martes, 20 de enero de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 13

Capítulo 13





***
El tiempo siguió pasando y enero le dio el paso a febrero, y con eso, el temible noveno mes de Minnie,




y su cesárea estaba programada para el seis de febrero. Todos estábamos nerviosos por la próxima llegada del bebé, y no por el hecho de tener un nuevo bebé en casa, sino porque Minnie no mejoraba. Kibum decía que nada podían hacer los doctores, pues no era algo que se pudiera curar con terapia o medicinas, era algo en lo que ella sola tendría que esforzarse y lograrlo. Eso me deprimía, pues no había garantía alguna de que pudiera recuperar a mi Conejo.
De nuevo en las noches maldecía las malas decisiones que tomé, pues por mi culpa Minnie estaba así. Por mi culpa traería al mundo a una niña que probablemente nunca conocerá a su madre y dejé a mi otra hija sin madre. Todo era mi culpa y aunque dijeran lo contrario, así era, por lo menos yo lo sentía así.
La mañana del tres de febrero llegó, mis padres no habían podido venir a saludarme pero me llamaron a primera hora para desearme un feliz cumpleaños.




Henry y Siwon también me felicitaron, incluso Heechul lo hizo. En casa, Sunny me despertó saltando sobre mí, gritando “¡Appa, es tu cumpleaños!” “¡Ya tienes veintitrés!” Leeteuk me cocinó algo especial por mi cumpleaños y Kangin también me felicitó, eso sí me pareció raro. Entre los tres me dieron mi regalo, una nueva consola de videojuegos ¡Un wii U! pero fue eclipsado al instante cuando Sunny me entregó un dibujo de ella y Sungmin entregándome un pastel, y con letras de colores que decían “Feliz cumpleaños appa, Saranghae”

Mi casa fue rodeada por un mar de azul zafiro perlado, eran mi club de fans, mis ELF que cantaban mis canciones y la tradicional canción de cumpleaños cada que me veían asomarme por la ventana. Todas me habían dejado algún regalo en la puerta de mi casa, yo solo sonreía, en verdad me sentía agradecido con ellas.




Ya en la noche, después de que mis amigos vinieran a desearme un feliz cumpleaños, todos estaban en sus habitaciones yendo a dormir. Sunny quería estar conmigo hasta que dieran las doce, pues decía que era el primer cumpleaños de su appa que podía celebrar con su appa; eso me conmovió. Estaba con Sunny en su cama, leyéndole un cuento y esperando a que den las doce para dar por finalizado mi cumpleaños, en verdad había sido un feliz cumpleaños, salvo por el estado de Minnie.
- Appa… - Sunny soltó un bostezo – ¿Te divertiste hoy día?
- Sí, mucho
Le contesté.
- Yo igual – mi hija parpadeó varias veces, el sueño debía de estarla venciendo – Sobre todo cuando jugué con omma
- ¿En serio?
Sonreí, arropando a Sunny.
- Sí – dijo ella, abrazando su Conejo – Me gustaba las cosas que decía
- ¿Minnie?
Pregunté, pues era lo único que decía.
- No – contestó ella – Algo sobre un Conejo que comía mucho chocolate – Sunny soltó otro bostezo, yo la miré confundido – Era como sus antiguas historias – cerró los ojos – Era como si jugara las historias que me contaba de sus niñez…
- ¿Minnie…?
- Hace tiempo que juega conmigo…
Miré a Sunny sin entender qué era lo que quiso decir, pero ella se había quedado dormida. Me levanté de su cama, le di un beso en la frente y salí de su habitación, apagando las luces. Bajé las escaleras, Minnie dormía abrazada a su Conejo de felpa, con una sonrisa en los labios.
Me acerqué a ella, se veía tan bella y su prominente vientre subía y bajaba acompasadamente. Tomé su mano, ella no despertó y eso estaba bien, pues desde el beso ella no quería tenerme cerca, y lloraba y chillaba si lo hacía. Acaricié su mano, y entonces me di cuenta que en su dedo estaba mi anillo ¿Quién se lo había puesto? De seguro Sunny o Leeteuk. Sonreí, eso me había gustado, era un lindo gesto. Acaricié su rostro y de nuevo ella no se inmutó, más bien sonrió aún más. Besé su frente y entonces me recosté en el sofá, para dormir a su lado como tantas otras noches.


- Omma… - escuché la voz de alguien – Omma…
- ¿Minnie…? – esa era Leeteuk susurrando – No hables muy alto, Kyuhyun duerme
- Omma…
- Shh… - le pidió Teukie – Ya sabes que no debes de hablar cerca de Kyuhyun
- Sí…
Dijo ella, soltando una risita.
- ¿Quieres galletas Minnie?
Preguntó Leeteuk.
- Sí – contestó ella, soltando una risita – Chocolate
- Galletas de chocolate serán
Dijo Leeteuk. Me quedé estático ¿Cómo era posible? En todo un mes ella no había dado señales de mejoría alguna, pero ahora… ¿Minnie acababa de contestar una pregunta? ¿Minnie había entendido lo que su omma le había preguntado? ¿Era posible? ¿Se estaba recuperando? Recordé las palabras de Sunny, ella dijo que hacia tiempo que Minnie jugaba con ella. Y sobre todo… ¿Por qué Leeteuk le dijo a Minnie que no debía de hablar cerca de mí?
- Minnie…
Abrí los ojos y me senté, ya había amanecido, y yo miraba a mi suegra y mi novia.
- Kyuhyun…
Miré a Leeteuk.
- Oí a Minnie hablar
- ¿Qué? – Teukie soltó una risita nerviosa, la conocía tan bien como para saber que así era – Debiste haberlo soñado
Miré a Leeteuk, ella abrazaba a su hija y esta se palmeaba el vientre. Las miré a ambas, Minnie miraba su Conejo y Leeteuk me miraba, aún con su sonrisa nerviosa ¿Qué intentaban ocultarme? Ya había pasado más de un mes, desde hace más de un mes que ella no me hablaba y resulta que probablemente ella ya lo estaba haciendo con todos.
En la tarde llegaron Sunny y Henry con Heechul. Sunny corrió hacia Sungmin, quien jugaba con su Conejo, y empezó a contarle su día en el pre-escolar. Heechul saludó a Minnie y se fue a la cocina, con Leeteuk en el trabajo, ella cocinaba la cena. Henry se sentó en mi sofá y comenzó a jugar con su Nintendo DS.
Sunny hablaba y hablaba y Minnie solo sonreía. Me quedé viéndolas ¿Y si era verdad que Minnie ya podido mantener conversaciones? ¿Por qué me lo estaban ocultando? Más de un mes, desde aquel incidente del beso, más de un mes desde entonces y ella aún no me hablaba ¿Qué pasaba? ¿Por qué no querían que supiera que ella ya hablaba?
- ¿Qué pasa hyung?
Preguntó Henry, poniendo pausa a su videojuego.
- ¿Sabías que Minnie podía hablar?
Pregunté de forma directa, mirando a mi dongsaeng, él solo me miraba con la boca abierta.
- Sí – confesó Henry y yo lo miré sorprendido – Desde hace mucho – agregó – Siempre me habla sobre lo mucho que se divirtió en su día, incluso habla con omma y appa
- ¿Por qué no me lo han dicho?
Pregunté, sintiéndome enfadado de pronto.
- Me dijeron que no te dijera nada
- Henry…
Heechul entró en la sala y se le quedó viendo, con esa mirada severa que solía poner.
- Lo siento, pero él es mi hyung – Henry miró a Heechul con el entrecejo fruncido – Me dijeron que no te dijera nada porque Minnie no te quiere cerca
- ¿Qué…?
- Henry…
Volvió a decir Heechul.
- Omma y appa, así como los señores Kim, me dijeron que no te debía de decir nada porque Sungmin habla con todos menos contigo – siguió diciendo Henry – Y que eso te haría sentir muy mal y necesitas concentrarte en el trabajo porque las noticias dicen que estás ido desde hace tiempo
- ¡¿Qué?!
¿Las noticias? Desde hace tiempo empezaron a aparecer noticias sobre cómo era mi vida ahora que mi novia se había convertido en una incapaz mental ¡No me dejaban tranquilo! No me permitían mantener mi dolor y enojo conmigo, sino que lo habían hecho de dominio público. Con todo lo que ocurría mi desempeño en el trabajo había decaído, y el lanzamiento de mi nuevo álbum se vio afectado.
- Kyuhyun… tranquilízate – me pidió Heechul, extendiendo los brazos y caminando lentamente hacia Sungmin – Lo hicimos porque…
- ¡¿Por qué piensan que soy un inestable mental?!
Grité, levantándome del sofá y caminando hacia ella.
- No… - Heechul se veía nerviosa – Fue porque no queríamos verte sufrir más
- ¡Claro que sufro! – grité - ¡Por supuesto que sufro!
- Appa…
Sunny abrazó a Minnie, ella ya estaba llorando.
- Kyuhyun… cálmate…
Me pidió Heechul, extendiendo sus brazos e impidiéndome que me acerque a Sungmin.
- ¡¿Sabes cómo me siento?! – le pregunté, tomándola de los hombros - ¡¿Te haces una maldita idea de cómo me siento ahora?! ¡¿De cómo me sentía al pensar que Sungmin no progresaba?!
- Kyuhyun…
- ¡¿Te haces una maldita idea?!
Grité aún más alto, y el llanto de Sungmin se hizo aún más intenso.
- Es que ella te tenía miedo…
Heechul me miraba con miedo, lo podía ver en sus ojos, yo me sentía furioso.
- ¡Estoy enloqueciendo!
Grité, lanzando lejos a Heechul.
- ¡Tía Chula!
Gritó Sunny, empezando a llorar.
- ¡Hyung, cálmate!
Henry corrió hacia mí y me tomó del brazo, yo lo aparté de un empujón.
- ¡Kyuhyun!
Gritó Heechul cuando tomé a Minnie de los hombros. La obligué a pararse, ella solo lloraba y me miraba con miedo. La miré fijamente, me sentía muy enojado, todo esto era tan desesperante y ya estaba a mi límite.
- ¡¿Por qué no me hablas?! – grité, zarandeándola - ¡¿Por qué?!
- ¡Kyuhyun! – gritó Heechul, intentando separar a Minnie de mí - ¡Detente!
- ¡¿Por qué Sungmin, por qué?!
Grité, derramando lágrimas.
- ¡Miren!
Dijo Henry, señalando el suelo. Todos miramos al punto que Henry señalaba; ahí, descendiendo por la pierna derecha de Minnie, un hilo incoloro. Miré a Minnie, ella solo lloraba, luego miré a Heechul, ambos estábamos estáticos.
- ¡Henry, llama a omma! – grité - ¡Heechul, reacciona! – mi cuñada parpadeó varias veces y asintió - ¡Llama a Leeteuk y a Siwon!
- ¡Omo, se nos viene el bebé!
Dijo la Chula, buscando su teléfono.
- ¡Mi hermanita viene!
Celebró Sunny.
- ¡Llevaré a Minnie al hospital! – empecé a decir, poniéndole las pantuflas a Minnie, quien seguía llorando - ¡Tú lleva a Sunny y Henry!
- ¡Sí! – gritó Heechul - ¡Demonios omma, contesta el puto teléfono!
- ¡Por el Dios de Siwon! – exclamé nervioso, poniéndole la pantufla equivocada a Minnie – Todo va a estar bien… todo va a estar bien
- Kyuhyun… - dijo Minnie de pronto – Duele…
- Duele… ¡Duele! – grité – Vámonos… esto no debía de pasar
Esto definitivamente no debía de pasar. Kibum ya nos había dicho que Minnie no sería capaz de tener un parto normal, por eso le tendrían que hacer la cesárea. No debíamos de haber llegado a la labor de parto, no debíamos de llegar a esto, Minnie podía sufrir.
- ¡Duele!
Gritó Minnie.
- ¡Nos vemos en el hospital!
Le grité a Heechul.
- ¡Kyuhyun! – gritó ella - ¡La bolsa del bebé!
- ¡Mierda!
Grité y corrí hacia el segundo piso, entrando en la nueva habitación del bebé




