchaba débil - ¿Te quedarás todo el día conmigo?
- Sí, preciosa, lo haré
- Ven conmigo – Sungmin tomó mi mano y me llevó a otra habitación, al parecer era la suya - ¿Por qué lo hiciste?
- Yo…
- ¡Lo único que pedí fue que tuvieras cuidado! – gritó - ¡Es una niña de tres años! ¡¿En qué demonios pensabas?! ¡¿Sabes lo que están diciendo de ella en las noticias?! ¡Que es una bastarda! ¡Mi hija no es eso!
- Minnie… cálmate…
- ¡¿Por qué lo hiciste?! ¡Si la mantuve lejos de ti es porque no quiero que viva rodeada de la locura que es tu vida!
- Minnie…
- ¡Eres un irresponsable, mal padre, y no piensas en las consecuencias! ¡¿Qué pasará ahora con la vida tranquila que ella llevaba?! ¡¿Qué pasará con tu carrera?! ¡¿Es que eres idiota?! ¡¿En qué pensabas?!
- ¡En ti! – grité – Pensaba en ti… - me acerqué y la tomé de los hombros – No quiero perderte, solo te demuestro que soy valiente… - la miré – Que no me da miedo desechar a “Cho Kyuhyun” si de esta forma te puedo recuperar
- Ya te dije que entre tú y yo no hay nada, ya no queda nada
- ¡No, eso no es así!
- ¡Así son las cosa, es lo que provocaste!
- ¡Sungmin, mírame! – le ordené, apretando más sus hombros - ¡Mírame!
- ¡Me estás haciendo daño!
- ¡Tú aún me amas! – ella me miró con los ojos bien abiertos – Tú aún me amas… yo lo sé
- ¿Ahora lees mentes? – Minnie se zafó de mi agarre – No debiste volver a Corea – me miró con ojos vidriosos – Nuestras vidas estaban bien sin ti
- Tarde o temprano lo iba a averiguar ¡Sungmin! – tomé su mano - ¿No lo ves? No podemos estar lejos, no podemos estar separados, yo… yo no puedo estarlo de ti
- Pero te fuiste tres años…
- Y eso no significa que haya dejado de amarte – tomé su barbilla – Minnie, si me fui es porque tú te fuiste
- Lo hice porque me desechaste por la fama – los ojos de Minnie comenzaron a derramar lágrimas – Y no quería que mi hija fuera un obstáculo para ti
- Nuestra hija, Sungmin, Sunny es nuestra hija – Minnie volvió a quitarse de mi agarre – Y sé lo que hice, y no quiero seguir cometiendo más errores
Volví a tomar su barbilla y me acerqué lentamente a ella, pero entonces se alejó…
- No… no puedo… - dijo, abriendo la puerta del departamento – Lo siento… pero lo arruinaste… tú lo hiciste y ahora debes de atenerte a las consecuencias… - Minnie se dio media vuelta - ¡Kyuhyun!
- ¡¿Qué pasó?!
Entré en la casa y ahí, en medio de la sala, estaba Sunny, pálida, en el suelo, con los ojos cerrados y la respiración entrecortada. La tomé en brazos y salí con Minnie, quien lloraba, y corrimos escaleras abajo hacia mi auto. Puse en marcha el auto y partimos al hospital, sintiéndome nervioso, asustado, temeroso…
- Sunny… - lloraba Minnie, abrazando a Sunny – Hijita por favor, despierta – apreté el volante y pisé el acelerador - ¡Kyuhyun, no está respirando!
- ¡Ya estamos cerca!
- ¡Kyuhyun!
Gritó Minnie y me giré a ver, Sunny parecía una muñeca de porcelana, sin vida…


***
- Omma… - Sunny caminó tambaleante hacia nosotros – Omma…
- ¿Qué pasa hija?
Sunny se colocó a la altura de Sunny y le tocó la frente.
- Tienes fiebre…
Minnie me miró. Ella no lo recordaba aún, lo sabía pero no lo recordaba. Que Sunny tenga fiebre era normal para Minnie, para mí eran malos recuerdos, recuerdos que a mí también me gustaría olvidar. Sunny se tambaleó y dejó caer la cabeza en el hombro de Minnie, quien me miraba asustada.
- ¿Qué pasa Sunny?
Pregunté.
- No me siento… - Sunny respiró hondo – No me… no me… - se separó de Minnie y me miró, se veía pálida – No me siento bien…
- ¡Kyu!
Gritó Minnie, sosteniendo el cuerpo de Sunny.
- ¡Oh Dios mío!
Gritó la abuela Key.
- ¡Sunny!
Final de Temporada

000000000000000000

LA PRÓXIMA TEMPORADA ES LA ÚLTIMA, NOS ACERCAMOS A LA RECTA FINAL. MUCHAS GRACIAS A LOS QUE ME ACOMPAÑARON EN ESTE PEQUEÑO Y DIFÍCIL PROYECTO AL QUE LLAMÉ FANFIC. MUCHAS GRACIAS A TODOS!!!! Y NO SE OLVIDEN DE PASAR POR MI OTRA NOVELA "ÁRBOL DE LA VIDA (EXO)"




No hay comentarios:

Publicar un comentario