otra habitación totalmente rosa. Tomé el bolso con conejitos



y empecé a buscar todas las cosas que se supone debimos haber alistado hoy para la cesárea de pasado mañana. Terminé con la dichosa maleta, asegurándome de tener todo lo de la lista de Leeteuk, y entonces corrí escaleras abajo. Minnie me miraba, ya no lloraba, pero se veía incomoda, la delataba la mueca en su rostro.
- ¿Te sigue doliendo?
Le pregunté.
- No…
Contestó ella, tomando su Conejo en brazos.
- ¡Llévala ya idiota! – me gritó Heechul, aventándome un cojín - ¡Ella no dará un parto normal!
- ¡Cierto!
Dije, la adrenalina estaba haciendo estragos en mi mente. Tomé la mano de Minnie y juntos salimos de la casa. La subí al auto y le puse el cinturón de seguridad, entonces ella comenzó a llorar de nuevo.
- Me duele…
Lloraba ella.
- Descuida Conejo, todo va a estar bien – rodeé el auto y entré, encendiendo con manos temblorosas el motor – Todo va a estar bien Conejo
- ¡Me duele!
Gritó ella y entonces pise el acelerador. Afuera había muchos fotógrafos y yo estaba tocando el claxon para que ellos se moviesen. Minnie, a mi lado, apretujaba y mordía a su Conejo. La miré y miré el mar de fotógrafos que impedían que saliera de mi casa ¡Que mierda! ¡Cálmate Kyuhyun! ¡Putos paparazis!
- ¡Lárguense! – grité, sacando mi cabeza por la ventana - ¡Sungmin va a tener al bebé!
Y tan pronto como dije eso, me dieron el paso libre. Pise el acelerador al máximo y partimos al hospital. Minnie había dejado de llorar de nuevo. Intenté recordar todo lo que había aprendido sobre partos; se suponía que eran cada diez minutos e iría en aumento, eso significaba que por un breve momento ella no sentiría el dolor, pero luego sería peor ¿Era así? ¡Mierda no tengo ni la más puta idea! ¡Cálmate Kyuhyun! Inhala, exhala, inhala, exhala…
Llegamos por fin al hospital y bajé corriendo del auto, olvidando a Minnie en el. Ayudé a mi Conejo a entrar en el hospital, ella estaba apretando mi bazo con tanta fuerza que yo también soltaba quejidos. Una enfermera se nos acercó con una silla de ruedas y entonces corrí al mostrador.
- Duele…
Dijo Sungmin.
- Soy Cho Kyuhyun, mi novia Kim Sungmin estaba programada para una cesárea dentro de dos días – empecé a decir con rapidez – Pero ya se le rompió la fuente
- Oh… - dijo la doctora - ¿Qué tan frecuentes son las contracciones?
- Puff… - volteé, era la doctora Yeeun, la gineco-obstetra de Minnie - ¿Qué pasó?
- Se rompió la fuente… - empecé a decir, pero Minnie me apretó la mano con demasiada fuerza – Y duele mucho
- Puff, que preparen la sala de operaciones
Le ordenó Yeeun, tomando la silla de ruedas de Minnie y yéndose con ella. Minnie me miró, haciendo un puchero, tal vez no quería que la deje sola, entonces vi que su Conejo de felpa estaba en el suelo. Lo recogí y me quedé viendo el lugar por donde se habían llevado a Minnie.
- Toma asiento – me indicó la doctora de la recepción – Hoy será un día inolvidable para usted
Asentí a sus palabras. Estaba nervioso, estaba ansioso ¿Así habría pasado cuando Sunny iba a nacer? No me podía imaginar, ni tampoco quería hacerlo, cómo es que ella pudo haberlo hecho sin mí. Pero ahora podía estar presente, y no la iba a dejar nunca, a ninguna de las tres.



***
- ¡¿Qué?!
Pregunté, caminando con Minnie, quien estaba abrazada a mi brazo izquierdo como tantas otras veces. Estábamos caminando por la nieve, las calles habían sido decoradas por navidad y a Minnie le gustaba mirar los escaparates, sobre todo de las tiendas de dulces.





Era fin de semana y con las fiestas a la vuelta de la esquina, quería comprarle algo a mi Conejo, pero difícilmente sabía qué, sobre todo porque en pocas semanas también se acercaba su cumpleaños. Por otra parte, quería que todo regalo que Zhou Mi le pudiera regalar a Minnie sea opacado por algo que yo le regale.
Desde la obra, nuestra amistad había vuelto a ser la misma de antes en cierta forma. Volvimos a hablar, volvimos a almorzar juntos en mi casa y salíamos como ahora. Ella volvía a ser la misma de antes conmigo, es decir, me abrazaba mucho y me daba mimos. Notaba que a Zhou Mi le fastidiaba eso, pero no me importaba y al parecer a Minnie tampoco. Sin embargo, notaba que había algo raro entre nosotros tres, sobre todo entre Minnie y yo, pues podía ser muy linda conmigo y al instante podía ser fría y distante, como si algo le estuviera pasando, pero no sabía qué; en ocasiones la notaba rara conmigo, como incómoda, no entendía todos estos cambios, pero la dejaba hacer pues me encantaba tenerla conmigo, porque era mi Conejo
- Sí…
Dijo ella, bajando la mirada.
- ¿Por qué?
Pregunté sin creérmelo.
- Es que mi tío Lee Soo Man tiene contactos – me empezó a explicar ella – Y quiere que vaya
- ¿Pero Nueva York? – pregunté, mirándola totalmente sorprendido - ¡Está al otro lado del mundo!
- Lo sé… - Minnie continuó nuestro camino, ya sin tomar mi brazo – Pero estamos hablando de la mejor universidad de música del mundo
- ¡¿Qué tiene de malo la que hay aquí en Corea?!
- Que esta es reconocida mundialmente
- ¡Aquí también!
No podía creer lo que Sungmin me estaba diciendo ¡¿Irse de Corea?! Aún faltaba mucho para que ingresemos a la universidad, es decir, aún ni cumplíamos catorce, pero ella ya tenía todo planeado. Minnie quería estudiar música, y unirse a la orquesta sinfónica, cualquier cosa que no fuera trabajar para su tío Lee Soo Man. Ahora él, su tío, le estaba ofreciendo ir por adelantado, muy adelantado, a la experiencia vivencial que la dichosa universidad de Julliard, en Nueva York, ofrecía.
- Pero sería bueno ir – empezó a decir, yo corrí hacia ella para alcanzarla – Ya sabes… nuevas experiencias y eso
- Pero es Nueva York, al otro lado del mundo
- ¿Y eso qué?
- ¿Cuándo volverías?
Pregunté y ella detuvo su andar. Se me acercó, se veía… triste. Esa no era buena señal.
- Me iría por un mes, antes de mi cumpleaños…
- ¡Falta poco para eso! – grité - ¡¿Cuándo pensabas decírmelo?!
- Espere a que…
- ¿A que ya te estuvieras yendo?
Cerré los puños, me sentía muy enojado.
- No te pongas así oppa
- ¿Cómo quieres que esté Minnie? – le pregunté, avanzando sin ella - ¡¿Qué no te pusiste a pensar en cómo me sentiría?!
- ¿Y cómo te sentirías?
Me preguntó, tomándome del brazo.
- Pues mal… - la miré fijamente – Porque eres mi Conejo y te quiero mucho
Ella sonrió de lado, pero de nuevo vi que la sonrisa no llegaba a sus ojos ¿Qué le sucedía?
- También te quiero Kyuhyun… - dijo ella y yo sentí un nudo en el estómago, a veces prefería no escucharla decir eso – Pero no exageres, solo será un mes, luego regresaré
- Pero… - la tomé de los hombros y la miré fijamente – Te extrañaré mucho
Minnie sonrió.
- Lo sé – dijo ella – No puedes vivir sin mí
- ¡Eso es…! – Minnie sonrió aún más – Totalmente cierto
- Regresaré antes de tu cumpleaños, lo prometo
- Bueno… - me crucé de brazos – Al menos pasaremos la Navidad juntos como siempre
- Eso sí, la pasaremos juntos
- ¿No la piensas pasar con Zhou Mi?
- ¿Bromeas? – ella me miró con la ceja alzada y volvió a engancharse a mi brazo – Prefiero pasar las fiestas con mi lindo Lobito
- Más te vale – le dije – O te volveré Conejo a la parrilla
- De acuerdo…
Continuamos nuestro camino por la nieve, tomados por el brazo. La dejé en su casa y volví a la mía, sintiendo una presión en el pecho. La obra solo había aumentado mis sentimientos por Sungmin, pero ella seguía con Zhou Mi, aunque últimamente no se veían bien.
¿Cómo podía acabar con este sentimiento por ella? Quería dejar de quererla, para que todo fuera como antes ¡No…! Nunca hubo un “Como antes” pues siempre estuve enamorado de ella. Lo que tenía que hacer era tratar de extinguir ese sentimiento, pues no podía ser y eso dolía. Si lo lograba, nuestra amistad podía seguir como siempre, sino… llegaría un momento en el que no soportaría estar cerca de ella.
Encendí mi computadora y entré en internet, al Cyworld[1]. Empecé a ver las publicaciones de mis amigos, todos a la espera de las vacaciones de Navidad. Continué viendo fotografías y demás cosas, entonces se abrió una ventana de Chat, era Seohyun.
Ella, a pesar de que habíamos terminado, seguía siguiéndome. Ella seguía gustando de mi y eso me desesperaba, pues no quería una novia, o por lo menos no quería una que no fuera Sungmin. Miré de nuevo la pantalla ¿Y si le daba una nueva oportunidad a Seohyun? Hace poco quise hacerlo pero no resultó, y ahora que Minnie tenía a Zhou Mi ¿Por qué no intentarlo ahora sí, en serio?
El mensaje de “Hola” seguía ahí. Respiré hondo y tecleé: “Hola ¿Cómo estás?”  Esperé a que me contestara, y no tardó. Entonces comenzamos una amena conversación sobre nuestras vidas y cómo pasaríamos las navidades. Entonces ella preguntó “¿Te gustaría salir conmigo mañana?” a lo que yo respondí: “Sí, vamos al cine”
Cerré la página de internet y comencé a jugar Starcraft. Después de unas horas, y que ganara al menos cinco veces, decidí salir por algo de comida. En la sala estaban Heechul y Siwon besándose como si sus vidas dependieran de ello. Solo con Heechul, la reina del pecado, mi hyung dejaba de ser un santo. Tomé una de las galletas de Henry y regresé a mi habitación. Miré un poco de televisión y entonces me dormí.
La mañana siguiente amaneció fría, era diciembre y el invierno se había adelantado. Desayuné con mi familia y jugué con mi Play, todo estaba bien e incluso yo me sentía ansioso por mi cita con Seohyun. Mis padres salieron a hacer compras y mis hermanos se fueron a hacer sus asuntos, entonces la puerta sonó. Caminé con pesadez hacía la puerta y la abrí, ahí estaba Minnie con una sonrisa.
- Hola Conejo – ella me dio un beso en la mejilla y entró en mi casa, yo solo miré el reloj - ¿Qué te trae por acá?
- ¿No puedo venir a verte sin ningún motivo? – preguntó ella, haciendo uno de sus adorables pucheros – Teniendo en cuenta de que casi siempre lo hago
- Es que…
- Quería ver una película – dijo, entrando en mi cocina – Hagamos pop corn y vamos a tu habitación
- Minnie…
- ¿Dónde está la mantequilla? – preguntó, abriendo el refrigerador - ¿Tía Taemin se fue al supermercado con tío Minho?
- Sí pero…
- Oh, entonces será pop corn sin mantequilla… - Minnie buscó otras cosas - ¿Qué tal sabrá el chocolate con pop corn?
- Minnie…
- Experimentaré…
Dijo ella, dejando las barras de chocolate en un bol y metiéndolo en el microondas.
- Sungmin, detente – le ordené y ella me miró – Voy a salir…
- ¿A dónde?
- Al cine
- ¿Tú solo?
Negué con la cabeza.
- Con Seohyun…
- Oh… - Minnie bajó la mirada y luego sacó el chocolate del microondas – Que te diviertas…
- Conejo…
- Mejor me voy a mi casa
- ¿Minnie, que sucede?
Pregunté, viendo como ella caminaba hacia la puerta.
- Nada, simplemente se me quitaron las ganas de ver una película con mi mejor amigo – contestó ella, colocándose su gorro rosa – Divierte con Seohyun
- Gracias…
- Tal vez llame a Zhou Mi
Dijo y yo sentí como si me hubieran pateado en el estómago. Ella salió de mi casa y con paso rápido llegó a la suya, luego escuché el portazo. Una hora después, estaba yendo al cine a encontrarme con Seohyun.
 El día lunes llegó, y con ello la noticia de que Seohyun y yo habíamos salido. Seo se había encargado de expandir el chisme y todos lo comentaban. Me sentía incómodo, pues aún no tomaba una decisión sobre volver con ella o no.
- ¿Es cierto que saliste con Seo?
Me preguntó Hyuk.
- Sí – contesté - ¿Por?
- Es que… - Hyuk y Yesung se miraron – Realmente creíamos que te gustaba Minnie
- Ella tiene a Zhou Mi…
Fue lo único que dije. Esa tarde Minnie no se fue conmigo, se quedó con Donghae y Ryeowook a hacer no sé qué trabajo. Seohyun me acompañó a la mía, se veía alegre, yo me sentía incómodo, pero era mejor así.
A la mañana siguiente, todos seguían hablando de mi cita con Seohyun y cómo ayer nos vieron juntos. Yo no negaba nada, pues todo era cierto. Minnie no me hablaba, debía de molestarle que esté saliendo de nuevo con la chica que no le agradaba. De seguro no le gustaba que no le hubiera dicho nada, pero ella tampoco lo había hecho conmigo cuando empezó a salir con Zhou Mi, así que… ¿Por qué estaba molesta y distante conmigo ahora?
El miércoles amaneció frio de nuevo, y Minnie seguía sin hablarme ¿Por qué últimamente no hablábamos? Miré el reloj, aún eran las seis con diez minutos de la mañana, muy temprano para ir a clases. De todas formas me levanté de mi cama y me puse el uniforme, tomé una hogaza de pan de la cocina y salí de la casa. Caminé a la casa de Minnie y toqué el timbre.
- ¿Kyuhyun…?
Ese era Kangin, con su uniforme de policía.
- ¿Está Minnie?
- ¡Sí, pasa!
Gritó Leeteuk desde adentro.
- Hola… - saludé a una Minnie medio dormida comiendo su desayuno al lado de una Heechul con igual aspecto, ambas usando pijamas rosadas – Vine para que nos fuéramos juntos a la escuela
- Déjame vestirme primero…
Dijo ella y yo asentí. Después de media hora ella ya estaba lista.
- Minnie… - Kangin miró a su hija – Recuerda que tenemos que ir a la embajada hoy día
- Sí appa
Contestó ella, tomando mi brazo y arrastrándome hacia la salida.
- ¿Están preparando todo para tu experiencia vivencial?
Pregunté.
- Estamos haciendo cambios de planes
Contestó ella.
- ¿Cuáles cambios?
Pregunté, llevándome al hombro su mochila rosa de Conejo.
- Que tal vez me quede todo un semestre allá
Contestó y yo me detuve abruptamente.
- ¿Qué…?
- Sí…
- ¿Por qué decidiste alargar el tu estadía allá?
- Porque… quiero adaptarme, para cuando tenga que estudiar allá
- ¿Entonces lo has decidido? – pregunté - ¿Irás a vivir al extranjero?
- Aún no lo decido
Contestó ella, bajando la mirada.
- ¿Entonces por qué decidieron que debías de quedarte un semestre?
- Yo lo decidí – ella me miró – Solo serán seis meses
- ¡Seis meses Minnie! – grite, pateando la nieve - ¡No te puedes ir por medio año!
- ¿Por qué no?
- ¡Porque te extrañaré mucho!
Miré a Minnie, sus ojos estaban cristalinos.
- Oppa…
- Eres mi mejor amiga Minnie – dije, ella me miró y dejó caer una lágrima – No quiero estar lejos de ti
- Yo tampoco – dijo ella, abrazándome – Pero debe ser así
- No me parece bien – contesté, apretándola más contra mí – Te quiero Minnie
Minnie me miró. Esta era una de las razones por las que no quería arruinar mi amistad con Sungmin, porque en momentos como estos es que podía confesarle cuanto la quería, porque ella pensaría que se lo decía como un amigo y no como una persona enamorada. Éramos niños aún, pero eso no me detenía para sentir algo tan profundo por ella. Tal vez todas las mujeres Kim eran manipuladoras, pero todos los hombres Cho nos enamorábamos profundamente de una sola mujer a temprana edad y para siempre.
- Vayamos a la escuela
Fue lo único que dijo Minnie, iniciando de nuevo su caminata. Llegamos y ella se fue a sentar con Zhou Mi, eso me pareció raro, hace mucho que no lo hacía. Vi que ellos volvían a hablar en susurros ¿Qué cosas se decían? Él la rodeó con su brazo y ella apoyó la cabeza en su hombro. Me senté en mi habitual mesa y observé el asiento vacío de al lado en toda la clase.
Dos días más pasaron y todos estaban emocionados, faltaban dos semanas para Navidad. Minnie se veía algo triste, de seguro era porque tendría que dejar por seis meses a Zhou Mi. Solo me consolaba pensando en que ella, cuando regresara, seguiría siendo mi amiga, mientras que seis meses podrían romper una relación ¡Por el Dios de Siwon, me alegra la tristeza de mi mejor amiga!
- ¡Kyu! – gritó Seo, yendo hacia mí y abrazándome – Me divertí mucho ayer
Dijo, refiriéndose a nuestra nueva cita; la había llevado a comer helados ¡Sí, helado en invierno!
- Que bien…
Dije sin mucho ánimo.
- Kyu… - miré a Seo – Mira
Señaló algo sobre nuestras cabezas. En la cornisa, ahí colgando en una corona navideña, había muérdago. Miré a Seohyun, ella sonreía y entonces se fue acercando a mí. Miré a todos lados, estábamos en una esquina del patio de recreo y nadie me observaba. Me acerqué a Seohyun y entonces…
- Kyuhyun…
Separé mis labios de los de Seo y volteé a ver a Sungmin.
- Minnie…
Dije, sintiendo como Seohyun abrazaba mi brazo.
- Quería irme contigo a casa… - empezó a decir Minnie – Pero… - me miró fijamente, tal vez era el frio, pero sus ojos estaban cristalinos – Veo que estas ocupado
- Lo está
Dijo Seo, abrazando más mi brazo.
- Me doy cuenta…
Minnie se dio media vuelta y yo intenté seguirla, pero Seo me lo impidió. Ahora todos nos miraban, pero Minnie ya había desaparecido. Esa tarde también me regresé solo a casa.
No entendía qué demonios pasaba ¡Antes Minnie no estaba así! ¡¿Qué coño pasaba?! No entendía nada y extrañaba a mi Conejo, sobre todo porque estábamos nueve, y antes de año nuevo se iría. Tenía que arreglar las cosas con Minnie ya.




Lo semana siguiente pasó rápido y las vacaciones de invierno comenzarían. Me sentía deprimido, porque las cosas no estaban bien entre Minnie y yo y era frustrante. El timbre sonó, dando por finalizada las clases y dando inicio a las vacaciones. Mis amigos y yo nos reunimos en el patio, no nos veríamos en dos semanas, por lo menos no tan seguido.
- Hae me dijo que Minnie se irá mañana en la noche
Me informó Hyuk.
- ¡¿Qué?!
Pregunté, pues no sabía que sería tan pronto, pensé que tendría más tiempo ¡Ella había prometido pasar Navidad conmigo!
- Hae dijo…
Hyuk me miró, parecía temeroso.
- ¿Qué te dijo?
- Kyuhyun… - miré a Yesung – Minnie se va a ir a vivir al extranjero
- ¡¿Qué?! – pregunté sorprendido - ¡No! – grité - ¡Es mentira!
- Hae me dijo que Minnie se lo contó ayer – empezó a decir Hyuk – Que ella y sus padres se irán y que Heechul se quedará
- Ella… - sentí un nudo en la garganta – Ella… - mis manos comenzaron a temblar y la voz se me quebró – Ella me dijo que sería solo un semestre
- Cambió los planes, otra vez
Dijo Yesung.
- Dijo que su omma podrá trabajar en la sucursal de la SM en América y que su papá trabajará también allí
- Pero…
Miré a mis dos amigos y entonces corrí lejos. No podía ser cierto, ella no podía irse a vivir allá, no podía ¿Cómo era posible? Ella lo había prometido, solo seis meses ¿Cómo podía irse? No quería pensar, no podía imaginar, cómo sería vivir sin Minnie ¿Qué pasaría con nosotros? ¿Con nuestra eterna amistad? Mis ojos se llenaron de lágrimas y empecé a tocar con insistencia el timbre de la casa de Minnie.
- ¿Kyuhyun, qué te pasó?
Heechul me miró, por primera vez vi preocupación en sus ojos.
- ¡¿Dónde está Minnie?!
Pregunté, sintiéndome sorprendido por mi tono de voz, extraño por el llanto.
- Kyuhyun…
Minnie apareció de pronto.
- ¡¿Por qué no me lo dijiste?!
Pregunté con un grito.




- Kyu…
Los ojos de Minnie también se llenaron de lágrimas.
- ¿A caso planeabas irte y dejarme para siempre, y no decírmelo?
- Kyuhyun…
- ¡Contesta!
Grité.
- Kyuhyun… - dijo Heechul, parándose delante de su hermana – Cálmate
- ¡No me voy a calmar! – grité - ¡¿Cuándo planeabas decírmelo?! – miré a Minnie, ella lloraba silenciosamente - ¡Me tuve que enterar por Hyuk! ¡Y él se enteró por Donghae!
- Kyuhyun… no podía decírtelo
Contestó Minnie al final.
- ¡¿Por qué?!
Pregunté con enojo, derramando más lágrimas.
- Porque sabía que esto pasaría y quería evitarlo
- ¡Pero de todas formas pasaría! – grité - ¡Tarde o temprano me iba a enterar! – avancé un pasó y Heechul extendió los brazos, protegiendo a Minnie - ¡¿O es que pensabas decírmelo cuando notase que no volvías?!
- Lo siento…
Lloró ella.
- ¿Por qué Minnie? – pregunté - ¿Por qué has decidido esto?
- Porque es lo que quiero – contestó ella – No hay nada aquí para mí…
- ¿Qué hay de tus amigas?
Pregunté con enojo.
- Ellas lo entienden – contestó Minnie – Me harán una fiesta de despedida en la casa de Ryeowook, invitaron a todos
- ¡A mí no! – grité – ¿Qué hay de mí?
- Oppa… - Minnie me miró y soltó más lágrimas – Te extrañaré…
- ¿Solo eso puedes decir?
Le pregunté, derramando más lágrimas.
- ¿Qué más quieres que te diga?
Me preguntó y yo miré a otro lado, asintiendo y respirando hondo.
- Bien… si eso quieres, bien – dije – Puedes irte, no regreses entonces si eso es lo que quieres
- Oppa…
Minnie salió de la protección de Heechul.
- ¡Por mí puedes quedarte hasta el día de tu muerte allá!
Grité y Minnie me miró sorprendida.
- Oppa…
- ¡Dices que no hay nada aquí para ti, bien! – grité - ¡Vete de Corea y no vuelvas nunca!
- No me refería a eso – lloriqueó Minnie – Hablaba de mi sueño de aprender…
- ¡Pues vete a aprender y nunca vuelvas!
- ¡¿Por qué eres tan egoísta?!
Preguntó ella y yo me quedé callado.
- ¡No soy egoísta! – grité - ¡Vas a abandonar a tus amigas, a Zhou Mi…!
- Él entiende – contestó Minnie – Por eso terminamos
- ¡¿Qué?!
Pregunté confundido.
- Él fue la primera persona a la que le dije de mi decisión.
- Y yo la última – dije con amargura – Bueno, si mi amistad vale tan poco para ti como para abandonarme…
- No te estoy abandonando…
- ¡Claro que lo estás haciendo!
Grité, sintiendo nuevas lágrimas caer por mis mejillas.
- Kyuhyun…
- Por mí puedes largarte hoy mismo…
- Kyuhyun…
- ¡No quiero volver a verte Sungmin! – grité - ¡Mejor lárgate del país esta noche y ahórrale la fiesta a Wookie!
- Kyuhyun… - Minnie lloró aún más – Te voy a extrañar mucho…
- ¡Pues yo no! – grité - ¡Te odio!
Y diciendo esto, salí de su casa y corrí a la mía. Mi hyung estaba ahí y se sorprendió al verme. Yo no le hice caso, caminé a mi habitación y me encerré. Tomé mi almohada y apreté esta contra mi rostro, llorando y gritando. La odiaba, la odiaba por abandonarme, la odiaba por no habérmelo querido decir y odiaba a todo aquel que me lo había ocultado.
- Kyuhyun…
Ese era mi hyung.
- ¡No quiero hablar con nadie! – grité - ¡Tú también eres un traidor! ¡Tú también debiste de haber sabido lo de Sungmin!
- Kyuhyun…
Sí, él lo sabía. Todos lo habían sabido y me habían visto la cara de idiota. Busqué en mi mesa de noche aquel Conejo que una vez fue un broche para el cabello. Lo miré, recordando cómo es que conocí a Minnie, cómo es que ella siempre usaba ese broche en la cabeza. Recordé los aegyos de Minnie, sus mimos, sus abrazos, su risa. Cada día de mi vida vivido con ella, todo empezó a pasar por mi mente. No solo estaba enamorado de ella, era algo más que eso, ella había sido mi compañera, había sido mi amiga, había sido mi hermana, había sido todo para mí. Amor era una palabra muy pequeña para todo lo que sentía por ella.
- Zhou Mi…
Me dije a mí mismo. Debía de haber algo o alguien que haga que se quede, o que decida no quedarse tanto tiempo en el extranjero, y ese era el chico del que ella estaba enamorada. Salí de mi casa y corrí hacia la del edificio con patas, muchas veces había acompañado a Minnie ahí. Toqué con desespero la puerta y el edificio andante abrió.
- ¿Kyuhyun…?
- Si dices que quieres a Minnie… - empecé a decir, sintiendo las lágrimas caer nuevamente - ¿Por qué la dejas ir?
- Kyuhyun…
- ¡Haz que se detenga! – le rogué - ¡No puedes dejar que se vaya!
- Kyuhyun… - miré al edificio con patas – No puedo hacer eso
- ¡¿Por qué?!
Grité, sintiendo como la respiración me fallaba.
- Porque aunque quiero mucho a Sungmin… - él me miró – Su corazón jamás me perteneció
- ¿Qué…?
- Solo una persona puede hacer que ella decida no quedarse allá… - me dijo – Y la estoy viendo
- ¿Qué…?
No entendía lo que él me quería decir.
- Su corazón siempre fue tuyo, Kyuhyun – lo miré boquiabierto, no podía ser cierto – Pero tú nunca te diste cuenta – Zhou Mi soltó una risita – Creo que ninguno de los dos se dio cuenta que el corazón de uno le pertenecía al otro
- Zhou Mi…
Lo miré fijamente, aún con sorpresa.
- Tú eres el único que puede detenerla Kyuhyun
Y con eso cerró su puerta. Me quedé ahí parado, con el sol ocultándose, asimilando las palabras de Zhou Mi ¿Podía ser verdad? Había soñado tanto con que Minnie sintiera lo mismo que yo, y ahora que alguien me decía que era así, no podía creerlo. Minnie sentía lo mismo que yo y no lo había notado, sonaba tan increíble.
Mi corazón comenzó a latir con fuerza y entonces sonreí. Me sentía feliz, me sentía dichoso, Minnie, mi Conejo rosa, también sentía lo mismo que yo. Recordé mis palabras, tenía que hacer algo, tenía solo hasta mañana.
Corrí a mi casa, el tiempo se me estaba acabando. Entré en mi habitación y entonces tomé mi guitarra. Hacía tiempo que Minnie me había enseñado a tocarla. Cogí lápiz y papel y comencé a escribir, vertiendo mi corazón en él. Dieron las cuatro de la mañana y yo tenía la canción de Minnie lista. Me recosté en mi cama, tomando la fotografía que tenía en mi cabecero, una foto de Minnie y yo haciendo caras graciosas. Mi Conejo era solo mío, mi Conejo me quería como yo a ella, mi Conejo…


- Kyuhyun… tenemos que irnos
Dijo Siwon, zarandeándome. Me levanté de mi cama, era medio día y la fiesta de Minnie ya había comenzado. Me cambié de ropa y en menos de cinco minutos mi hyung y yo partimos a la casa de Wookie.
Toda la clase estaba en el jardín de Wookie, celebrando, disfrutando, felices de que Minnie se esté yendo y ellos tengan una excusa para festejar algo. Busqué con la mirada a Minnie, ella estaba con sus amigas, las tres abrazadas, y Minnie tenía el rostro rojo, de seguro por el llanto. Me les acerqué y las tres me quedaron viendo.
- ¿Puedo hablar contigo?
Le pregunté a Minnie y esta asintió.
- Nosotras nos vamos…
Dijo Wookie, tomando a Hae del brazo y llevándosela.
- Lo lamento Conejo…
- ¡Oppa! - exclamó ella, abrazándome fuertemente y llorando – Te extrañaré oppa…
- Minnie… - la miré y sequé sus lágrimas – Te tengo una sorpresa
- ¿Qué…?
Dijo ella y yo le sonreí. Subí a la tarima que habían instalado, de seguro era para cuando tuvieran que decir algo bueno sobre Minnie y cuanto la iban a extrañar. Tomé el micrófono y lo hice sonar, haciendo que todos volteen a verme.
- Hola… - saludé, mirando a todos los presentes – Ya me conocen, soy Cho Kyuhyun, mejor amigo de Kim Sungmin – miré a Minnie, ella estaba en medio del gentío con Heechul y mi hyung a su lado – Y tengo algo que confesar…
Comencé a tocar la guitarra, estaba listo, tenía que confesarle mis sentimientos hacia Minnie. Comencé a cantar, observándola en todo momento. Mi canción, su canción, hablaba de nuestras vidas, desde que nos conocimos y como me desesperaba, de cómo la quería lejos de mí y de cómo ahora la amo con todo el corazón (https://www.youtube.com/watch?v=Q3dHZeDloGA). Miré a Minnie, ella lloraba con una sonrisa en su rostro. Terminé de cantar y todos me miraron sorprendidos, luego aplaudieron.
Bajé de la tarima y tomé de la mano a Minnie, llevándola lejos del gentío, llevándola a una esquina apartada del gran jardín. Minnie me miraba fijamente, aún con sus lágrimas rodando por su mejilla y una sonrisa en el rostro. Respiré hondo y dije:
- Te quiero
Minnie me miró y entonces… me dio un golpe en el rostro.
- ¡Eres un idiota! – gritó y yo la miré sorprendido – Ahora que lo tengo todo planeado es que se te ocurre decirme esto
- Minnie… - la tomé de los hombros – Por favor… no te vayas
- Yo también te quiero
Dijo ella, y entonces, después de haberlo deseado por mucho tiempo, nos besamos. Después de unos minutos, o de unas horas, o de varias semanas, no sé, pues se me hizo eterno el momento, nos separamos. Ella sonreía y yo no pude evitar hacer lo mismo, luego nos abrazamos.
- No te vayas…
Le volví a pedir.
- Tengo que ir… - dijo ella, dándome otro beso, mi estómago se convirtió en un nido de mariposas – Pero volveré
- ¿En serio?
Pregunté, dándole otro beso.
- Sí – Minnie estaba sonrojada – Solo será un mes, hablaré con mis padres
- ¿En serio?
Pregunté.
- Obvio que lo voy a hacer ahora que mi oppa es solo mío y de nadie más – Minnie me abrazó y yo de nuevo sonreí – Te quiero Kyuhyun…
- Yo también Conejo
Entonces nos dimos un cuarto beso, me estaba volviendo adicto.
- Creo que hicieron esta fiesta por las puras…
Rió Minnie y yo de nuevo la besé.
- No me importa – dije – Que hagan todas las fiestas que quieran, porque ahora Kim Sungmin es mi novia y la de nadie más
- Suena tan extraño y tan lindo oírte decir eso – dijo Minnie, sonrojándose de nuevo – Oppa… te quiero
- Yo también Minnie
Y de nuevo nos dimos un beso. La fiesta continuaba, pero nosotros seguíamos en esa esquina, abrazados, besándonos, diciéndonos lo mucho que nos queríamos. Las horas siguieron pasando y el ocaso comenzó, y con eso la hora en la que Minnie debía de irse.
- ¡Minnie!
La llamó su padre.
- ¡Kangin, déjala con su nuevo novio!
- ¡Pero es Kyuhyun!
Se quejó él. Me reí, pues me recordó a la primera vez que los conocí, era casi la misma discusión que Kangin y Leeteuk tuvieron cuando conocí a Minnie. Miré a Minnie, ella también reía, de seguro también recordándolo, o tal vez no, como fuese, no quería soltar a mi Conejo.
- Minnie, omma y appa dicen que ya se tiene que ir
Dijo Heechul.
- Sí…
Dijo Minnie, mirándome con un puchero en el rostro.
- Solo será un mes Conejo
Le dije, pero ella siguió con la misma expresión. La envolví en mis brazos y volví a besarla, ella entonces sonrió. Se paró sobre la punta de sus pies y entonces fue ella quien me besó esta vez, el gentío empezó a aplaudir.
- Solo será un mes
Dijo ella, y entonces nos separamos, dejándome una sensación de vacío en el estómago. Minnie siguió a sus padres y todo el gentío salió corriendo de la casa de Wookie para despedir a Minnie. Ella agitaba su mano y entró en el auto. Me le acerqué, ella se asomaba por la ventana.
- Solo será un mes Conejo
- Solo será un mes Lobito
Dijo ella, sonriendo. Le di un último beso y entonces el motor se encendió. Miré a Minnie, ella lloraba de nuevo. Sentí pánico de repente, y el auto se puso en marcha.
- ¡Adiós Minnie!
Grité, agitando mi mano.
- ¡Adiós Kyuhyunie!
Gritó ella, todavía asomada por la ventana.
- ¡Minnie!
Grité, corriendo hacia el auto.
- ¡Kyuhyun!
Gritó ella, yo seguía corriendo detrás del auto, agitando mi brazo en una despedida.
- ¡Sungmin!
Grité, derramando lágrimas y agitando mi brazo.
- ¡Te extrañaré!
Gritó ella.
- ¡Yo más!
Grité y entonces el auto se alejó mucho. Me quedé ahí parado, con el brazo levantado y las lágrimas cayendo por mi mejilla. Sentí una mano en mi hombro, era Heechul, y por primera vez desde que la conocía, me sonrió. Miré el punto lejano que era el auto de Kangin y sonreí. Minnie volvería y podríamos estar juntos, porque ella era mi Conejo y yo su lobo. Una sonrisa se formó en mi rosto y entonces la noche llegó.


***
- ¡Que bonita!
Exclamó Leeteuk, mirando a través del vidrio la cunita donde estaba mi hija, mi Soo Yeon.



- ¿Esa es mi hermanita, appa?
Preguntó Sunny.
- Sí – le contesté – Esa es la pequeña Soo Yeon
- Hola Jessica – Sunny comenzó a agitar su mano – Soy Soon Kyu, tu unnie, pero puedes decirme Sunny
- Estoy orgullosa de ti Kyuhyun
Dijo mi omma.
- Por primera vez podemos decírtelo – dijo appa – La anterior vez no estuviste
- ¡Minho! – le regañó omma – Tus hijas son preciosas
- Gracias omma
Abracé a Sunny y continué viendo a mi bebé en su cunita.
- Kyuhyun…
Todos volteamos, ahí estaba Kibum.
- ¿Qué pasa?
- Tengo que decirte algo…
Mi corazón cayó al piso. Dejé a Sunny en el suelo y miré a Kibum, temblando por dentro. Caminamos unos pasos alejándonos del resto y lo miré, él respiró hondo y me miró.
- Dímelo ya
Le pedí.
- Por precaución, le aplicaron anestesia general a Minnie – comenzó a decir Kibum y yo me helé, esa era la anestesia que te dormía – Sungmin no despierta de la anestesia


Fin de la temporada


[1] Red Social Surcoreana.




sábado, 17 de enero de 2015

No Quiero que me Olvides (Kyumin) - 12

Capítulo 12





- ¡Appa, deja eso! – le gritaba Heechul a Kangin - ¿Por qué los hombres serán tan inútiles para las decoraciones?
- No sé Chula, no sé – decía Leeteuk a su hija - ¡Kangin, en serio, deja de meter tus manos en las decoraciones!
- Lo siento, lo siento
Se disculpaba Kangin con sus dos manipuladoras mujeres. Heechul y Leeteuk, junto con mi mamá, estaban acomodando mi casa para dar una pequeña reunión por el cumpleaños de Minnie y por la llegada del nuevo bebé. Ella cumplía veintitrés años y estaba estrenando un vestido rosa, con un collar de Conejo que le había comprado.
- Taemin, esos cupcakes te quedaron divinos
Dijo mi suegra.
- Ay, gracias
Dijo mi mamá, dejándolos en la mesa.
- Omma… - Henry apareció, sosteniendo el mando de mi wii - ¿Cuándo vamos a almorzar, muero de hambre?
- Ve con tu hermano a comer fuera
Le sugirió mamá.
- ¿Cuál de mis hyung? – preguntó Henry - ¿El que no se quiere despegar de su novia o el que está quieto a la espera de que su novia le ordene hacer algo?
- Yo no hago eso
Siwon se cruzó de brazos y papá rió.
- Sí lo haces
Se burló.
  - Minho, no te burles de tu hijo
- Lo siento amor…
- Al pareces todos los hombres Cho se dejan manipular por sus mujeres
Se burló Kangin.
- Tú no hables Kangin
Le advirtió Leeteuk y mi suegro se quedó callado al instante.
- Yo no me dejo manipular por ninguna chica
Henry se cruzó de brazos, mirándonos a todos con superioridad.
- ¿Qué me dices de Amber? – preguntó Siwon riendo – Siempre haces lo que te ordena
- Eso es diferente – contestó Henry – Yo la obedezco porque de lo contrario me golpea
- Igual yo con Siwon
Rió Heechul.
- Las cachetadas de la Chula duelen mucho
- Son solo cuando te las mereces amor – rió mi cuñada - ¡Appa, no te comas la comida!
- Lo siento Rella, lo siento
Se disculpaba una y otra vez, Kangin. Todos reímos. Minnie jugaba con Sunny a las muñecas, su vientre estaba muy grande, ya tenía ocho meses de embarazo. Me ponía nervioso el pensar en el día que Minnie diera a luz ¿Qué pasaría si ella no recuperaba la consciencia para entonces? Minnie no seguía progresando y eso me ponía nervioso.
- ¡Omma, el letrero de “Baby Shower” es azul! – Heechul miró a su padre - ¡Seguirás rodeado de mujeres y que compres un letrero azul no cambiará el hecho de que tendrás otra nieta!
- Déjame soñar…
Se quejó Kangin.
- Compré uno rosa también, solo por si acaso – le dijo Leeteuk a su hija – Ponlo al lado del letrero de “Feliz Cumpleaños”
- Me da tanta envidia que mi hermanita, con veintitrés años, vaya a tener su segunda hija y yo aún ni me caso, y tengo veintiocho – la Chula miró a mi hyung - ¡Se me va a ir el tren y lo lamentarás!
- ¡Pero estamos comprometidos!
Le recordó Siwon a su novia.
- Si… - Heechul bajó la mirada – Tantas cosas que pasaron no me dejaron planear mi boda
- Chula…
Siwon se levantó y abrazó a mi cuñada.
- No me malinterpreten – Heechul rió – Normalmente soy egoísta y presumida, pero amo a Sungmin mucho, y no quiero que mi dama de honor esté ausente ese día – Heechul corrió hacia su hermana y la abrazó – Quiero que estés bien y solo así podré casarme, no importa si tengo cincuenta años para entonces
- Heechul…
Siwon se volvió a acercar a mi cuñada, pero ella negó con la cabeza, continuando con su abrazo hacia Sungmin. A pesar del dolor que rodeaba a todos por el estado de Sungmin, también nos había servido para unirnos más. Heechul soltó a Minnie y luego se fue corriendo al baño, a ella no le gustaba que la vieran llorar. Miré a Minnie, y como en los viejos tiempo, cuando me quedaba minutos viéndola, ella volteó. Minnie abrazó a su Conejo y su expresión de miedo se hizo presente.
Ya en la noche vinieron nuestros amigos, los ELF originales. Ryewook, Yesung, Donghae y Eunhyuk vinieron con regalos para Minnie y para la nueva bebé. También vinieron Hangeng y Shindong, y, aunque solo vino a dejar el regalo, Kibum. Mis antiguos compañeros de clases llegaron, personas que no veía desde hacía mucho, todos estaban ahí. Las TTS también habían llegado, solo que sin Seohyun, y eso estaba bien para mí.
- ¡Minnie se ve increíble con su embarazo!
Escuché que decía Yuri.
- ¡Kyuhyun, felicidades! – dijo Hyeyeon – Serás un buen appa
- Las chicas solo dicen “Felicidades” “Serás un buen papá” “Que lindos se ven juntos” – empezó a decir Sehun – Yo solo puedo decir: “¿Cómo se te ocurre mandarte por el segundo bebé tan joven?”
- Dos hijas, no perdiste el tiempo
Bromeó Nickhyun.
- Quien lo diría, con Sungmin
Dijo, para mi mala suerte, Zhou Mi.
- ¿Qué haces aquí?
Pregunté.
- Kangin me invitó
Miré a mi suegro, algunas manías de él no cambiaban.
- Pues disfruta del “Baby Shower” en honor de MI SEGUNDA HIJA – lo miré, él se veía tranquilo – Y del cumpleaños de MI NOVIA
- Así lo haré
Dijo el edificio andante, yendo hacia la mesa de bocaditos.
- Tu rivalidad con él sigue – rió Eunhyuk – Deberías calmarte, tú eres el que engendró hijas con Sungmin, no él
- ¡Cállate Hyuk!
Le pedí, sintiéndome avergonzado por sus palabras. La velada transcurrió tranquila, todos parecían divertirse, incluyendo Minnie. La música comenzó y todos empezaron a bailar en medio de mi gran sala. Miré a Minnie, no me le había acercado en todo el día, pues su reacción ante el beso que le había dado me lo impedía; caminé hacia ella lentamente. Minnie abrazó su Conejo de felpa y se protegió el rostro. Me senté a su lado y ella de nuevo puso a su Conejo como una pared entre los dos.
- ¿Quieres bailar?
Pregunté, pero Minnie seguía poniendo su Conejo como bloqueo.
- Minnie…
- Vamos Conejo… - intenté quitarle su Conejo, pero ella ponía resistencia – No te voy a hacer nada malo
- Minnie…
- Conejo…
Intenté de nuevo quitarle su Conejo.
-¡No!
Gritó ella, golpeándome con su peluche. Todos nos miraron y entonces Zhou Mi se le acercó. Él le extendió la mano y ella se la tomó sonriente, levantándose de su silla con dificultad. La música seguía y delante de mí estaban ellos dos bailando lentamente.


***
La semana había sido muy extraña, demasiado. El lunes Minnie no se sentó conmigo, se fue de frente donde Zhou Mi y no me dirigió la palabra en todo el día, solo cuando estuvimos ensayando, y eso, lo único que me decía era sus diálogos ¿Qué estaba pasando?
Al día siguiente lo mismo, Minnie no me miraba, no hablaba conmigo ni nada parecido, solo andaba con Zhou Mi. La feliz pareja sin embargo, no se veían tan felices, los veías juntos pero parecía que algo había cambiado, pues ninguno sonreía como antes ¿Qué habrá pasado?
El miércoles no fue la excepción, y los rumores sobre que Kyuhyun y Sungmin habían tenido otra pelea empezaron a surgir. Las personas ya habían notado que ella y yo no nos hablábamos, y que algo había pasado, pero… ¡Yo no sabía qué había pasado!
- ¿Se volvieron a pelear?
Preguntó Yesung en el recreo.
- ¿Y ahora qué fue? – preguntó Hyuk - ¿Volviste a insultar a Zhou Mi?
- ¿Encontraste a Minnie con algún otro “Mejor amigo”?
- ¡No! – protesté – Nada de eso – les aseguré – La verdad es que ni yo mismo sé que hice para que ella deje de hablarme
- De seguro Zhou Mi le dijo que deje de ser tu amiga
Sugirió Yesung y yo lo miré.
- ¡Minnie no haría eso! – miré a Minnie, que estaba sentada en una banca con Zhou Mi, ambos conversando quedamente – Minnie prometió que no lo haría
- Piénsalo Kyuhyun – me dijo Eunhyuk – Tú no le agradas a él porque sabe que te gusta Sungmin
- ¡A mí no me gusta Sungmin!
- Claro y yo no me casaré con Donghae cuando tengamos veinticinco
- Tal vez no te cases con ella
- ¡Calla! – me pidió – Solo piénsalo, es una posibilidad
- Da igual – les dije, mirándolos – Minnie me prometió que no lo haría
- Pero tú ya lo hiciste una vez, por Seohyun – me recordó Yesung – Nada la detiene a Sungmin de hacer lo mismo
- Yo no dejé de hablarle por Seohyun – les recordé – Simplemente fue porque… - sentí que la sangre viajaba a mi rostro; a diferencia de mis enamorados amigos, yo no podía hablar de mis sentimientos tan abiertamente – Porque sí y ya…
- Aja… - fue lo único que dijo Hyuk – Como digo, tal vez Zhou Mi le dijo que ya no sea tu amiga
- No creo que Minnie haya aceptado eso
Minnie no podía haber aceptado eso ¿O sí? Ella había prometido que pasara lo que pasara, siempre seguiríamos siendo amigos, sin importar que el novio del otro sea un loco celoso psicópata ¿Entonces qué pasaba?
El jueves llegó y Minnie seguía igual, sin hablarme y/o mirarme. La fui a buscar a su casa para irnos juntos a la escuela pero Leeteuk dijo que Zhou Mi ya había ido a recogerla ¿Es que ese edificio con patas madrugaba? ¿Acampaba en el jardín de Minnie? En clases ella se veía muy distante de todos, incluso de Zhou Mi. Pero de todas formas ese par seguía juntos en todas partes, era muy raro ver a Minnie con sus amigas, solo andaba con Zhou Mi, hablando en susurros ¿Qué rayos pasaba?
- ¡Minnie!
Corrí hacia ella cuando la vi sola, yendo al baño.
- Kyuhyun…
Ella me miró sorprendida.
- ¿Podemos hablar?
- No lo sé…
- ¿Qué sucede Minnie? – pregunté - ¿Por qué ya no me hablas?
- Es que… - miró hacia atrás, ahí estaba Zhou Mi – Tengo que aclarar algunas cosas
Fue lo único que dijo, entrando en el baño. Vi como Zhou Mi se daba media vuelta y avanzaba unos pasos, yo corrí hacia él. Si algo estaba haciendo él, pues quería saberlo ya, y matarlo.
- ¡Ey! - grité, haciendo que todos voltearan - ¡Zhou Mi!
- ¿Qué quieres Cho?
- ¿Qué le pasa a Sungmin? – pregunté - ¡A estado distante todo la semana y quiero saber por qué!
- Lo sabrás a su tiempo – fue lo único que dijo – Si me disculpas…
- ¡No, no te disculpo! – tomé a Zhou Mi del brazo e impedí que siguiera avanzando - ¡Sungmin nunca está lejos de mí y no dejaré que la alejes de mí!
- Cho…
Zhou Mi me miró fijamente. No había enojo en su mirada, que era lo usual, tampoco era sorpresa, era algo que no sabía cómo nombrar, pero estaba ahí. No se veía feliz, se veía afligido, como yo cuando me enteré que a Sungmin le gustaba él ¿De qué se habría enterado él?
- Sungmin es mi Conejo, no el tuyo…
- Eso lo dejaste muy claro hace tres años
Fue lo único que dijo Zhou Mi, continuando su camino. Me quedé parado en el pasillo sin saber qué demonios había pasado ¿Qué era todo esto? ¡No entiendo ni mierda! ¡Me desespera no saber qué pasa! ¡Quiero saber qué pasa y lo quiero saber ya! Esa familiar sensación volvió a mí, extrañaba a Minnie y tenía miedo de perderla de nuevo.
Volví a mi casa sintiéndome muy afligido. Quería a Minnie y la quería ahora, pero ella tenía que aclarar algunas cosas ¿Qué cosas tenía que aclarar? ¡Todo esto es tan frustrante! Entré en mi casa y saludé a mi hyung, quien estaba estudiando en la sala.
   - Hola…
Saludó él.
- Hola hyung…
Dije, dejando caer mi mochila en el suelo y recostándome en el sofá.
- ¿Qué pasa? – me preguntó – Últimamente te veo apagado
- No soy un foco – bromeé, mi hyung se levantó y caminó hacia mí – No es nada, vuelve a tus libros
- Eres mi dongsaeng, me preocupo por ti
- ¡¿Y por mí?!
Gritó Henry desde alguna parte de la casa.
- ¡Por ti también! – gritó Siwon - ¡Eres el maknae!
- ¡En tú cara Kyuhyun hyung!
Se burló Henry y yo fruncí el ceño.
  - Es un niño…
- Lo quiero bien muerto a ese niño
Me crucé de brazos.
- ¿Qué sucede Kyuhyun?
- Nada hyung… - le contesté – Es solo…
- ¿Sungmin? – asentí - ¿Sabes cuánto tuve que esperar para que Heechul me aceptara como su novio?
- ¿No lo son desde los diez años?
- No – contestó Siwon sonriendo, colocando mi cabeza en su regazo – Ella era tan…
- ¿Mala? ¿Histérica? ¿Mandona? ¿Arrogante? ¿Presumida? ¿Caprichosa?
- Kyu…
- Lo siento
- Ella era todo eso y más – rió Siwon – Pero tenía algo que me gustaba, algo que hacía que no pudiera evitar mirarla todo el día, como lo que te sucede con Sungmin – sentí que la sangre se me iba al rostro, todo mundo sabía que me gustaba Sungmin, menos Sungmin – Pero ella solo me veía como su amigo, es más ella era y sigue siéndolo pero en menor medida – alcé una ceja, ya sabía lo que iba a decir – Muy coqueta – reí, pues era cierto – Ella sabía que me gustaba y le gustaba jugar con ello, como cuando besó a Jungmo delante de mí, solo por fastidiarme – ambos reímos – Pero fui paciente, la dejé hacer y entonces… me harté – miré sin entender a mi hyung – Si ella no podía verme como nada más que su amigo y seguía burlándose de mis sentimientos hacia ella, pues bien – me senté para poder ver a mi hyung, él sonreía – Entonces me alejé y fue ella quien vino después – Siwon me miró – Y después de tres años seguimos juntos
- Yo siempre creí que estaban juntos desde los diez y que ya tenían nueve años de noviazgo
- No – rió Siwon – Nos hicimos novios a los dieciséis y ahora que tenemos diecinueve y estamos en la universidad, seguimos juntos
- Yo tengo trece
- Y Henry siete – dijo Siwon – Aún eres joven para esas cosas Kyuhyun, sin embargo, tú y Minnie se conocen de siempre, igual que Heechul y yo – asentí – Y al ser hermanas supongo que ambas tienen esa “Algo” que hace que no puedas evitar enamorarte
- Detesto ese “Algo”
Me crucé de brazos, en verdad detestaba ese algo.
- Y yo igual a tu edad – rió mi hyung – Lo que intento decir es que… deberías alejarte un poco de ella
- Pero no quiero
- Si lo haces, y te viene a buscar, entonces sabrás que siente lo mismo
- ¿Y si no lo hace? – pregunté – ¡Ella tiene novio!
- Y Heechul estaba de novia con Hangeng – me dijo y yo abrí mucho los ojos, pues no sabía que la Chula hubiera tenido otro novio que no sea Siwon – Pero resulta que sus sentimientos hacia mí eran más grandes que sus disque sentimientos hacia el chino ese
- Algún día Hangeng será el representante de alguien muy famoso, sabe muy bien qué hacer
- No hablemos del chino ese – me pidió Siwon y yo reí – Me estresa – reí – Pero debo de reconocer que es buena persona
- A mí me agrada, hasta lo considero un amigo
- Kyuhyun…
Miré a mi hyung y me empecé a reír.
- Lo siento – dejé de reír - ¿Qué te hace pensar que Sungmin será igual que Heechul? – pregunté – Son hermanas, pero no creo que tengan la misma forma de pensar o enamorarse
- Lo sé porque…al parecer es un común denominador entre esas mujeres – dijo Siwon y yo lo miré confundido – Heechul me contó la historia de sus padres
- Ojalá no tengan otra hija y Henry se enamore de ella – dije y Siwon rió – Pobre Henry
- ¡¿Por qué soy pobre?! – peguntó Henry - ¡Creí que teníamos mucho dinero!
- ¡Deja de escuchar conversaciones ajenas!
Le ordené y entonces se escucharon pasos corriendo hacia la sala.
- No, porque me siento solito
Dijo Henry, haciendo un puchero.
- Ven Henry…
Le pidió Siwon al pequeño, este corrió hacia nosotros y se sentó en el sofá, en medio de nosotros dos.
- Te hemos dejado descuidado por mucho tiempo
- Sí
Se quejó él.
- Lo lamento pequeño
Le dije a mi dongsaeng, abrazándolo.
- Hyung… - miré a Henry – Yo sé que a Minnie le gustas también
- ¿Qué?
- Pone cara de tonta cuando te mira, la misma cara que pones tú cuando la miras
- Aish este niños, no me hables así, respeta a tu hyung
Reí. Siwon se levantó y cocinó la cena, yo me quedé en el sofá pensando en lo que Siwon y Henry habían dicho ¿Debía de alejarme un poco de Sungmin? No, definitivamente no, eso no funcionaba bien nunca, siempre terminábamos llorando, aunque nos reconciliábamos, pero con Zhou Mi de por medio, tal vez eso no ocurra esta vez ¿Pero y si lo que Henry decía era verdad? No podía tomarme las palabras de Henry en serio, después de todo él solo tenía siete años. Pero en la historia de Siwon, Heechul ya sabía que mi hyung estaba enamorado de ella ¿Tendría que ser valiente y confesarle mis sentimientos a Sungmin? ¿Y si no terminábamos siendo amigos como Heechul y Siwon cuando ella lo rechazó? ¿Y si todo se volvía incómodo entre nosotros? ¿Y si nunca volvíamos a ser amigos? Esa era la principal razón cuando intenté con todas mis fuerzas evitar enamorarme de Sungmin, porque prefería mil veces no ser correspondido a perder a mi Conejo rosa.
El viernes por fin llegó, el día de la obra, y toda la escuela estaba emocionada.



Todo el elenco y los músicos estábamos almorzando en el auditorio, pues no íbamos a regresar a casa. Habíamos tenido un último ensayo y la mayoría, los sunbae, estaban tranquilos, los hubae estábamos algo nerviosos, sobre todo yo que era el protagonista.
Minnie seguía distante conmigo y eso me preocupaba, sobre todo para las escenas de amor, no quería que salieran mal como aquella vez en los ensayos. La miraba cada tanto, ella comía tranquilamente, leyendo su guion. No podía dejar de mirarla, su cabello negro caía sobre sus hombros, su uniforme le quedaba muy bien y sus mejillas estaban sonrojadas. Entonces, como en otras ocasiones cuando me le quedaba viendo por largo rato, ella volteó. Sus mejillas se sonrojaron más y entonces volvió a girarse ¿Qué había sido eso?
- Bueno mis niños, un último ensayo y entonces nos iremos a los camerinos
Dijo la maestra. Y así lo hicimos, empezamos con el último ensayo de la obra (https://www.youtube.com/watch?v=prhdTejTmWA) Después de eso nos fuimos a los camerinos. Me estaba poniendo mi disfraz para la primera escena. Me miré al espejo, estaba sudando de los nervios. Me limpié el rostro y apliqué el maquillaje como me habían enseñado. Me coloqué mi sombrero y coloqué mi florete[1] en mi cinturón, entonces tocaron la puerta. Caminé hacia ella y la abrí, era Sungmin con un vestido rosa y capa celeste, su cabello se lo habían ondulado y tenía un lazo rosa para adornarlo, se veía preciosa.
- Minnie…
- ¿Cómo me veo?
Me preguntó.
- Muy bonita
Contesté sin poder contenerme.
- ¿Sabes qué deseo ahora?
- ¿Un dulce para calmar los nervios?
Pregunté y ella sonrió.
- Me conoces muy bien, Lobito
- Lo sé – dije - ¿Tu sabes lo que yo quiero?
- ¿Qué te abrace?
Preguntó y yo abrí mucho los ojos, pues eso era justo lo que quería.
- Hace mucho que no lo haces – contesté – Ya no te enganchas a mi brazo, mi brazo izquierdo te extraña
- Kyuhyun… - la miré – Ven…
Ella extendió los brazos y yo avancé hacia ella; Minnie me envolvió la cintura con sus brazos y yo la apreté contra mí.
- Minnie…
- Umm…
- Tú también me conoces mejor que nadie
- Es porque te quiero
Dijo ella y yo sonreí, a pesar de que sabía que no significaba lo mismo.
- Yo también te quiero Conejo
- ¿En serio?
Preguntó ella, separándose de mí.
- Sí – contesté, sintiendo un nudo en la garganta, pues eran dos significados diferentes para una misma frase – Mucho
- ¿En serio?
Ella me miraba fijamente, sus ojos maquillados brillaban ¿Qué significaba todo esto?
- Somos ELF al fin y al cabo
- Oh…
Minnie miró el suelo y luego me miró a mí, en sus ojos había…
- ¿Por qué lloras Minnie?
- No es nadad – contestó ella, limpiándose las lágrimas – Es que… peleé con Zhou Mi
- ¿Por qué?
- Porque…
- ¡A escenas!
Nos dijo la profesora, abriendo la puerta y haciéndonos sobresaltar. Miré a Minnie, ella se limpiaba el rostro con la tela de su capa. Luego sonrió, como si nada hubiera pasado, me extendió su mano y juntos salimos de los camerinos.
Me sentía nervioso, me sentía ansioso, pero estaba decidido, lo haría. El telón se abrió y el primer musical comenzó. Luego salí y me enfrenté a los mosqueteros que por error fastidié. Hasta ahora todo iba bien, no había desafinado en ninguna parte y no se me había olvidado nada. Entonces el pueblo me pisoteó y Sungmin vino en mi rescate. Mi corazón comenzó a latir, aquí venía nuestra primera escena de beso.
Comencé a cantar y luego Sungmin también. Mi corazón empezó a latir, y entonces el mundo desapareció, solo podía ver a Sungmin cantar. Ella dijo su dialogo y entonces, nos besamos.



De nuevo sentí ese cosquilleo en mi interior; no me importaba si era solo una obra de teatro, por lo menos podía besarla. Nos separamos y continué con mi parte, al verla noté que ella de nuevo tenía los ojos llorosos, pero de todas formas cantó bien ¿Tan grave había sido su pelea con Zhou Mi? Entonces nos besamos de nuevo y la escena terminó (https://www.youtube.com/watch?v=ID34a-zJXZA) Todos aplaudieron y yo me sentí feliz, esto era definitivamente a lo que me dedicaré cuando sea mayor, o lo más antes posible.
Luego siguió la escena donde actúo como tonto enamorado (https://www.youtube.com/watch?v=zw_PMPo3MCo) No se me hacía muy difícil, pues realmente era un tonto enamorado, pero no de Constance, sino por Sungmin. La escena de nuevo nos salió perfecta, incluyendo la parte en la que la cargo y doy vueltas, en los ensayos normalmente se me caía. De nuevo las personas aplaudían, mi familia y amigos aplaudía y todo el alumnado también, definitivamente, cantar enfrente de muchas personas, eso era lo que quería.
El telón se cerró de nuevo y volvimos a nuestros camerinos. Yo me estaba retocando el maquillaje cuando de nuevo tocaron mi puerta. Sungmin entró y yo me le quedé viendo.
- Kyuhyun…
- No me digas Kyuhyun – le pedí – Se siente como si estuvieras enojada conmigo
- Pero no lo estoy
- Pero es extraño oírte decir mi nombre
La miré, luego volteé a verme en el espejo a seguir borrando el sudor de mi rostro.
- Fue… muy bueno todo – dijo ella y yo asentí – Pero creo que no lo haré de nuevo
- Yo sí – le dije – Es increíble lo poderoso que te sientes al cantar en frente de muchas personas
- A mí no tanto – dijo ella – Con esto pongo punto final a mi carrera de actriz de teatro
- No te rindas Conejo, lo lograrás, lo estás haciendo bien
- Oppa…
- Vamos, ya es hora
- Oppa, te quiero decir algo…
- Dime
Me levanté y me le acerqué.
- La escena que sigue es emotiva
- Lo sé
Dije, mirándola fijamente, se veía muy bonita con su vestido rosa.
- Oppa…
- Minnie…
- ¿Solo somos amigos verdad?
La miré sin entender, a qué iba su pregunta. Sentí que la sangre se me congelaba, y un estremecimiento recorrió mi espalda ¿Ella sabía lo que sentía? ¿Se había dado cuenta ya? Y si me hacía esa pregunta… ¿Era porque no quería que yo estuviera enamorado de ella? ¿Qué debía de hacer?
- Sí Minnie, somos ELF, eso jamás cambiará, así esté casado con Seohyun y tú con Zhou Mi
- ¿Te piensas casar con Seohyun?
Preguntó ella, mirándome fijamente, de nuevo sus ojos eran cristalinos.
- O con quien venga – contesté, evitando ver sus ojos – Pero seré el padrino en tu boda
- Sí oppa
Minnie sonrió, pero no se veía feliz.
- Ya no estés así Conejo – le pedí – Se solucionará tu pelea con Zhou Mi
- No lo creo…
Dijo ella.
- Ven… - le dije, atrayéndola hacia mí y abrazándola – Vamos a hacer nuestra dichosa escena
- Sí…
Dijo ella y entonces salimos hacia el escenario. Era una escena muy emotiva, en un bote y cantándonos el uno al otro (https://www.youtube.com/watch?v=6Dxt_5eItos). Intenté que lo que Minnie me había dicho no me afectara, pero no lo pude evitar, y aún así hicimos una muy buena escena.
Minnie no sentía lo mismo que yo, eso era obvio. Enamorarme de mi mejor amiga fue un gran error, pero uno que no pude evitar ¿Ahora cómo me zafaba de esto? No me gustaba ninguna otra chica y Sungmin me gustaba mucho, en verdad estaba profunda y locamente enamorado de esa niña rosa que se asemejaba a un Conejo.
La última escena llegó, Minnie se veía hermosa con su otro vestido rosa. La escena del beso llegó, este tenía que ser más largo a los otros(https://www.youtube.com/watch?v=K2KV3pj7rpk) Mientras la besaba sentí algo húmedo y salado en mis labios; abrí un poco mis ojos y me di cuenta de que ella estaba llorando ¿Por qué lloraba? Nos separamos y busqué con la mirada a Zhou Mi, él se veía triste. Miré a Sungmin y ella salió de escena. La obra terminó y entonces salimos todos a despedirnos. Miré a Sungmin, ella se veía triste. Volvimos a los camerinos y entonces nos cambiamos la ropa. Busqué a Minnie en su camerino, la puerta estaba trancada. Toqué la puerta y nadie me contestó, volví a hacerlo y obtuve el mismo resultado ¿Qué pasaba con Minnie? Pegué la oreja a la puerta y escuché sollozos ¡Minnie estaba llorando!
Salí corriendo de los camerinos y busqué entre la maraña de personas que salía del auditorio, a ese edificio andante. No fue difícil, alguien tan alto resaltaba, así que corrí hacia él. Lo tomé del brazo y lo hice girar a verme, él se veía igual de triste que Sungmin ¿Qué había pasado?
- Kyuhyun…
- Minnie está llorando – le dije – Sea lo que sea que haya pasado entre ustedes, arréglalo – le pedí – O te odiaré el resto de mi vida por permitir que llore
- Kyuhyun… - Zhou Mi sonrió ¿Por qué sonreía? – No dejaré que siga llorando, aunque no soy quien debería secar sus lágrimas
Zhou Mi caminó hacia el auditorio, yo me quedé ahí parado ¿Qué había querido decir? ¡¿Por qué todo era confuso?! Continué ahí parado, debía de haber pasado una media hora, pues ya no había ni un alma en el pasillo y mi hyung estaba que hacía sonar constantemente mi teléfono.
Entonces los vi, él tenía su brazo alrededor de los hombros de Sungmin y ella sonreía. Se debían de haber arreglado, todo debía de estar bien entre ellos de nuevo. Minnie me dedicó una mirada y luego siguió su camino con Zhou Mi.
Sentí una presión en mi pecho y las lágrimas comenzaron a caer de nuevo. Tenía que ser fuerte, sabía que esto pasaría al pedir la ayuda de Zhou Mi, pero dolía mucho. Pensé en Minnie, en nuestra sagrada amistad, que últimamente no se sentía igual ¿Este era el fin? Esperaba que no. De cualquier forma, prefería no ser correspondido antes que perderla; y por los acontecimientos de hoy, si me hubiera confesado, definitivamente hubiera acabado con nuestra amistad.

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[1] Espada de esgrima utilizada por los mosqueteros.